Aprendamos del gran maestro jw-org

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About This Presentation

Aprendamos del Gran Maestro - Publicación de los Testigos de Jehová.
Presenta:
M.C. Enrique Ruiz Díaz.
Con título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la Computación.
Egresado del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.


Slide Content

APRENDAMOS
DEL
GRANMAESTRO
A
PREND
A
MOS DEL GR
A
NM
A
ESTRO
“Dejen que los ni
˜
nitos
vengan a m
´
ı.”
(Lucas 18:16.)
lr-S

APRENDAMOS
DEL
GRANMAESTRO
A
PREND
A
MOS DEL GR
A
NM
A
ESTRO
“Dejen que los ni
˜
nitos
vengan a m
´
ı.”
(Lucas 18:16.)
lr-S

ESTE LIBRO ES PROPIEDAD DE

©
˘20032003W
WAATTCCHHTTOOWEWERRBBIBIBLLEEAANDNDTRATRACTCTSSOOCCIEIETYTYO
OFFPPEENNSNNSYLYLVVAANIANIAAprendamos
Aprendamosdel delGranGranMMaestroaestroE
EditditoresoresW
WAATTCCHHTTOOWEWERRBBIBIBLLEEAANDNDTRATRACTCTSSOOCCIEIETYTYO
OFFNENEWWYYOORK,RK,INC.INC.Bro
Brookloklyn,yn,NNewewYYork,ork,U.S.A.U.S.A.Impresi
Impresi

ónndedejuniojuniodede20201144E
Estastapupublicaciblicaci

ónnsesedistribudistribuy yeecomcomoopartparteededeunaunaobraobramundialmundialde
deeducacieducaci

ónnbb

íblicablicaquequesesesostienesostieneconcondonacionesdonaciones. .ProhibidaProhibidasu suvventa.enta.A
Ammenosenosquequeseseindiqueindiquelo locontrariocontrario, ,laslascitascitasbb

íblicasblicasse
sehanhanttomadoomadodedelalavversiersi

ónnenenlenguajelenguajem modernoodernoT
Traducciraducci

ónndeldelNNuevouevoMMundoundodedelaslasSSantasantasEEscriturasscrituras(con(conrefreferencias).erencias).Learn
LearnFromFromththeeGreatGreatT TeacheachererSpanish
Spanish( (lrlr-S)-S)M
MadeadeininththeeUnitUnitededStatStatesesofofAmAmericaericaImpreso
Impresoen enEEstadosstadosUnidosUnidosde deAmAm

éricarica

APRENDAMOS
DEL
GRANMAESTRO

APRENDAMOS
DEL
GRANMAESTRO
vw
“Dejen que los ni
˜
nitos vengan a m
´
ı,
y no traten de detenerlos.”
(Lucas 18:16.)

TODO padre y toda madre intervienen en un
hechoqueescapaalacomprensi
´
on humana: am-
bos aportan algo de s
´
ı mismos para formar un ser
vivo que crece en el seno de la madre hasta estar
plenamente desarrollado. Por lo tanto, no sor-
prende que la gente se refiera al nacimiento de
un beb
´
ecomo“elmilagrodeunanuevavida”.
Por supuesto, engendrar hijos es tan
solo el comienzo de la responsabilidad
de los progenitores. Al principio, los be-
b
´
es dependen de los adultos para casi
todo, pero a medida que crecen requie-
ren m
´
as que atenci
´
on f
´
ısica: necesitan
ayuda para desarrollarse mental, emo-
cional, moral y espiritualmente.
Los hijos precisan en especial del amor de los padres para lograr un sano
desarrollo. Aunque expresarles amor con palabras es importante, estas de-
ben ir respaldadas por acciones; es decir: los ni
˜
nos necesitan que sus padres
pongan un buen ejemplo. Asimismo, los hijos necesitan principios por los
cuales guiarse, y los necesitan desde su m
´
as tierna infancia. Cuando la ayu-
da llega demasiado tarde, pueden producirse, y de hecho se producen,
situaciones lamentables.
Los mejores principios que existen son los que se hallan en la Biblia. Las
ventajas de la instrucci
´
on b
´
ıblica son excepcionales, pues mediante ella, los
ni
˜
noslleganadarsecuentadequeloqueselesest
´
aense
˜
nando no son
las palabras de un ser humano, sino las de su Creador, su Padre celestial,
lo cual confiere al consejo una fuerza incomparable.
La Biblia anima a los padres a esforzarse por inculcar buenos principios
en la mente de sus hijos. Sin embargo, a medida que estos van creciendo, a
los padres les suele resultar dif
´
ıcil hablar con ellos de las cuestiones de ma-
yor importancia. Este libro,
APRENDAMOS DELGRANMAESTRO,se ha
˙¿QU
´
ENECESIT ANLOSHIJOSDESUSP ADRES?
˙
vw
vw
˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙ ˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙˙ 6

concebido para evitar dicha situaci
´
on. Les proporcionar
´
a a usted y a sus hi-
jos informaci
´
on espiritual que puedan leer juntos. Sobre todo, fomentar
´
ala
conversaci
´
on entre los ni
˜
nos y quienes lean el libro con ellos.
Observar
´
a que el libro pide que los ni
˜
nos den respuestas. En sus p
´
aginas
hay una gran cantidad de preguntas colocadas de manera oportuna. A con-
tinuaci
´
on de cada una encontrar
´
a puntos suspensivos (...), que sirven como
recordatorio de que se debe pausar y pedir al ni
˜
no su opini
´
on. A los ni
˜
nos
les gusta sentirse parte activa de las situaciones; de lo contrario, pierden el
inter
´
es r
´
apidamente.
No obstante, el aspecto m
´
as importante de las preguntas es que le per-
mitir
´
an descubrir qu
´
e piensa su hijo. Es probable que las respuestas que d
´
e
no sean las correctas. Pero la informaci
´
onquesigueacadapreguntaest
´
a
ideada para ayudar al ni
˜
no a desarrollar patrones de pensamiento sanos.
Una caracter
´
ıstica especial del libro son sus m
´
as de doscientas treinta
ilustraciones. Al pie de la mayor
´
ıa de ellas hay preguntas que animan al
ni
˜
no a expresarse, bas
´
andose en lo que est
´
a viendo y en lo que acaba de
leer. Por lo tanto, examine las l
´
aminasconsuhijo.Sonunexcelenteins-
trumento educativo que sirven para recalcar las lecciones que se ense
˜
nan.
Cuando su peque
˜
no aprenda a leer, an
´
ımelo a que le lea el libro a usted
ytambi
´
en a que lo lea por s
´
ı mismo, pues cuanto m
´
as lo haga, m
´
as se le gra-
bar
´
an en la mente y el coraz
´
on sus buenos consejos. No obstante, para for-
talecer los v
´
ınculos de cari
˜
no y respeto entre su hijo y usted, es preciso que
lean el libro juntos y de forma regular.
En la actualidad, los ni
˜
nos se ven expuestos constantemente, y a un gra-
do que hubiera resultado inimaginable no hace tantos a
˜
nos, a informaci
´
on
relacionada con la inmoralidad sexual, el espiritismo y otras pr
´
acticas de-
gradantes. Por eso necesitan protecci
´
on, que este libro ayuda a suministrar-
les de forma digna a la vez que franca. Pero sobre todo, los ni
˜
nos precisan
queselesdirijaalaFuentedetodasabidur
´
ıa, nuestro Padre celestial, Jeho-
v
´
aDios.EsofueloqueJes
´
us, el Gran Maestro, hizo siempre. Es nuestro de-
seo sincero que este libro contribuya a que usted y su familia vivan de una
forma que agrade a Jehov
´
a y obtengan su bendici
´
on eterna.
xy
xy
˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙˙ ˙˙˙˙˙˙˙˙˙7

Cap
´
ıtulo P
´
agina
1Porqu
´
efueJes
´
us un Gran Maestro10
2 Carta de un Dios amoroso16
3 El Creador de todas las cosas21
4 Dios tiene nombre26
5 “Este es mi Hijo”32
6 El Gran Maestro sirvi
´
oalosdem
´
as37
7 La obediencia nos protege42
8 Hay personas superiores a nosotros47
9 Tenemos que resistir las tentaciones52
10 Jes
´
us es m
´
as poderoso que los demonios57
11 Los
´
angelesdeDiosnosayudan62
12 Jes
´
us nos ense
˜
naaorar67
13 Los disc
´
ıpulos de Jes
´
us72
14 ¿Por qu
´
e debemos perdonar?77
15 Una lecci
´
on de bondad82
16 ¿Qu
´
eeslom
´
as importante?87
17 C
´
omo ser feliz92
18 ¿Teacuerdasdedarlasgracias?97
19 ¿Est
´
a bien pelearse?102
20 ¿Buscas siempre el primer lugar?107
21 ¿Tenemos motivos para presumir?
112
22 ¿Por qu
´
enodebemosmentir?117
23 ¿Por qu
´
e nos enfermamos?122
24 Nunca seas un ladr
´
on127
˙
´
INDICE
˙
vw
vw
˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙ ˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙˙ 8

Cap
´
ıtulo P
´
agina
25 ¿Pueden cambiar los que hacen cosas malas?132
26 ¿Por qu
´
eresultadif
´
ıcil hacer lo que est
´
abien?137
27 ¿Qui
´
en es nuestro Dios?142
28 ¿C
´
omo podemos saber a qui
´
en debemos obedecer?147
29 ¿Le agradan a Dios todas las fiestas?152
30 Ayuda para vencer el miedo157
31 D
´
onde encontrar consuelo162
32 C
´
omo se protegi
´
oaJes
´
us167
33 Jes
´
us puede protegernos172
34 ¿Qu
´
elesucedealagentecuandomuere?177
35 Podemos despertar de la muerte182
36 ¿Qui
´
enes resucitar
´
an? ¿D
´
onde vivir
´
an?187
37 Recordemos a Jehov
´
ayasuHijo192
38 ¿Por qu
´
e debemos amar a Jes
´
us?197
39 Dios se acuerda de su Hijo202
40 C
´
omo hacer feliz a Dios207
41 Ni
˜
nos que hacen feliz a Dios212
42 ¿Por qu
´
ehayquetrabajar?
217
43 ¿Qui
´
enes son nuestros hermanos?222
44 Nuestros amigos deben amar a Dios227
45 ¿Qu
´
e es el Reino de Dios? ¿Demostramos que lo queremos?232
46 ¿Habr
´
a otro diluvio que destruya el mundo?238
47 ¿C
´
omo sabemos que el Armaged
´
on est
´
acerca?244
48 T
´
u puedes vivir en el pac
´
ıfico nuevo mundo de Dios250
xy
xy
˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙ ˙˙˙˙˙˙˙˙˙
˙˙˙˙˙˙˙˙˙9

H
ACE m
´
as de dos mil a
˜
nos, naci
´
ounni
˜
no muy especial
quealcrecerseconvirti
´
oenelhombrem
´
as grande de
todos los tiempos. En aquella
´
epoca no hab
´
ıa aviones
ni autom
´
oviles;tampoco exist
´
ıan las computadoras,la televisi
´
on
ni Internet.
Al ni
˜
no lo llamaron Jes
´
us, y lleg
´
oaserelhombrem
´
as sabio
que haya vivido en la Tierra. Tambi
´
en fue el mejor maestro,
pues explicaba las cosas dif
´
ıciles de modo que fuera f
´
acil enten-
derlas.
Jes
´
us ense
˜
nabaalaspersonasentodolugar:alaorilladelmar
y en las barcas, en las casas y cuando andaba por los caminos.
Como entonces no se conoc
´
ıan los autom
´
oviles ni los trenes
ni los autobuses, Jes
´
us viajaba a pie de un lugar a otro ense
˜
nan-
doalagente.
Podemos aprender muchas cosas de otras personas, pero las
cosas m
´
as importantes las aprendemos de Jes
´
us, el Gran Maes-
tro. Cuando leemos sus palabras en la Biblia, es como si
´
el nos
hablara directamente.
¿Por qu
´
eeraJes
´
us tan buen maestro? Una de las razones es
que
´
el tambi
´
en tuvo alguien que le ense
˜
nara. Adem
´
as, Jes
´
us sa-
b
´
ıa que era muy importante escuchar. Pero ¿a qui
´
en escuchaba?
¿Qui
´
en le ense
˜
n
´
o?...FuesuPadre,yelPadredeJes
´
us es Dios.
xy CAP
´
ITULO 1vw
POR QU
´
EFUEJES
´
US
UN GR
ANMAESTRO
10

AntesdeveniralaTierra,Jes
´
us viv
´
ıa en el cielo con Dios.Por
eso fue tan diferente a los dem
´
as hombres, porque fue el
´
unico
que vivi
´
o en el cielo antes de nacer en la Tierra. En el cielo, Je-
s
´
us hab
´
ıa sido unbuen hijo que escuchaba a su Padre.Por lo tan-
to, pudo ense
˜
nar a los seres humanos lo que hab
´
ıa aprendido de
Dios. Si t
´
uescuchasatuspadres,estar
´
as imitando el ejemplo de
Jes
´
us.
Jes
´
us era un gran maestro por otra raz
´
on: porque amaba a
laspersonasyquer
´
ıa
ayudarlas a aprender
de Dios. Jes
´
us amaba
no solo a los adultos, sino
tambi
´
en a los ni
˜
nos. Estos
disfrutaban de estar con
´
el porque
hablaba con ellos y los escuchaba.
Cierto d
´
ıa, algunos padres llevaron sus hijos a Jes
´
us. Pero los
amigos del Gran Maestro pensaron que
´
el estaba demasiadoocu-
pado para hablar con ni
˜
nos, y les dijeron que se marcharan.
¿Qu
´
ehizoJes
´
us?... Orden
´
o a sus amigos: “Dejen que los ni
˜
nitos
¿Por qu
´
elesgustaba
alosni
˜
nos estar
con Jes
´
us?
POR QU
´
EFUEJES
´
US UN GR ANMAESTRO
11

vengan a m
´
ı; no traten de detenerlos”. En realidad, Jes
´
us quer
´
ıa
que los ni
˜
nos se acercaran a
´
el. Aunque era un hombre muy
sabio e importante, dedic
´
otiempoaense
˜
narles (Marcos 10:
13, 14).
¿Sabes por qu
´
eense
˜
naba Jes
´
us a los ni
˜
nos y los escuchaba? En-
tre otras cosas, porque quer
´
ıa hacerlos felices, y por eso les habla-
ba de Dios, su Padre celestial. ¿C
´
omo puedes t
´
uhacerfelicesa
otras personas?... Cont
´
andoles lo que has aprendido sobre Dios.
Una vez, Jes
´
us utiliz
´
oaunni
˜
no para ense
˜
narles una impor-
tante lecci
´
on a Sus amigos. Puso al ni
˜
nito en medio de sus
disc
´
ıpulos, o seguidores, y les indic
´
o que aunque eran adultos,
deb
´
ıan cambiar de actitud y llegar a ser como aquel ni
˜
no.
¿Qu
´
equisodecirJes
´
us con esto? ¿Sabes c
´
omo podr
´
ıa un adul-
to, o incluso un jovencito, ser como un ni
˜
no?... Bueno, un ni
˜
no
no sabe tanto como una persona mayor y quiere aprender. As
´
ı
pues, lo que Jes
´
us quiso decir fue que sus disc
´
ıpulos deb
´
ıan
ser humildes, como los ni
˜
nos. Lo cierto es que todos
podemos aprender mucho de otras personas. Tam-
bi
´
en deber
´
ıamoscomprenderquelasense-
˜
nanzas de Jes
´
us son m
´
as importantes que
nuestras propias ideas (Mateo 18:1-5).
Otra raz
´
on por la que Jes
´
us era tan
buen maestro es que hac
´
ıa que las co-
sas resultaran interesantes para los
dem
´
as, pues las explicaba de manera
¿Qu
´
elecci
´
on pueden aprender
de un ni
˜
no tanto los jovencitos
como los adultos?
12
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

sencilla y clara. Hablaba de los p
´
ajaros, las flores y de otras co-
sasconocidasparaayudaralagenteasaberm
´
as de Dios.
En cierta ocasi
´
on, mientras Jes
´
us estaba en la ladera de una
monta
˜
na, vinieron muchas personas a verlo. Como puedes ob-
servar en la ilustraci
´
on, Jes
´
us se sent
´
oypronunci
´
oundiscurso,
oserm
´
on. Aquel discurso se conoce como el Serm
´
on del Mon-
te. Dijo: ‘F
´
ıjense en los p
´
ajaros del cielo. No plantan semillas.
Tampoco guardan alimento en graneros. Pero el Dios del cielo
los alimenta. ¿No valen ustedes m
´
as que ellos?’.
Adem
´
as a
˜
nadi
´
o: ‘Aprendan una lecci
´
on de los lirios del cam-
po.Crecen sin esfuerzo,y f
´
ıjense en lo lindos que son.Ni siquie-
ra el rey Salom
´
on tuvo ropas tan hermosas. Entonces, si Dios
cuida de las flores del campo, ¿no cuidar
´
atambi
´
en de ustedes?’
(Mateo 6:25-33).
¿Qu
´
elecci
´
on estaba ense
˜
nando Jes
´
us
cuando habl
´
odelosp
´
ajaros y las flores?
13

¿Comprendes la lecci
´
on que Jes
´
us estaba ense
˜
nando?...
´
El no quer
´
ıa que vivi
´
eramos preocupados por lo que vamos a
comer o lo que vamos a ponernos. Dios sabe que necesitamos es-
tas cosas. Jes
´
us no quiso decir que no debemos trabajar para con-
seguir el alimento y la ropa, sino que debemos poner a Dios en
primer lugar. Si lo hacemos, Dios se encargar
´
adequetengamos
lo necesario. ¿Crees que ser
´
aas
´
ı?...
Cuando Jes
´
us termin
´
osudiscurso,¿qu
´
epensaronlosquees-
taban all
´
ı?... La Biblia dice que se quedaron asombrados por su
“Este es mi Hijo, [...]
esc
´
uchenle”
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

forma de ense
˜
nar.Lesencantabaescucharlo,ysusconsejosayu-
daban a la gente a hacer lo bueno (Mateo 7:28).
Por lo tanto, es muy importante que aprendamos de Jes
´
us.
¿Sabes c
´
omo?... Bueno, sus palabras est
´
an escritas en un libro.
¿Qu
´
e libro es ese?... La Santa Biblia. Podemos escuchar a Jes
´
us si
prestamos atenci
´
on a lo que leemos en la Biblia. De hecho, hay
una emocionante historia b
´
ıblica que explica c
´
omo Dios mismo
pidi
´
o que escuch
´
aramos a Jes
´
us. Ocurri
´
oas
´
ı.
Un d
´
ıa,Jes
´
us subi
´
oaunamonta
˜
na con tres de sus amigos: Pe-
dro, Santiago y Juan. En otros cap
´
ıtulos aprenderemos m
´
as so-
bre estos hombres, ya que los tres eran amigos
´
ıntimos de Jes
´
us.
Pero como puedes ver en la l
´
amina, en aquella ocasi
´
on especial
la cara de Jes
´
us comenz
´
o a brillar much
´
ısimo, y sus ropas se hi-
cieron tan brillantes como la luz.
Entonces, Jes
´
us y sus amigos oyeron unavoz desde el cielo que
dec
´
ıa:“Este es miHijo,el amado,aquien he aprobado;esc
´
uchen-
le” (Mateo 17:1-5). ¿Sabes de qui
´
en era aquella voz?... Era la voz
de Dios. S
´
ı, era Dios quien dec
´
ıa que deb
´
ıan escuchar a su Hijo.
¿Qu
´
e haremos nosotros? ¿Obedeceremos a Dios y escuchare-
mos a su Hijo, el Gran Maestro?... Eso es lo que todos debemos
hacer. ¿Recuerdas c
´
omo hacerlo?...
S
´
ı, una forma de escuchar al Hijo de Dios es leer los relatos
b
´
ıblicos sobre su vida. El Gran Maestro tiene muchas cosas ma-
ravillosas que contarnos, y estas se encuentran en la Biblia.
Disfrutar
´
as aprendi
´
endolas, y tambi
´
en te sentir
´
as feliz si se las
cuentas a tus amigos.
Encontraremos m
´
as informaci
´
on sobre los beneficios de escuchar a Jes
´
us si
abrimos la Biblia y leemos Juan 3:16; 8:28-30, y Hechos 4:12.
POR QU
´
EFUEJES
´
US UN GR ANMAESTRO
15

D
IME, ¿cu
´
al es tu libro favorito?... Algunos ni
˜
nos prefie-
ren los que hablan de animales; a otros les gustan los
que tienen muchas l
´
aminas. Leer estos libros puede ser
divertido, ¿no es verdad?
Sinembargo,losmejoreslibrossonlosquenosense
˜
nan la
verdad sobre Dios. Entre ellos hay uno que es el m
´
as valioso de
todos. ¿Sabes a qu
´
e libro me refiero?... A la Biblia.
¿Por qu
´
e es tan importante la Biblia?... Porque vino de Dios.
Nos habla de
´
elydelascosasbuenasquehar
´
apornoso-
tros. Adem
´
as, nos ense
˜
na lo que debemos hacer para agradarle.
Es como una carta que nos manda Dios.
Es cierto que Dios pudo haber escrito toda la Biblia en el cie-
lo y d
´
arsela despu
´
esalhombre,peronolohizoas
´
ı. Aunque las
ideas eran de Dios,
´
el utiliz
´
o a sus siervos en la Tierra para que
escribieran la mayor parte de la Biblia.
¿C
´
omolohizo?...Loentender
´
as mejor si piensas en esto: las
voces que o
´
ımos en la radio son de gente que est
´
a lejos. En la te-
levisi
´
on hasta podemos ver yescuchar a personas de otros pa
´
ıses.
Los hombres han logrado incluso llegar a la Luna en naves
espaciales, y tambi
´
en enviar mensajes a la Tierra desde all
´
ı. ¿Lo
sab
´
ıas?... Si los seres humanos son capaces de hacerlo, ¿no podr
´
a
Dios enviar mensajes desde el cielo?... Claro que s
´
ı,ylo hizo mu-
cho antes de que existieran la radio o la televisi
´
on.
xy CAP
´
ITULO 2vw
CARTADE UN DIOSAMOROSO
16

Hubo un hombre llamado Mois
´
es que realmente oy
´
ohablar
a Dios. Aunque no pudo verlo, s
´
ıescuch
´
oSuvoz.Dehecho,
aquel d
´
ıa Dios hizo que temblara toda una monta
˜
na, en medio
de truenos y rel
´
ampagos. Hab
´
ıa millones de personas presentes.
Ellos sab
´
ıan que Dios hab
´
ıa hablado, pero estaban muy asusta-
dos. Por eso le pidieron a Mois
´
es:‘QuenonoshableDios,por
temor de que vayamos a morir’. Despu
´
es, Mois
´
es dej
´
oescritoen
la Biblia lo que Dios le dijo (
´
Exodo 20:18-21).
Mois
´
es escribi
´
o los primeros cinco libros de la Biblia, pero
´
el
no fue el
´
unico escritor. Dios utiliz
´
oaunoscuarentahom-
bres para que la escribieran. Aquellos hombres vivieron hace
¿C
´
omo sabemos que Dios puede hablarnos desde lejos?
CARTADE UN DIOS AMOROSO

much
´
ısimo tiempo, y pasaron muchos a
˜
nos, en realidad casi
mil seiscientos, hasta que la completaron. Algunos de los escri-
tores ni siquiera se conocieron. Sin embargo, todos sus escritos
armonizan perfectamente. ¡Qu
´
eincre
´
ıble!
Algunos de los hombres a quienes Dios utiliz
´
oparaescribirla
Biblia fueron muy conocidos. Por ejemplo, aunque Mois
´
es hab
´
ıa
sido pastor, se convirti
´
oenell
´
ıder de la naci
´
on de Israel. Salo-
m
´
on, adem
´
as de rey, fue el hombre m
´
as rico y sabio del mundo.
Pero hubo otros que no fueron tan destacados. Uno de ellos fue
Am
´
os, que se dedicaba a cultivar higos.
Tambi
´
en hubo un m
´
edico. ¿Sabes su nombre?... Lucas. Otro
escritor se llamaba Mateo y hab
´
ıa sido recaudador de impuestos.
Hubo incluso un especialista en la ley religiosa jud
´
ıa.
´
El fue
quien escribi
´
om
´
as libros de la Biblia. ¿Sabes c
´
omo se llamaba?...
Pablo. Tambi
´
en escribieron partes de ella Pedroy Juan,que eran
pescadores antes de hacerse disc
´
ıpulos de Jes
´
us.
Muchos de los escritores b
´
ıblicos anunciaron cosas que Dios
iba a hacer en el futuro. ¿C
´
omo supieron que suceder
´
ıan antes
de que ocurriesen?... Dios se las revel
´
o,lesdijoloqueocurrir
´
ıa.
En la
´
epoca en que Jes
´
us, el Gran Maestro, vivi
´
o en la Tierra,
ya se hab
´
ıa escrito gran parte de la Biblia. Recuerda que el Gran
Maestro hab
´
ıa estadoen el cieloy sab
´
ıa lo que Dios hab
´
ıa hecho.
¿Cre
´
ıa
´
el que la Biblia ven
´
ıa de Dios?... S
´
ı, lo cre
´
ıa.
Cuando Jes
´
ushablabaconlaspersonassobrelasobrasde
Dios,le
´
ıa de la Biblia,y aveces repet
´
ıa pasajes de memoria.Tam-
bi
´
en nos revel
´
om
´
as informaci
´
on acerca de Dios. Jes
´
us indic
´
o:
“Las mismas cosas que o
´
ıdepartede
´
el las hablo en el mundo”
(Juan 8:26). Jes
´
us hab
´
ıa o
´
ıdo decir muchas cosas a Dios porque
18
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

hab
´
ıa vivido con
´
El. ¿D
´
onde podemos encontrar
las palabras de Jes
´
us?... En la Biblia. Est
´
an all
´
ı
para que las leamos.
Como es natural, los hombres que Dios
utiliz
´
oparaescribirlaBibliaemplearon
su propio idioma. Por eso, la ma-
yor parte de ella se escribi
´
o
en hebreo, una parte en
arameo y gran parte en
griego. Ya que hoy d
´
ıa la
mayor
´
ıa de la gente no co-
noce esos idiomas, la Biblia
se ha traducido a muchos
otros. Partes de ella pueden
leerse en m
´
as de dos mil dos-
cientos sesenta idiomas. Son
tantos porque la Biblia es la carta
de Dios para todo el mundo. As
´
ıque,
sin importar a cu
´
antos idiomas se haya
traducido,elmensajeprovienedeDios.
Lo que la Biblia dice es impor-
tante para nosotros. Aun-
queseescribi
´
ohace
¿C
´
omo se llamaban
estos escritores
b
´
ıblicos?
CARTADE UN DIOS AMOROSO

mucho tiempo, habla de hechos que ocurren en la actualidad, y
tambi
´
en de lo que Dios har
´
a en el futuro. Tal informaci
´
on es
emocionante y nos da una esperanza maravillosa.
La Biblia tambi
´
en explica c
´
omo desea Dios que vivamos.
Nos ense
˜
na lo que es bueno y lo que es malo, algo que tan-
to t
´
u como yo tenemos que saber. Nos habla de perso-
nas que hicieron cosas malas y c
´
omo les fue, para
que no caigamos en los mismos errores.
Tambi
´
en nos habla de personas que
obraron bien y de los buenos re-
sultados. Todo ello se escribi
´
o
para nuestro provecho.
Sin embargo, para bene-
ficiarnos al m
´
aximo de la
Biblia, debemos saber la res-
puestaaestapregunta:¿qui
´
en
nos dio la Biblia? ¿T
´
uqu
´
edir
´
ıas?...
S
´
ı, toda la Biblia viene de Dios. En-
tonces, ¿c
´
omo podemos demostrar que somos sabios de ver-
dad?... Escuchando a Dios y haciendo lo que nos manda.
Por lo tanto, tenemos que dedicar tiempo a leer la Biblia jun-
tos. Cuando recibimos una carta de alguien a quien queremos
mucho, la leemos una y otra vez. Para nosotros es muy valiosa.
Deber
´
ıamos sentir lo mismo por la Biblia, pues es una carta de
la persona que m
´
as nos quiere, el Dios amoroso.
Ser
´
ıa bueno que dedic
´
aramos unos minutos m
´
as a leer estos textos, pues de-
muestran que la Biblia es realmente la Palabra de Dios y que se escribi
´
opara
nuestro beneficio: Romanos 15:4; 2 Timoteo 3:16, 17, y 2 Pedro 1:20, 21.
¿Qu
´
e cosas puedes aprender
leyendo la Biblia?
20
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Y
OS
´
E algo que es maravilloso. ¿Quieres o
´
ırlo?... M
´
ırate
la mano. Dobla los dedos. Ahora agarra algo.
Tu mano puede hacer muchas
cosas, y hacerlas bien. ¿Sabes qui
´
en hizo
las manos?...
S
´
ı,fueelmismoquehizolaboca,
la nariz y los ojos. Fue Dios, el padre
del Gran Maestro. ¿Te alegras de que
Dios nos diera ojos?... Gracias a ellos po-
demos ver muchas cosas: las flores, la
hierba verde y el cielo azul. Tambi
´
en
nos sirven para observar a los pajaritos
cuando comen, como en la ilustraci
´
on.
¿Notepareceunamaravillaquepoda-
mos ver tantas cosas?...
Pero ¿qui
´
en las hizo? ¿Alg
´
un hombre? No.
Los hombres pueden construir una casa, pero
no pueden hacer hierba que crezca, ni tampoco un pajarito, una
flor u otro ser vivo. ¿Lo sab
´
ıas?...
Dios es el Creador de todo:
´
el hizo los cielos y la Tierra, as
´
ı
como tambi
´
en a los seres humanos. Jes
´
us, el Gran Maestro, en-
se
˜
n
´
oqueDioscre
´
o al primer hombre y la primera mujer (Ma-
teo 19:4-6).
xy CAP
´
ITULO 3vw
EL CREADOR
DE TOD
ASLASCOSAS
¿Qui
´
en cre
´
o
a todos los
seres vivos?
21

¿C
´
omo sab
´
ıa Jes
´
us esto? ¿Vio a Dios crearlos?... S
´
ı. Jes
´
us estu-
vo presente cuando Dios hizo al hombre y la mujer, pues
´
el mis-
mo fue la primera persona que Dios cre
´
o. Jes
´
us era un
´
angel que
viv
´
ıa en el cielo con su Padre.
La Biblia cita estas palabras de Dios: “Hagamos al hom-
bre” (G
´
enesis 1:26). ¿Sabes con qui
´
en estaba hablando Dios?...
Hablaba con su Hijo, que m
´
as tarde vendr
´
ıa a la Tierra y ser
´
ıa
Jes
´
us.
¿No es emocionante? Pi
´
ensalo. Cuando escuchamos a Jes
´
us,
estamos aprendiendo de la persona que estaba con Dios cuando
Dios cre
´
olaTierraytodolodem
´
as. Jes
´
us aprendi
´
omuchode
trabajar con su Padre en el cielo. ¡No es de extra
˜
nar que sea el
Gran Maestro!
Alguien construy
´
o esta casa. ¿Qui
´
en hizo,
entonces, las flores, los
´
arboles y los animales?
22

