ESCUELA DE LÍDERES
MÓDULO: LIDERAZGO DE ALTO NIVEL
TEMA: OPERACIÓN 72
Lección 3
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protegió, lo alimentó, invirtió vida, tiempo y dinero en él, hasta que sanó y pudo valerse por su propia
cuenta. El buen samaritano se parece a ti. (Lc.10:30-35)
CONOCIENDO LA CRISIS QUE VIVE UNA PERSONA AL ACEPTAR A CRISTO
Lo primero es re-educarnos, crear conciencia con lo que pasa los primeros días con el recién convertido.
Al convertirse a Cristo, la persona entra en un período de crisis; cuando acepta a Cristo comienza una
guerra interna, una batalla en su mente. La palabra de vida versus el espíritu de muerte que antes
operaba en su vida lucha por permanecer, sus vicios (droga, revistas y películas triple x, el licor, la
brujería) quieren retornar; también pensamientos, dardos en su mente que le hacen pensar por el “qué
dirán” en su casa, sus padres, su esposo o esposa, sus amigos.
Hay que entender lo que vive el nuevo creyente, el recién nacido, durante las primeras horas de su
decisión por Cristo. Debemos entender que hay siete espíritus peores que lo andan buscando para
destrozarlo; porque cuando alguien confiesa a Cristo comienza una guerra; no entiende de lo espiritual;
el nuevo no sabe de batallas, por eso el líder, el hijo discípulo debe ayudarlo para no perder esa vida
nueva en Cristo. (Leer Mt. 12:43-45). Es una situación muy seria, tanto que el mismo Jesús lo enseñó.
¿Qué pasa si no se cuida un bebé espiritual?
Si no se atiende al recién convertido, al nuevo, lo más seguro es que este se pierda.
Criar al recién nace demanda de noches de vigilia para darle comida cada tres horas y mantenerle
aseado, lidiar en ocasiones con la suciedad. En verdad, demanda sacrificio de nuestra parte, pero si
no lo hacemos, el niño morirá y el Señor nos lo demandará.
La guerra comienza ahí, la batalla comienza ahí, ahí es donde comienza la presión de los siete espíritus
peores; ahí es cuando se aparece el que le vendía la droga, regalándosela o fiándosela; ahí es que se
aparece la jovencita que no le hacía caso ofreciéndosele de gratis; ahora le llegan con negocios ilícitos
que le dan grandes ganancias económicas y él o ella sin trabajo o con deudas. Entiéndalo, es una batalla.
Hay que determinarse antes de que pase el primer día, a establecer un hermano mayor para el nuevo;
alguien, que si es posible, vaya a su casa inmediatamente después de la conversión a Cristo, y establezca
la operación Zaqueo: profetizarle en su hogar, y bendecirlos, y decir como dijo Cristo “la salvación ha
llegado a esta casa” y el diablo de aquí se fue. El nuevo creyente se sentirá protegido, listo para enfrentar
las diferentes dificultades que se le planteen en la vida. Que sienta que alguien está con él.
Para tener un punto de contacto con el nuevo en estos tres días se le entregará el libro llamado
“NACI PARA TRIUNFAR”
Al nuevo creyente, se le entrega y enseña a usar herramientas que le instruyan cómo puede profetizar
sobre su propia vida; conociendo que es de Cristo, que no va a la condenación, que no va al infierno y
que puede dormir en paz.
Declarará con el libro “Nací para Triunfar” que no tendrá terror al temor nocturno, ni a la saeta que
vuele de día; que ha sido perdonado, ha sido salvo. Entonces, en esa primera noche, como el nuevo
creyente no conoce versículos, no sabe teología, no sabe nada de lo espiritual y tú que si sabes, le dices