¿Piensas que Dios se sent
´
ıa triste por estar solo antes de crear
a su Hijo?... No. Entonces, ¿por qu
´
ecre
´
o a otros seres?... Porque
es un Dios de amor.
´
El quer
´
ıa que otros vivierany disfrutaran de
la vida. Debemos agradecerle a Dios que nos diera la vida.
Todas las creaciones de Dios demuestran su amor. Por ejem-
plo, el Sol nos da luz y nos mantiene calientes. Si no existiera,
todo estar
´
ıa fr
´
ıo y no habr
´
ıa vida en la Tierra. ¿No te alegras de
que Dios creara el Sol?...
Dios tambi
´
en hizo la lluvia. A veces no te gusta que llueva
porque entonces no puedes salir a jugar. Pero la lluvia facilita el
crecimiento de las flores. Por eso, cuando vemos flores hermo-
sas, ¿a qui
´
en debemos darle las gracias?... A Dios. ¿Y cuando
comemos frutas y verduras sabrosas?... Debemos darle las gracias
a Dios porque el Sol y la lluvia hacen crecer las plantas.
Imagina que alguien te pregunta: “¿Cre
´
oDiostambi
´
en al
hombre y los animales?”. ¿Qu
´
edir
´
ıas?... Es correcto contestar:
“Si,Dios hizo al hombre ylos animales”.Pero ¿qu
´
epasasilaper-
sonanolocree,yaseguraqueelhombrevinodelosanimales?
Bueno,esonoesloquelaBibliaense
˜
na. Esta dice que Dios cre
´
o
a todos los seres vivos (G
´
enesis 1:26-31).
¿Qu
´
eledir
´
ıas a alguien que no cree en Dios?... Podr
´
ıas se
˜
na-
lar una casay preguntarle:“¿Qui
´
en construy
´
o esa casa?”.Todo el
mundo sabe que la tuvo que construir alguien. Por supuesto que
no se construy
´
osola(Hebreos3:4).
Entonces podr
´
ıas llevarlo a un jard
´
ın, mos-
trarle una flor y preguntar: “¿Qui
´
en
hizo esta flor?”. No fue ning
´
un hom-
bre. Pero al igual que la casa no se
EL CREADOR DE TOD ASLASCOSAS
23

construy
´
o sola, esta flor tampoco se hizo a s
´
ımisma.FueDios
quien la hizo.
Podr
´
ıas pedir a la persona que se detenga a escuchar el canto
de un p
´
ajaro, y preguntarle: “¿Qui
´
en hizo los p
´
ajaros y les ense-
˜
n
´
o a cantar?”. Fue Dios quien hizo los cielos, la Tierra y todos
los seres vivos.
´
El es quien da la vida.
Quiz
´
as alguien te diga que solo cree en lo que ve, que si no ve
algo,no cree que exista.De hecho,hay personas que no creen en
Dios porque no pueden verlo.
Es cierto que no podemos ver a Dios. La Biblia dice: ‘Nadie
puede ver a Dios’. Ning
´
un hombre, mujer o ni
˜
no puede verlo.
Por eso, nadie debe intentar hacer un cuadro o una imagen de
´
El. Dios mismo proh
´
ıbehacerlo,demodoquea
´
el no le agra-
dar
´
ıa que tuvi
´
eramos im
´
agenes de ese tipo en nuestra casa (
´
Exo-
do 20:4, 5; 33:20; Juan 1:18).
Si no podemos ver a Dios, ¿c
´
omo sabemos que en realidad
existe? Piensa en esto: ¿puedes ver el viento?... No, nadie puede
verlo. Pero s
´
ı puedes ver las cosas que hace; por ejemplo, c
´
omo
mueve las hojas cuando sopla a trav
´
es de las ramas de un
´
arbol.
Por ese motivo sabes que el viento existe.
Tambi
´
en puedes ver las cosas que Dios ha hecho. Cuando
observas una flor o un p
´
ajaro, est
´
as viendo algo creado por Dios.
EsotehacecreerqueDioss
´
ıexiste.
Quiz
´
as alguien te pregunte: “¿Qui
´
en hizo el Sol y la Tierra?”.
La Biblia explica: “Dios cre
´
o los cielos y la tierra” (G
´
enesis 1:1).
S
´
ı, fue Dios quien hizo todas estas cosas maravillosas. ¿Qu
´
eopi-
nas?...
24
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿No es maravilloso estar vivo? Podemos escuchar el bello can-
to de los p
´
ajaros, ver las flores y las dem
´
as creaciones de Dios, y
tambi
´
en comer los alimentos que nos ha provisto.
Deber
´
ıamos darle las gracias a Dios por todo ello y, en espe-
cial, por habernos dado la vida. Si nos sentimos realmente agra-
decidos, haremos una cosa. ¿Sabes cu
´
al?... Escuchar a Dios y
hacer lo que nos manda en la Biblia. De esa forma podemos de-
mostrar que amamos al Creador de todas las cosas.
Deber
´
ıamos mostrar gratitud a Dios por todo lo que ha hecho. ¿De qu
´
efor-
ma? Leamos lo que est
´
a escrito en Salmo 139:14; Juan 4:23, 24; 1 Juan 5:21,
y Revelaci
´
on (Apocalipsis) 4:11.
¿C
´
omo sabes
queexisteelviento?
EL CREADOR DE TOD ASLASCOSAS

C
UANDO te presentan a alguien, ¿qu
´
e es lo primero que
te dicen de esa persona?... C
´
omo se llama, por supuesto.
Todos tenemos nombre. Al primer hombre, Dios lo lla-
m
´
oAd
´
an, y el nombre de su esposa fue Eva.
Sin embargo, no solo las personas tienen nombre. Piensa en
cosas que tambi
´
en lo tienen. Cuando alguien te regala una mu-
˜
neca o un animalito, ¿no es verdad que le pones nombre?... Cla-
ro, porque tener nombre es muy importante.
F
´
ıjate en la gran cantidad de estrellas que vemos en el cielo de
noche. ¿Crees que tienen nombre?... S
´
ı, Dios se lo puso a cada
una. La Biblia nos dice que
´
el “est
´
acontandoeln
´
umero de las
estrellas; a todas las llama por sus nombres” (Salmo 147:4).
¿Qui
´
en dir
´
ıas t
´
uqueeslapersonam
´
as importante del univer-
so?... S
´
ı, es Dios. ¿Y crees que tiene nombre?... Jes
´
us dijo que s
´
ı.
En cierta ocasi
´
on, Jes
´
us or
´
o a Dios diciendo: ‘Yo les he dado a
conocer tu nombre a mis seguidores’ (Juan 17:26). ¿Sabes c
´
omo
se llama Dios?...
´
Elmismolorevel
´
o: “Yo soy Jehov
´
a. Ese es mi
nombre”.DemodoqueelnombredeDiosesJEHOV
´
A(Isa
´
ıas
42:8).
¿C
´
omo te sientes cuando otros recuerdan tu nombre?...
Te alegras, ¿no es cierto?... Jehov
´
atambi
´
en quiere que la gente
sepa Su nombre, y por eso deber
´
ıamos usarlo al hablar de
´
el.
El Gran Maestro utilizaba el nombre de Dios, Jehov
´
a, cuando
ense
˜
naba a la gente. En una ocasi
´
on dijo: “Tienes que amar a
xy CAP
´
ITULO 4vw
DIOS TIENE NOMBRE
26

Jehov
´
atuDioscontodotucoraz
´
on”
(Marcos 12:30).
Jes
´
us sab
´
ıaqueelnombredeDios,Jehov
´
a,
es muy importante y que Dios desea que todo el
mundo lo conozca. Por eso, ense
˜
n
´
oasusseguido-
res a utilizar ese nombre e, incluso, a hablar de
´
el
en las oraciones.
Hace mucho tiempo, Dios le mostr
´
oaunis-
raelita llamado Mois
´
es la importancia de Su
nombre. Los israelitas viv
´
ıanenunpa
´
ıs llama-
do Egipto, donde eran esclavos y recib
´
ıan un
trato muy cruel. Cuando Mois
´
es se hizo adul-
to, intent
´
o ayudar a otro israelita. Pero Fa-
ra
´
on, el rey de Egipto, se enoj
´
o por ello y
quiso matarlo. As
´
ıqueMois
´
es huy
´
ode
Egipto.
Mois
´
es se fue a otro pa
´
ıs, a la tierra
de Madi
´
an. All
´
ısecas
´
o, tuvo hijos y
¿Sab
´
ıas que todas las estrellas
tienen nombre?

trabaj
´
ocomopastor.Und
´
ıa, mientras cuidaba sus ovejas cerca
de una monta
˜
na, vio algo sorprendente: una zarza que ard
´
ıa,
pero no se quemaba. Entonces se acerc
´
oparaverlamejor.
¿Sabes lo que ocurri
´
o?... Mois
´
es escuch
´
o unavoz que lo llama-
ba de en medio de aquella zarza ardiente: “¡Mois
´
es!, ¡Mois
´
es!”.
¿De qui
´
en era aquella voz?... ¡Era la voz de Dios!
´
El le encarg
´
o
una labor muy importante dici
´
endole: ‘Ven y d
´
ejameenviartea
Fara
´
on,elreydeEgipto,ysacadeall
´
ıamipueblo,loshijosde
Israel’. Dios prometi
´
oayudaraMois
´
es en su misi
´
on.
Pero Mois
´
es contest
´
o: ‘Si ahoravoy a los hijos de Israel que es-
t
´
an en Egipto y les digo que Dios me ha enviado, ¿qu
´
ehar
´
esime
preguntan cu
´
al es su nombre? ¿Qu
´
elesdir
´
e?’. Dios le mand
´
o
que respondiera a los israelitas: ‘Jehov
´
amehaenviadoaustedes.
Jehov
´
aesminombreparasiempre’(
´
Exodo 3:1-15). Esas pala-
bras mostraban que Dios nunca cambiar
´
ıa de nombre. Seguir
´
ıa
¿Qu
´
emensajeimportanterecibi
´
oMois
´
es
al lado de la zarza ardiente?
28
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

llam
´
andose Jehov
´
a,ydeseabaqueseleconocieraporesenom-
bre para siempre.
Cuando Mois
´
es volvi
´
o a Egipto, los egipcios cre
´
ıan que Jeho-
v
´
a era solo un dios sin importancia de los israelitas. No se ima-
ginabanquefueraelDiosdetodalaTierra.Poreso,Jehov
´
ale
dijoalreydeEgipto:‘Voyahacerqueminombreseconozcapor
toda la tierra’ (
´
Exodo9:16).Ylohizo.¿Sabesc
´
omo?...
Bueno, hizo que Mois
´
es sacara al pueblo de Israel de la tierra
de Egipto. Cuando los israelitas llegaron al mar Rojo, Jehov
´
a
abri
´
ouncaminosecoatrav
´
es de sus aguas. As
´
ı pudieron cru-
zar sanos y salvos a la otra orilla. Pero cuando Fara
´
on y todo
su ej
´
ercito entraron en el lecho seco del mar, las aguas que
hab
´
ıan estado retenidas a cada lado cayeron sobre ellos, y
todos murieron.
En poco tiempo, gente de toda la Tierra ya se ha-
b
´
ıa enterado de lo que Jehov
´
ahab
´
ıa hecho en el mar
Rojo. ¿C
´
omo lo sabemos?... Bueno, unos cuarenta
a
˜
nos despu
´
es, los israelitas llegaron a Cana
´
an. Esa
eralatierraqueJehov
´
ahab
´
ıa prometido darles.
All
´
ı, una joven llamada Rahab les dijo a dos
¿C
´
omo dio a conocer Dios
su nombre en el mar Rojo?

hombres israelitas: “Hemos o
´
ıdo c
´
omo Jehov
´
asec
´
o las aguas del
mar Rojo de delante de ustedes cuando salieron de
Egipto” (Josu
´
e2:10).
Hoy d
´
ıa, muchas personas son como
aquellos egipcios. No creen que Jeho-
v
´
a sea el Dios de toda la Tierra.
Por eso, Jehov
´
a quiere que su
pueblo hable de
´
el a otras per-
sonas. Jes
´
us lo hizo. Cuando se
acercaba el fin de su vida en la
Tierra, le dijo a Jehov
´
aen
oraci
´
on: “Yo les he dado
a conocer tu nombre”
(Juan 17:26).
Jes
´
us dio a conocer el nombre de Dios.
¿Puedes encontrar el nombre de Dios en la Biblia?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Quieres ser como Jes
´
us? Entonces diles a otros que el nom-
bredeDiosesJehov
´
a. Quiz
´
as descubras que mucha gente no lo
sabe. Podr
´
ıas mostrarles en la Biblia el Salmo 83:18. Vamos
a buscarlo juntos. All
´
ı dice: “Para que la gente sepa que t
´
u,
cuyo nombre es Jehov
´
a, t
´
usoloereselAlt
´
ısimo sobre toda la
tierra”.
¿Qu
´
eaprendemosdeestaspalabras?...QueJehov
´
aeselnom-
bre m
´
as importante que existe, pues es el nombre del Dios to-
dopoderoso, el Padre de Jes
´
us y el Creador de todas las cosas.
Yrecuerda,Jes
´
us dijo que deber
´
ıamos amar a Jehov
´
aDioscon
todo nuestro coraz
´
on. ¿Lo amas t
´
u?...
¿C
´
omo podemos demostrar que lo amamos?... Una forma de
hacerlo es conocer a Jehov
´
aysersuamigo.Otraesense
˜
nar su
nombre a las dem
´
as personas. Podemos mostr
´
arselo en la Biblia
misma. Tambi
´
en podemos hablarles de las maravillas que Dios
ha hecho. Jehov
´
asesentir
´
a muy feliz por ello, pues quiere que
la gente lo conozca. ¿Verdad que podemos hacerlo?...
No todo el mundo va a prestar atenci
´
on cuando hablemos de
Jehov
´
a. Cuando Jes
´
us, el Gran Maestro, habl
´
ode
´
El, hubo mu-
chas personas que ni siquiera escucharon. Pero Jes
´
us no dej
´
ode
hablar de Jehov
´
a.
Por eso, seamos como Jes
´
us. Sigamos hablando de Jehov
´
a.
Si lo hacemos, Jehov
´
aDiossecomplacer
´
a en nosotros porque
mostramos amor por su nombre.
Vamos a leer juntos algunos textos b
´
ıblicos que muestran que el nombre
de Dios es muy importante: Isa
´
ıas 12:4, 5; Mateo 6:9; Juan 17:6, y Roma-
nos 10:13.
DIOS TIENE NOMBRE
31

C
UANDO los ni
˜
nos se portan bien, alegran a las personas
que los cuidan. Si un ni
˜
no o una ni
˜
na hace algo bueno,
su padre dice a los dem
´
as con orgullo: “Este es mi hijo”
o“Estaesmihija”.
Jes
´
us siempre hace lo que agrada a su Padre, y por eso su Pa-
dresesienteorgullosode
´
el. ¿Recuerdas qu
´
ehizoelPadredeJe-
s
´
us en cierta ocasi
´
onenqueestesehallabacontresdesus
disc
´
ıpulos?... Dios habl
´
o desde el cielo y dijo: “Este es mi Hijo,
el amado, a quien he aprobado” (Mateo 17:5).
AJes
´
us le encanta hacer las cosas que complacen a su Pa-
dre. ¿Sabes por qu
´
e? Porque lo ama de verdad. Las cosas que
uno hace solamente por obligaci
´
on parecen dif
´
ıciles. Pero las
quehacecongustoresultanm
´
as f
´
aciles.
Aun antes de venir a la Tierra, Jes
´
us estuvo dispuesto a hacer
todo lo que su Padre, Jehov
´
a Dios, le pidiera. Y lo hizo porque
lo amaba. ¿Sabes lo que significa estar dispuesto a hacer algo?...
Significa querer hacerlo de verdad. Aunque Jes
´
us ocupaba una
posici
´
on maravillosa en el cielo, su Padre ten
´
ıa una misi
´
on espe-
cial para
´
el.Jes
´
us ten
´
ıa que dejar el cieloy nacer en la Tierra.Es-
tuvo dispuesto a hacerlo porque era la voluntad de Jehov
´
a, lo
que Jehov
´
aquer
´
ıa.
Para que Jes
´
us naciera en la Tierra, se necesitaba una madre.
¿Sabes qui
´
en fue?... Su nombre era Mar
´
ıa. Jehov
´
aenvi
´
o desde el
cielo al
´
angel Gabriel para anunciarle que iba a tener un hijo va-
xy CAP
´
ITULO 5vw
“ESTE ES MI HIJO”
32

r
´
on y que el beb
´
e se llamar
´
ıa Je-
s
´
us. ¿Y qui
´
en ser
´
ıa el padre?...
El
´
angel dijo que ser
´
ıa Jehov
´
a
Dios. Por eso a Jes
´
us se le lla-
mar
´
ıa Hijo de Dios.
¿Qu
´
ecreesquedijoMar
´
ıa?...
¿Acaso dijo: “No quiero ser la
madre de Jes
´
us”? No, ella estu-
vo dispuesta a hacer la voluntad de
Dios. Pero ¿c
´
omo ser
´
ıa posible que el
HijodeDiosnacieraenlaTierrasiviv
´
ıa en
el cielo? ¿Por qu
´
efuediferenteelnacimientodeJes
´
us al de cual-
quier otro ni
˜
no? ¿Lo sabes?...
Pues bien, Dios cre
´
o a nuestros primeros padres, Ad
´
an y Eva,
con la capacidad de unirse de una forma maravillosa y, as
´
ı, dar
vidaaunbeb
´
equeir
´
ıa creciendo en el vientre de la madre.
Lagentedicequeesoesunmilagro,ydesegurot
´
uest
´
as de
acuerdo.
Sin embargo, Dios hizo un milagro m
´
as maravilloso a
´
un.
Tom
´
o la vida de su Hijo que estaba en el cielo y la puso en el
vientre de Mar
´
ıa. Dios nunca hab
´
ıa hecho algo parecido, y nun-
ca lo ha vuelto a hacer. Por este milagro, Jes
´
us se desarroll
´
oen
elvientre de Mar
´
ıa como cualquier otro beb
´
e.Despu
´
es,Mar
´
ıa se
cas
´
oconJos
´
e.
Cuando lleg
´
o el momento de que Jes
´
us naciera, Mar
´
ıa y Jos
´
e
se hallaban de visita en la ciudad de Bel
´
en. All
´
ıhab
´
ıa tanta
¿Qu
´
eledijoel
´
angel Gabriel
aMar
´
ıa?
“ESTE ES MI HIJO”
33

gente que no encontraron alojamiento y tuvieron que quedarse
en un establo. Mar
´
ıadioaluzy,comopuedesverenlal
´
amina,
puso a Jes
´
us en un pesebre. Un pesebre es un lugar donde se les
echa la comida a las vacas y otros animales.
La noche en que Jes
´
us naci
´
o sucedieron cosas emocionantes.
Un
´
angel se apareci
´
o a unos pastores cerca de Bel
´
en y les dijo
que Jes
´
us era alguien muy importante. El
´
angel anunci
´
o: ‘¡Mi-
ren! Les estoy dando buenas noticias que les har
´
an felices. Hoy
naci
´
oelquesalvar
´
a al pueblo’ (Lucas 2:10, 11).
El
´
angel dijo a los pastores que encontrar
´
ıan a Jes
´
us en Bel
´
en,
acostado en un pesebre. De pronto, otros
´
angeles del cielo em-
pezaron a alabar a Dios junto con el primer
´
angel, cantando:
¿Por qu
´
eacostaronaJes
´
us en un pesebre?
34
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

‘Gloria a Dios, y sobre la tierra paz entre
los hombres de buena voluntad’ (Lucas 2:
12-14).
Cuando los
´
angeles desaparecieron, los
pastores fueron a Bel
´
en y encontraron a Je-
s
´
us. All
´
ıcontaronaJos
´
eyMar
´
ıa la buena
noticia que hab
´
ıan escuchado. ¿Te puedes ima-
ginar lo feliz que se sinti
´
oMar
´
ıa por haber esta-
do dispuesta a ser la madre de Jes
´
us?
Despu
´
es, Jos
´
eyMar
´
ıa llevaron a Jes
´
us a la ciudad de
Nazaret, y all
´
ısecri
´
o. Cuando se convirti
´
oenadulto,
comenz
´
osugranlabordeense
˜
nanza. Esta era parte de
la misi
´
on que Jehov
´
aDiosquer
´
ıa que realizara en la
¿Qu
´
e buenas noticias
anunci
´
o uno de estos
´
angeles
a los pastores?

Tierra. Jes
´
us estuvo dispuesto a hacerlo porque amaba much
´
ısi-
mo a su Padre celestial.
Antes de que Jes
´
us iniciara su labor de Gran Maestro, fue
bautizado por Juan el Bautista en el r
´
ıo Jord
´
an. Entonces
ocurri
´
o algo asombroso. Cuando Jes
´
us sali
´
o del agua, Jehov
´
aha-
bl
´
o desde el cielo y dijo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he
aprobado” (Mateo 3:17). ¿Verdad que te sientes bien cuando tus
padres te dicen que te aman?... Podemos estar seguros de que Je-
s
´
us tambi
´
en se sinti
´
oas
´
ı.
Jes
´
us siempre hizo lo correcto. No trat
´
odeaparentarloque
no era ni tampoco dijo que fuese Dios. El
´
angel Gabriel le dijo a
Mar
´
ıa que Jes
´
us ser
´
ıa llamado Hijo de Dios.El propio Jes
´
us reco-
noci
´
o que era el Hijo de Dios. Y
´
el nunca le dijo a la gente que
sab
´
ıa m
´
as que su Padre, sino que afirm
´
o: “El Padre es mayor que
yo” (Juan 14:28).
Incluso cuando viv
´
ıa en el cielo, Jes
´
us hac
´
ıa lo que su Padre
le encargaba.
´
El amaba a su Padre y, por eso, lo escuchaba. As
´
ı
que cuando vino a la Tierra, Jes
´
us hizo lo que su Padre celestial
le hab
´
ıa mandado. No dedic
´
osutiempoaotrascosas.Nonos
sorprende que Jehov
´
aest
´
e muy contento con su Hijo.
Nosotros tambi
´
en queremos complacer a Jehov
´
a, ¿verdad?...
Entonces, tenemos que demostrar que realmente escuchamos a
Dios, como hizo Jes
´
us. Dios nos habla mediante la Biblia. No es-
tar
´
ıa bien fingir que lo escuchamos, pero luego creer y hacer co-
sasquevanencontradelaBiblia,¿noescierto?...Yrecuerda,si
de veras amamos a Jehov
´
a, nos sentiremos felices de agradarle.
Ahora vamos a leer otros textos b
´
ıblicos que muestran lo que necesitamos
saber y creer sobre Jes
´
us: Mateo 7:21-23; Juan 4:25, 26, y 1 Timoteo 2:5, 6.
36
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿T
E GUSTA cuando alguien hace algo bueno por ti?...
Pues bien, no eres el
´
unico; en realidad, a todos
nos gusta. El Gran Maestro lo sab
´
ıa, y siempre esta-
ba haciendo cosas por otras personas.
´
El dijo:
‘No vine para que me sirvan, sino para servir’
(Mateo 20:28).
Por eso, si queremos ser como el
Gran Maestro, ¿qu
´
edebemosha-
cer?... Debemos servir a otros,
hacer cosas buenas por ellos.
Es cierto que muchas perso-
nas no act
´
uan as
´
ı. En realidad,
la mayor
´
ıa siempre quiere que
los dem
´
as les sirvan. En cier-
ta ocasi
´
on hasta los seguido-
res de Jes
´
us se comportaron de
esta manera.Todos quer
´
ıan ser el
m
´
as importante.
Un d
´
ıa, Jes
´
us iba con sus dis-
c
´
ıpulos a la ciudad de Capernaum,
cerca del mar de Galilea. Al llegar, entraron en una casa.
Entonces, Jes
´
us les pregunt
´
o: “¿Qu
´
ediscut
´
ıanenelcami-
no?”. Ellos se quedaron callados, porque en el camino hab
´
ıan
xy CAP
´
ITULO 6vw
EL GRANMAESTRO
SIRVI
´
O
ALOS DEM
´
A
S
¿Qu
´
e estaban discutiendo
los disc
´
ıpulos de Jes
´
us?
37

discutido entre s
´
ısobrequi
´
en era el m
´
as importante (Marcos 9:
33, 34).
Jes
´
us sab
´
ıa que no estaba bien que alguno de sus disc
´
ıpulos se
creyera m
´
as importante que los dem
´
as. Por eso, como le
´
ımos
en el primer cap
´
ıtulo de este libro, puso a un ni
˜
no en medio de
ellos y les dijo que deb
´
ıan ser humildes como
´
el. Pero no enten-
dieron. As
´
ı que, poco antes de morir, Jes
´
us les ense
˜
n
´
ounalec-
ci
´
on que nunca olvidar
´
ıan. ¿Qu
´
e hizo?...
Pues bien, mientras com
´
ıan juntos, Jes
´
us se levant
´
odela
mesa y se at
´
o una toalla a la cintura. Despu
´
es ech
´
oaguaenuna
palangana.Sin duda,sus disc
´
ıpulos se preguntaban qu
´
eibaaha-
cer. Mientras observaban, Jes
´
us se agach
´
o y se puso a lavarles los
piesacadaunoyasec
´
arselos con la toalla. ¡Imag
´
ınate! Si hubie-
ras estado all
´
ı, ¿c
´
omo te habr
´
ıas sentido?...
Alosdisc
´
ıpulos no les pareci
´
o bien que el Gran Maestro les
lavara los pies, y se sintieron avergonzados. De hecho, Pedro
no quer
´
ıa que Jes
´
us hiciera aquella tarea tan humilde por
´
el.
Pero para Jes
´
us era importante, y as
´
ıseloexplic
´
oaPedro.
Aunque hoy en d
´
ıa no es costumbre que nos lavemos los pies
unos a otros, en tiempos de Jes
´
us s
´
ıloera.¿Sabesporqu
´
e?...
Bueno, en el pa
´
ıs donde viv
´
ıan Jes
´
us y sus seguidores, la gente
usaba sandalias. Cuando andaban por los caminos llenos de pol-
vo, se les ensuciaban los pies. Por lo tanto, lavar los pies de la
personaquevisitabaunacasaeraunactodebondad.
Sin embargo, en aquella ocasi
´
on, ninguno de los disc
´
ıpulos se
ofreci
´
o a realizar esta tarea. Por eso, Jes
´
usmismolohizo.As
´
ıen-
se
˜
n
´
oasusseguidoresunaimportantelecci
´
on que necesitaban
aprender. Nosotros tambi
´
en debemos aprenderla.
38
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Sabes qu
´
e lecci
´
on era?... Cuando Jes
´
us volvi
´
o a sentarse a la
mesa, explic
´
o: “¿Saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman:
‘Maestro’, y, ‘Se
˜
nor’, y hablan correctamente, porque lo soy. Por
eso, si yo, aunque soy Se
˜
nor y Maestro, les he lavado los pies a
ustedes, ustedes tambi
´
endebenlavarselospiesunosaotros”
(Juan 13:2-14).
El Gran Maestro les mostr
´
oquequer
´
ıa que fueran serviciales.
No quer
´
ıa que pensaran solo en s
´
ı mismos ni que se creyeran tan
importantes que los dem
´
as siempre deber
´
ıan servirles. Quer
´
ıa
que estuvieran dispuestos a servir a otros.
¿Verdad que fue una buena lecci
´
on?... Y t
´
u, ¿ser
´
as como el
Gran Maestro y servir
´
as a los dem
´
as?... Todos podemos hacer co-
sas por otros. Eso los har
´
a felices. Pero lo m
´
as importante es que
har
´
a felices a Jes
´
us y su Padre.
Servir a los dem
´
as no es dif
´
ıcil. Si te fijas, ver
´
as que puedes
hacer muchas cosas por otros. Piensa en esto: ¿hay algo en lo que
¿Qu
´
e lecci
´
on ense
˜
n
´
oJes
´
us
asusdisc
´
ıpulos?
EL GRANMAESTRO SIRVI
´
O ALOS DEM
´
A
S

puedas ayudar a tu mam
´
a? Sabes que ella hace muchas cosas
por ti y por el resto de la familia.¿Puedes ayudarla?...
¿Por qu
´
enolepreguntas?
Quiz
´
as puedas poner la mesa o qui-
tar los platos sucios cuando tu familia
haya terminado de comer. Algunos ni-
˜
nos sacan la basura todos los d
´
ıas. Si ha-
ces estas cosas, estar
´
as sirviendo a otros,
igual que hizo Jes
´
us.
¿Tieneshermanospeque
˜
nosalosque
puedas servir? Recuerda, Jes
´
us, el Gran Maes-
tro, sirvi
´
o incluso a sus disc
´
ıpulos. Si ayudas
atushermanospeque
˜
nos, estar
´
as imitando a
Jes
´
us. ¿Qu
´
e puedes hacer por ellos?... Podr
´
ıas
ayudarles a guardar sus
juguetes cuando ter-
minan de jugar, o a
vestirse o a hacer la
¿Qu
´
e puedes hacer
para ayudar
alosdem
´
as?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

cama. ¿Se te ocurre algo m
´
as?... Ellos te querr
´
an por esto, tal
como los disc
´
ıpulos amaban a Jes
´
us por las cosas buenas que ha-
c
´
ıa por ellos.
Adem
´
as, puedes ser amable en la escuela con tus compa
˜
neros
de clase o tus maestros. Si se le caen los libros a alguien, ser
´
ıa
muy amable de tu parte que le ayudaras a recogerlos. Tambi
´
en lo
ser
´
ıa ofrecerte a limpiar la pizarra o ayudar de algu-
na otra manera a tus maestros.Incluso podr
´
ıas su-
jetarle la puerta a alguien para que pase.
Aveces, la gente no nos agradecer
´
aque
la ayudemos. ¿Crees que por eso deber
´
ıa-
mos dejar de hacer lo bueno?... No. Mu-
chas personas no le agradecieron a Jes
´
us sus
bondades, pero eso no lo desanim
´
o.
Por lo tanto, nunca dejemos de
servir a otras personas. Recor-
demos al Gran Maestro, Jes
´
us,
e intentemos seguir siempre su
ejemplo.
Hay otros textos b
´
ıblicos
que hablan de ayudar
alosdem
´
as, como
Proverbios 3:27, 28;
Romanos 15:1, 2,
yG
´
alatas 6:2.
EL GRANMAESTRO SIRVI
´
O ALOS DEM
´
A
S
41

¿T
EGUSTAR
´
IA hacer todo lo que quisieras y que na-
dietedijeranuncaloquetienesquehacer?Aver,
dime la verdad...
Sin embargo, ¿qu
´
e es lo mejor para ti? ¿Es en realidad hacer
lo que quieras? ¿O te salen mejor las cosas cuando obedeces a tus
padres?... Dios dice que se debe obedecer a los padres, de modo
que tiene que haber una buena raz
´
on para ello. Veamos cu
´
al
puede ser.
¿Cu
´
antos a
˜
nos tienes?... ¿Sabes
cu
´
antos a
˜
nos tienen tus padres o tus
abuelos?... Ellos han vivido mucho
m
´
as tiempo que t
´
u. Y cuanto m
´
as
vive una persona, m
´
as oportunidades
tienedeaprender.Todoslosa
˜
nos
oye, ve y hace m
´
as cosas. Por eso,
los ni
˜
nos pueden aprender de los
mayores.
¿Conoces a alguien menor
que t
´
u?... ¿Sabes t
´
um
´
as que
´
el?... ¿Por qu
´
e?...Porque has vivi-
do m
´
as tiempo y has tenido m
´
as
oportunidades de aprender.
¿Qui
´
en ha vivido m
´
as tiempo que t
´
u, o yo, o cualquier otra
persona?... Jehov
´
aDios.
´
El sabe m
´
as que todos nosotros. Cuan-
xy CAP
´
ITULO 7vw
LAOBEDIENCIANOS PROTEGE
¿Por qu
´
e deber
´
ıas
obedecer a los mayores?
42

do nos manda hacer algo, podemos estar seguros de que es lo
correcto, aunque nos cueste trabajo hacerlo. ¿Sab
´
ıas que hasta al
Gran Maestro le fue dif
´
ıcil obedecer en una ocasi
´
on?...
Aquella vez, Dios mand
´
oaJes
´
us que hiciera algo muy dif
´
ıcil.
Como vemos en la l
´
amina, Jes
´
us le pidi
´
o a Dios en oraci
´
on: “Si
deseas, remueve de m
´
ı esta copa”. Con estas palabras, Jes
´
us de-
mostr
´
o que hacer la voluntad de Dios no siempre era f
´
acil. Pero
¿sabes qu
´
edijoJes
´
us al final de su oraci
´
on?...
Jes
´
usdijo:“Sinembargo,quenoseefect
´
ue mi voluntad, sino
la tuya” (Lucas 22:41, 42).
´
El deseaba que se hiciera la voluntad
de Dios, no la suya. As
´
ıquehizoloqueDios
quer
´
ıaynoloquea
´
el le parec
´
ıa mejor.
¿Qu
´
eaprendemosdeesto?...Aprendemos
que siempre es apropiado hacer lo que Dios
dice, aunque no sea f
´
acil. Pero tambi
´
en apren-
demos algo m
´
as. ¿Sabes qu
´
ees?...PuesqueDios
yJes
´
us no son la misma persona, como dicen
algunos. Jehov
´
aDiosesmayorysabem
´
as que
su Hijo, Jes
´
us.
Cuando obedecemos a Dios, demostramos
que lo amamos. La Biblia dice: “Esto es lo que
el amor de Dios significa: que observemos sus
mandamientos” (1 Juan 5:3). As
´
ıquetodoste-
nemos que obedecer a Dios. T
´
u deseas obede-
cerle, ¿no es verdad?...
VamosaverenlaBiblialoqueDioslesdice
alosni
˜
nos que hagan.Leamos Efesios,cap
´
ıtulo6,vers
´
ıculos 1,2
y3.All
´
ı dice: “Hijos, sean obedientes a sus padres en uni
´
on con
¿Qu
´
e podemos
aprender de
la oraci
´
on
de Jes
´
us?
LAOBEDIENCI ANOS PROTEGE
43

el Se
˜
nor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’;
que es el primer mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y
dures largo tiempo sobre la tierra’”.
Como ves, es el propio Jehov
´
a Dios quien te dice que seas
obediente a tus padres. ¿Qu
´
e significa “honrarlos”? Significa que
debes mostrarles respeto. Y Dios promete que si obedeces a tus
padres, te ir
´
abien.
Voy a contarte la historia de unas personas que se salvaron
por ser obedientes. Vivieron hace mucho tiempo en la gran ciu-
dad de Jerusal
´
en. La mayor
´
ıadesushabitantesnoescuchabana
Dios. Por ello, Jes
´
us les advirti
´
oqueDiosibaahacerquelaciu-
dad fuera destruida. Tambi
´
en les explic
´
oc
´
omo pod
´
ıan escapar
los que amaban lo correcto. Les dijo: ‘Cuando vean a los ej
´
erci-
tos rodear Jerusal
´
en, sabr
´
an que pronto ser
´
adestruida.Entonces
es el momento de salir de Jerusal
´
en y huir a las monta
˜
nas’ (Lu-
cas 21:20-22).
Pues bien, tal como Jes
´
us dijo, los ej
´
ercitos de Roma llegaron
para rodear y atacar Jerusal
´
en. M
´
as tarde, por alguna raz
´
on, los
soldados se marcharon. La mayor
´
ıadelaspersonascreyeronque
el peligro hab
´
ıa pasado y se quedaron en la ciudad. Pero ¿qu
´
eha-
b
´
ıa dicho Jes
´
us que deb
´
ıan hacer?... ¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
usi
hubieras vivido en Jerusal
´
en?... Los que realmente creyeron a Je-
s
´
us dejaron sus casas y huyeron a las monta
˜
nas, lejos de Jerusa-
l
´
en.
Pas
´
ouna
˜
no entero, y no le ocurri
´
o nada a Jerusal
´
en. El se-
gundo y tercer a
˜
no tampoco ocurri
´
o nada. Algunos quiz
´
as pen-
saban que los que hab
´
ıan huido de la ciudad eran tontos. Pero
al cuarto a
˜
no, los ej
´
ercitos romanos volvieron y rodearon Jeru-
44
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

sal
´
en de nuevo. Entonces fue dema-
siado tarde para escapar. Esta vez, los
ej
´
ercitos destruyeron la ciudad. La mayo-
r
´
ıa de sus habitantes murieron, y los que sobrevivieron fueron
llevados prisioneros.
Pero ¿qu
´
e les ocurri
´
o a los que obedecieron a Jes
´
us?... Estaban
asalvo,lejosdeJerusal
´
en, y por eso no sufrieron da
˜
no. La obe-
diencia los protegi
´
o.
¿Te proteger
´
a a ti tambi
´
en la obediencia?... Quiz
´
as tus padres
te hayan prohibido jugar en la calle. ¿Por qu
´
e motivo?... Porque
podr
´
ıa atropellarte un autom
´
ovil. Pero a lo mejor un d
´
ıa piensas:
“Ahora no hay autos. No me pasar
´
a nada. Otros ni
˜
nos juegan en
la calle, y nunca he visto que les pase nada”.
¿C
´
omo se salvaron
las personas
que obedecieron
el mandato de Jes
´
us?
45

Eso fue lo que pens
´
olamayor
´
ıadelagentedeJerusal
´
en.
Cuando los ej
´
ercitos romanos se fueron, parec
´
ıa un lugar segu-
ro. Al ver que algunos se quedaban en la ciudad, los dem
´
as
hicieron lo mismo. Se les hab
´
ıa advertido, pero no prestaron
atenci
´
on, y a causa de esto perdieron la vida.
Veamos otro ejemplo. ¿Has jugado alguna vez con
f
´
osforos?... Quiz
´
as sea divertido ver el fuego cuando en-
ciendes uno. Pero jugar con f
´
osforos puede ser peligro-
so. Podr
´
ıa quemarse la casa, y t
´
upodr
´
ıas morir.
Recuerda, no basta con obedecer algunas veces.
Lo que realmente te proteger
´
a es obedecer siempre.
Y¿qui
´
en es el que dice: “Hijos, sean obedientes a
sus padres”?... Es Dios. Y no olvides que
´
el lo
dice porque te ama.
Ahora vamos a leer unos textos b
´
ıblicos que muestran lo
importante que es la obediencia: Proverbios 23:22; Eclesias-
t
´
es 12:13; Isa
´
ıas 48:17, 18, y Colosenses 3:20.
¿Por qu
´
e deber
´
ıas obedecer
aunque no veas ning
´
un peligro?
46

S
EGURO que est
´
as de acuerdo conmigo en que hay perso-
nas que son superiores a nosotros, es decir, m
´
as importan-
tes y m
´
as fuertes. ¿Como qui
´
enes?... Jehov
´
aDiosesunade
ellas. ¿Y su Hijo, el Gran Maestro? ¿Es superior a nosotros?...
Claro que s
´
ı.
Jes
´
us vivi
´
o con Dios en el cielo. Era un hijo espiritual, o
´
an-
gel. ¿Cre
´
oDiosotros
´
angeles, o hijos espirituales?... S
´
ı, muchos
millones. Los
´
angeles tambi
´
en son superiores y m
´
as poderosos
que nosotros (Salmo 104:4; Daniel 7:10).
¿Recuerdas el nombre del
´
angel que habl
´
oconMar
´
ıa?... Se lla-
maba Gabriel.Este le dijo a Mar
´
ıa que subeb
´
eser
´
ıael Hijode Dios.
Jehov
´
a puso la vida de su Hijo espiritual en el vientre de Mar
´
ıa
para que pudiera nacer en la Tierra (Lucas 1:26, 27).
¿Crees en ese milagro? ¿Crees que Jes
´
us vivi
´
ocon
Dios en el cielo?... Jes
´
us dijo que s
´
ı. ¿C
´
omolosupo?
Cuando era ni
˜
no, Mar
´
ıa seguramente le cont
´
olas
palabras de Gabriel.Adem
´
as, es probable que Jos
´
e
le dijera que su verdadero padre era Dios.
Cuando Jes
´
us se bautiz
´
o, Dios incluso ha-
bl
´
o desde el cielo y dijo: “Este es mi Hijo”
(Mateo 3:17). Y la noche antes de morir,
xy CAP
´
ITULO 8vw
HAYPERSONASSUPERIORES
ANOSOTROS
¿Qu
´
eesposiblequeMar
´
ıa y Jos
´
elecontaranaJes
´
us?
47

Jes
´
us le or
´
o a Dios diciendo: “Padre, glorif
´
ıcame al lado de ti
mismo con la gloria que ten
´
ıa al lado de ti antes que el mundo
fuera” (Juan 17:5). S
´
ı, Jes
´
us pidi
´
o volver a vivir con Dios en el
cielo. ¿C
´
omo ser
´
ıa esto posible?... Solo si Jehov
´
aDiosloconver-
t
´
ıa de nuevo en una persona espiritual invisible, en un
´
angel.
Ahora deseo preguntarte algo importante. ¿Son buenos to-
dos los
´
angeles? ¿Qu
´
e crees?... Hubo un tiempo en que todos
eran buenos. Jehov
´
afuequienloscre
´
o, y todo lo que
´
el hace es
bueno. Pero, un d
´
ıa, uno de ellos se hizo malo. ¿C
´
omopudosu-
ceder algo as
´
ı?
Para saber la respuesta, debemos volver al tiempo
en que Dios cre
´
oalprimerhombreylaprimeramu-
jer, Ad
´
an y Eva. Algunas personas dicen que su
historia es solo una leyenda, un cuento, pero el
Gran Maestro sab
´
ıa que era cierta.
Cuando Dios cre
´
oaAd
´
an
y Eva, los puso en un hermoso parque, o para
´
ıso, si-
tuado en un lugar llamado Ed
´
en. Pod
´
ıan haber tenido muchos
hijos, convertirse en una gran familia y vivir en el Para
´
ıso para
siempre. Pero ten
´
ıan que aprender una lecci
´
on importante de
la que ya hemos hablado antes. Veamos si podemos recordarla.
¿Qu
´
edeb
´
ıan hacer Ad
´
an
y Eva a fin de vivir para
siempre en el Para
´
ıso?
48
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Jehov
´
alesdijoaAd
´
an y Eva que pod
´
ıan comer del fruto de
todos los
´
arboles del jard
´
ın, menos de uno. Si com
´
ıan de ese
´
arbol, Dios les dijo que ciertamente morir
´
ıan (G
´
enesis 2:17).
¿Cu
´
al era, pues, la lecci
´
on que Ad
´
an y Eva ten
´
ıan que apren-
der?...
La lecci
´
on de la obediencia. En realidad, la vida depende de
obedecer a Jehov
´
a Dios. No era suficiente con que Ad
´
an y Eva
simplemente dijeran que obedecer
´
ıan. Ten
´
ıan que demostrarlo
con hechos. Si obedec
´
ıan a Dios, estar
´
ıan mostrando que lo
amaban y deseaban que
´
el los gobernara. Entonces podr
´
ıan ha-
ber vivido para siempre en el Para
´
ıso. Pero si com
´
ıan de aquel
´
arbol, ¿qu
´
edemostrar
´
ıan?...
Demostrar
´
ıan que no estaban realmente agradecidos a Dios
por lo que
´
el les hab
´
ıa dado. ¿Habr
´
ıas obedecido a Jehov
´
asi
hubieras estado all
´
ı?... Al principio, Ad
´
an y Eva lo hicie-
ron. Pero despu
´
es, alguien superior a ellos enga
˜
n
´
oaEva
yconsigui
´
o que desobedeciera a Jehov
´
a.¿Qui
´
en
fue?...
HAYPERSON ASSUPERIORES ANOSOTROS

LaBibliadicequeunaserpientelehabl
´
o
aEva.¿C
´
omo es posible, si las serpientes no pue-
den hablar?... Un
´
angel hizo que pareciera que la
serpiente estaba hablando.Pero en realidad era
´
el quien
hablaba.Ese
´
angel hab
´
ıa empezado a pensar cosas malas.
Quer
´
ıa que Ad
´
an y Eva lo adoraran, que hicieran lo que
´
el les mandara. Quer
´
ıa ocupar el lugar de Dios.
As
´
ı que aquel
´
angel malvado puso malos pensamientos
en la mente de Eva. Usando a la serpiente, le asegur
´
o: ‘Dios
no les dijo la verdad. No morir
´
an si comen del
´
arbol. Se har
´
an
sabios como Dios’. ¿Habr
´
ıas cre
´
ıdo t
´
uloquedec
´
ıa aquellavoz?...
Eva empez
´
o a desear algo que Dios no le hab
´
ıa dado. Comi
´
o
del fruto prohibido, y despu
´
es le dio de
´
el a Ad
´
an.
´
El no crey
´
o
las palabras de la serpiente, pero su deseo de estar con Eva fue
mayor que su amor a Dios.Por eso tambi
´
en comi
´
odel
´
arbol (G
´
e-
nesis 3:1-6; 1 Timoteo 2:14).
¿Cu
´
al fue el resultado?... Ad
´
an y Eva se hicieron imperfectos,
envejecieron y murieron. Y como ellos eran imper-
fectos, todos sus hijos tambi
´
en lo
¿Qui
´
en hizo que la serpiente le hablara a Eva?
¿Qu
´
e les ocurri
´
oaAd
´
an
yEvadespu
´
es de que
desobedecieron a Dios?

fueron, y con el tiempo envejecieron y murieron. Dios no ha-
b
´
ıa mentido. La vida depende de que le obedezcamos (Romanos
5:12). La Biblia nos dice que el
´
angel que enga
˜
n
´
o a Eva se llama
Satan
´
as el Diablo, y que a los
´
angeles que se hicieron malos se les
llama demonios (Santiago 2:19; Revelaci
´
on [Apocalipsis] 12:9).
¿Entiendes entonces por qu
´
eel
´
angel bueno se hizo malo?...
Fueporquecomenz
´
o a pensar cosas malas. Quiso ser el n
´
umero
uno. Como sab
´
ıa que Dios les hab
´
ıa dicho a Ad
´
an y Eva que tu-
vieran hijos, quer
´
ıa que todos ellos lo adoraran a
´
el. El Diablo
quiere que todos desobedezcamos a Jehov
´
a. Por eso intenta po-
ner malos pensamientos en nuestra mente (Santiago 1:13-15).
El Diablo afirma que nadie ama de verdad a Jehov
´
a. Dice que
ni t
´
u ni yo amamos a Dios, y que en realidad no queremos ha-
cer lo que
´
El manda. Asegura que solo obedecemos a Jehov
´
a
cuando las cosas salen como nosotros queremos. ¿Tiene raz
´
on el
Diablo? ¿Somos as
´
ı?
El Gran Maestro dijo que el Diablo es un mentiroso.Jes
´
us de-
mostr
´
o que realmente amaba a Jehov
´
a obedeci
´
endole. Y no lo
hizo solamente cuando era f
´
acil, sino en todo momento, incluso
cuandootraspersonasselopusierondif
´
ıcil. Demostr
´
oqueera
leal a Jehov
´
a hasta su misma muerte. Por ese motivo, Dios hizo
que volviera a vivir, y que esta vez fuera para siempre.
As
´
ıque,¿qui
´
en dir
´
ıas t
´
u que es nuestro mayor enemigo?... S
´
ı,
es Satan
´
as el Diablo. ¿Podemos verlo?... ¡Desde luego que no!
Pero sabemos que existe y que es superior y m
´
as poderoso que
nosotros. Sin embargo, ¿qui
´
en es superior al Diablo?... Jehov
´
a
Dios. Por eso estamos seguros de que Dios puede protegernos.
Leamos sobre la Persona a la que debemos adorar: Deuteronomio 30:
19, 20; Josu
´
e 24:14, 15; Proverbios 27:11, y Mateo 4:10.
HAYPERSON ASSUPERIORES ANOSOTROS
51

¿A
LGUNA vez te han pedido que hagas algo malo?...
¿Te han desafiado a que lo hagas? ¿O te han dicho
que ser
´
ıa divertido y que en realidad no es nada
malo?... La persona que hace eso est
´
atent
´
andote.
¿C
´
omo deber
´
ıamos reaccionar cuando se nos tienta? ¿Debe-
r
´
ıamos hacer lo malo?... Eso no le agradar
´
ıa a Jehov
´
aDios.Sin
embargo, ¿sabes a qui
´
en s
´
ılealegrar
´
ıa?... A Satan
´
as el Diablo.
Satan
´
as es el enemigo de Dios, y tambi
´
en es el nuestro. No po-
demos verlo porque es un esp
´
ıritu, pero
´
el s
´
ıpuedevernos.
En una ocasi
´
on, el Diablo tent
´
oaJes
´
us, el Gran Maestro. Veamos
qu
´
ehizoJes
´
us, y as
´
ısabremosc
´
omo actuar ante una tentaci
´
on.
Jes
´
us siempre quiso hacer la voluntad de Dios, y lo demostr
´
o
claramente cuando se bautiz
´
oenelr
´
ıo Jord
´
an. Fue poco despu
´
es
de su bautismo cuando Satan
´
as lo tent
´
o. La Biblia dice que
“los cielos se abrieron”para Jes
´
us (Mateo 3:16). Proba-
blemente, aquello signific
´
oqueJes
´
us comenz
´
oare-
cordar su vida anterior en el cielo con Dios.
Despu
´
es de su bautismo, Jes
´
us se fue al desier-
to para pensar en las cosas que hab
´
ıa comenza-
do a recordar.Pasaron cuarenta d
´
ıas y cuarenta
xy CAP
´
ITULO 9vw
TENEMOS QUE RESISTIR
L
ASTENTACIONES
¿Qu
´
e es probable que empezara
a recordar Jes
´
us cuando se bautiz
´
o?
52

noches. Durante todo ese tiempo, Jes
´
us estuvo sin comer,as
´
ıque
ten
´
ıa mucha hambre. Fue entonces cuando Satan
´
as lo tent
´
o.
El Diablo le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que
se conviertan en panes”. ¡Con qu
´
e ganas se habr
´
ıa comido Jes
´
us
untrozodepan!Pero¿pod
´
ıa
´
el convertir aquellas piedras en
pan?... Claro que s
´
ı, pues
´
el era el Hijo de Dios y ten
´
ıa poderes
especiales.
¿Habr
´
ıas convertido t
´
u una piedra en pan si el Diablo te lo
hubiera pedido?... Jes
´
us ten
´
ıa hambre. ¿No tendr
´
ıa raz
´
on para
hacerlo al menos una vez?... Jes
´
us sab
´
ıa que no estaba bien utili-
zar de aquella manera los poderes que Jehov
´
alehab
´
ıa dado.
Deb
´
ıa usarlos para acercar a las personas a su Padre, no para be-
neficiarse
´
el mismo.
As
´
ıque,envezdehacerlecasoaSatan
´
as, Jes
´
us le cit
´
oloque
est
´
a escrito en la Biblia: ‘El hombre no debe vivir solo de pan,
sino de todas las palabras que salen de la boca de Jehov
´
a’. Jes
´
us
sab
´
ıa que agradar a Jehov
´
aeramuchom
´
as im-
portante que tener algo que comer.
Pero el Diablo volvi
´
oaintentarlo.Esta
vez llev
´
oaJes
´
us a Jerusal
´
en y lo coloc
´
o
en una parte alta del templo. All
´
ıle
¿C
´
omo utiliz
´
oelDiablo
piedras para tentar a Jes
´
us?
TENEMOS QUE RESISTIR L ASTENTACIONES

dijo: ‘Si eres hijo de Dios, t
´
ırate abajo, porque est
´
aescritoque
Dios enviar
´
aasus
´
angeles para que no te lastimes’.
¿Por qu
´
edijoesoSatan
´
as?... Quer
´
ıa tentar a Jes
´
us para que hi-
ciera algo peligroso. Pero Jes
´
ustampocolehizocasoestavez,
sino que le respondi
´
o: “Est
´
aescrito:‘Nodebesponerapruebaa
Jehov
´
atuDios’”.Jes
´
us sab
´
ıa que no estaba bien poner a prueba
aJehov
´
a arriesgando la vida.
Sin embargo, Satan
´
as no se dio por vencido. Llev
´
oaJes
´
us a
una monta
˜
na muy altay le mostr
´
o todos los reinos, o gobiernos,
del mundo y su gloria. Entonces le dijo: “Todas estas cosas te las
dar
´
e si caes y me rindes un acto de adoraci
´
on”.
Piensa en la oferta del Diablo. ¿Eran en realidad de Sata-
n
´
as todos aquellos reinos, o gobiernos humanos?... Bueno, Jes
´
us
nodijoquenolepertenec
´
ıan a Satan
´
as. Si el Diablo hubiera
mentido,Jes
´
us se lo habr
´
ıa dicho.As
´
ıes,Satan
´
as es el gobernan-
te de todas las naciones del mundo. La Biblia incluso lo llama
“elgobernantedeestemundo”(Juan12:31).
¿Qu
´
ehar
´
ıas si el Diablo prometiera darte algo a cambio de
que lo adoraras?... Jes
´
us sab
´
ıa que estaba mal adorar al Diablo,
sin importar lo que este pudiera darle. Por eso le dijo: ‘¡Vete, Sa-
tan
´
as! Porque la Biblia dice que debes adorar a Jehov
´
atuDiosy
que solo debes servirle a
´
el’ (Mateo 4:1-10; Lucas 4:1-13).
Nosotros tambi
´
en nos enfrentamos a tentaciones. ¿Sabes cu
´
a-
les son algunas?... Por ejemplo, puede que tu madre haga un
bizcochooalg
´
un otro postre delicioso y te diga que no debes
probarlohastalahoradecomer.Perot
´
u tienes mucha hambre
y te sientes tentado a probarlo. ¿Obedecer
´
as a tu mam
´
a?... Sata-
n
´
as quiere que desobedezcas.
54
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Recuerda a Jes
´
us:
´
el tambi
´
en estaba ham-
briento, pero sab
´
ıa que agradar a Dios era
m
´
as importante que comer. T
´
udemostrar
´
as
que eres como Jes
´
us si obedeces a tu madre.
Puede que otros ni
˜
nostepidanquetomes
unas pastillas que, seg
´
un ellos, te har
´
an sen-
tir muy contento. Pero esas pastillas quiz
´
as
sean drogas que pueden enfermarte o has-
ta matarte. O tal vez alguien te ofrezca un
¿Por qu
´
e pudo Satan
´
as ofrecer a Jes
´
us todos estos reinos?
¿Qu
´
ehar
´
as
si eres tentado?

cigarrillo, que tambi
´
en contiene sustancias da
˜
ninas, y te diga:
“¡A que no te atreves a fumarlo!”. ¿Qu
´
ehar
´
as?...
Recuerda a Jes
´
us. Satan
´
as intent
´
o hacer que Jes
´
us pusiera en
peligro su vida cuando le pidi
´
o que saltara del templo. Pero Je-
s
´
us no lo hizo. ¿Qu
´
ehar
´
ıas t
´
usialguientedesaf
´
ıa a que hagas
algo peligroso?... Jes
´
us no escuch
´
oaSatan
´
as. T
´
u tampoco debe-
r
´
ıas escuchar a nadie que trate de convencerte para que hagas co-
sas malas.
Tal vez alg
´
un d
´
ıa te pidan que adores una imagen, algo que la
Biblia proh
´
ıbe (
´
Exodo 20:4, 5). Puede que ocurra durante una
ceremoniaenlaescuela,ytediganquenopodr
´
as volver a la es-
cuela si te niegas a adorarla. ¿Qu
´
ehar
´
as?...
Es f
´
acil hacer lo bueno cuando todo el
mundo lo hace, pero resulta muy dif
´
ıcil
cuando otros quieren convencernos para
que hagamos lo malo. Tal vez digan que
lo que est
´
an haciendo no es tan malo.Sin
embargo, lo m
´
as importante es: ¿qu
´
eopi-
na Dios?
´
El sabe m
´
as que nosotros.
Por eso, sin importar lo que opinen
los dem
´
as, nunca debemos hacer cosas
que Dios diga que son malas. De esa for-
ma, siempre haremos feliz a Dios y nun-
ca agradaremos al Diablo.
Se puede encontrar m
´
as informaci
´
on sobre
c
´
omo resistir la tentaci
´
on de hacer lo malo en
Salmo 1:1, 2; Proverbios 1:10, 11; Mateo 26:41, y
2 Timoteo 2:22.
¿Por qu
´
eest
´
a mal
utilizar im
´
agenes
para adorar a Dios? 56
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿R
ECUERDAS por qu
´
eunodelos
´
an-
geles de Dios se convirti
´
o en Sata-
n
´
as el Diablo?... Era ego
´
ısta y desea-
ba que lo adoraran a
´
el; por eso se volvi
´
ocontra
Dios. ¿Hall
´
o Satan
´
as seguidores entre los dem
´
as
´
angeles?... S
´
ı. La Biblia los llama ‘
´
angeles de Sata-
n
´
as’, o demonios (Revelaci
´
on [Apocalipsis] 12:9).
¿Creen estos
´
angeles malos en Dios?... Las Escri-
turas dicen que ‘los demonios creen que Dios exis-
te’ (Santiago 2:19). Pero en la actualidad tienen
miedo, pues saben que
´
el los castigar
´
aporlas
maldades que han cometido. ¿Cu
´
ales son?...
La Biblia explica que aquellos
´
an-
geles abandonaron el lugar que de-
b
´
ıanocuparenelcieloybajarona
la Tierra para vivir como
los humanos. Lo hicieron
porque deseaban tener rela-
ciones sexuales con las bellas
mujeres de la Tierra (G
´
enesis
6:1, 2; Judas 6). ¿Qu
´
esabesso-
bre las relaciones sexuales?...
xy CAP
´
ITULO 10vw
JES
´
US ES M
´
A
S PODEROSO
QUE LOS DEMONIOS
¿Qu
´
ecosa
mala hicieron
estos
´
angeles?

Un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales cuan-
do se unen de una manera muy especial. Esta uni
´
on puede
darvidaaunbeb
´
equeseir
´
a desarrollando en el vientre de
la madre. Dios desea que solo las personas que est
´
an casadas
se unan de esa manera. As
´
ı, cuando nace un beb
´
e,tanto el es-
poso como la esposa pueden cuidarlo.Sin embargo,a los
´
an-
geles no les est
´
a permitido tener ese tipo de relaciones.
Despu
´
es de que los
´
angeles se hicieron cuerpos
humanos y tuvieron relaciones sexuales con las muje-
res, les nacieron hijos que crecieron hasta hacerse gi-
gantes. Estos eran muy crueles y lastimaban a la
gente.Poreso Dios envi
´
o un diluvio —una gran
inundaci
´
on— para destruir a los gigantes y a
toda la gente mala. Pero hizo que No
´
econs-
truyera un arca, o un enorme barco, para
salvar a las pocas personas que hac
´
ıan lo
bueno.El Gran Maestro dijo que es im-
portante recordar lo que ocurri
´
oen
el Diluvio (G
´
enesis 6:3, 4, 13, 14;
Lucas 17:26, 27).
¿Sabes qu
´
e hicieron los
´
ange-
les malos cuando vino el Dilu-
vio?... Dejaron de usar los cuer-
poshumanosquesehab
´
ıan
hecho y volvieron al cielo.
Pero ya no pod
´
ıan ser
´
an-
¿Por qu
´
ehaym
´
as
problemas que nunca
en la Tierra?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

geles de Dios,por eso se convirtieron en
´
angeles de Satan
´
as,en de-
monios. ¿Y qu
´
elespas
´
o a sus hijos, los gigantes?... Murieron en el
Diluvio, junto con todos los que no obedecieron a Dios.
Despu
´
es del Diluvio, Dios nunca m
´
as permiti
´
oquelosdemo-
nios se hicieran cuerpos humanos. Sin embargo, aunque no pode-
mosverlos,losdemoniossiguentratandodeconseguirquelagen-
te haga lo malo. Hoy causan m
´
as problemas que nunca porque se
leshaarrojadoalaTierra.
¿Sabes por qu
´
e no podemos ver a los demonios?... Porque son
esp
´
ıritus. Sin embargo, podemos estar seguros de que existen.
La Biblia dice que Satan
´
as est
´
a‘enga
˜
nando a personas de toda la
tierra’ con ayuda de sus demonios (Revelaci
´
on 12:9, 12).
¿Pueden el Diablo y sus demonios enga
˜
narnos tambi
´
en a noso-
tros?... S
´
ı, lo har
´
an si no tenemos cuidado. Pero no hay por qu
´
ete-
mer.ElGranMaestrodijo:‘ElDiablonotienedominiosobrem
´
ı’.
Si nos mantenemos cerca de Dios,
´
el nos proteger
´
adelDiabloy
susdemonios(Juan14:30).
Es importante saber cu
´
ales son las cosas malas que los demo-
nios intentar
´
an que hagamos. As
´
ıquepiensa:¿qu
´
ecosasmalashi-
cieron los demonios cuando vinieron a la Tierra?... Antes del Di-
luvio,tuvieron relaciones sexuales con mujeres,algo que les estaba
prohibido. Hoy en d
´
ıa, los demonios se alegran cuando las perso-
nasnoobedecenlasleyesdeDiossobrelasrelacionessexuales.
A ver si recuerdas: ¿qui
´
enes son los
´
unicos que pueden tener
relaciones de este tipo?... Tienes raz
´
on, solo los casados.
En nuestros d
´
ıas hay muchachos y muchachas que tienen rela-
ciones sexuales, y eso es malo. La Biblia habla del “
´
organo geni-
tal” masculino, que se llama pene (Lev
´
ıtico 15:1-3). Los genitales
JES
´
US ES M
´
A
S PODEROSO QUE LOS DEMONIOS
59

femeninos reciben el nombre de vulva. Jehov
´
acre
´
oestaspartes
del cuerpo con una funci
´
on especial de la que solo deber
´
ıan gozar
las personas casadas. Los demonios se alegran cuando la gente
hace cosas que Jehov
´
aproh
´
ıbe, por ejemplo, cuando un ni
˜
no y
una ni
˜
na juegan con los genitales del otro. ¿Verdad que no quere-
mos agradar a los demonios?...
Hayotracosaquealosdemonioslesgusta,peroqueJehov
´
a
odia. ¿Sabes qu
´
e es?... La violencia (Salmo 11:5). La gente violenta
se comporta de forma cruel ylastima a los dem
´
as.Recuerda,eso era
lo que hac
´
ıan aquellos gigantes, que eran hijos de los demonios.
Losdemoniostambi
´
en disfrutan asustando a la gente. Aveces
fingen ser personas que han muerto, e incluso imitan sus voces.
As
´
ıenga
˜
nan a muchos para
que crean que los muertos siguen con vida
y pueden hablar con los vivos. De ah
´
ıque
tantas personas crean que existen los fan-
tasmas.
¿Qu
´
epuede
ocurrir si vemos
programas
violentos?
60
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Por lo tanto, debemos estar alerta para que Satan
´
as y sus demo-
nios no nos enga
˜
nen. La Biblia nos advierte: ‘Satan
´
as intenta ha-
cerse pasar por un
´
angel bueno, y sus siervos hacen lo mismo’
(2 Corintios 11:14, 15). Pero en realidad, los demonios son malos.
Veamos qu
´
em
´
etodos pueden usar para que
seamos como ellos.
¿D
´
onde aprende tanto la gente so-
bre la violencia, las relaciones se-
xuales que Dios proh
´
ıbe ylos esp
´
ı-
ritus y fantasmas?... ¿Verdad que
es en los programas de televisi
´
on,
los videojuegos, Internet y los li-
bros de historietas? ¿Nos acercan
estas cosas m
´
as a Dios,o por el contra-
rio, al Diablo y sus demonios? ¿Qu
´
eopi-
nas?...
¿Qui
´
enes desean que escuchemos y
veamos cosas malas?... Satan
´
as y sus de-
monios. Por eso, ¿qu
´
e debemos hacer?... Tenemos que leer, escu-
char y ver cosas que sean de provecho y nos ayuden a servir a
Jehov
´
a.¿Seteocurrenalgunas?...
Si hacemos lo bueno, no hay raz
´
on para temer a los demonios,
pues Jes
´
us es m
´
as poderoso que ellos. En una ocasi
´
on, los demo-
nios le preguntaron asustados: “¿Viniste a destruirnos?” (Marcos
1:24). ¿Verdad que nos alegraremos cuando Jes
´
us los destruya?...
Mientras tanto, podemos estar seguros de que Jes
´
us nos proteger
´
a
de ellos si nos mantenemos cerca de
´
el y de su Padre celestial.
Veamos lo que debemos hacer para protegernos de Satan
´
as y sus demonios
en 1 Pedro 5:8, 9 y Santiago 4:7, 8.
¿Qu
´
e deber
´
ıamos hacer
para protegernos de
Satan
´
as y sus demonios?
JES
´
US ES M
´
A
S PODEROSO QUE LOS DEMONIOS
61

A
LGUNAS personas dicen que solo creen en lo que ven, pero
eso no tiene sentido. Hay muchas cosas que nunca he-
mos visto y, sin embargo, existen. ¿Cu
´
ales son algunas?...
¿Podemos sentir el aire que respiramos?... Levanta la mano y
sopla sobre ella. ¿Sientes algo?... S
´
ı, el aire, pero ¿verdad que
no podemos verlo?...
En cap
´
ıtulos anteriores hablamos de seres espirituales que
son invisibles. Aprendimos que algunos son buenos y otros ma-
los. ¿Podr
´
ıas nombrar algunos de los buenos?... S
´
ı, est
´
an Jehov
´
a
Dios, Jes
´
us y los
´
angeles buenos. ¿Acaso hay
´
angeles malos tam-
bi
´
en?... La Biblia dice que s
´
ı. ¿Qu
´
eaprendistesobreellos?...
Sabemos que tanto los
´
angeles buenos como los malos son
m
´
as fuertes que nosotros. El Gran Maestro conoc
´
ıa muchas co-
sas sobre los
´
angeles porque antes de nacer en la Tierra hab
´
ıa
sido uno de ellos. Hab
´
ıa vivido con millones de
´
angeles en el
cielo. ¿Tienen todos los
´
angeles nombre?...
Aprendimos que Dios les dio nombre a las estrellas. As
´
ıque
de seguro los
´
angeles tambi
´
en tienen nombre.Adem
´
as, sabemos
quesecomunicanentreellos,porquelaBibliamencionael
‘idioma de los
´
angeles’ (1 Corintios 13:1). ¿De qu
´
e crees que ha-
blan? ¿Hablar
´
an de nosotros, los que vivimos en la Tierra?...
Vimos que los
´
angeles de Satan
´
as desean que desobedezcamos
aJehov
´
a. Por eso, es posible que hablen sobre c
´
omo lograrlo.
xy CAP
´
ITULO 11vw
LOS
´
A
NGELES DE DIOS
NOS
AYUDAN
62

Quieren que seamos como ellos para que Jehov
´
anoest
´
econten-
to con nosotros.¿Ylos
´
angeles fieles?¿Crees que tambi
´
enhablan
de nosotros?... S
´
ı, porque quieren ayudarnos. Te contar
´
ec
´
omo
algunos ayudaron a personas que amaban y serv
´
ıan a Jehov
´
a.
Por ejemplo, hab
´
ıa un hombre llamado Daniel que viv
´
ıa en
Babilonia.Pocas personas all
´
ıamabanaJehov
´
a.Incluso hicieron
una ley que castigaba a cualquiera que orara a Dios. Pero Daniel
no dej
´
o de orar. ¿Sabes qu
´
elehicieron?...
Unos hombres malos hicieron que se arrojara a Daniel a un
foso de leones. Daniel estaba solo ante aquellas fieras hambrien-
tas. ¿Qu
´
elesucedi
´
o?...
´
El nos cuenta: “Dios envi
´
oa
su
´
angel y cerr
´
o la boca de los leo-
nes”. ¡No le causa-
ron ning
´
un da
˜
no! Los
´
angeles pueden hacer co-
sasmaravillosasporlossiervos
de Jehov
´
a (Daniel 6:18-22).
¿Qu
´
e hizo Dios para salvar a Daniel?
LOS
´
A
NGELES DE DIOS NOS AYUDAN
63

En cierta ocasi
´
on se encarcel
´
o a Pedro, que, como recordar
´
as,
era amigo del Gran Maestro, Jesucristo. Algunos se hab
´
ıan en-
fadado cuando Pedro dijo que Jes
´
us era el Hijo de Dios. Por eso
lo metieron en la c
´
arcel y pusieron soldados a vigilarlo para que
no se escapara. ¿Podr
´
ıa ayudarle alguien?...
Pedro estaba durmiendo en medio de dos soldados y ten
´
ıa las
manos encadenadas. Pero la Biblia dice: ‘¡Mira! Vino el
´
angel de
Jehov
´
a, y una luz brill
´
o en la celda de la prisi
´
on. El
´
angel toc
´
oa
Pedro en el costado para despertarlo y le dijo: “¡Deprisa, lev
´
an-
tate!”’.
¿C
´
omo ayud
´
oel
´
angelaPedro
asalirdelac
´
arcel?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Enesemomento,aPedroselesoltaronlascadenasdelasma-
nos,yel
´
angel le orden
´
o:‘V
´
ıstete, ponte las sandalias y s
´
ıgueme’.
Los soldados no pudieron detenerlos porque era un
´
angel quien
ayudaba a Pedro. Entonces llegaron ante una puerta de hierro y
ocurri
´
oalgoextra
˜
no: la puerta se abri
´
osola.El
´
angel hab
´
ıa libe-
rado a Pedro para que siguiera predicando (Hechos 12:3-11).
¿Pueden los
´
angelesdeDiosayudarnostambi
´
en a nosotros?...
Por supuesto. ¿Significa eso que nunca permitir
´
an que sufra-
mos da
˜
no?... No. Si actuamos de forma arriesgada, los
´
angeles
no impedir
´
an que nos lastimemos. Sin embargo, habr
´
a veces en
que suframos aunque no hayamos hecho nada arriesgado. Dios
no ha ordenado a los
´
angeles que nos protejan todo el tiempo.
Pero s
´
ı les ha dado una misi
´
on especial.
La Biblia habla de un
´
angel que est
´
a diciendo a la gente en to-
das partes que adore a Dios (Revelaci
´
on [Apocalipsis] 14:6, 7).
¿C
´
omo lo hace? ¿Acaso grita desde el cielo para que todo el
mundolooiga?...No.SonlosseguidoresdeJes
´
us en la Tierra
quienes se encargan de hablar a otras personas de Dios, y los
´
an-
geles los gu
´
ıanensupredicaci
´
on. Los
´
angeles se aseguran de que
las personas que realmente desean conocer a Dios tengan la
oportunidad de escuchar. Nosotros podemos participar en esta
obra, y los
´
angeles nos ayudar
´
an.
Pero ¿qu
´
e haremos si personas que no aman a Dios nos cau-
san problemas? ¿Y si nos encarcelan? ¿Nos liberar
´
an los
´
ange-
les?... Podr
´
ıan, pero no siempre lo hacen.
En una ocasi
´
on,Pablo,unodelosseguidoresdeJes
´
us, via-
jaba como prisionero en un barco durante una terrible tor-
menta. Pero los
´
angelesnololibraronenseguida,porquehab
´
ıa
LOS
´
A
NGELES DE DIOS NOS AYUDAN
65

otras personas que necesitaban o
´
ır sobre Dios. Un
´
angel le dijo:
“No temas, Pablo. Tienes que estar de pie ante C
´
esar”. Pablo fue
llevado ante el emperador de Roma para que le predicara. Los
´
angeles siempre supieron d
´
onde estaba Pablo y le ayudaron.
Tambi
´
en nos ayudar
´
an a nosotros si servimos a Dios lealmente
(Hechos 27:23-25).
Alos
´
angeles les queda otra misi
´
on important
´
ısima que cum-
plir, y lo har
´
an pronto. Se acerca el momento en que Dios des-
truir
´
a a los malvados, a todos los que no lo adoran. Quienes
dicen que no creen en los
´
angeles porque no pueden verlos
descubrir
´
an lo equivocados que est
´
an (2 Tesalonicenses 1:6-8).
¿Qu
´
esignificar
´
a eso para nosotros?... Si nos ponemos del lado
de los
´
angeles de Dios, nos ayudar
´
an.Pero ¿estamos de su lado?...
Lo estaremos si servimos a Jehov
´
a. Y si le servimos,
animaremos a otras personas a
servirle tambi
´
en.
Aprenderemos m
´
as
sobre c
´
omo influyen
los
´
angeles en la
vida de la gente
leyendo Salmo 34:7;
Mateo 4:11; 18:10;
Lucas 22:43, y
Hechos 8:26-31.
¿Qu
´
eleest
´
a diciendo
el
´
angel a Pablo?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO
66

¿H
ABLAS t
´
uconJehov
´
a Dios?...
´
El quiere que lo ha-
gas. Cuando le hablas a Dios, est
´
as orando. Jes
´
us
hablaba a menudo con su Padre celestial, y
a veces prefer
´
ıa hacerlo a solas. La Biblia cuenta que
en una ocasi
´
on “subi
´
osoloalamonta
˜
na a orar.
Aunque se hizo tarde, estaba all
´
ı solo” (Mateo
14:23).
¿D
´
onde puedes orar a Jehov
´
aasolas?...Talvez
en tu habitaci
´
on antes de acostarte. Jes
´
us dijo:
“Cuando ores, entra en tu cuarto privado y, des-
pu
´
es de cerrar tu puerta, ora a tu Padre” (Mateo
6:6). ¿Oras cada noche antes de dormir?... De-
ber
´
ıas hacerlo.
Jes
´
us oraba tambi
´
en cuando estaba con
otras personas.Cuando muri
´
o
su amigo L
´
azaro, or
´
ocon
xy CAP
´
ITULO 12vw
JES
´
US NOS ENSE
˜
N AAORAR
Jes
´
us or
´
o
cuando estaba solo
y cuando estaba
con otras personas

otros en el lugar donde lo hab
´
ıan enterrado (Juan 11:41, 42).
Adem
´
as, Jes
´
us oraba cuando se reun
´
ıa con sus disc
´
ıpulos. ¿Vas a
reuniones donde se ora?... Por lo general, en estas ocasiones
un adulto pronuncia la oraci
´
on. Deber
´
ıas escuchar con atenci
´
on
sus palabras, pues est
´
a hablando con Dios a favor tuyo. Enton-
ces podr
´
as decir “am
´
en”al final de la oraci
´
on.¿Sabes por qu
´
ede-
cimos “am
´
en”?... Para mostrar que nos gust
´
olaoraci
´
on, que
estamos de acuerdo con ella y que deseamos que sea tambi
´
en
nuestra oraci
´
on.
Adem
´
as, Jes
´
us oraba antes de las comidas, dando gracias a
Jehov
´
a por el alimento. Y t
´
u, ¿oras siempre antes de comer?...
Es bueno que demos gracias a Jehov
´
a antes de empezar a comer.
Hay veces en que otra persona hace la oraci
´
on. Pero si est
´
as
comiendo solo o con alguien que no le da las gracias a Jeho-
v
´
a, ¿qu
´
e debes hacer?... Entonces tienes que hacer tu propia ora-
ci
´
on.
¿Hay que orar siempre envoz alta? ¿O escucha Jehov
´
a las ora-
cionesquesehacenensilencio?...Veamosloqueleocurri
´
oa
Nehem
´
ıas.
´
El era un adorador de Jehov
´
a que trabajaba en el pa-
¿Por qu
´
e
deber
´
ıamos
escuchar con
atenci
´
on las
oraciones que
se hacen en
las reuniones?
68

lacio del rey persa Artajerjes. Un d
´
ıa,
Nehem
´
ıas se puso muy triste al en-
terarse de que estaban en ruinas las
murallas de Jerusal
´
en, la capital de
su pa
´
ıs.
Cuando el reyle pregunt
´
oaNehe-
m
´
ıas por qu
´
e estaba triste, lo pri-
mero que hizo Nehem
´
ıas fue
orar en silencio. Despu
´
es le
explic
´
oalreyporqu
´
ese
sent
´
ıa as
´
ıylepidi
´
opermi-
so para ir a Jerusal
´
en y re-
construir las murallas. ¿Qu
´
e
ocurri
´
o?...
Dios contest
´
olaoraci
´
on
de Nehem
´
ıas. El rey le per-
miti
´
oiry,adem
´
as, le dio
mucha madera para cons-
truir las murallas. Como ve-
mos, Dios puede contestar
nuestras oraciones aun-
que las hagamos en
silencio (Nehem
´
ıas 1:
2, 3; 2:4-8).
¿Cu
´
ando puedes
orar en silencio
como hizo
Nehem
´
ıas?

¿Hay que inclinar la cabeza para orar? ¿O arrodillarse? ¿T
´
uqu
´
e
crees?...Aveces,Jes
´
us se arrodill
´
o para orar, y otras veces se que-
d
´
odepie.Enocasioneslevant
´
o la cabeza hacia el cielo, por
ejemplo, cuando or
´
oporL
´
azaro.
¿Qu
´
e demuestra esto?... Pues que la postura del cuerpo no es
lo m
´
as importante. Algunas veces tal vez sea bueno inclinar la
cabeza y cerrar los ojos. Otras veces quiz
´
as quieras arrodillarte,
como hizo Jes
´
us. Pero recuerda: podemos orar a Dios a cualquier
hora del d
´
ıa o de la noche, y
´
el nos escuchar
´
a. Lo principal es
que creamos que Jehov
´
aest
´
a escuchando. ¿Lo crees t
´
u?...
¿Qu
´
edeber
´
ıamos decir en nuestras oraciones?... A ver:
cuando oras, ¿de qu
´
elehablasaDios?...Jehov
´
anosdamu-
ch
´
ısimas cosas buenas.¿No es cierto que deber
´
ıamos dar-
le las gracias por ellas?... Aunque es bueno agradecer el
alimento, ¿le has dado alguna vez las gracias por
el cielo azul, las plantas, los
´
arboles y las
hermosas flores?...
´
El tambi
´
en los cre
´
o.
Los disc
´
ıpulos de Jes
´
us le pidieron en
una ocasi
´
on que les ense
˜
nara a orar.
El Gran Maestro les ense
˜
n
´
ocu
´
ales
eran las cosas m
´
as importantes por
las que deb
´
ıan orar. ¿Las sabes t
´
u?...
Si abres tu Biblia en Mateo, cap
´
ıtu-
lo 6,vers
´
ıculos 9al 13,encontrar
´
as lo
queseconocecomolaoraci
´
on del pa-
drenuestro. Vamos a leerla juntos.
¿De qu
´
e puedes hablarle
aDiosentuoraci
´
on?
70
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Comohemos le
´
ıdo,Jes
´
us dijo que pidi
´
eramos en nuestras ora-
ciones que el nombre de Dios fuera santificado, es decir, tratado
como algo santo. ¿C
´
omo se llama Dios?... S
´
ı, Jehov
´
a, y deber
´
ıa-
mos amar su nombre.
En segundo lugar, Jes
´
us nos ense
˜
n
´
oapedirquevinierael
Reino de Dios. Ese Reino es importante porque traer
´
apazala
Tierra y la convertir
´
aenunpara
´
ıso.
En tercer lugar, el Gran Maestro dijo que oremos para que se
haga lavoluntad de Dios en la Tierra tal como se hace en el cie-
lo. Si pedimos esto, tambi
´
en deber
´
ıamos hacer lo que
´
el desea
que hagamos, o sea, su voluntad.
Acontinuaci
´
on, Jes
´
us nos ense
˜
n
´
oapedirelalimentoquene-
cesitamos para cada d
´
ıa. Adem
´
as, dijo que deber
´
ıamos arrepen-
tirnos y pedirle perd
´
onaDiosporloserroresquecometemos.
Sin embargo, si queremos que
´
el nos perdone, debemos per-
donar a quienes nos hayan hecho algo malo. ¿Te resulta f
´
acil
perdonar?...
Por
´
ultimo, Jes
´
us nos ense
˜
n
´
oapediraJehov
´
aDiosquenos
proteja del inicuo, Satan
´
as el Diablo. Podemos mencionar en las
oraciones todas estas cosas buenas.
Debemos creer que Jehov
´
a escucha nuestras oraciones. Pero
adem
´
as de pedir ayuda, deber
´
ıamos darle gracias.
´
El se alegra
cuando en nuestras oraciones decimos lo que en realidad senti-
mos y pedimos cosas apropiadas. Y, sin duda,
´
el nos dar
´
aloque
pidamos. ¿Lo crees as
´
ı?...
Encontramosbuenosconsejossobrelaoraci
´
on en Romanos 12:12; 1 Pedro
3:12, y 1 Juan 5:14.
JES
´
US NOS ENSE
˜
N AAORAR
71

¿Q
UI
´
EN es el siervo de Dios m
´
as fiel que haya existi-
do?...Has dicho bien:Jesucristo.¿Crees que podemos
imitarlo?... Bueno, la Biblia dice que
´
el nos puso el
ejemplo para que lo sigamos. Y
´
el nos invita a ser sus disc
´
ıpulos,
oseguidores.
¿Sabes qu
´
e significa ser disc
´
ıpulo de Jes
´
us?... Significa varias
cosas. La primera, aprender de
´
el. Pero eso no es todo. Tambi
´
en
debemos creer de verdad lo que nos ense
˜
na y obedecer sus man-
datos.
Hay muchos que afirman que creen en Jes
´
us. ¿Piensas que to-
dos ellos son realmente disc
´
ıpulos suyos?...La mayor
´
ıa no lo son.
Quiz
´
as vayan a la iglesia, pero nunca han sacado tiempo para
aprender las ense
˜
nanzas del Gran Maestro. En realidad, solo
son disc
´
ıpulos de Jes
´
us quienes imitan su ejemplo.
Hablemos de algunos que se hicieron disc
´
ıpulos de
Jes
´
us cuando
´
el vivi
´
o en la Tierra. Uno de los prime-
rosfueFelipe.Esteseapresur
´
oabuscarasuamigo
Natanael (tambi
´
en llamado Bartolom
´
e), quien esta-
ba sentado debajo de un
´
arbol, como se ve en la
l
´
amina. Cuando Natanael se acerc
´
oaJes
´
us, este le
dijo: ‘Aqu
´
ı viene un verdadero israelita, un hom-
bre sincero’. Sorprendido, Natanael le pregunt
´
o:
“¿C
´
omo es que me conoces?”.
xy CAP
´
ITULO 13vw
LOS DISC
´
IPULOS DE JES
´
US
¿Qui
´
en es este hombre, y c
´
omo lleg
´
oaserdisc
´
ıpulo de Jes
´
us?
72

Jes
´
us le contest
´
o:“Antes que Felipe te llamara, mientras es-
tabas debajo de la higuera, te vi”. Natanael se asombr
´
odeque
Jes
´
us supiera exactamente d
´
onde estaba
´
el, as
´
ıquedijo:“T
´
u
eres el Hijo de Dios, t
´
u eres el Rey de Israel” (Juan 1:49).
Otros se hicieron disc
´
ıpulos un d
´
ıa an-
tes que Felipe y Natanael. Fueron
Andr
´
es y su hermano Pedro, as
´
ı como Juan y, quiz
´
as,
su hermano Santiago (Juan 1:35-51). Sin embargo, al-
g
´
un tiempo despu
´
es, los cuatro volvieron a su oficio de
pescadores. Un d
´
ıa, mientras Jes
´
us caminaba por la orilla del
mar de Galilea, vio a Pedro y Andr
´
es echando una red de pes-
car al mar. Jes
´
us los llam
´
o: ‘S
´
ıganme’.
Un poco m
´
as adelante, Jes
´
us vio a Santiago y a Juan. Estaban
en una barca con su padre reparando las redes de pescar. Jes
´
us
¿A qui
´
enes est
´
a llamando Jes
´
us para que sean sus disc
´
ıpulos?
LOS DISC
´
IPULOS DE JES
´
US
73

tambi
´
en los invit
´
oaseguirlo.¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
usiJes
´
us te
hubiera llamado? ¿Te habr
´
ıas ido enseguida con
´
el?... Aquellos
hombres sab
´
ıan qui
´
en era Jes
´
us. Sab
´
ıan que Dios lo hab
´
ıa envia-
do. Por eso, inmediatamente dejaron su trabajo de pescadores y
lo siguieron (Mateo 4:18-22).
Despu
´
es que aquellos hombres llegaron a ser disc
´
ıpulos de
Jes
´
us, ¿hicieron siempre lo que estaba bien?... No. Tal vez re-
cuerdes que incluso discutieron entre s
´
ısobrequi
´
en era el
m
´
as importante de todos. Pero escucharon a Jes
´
us y estuvieron
dispuestos a cambiar. Si nosotros tambi
´
en estamos dispuestos a
cambiar, podemos ser disc
´
ıpulos de
´
el.
Jes
´
us invit
´
o a todo tipo de personas para que fueran sus disc
´
ıpu-
los. En una ocasi
´
on, un joven gobernante rico fue a verlo y le pre-
gunt
´
oqu
´
edeb
´
ıa hacer para conseguir la vida eterna. Cuando el
joven afirm
´
oquehab
´
ıa obedecido los mandamientos de Dios des-
de ni
˜
no, Jes
´
us le dijo: “Ven, s
´
e mi seguidor”. ¿Sabes qu
´
e ocurri
´
o?...
Al enterarse de que ser disc
´
ıpulo de Jesucristo ten
´
ıa que ser
m
´
as importante que poseer riquezas, el joven se puso muy triste.
No se hizo disc
´
ıpulo de Jes
´
us porque amaba m
´
as su dinero que a
Dios (Lucas 18:18-25).
Jes
´
us hab
´
ıa predicado durante casi un a
˜
no y medio cuando
escogi
´
o a doce de sus disc
´
ıpulos para que fueran sus ap
´
ostoles.
Los ap
´
ostoles eran hombres a los que se les encarg
´
ountrabajo
especial. ¿Sabes cu
´
ales son sus nombres?... Vamos a ver si pode-
mos aprenderlos. F
´
ıjate en los dibujos y trata de leer los nom-
bres. Luego intenta repetirlos de memoria.
Con el tiempo, uno de los doce ap
´
ostoles, llamado Judas Is-
cariote, se volvi
´
omalo,yotrodisc
´
ıpulo ocup
´
osulugar.¿Sabes
74
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

qui
´
en fue?... Mat
´
ıas. Tiempo despu
´
es,
Pablo y Bernab
´
etambi
´
en llegaron a
ser ap
´
ostoles, pero no formaron parte
de los doce (Hechos 1:23-26; 14:14).
Como aprendimos en el pri-
mer cap
´
ıtulo de este libro, Je-
s
´
us se interesaba en los ni
˜
nos.
¿Por qu
´
e?... Porque sab
´
ıa que
tambi
´
en pod
´
ıan llegar a ser
disc
´
ıpulos suyos. Lo cierto
es que a menudo los ni
˜
nos
dicen las cosas de tal forma
que hasta los adultos los escu-
chan y quieren aprender m
´
as
acerca del Gran Maestro.
Muchas mujeres se hicie-
ron tambi
´
en disc
´
ıpulas de
Jes
´
us.Algunas,comoMar
´
ıa
Magdalena, Juana y Susana, lo
Pedro
Andr
´
es
Santiago
(hermano
de Juan)
Juan
Felipe
Natanael
Mateo
Tom
´
as
Santiago(hijo de Alfeo)
Sim
´
on
Judas(tambi
´
en
llamado Tadeo)
Judas Iscariote

acompa
˜
naban cuando iba a predicar a otras ciudades.
Es posible que tambi
´
en le ayudaran preparando comi-
da y lav
´
andole la ropa (Lucas 8:1-3).
¿Quieres ser disc
´
ıpulo de Jes
´
us?... Recuerda:
no nos convertimos en disc
´
ıpulos de Jes
´
us solo
con decir que creemos en
´
el. Debemos compor-
tarnos como disc
´
ıpulos suyos en cualquier lugar
donde estemos, no solo en las reuniones cristia-
nas.¿Seteocurrealg
´
un lugar donde sea impor-
tante comportarse as
´
ı?...
S
´
ı, en casa. Otro lugar ser
´
ıa la escuela.
Lo que nunca debemos olvidar es que para
ser un verdadero disc
´
ıpulo de Jes
´
us tene-
mos que comportarnos como
´
el en todo
momento, sin importar d
´
onde estemos.
Ahora leamos juntos lo que dice la Biblia so-
bre los disc
´
ıpulos de Jes
´
us en Mateo 28:19, 20;
Lucas 6:13-16; Juan 8:31, 32, y 1 Pedro 2:21.
¿Qui
´
enes eran estas mujeres que ayudaron
aJes
´
us cuando iba predicando?
¿D
´
onde debemos comportarnos
como disc
´
ıpulos de Jes
´
us?

¿T
EHANhechoalgomaloalgunavez?...¿Tehanlasti-
mado o te han dicho alguna cosa desagradable?...
¿Deber
´
ıas tratar t
´
u de la misma manera a quien te
hizo eso?...
Muchas personas se vengan de quienes los tratan mal. Pero
Jes
´
us ense
˜
n
´
o que debemos perdonar (Mateo 6:12). ¿Qu
´
e ocurre
si esa persona nos trata mal muchas veces? ¿Cu
´
antas veces tene-
mos que perdonarla?...
El ap
´
ostol Pedro quer
´
ıa saber la respuesta, as
´
ı que un d
´
ıa le
pregunt
´
oaJes
´
us: ‘¿Tengo que perdonar has-
ta siete veces?’. Sin embargo, con siete
no era suficiente. Jes
´
us le res-
pondi
´
o: ‘Tienes que perdonar
hasta setenta y siete veces’ si es
necesario.
Este es un n
´
umero muy alto.
Si alguien nos ofendiera tantas veces,
no podr
´
ıamos recordarlas todas, ¿ver-
dad? Eso es lo que Jes
´
us nos estaba en-
se
˜
nando: no debemos llevar la cuenta
de todo lo malo que otros nos hagan.
Si nos piden perd
´
on, debemos perdo-
narlos.
xy CAP
´
ITULO 14vw
¿POR QU
´
E
DEBEMOS PERDON
AR?
¿Qu
´
equiso
saber Pedro
sobre el perd
´
on?
77

Jes
´
us quer
´
ıa demostrar a sus disc
´
ıpulos
que perdonar es muy importante. Por eso,
despu
´
es de responder a la pregunta de Pe-
dro, les cont
´
o una historia. ¿Quieres o
´
ır-
la?...
Hab
´
ıa una vez un rey muy bueno,
que incluso les prestaba dinero a sus
esclavos cuando lo necesitaban.
Pero un d
´
ıa quiso que le de-
volvieran el dinero y lla-
m
´
o a sus esclavos. Uno
¿Qu
´
e ocurri
´
ocuandoelesclavolesuplic
´
oalrey
queledieram
´
as tiempo para pagar su deuda?
¿C
´
omo trat
´
o
el esclavo al
compa
˜
nero que
no pudo pagarle?

de ellos le deb
´
ıa sesenta millones de monedas, una cantidad
enorme.
Pero el esclavo se lo hab
´
ıa gastado todoy no ten
´
ıa con qu
´
ede-
volverlo. Por lo tanto, el rey orden
´
o que vendieran al esclavo, su
esposa, sus hijos y todas sus posesiones. De esa forma, el dinero
de la venta servir
´
ıa para pagar al rey. ¿C
´
omo crees que se sinti
´
o
el esclavo?...
De rodillas ante el rey, le suplic
´
o: ‘Por favor, dame m
´
as tiem-
po y te pagar
´
etodoloquetedebo’.Sit
´
u hubieras sido el rey,
¿qu
´
ehabr
´
ıas hecho?... El rey sinti
´
ocompasi
´
on por el esclavo y lo
perdon
´
o. Le dijo que no ten
´
ıaquedevolverlenada,niunasola
moneda de los sesenta millones que le deb
´
ıa. Sin duda, el escla-
vo debi
´
osentirsemuyfeliz.
Pero ¿qu
´
e hizo el esclavo despu
´
es? Al salir, se encontr
´
ocon
otro esclavo, que tan solo le deb
´
ıa cien monedas. Lo agarr
´
opor
el cuello y empez
´
o a ahogarlo, diciendo: ‘¡P
´
agame ahora mismo
las cien monedas que me debes!’. ¿Puedes creer que hiciera algo
as
´
ı, sobre todo despu
´
es de que el rey le hab
´
ıa perdonado tanto
a
´
el?...
El esclavo que solo deb
´
ıa cien monedas era pobre. No pod
´
ıa
devolver el dinero en ese momento. Por eso, cay
´
oalospiesde
su compa
˜
nero y le pidi
´
o: ‘Por favor, dame m
´
as tiempo y te lo
pagar
´
e todo’. ¿Deber
´
ıa el esclavo haberle dado m
´
as tiempo a su
compa
˜
nero?... ¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?...
Aquel hombre no era bondadoso, como lo hab
´
ıa sido el rey.
Quiso que le devolvieran su dinero enseguida. Y como su com-
pa
˜
nero no pudo pagarle,hizo que lo metieran en la c
´
arcel.Otros
esclavos vieron lo que ocurri
´
o,y no les gust
´
o.Sintieron pena por
¿POR QU
´
E DEBEMOS PERDON AR?
79

el esclavo que estaba en prisi
´
on, as
´
ı que fueron y se lo contaron
al rey.
Al rey tampoco le gust
´
o. Se enfad
´
omuchoconelesclavoque
no perdon
´
oasucompa
˜
nero, de modo que lo llam
´
oyledijo:
‘Esclavo malo, ¿no te perdon
´
eyoloquemedeb
´
ıas? ¿Por qu
´
e
no tuviste compasi
´
on de tu compa
˜
nero?’.
Aquel esclavo malo deber
´
ıa haber aprendido una lecci
´
on del
buen rey. Pero no lo hizo, as
´
ı que el rey orden
´
oquelometieran
en la c
´
arcel hasta que devolviera los sesenta millones de mone-
das que deb
´
ıa.Porsupuesto,enlac
´
arcel nunca podr
´
ıa ganar el
dinero para pagarle al rey. Se quedar
´
ıa all
´
ıhastaquemuriera.
Cuando Jes
´
us termin
´
o de contar su historia, dijo a sus segui-
dores: “Del mismo modo tambi
´
en tratar
´
amiPadrecelestialcon
ustedes si no perdonan de coraz
´
on cada uno a su hermano”(Ma-
teo 18:21-35).
¿Qu
´
ehizoelrey
con el esclavo
que no perdon
´
o?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

En realidad, todos le debemos mucho a Dios; nuestra propia
vida viene de
´
el. Por eso, en comparaci
´
on con lo que le debemos
a
´
el, otras personas nos deben muy poco. Esa deuda es como las
cien monedas que le deb
´
ıa el esclavo a su compa
˜
nero. Pero nues-
tradeudaconDiosporlascosasmalasquehacemosescomo
los sesenta millones de monedas que el esclavo le deb
´
ıa al rey.
Dios es muy bondadoso. Aunque hayamos hecho cosas malas,
´
el nos perdona.No nos obligaa pagarle quit
´
andonos lavida para
siempre. Pero debemos recordar esta lecci
´
on:Dios solo nos per-
dona si perdonamos a las personas que nos hacen cosas malas.
¿No crees que deber
´
ıamos pensar en esto?...
Entonces, si alguien te hace algo
malo, pero despu
´
es dice que lo siente,
¿qu
´
ehar
´
as? ¿Lo perdonar
´
as?... ¿Qu
´
epasa
si esto sucede muchas veces? ¿Seguir
´
as
perdon
´
andolo?...
Si estuvi
´
eramos en el lugar de la
persona que pide disculpas, querr
´
ıa-
mos que se nos perdonara, ¿no es cier-
to?... As
´
ı que nosotros tenemos que
hacerlomismo.Nosolodebemosde-
cir que perdonamos, sino perdonar
de coraz
´
on. De esa forma, demostrare-
mos que de verdad deseamos imitar al
Gran Maestro.
Para comprender lo importante que es per-
donar, ser
´
ıa bueno leer tambi
´
en Proverbios
19:11; Mateo 6:14, 15, y Lucas 17:3, 4. ¿Qu
´
ehar
´
as
si alguien te pide
que lo perdones?
¿POR QU
´
E DEBEMOS PERDON AR?
81

¿S
ABES qu
´
e es tener prejuicios?... Pues que no te guste
alguien simplemente porque parezca diferente o hable
otro idioma. Significa tener antipat
´
ıaaunapersona
antes de conocerla.
¿Crees que est
´
a bien que no te guste alguien sin siquiera
conocerlo o solo porque sea diferente?... No. Tener prejuicios
no est
´
a bien ni es muestra de bondad. No deber
´
ıamos tratar mal
anadieporqueseadiferenteanosotros.
Piensa en esto: ¿conoces a alguien que tenga un color de piel
diferente al tuyo o que hable otro idioma?... Tal vez hasta conoz-
cas personas que tienen un aspecto diferente a causa de una en-
fermedad o un accidente. ¿Muestras bondad y amor a los que
son diferentes a ti?...
Si escuchamos al Gran Maestro, Jesucristo, seremos bonda-
dosos con todos, sin importar de qu
´
epa
´
ıs vengan o de qu
´
e
color sea su piel. Aunque no todo el mundo cree que deba-
mos ser as
´
ı, Jes
´
us ense
˜
n
´
o una lecci
´
on sobre este tema. Veamos
cu
´
al es.
Un jud
´
ıo que ten
´
ıa prejuicios se acerc
´
oaJes
´
us y le pregunt
´
o:
‘¿Qu
´
e debo hacer para tener la vida eterna?’. Jes
´
us sab
´
ıa que
aquel hombre probablemente quer
´
ıa o
´
ır que solo deb
´
ıa mostrar
bondad a las personas de su propia raza o pa
´
ıs. Por eso, en vez
de darle una respuesta, le pregunt
´
o: ‘¿Qu
´
e nos dice la ley de
Dios que hagamos?’.
xy CAP
´
ITULO 15vw
UNALECCI
´
ON DE BOND AD
82

El hombre contest
´
o: ‘Tienes que amar a
Jehov
´
atuDioscontodotucoraz
´
on, y a tu
pr
´
ojimo como a ti mismo’. Jes
´
us le dijo:
‘Muy bien. Sigue haciendo esto y tendr
´
as
la vida eterna’.
Sin embargo, el hombre no deseaba
mostrar bondad ni amor a las personas
que eran diferentes a
´
el. Por eso inten-
t
´
o encontrar una excusa y le pregunt
´
o
aJes
´
us: “¿Qui
´
en, verdaderamente, es mi
pr
´
ojimo?”. Tal vez deseaba que Jes
´
us le dije-
ra: “Tu pr
´
ojimo son tus amigos”, o “Son las personas que
tienen el mismo aspecto que t
´
u”. En respuesta, Jes
´
us relat
´
olasi-
guiente historia sobre un jud
´
ıo y un samaritano, un hombre de
otro pa
´
ıs.
Un jud
´
ıo bajaba por el camino que va desde la ciudad de Je-
rusal
´
en hasta Jeric
´
o cuando unos ladrones lo asaltaron y le qui-
taron el dinero y la ropa. Despu
´
es lo golpearon y lo dejaron
mediomuertoalladodelcamino.
¿C
´
omo debemos tratar a quienes son diferentes a nosotros?
UNALECCI
´
ON DE BOND AD

Poco despu
´
es, pas
´
oporall
´
ı un sacerdote y vio que el hombre
estaba gravemente herido.¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?... El sacerdote
pas
´
o de largo sin acercarse siquiera. No hizo nada para ayudarlo.
Luego pas
´
o otro hombre muy religioso. Era un levita que
serv
´
ıa en el templo de Jerusal
´
en. ¿Se detendr
´
ıa para ayudar al
herido?... No. El levita hizo lo mismo que el sacerdote.
Por
´
ultimo, apareci
´
o un samaritano. ¿Puedes verlo acerc
´
an-
dose por el camino?... El viajero vio que el jud
´
ıo estaba tirado
en el suelo, muy lastimado. Lo cierto es que la mayor
´
ıa de los
samaritanosylosjud
´
ıos no se llevaban bien (Juan 4:9). As
´
ıque,
¿se marchar
´
ıa aquel samaritano sin ayudar al hombre? ¿Pensar
´
ıa:
84

“No tengo por qu
´
eayudaraestejud
´
ıo.
´
El no me
ayudar
´
ıa si yo estuviera herido”?
Bueno, el samaritano mir
´
oalhombreque
estaba tirado al lado del camino y le dio mu-
cha l
´
astima. No pod
´
ıa dejarlo all
´
ıparaque
muriera. As
´
ıquesebaj
´
o del animal en el
que iba montado, se acerc
´
oaljud
´
ıo y comenz
´
o
a curarle las heridas con aceite y vino. Despu
´
es
se las vend
´
o.
El samaritano lo subi
´
oconcuidadoenelanimal
que llevaba. Entonces sigui
´
o el camino lentamente hasta que
llegaron a una posada, o peque
˜
no hotel. El samaritano al-
quil
´
o una habitaci
´
on para el herido y se encarg
´
ode
cuidarlo.
Cuando termin
´
oelrelato,Je-
s
´
us le pregunt
´
o al hombre con
quien hablaba: ‘¿Qui
´
en de es-
tos tres te parece que demos-
tr
´
osersupr
´
ojimo?’. ¿T
´
uqu
´
e
dir
´
ıas? ¿Fue el sacerdote, el
levita, o el samaritano?...
El hombre contest
´
o: ‘Su
pr
´
ojimofueelquesedetu-
vo y lo ayud
´
o’. Jes
´
us dijo:
¿C
´
omo demostr
´
o
ser pr
´
ojimo del herido
el samaritano?
UNALECCI
´
ON DE BOND AD

‘Tienes raz
´
on. Anday haz t
´
ulomismo’
(Lucas 10:25-37).
¿No es una historia exce-
lente? Nos explica de forma
clara qui
´
en es nuestro pr
´
o-
jimo. No son solo nuestros
mejoresamigosolasperso-
nas que tienen nuestro mis-
mo color de piel o hablan el
mismo idioma. Jes
´
us nos en-
se
˜
n
´
oamostrarbondadato-
dos, sin importar de d
´
onde
sean, qu
´
e apariencia tengan
o el idioma que hablen.
Jehov
´
aesas
´
ı. No tiene prejuicios. Jes
´
us dijo: ‘Su padre que
est
´
a en el cielo hace que salga el sol sobre buenos y malos, y
hacequelluevaparajustoseinjustos’.As
´
ı que debemos mostrar
bondad a todo el mundo, igual que hace Dios (Mateo 5:44-48).
Por eso, si ves a alguien herido, ¿qu
´
ehar
´
as?... ¿Ysi es de otro
pa
´
ıs, o el color de su piel es diferente al tuyo? Aun as
´
ıestupr
´
o-
jimo, y deber
´
ıas ayudarle. Si crees que no puedes hacerlo solo,
p
´
ıdele ayuda a un adulto. Puedes llamar a un polic
´
ıa o a un
maestro. Eso es ser bondadoso, tal como lo fue el samaritano.
El Gran Maestro quiere que mostremos bondad y que ayude-
mos a otros, sin importar qui
´
enes sean. Por eso nos cont
´
olahis-
toria del buen samaritano.
Aprenderemos m
´
as sobre mostrar bondad a otros sin importar su raza o
nacionalidad en Proverbios 19:22; Hechos 10:34, 35, y 17:26.
¿C
´
omo puedes t
´
userpr
´
ojimo de los dem
´
as?
86

E
NCIERTAocasi
´
on, un hombre fue a ver a Jes
´
us, pues sa-
b
´
ıa que era muy sabio, y le pidi
´
o: ‘Maestro, dile a mi
hermano que divida conmigo la herencia’. El hombre
pensaba que
´
el tambi
´
en ten
´
ıa derecho a ella.
Si t
´
u hubieras sido el Gran Maestro, ¿qu
´
elehabr
´
ıas dicho?...
Jes
´
us comprendi
´
o que aquel hombre ten
´
ıa un problema: no era
que necesitara parte de la herencia de su hermano, sino que
no sab
´
ıa qu
´
eeralom
´
as importante en la vida.
Pensemos en esto: ¿qu
´
edeber
´
ıa ser lo m
´
as importante para
nosotros? ¿Tener los juguetes que nos gustan, ropa nueva y ese
tipo de cosas?... No. Jes
´
us quer
´
ıa ense
˜
nar la lec-
ci
´
on de que hay algo mucho m
´
as importante.
Por eso relat
´
olahistoriadeunhombreque
se olvid
´
odeDios.¿Tegustar
´
ıa escucharla?...
Setratabadeunhombremuyricoquepose
´
ıa
tierras y graneros.Hab
´
ıa recogido una gran co-
secha y no ten
´
ıa sitio en sus graneros para
guardarla. ¿Qu
´
edecidi
´
o hacer entonces?
Se dijo: ‘Derribar
´
e mis graneros viejos y
construir
´
eotrosm
´
as grandes. As
´
ıpodr
´
e
guardar toda la cosecha y todos mis bie-
nes en los graneros nuevos’.
El hombre rico pens
´
oqueha-
cerlo as
´
ı era lo mejor, que era muy
xy CAP
´
ITULO 16vw
¿QU
´
EESLOM
´
A
SIMPORTANTE?
¿Qu
´
eproblema
ten
´
ıa este hombre?
87

inteligente al guardar tantos bienes.Pens
´
o:‘Tengo alma-
cenadas muchas cosas buenas, que me durar
´
an muchos
a
˜
nos. As
´
ı que ahora puedo tomarme la vida con calma.
Voy a comer, beber y divertirme’. Pero su forma de razo-
nar estaba equivocada. ¿Sabes por qu
´
e?... Porque solo pen-
saba en s
´
ı mismo y en su propio placer, y se hab
´
ıa
olvidado de Dios.
Por ello, Dios habl
´
ocon
´
el y le dijo: ‘¡Qu
´
e insensato eres! Vas
a morir esta noche, y ¿qui
´
en tendr
´
a entonces las cosas que guar-
daste?’. ¿Pod
´
ıa el rico usar esas cosas despu
´
es de morirse?... No,
otraspersonassequedar
´
ıan con ellas. Jes
´
us explic
´
o: “As
´
ıpasa
con el hombre que atesora para s
´
ı,pero no es rico para con Dios”
(Lucas 12:13-21).
T
´
u no quieres ser como aquel rico, ¿verdad?... Para
´
el, lo
m
´
as importante en la vida era conseguir bienes materiales. Ese
¿En qu
´
e estaba pensando el rico?
88
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

fue su error, siempre quer
´
ıa m
´
as,peronoera“ricoparacon
Dios”.
Muchas personas son como aquel hombre, siempre quieren
m
´
as. Sin embargo, eso puede causarles muchos problemas. Por
ejemplo, t
´
u tienes juguetes, ¿no es as
´
ı?... ¿Puedes decirme cu
´
ales
son?... ¿Qu
´
e pasa si alguno de tus amigos tiene una pelota, una
mu
˜
neca u otro juguete que t
´
u no tienes? ¿Estar
´
ıa bien que les pi-
dieras a tus padres una y otra vez que te compraran uno igual?...
A veces, un juguete parece algo muy importante. Pero ¿qu
´
e
pasa con
´
el despu
´
es de un tiempo?...Se estropea.Tal vez
se rompayentonces ya no lo quieras m
´
as. En realidad,
t
´
u posees algo mucho m
´
as valioso que los juguetes.
¿Sabes qu
´
e es?...
La vida.La vida es lo m
´
as importante porque sin ella no pue-
des hacer nada. Pero tu vida depende de que hagas lo que le
agrada a Dios, ¿no es cierto?... Por eso no debemos ser como
aquelricoinsensatoqueseolvid
´
odeDios.
¿Qu
´
etienest
´
uqueesmuchom
´
as valioso que los juguetes?
¿QU
´
EESLOM
´
A
SIMPORT ANTE?
89

Los ni
˜
nos no son los
´
unicos que hacen cosas insensatas como
aquel hombre. Muchos adultos tambi
´
en las hacen. Algunos
siempre quieren tener m
´
as posesiones. Quiz
´
as tengan alimento
para cada d
´
ıa, ropa que ponerse y un lugar donde vivir. Pero
no se conforman: quieren mucha m
´
as ropa y casas m
´
as grandes.
Todo eso cuesta dinero. As
´
ı que trabajan mucho para ganarlo, y
cuanto m
´
as dinero tienen, m
´
as quieren tener.
Algunos adultos trabajan tanto para ganar dinero que no les
queda tiempo para dedicarlo a su familia ni tampoco a Dios.
¿Puede mantenerlos vivos su dinero?... No. ¿Pueden usar su di-
nero despu
´
es de morirse?... No, porque los muertos no pueden
hacer nada en absoluto (Eclesiast
´
es 9:5, 10).
¿Significa eso que es malo tener dinero?... No. Con el dinero
podemos comprar alimentos y ropa. La Biblia dice que sirve de
protecci
´
on (Eclesiast
´
es 7:12). Pero si amamos el dinero, enton-
ces s
´
ı tendremos problemas. Seremos como el hombre rico que
guard
´
o tesoros para s
´
ımismo,peronofuericoparaconDios.
¿Qu
´
e quiere decir ser rico para con Dios?... Poner a Dios en
primer lugar en la vida. Algunas personas afirman que creen en
Dios y piensan que con eso basta. Pero ¿son realmente ricas para
con
´
el?... No, son como el rico que se olvid
´
odeDios.
Jes
´
us nunca se olvid
´
o de su Padre celestial. No intent
´
o ganar
mucho dinero ni tuvo muchas cosas materiales. Jes
´
us sab
´
ıa qu
´
e
era lo m
´
as importante en la vida. ¿Sabes t
´
uqu
´
e es?... Ser rico
para con Dios.
¿C
´
omo piensas que podemos ser ricos para con Dios?... Pues
haciendoloqueleagrada.Jes
´
us dijo: “Siempre hago las cosas
que le agradan” (Juan 8:29). Y eso le gusta a Dios. Ahora, dime,
90
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿qu
´
epuedeshacert
´
u para agradarle?... Leer la Biblia,ir a las reu-
niones cristianas, orar a Dios y ayudar a otras personas a que
aprendan de
´
el. Esas cosas son las m
´
as importantes
en la vida.
Jes
´
us era rico para con Dios, y por eso Jeho-
v
´
alocuid
´
o. Lo recompens
´
o con vida eterna.
Si somos como Jes
´
us, Jehov
´
a nos amar
´
aynos
cuidar
´
atambi
´
en a nosotros. Por lo tanto, imite-
mos a Jes
´
us, y nunca al hombre rico que se olvi-
d
´
odeDios.
A continuaci
´
on aparecen algunos textos b
´
ıbli-
cos que nos muestran c
´
omo tener el pun-
to de vista apropiado sobre las
cosas materiales: Proverbios
23:4; 28:20; 1 Timoteo 6:
6-10, y Hebreos 13:5.
¿Qu
´
ehaceestani
˜
na
que es importante
de verdad?
¿QU
´
EESLOM
´
A
SIMPORT ANTE?

T
ODOS queremos ser felices, ¿no es cierto?... Pero no hay
muchas personas que lo sean de verdad. ¿Sabes por
qu
´
e?... Porque no han aprendido el secreto de la felici-
dad. Piensan que para lograrla hay que tener muchas cosas. Pero
cuando las tienen, su felicidad no dura.
El Gran Maestro nos aclar
´
ocu
´
al era este importante se-
creto: “Hay m
´
as felicidad en dar que en recibir” (Hechos
20:35). Entonces, ¿c
´
omo seremos felices?... Dando a otros y
haciendo cosas por ellos. ¿Lo sab
´
ıas?...
Pensemos un poco m
´
as en lo que esto significa. ¿Dijo Je-
s
´
us que la persona que recibiera un regalo no se sentir
´
ıa fe-
liz?... No, no dijo eso. ¿Verdad que te gusta recibir regalos?...
Atodoelmundolegusta.Nossentimos
felices cuando nos dan cosas bonitas.
xy CAP
´
ITULO 17vw
C
´
OMO SER FELIZ
¿Por qu
´
eesJehov
´
ael“Diosfeliz”?

Pero Jes
´
us dijo que sentimos a
´
un
m
´
as felicidad cuando somos noso-
tros los que damos. ¿Qui
´
en crees t
´
u
que es la persona que ha dado m
´
as
regalos que nadie a los dem
´
as?...
Claro que s
´
ı, Jehov
´
aDios.
La Biblia dice que Dios “da a
toda persona vida y aliento y todas
las cosas”. Nos da la lluvia y la luz
del sol para que las plantas crezcan y
tengamos alimentos (Hechos 14:17; 17:25).
No es de extra
˜
nar que la Biblia llame a Jehov
´
ael
“Dios feliz” (1 Timoteo 1:11). Dar a los dem
´
as es una de las co-
sas que hacen feliz a Dios, y tambi
´
en puede hacernos felices a
nosotros.
Pues bien, ¿qu
´
e podemos dar a otras personas? ¿T
´
uqu
´
edi-
r
´
ıas?... Aveces un regalo cuesta dinero. Si es algo que se compra
en una tienda, hay que pagarlo. Por eso, si est
´
as pensando en ese
tipo de regalo, tienes que ahorrar hasta conseguir suficiente
dinero para comprarlo.
Pero no todos los regalos tienen que ser de la tienda. Por
ejemplo, un vaso de agua fr
´
ıa viene muy bien en un d
´
ıa caluro-
so.Si le das ese regalo a una persona que tiene sed,sentir
´
as la fe-
licidad que proviene de dar.
Tal vez un d
´
ıa te diviertas haciendo galletitas con tu mam
´
a.
Pero ¿qu
´
etehar
´
ıa m
´
as feliz que com
´
ertelas todas t
´
u solo?... Re-
galarle algunas a un amigo o amiga. ¿Te gustar
´
ıa hacerlo?...
¿Qu
´
epuedehacertem
´
as feliz que comerte
todas las galletas t
´
u solo?
93

¿Qu
´
e les est
´
a
diciendo Lidia
a Pablo y a Lucas?
¿Por qu
´
e se alegra Lidia de recibir
en su casa a Pablo y a Lucas?

Tanto el Gran Maestro como sus ap
´
ostoles sintieron la felici-
dad que proviene de dar. ¿Sabes qu
´
e dieron a otras personas?...
Lo mejor que existe. Conoc
´
ıan las buenas nuevas, las verdades
que hab
´
ıan aprendido acerca de Dios, y con gusto hablaron de
ellas sin dejar que nadie les diera dinero a cambio.
En cierta ocasi
´
on, el ap
´
ostol Pablo y su buen amigo, el dis-
c
´
ıpulo Lucas, conocieron a una mujer que tambi
´
en deseaba sen-
tir la felicidad que hay en dar. La encontraron junto a un r
´
ıo al
que fueron porque hab
´
ıan o
´
ıdo que era un lugar donde se oraba
aDios.Yas
´
ı era; cuando llegaron, encontraron varias mujeres
orando.
Pablo comenz
´
o a hablarles a aquellas mujeres sobre las bue-
nasnuevasdeJehov
´
a Dios y su Reino. Una de ellas, llamada Li-
dia, prest
´
omuchaatenci
´
on. Despu
´
es, Lidia quiso demostrar su
aprecio por las buenas nuevas que acababa de escuchar. Por eso
rog
´
o a Pablo y a Lucas: “Si ustedes me han juzgado fiel a Jehov
´
a,
entren en mi casa y qu
´
edense”. Y de esa forma los hizo quedar-
se en su hogar (Hechos 16:13-15).
Lidia estaba encantada de tener a aquellos siervos de Dios en
su casa. Los amaba porque la hab
´
ıan ayudado a aprender sobre
Jehov
´
ayJes
´
us, y sobre c
´
omo conseguir vida eterna. Se alegraba
de poder ofrecer a Pablo y a Lucas comida y un lugar donde
descansar. Lidia se sinti
´
ofelizaldarporquelohizodecoraz
´
on.
Esoesalgoquetodosdebemosrecordar.Talvezalguiennosdiga
que tenemos que hacer un regalo. Pero si no damos de coraz
´
on,
no nos sentiremos felices.
Porejemplo,situvierasunasgolosinasquetequisierascomer
y yo te dijera que le dieras algunas a otro ni
˜
no, ¿te alegrar
´
ıas de
C
´
OMO SER FELIZ
95

d
´
arselas?... Pero ¿y si fuera un amigo al que quieres mucho?
Sihubierasidoideatuyacompartirlasgolosinascontuamigo,
¿no te sentir
´
ıas feliz?...
Aveces amamos tantoa una persona que queremos darle todo
lo que tenemos, sin guardarnos nada. Cuando crece nuestro
amor por Dios, tambi
´
en queremos darle todo.
El Gran Maestro vio en el templo de Je-
rusal
´
en a una mujer pobre que quer
´
ıaaDios
de esa manera. Todo lo que ella ten
´
ıa eran
dos moneditas, pero las ech
´
oenlacajade
contribuciones como regalo para el templo.
Nadie la oblig
´
oaecharlas,ylamayor
´
ıa de
los que estaban all
´
ı ni siquiera la vieron.
Lo hizo porque as
´
ı lo deseaba y porque
amabamuchoaJehov
´
a. Se sent
´
ıa feliz
de poder dar (Lucas 21:1-4).
Haymuchasformasdedar.¿Pue-
des decirme algunas?... Si damos por-
que realmente queremos hacerlo,
seremos felices. Por esa raz
´
on, el
Gran Maestro nos manda que sea-
mos generosos (Lucas 6:38). Si le
obedecemos, haremos felices
a otras personas. Y nosotros
seremos m
´
as felices todav
´
ıa.
Leamos algo m
´
as sobre la felicidad
que sentimos al dar en Mateo 6:1-4;
Lucas 14:12-14, y 2 Corintios 9:7.
¿Por qu
´
esesinti
´
o
feliz la mujer pobre
al dar todo lo
que ten
´
ıa?
96
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Y
A COMISTE hoy?... ¿Sabes qui
´
en prepar
´
olacomi-
da?... Tal vez fue tu mam
´
a u otra persona. Entonces,
¿por qu
´
e debemos dar las gracias a Dios por la co-
mida?... Porque es
´
el quien hace crecer las plantas de las que ob-
tenemos alimentos. Sin embargo, tambi
´
en deber
´
ıamos dar las
gracias a quienes nos preparan la comida o la sirven.
Aveces nos olvidamos de agradecer a los dem
´
as las cosas bue-
nas que hacen por nosotros, ¿no es cierto? Cuando el Gran
Maestro estuvo en la Tierra, unos leprosos se olvidaron de dar
las gracias.
¿Sabes qu
´
e es un leproso?... Es una persona que padece lepra,
una enfermedad que puede hacer que la carne se caiga.En tiem-
pos de Jes
´
us, los leprosos deb
´
ıan mantenerse alejados del resto
de la gente. Si un leprosove
´
ıa que se acercaba alguien,ten
´
ıa que
avisarle para que se apartara. De esa forma evitaba que otras per-
sonas se contagiaran.
Jes
´
us fue muy bondadoso con los leprosos. En cierta ocasi
´
on
tuvo que atravesar una aldea de camino hacia Jerusal
´
en. Cuan-
do entr
´
o en la aldea, diez leprosos fueron a encontrarse con
´
el.
Hab
´
ıan o
´
ıdo que Dios le hab
´
ıa dado a Jes
´
us poder para curar
toda clase de enfermedades.
Los leprosos no se acercaron a Jes
´
us, se quedaron a cier-
ta distancia. Pero cre
´
ıan que el Gran Maestro pod
´
ıa curarlos.
xy CAP
´
ITULO 18vw
¿TEACUERDAS
DE D
ARLASGRACIAS?
97

Por eso, cuando lo vieron, gritaron: ‘¡Jes
´
us, Maestro, ay
´
uda-
nos!’.
¿Sientes l
´
astima por los enfermos?... Jes
´
us s
´
ılasent
´
ıa. Sab
´
ıa lo
triste que era ser leproso. Por esa raz
´
on les contest
´
o: “Vayan y
mu
´
estrense a los sacerdotes” (Lucas 17:11-14).
¿Por qu
´
elesdijoJes
´
us que hicieran eso? Debido a la ley que
Jehov
´
alehab
´
ıa dado a su pueblo sobre los leprosos. Aquella ley
dec
´
ıa que el sacerdote de Dios ten
´
ıa que examinar la carne del
leproso y decirle si hab
´
ıa desaparecido la enfermedad. Cuando
quedaba curado, pod
´
ıa volver a vivir con las personas sanas (Le-
v
´
ıtico 13:16, 17).
¿Qu
´
elesdijoJes
´
us
a los leprosos que hicieran?
98
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Pero aquellos leprosos segu
´
ıan enfer-
mos. As
´
ıque,¿ir
´
ıan a ver al sacerdo-
te tal como les hab
´
ıa dicho Jes
´
us?... S
´
ı,
fueron enseguida. Sin duda creyeron
que Jes
´
us los curar
´
ıa. ¿Qu
´
e ocurri
´
oen-
tonces?
Mientras iban de camino a ver al
sacerdote,la enfermedad desapareci
´
o. Su carne san
´
o
y quedaron curados.Fue su recompensa por creer en el poder de
Jes
´
us. ¡Qu
´
ealegr
´
ıa sintieron! Pero ¿qu
´
edeber
´
ıan haber hecho
para mostrar su agradecimiento? ¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?...
Uno de los hombres curados volvi
´
oadondeestabaJes
´
us y co-
menz
´
o a glorificar a Jehov
´
a,adecircosasbuenasde
´
el.
Eso era lo que deb
´
ıa hacer, porque el poder para
curarlo hab
´
ıa venido de Dios. Adem
´
as, el
hombre cay
´
oalospiesdelGran
Maestro y le dio las gracias.
Se sent
´
ıa muy agradecido
por lo que Jes
´
us hab
´
ıa
hecho.
Pero ¿y los otros
nueve hombres?
Jes
´
us pregunt
´
o:
‘¿No fueron cura-
dos diez leprosos?
¿D
´
onde est
´
an los
otros nueve? ¿Solo re-
gres
´
ounoadarlegloria
aDios?’.
¿Qu
´
eseacord
´
o
de hacer este
leproso?

S
´
ı, es cierto. Solo uno de los diez glorific
´
o, o alab
´
o, a Dios y
volvi
´
o para darle las gracias a Jes
´
us. Era un samaritano, un hom-
bredeotropa
´
ıs. Los otros nueve no le dieron las gracias a Dios
ni tampoco a Jes
´
us (Lucas 17:15-19).
¿A cu
´
al de aquellos hombres te
pareces? ¿Verdad que queremos ser
como el samaritano?... Por eso,
cuando alguien hace cosas bue-
nas por nosotros, ¿de qu
´
edebemos
acordarnos?... De darle las gracias.
Aunque la gente suele olvidarse, es
bueno que demos las gracias, pues
eso alegra a Jehov
´
aDiosyasu
Hijo, Jes
´
us.
Si lo piensas, te dar
´
as cuenta
de que otras personas han hecho
muchas cosas por ti. Por ejemplo,
¿has estado enfermo alguna vez?...
Quiz
´
as no hayas estado nunca tan
enfermo como aquellos diez leprosos, pero es
posible que hayas tenido un resfriado fuerte o un dolor de est
´
o-
mago. ¿Te cuid
´
o alguien?... Tal vez te dieron alguna medicina y
te atendieron.¿Te alegraste de que te ayudaran a ponerte bien?...
El samaritano dio las gracias a Jes
´
us por curarlo, y eso alegr
´
o
aJes
´
us. ¿Crees que tu mam
´
aotupap
´
asealegrar
´
an si les das las
gracias cuando hacen cosas por ti?... Claro que s
´
ı.
Hay gente que hace cosas por ti todos los d
´
ıasotodaslasse-
manas. Puede que ese sea su trabajo y que incluso les guste ha-
¿C
´
omo puedes t
´
uimitar
al leproso que volvi
´
o
adondeestabaJes
´
us?
100
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

cerlo. Pero es posible que t
´
u te olvides de darles las gracias. Tal
vez tu maestra se esfuerce por ense
˜
narte. Ese es su trabajo, pero
sin duda se alegrar
´
adequet
´
u le des las gracias por ello.
Aveces, otras personas nos hacen peque
˜
nos favores. ¿Te han
sujetado alguna vez la puerta para que pases? ¿O te han alcanza-
do la comida en la mesa? Ser
´
ıa bueno que dieras las gracias
incluso por esas cosas peque
˜
nas.
Si nos acordamos de dar las gra-
cias a las personas que nos rodean,
nos resultar
´
am
´
as f
´
acil acordarnos
de d
´
arselas a nuestro Padre celes-
tial. ¡Y cu
´
antas cosas podemos
agradecerle! Nos dio la vida y todo
loquelahaceagradable.
Por eso, tenemos much
´
ısi-
mas razones para glorificar
a Dios todos los d
´
ıas dicien-
docosasbuenasde
´
el.
Veamos lo que dicen los si-
guientes vers
´
ıculos respecto a dar
las gracias: Salmo 92:1; Efesios
5:20; Colosenses 3:17, y 1 Tesalo-
nicenses 5:18.
¿Por qu
´
e es importante acordarse
de dar las gracias?
¿TEACUERDASDEDARLASGRACIAS?

¿C
ONOCES a ni
˜
nos que se crean los m
´
as fuertes y siem-
prebusquen pelea?...¿Te gusta estar con ellos? ¿O pre-
fieres estar con los que son amables y pac
´
ıficos?...
El Gran Maestro dijo: “Felices son los pac
´
ıficos, puesto que a
ellos se les llamar
´
a‘hijosdeDios’”(Mateo5:9).
Pero aveces, otras personas hacen cosas que nos enojan, ¿no es
cierto?... Por eso, en ocasiones nos gustar
´
ıa vengarnos. A los dis-
c
´
ıpulos de Jes
´
us les ocurri
´
oalgoas
´
ıcuandoviajabancon
´
el hacia
Jerusal
´
en. Voy a contarte qu
´
esucedi
´
o.
Cuando ya hab
´
ıan recorrido parte del camino, Jes
´
us envi
´
oava-
rios disc
´
ıpulos a una aldea de Samaria para que buscaran un si-
tio donde pasar la noche. Pero la gente de la aldea no quer
´
ıa
que se quedaran all
´
ı,yaqueten
´
ıanunareligi
´
ondiferente.
Adem
´
as, a los samaritanos no les
ca
´
ıanbienlosqueibanalaciudad
de Jerusal
´
en para adorar a Dios.
xy CAP
´
ITULO 19vw
¿EST
´
A
BIEN PELEARSE?
¿Qu
´
equer
´
ıan hacer Santiago
yJuanparavengarsede
los samaritanos?

Si eso te hubiera ocurrido a ti, ¿qu
´
ehabr
´
ıas hecho? ¿Te habr
´
ıas
enojado? ¿Habr
´
ıasqueridovengarte?...Esoesloquelosdisc
´
ıpu-
los Santiago y Juan quisieron hacer. Le dijeron a Jes
´
us: ‘¿Quieres
que pidamos que baje fuego del cielo y los destruya?’. No nos sor-
prende que Jes
´
us los llamara Hijos del Trueno. Jes
´
us les respon-
di
´
o que no estaba bien que trataran a los dem
´
as de esa forma
(Lucas 9:51-56; Marcos 3:17).
Es cierto que a veces la gente se porta mal con nosotros. Tal
vez otros ni
˜
nos no te dejen jugar con ellos.Hasta puede que te di-
gan: “No te queremos por aqu
´
ı”. Cuando pasa algo as
´
ı, ¿verdad
que nos sentimos mal? Quiz
´
as nos den ganas de desquitarnos.
Pero ¿deber
´
ıamos hacerlo?...
¿Por qu
´
e no buscas tu Biblia? Vamos a leer Proverbios, cap
´
ıtu-
lo 24, vers
´
ıculo 29. All
´
ı aconseja: “No digas: ‘Tal como me hizo,
as
´
ıvoyahacerlea
´
el. Le pagar
´
eacadaunoseg
´
un act
´
ue’”.
¿Qu
´
e significan para ti esas palabras?... Quieren decir que
no debemos pagar con la misma moneda. No debemos portarnos
mal con alguien porque esa persona se haya portado mal con no-
sotros.Pero ¿y si alguien busca pelea contigo? Puede que te insul-
te para hacerte enfadar o se r
´
ıa de ti y diga que tienes miedo.
Imag
´
ınate que te llama cobarde. ¿Qu
´
edeber
´
ıas hacer? ¿Deber
´
ıas
responderle y pelear?...
Veamos de nuevo lo que dice la Biblia. Busca Mateo, cap
´
ıtu-
lo 5, vers
´
ıculo 39. Jes
´
us nos recomienda: “No resistan al que es
inicuo; antes bien, al que te d
´
e una bofetada en la mejilla dere-
cha, vu
´
elvele tambi
´
en la otra”. ¿Qu
´
e crees que quiso decir Jes
´
us
con esas palabras? ¿Que si alguien te da un pu
˜
netazo en un lado
delacaratienesquedejarlequetegolpeetambi
´
en en el otro
lado?...
¿EST
´
A
BIEN PELEARSE?
103

No,noeraesoloqueJes
´
us quiso decir. Una bofetada no es
como un pu
˜
netazo.Separecem
´
as a un empuj
´
on. Quien nos da
una bofetada o un empuj
´
on seguramente busca pelea. Quiere
que nos enojemos. Y si nos enojamos y tambi
´
en lo empujamos,
¿qu
´
e suceder
´
a?... Es probable que acabemos pele
´
andonos.
Pero Jes
´
us no quer
´
ıa que sus seguidores pelearan. Por eso dijo
que si alguien nos da una bofetada, no debemos devolv
´
ersela.
No debemos enojarnos ni pelear. Si lo hici
´
eramos, estar
´
ıamos de-
mostrando que somos iguales que la persona que comenz
´
ola
pelea.
Si surgen problemas, ¿qu
´
e crees que es lo mejor que se puede
hacer?... Lo mejor es marcharse. Quiz
´
as la otra persona te empu-
je algunavez m
´
as.Pero probablemente ah
´
ı quede todo. March
´
an-
¿Qu
´
e debemos hacer si alguien
busca pelea con nosotros?
104
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

dote no demuestras que eres d
´
ebil, sino que eres fuerte, porque
se necesita fortaleza para hacer lo que est
´
abien.
Pero ¿qu
´
e suceder
´
asiacabaspele
´
andote y eres t
´
uquiengana?
¿Qu
´
epodr
´
ıa ocurrir despu
´
es?... El que perdi
´
otalvezvuelvacon
sus amigos, y puede que incluso te lastime con un palo o una
navaja. ¿Entiendes ahora por qu
´
eJes
´
us no quer
´
ıa que pele
´
ara-
mos?...
¿Qu
´
edeber
´
ıamoshacersivemosqueotraspersonasseest
´
an
peleando? ¿Deber
´
ıamosponernosdepartedealgunadeellas?...
La Biblia nos aconseja qu
´
e hacer. Busquemos Proverbios, cap
´
ıtu-
lo 26, vers
´
ıculo 17. All
´
ı dice: “Como quien agarra por las orejas
a un perro es cualquiera que, al pasar, se enfurece por la
ri
˜
na que no es suya”.
¿Qu
´
e ocurrir
´
ıa si agarraras a un perro por las orejas?
Le doler
´
ıa y querr
´
ıa atacarte, ¿verdad? Cuanto m
´
as
tratara de soltarse el perro, m
´
as fuerte ten-
dr
´
ıas que agarrarlo y m
´
as nervioso se pon-
dr
´
ıa. Y si lo dejaras ir, probablemente te
morder
´
ıa con fuerza. Pero ¿puedes quedar-
te agarr
´
andolo por las orejas toda la vida?...
Puessivemosunapeleaynosmete-
mos en ella, nos buscaremos un problema
como ese. Puede que no sepamos qui
´
en
empez
´
o la pelea ni por qu
´
eest
´
an pelean-
do. Quiz
´
as la persona que est
´
a recibiendo
¿Por qu
´
e meterse en las peleas de otras personas
es como agarrar a un perro por las orejas?
Porque saldr
´
ıas lastimado, as
´
ı que no lo hagas
¿EST
´
A
BIEN PELEARSE?
105

golpes rob
´
o algo y por eso le est
´
an pegando. Si la ayudamos, es-
taremos ayudando a un ladr
´
on.Yesonoestar
´
ıa bien, ¿verdad?
Por eso, ¿qu
´
e debes hacer cuando veas una pelea?... Si es en la
escuela, puedes correr a dec
´
ırselo a un maestro. Ysi es fuera de
la escuela, puedes llamar a tus padres o a un polic
´
ıa. Aunque
otras personas quieran pelear, nosotros debemos ser pac
´
ıficos.
Los verdaderos disc
´
ıpulos de Jes
´
ushacemostodoloposible
por evitar las peleas. De esa forma demostramos que somos lo
suficientemente fuertes como para hacer lo que est
´
abien.LaBi-
blia dice que el disc
´
ıpulo de Jes
´
us “no tiene necesidad de pelear,
sino de ser amable para con todos” (2 Timoteo 2:24).
Vamos a buscar ahora m
´
as consejos que nos ayudan a evitar las peleas:
Romanos 12:17-21 y 1 Pedro 3:10, 11.
¿Qu
´
e debes hacer
si ves una pelea?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO
106

¿C
ONOCES a alguien que siempre quiera el primer lu-
gar?... Tal vez empuje a otros para ser el primero de la
cola. ¿Has visto eso alguna vez?... El Gran Maestro
incluso vio a adultos tratando de conseguir los mejores sitios o
los m
´
as importantes, y no le gust
´
o. Veamos lo que ocurri
´
o.
La Biblia nos cuenta que un fariseo, un importante l
´
ıder reli-
gioso, invit
´
oaJes
´
us a un banquete en su casa. Cuando Jes
´
us lle-
g
´
o, observ
´
oc
´
omo otros invitados entraban y eleg
´
ıan los mejores
lugares. Por eso, quiso ense
˜
nar una lecci
´
on a todos los que esta-
ban all
´
ı usando una ilustraci
´
on. ¿Te gustar
´
ıa o
´
ırla?...
xy CAP
´
ITULO 20vw
¿BUSCASSIEMPRE
EL PRIMER LUG
AR?
¿Has visto a personas tratando de ser las primeras?

Jes
´
us dijo: ‘Cuando alguien te invite a un banquete de bodas,
no escojas el mejor sitio’. ¿Sabes por qu
´
e dijo aquello?...
´
El expli-
c
´
oquequiz
´
as haya alg
´
un invitado m
´
as importante. Entonces,
como ves en la l
´
amina, el due
˜
no de la casa puede venir y decir:
‘Deja que este hombre ocupe ese lugar, y t
´
uveteall
´
ı’. ¿C
´
omo se
sentir
´
ıa el invitado?... Avergonzado de que todo el mundo lo vie-
ra cambiarse a un sitio menos importante.
Jes
´
us deseaba mostrarles que no est
´
abienquererocuparelsi-
tio m
´
as importante. Les dijo: ‘Cuando alguien te invite a un ban-
quete de bodas,busca el
´
ultimo puesto.As
´
ı,cuando llegue el que
te invit
´
o, te dir
´
a: “Amigo, ven a este lugar mejor”. De esa mane-
ra,recibir
´
as honra delante de los dem
´
as invitados cuando te cam-
bien a un lugar mejor’ (Lucas 14:1, 7-11).
¿Comprendes qu
´
equisoense
˜
nar Je-
s
´
us con esa ilustraci
´
on?... Pongamos
un ejemplo para ver si lo entendis-
te. Imag
´
ınate que te subes a un
autob
´
us lleno de gente. ¿De-
ber
´
ıas apresurarte a ocupar un
asiento y dejar que una perso-
na mayor se quede de pie?... ¿Le
gustar
´
ıaaJes
´
us que hicieras eso?...
Quiz
´
as alguien diga que a Jes
´
us
le da lo mismo. Pero ¿crees que es
as
´
ı?... Cuando Jes
´
us estaba en aquel
banquete en casa del fariseo, observ
´
o
c
´
omo la gente escog
´
ıa los asientos. ¿No crees que est
´
aigualde
interesado en lo que hacemos nosotros?... Ahora que Jes
´
us est
´
a
en el cielo, sin duda puede observarnos bien.
108

Cuando alguien intenta ser el primero, pueden surgir proble-
mas. Con frecuencia, los dem
´
as empiezan a discutir con
´
el y se
enfadan.Aveces sucede esto cuando los ni
˜
nosviajanjuntosenel
autob
´
us. Tan pronto como se abren las puertas, corren para ser
los primeros en subirse. Quieren los mejores asientos, los que es-
t
´
an junto a las ventanillas. ¿Qu
´
e puede ocurrir entonces?... Que
se enojen unos con otros.
Sin duda, el deseo de ser siempre el primero puede causar
muchos problemas. As
´
ılessucedi
´
oinclusoalosap
´
osto-
les de Jes
´
us. Como aprendimos en el cap
´
ıtulo 6, ellos
discutieron sobre qui
´
en era el m
´
as importante. ¿Qu
´
e
hizo Jes
´
us?... Los corrigi
´
o. Pero despu
´
es tuvieron otra
discusi
´
on. Veamos c
´
omo empez
´
o todo.
Los ap
´
ostoles y otros disc
´
ıpu-
los viajaban con Jes
´
us ha-
cia la ciudad
¿Qu
´
elecci
´
on estaba
ense
˜
nando Jes
´
us
cuando habl
´
ode
los que ocupaban
los mejores lugares?

de Jerusal
´
en por
´
ultima vez. Jes
´
us les hab
´
ıa hablado sobre su
Reino, y Santiago y Juan hab
´
ıan estado pensando en el hecho de
que ser
´
ıan reyes junto con
´
el. Hasta hab
´
ıan hablado de ello con
su madre, Salom
´
e (Mateo 27:56; Marcos 15:40). Por eso, cuando
iban de camino a Jerusal
´
en, Salom
´
eseacerc
´
oaJes
´
us, se inclin
´
o
ante
´
el y le pidi
´
ounfavor.
“¿Qu
´
e quieres?”, le pregunt
´
oJes
´
us. Ella le contest
´
oquelegus-
tar
´
ıa que permitiera a sus hijos sentarse al lado de
´
el en el Reino,
unoa laderechayotroa laizquierda.Cuando los otros diez ap
´
os-
toles se enteraron de lo que Santiago y Juan hab
´
ıan hecho que
su madre pidiera, ¿c
´
omo crees que se sintieron?...
Pues s
´
ı,seenfadaronmuchoconSantiagoyconJuan.Porlo
tanto, Jes
´
us les dio a todos sus ap
´
ostoles un buen consejo. Les ex-
¿Qu
´
elepidi
´
o Salom
´
eaJes
´
us, y cu
´
al fue el resultado?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

plic
´
o que a los gobernantes de las naciones les gusta ser podero-
sos e importantes. Quieren un puesto alto para que todos les obe-
dezcan. Pero Jes
´
us les dijo a sus seguidores que ellos no deb
´
ıan
comportarse as
´
ı,sinoque‘el quequisieraserel primeroentreellos
ten
´
ıa que ser esclavo de ellos’. Piensa en eso (Mateo 20:20-28).
¿Sabes qu
´
ehaceunesclavo?...Sirveaotros,noesperaquele
sirvan a
´
el. Ocupa el
´
ultimo lugar, no el primero. No se compor-
ta como el m
´
as importante, sino como el menos importante.
Y no olvides que Jes
´
us dijo que quien quisiera ser el primero de-
b
´
ıa comportarse como esclavo de los dem
´
as.
Entonces, ¿qu
´
e crees que eso significa para nosotros?... ¿Discu-
tir
´
ıaunesclavoconsuamosobrequi
´
en de los dos ocupar
´
ıa el
mejor asiento? ¿O sobre qui
´
en iba a comer primero? ¿T
´
uqu
´
e
piensas?...Jes
´
us explic
´
o que un esclavo siempre pone a su amo en
primer lugar (Lucas 17:7-10).
Por eso, en vez de tratar de ser los primeros, ¿qu
´
edeber
´
ıamos
hacer?... S
´
ı, comportarnos como esclavos de otros. Eso significa
que debemos ponerlos en primer lugar y pensar que ellos son
m
´
as importantes que nosotros. ¿De qu
´
e maneras se te ocurre que
puedes poner a los dem
´
as en primer lugar?... ¿Por qu
´
enovuelves
alasp
´
aginas 40 y 41 para repasar c
´
omo puedes servir a otros, y
ponerlos as
´
ıenprimerlugar?
Recordar
´
as que el Gran Maestro puso a otros en primer lugar
sirvi
´
endoles.La
´
ultima noche que pas
´
oconsusap
´
ostoles, incluso
se agach
´
oyleslav
´
o los pies. Si nosotros tambi
´
en ponemos a los
dem
´
as en primer lugar sirvi
´
endoles, agradaremos tanto al Gran
MaestrocomoasuPadre,Jehov
´
aDios.
Leamos otros textos b
´
ıblicos que nos animan a poner a los dem
´
as en pri-
mer lugar: Lucas 9:48; Romanos 12:3, y Filipenses 2:3, 4.
¿BUSCASSIEMPREELPRIMERLUG AR?
111

¿Q
U
´
Esignifica presumir? ¿Lo sabes?...Veamos un ejemplo.
¿Has intentado hacer algo aunque no te salga muy
bien? ¿Quiz
´
as dar una patada a un bal
´
on de f
´
utbol o
saltaralacuerda?¿Seburl
´
oalguiendetiytedijo:“Yolohago
mejor que t
´
u”?... En ese caso, la persona estaba presumiendo.
¿C
´
omo te sientes cuando otros hacen algo as
´
ı? ¿Te gusta?... En-
tonces, ¿c
´
omo crees que se sentir
´
an los dem
´
as si eres t
´
uquien
presume?... ¿Est
´
a bien decirle a alguien: “Yo soy mejor que t
´
u”?...
¿Le gustan a Jehov
´
a las personas que dicen eso?...
El Gran Maestro conoci
´
oapersonasquesecre
´
ıan mejores que
nadie. Presum
´
ıan de s
´
ı mismas y despreciaban a todo el mundo.
Por eso, en cierta ocasi
´
on Jes
´
us les relat
´
o una historia que demos-
traba lo malo que era sentirse superior a los dem
´
as. Vamos a
escucharla.
La historia trata de un fariseo y de un recaudador de impuestos.
Los fariseos eran maestros religiosos que a menudo se comporta-
ban como si fueran m
´
as justos que otras personas. El fariseo de la
historia de Jes
´
us subi
´
oaltemplodeDiosenJerusal
´
en para orar.
Jes
´
us cont
´
o que un recaudador de impuestos tambi
´
en subi
´
oal
templo a orar. A la mayor
´
ıadelagentenolegustabanlosrecau-
dadores, pues pensaban que trataban de estafarlos. Y lo cierto es
que muchos recaudadores de impuestos no siempre eran honra-
dos.
xy CAP
´
ITULO 21vw
¿TENEMOS MOTIVOS
P
ARAPRESUMIR?
112

En el templo, el fariseo comenz
´
osuoraci
´
on a Dios de esta for-
ma: ‘Oh Dios, te doy las gracias porque no soy un pecador como
los dem
´
as. No le robo a la gente ni hago otras cosas malas. No soy
como ese recaudador de impuestos de ah
´
ı. Soy un hombre justo.
Dejo de comer dos veces a la semana para tener m
´
as tiempo para
pensar en ti. Y le doy al templo una d
´
ecima parte de todo lo que
gano’. Aquel fariseo realmente se cre
´
ıa mejor que otras personas,
¿no es cierto?... Y adem
´
as se lo dijo a Dios.
Pero el recaudador de impuestos no era as
´
ı. Ni siquiera levan-
t
´
o los ojos hacia el cielo para orar. Se mantuvo de pie a cierta dis-
tancia con la cabeza inclinada. Estaba muy arrepentido de sus
pecados y se daba golpes en el pecho para demostrar su dolor.
No intent
´
o decirle a Dios lo bueno que era. M
´
as bien, le pidi
´
o:
‘Oh Dios, s
´
e bondadoso conmigo, que
soy pecador’.
¿Cu
´
al de estos dos hombres crees
que estaba agradando a Dios? ¿El fa-
riseo,quesecre
´
ıa tan bueno? ¿O el
recaudador de impuestos, que estaba
arrepentido de sus pecados?...
Jes
´
us dijo que fue el recau-
dador de impuestos quien
agrad
´
oaDios.¿Porqu
´
e? Je-
s
´
us explic
´
oquetodoel
que trata de parecer me-
jor que los dem
´
as quedar
´
a
en verg
¨
uenza, pero el que
es humilde recibir
´
ahonra
(Lucas 18:9-14).
¿Por qu
´
eleagrad
´
o
a Dios el recaudador
de impuestos, pero
no el fariseo?
¿TENEMOS MOTIVOS P ARAPRESUMIR?

¿Qu
´
e lecci
´
on estaba ense
˜
nando Jes
´
us con esta historia?... Mos-
tr
´
oqueest
´
a mal pensar que somos mejores que otros. Tal vez
no lo digamos, pero nuestra forma de actuar puede demostrar
que lo creemos. ¿Te has comportado alguna vez de esa manera?...
Piensa en lo que le ocurri
´
oalap
´
ostol Pedro.
Cuando Jes
´
uslesdijoasusap
´
ostoles que todos lo abando-
nar
´
ıan cuando fuera arrestado, Pedro respondi
´
o muy orgulloso:
‘¡Aunque todos los dem
´
as te abandonen, yo nunca lo har
´
e!’.Pero
Pedro se equivocaba. Estaba demasiado seguro de s
´
ımismo.
´
El s
´
ı
abandon
´
oaJes
´
us. Sin embargo, despu
´
es volvi
´
o, como veremos
en el cap
´
ıtulo 30 de este libro (Mateo 26:31-33).
Tomemos un ejemplo de nuestros d
´
ıas. Quiz
´
as a un compa
˜
ne-
ro de clase y a ti les hagan algunas preguntas en la escuela. ¿Qu
´
e
pasar
´
ıa si t
´
urespondierasr
´
apidamente, pero tu compa
˜
nero no?
Por supuesto,saber las respuestas har
´
ıa que te sintieras bien.Pero
¿ser
´
ıa justo que te creyeras mejor que el ni
˜
no que tard
´
oenres-
ponder?... ¿Estar
´
ıa bien que intentaras llamar la atenci
´
on aver-
gonzando al otro ni
˜
no?...
Eso fue lo que hizo el fariseo. Presumi
´
o de ser mejor que el re-
caudador de impuestos. Pero el Gran Maestro dijo que el fariseo
estaba equivocado. Aunque hagamos algunas cosas mejor que
otras personas, eso no significa que seamos mejores que ellas.
Por eso, si sabemos m
´
as que otra persona,¿es esa unabuena ra-
z
´
on para presumir?... Piensa en esto: ¿hemos creado nosotros
nuestro cerebro?... No, Dios nos lo ha dado. Y la mayor
´
ıa de las
cosas que sabemos las aprendimos de los dem
´
as. Tal vez las le
´
ı-
mosenunlibrooalguiennoslasense
˜
n
´
o. Aunque descubramos
algunas por nosotros mismos, ¿c
´
omolologramos?...Utilizandoel
cerebro que Dios nos dio.
114
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Cuando alguien se es-
fuerza mucho, es bueno
que le digas algo que lo
anime.Dilequetegust
´
o
lo que hizo. Quiz
´
as pue-
das ayudarlo a hacerlo
mejor. ¿No te gustar
´
ıa
que otros hicieran eso
por ti?...
Algunas personas son m
´
as fuertes que otras. ¿Qu
´
ehaysit
´
u
eres m
´
as fuerte que tu hermano o tu hermana? ¿Es motivo para
quepresumasdeello?...No,noloes.Loquenoshacefuer-
tes son los alimentos que comemos. Y Dios nos da la luz del
sol, la lluvia y todo lo necesario para
que crezcan las plantas y tengamos ali-
mentos, ¿verdad?... Por eso, si somos
fuertes, debemos dar las gracias a Dios
(Hechos 14:16, 17).
Anadielegustao
´
ır a los que ha-
blan con orgullo de s
´
ımismos,¿noes
cierto?... Recordemos las palabras de
Jes
´
us: ‘As
´
ı como quieren que otras
personas les hagan a ustedes, h
´
agan-
les de igual manera a ellas’. Si cum-
plimos ese mandato, nunca seremos
como el fariseo que se sent
´
ıa orgullo-
so de s
´
ı mismo en la historia que rela-
t
´
o el Gran Maestro (Lucas 6:31).
¿Eres mejor persona por saber m
´
as que otros?
¿Por qu
´
e no es bueno
presumir de ser m
´
as
fuertesquelosdem
´
as?
115

En cierta ocasi
´
on, alguien llam
´
obuenoaJes
´
us. ¿Afirm
´
oel
Gran Maestro: “S
´
ı, soy bueno”?... No, no lo hizo. En vez de eso,
dijo:“Nadieesbueno,sinounosolo,Dios”(Marcos10:18).Aun-
que el Gran Maestro era perfecto, no presumi
´
o. M
´
as bien, dio
toda la alabanza a su Padre, Jehov
´
a.
Entonces, ¿hay alguien de quien podamos presumir o sentir-
nos orgullosos?... S
´
ı, lo hay. Podemos sentirnos orgullosos de
nuestro Creador, Jehov
´
a Dios. Cuando vemos un hermoso atar-
decer u otra maravilla de la creaci
´
on, podemos decir a los dem
´
as:
“¡Nuestrogran Dios,Jehov
´
a, lo cre
´
o!”. Que siempre estemos dis-
puestos a hablar de las cosas maravillosas que Jehov
´
ahizoenel
pasado y har
´
a en el futuro.
Vamos a ver lo que dicen las Escrituras sobre presumir o ser orgullosos, y
aprenderemos por qu
´
e debemos evitarlo. Leamos Proverbios 16:5, 18; Jere-
m
´
ıas 9:23, 24; 1 Corintios 4:7, y 13:4.
¿De qui
´
en est
´
a orgulloso este ni
˜
no?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

I
MAG
´
INATE que una ni
˜
na le dice a su madre: “Cuando sal-
ga de la escuela, vengo enseguida a casa”. Pero luego se que-
da a jugar con sus amigas y al volver explica: “La maestra
me hizo quedarme despu
´
es de clase”. ¿Estar
´
ıa bien que dijera
algo as
´
ı?...
O supongamos que un ni
˜
no le asegura a su padre: “No, pap
´
a,
no jugu
´
e a la pelota dentro de la casa”, pero en realidad s
´
ılo
hizo. ¿Estar
´
ıa mal que dijera que no?...
El Gran Maestro nos ense
˜
n
´
o
c
´
omo deb
´
ıamos comportarnos
cuando dijo: ‘Que su palabraS
´
ı
signifique S
´
ıysuNo,No; por-
quecualquierotracosaproviene
del inicuo’ (Mateo 5:37). ¿Qu
´
e
quisodaraentenderJes
´
us con
aquellas palabras?... Que de-
bemos hacer lo que decimos.
En la Biblia hay una histo-
riaquedemuestraloimportan-
te que es decir laverdad. Habla
de dos personas que afirmaban
ser disc
´
ıpulos de Jes
´
us. Veamos
lo que ocurri
´
o.
xy CAP
´
ITULO 22vw
¿PORQU
´
ENODEBEMOSMENTIR?
¿Qu
´
e ha hecho este ni
˜
no
que est
´
a mal?
117

Menosdedosmesesdespu
´
es de la muerte de Jes
´
us, muchas
personas de lugares lejanos llegaron a Jerusal
´
en para celebrar
una fiesta importante de los jud
´
ıos conocida como Pentecost
´
es.
El ap
´
ostol Pedro pronunci
´
o un discurso extraordinario en el que
habl
´
oalagentedeJes
´
us y les cont
´
oqueJehov
´
alohab
´
ıa resuci-
tado. Aquella fue la primera vez que muchos de los que hab
´
ıan
ido a Jerusal
´
en oyeron hablar de Jes
´
us. Entonces quisieron saber
m
´
as. Por eso, ¿qu
´
e hicieron?
Se quedaron en la ciudad
m
´
as tiempo del que hab
´
ıan
planeado. Pero a algunos
se les termin
´
oeldine-
ro y no pod
´
ıan com-
prar alimentos. Los
disc
´
ıpulos de Jerusa-
l
´
en quisieron ayudar
alosvisitantes,as
´
ı
que muchos de ellos
vendieron algunas
de sus cosas y entre-
garon el dinero a los
ap
´
ostoles de Jes
´
us.
Entonces, los ap
´
os-
toles repartieron el
dinero entre los ne-
cesitados.
Anan
´
ıas y su esposa, Safira, que eran miembros de la congre-
gaci
´
on cristiana de Jerusal
´
en, vendieron un terreno que ten
´
ıan.
Nadie les hab
´
ıa dicho que lovendieran;lo decidieron ellos.Pero
¿Qu
´
e mentira le dijo
Anan
´
ıas a Pedro?
118
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

no lo hicieron porque amaran a los nuevos disc
´
ıpulos de Jes
´
us.
En verdad, Anan
´
ıas y Safira quer
´
ıan que la gente creyera que
ellos eran mejores de lo que realmente eran.Por eso,se pusieron
de acuerdo para decir que iban a dar todo el dinero de la venta
para ayudar a otras personas. Solo pensaban dar una parte, pero
dir
´
ıan que lo hab
´
ıan dado todo. ¿T
´
uqu
´
eopinasdeeso?...
Bueno, Anan
´
ıas fue a ver a los ap
´
ostoles y les dio el dinero.
Por supuesto, Dios sab
´
ıa que no lo estaba dando todo, as
´
ıquele
revel
´
oalap
´
ostol Pedro que Anan
´
ıas no estaba diciendo laverdad.
Pedro dijo entonces: ‘Anan
´
ıas, ¿por qu
´
etehasdejadollevar
por Satan
´
as? El terreno era tuyo. No ten
´
ıas que venderlo.Y, aun
despu
´
es de venderlo, lo que hicieras con el dinero era cosa tuya.
¿Por qu
´
e finges dar todo el dinero si solo has dado una parte de
´
el? Haciendo eso no solo nos mientes a nosotros, sino tambi
´
en
aDios’.
El asunto era as
´
ıdeserio.Anan
´
ıas estaba mintiendo. No es-
taba haciendo lo que dec
´
ıa; solo lo fing
´
ıa. La Biblia nos dice lo
que ocurri
´
o a continuaci
´
on: ‘Al o
´
ırlaspalabrasdePedro,Ana-
n
´
ıas cay
´
o muerto’. Dios hizo que Anan
´
ıas muriera. Despu
´
es, se
llevaron su cuerpo y lo enterraron.
¿Qu
´
elesucedi
´
oaAnan
´
ıas
por mentir?
¿POR QU
´
ENODEBEMOSMENTIR?

Unas tres horas m
´
as tarde lleg
´
o Safira. Como ella no sa-
b
´
ıa lo que le hab
´
ıa ocurrido a su esposo, Pedro le pregunt
´
o:
‘¿Vendieron ustedes el terreno por la cantidad de dinero que
nos dieron?’.
Safira contest
´
o: ‘S
´
ı, lo vendimos justo por esa cantidad’. Pero
era mentira.Se hab
´
ıan quedado con parte del dinero de la venta
del terreno. Por tal raz
´
on, Dios tambi
´
en hizo que Safira muriera
(Hechos 5:1-11).
¿Qu
´
eaprendemosdeloquelesocurri
´
oaAnan
´
ıas y Safira?...
Que a Dios no le gustan los mentirosos.
´
El quiere que siempre
digamos la verdad. Pero muchas personas piensan que no es
malo decir mentiras. ¿Crees que tienen raz
´
on?... ¿Sab
´
ıas que to-
das las enfermedades, el dolor y la muerte que sufrimos los hu-
manos son el resultado de una mentira?...
Recuerda que el Diablo enga
˜
n
´
o a la primera mujer, Eva.
Le dijo que no morir
´
ıa si desobedec
´
ıa a Dios y com
´
ıa el
fruto que
´
El le hab
´
ıa prohibido comer. Eva crey
´
o
al Diablo y comi
´
odel
´
arbol. Luego convenci
´
oa
Ad
´
an para que tambi
´
en comiera, y de esa for-
ma,ambos se volvieron pecadores.Ahora todos
sus hijos nacer
´
ıan pecadores y, debido a eso,
sufrir
´
ıan y morir
´
ıan. ¿C
´
omo comenz
´
oelpro-
blema?... Todo comenz
´
oconunamentira.
Ya vemos por qu
´
eJes
´
us dijo que el Dia-
blo ‘es un mentirosoyel padre de la men-
tira’, pues
´
el fue el primero que dijo una
mentira. Cuando alguien miente, est
´
aha-
ciendo lo mismo que hizo el Diablo. De-
Seg
´
un Jes
´
us, ¿qui
´
en
dijo la primera
mentira? ¿Cu
´
al
fue el resultado?
120
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

ber
´
ıamos pensar en esto si alguna vez sentimos la tentaci
´
on de
decir una mentira (Juan 8:44).
¿Cu
´
ando podr
´
ıas sentir la tentaci
´
on de mentir?... ¿Verdad que
es cuando haces algo malo?... Tal vez hayas roto algo sin querer.
Si te preguntan, ¿deber
´
ıasdecirqueunodetushermanoslo
hizo? ¿O fingir quiz
´
as que no sabes c
´
omo ocurri
´
o?...
¿Ysi ten
´
ıas que hacer los deberes escolares, pero no los acabas-
te? ¿Deber
´
ıas decir que los hiciste todos, aunque no fuera ver-
dad?...Recordemos a Anan
´
ıas y Safira.No dijeron toda laverdad,
yDiosmostr
´
olomaloqueera
esohaciendoquemurieran.
Por lo tanto, sin impor-
tar lo que hayamos hecho,la
situaci
´
on siempre ser
´
apeor
si mentimos. Ni siquiera
debemos decir verdades a
medias. La Biblia nos man-
da que ‘hablemos la verdad’
yque‘noestemosminti
´
en-
donos unos a otros’. Jehov
´
a
siempre dice la verdad y es-
pera que nosotros hagamos
lo mismo (Efesios 4:25; Co-
losenses 3:9).
Siempre debemos decir la ver-
dad. As
´
ı se indica en
´
Exodo
20:16; Proverbios 6:16-19; 12:19;
14:5; 16:6, y Hebreos 4:13.
¿Cu
´
ando podr
´
ıas sentir
la tentaci
´
on de mentir?
¿POR QU
´
ENODEBEMOSMENTIR?

¿C
ONOCES a alguien que est
´
e enfermo?... Es probable
que t
´
u mismo te enfermes a veces. Quiz
´
as te resfr
´
ıes
o te duela el est
´
omago. Algunas personas est
´
an muy
enfermas. Ni siquiera pueden ponerse de pie sin ayuda, sobre
todo si son muy mayores.
Todo el mundo cae enfermo de vez en cuando.¿Sabes por qu
´
e
la gente se enferma, envejece y muere?... Jes
´
us mostr
´
oelmotivo
en cierta ocasi
´
on en la que le llevaron a un hombre que no po-
d
´
ıa andar. Voy a contarte lo que pas
´
o.
Jes
´
us se estaba quedando en una casa de una ciudad cercana
al mar de Galilea, y una muchedumbre fue a verlo. Eran tantas
personas, que llenaron la casa. Nadie pod
´
ıa acercarse ni siquiera
alapuerta.Perosegu
´
ıa llegando gente. Un grupo de personas
trajo a un hombre que ten
´
ıa par
´
alisis y no pod
´
ıa ni caminar.
Lo ten
´
ıan que llevar en camilla entre cuatro hombres.
¿Sabes por qu
´
e quisieron llevar al enfermo a donde estaba Je-
s
´
us?... Porque ten
´
ıan fe en que Jes
´
us pod
´
ıa ayudarlo, en que le
pod
´
ıa curar su enfermedad. Pero con la casa tan llena, ¿c
´
omo
crees que lograron acercar el paral
´
ıtico a Jes
´
us?...
Bueno, en la ilustraci
´
on puedes ver c
´
omo lo hicieron. En pri-
mer lugar, subieron al hombre al techo, que era plano. En-
tonces, hicieron en
´
el un gran agujero. Por
´
ultimo, bajaron al
xy CAP
´
ITULO 23vw
¿POR QU
´
E
NOS ENFERM
AMOS?
122

paral
´
ıtico en su camilla a trav
´
esdelagujerohastalahabitaci
´
on
de abajo. ¡Cu
´
anta fe ten
´
ıan!
Todas las personas de la casa se sorprendieron al ver lo que
ocurr
´
ıa. El paral
´
ıtico que estaba en la camilla qued
´
ojustoen
medio de ellos. ¿Se enoj
´
oJes
´
us cuando vio lo que hab
´
ıan hecho
los hombres?... Por supuesto que no. Se alegr
´
ode
ver que ten
´
ıan fe. Le dijo al paral
´
ıtico:“Tus peca-
dos son perdonados”.
Algunas personas pensaron que no estaba
bien que Jes
´
us dijera aquello. No cre
´
ıan que
´
el pudiera perdonar los pecados. Por eso, para
¿Qu
´
eledijoJes
´
us
al paral
´
ıtico que hiciera?
¿POR QU
´
ENOSENFERM AMOS?

demostrar que s
´
ıpod
´
ıa hacerlo, Jes
´
us le dijo al hombre: “Lev
´
an-
tate, toma tu camilla, y vete a tu casa”.
Cuando Jes
´
us dijo esas palabras, el
hombre se cur
´
odelapar
´
alisis. Pudo
levantarse sin ayuda y andar. Las
personas que vieron el milagro
estaban asombradas. Nunca ha-
b
´
ıan visto nada tan maravi-
lloso. Alabaron a Jehov
´
apor
darles a ese Gran Maestro, que
hasta pod
´
ıa curar las enfermedades
(Marcos 2:1-12).
¿Qu
´
eaprendemosdeestemilagro?...
Que Jes
´
us tiene el poder de perdonar los
pecados y curar a los enfermos. Pero tam-
bi
´
en aprendemos otra cosa muy importan-
te:que nos enfermamos debido al pecado.
Puesto que todos nos ponemos enfermos alguna vez, ¿quiere
decir eso que todos somos pecadores?... S
´
ı, la Biblia dice que
todos nacemos en pecado. ¿Sabes lo que significa nacer en peca-
do?... Significa que cuando nacemos ya somos imperfectos. Ave-
ces hacemos las cosas mal aunque no queramos. Pero ¿por qu
´
e
nos convertimos todos en pecadores?...
Fue porque el primer hombre, Ad
´
an, pec
´
o al desobedecer
la ley de Dios. Y todos heredamos el pecado de Ad
´
an. ¿Sabes
c
´
omo? Intentar
´
eexplic
´
artelo de forma que lo puedas entender.
Quiz
´
as hayas visto a alguien hacer pan en un molde. ¿Qu
´
ele
ocurrir
´
a al pan si hay alguna abolladura en el molde? ¿Te lo
¿Qu
´
e aprendemos
de este milagro?
124
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

imaginas?... Cualquier pan que ha-
gas con el molde saldr
´
acon
la marca de esa abolladura,
¿verdad?...
Ad
´
an fue como el mol-
de, y nosotros somos como el pan.
Al desobedecer la ley de Dios, Ad
´
an
se volvi
´
o imperfecto. Fue como si des-
de entonces tuviera una abolladura, o
marca de imperfecci
´
on. Por eso, cuando
le nacieran hijos, ¿c
´
omo ser
´
ıan?... Todos
tendr
´
ıan esa misma marca de imperfecci
´
on.
La mayor
´
ıa de los ni
˜
nos no nacen con imperfecciones que se
noten a simple vista. No les falta un brazo ni una pierna. Pero
la imperfecci
´
on que tienen es lo suficientemente grave como
para que se enfermen y, con el tiempo, mueran.
Sin embargo, algunas personas se enferman m
´
as que otras.
¿Por qu
´
esucedeesto?¿Esporquenacenm
´
as pecadoras?... No,
todo el mundo nace igual de pecador. Todos nacemos imperfec-
tos y,por eso,tarde o temprano,padecemos alguna enfermedad.
Incluso quienes tratan de obedecer todas las leyes de Dios y
no hacen nada realmente malo se ponen enfermos.
Entonces, ¿por qu
´
ealgunosseenfermanm
´
as que otros?...
Por muchas razones. Puede que no tengan suficientes alimentos
o que estos no sean nutritivos. Quiz
´
as coman muchos dulces
y golosinas. Otra raz
´
onpuedeserqueseacuestenmuytardey
no duerman lo suficiente. Tal vez no se abriguen bien cuando
hace fr
´
ıo. Algunas personas tienen el cuerpo muy debilitado,
¿C
´
omo nos convertimos
todos en pecadores?
¿POR QU
´
ENOSENFERM AMOS?
125

y no pueden combatir las en-
fermedades aunque intenten cui-
darse.
¿Llegar
´
aeld
´
ıa en que no nos en-
fermemos? ¿Nos libraremos alguna
vez del pecado?... Bueno, ¿qu
´
ehizo
Jes
´
us con aquel paral
´
ıtico?... Le perdo-
n
´
o sus pecados y lo cur
´
o. De esa forma,
Jes
´
us demostr
´
oloquehar
´
a en el futuro
con todos los que se esfuerzan por hacer lo
que est
´
abien.
Si demostramos que no queremos pecar y
que odiamos lo malo, Jes
´
us nos sanar
´
a. Como
Rey del Reino de Dios, acabar
´
aconlaimper-
fecci
´
on que ahora tenemos. El peca-
do no desaparecer
´
aenseguida,sino
poco a poco. Entonces, cuando
se haya ido para siempre, nun-
ca volveremos a enfermarnos.
Todos tendremos salud perfec-
ta. ¡Qu
´
e felicidad!
Encontraremos m
´
as detalles
sobre c
´
omo el pecado afecta a
todo el mundo en Job 14:4;
Salmo 51:5; Romanos
3:23; 5:12, y 6:23.
¿C
´
omo ser
´
a nuestra salud cuando
haya desaparecido el pecado?

¿A
LGUNAvez te han robado algo?... ¿C
´
omo te sentiste?...
Quien te rob
´
oeraunladr
´
on, y a nadie le gustan los
ladrones. ¿C
´
omo crees que alguien se hace ladr
´
on?
¿Nace as
´
ı?...
En la lecci
´
on anterior aprendimos que todos nacemos peca-
dores y, por lo tanto, somos imperfectos. Pero nadie nace siendo
ladr
´
on. Es posible que la persona venga de una familia buena,
que sus padres y hermanos sean honrados. Pero su deseo de
conseguir dinero y comprarse muchas cosas puede hacer que se
conviertaenunladr
´
on.
¿Qui
´
en dir
´
ıas t
´
uquefueelprimerladr
´
on?... Aver, pensemos
un poco. El Gran Maestro lo conoci
´
ocuandoestabaenelcielo.
Aquel ladr
´
on era un
´
angel. Pero si Dios hab
´
ıa creado perfectos a
todos los
´
angeles, ¿c
´
omo fue que aquel se hizo ladr
´
on?... Bueno,
como aprendimos en el cap
´
ıtulo8deestelibro,quisoalgoque
no le pertenec
´
ıa. ¿Recuerdas qu
´
e fue?...
Despu
´
es de que Dios creara al primer hombre y a la primera
mujer, aquel
´
angel quiso que ellos lo adoraran a
´
el. No ten
´
ıa
derecho a esto, porque la adoraci
´
on pertenec
´
ıa a Dios. Pero la
rob
´
o, por decirlo as
´
ı. Consigui
´
oqueAd
´
an y Eva lo adoraran, y
as
´
ıseconvirti
´
oenladr
´
on. Lleg
´
o a ser Satan
´
as el Diablo.
¿Qu
´
e convierte a alguien en un ladr
´
on?...El deseo de tener lo
que no le pertenece.
Ese deseo puede volverse tan fuerte que has-
ta lleve a gente buena a hacer cosas malas. En algunos casos,
xy CAP
´
ITULO 24vw
NUNCASEASUNLADR
´
ON
127

quienes se hacen ladrones nunca se arrepienten ni vuelven a ha-
cer lo bueno. Una de esas personas fue un ap
´
ostol de Jes
´
us que
se llamaba Judas Iscariote.
Judas sab
´
ıa que robar era malo, pues le hab
´
ıan ense
˜
nado la
Ley de Dios desde ni
˜
no. Sab
´
ıa que en cierta ocasi
´
on Dios hab
´
ıa
hablado desde el cielo y le hab
´
ıa dicho a su pueblo: “No de-
bes hurtar” (
´
Exodo 20:15). Cuando Judas creci
´
o, conoci
´
oal
Gran Maestro y se convirti
´
oendisc
´
ıpulo suyo. Con el tiempo,
Jes
´
us incluso lo escogi
´
oparaquefueraunodesusdoceap
´
osto-
les.
Jes
´
us y sus ap
´
ostoles viajaban y com
´
ıan juntos. Todo el dinero
del grupo se guardaba en una caja, y Jes
´
us se la dio a Judas para
que la cuidara. Por supuesto, el dinero no le pertenec
´
ıaaJudas.
Pero ¿sabes qu
´
ehizo
´
el alg
´
un tiempo despu
´
es?...
Judas comenz
´
oasacardinerodelacajacuandonodeb
´
ıa.
Lo hac
´
ıa cuando los dem
´
as no lo ve
´
ıan, y hasta intent
´
oencon-
trar la forma de conseguir m
´
as. Comenz
´
o a pensar en el dinero
todo el tiempo. Veamos a qu
´
e lo llev
´
oaqueldeseomalopocos
d
´
ıas antes de que mataran al Gran Maestro.
Mar
´
ıa, la hermana del amigo de Jes
´
us llamado L
´
azaro, tom
´
o
aceite de la mejor calidad y lo derram
´
osobrelospiesdeJes
´
us.
Pero Judas se quej
´
o. ¿Sabes por qu
´
e?... Dijo que ese aceite se de-
ber
´
ıa haber vendido para dar el dinero a los pobres. En realidad,
lo que
´
el quer
´
ıa era tener m
´
as dinero en la caja para poder
robarlo (Juan 12:1-6).
Jes
´
usledijoaJudasquedejaratranquilaaMar
´
ıa, que hab
´
ıa
sido tan bondadosa. AJudas no le gust
´
oqueJes
´
us dijera aquello,
por eso fue a donde estaban los sacerdotes principales, los ene-
128
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

migos de Jes
´
us. Ellos quer
´
ıan arrestar a Jes
´
us, pero quer
´
ıan ha-
cerlo de noche para que nadie los viera.
Judas les dijo a los sacerdotes: ‘Si me dan dinero, les explica-
r
´
ec
´
omo pueden detener a Jes
´
us. ¿Cu
´
anto est
´
an dispuestos a
darme?’.
Los sacerdotes contestaron: ‘Te daremos treinta monedas de
plata’ (Mateo 26:14-16).
Judas acept
´
o el dinero de aquellos hombres. Fue como si les
hubieravendido al Gran Maestro.¿Puedes creer que alguien
cometa una maldad as
´
ı?...Pues ese es el tipo de cosas que
ocurren cuando alguien se hace ladr
´
on y roba di-
nero. Ama el dinero m
´
as de lo que ama
a otras personas e incluso a Dios.
Quiz
´
as t
´
u digas: “Yo nunca amar
´
e
ninguna cosa m
´
as de lo que amo
aJehov
´
aDios”.Esbuenoque
pienses as
´
ı. Probablemente, eso
fue lo que Judas pens
´
ocuando
Jes
´
usloeligi
´
oparaquefuerasu
ap
´
ostol. Otros que se hicie-
ron ladrones tal vez creye-
ron lo mismo. Hablemos
de algunos de ellos.
Uno fue un siervo de
Dios llamado Ac
´
an, que
vivi
´
omuchoantesde
¿Por qu
´
e
robaba Judas?
NUNCASEASUNL ADR
´
ON

que naciera el Gran Maestro.
Ac
´
an vio un vestido hermo-
so, una barra de oro y algu-
naspiezasdeplata.Ninguno
de esos objetos le pertene-
c
´
ıan. La Biblia dice que eran
de Jehov
´
aporqueelpueblo
de Dios se los hab
´
ıa quita-
do a sus enemigos.Pero Ac
´
an
los deseaba tanto que
los rob
´
o(Josu
´
e6:19;
7:11, 20-22).
Veamos otro ejem-
plo.Hace muchotiem-
po, Jehov
´
aescogi
´
oa
David para que fuera el
reydelpueblodeIsrael.
Un d
´
ıa, David comenz
´
o
a observar a una hermo-
sa mujer llamada Bat-
seba. Sigui
´
omir
´
andola
ypensandoentra
´
ersela
a su casa para estar con
ella.Sinembargo,eralaesposadeUr
´
ıas.
¿Qu
´
edeber
´
ıa haber hecho David?...
David deber
´
ıa haber dejado de pensar
en Bat-seba, pero no lo hizo. As
´
ıquesela
¿En qu
´
e cosas malas
est
´
an pensando Ac
´
an y David?
¿En qu
´
esentidofueAbsal
´
on un ladr
´
on?

llev
´
o a su casay se encarg
´
odequemataranaUr
´
ıas.¿Por qu
´
ehizo
David aquellas cosas malas?... Porque dese
´
o a una mujer que era
de otro hombre (2 Samuel 11:2-27).
Como David se arrepinti
´
o,Jehov
´
alepermiti
´
oseguirconvida.
Pero desde entonces, tuvo muchos problemas. Su hijo Absal
´
on
quiso quitarle el puesto de rey. Cuando la gente iba a ver a Da-
vid, Absal
´
on los abrazaba y los besaba. La Biblia dice: “Absal
´
on
sigui
´
orob
´
andoseel coraz
´
on de los hombres de Israel”. Finalmen-
te consigui
´
o que aquellas personas quisieran que
´
el fuera rey en
lugar de David (2 Samuel 15:1-12).
¿Alguna vez has sentido un deseo grande de tener algo, como
Ac
´
an, David y Absal
´
on?...Siesacosaperteneceaotrapersona,
tomarla sin permiso es robar. ¿Recuerdas qu
´
efueloquequisoel
primer ladr
´
on, Satan
´
as?... Quiso que la gente lo adorara a
´
el en
vezdeaDios.DemaneraqueSatan
´
as estaba robando cuando
hizo que Ad
´
an y Eva le obedecieran.
Cuando una persona es due
˜
na de algo, tiene el derecho de
decidir qui
´
en puede usarlo. Por ejemplo, si vas a jugar a casa de
otros ni
˜
nos, ¿est
´
a bien que te lleves algo de su casa a la tuya?...
No, a menos que su pap
´
aosumam
´
atediganquepuedeshacer-
lo. Si te llevas una cosa sin pedir permiso, est
´
as robando.
¿Qu
´
e puede hacer que te sientas tentado a robar?... El deseo
de tener algo que no te pertenece. Aunque ninguna otra perso-
na te vea llev
´
artelo, ¿qui
´
en te est
´
a viendo?... Jehov
´
aDios.Debe-
mos recordar que Dios odia el robo. Por eso, el amor a Dios y al
pr
´
ojimo evitar
´
a que seas un ladr
´
on.
La Biblia explica claramente que robar es malo. Leamos, por favor, Mar-
cos 10:17-19; Romanos 13:9, y Efesios 4:28.
NUNCASEASUNL ADR
´
ON
131

¿N
OSER
´
IA maravilloso que todo el mundo hiciera el
bien?... Pero la verdad es que no hay nadie que lo
haga siempre. ¿Sabes por qu
´
e todos nos portamos
mal a veces, aunque no queramos?... Porque todos nacemos pe-
cadores. Pero hay personas que hacen muchas cosas terribles.
Odianaotrosyloslastimanaprop
´
osito. ¿Crees que pueden cam-
biar y aprender a ser buenos?...
F
´
ıjateeneljovenqueest
´
a cuidando los mantos de los hombres
que lanzan piedras contra Esteban. Su nombre hebreo es Saulo,
pero adem
´
as tiene un nombre romano, Pablo.
´
El se alegra de que
maten a Esteban, que es disc
´
ıpulo del Gran Maestro. Pero vea-
mos por qu
´
e Saulo es tan malo.
Saulo pertenec
´
ıa al grupo religioso jud
´
ıo de los fariseos. Aun-
que ellos ten
´
ıan la Palabra de Dios, hac
´
ıan m
´
as caso a las ense-
˜
nanzas de algunos de sus propios l
´
ıderes religiosos que a las
Escrituras. A eso se deb
´
ıa el mal comportamiento de Saulo.
Saulo estaba en Jerusal
´
en cuando arrestaron a Estebany lo lle-
varon ante el tribunal. All
´
ıhab
´
ıa algunos jueces fariseos. A pe-
sardelascosasmalasquesedijeronsobreEsteban,
´
el no tuvo
miedo. Con valor les predic
´
oalosjuecessobreJehov
´
aDiosy
Jes
´
us.
Sin embargo, a los jueces no les gust
´
o lo que escucharon. Ellos
ya sab
´
ıan mucho de Jes
´
us. De hecho, poco tiempo antes lo ha-
xy CAP
´
ITULO 25vw
¿PUEDEN CAMBIAR
LOS QUE H
ACEN COSASMALAS?
132

b
´
ıan condenado a muerte. Despu
´
es Jehov
´
ahab
´
ıa llevado a Jes
´
us
de vuelta al cielo. Pero los jueces, envez de cambiar su conducta,
hab
´
ıan empezado a perseguir a los disc
´
ıpulos de Jes
´
us.
Los jueces agarraron a Esteban y lo sacaron a las afueras de la
ciudad, donde lo tiraron al suelo y lo apedrearon. Como puedes
ver en la l
´
amina, Saulo observaba la escena de cerca. A
´
el le pa-
rec
´
ıa bien que mataran a Esteban.
¿Sabes por qu
´
eSaulopensabaas
´
ı?... Porque hab
´
ıa sido fariseo
toda su viday cre
´
ıa que las ense
˜
nanzas de ese grupo religioso eran
buenas. Los dirigentes de los fariseos eran un ejemplo para
´
el y
los imitaba (Hechos 7:54-60).
¿Qu
´
ehizoSaulodespu
´
es de la muerte de Esteban?... Decidi
´
o
acabar con los dem
´
as disc
´
ıpulos de Jes
´
us. Sacaba de sus casas por
la fuerza tanto a los hombres como a las mujeres y los mandaba
alaprisi
´
on. Muchos disc
´
ıpulos tuvieron que huir de Jerusal
´
en,
pero no dejaron de predicar acerca de Jes
´
us (Hechos 8:1-4).
¿Por qu
´
eleparec
´
ıa bien a Saulo que mataran a Esteban?
¿PUEDEN CAMBIARLOSQUEH ACEN COSASMALAS?

Eso hizo que Saulo odiara a
´
un m
´
as a los disc
´
ıpulos de Jes
´
us. As
´
ı
que fue a hablarcon el sumosacerdote Caif
´
as,yeste le diopermiso
para arrestar a los cristianos que viv
´
ıanenlaciudaddeDamasco.
Saulo quer
´
ıa llevarlos presos a Jerusal
´
en para que los castigaran.
Sinembargo,enelcaminoaDamascosucedi
´
oalgoasombroso.
Apareci
´
o una luz muybrillante en el cielo,y unavoz dijo:“Sau-
lo, Saulo, ¿por qu
´
emeest
´
as persiguiendo?”. ¡Jes
´
us le estaba ha-
blando desde el cielo! La luz era tan brillante que dej
´
ociegoa
Saulo,yquienesloacompa
˜
nabantuvieronquellevarloaDamasco.
Tres d
´
ıas despu
´
es, Jes
´
us se apareci
´
oenunavisi
´
on a Anan
´
ıas,
uno de sus disc
´
ıpulos de Damasco. Le encarg
´
oquevisitaraaSau-
lo para que le curara la ceguera y hablara con
´
el. Cuando Ana-
n
´
ıas habl
´
o con Saulo, este acept
´
olaverdadsobreJes
´
us y recuper
´
o
la vista. Su vida cambi
´
o por completo y se convirti
´
oenunsiervo
fiel de Dios (Hechos 9:1-22).
¿Comprendes ahora por qu
´
eSaulohac
´
ıa cosas malas?... Por-
quelehab
´
ıan ense
˜
nado ideas equivocadas. Segu
´
ıaahombresque
no eran fieles a Dios y pertenec
´
ıaaungrupoquedabam
´
as im-
portancia a las ideas humanas que a la Palabra de Dios. Entonces,
¿por qu
´
ecambi
´
oSaulosuvidaycomenz
´
oahacerlobueno,aun-
que otros fariseos siguieron oponi
´
endose a Dios?... Porque
´
el
no odiaba realmente la verdad, y cuando le mostraron cu
´
al era,
estuvo dispuesto a obedecerla.
¿Sabes qui
´
en lleg
´
o a ser Saulo despu
´
es?... Un ap
´
ostol de Jes
´
us:
el ap
´
ostol Pablo. Recuerda, adem
´
as, que Pablo fue el que escribi
´
o
m
´
as libros de la Biblia.
Hay muchas personas que son como Saulo y que podr
´
ıan cam-
biar.Sin embargo,no les resulta f
´
acil porque existe alguien que hace
134
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

todo lo posible por que la gente haga cosas malas. ¿Sabes
qui
´
en es?...Jes
´
us habl
´
ode
´
el cuando se apareci
´
oaSauloen
el camino a Damasco. Jes
´
us le dijo a Saulo desde el cielo:
‘Te env
´
ıoparaqueabraslosojosdelaspersonas,para
que pasen de la oscuridad a la luz y de la autoridad
de Satan
´
as a la de Dios’ (Hechos 26:17, 18).
Satan
´
as el Diablo es quien intenta que todo
el mundo haga cosas malas. ¿Te cuesta trabajo a
veces portarte bien?... Bueno, a todos nos pasa
lo mismo porque Satan
´
as nos lo pone dif
´
ıcil.
Pero hay otra raz
´
on por la que no siempre es f
´
a-
cil hacer lo que est
´
abien.¿Sabescu
´
al es?... Que
nacemos pecadores.
Por ese motivo suele resultarnos m
´
as f
´
acil ser
malos que buenos. Entonces, ¿qu
´
e es necesario
que hagamos?...Esforzarnos mucho por portar-
nos bien.Sias
´
ı lo hacemos, podemos estar segu-
ros de que Jes
´
us, que nos ama, nos ayudar
´
a.
Cuando Jes
´
us estuvo en la Tierra, demostr
´
o
su amor por personas que hab
´
ıan hecho co-
sas malas, pero cambiaron.
´
El sa-
b
´
ıa lo dif
´
ıcil que era para ellos
cambiar. Por ejemplo, hab
´
ıa
mujeres que ten
´
ıan relaciones
sexuales con muchos hombres.
Por supuesto, eso es malo. La Bi-
blia llama a esas mujeres rameras, o
prostitutas.
¿Qui
´
en est
´
a hablando con Saulo,
yqu
´
e le manda hacer?
¿PUEDEN CAMBIARLOSQUEH ACEN COSASMALAS?

En cierta ocasi
´
on, una de esas mujeres oy
´
ohablardeJes
´
us y
fue a verlo a casa de un fariseo, pues Jes
´
us se encontraba all
´
ı.
La mujer ech
´
o aceite sobre los pies de Jes
´
us y sec
´
oconsuspro-
pios cabellos las l
´
agrimas que hab
´
ıa derramado sobre ellos. Esta-
ba muy arrepentida de sus pecados, y por eso Jes
´
us la perdon
´
o.
Sin embargo, el fariseo opinaba que no se la deb
´
ıa perdonar
(Lucas 7:36-50).
¿Sabes qu
´
edijoJes
´
us en otra ocasi
´
on a algunos fariseos?... Es-
tas palabras: “Las rameras van delante de ustedes al reino de
Dios” (Mateo 21:31). Jes
´
us dijo eso porque aquellas mujeres ha-
b
´
ıan cre
´
ıdo en
´
el y hab
´
ıan cambiado,
perolosfariseossegu
´
ıan persiguien-
do a los disc
´
ıpulos de Jes
´
us.
Porlotanto,silaBibliamuestra
que estamos haciendo algo malo,
debemos estar dispuestos a cambiar.
Adem
´
as, cuando aprendemos lo
que Jehov
´
a quiere que hagamos,
debemos estar deseosos de ha-
cerlo. De esa forma, Jeho-
v
´
aestar
´
a contento con
nosotros y nos dar
´
avida
eterna.
Vamos a leer juntos varios textos
que nos ayudar
´
an a no hacer co-
sas malas: Salmo 119:9-11; Prover-
bios 3:5-7, y 12:15.
¿Por qu
´
eperdon
´
oJes
´
us
aestamujerquehab
´
ıa
hecho cosas malas?136
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Q
UI
´
EN se alegr
´
o cuando Saulo hizo cosas malas?... Sa-
tan
´
as el Diablo. Pero los l
´
ıderes religiosos de los ju-
d
´
ıos tambi
´
en se alegraron. As
´
ı que cuando Saulo se
convirti
´
oendisc
´
ıpulo del Gran Maestro y empez
´
o a ser conoci-
do como Pablo, aquellos l
´
ıderes
religiosos comenzaron a odiarlo.
¿Entiendes por qu
´
eleresultadi-
f
´
ıcil a un disc
´
ıpulo de Jes
´
us ha-
cer lo que est
´
a bien?...
En cierta ocasi
´
on, el sumo
sacerdote Anan
´
ıas orden
´
oque
golpearanaPabloenlacara.
Adem
´
as, Anan
´
ıas intent
´
oencar-
celarlo. Pablo sufri
´
omuch
´
ısimo
por hacerse disc
´
ıpulo de Jes
´
us.
Por ejemplo, hubo personas ma-
las que lo golpearon y quisieron
matarlo a pedradas (Hechos 23:
1, 2; 2 Corintios 11:24, 25).
Muchos intentar
´
an que ha-
gamos cosas que desagradan a
Dios. Por lo tanto, debemos pre-
guntarnos: “¿Cu
´
anto amamos
xy CAP
´
ITULO 26vw
¿POR QU
´
ERESULT ADIF
´
ICIL
H
ACER LO QUE EST
´
A
BIEN?
¿Qu
´
esufri
´
o Pablo por hacer
lo que est
´
abien?

lo bueno? ¿Lo amamos tanto que lo haremos aunque otros nos
odien?”.¿Noesciertoqueparaesosenecesitavalor?...
Quiz
´
as te preguntes: “¿Por qu
´
e iban a odiarnos los dem
´
as por
hacer lo bueno? ¿No deber
´
ıan alegrarse?”. Eso ser
´
ıa lo normal.
Por lo general,a la gente le gustaba Jes
´
us por las cosas buenas que
hac
´
ıa. Una vez, todos los habitantes de una ciudad se reunieron
alapuertadelacasadonde
´
el estaba. Fueron all
´
ıporqueJes
´
us
curaba a los enfermos (Marcos 1:33).
Pero a veces a la gente no le gustaba lo que Jes
´
us ense
˜
naba.
´
El siempre ense
˜
n
´
o la verdad, y algunos lo odiaban precisamente
por eso. As
´
ılesucedi
´
ound
´
ıa en la ciudad donde se cri
´
o, llama-
¿Por qu
´
e intentan matar
aJes
´
us estas personas?
138

da Nazaret. Jes
´
us fue a la sinagoga, el lugar donde los jud
´
ıos se
reun
´
ıan para adorar a Dios.
All
´
ıJes
´
usdioundiscursomagn
´
ıfico basado en las Escrituras.
Al principio, a la gente le gust
´
o. Todos quedaron asombrados por
laspalabrastanbonitasquesal
´
ıan de su boca. Les parec
´
ıa impo-
sible que aquel fuera el joven que se hab
´
ıa criado en la misma
ciudad que ellos.
Pero entonces Jes
´
us comenz
´
o a hablarles de las ocasiones en
las que Dios hab
´
ıa tratado con bondad especial a personas que
no eran jud
´
ıas. Cuando oyeron eso,quienes estaban en la sinago-
ga se enojaron. ¿Sabes por qu
´
e?... Porque pensaban que eran los
´
unicos que disfrutaban de esa bondad especial de Dios, pues se
cre
´
ıan mejores que los dem
´
as. As
´
ıqueempezaronaodiaraJe-
s
´
us por lo que hab
´
ıa dicho. ¿Sabes qu
´
e intentaron hacerle?...
La Biblia explica: ‘Agarraron a Jes
´
us, lo sacaron de la ciudad y
lo llevaron a lo alto de un precipicio para arrojarlo desde all
´
ı
y matarlo. Pero Jes
´
us se les escap
´
o’ (Lucas 4:16-30).
Si te ocurriera algo as
´
ı, ¿volver
´
ıas para hablar de Dios a esas
personas?... ¿Verdad que har
´
ıa falta valor?... Pues, como al a
˜
no,
Jes
´
us volvi
´
o a Nazaret. La Biblia dice: “Se puso a ense
˜
narles en
las sinagogas de ellos”. Jes
´
us no dej
´
odehablardelaverdadpor
temor a hombres que no amaban a Dios (Mateo 13:54).
En otra ocasi
´
on era s
´
abado y Jes
´
us se hallaba en un lugar don-
de hab
´
ıa un hombre con una mano seca, es decir, paralizada.
Dios le hab
´
ıa dado poder a Jes
´
us para curarlo. No obstante,
algunos hombres que se encontraban all
´
ıquisieronmeterloen
problemas. ¿Qu
´
e hizo el Gran Maestro?... En primer lugar pre-
gunt
´
o: ‘Si tuvieran una oveja que se hubiera ca
´
ıdoenunhoyoen
s
´
abado, ¿la sacar
´
ıan de all
´
ı?’.
¿POR QU
´
ERESULT ADIF
´
ICIL H ACER LO QUE EST
´
A
BIEN?
139

Por supuesto que sacar
´
ıan la oveja, incluso si era s
´
abado, el d
´
ıa
en que deb
´
ıan descansar. Por lo tanto, Jes
´
us les dijo: ‘Mejor a
´
un
esayudaraunhombreens
´
abado, puesto que un hombre es de
mucho m
´
as valor que una oveja’. Estaba claro que Jes
´
us deb
´
ıa
ayudaraaquellapersonacur
´
andola.
Jes
´
us le pidi
´
oalenfermoqueestiraralamanoyselacur
´
oen-
seguida. ¡Qu
´
e feliz se puso el hombre! Pero ¿y los dem
´
as? ¿Se ale-
graron?... No. Sintieron a
´
un m
´
as odio por Jes
´
us. Salieron de all
´
ı
e hicieron planes para matarlo (Mateo 12:9-14).
La situaci
´
on es parecida en nuestros d
´
ıas. Sin importar lo que
hagamos, nunca podremos complacer a todo el mundo. As
´
ıque
debemos decidir a qui
´
en queremos complacer. Si es a Jehov
´
a
Dios y a su Hijo, Jesucristo, entonces debemos hacer siempre lo
que ellos nos ense
˜
nan. Sin embargo, ¿qui
´
en nos odiar
´
a por eso?
¿Qui
´
en har
´
a que nos resulte dif
´
ıcil hacer lo que est
´
a bien?...
Satan
´
as el Diablo. ¿Alguien m
´
as?...Laspersonasaquienesel
Diablo ha hecho creer cosas malas. Jes
´
us les dijo a los l
´
ıderes re-
ligiosos de su tiempo: “Ustedes proceden de su padre el Diablo,
y quieren hacer los deseos de su padre” (Juan 8:44).
Hay muchas personas que hacen lo que le gusta al Diablo. Je-
s
´
us las llama “el mundo”. ¿Qu
´
e crees que es “el mundo” del que
habla Jes
´
us?... Busquemos Juan, cap
´
ıtulo 15, vers
´
ıculo 19, donde
leemos estas palabras de Jes
´
us: “Si ustedes fueran parte del mun-
do, el mundo le tendr
´
ıa afecto a lo que es suyo. Ahora bien, por-
que ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido
del mundo, a causa de esto el mundo los odia”.
Por lo tanto, el mundo que odia a los disc
´
ıpulos de Jes
´
us est
´
a
formado por toda la gente que no sigue al Gran Maestro. ¿Por
140
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

qu
´
e odia el mundo a los disc
´
ıpulos de Jes
´
us?... Piensa un poco.
¿Qui
´
en es el gobernante de este mundo?... La Biblia dice: ‘El
mundo entero se encuentra en el poder del inicuo’. Ese inicuo,
o malvado, es Satan
´
as el Diablo (1 Juan 5:19).
¿Comprendes ahora por qu
´
e cuesta tanto trabajo hacer lo que
est
´
a bien?... Satan
´
as y su mundo nos lo ponen dif
´
ıcil. Pero hay
otra raz
´
on. ¿Recuerdas cu
´
al es?... En el cap
´
ıtulo 23 aprendimos
que todos nacemos pecadores. ¿No crees que ser
´
a maravilloso
cuando el pecado, el Diablo y su mundo hayan desaparecido?...
La Biblia promete: “El mundo va pa-
sando”. Eso significa que todos los que
no sean disc
´
ıpulos del Gran Maestro
desaparecer
´
an, no se les permitir
´
avi-
vir para siempre. Pero ¿sabes qui
´
enes
s
´
ı vivir
´
an eternamente?... La Biblia
pasaadecir:“Elquehacelavolun-
tad de Dios permanece para siem-
pre”(1Juan2:17).Sololas personas
que hagan lo que est
´
abien,“lavolun-
tad de Dios”, vivir
´
an para siempre en
Su nuevo mundo. Por eso, aunque re-
sulte dif
´
ıcil,¿verdad que deseamos
hacer lo que est
´
a bien?...
Vamos a leer juntos algunos textos b
´
ı-
blicos que muestran porqu
´
e no resulta f
´
a-
cil hacer lo que est
´
a bien: Mateo 7:13, 14;
Lucas 13:23, 24, y Hechos 14:21, 22.
Cuando este mundo pase,
¿qu
´
e les ocurrir
´
a a quienes
hacen lo que est
´
abien?
¿POR QU
´
ERESULT ADIF
´
ICIL H ACER LO QUE EST
´
A
BIEN?

¿P
OR qu
´
e es importante que nos preguntemos qui
´
en es
nuestro Dios?... Porque la gente adora a muchos dioses
(1Corintios 8:5). Cuando el ap
´
ostol Pablo recibi
´
opo-
der de Jehov
´
aparasanaraunhombrequenuncahab
´
ıa podido
caminar, la muchedumbre grit
´
o: “¡Los dioses se han hecho como
humanos y han bajado a nosotros!”. Entonces quisieron adorar a
Pablo y a su amigo Bernab
´
e. Hasta se pusieron a llamarlos por
el nombre de dioses falsos: Hermes a Pablo, y Zeus a Bernab
´
e.
Pero Pablo y Bernab
´
e no permitieron que nadie los adorara.
Se mezclaron entre la gente diciendo: ‘Vu
´
elvanse de estas cosas
vanasalDiosvivo’(Hechos14:8-15).¿Qui
´
en es el “Dios vivo”
que cre
´
o todas las cosas?... Es Jehov
´
a, “el Alt
´
ısimo sobre toda la
tierra”. Jes
´
us llam
´
oaJehov
´
a“el
´
unico Dios verdadero”. Por lo
tanto, ¿qui
´
en es el
´
unicoquemerecequeseleadore?...Jehov
´
ay
nadie m
´
as (Salmo 83:18; Juan 17:3; Revelaci
´
on [Apocalipsis]
4:11).
La mayor
´
ıa de las personas adoran a dioses que no son “el
´
unico Dios verdadero”. Muchas veces adoran objetos hechos de
madera, piedra o metal (
´
Exodo 32:4-7; Lev
´
ıtico 26:1; Isa
´
ıas 44:
14-17). E incluso a algunos hombres y mujeres famosos los lla-
man dioses, estrellas o
´
ıdolos. Pero ¿se debe dar gloria a todos
estos?...
Despu
´
es de que Saulo se convirti
´
oenelap
´
ostol Pablo, escri-
bi
´
o: “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los
incr
´
edulos”(2Corintios 4:4).¿Qui
´
en es ese dios?...Es Satan
´
as el
xy CAP
´
ITULO 27vw
¿QUI
´
EN ES NUESTRO DIOS?
142

Diablo.
´
El ha conseguido que se adore a muchas personas y a
muchas cosas.
Cuando Satan
´
as intent
´
oqueJes
´
us se inclinara y lo adorara,
¿qu
´
elerespondi
´
oJes
´
us?... “Es a Jehov
´
a tu Dios a quien tienes
que adorar, yes solo a
´
ela quien tienes que rendir servicio sagra-
do.”(Mateo 4:10.) De esa forma,Jes
´
us mostr
´
o claramente que la
adoraci
´
on solo le pertenece a Jehov
´
a. Vamos a leer qu
´
elespas
´
o
aunosj
´
ovenes que sab
´
ıan esto muy bien. Se llamaban Sadrac,
Mesac y Abednego.
Aquellos j
´
ovenes eran hebreos que hab
´
ıannacidoenIsrael,la
naci
´
on de Dios, pero hab
´
ıan sido llevados prisioneros a la tierra
de Babilonia. All
´
ı, un rey llamado Nabucodonosor construy
´
o
unaenormeimagendeoroyund
´
ıa orden
´
oquetodoelmundo
¿Por qu
´
e no permitieron Pablo y Bernab
´
e
que la gente se inclinara ante ellos?
143

se inclinara ante ella al sonar la
m
´
usica. Advirti
´
o: ‘El que no se incline y la ado-
re ser
´
a arrojado al horno ardiente’. ¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?...
Normalmente, Sadrac, Mesac y Abednego obedec
´
ıan todas
las
´
ordenes del rey. Pero esta vez no lo hicieron; se negaron a in-
clinarse. ¿Sabes por qu
´
e?... Porque la ley de Dios dec
´
ıa: ‘No de-
bes tener otros dioses adem
´
as de m
´
ı. No debes hacerte ninguna
imagen tallada ni inclinarte ante ella’ (
´
Exodo 20:3-5). Por ese
motivo, Sadrac, Mesac y Abednego obedecieron la ley de Jeho-
v
´
a en lugar de la orden del rey.
El rey se enoj
´
o mucho e hizo que llevaran enseguida ante
´
el
a los tres hebreos. Entonces les dijo: ‘¿Es verdad que ustedes
no sirven a mis dioses? Voy a darles otra oportunidad. Cuando
escuchen la m
´
usica, incl
´
ınenseyadorenlaimagenquehecons-
truido.Sinolohacen,selesarrojar
´
aalhornoardiente.¿Yqu
´
e
dios podr
´
a rescatarlos de mis manos?’.
¿Qu
´
ehar
´
ıan aquellos j
´
ovenes? ¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?... Ellos
le respondieron al rey: ‘Nuestro Dios a quien servimos puede
rescatarnos. Pero aunque no lo hiciera, no serviremos a tus dio-
ses. No nos inclinaremos ante tu imagen de oro’.
¿Por qu
´
e no se inclinaron ante
la imagen estos tres hombres?
144

El rey se enfureci
´
oyorden
´
o: ‘¡Calienten el horno siete ve-
ces m
´
as de lo normal!’. Entonces mand
´
o a algunos de sus solda-
dos m
´
as fuertes que ataran a Sadrac, Mesac y Abednego y los
arrojaran al horno. ¡El horno estaba tan caliente que las llamas
mataron a los soldados! Pero ¿qu
´
elespas
´
oalostreshebreos?
Sadrac, Mesac y Abednego cayeron en medio del fuego, pero
de repente, se levantaron. No hab
´
ıan sufrido ning
´
un da
˜
no y ya
no estaban atados. ¿C
´
omo era posible?... El rey mir
´
ohaciaden-
tro del horno y se asust
´
odeloquevio.‘¿Noarrojamosalfuego
a tres hombres?’, pregunt
´
o. Sus sirvientes contestaron: “S
´
ı, oh
rey”.
Entonces
´
el les dijo: ‘¡Miren! Veo a cuatro personas
quesepaseanenmediodelfuegosinsufrirda
˜
no’. ¿Sa-
bes qui
´
en era la cuarta persona?...Era el
´
angel de Jeho-
v
´
a, que protegi
´
o a los tres hebreos para que no les
pasara nada.
Al ver esto, el rey se acerc
´
oalapuertadelhornoy
grit
´
o: “¡Sadrac, Mesac y Abednego, siervos del Dios
¿C
´
omo salv
´
oJehov
´
a a sus siervos del horno ardiente?
¿QUI
´
EN ES NUESTRO DIOS?

Alt
´
ısimo, salgan y vengan ac
´
a!”. Cuando sa-
lieron, todo el mundo pudo comprobar que
no se hab
´
ıan quemado. Ni siquiera ol
´
ıan a
humo. Entonces el rey dijo: ‘Bendito sea el Dios
de Sadrac, Mesac y Abednego, que envi
´
oaun
´
angel para salvar a sus siervos porque no qui-
sieron adorar a otro dios que no fuera el
suyo’(Daniel,cap
´
ıtulo 3).
Podemos aprender una lecci
´
on de lo
que ocurri
´
o entonces.En nuestros d
´
ıas,los
hombres tambi
´
en fabrican im
´
agenes, o
´
ıdolos, para adorarlas. Las hacen de made-
ra,piedra,metalotela.Unaenciclopedia
dice:“Labandera,al igual que la cruz,es sagra-
da”(The Encyclopedia Americana).Los prime-
ros disc
´
ıpulos de Jes
´
us no realizaban actos de
adoraci
´
on al emperador romano. El historiador
Daniel P. Mannix dijo que lo que ellos hac
´
ıan se
puede comparar a “negarse a saludar la bandera
o repetir el juramento de lealtad”.
Por lo tanto, ¿crees que para Dios hay alguna
diferencia si una imagen religiosa est
´
ahechade
tela, madera, piedra o metal?... ¿Estar
´
ıa bien que
un siervo de Jehov
´
a realizara un acto de adora-
ci
´
on ante una imagen as
´
ı?... Sadrac, Mesac y Abednego no lo hi-
cieron, y a Jehov
´
aleagrad
´
o. ¿C
´
omo puedes imitar su ejemplo?...
Los que sirven a Jehov
´
a no pueden adorar a ninguna otra persona ni cosa.
Veamos qu
´
e se dice sobre esto en Josu
´
e 24:14, 15, 19-22; Isa
´
ıas 42:8; 1 Juan
5:21, y Revelaci
´
on 19:10.
¿A qu
´
e
´
ıdolos
se da gloria
hoy d
´
ıa?
146
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

A
VECES no es f
´
acil saber a qui
´
en debemos obedecer.
Quiz
´
as tu mam
´
aotupap
´
a te manden hacer algo, pero
unmaestroounpolic
´
ıa te digan que hagas lo contrario.
Si pasa eso, ¿a qui
´
en debes obedecer?...
En el cap
´
ıtulo 7 de este libro le
´
ımos el texto b
´
ıblico de Efe-
sios 6:1-3. All
´
ı se explica que los hijos deben obedecer a sus pa-
dres. Dice: “Sean obedientes a sus padresen uni
´
on con el Se
˜
nor”.
¿Sabes qu
´
esignificaestar“en uni
´
on con el Se
˜
nor”?... Los padres
que est
´
anen uni
´
on con el Se
˜
norense
˜
nan a sus hijos a obedecer
las leyes de Dios.
Pero hay algunos adultos que no creen en Jehov
´
a. ¿Qu
´
esuce-
der
´
ıa si uno de ellos le dijera a un ni
˜
no que est
´
a bien copiar en
un examen o llevarse algo de una tienda sin pagar? ¿Estar
´
ıabien,
entonces, que el ni
˜
no copiara o robara?...
Recuerda que el rey Nabucodonosor orden
´
oenciertaocasi
´
on
que todos se inclinaran ante la imagen de oro que hab
´
ıa manda-
do construir. Pero Sadrac, Mesac y Abednego no se inclinaron.
¿Sabes por qu
´
e?... Porque la Biblia dice que solo se debe adorar a
Jehov
´
a(
´
Exodo 20:3; Mateo 4:10).
Despu
´
es de la muerte de Jes
´
us, a sus ap
´
ostoles los lleva-
ron ante el Sanedr
´
ın,eltribunalreligiosom
´
as importante de
los jud
´
ıos. El sumo sacerdote Caif
´
as dijo: ‘Les ordenamos que
no siguieran ense
˜
nando en el nombre de Jes
´
us, y sin embargo,
xy CAP
´
ITULO 28vw
¿C
´
OMO PODEMOS S ABER
AQUI
´
EN DEBEMOS OBEDECER?
147

¡miren!, han llenado a Jerusal
´
en con su ense
˜
nanza’. ¿Por qu
´
e
no obedecieron los ap
´
ostoles al Sanedr
´
ın?... Pedro, hablando en
nombre de todos los ap
´
os-
toles, contest
´
oaCaif
´
as:
“Tenemos que obedecer
a Dios como gober-
nante m
´
as bien que
aloshombres”(He-
chos 5:27-29).
En aquel tiempo, los
l
´
ıderes religiosos de los ju-
d
´
ıos ten
´
ıan mucho poder.
Pero su pa
´
ıs estaba bajo
el dominio de Roma y de
su emperador, a quien lla-
maban C
´
esar. A pesar de
que los jud
´
ıos no quer
´
ıan
que C
´
esar los dirigiera,
el gobierno romano hizo
muchas cosas buenas por el
pueblo. Y los gobiernos de la
actualidad tambi
´
en hacen cosas buenas por sus ciudadanos.
¿Puedes decirme algunas?...
Los gobiernos construyen carreteras para que viajemos por
ellas, y pagan a polic
´
ıas y bomberos para que nos protejan. Tam-
bi
´
en se encargan de que haya escuelas para los ni
˜
nos y atenci
´
on
m
´
edica para los ancianos. Todas estas cosas les cuestan dinero a
los gobiernos. ¿Sabes de d
´
onde lo sacan?... De sus ciudadanos.
El dinero que la gente entrega al gobierno se llama impuesto.
¿Qu
´
eleest
´
a diciendo
Pedro a Caif
´
as?
148
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

En tiempos del Gran Maestro, muchos jud
´
ıos no quer
´
ıan
pagar impuestos al gobierno romano. Un d
´
ıa, los sacerdotes
contrataron a unos hombres para que le hicieran a Jes
´
us una
pregunta que lo metiera en problemas. Le dijeron: ‘¿Tenemos
que pagarle impuestos a C
´
esar, o no?’. La pregunta era enga
˜
no-
sa. Si Jes
´
us contestaba: “S
´
ı, tienen que pagar impuestos”, a mu-
chos jud
´
ıos no les gustar
´
ıa la respuesta. Pero Jes
´
us no pod
´
ıa
contestar: “No, no tienen que pagar impuestos”, pues eso no es-
taba bien.
¿Qu
´
ehizoJes
´
us entonces? Les dijo: ‘Mu
´
estrenme una mone-
da’. Cuando le ense
˜
naron una, Jes
´
us pregunt
´
o: ‘¿De qui
´
en es la
imagen y el nombre que hay en ella?’. Los hombres respondie-
ron: “De C
´
esar”. As
´
ıqueJes
´
us les dijo: “Sin falta, entonces, pa-
guen a C
´
esar las cosas de C
´
esar, pero a Dios las cosas de Dios”
(Lucas 20:19-26).
Nadie pudo criticar aquella respuesta. Si C
´
esar hace cosas por
las personas, es justo que se las paguen con el dinero que
´
el ha
¿C
´
omo respondi
´
oJes
´
usalapreguntaenga
˜
nosa de estos hombres?
¿C
´
OMO PODEMOS S ABERAQUI
´
EN DEBEMOS OBEDECER?

fabricado. De esa forma, Jes
´
us mostr
´
o que debemos pagar im-
puestos al gobierno por las cosas que recibimos de
´
el.
Aunque t
´
ua
´
un no tengas edad de pagar impuestos, hay algo
que s
´
ı debes darle al gobierno. ¿Sabes qu
´
e es?... Obediencia a sus
leyes. La Biblia dice: ‘Sean obedientes a las autoridades superio-
res’. Estas autoridades son las personas que tienen poder en el
gobierno. De manera que es Dios quien nos dice que debemos
obedecer las leyes del gobierno (Romanos 13:1, 2).
Quiz
´
as haya una ley que proh
´
ıba tirar papeles o basura en la
calle. ¿Debes obedecerla?... S
´
ı, Dios quiere que lo hagas. ¿Debes
obedecer tambi
´
en a los polic
´
ıas?... El gobierno paga a los polic
´
ıas
para que protejan a la gente. Si los obedeces, es como si obede-
cieras al gobierno.
Por lo tanto, si vas a cruzar la calle y un polic
´
ıa te dice: “¡Es-
pera!”, ¿qu
´
ehar
´
as?... ¿Cruzar
´
as corriendo de todos modos por-
que otros tambi
´
en lo hacen?... Debes esperar, aunque seas el
´
unico. Dios te dice que obedezcas.
Puede que haya problemas en el vecindario y un polic
´
ıa diga:
“No salgan a la calle.Qu
´
edense en casa”.Pero quiz
´
as oigas gritos
ytepreguntesqu
´
e pasa. ¿Deber
´
ıas salir a mirar?... Si salieras, ¿es-
tar
´
ıas obedeciendo a “las autoridades superiores”?...
En muchos lugares, el gobierno tambi
´
en construye escuelas y
paga a los maestros. ¿Crees que Dios quiere que obedezcas a los
maestros?... Piensa en lo siguiente: el gobierno paga a los maes-
tros para que ense
˜
nen,igual que paga a los polic
´
ıas para que pro-
tejan a la gente. As
´
ı que obedecer a los polic
´
ıas o a los maestros
es como obedecer al gobierno.
150
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Y si un maestro te dice que adores a una imagen? ¿Qu
´
e
har
´
as?... Los tres hebreos no se inclinaron ante la imagen,
aunque el rey Nabucodonosor se lo orden
´
o. ¿Recuerdas por
qu
´
e?... Porque no quer
´
ıan desobedecer a Dios.
Un historiador llamado Will Durant escribi
´
oquelosprime-
ros cristianos ‘no daban su lealtad principal a C
´
esar’. Esa lealtad
le pertenec
´
ıaaJehov
´
a. Por lo tanto, no olvides que Dios debe ser
lo m
´
as importante en nuestra vida.
Obedecemos al gobierno porque Dios quiere que lo hagamos.
Pero si se nos pide hacer algo que Dios proh
´
ıbe, ¿qu
´
e diremos?...
Lo mismo que los ap
´
ostoles le dijeron al sumo sacerdote: “Tene-
mos que obedecer a Dios como gobernante m
´
as bien que a los
hombres” (Hechos 5:29).
La Biblia ense
˜
na a obedecer las leyes. Leamos lo que est
´
aescritoenMa-
teo 5:41; Tito 3:1, y 1 Pedro 2:12-14.
¿Por qu
´
e debemos obedecer a la polic
´
ıa?
151

¿T
E GUSTA ir a fiestas?... Pueden ser muy divertidas.
¿Crees que al Gran Maestro le parece bien que vaya-
mos a fiestas?...
´
El fue con algunos de sus
disc
´
ıpulos a una fiesta en la que se celebraba
unaboda.Adem
´
as, Jehov
´
aesel“Diosfeliz”,
ysealegradequenosdivirtamosenlasfiestas
que a
´
el le agradan (1 Timoteo 1:11; Juan 2:1-11).
En la p
´
agina 29 de este libro se nos cuen-
ta que Jehov
´
a dividi
´
o las aguas del mar Rojo
para que los israelitas pudieran cruzarlo.
¿Lo recuerdas?... Despu
´
es,el pueblo cant
´
oy
bail
´
o, y dio gracias a Jehov
´
a. Fue como una
fiesta.La gente estaba muy contenta,y pode-
mos estar seguros de que Dios tambi
´
en lo
estaba (
´
Exodo 15:1, 20, 21).
Casi cuarenta a
˜
nos despu
´
es, los israeli-
tas fueron a otra gran fiesta. En esa oca-
si
´
on, quienes los invitaron no adoraban a
Jehov
´
a. En realidad, adoraban a otros dio-
ses y ten
´
ıan relaciones sexuales con perso-
nas con las que no estaban casados. ¿Crees
que estaba bien ir a una fiesta como esa?...
AJehov
´
anolepareci
´
obien,ycastig
´
oalosis-
raelitas (N
´
umeros 25:1-9; 1 Corintios 10:8).
xy CAP
´
ITULO 29vw
¿LEAGRADANADIOS
TOD
ASLASFIESTAS?
¿Por qu
´
elegust
´
o a Dios esta fiesta?

La Biblia tambi
´
en habla de dos fiestas de cumplea
˜
nos. ¿Se fes-
tej
´
o en alguna de ellas el cumplea
˜
nos del Gran Maestro?... No.
Las dos fiestas se celebraron en honor de hombres que no ser-
v
´
ıan a Jehov
´
a. Una fue la fiesta de cumplea
˜
nos del rey Herodes
Antipas, que gobernaba el distrito de Galilea cuando Jes
´
us viv
´
ıa
all
´
ı.
El rey Herodes hizo muchas cosas malas. Incluso le quit
´
ola
esposa a su propio hermano. El nombre de ella era Herod
´
ıas.
El siervo de Dios llamado Juan el Bautista le dijo a Herodes que
estaba mal lo que hac
´
ıa. A Herodes no le gust
´
oqueselodijera,
as
´
ı que encarcel
´
o a Juan (Lucas 3:19, 20).
Mientras Juan estaba en la c
´
arcel, lleg
´
oeld
´
ıa del cumplea
˜
nos
de Herodes. Este dio una gran fiesta, con muchos invitados im-
portantes. Todos com
´
ıan, beb
´
ıan y se divert
´
ıan. Entonces entr
´
o
la hija de Herod
´
ıas y bail
´
o para ellos. A todos les gust
´
otantoel
baile que el rey Herodes quiso hacerle un regalo especial a la jo-
ven. Le dijo: “Cualquier cosa que me pidas, te la dar
´
e, hasta la
mitad de mi reino”.
¿Qu
´
e ocurri
´
oenlafiestadecumplea
˜
nos de Herodes?
¿LEAGRADANADIOS TODASLASFIESTAS?
153

¿Qu
´
edeb
´
ıa pedir? ¿Dinero? ¿Ropa bonita? ¿Un palacio para
ella sola? La muchacha no sab
´
ıaqu
´
edecir,as
´
ıquefueadondees-
taba su madre, Herod
´
ıas, y le pregunt
´
o:“¿Qu
´
edebopedir?”.
Como Herod
´
ıas odiaba con todas sus fuerzas a Juan el Bautis-
ta, le dijo a su hija que pidiera la cabeza de Juan. La muchacha
volvi
´
oanteelreyyledijo:“Quieroquemedesahoramismoen
una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey Herodes sab
´
ıa que Juan era un buen hombre y no quer
´
ıa
matarlo. Pero Herodes hab
´
ıa hecho una promesa y le preocupaba
lo que pensar
´
ıan sus invitados si no la cumpl
´
ıa. Por eso envi
´
oaun
soldado a la prisi
´
on para que le cortara la cabeza a Juan. El solda-
do volvi
´
o enseguida con la cabeza en una bandeja y se la dio a la
muchacha. Entonces ella se la llev
´
o a su madre (Marcos 6:17-29).
La otra fiesta de cumplea
˜
nosdelaquehablalaBibliatampoco
fuebuena.Se celebr
´
oen honorde un rey de Egipto.Durante aque-
lla fiesta, el rey tambi
´
en orden
´
o que le cortaran la cabeza a una
persona. Adem
´
as, despu
´
es mand
´
o que colgaran el cuerpo
¿Por qu
´
enoesposiblequeJes
´
us naciera el 25 de diciembre?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

paraqueselocomieranlasaves(G
´
enesis 40:19-22). ¿Crees que
Dios aprob
´
o esas dos fiestas?...¿Te hubiera gustado estar en ellas?...
Sabemos que todo lo que est
´
a escrito en la Biblia tiene un pro-
p
´
osito. Pues bien, en ella solo se habla de dos fiestas de cum-
plea
˜
nos. Y en las dos se hicieron cosas malas como parte de la
celebraci
´
on. Entonces, ¿qu
´
epiensast
´
uqueDiosnosest
´
a diciendo
sobrelasfiestasdecumplea
˜
nos? ¿Quiere
´
el que las celebremos?...
Es cierto que en nuestros d
´
ıasnoselecortalacabezaanadie
en las fiestas de cumplea
˜
nos. Pero los primeros que tuvieron la
idea de celebrarlas fueron personas que no adoraban al Dios ver-
dadero. Sobre las fiestas de cumplea
˜
nos mencionadas en la Bi-
blia, una enciclopedia dice: “Son solo los pecadores [...] quienes
hacen grandes festividades el d
´
ıa en que nacieron”(The Catho-
lic Encyclopedia).¿Queremos ser como ellos?...
¿Qu
´
e puede decirse del Gran Maestro? ¿Festejaba
´
el su cum-
plea
˜
nos?... No, la Biblia no dice que lo hiciera. Tampoco sus pri-
meros disc
´
ıpulos lo celebraban. ¿Sabes por qu
´
e la gente decidi
´
o
despu
´
es festejar el cumplea
˜
nos de Jes
´
us el d
´
ıa 25 de diciembre?...
Se eligi
´
oesafechaporque,comoexplicaotraenciclopedia,
“los habitantes de Roma ya observaban ese d
´
ıa la fiesta de Sa-
turno, en la que se celebraba el cumplea
˜
nos del Sol”(The World
Book Encyclopedia).Es decir, para el cumplea
˜
nos de Jes
´
us se
escogi
´
o una fecha en la que los paganos ya celebraban una fiesta.
¿Sabes por qu
´
enoesposiblequeJes
´
us naciera en diciembre?...
Porque la Biblia dice que cuando
´
el naci
´
o, hab
´
ıa pastores que pa-
sabanlanocheenloscampos(Lucas2:8-12).Ynopodr
´
ıan ha-
berlo hecho durante el mes de diciembre, que en aquella regi
´
on
es fr
´
ıo y lluvioso.
¿LEAGRADANADIOS TODASLASFIESTAS?
155

Muchas personas saben que el d
´
ıa de Navidad no es el cum-
plea
˜
nos de Jes
´
us.Saben incluso que en ese d
´
ıa los paganos ten
´
ıan
una celebraci
´
on que no le agrada a Dios. Pero, de todas maneras,
muchos celebran la Navidad. Est
´
an m
´
as interesados en divertir-
se en la fiesta que en averiguar lo que Dios piensa de ella real-
mente. Pero nosotros queremos agradar a Jehov
´
a, ¿no es cierto?...
Por eso, cuando celebremos fiestas, debemos asegurarnos de
que a Jehov
´
a le agraden. Podemos celebrarlas en cualquier mo-
mento del a
˜
no. No tenemos por qu
´
eesperaraund
´
ıa determi-
nado. Podemos comer algo especial y divertirnos jugando. ¿Te
gustar
´
ıa hacerlo?... Quiz
´
as puedas hablar con tus padres y planear
unafiesta con su ayuda.¿Verdad que ser
´
ıa bueno?... Pero antes de
hacer los planes, debes estar seguro de que ser
´
a un tipo de fiesta
que Dios apruebe.
Tam bi
´
en se muestra lo importante que es hacer siempre lo que Dios aprue-
ba en Proverbios 12:2; Juan 8:29; Romanos 12:2, y 1 Juan 3:22.
¿C
´
omo podemos
estar seguros de que
nuestras fiestas
agradan a Dios?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿T
ERESULTAf
´
acil servir a Jehov
´
a?... El Gran Maestro
no dijo que iba a ser f
´
acil. La noche antes de que lo
mataran,les explic
´
oasusap
´
ostoles:“Si el mundo los
odia, saben que me ha odiado a m
´
ı antes que los odiara a uste-
des” (Juan 15:18).
Pedrodijoconorgulloquenuncaabandonar
´
ıaaJes
´
us. Sin
embargo, Jes
´
us contest
´
o que aquella misma noche Pedro dir
´
ıa
tres veces que ni siquiera lo conoc
´
ıa. Yeso fue exactamente lo
que pas
´
o (Mateo 26:31-35, 69-75). ¿C
´
omopudoocurriralgo
as
´
ı?... Ocurri
´
o porque Pedro y los dem
´
as ap
´
ostoles tuvieron
miedo.
¿Sabes por qu
´
e tuvieron miedo?... Porque no hicieron algo
muy importante. Si averiguamos qu
´
e es, podremos servir a Jeho-
v
´
a sin importar lo que otros nos digan o hagan. Para empezar,
analicemos lo que sucedi
´
ola
´
ultima noche que Jes
´
us pas
´
ocon
sus ap
´
ostoles.
En primer lugar, celebraron juntos la Pascua, que era una
cena especial que se hac
´
ıa una vez al a
˜
no para recordarle al pue-
blo jud
´
ıo que Dios los hab
´
ıa liberado de la esclavitud en Egipto.
Acontinuaci
´
on, Jes
´
us celebr
´
o por primera vez con sus ap
´
ostoles
otra cena especial. Unos cap
´
ıtulos m
´
as adelante explicaremos
c
´
omo aquella cena nos ayuda a recordar a Jes
´
us. Cuando termi-
naron de cenar, Jes
´
us dijo unas palabras para animar a sus ap
´
os-
toles y los llev
´
oaljard
´
ın de Getseman
´
ı, que era un lugar donde
les gustaba reunirse.
xy CAP
´
ITULO 30vw
AYUDAPARAVENCER EL MIEDO
157

Al llegar al jard
´
ın, Jes
´
us se fue a un lugar solitario para orar.
Tambi
´
en les pidi
´
o a Pedro, Santiago y Juan que oraran, pero
ellos se quedaron dormidos.En tres ocasiones,Jes
´
us se alej
´
opara
orar, y cada vez que volv
´
ıa, encontraba a Pedro y a los dem
´
as
durmiendo (Mateo 26:36-47). ¿Sabes por qu
´
edeber
´
ıan haberse
quedado despiertos para orar?... Vamos a ver la raz
´
on.
Judas Iscariote hab
´
ıa celebrado la Pascua con Jes
´
us y los otros
ap
´
ostoles esa misma noche. Quiz
´
as recuerdes que Judas se hab
´
ıa
hecho ladr
´
on,peroahora,adem
´
as, se convertir
´
ıa en traidor.
´
El sab
´
ıa en qu
´
e lugar del jard
´
ın de Getseman
´
ısereun
´
ıa Jes
´
us
con sus ap
´
ostoles, as
´
ı que llev
´
o a los soldados all
´
ı para que arres-
taran al Gran Maestro. Al verlos, Jes
´
us les pregunt
´
o: “¿A qui
´
en
buscan?”.
Los soldados contestaron: “A Jes
´
us”.
´
El no ten
´
ıa miedo, de
modo que les dijo: “Soy yo”. Los soldados se asombraron tanto
del valor de Jes
´
us que retrocedieron y cayeron al suelo. Jes
´
us les
dijo entonces: ‘Si es a m
´
ıaquienbuscan,dejeniramisap
´
osto-
les’ (Juan 18:1-9).
Cuando los soldados arrestaron a Jes
´
us y le ataron las manos,
los ap
´
ostoles se asustaron y huyeron. Pero Pedro y Juan quer
´
ıan
saber qu
´
e pasar
´
ıa con Jes
´
us, as
´
ı que lo siguieron de lejos. Final-
mente, Jes
´
usfuellevadoalacasadeCaif
´
as, el sumo sacerdote.
Como Juan conoc
´
ıa al sumo sacerdote, la portera dej
´
oque
´
el y
Pedro entraran en el patio.
Los sacerdotes ya se hab
´
ıan reunido en casa de Caif
´
as para ce-
lebrar el juicio. Quer
´
ıan dar muerte a Jes
´
us, de manera que tra-
jeron testigos que dijeron mentiras sobre
´
el. Adem
´
as, la gente
le empez
´
oadarpu
˜
netazos y bofetadas. Mientras suced
´
ıa todo
aquello, Pedro estaba por all
´
ıcerca.
158
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Una sirvienta joven, la portera que hab
´
ıa dejado entrar a Pe-
dro y Juan, se fij
´
oenPedroyledijo:‘¡T
´
utambi
´
en estabas con
Jes
´
us!’. Pero
´
el contest
´
o que ni siquiera lo conoc
´
ıa. Poco des-
pu
´
es,otramuchachareconoci
´
o a Pedro y dijo a los que se en-
contraban all
´
ı: “Este hombre estaba con Jes
´
us”. Pedro volvi
´
oa
negarlo. Un poco m
´
as tarde, algunas personas lo vieron y le di-
jeron: “Ciertamente t
´
utambi
´
en eres uno de ellos”. Pedro lo
neg
´
o por tercera vez, con estas palabras: “¡No conozco al hom-
bre!”. Hasta jur
´
oquedec
´
ıa la verdad. En ese momento, Jes
´
us se
dio la vuelta y lo mir
´
o (Mateo 26:57-75; Lucas 22:54-62; Juan
18:15-27).
¿Sabes por qu
´
eminti
´
o Pedro?... Porque ten
´
ıa miedo. Pero ¿por
qu
´
eten
´
ıa miedo? ¿Hubo algo que no hizo y que le hubiera dado
valor? Piensa en esto: ¿qu
´
ehab
´
ıa hecho Jes
´
us para no sentir te-
mor?...
´
El or
´
o a Dios, y Dios le ayud
´
oatenervalor.Recuerda
tambi
´
en que Jes
´
us le hab
´
ıa dicho a Pedro tres veces que se man-
tuviera despierto y alerta. Pero ¿qu
´
e ocurri
´
o?...
¿Por qu
´
e deber
´
ıan haberse quedado despiertos Pedro, Santiago y Juan?
159

En todas las ocasiones, Pedro se qued
´
odormido.
No or
´
o ni se mantuvo alerta. Por eso, el arresto de
Jes
´
us lo tom
´
o por sorpresa. Durante el juicio, Pedro
se asust
´
o al ver que golpeaban a Jes
´
us y planeaban
su muerte. Pero unas pocas horas antes, ¿qu
´
e
les hab
´
ıa dicho Jes
´
us a sus ap
´
ostoles so-
bre c
´
omo los tratar
´
ıa el mundo?... Les
hab
´
ıadichoqueelmundolosodia-
r
´
ıa, igual que lo hab
´
ıa odiado a
´
el.
Vamos a pensar en una situaci
´
on
parecidaaladePedroenlaquepo-
dr
´
ıamos encontrarnos nosotros. Ima-
g
´
ınate que est
´
as en clase y otros
empiezan a criticar a las personas
¿Por qu
´
e tuvo Pedro tanto miedo que dijo
que no conoc
´
ıaaJes
´
us?
¿En qu
´
esituaci
´
on parecida
aladePedropodr
´
ıas encontrarte?

que no saludan la bandera o no celebran la Navidad. De repen-
te, alguien se vuelve hacia ti y te pregunta: “¿Es cierto quet
´
u
no saludas la bandera?”. O pudieran decirte: “Nos han contado
que ni siquiera celebras la Navidad”. ¿Te dar
´
ıa miedo decir la
verdad?... ¿Sentir
´
ıas la tentaci
´
on de mentir, como hizo Pedro?...
Pedrosepusomuytristedespu
´
es de negar que conoc
´
ıa a Je-
s
´
us. Cuando se dio cuenta de lo que hab
´
ıa hecho, sali
´
oafueray
llor
´
o. As
´
ıes,Pedrovolvi
´
oconJes
´
us (Lucas 22:32). Entonces,
¿qu
´
epiensasquenosayudar
´
a a no estar tan asustados que nos
portemos igual que Pedro?... Recuerda que
´
el no or
´
oniseman-
tuvo alerta. Por lo tanto, ¿qu
´
edir
´
ıas que debemos hacer para ser
seguidores del Gran Maestro?...
Sin duda, tenemos que orar a Jehov
´
apidi
´
endole su ayuda.
Cuando Jes
´
us or
´
o, ¿sabes qu
´
e hizo Dios por
´
el?... Envi
´
oaun
´
an-
gel para que le diera fuerzas (Lucas 22:43). ¿Pueden ayudarnos a
nosotros los
´
angeles de Dios?... La Biblia dice: “El
´
angel de Jeho-
v
´
aest
´
a acampando todo en derredor de los que le temen, y los
libra” (Salmo 34:7). Pero para recibir la ayuda de Dios, no basta
conpedirlaen oraci
´
on.¿Sabes qu
´
em
´
as hay que hacer?...Jes
´
us les
dijo a sus seguidores que se mantuvieran despiertos y alerta.
¿C
´
omo crees que podemos hacerlo?...
Tenemos que prestar atenci
´
on a lo que se dice en las reuniones
cristianas y a lo que leemos en la Biblia. Adem
´
as, debemos orar a
Jehov
´
aamenudoypedirlequenosayudeasersussiervos.Silo
hacemos,
´
el nos dar
´
alaayudanecesariaparavencerelmiedo.
Entonces nos sentiremos felices cuando se presenten oportunida-
des de hablar a otras personas del Gran Maestro y de su Padre.
Estos textos nos ayudar
´
an a no dejar de hacer lo que est
´
abienpormiedoa
otras personas: Proverbios 29:25; Jerem
´
ıas 26:12-15, 20-24, y Juan 12:42, 43.
AYUDAPARAVENCER EL MIEDO
161

¿T
E SIENTES a veces triste y solo?... ¿Te preguntas si
hay alguien que te quiera?... Algunos ni
˜
nos se sien-
ten as
´
ı, pero Dios promete:“Yo mismo no me olvidar
´
e
de ti”(Isa
´
ıas 49:15).¿No es maravilloso pensar en esa promesa?...
S
´
ı, Jehov
´
aDiosnosamadeverdad.
Un escritor b
´
ıblico dijo: ‘En caso de que mi propio padre y mi
propiamadredeverasmedejaran,aunJehov
´
a mismo me reci-
bir
´
ıa’(Salmo27:10).Saberestonosconsuelamucho,¿noescier-
to?... Jehov
´
a nos dice: ‘No tengas miedo, porque estoy contigo.
Verdaderamente te ayudar
´
e’(Isa
´
ıas 41:10).
Sin embargo, Jehov
´
a a veces permite que Satan
´
as cause difi-
cultades a Sus siervos y que incluso los ponga a prueba. En una
ocasi
´
on, el Diablo hizo sufrir tanto a Jes
´
us, que este le or
´
oa
Jehov
´
a: ‘Dios m
´
ıo, Dios m
´
ıo, ¿por qu
´
e me has abandonado?’
(Mateo 27:46). A pesar de que Jes
´
us estaba sufriendo, sab
´
ıa que
Jehov
´
aloamaba(Juan10:17).Perotambi
´
en sab
´
ıa que Dios per-
mite que Satan
´
as ponga a prueba a Sus siervos y los haga sufrir.
En otro cap
´
ıtulo veremos por qu
´
eraz
´
on lo permite.
Cuando uno es peque
˜
no, en ciertas ocasiones es dif
´
ıcil no te-
ner miedo. Por ejemplo: ¿te has perdido alguna vez?... ¿Te asus-
taste?... Muchos ni
˜
nos lo har
´
ıan. Un d
´
ıa, el Gran Maestro cont
´
o
unahistoriaenlaqueelpersonajeseperdi
´
o. Pero no se trataba
de un ni
˜
no, sino de una oveja.
xy CAP
´
ITULO 31vw
D
´
ONDE ENCONTR AR
CONSUELO
162

En cierto sentido, t
´
uerescomouna
oveja. ¿C
´
omo es eso posible? Porque las
ovejas no son muy grandes ni tampoco
son muy fuertes, y necesitan que alguien
las cuide y proteja, igual que t
´
u. El hom-
bre que se encarga de cuidar las ovejas es
el pastor.
En su historia, Jes
´
us habl
´
odeunpastor
que ten
´
ıa cien ovejas. Un d
´
ıa, una de ellas
se perdi
´
o. Tal vez solo quer
´
ıa ver lo que ha-
b
´
ıa al otro lado de la colina, pero el resulta-
do fue que al poco tiempo se hab
´
ıa alejado
de las dem
´
as. ¿Te imaginas c
´
omo se sinti
´
ola
ovejita cuando mir
´
o a su alrededor y vio que
estaba completamente sola?...
¿Qu
´
ehar
´
ıaelpastoraldarsecuentadeque
faltaba una oveja? ¿Pensar
´
ıa que, como era culpa
de ella, no ten
´
ıa que preocuparse? ¿O dejar
´
ıaalas
otras noventa y nueve en un lugar seguro y se ir
´
ıa a
buscar a la perdida? ¿Merec
´
ıa la pena pasar tanto tra-
bajo por una sola oveja?... Si t
´
u fueras la oveja perdida,
¿te gustar
´
ıa que el pastor fuera a buscarte?...
El pastor quer
´
ıa mucho a todas sus ovejas, incluso a la
quesehab
´
ıa perdido, as
´
ıquefueabuscarla.Imag
´
ınate lo
contentaquesepusolaovejaperdidacuandoviollegaral
¿C
´
omocreesquesesienteestaovejitaperdida?

pastor. Jes
´
us dijo que tambi
´
en el pastor se alegr
´
o mucho de ha-
berla encontrado. Se alegr
´
om
´
as por ella que por las noventa y
nueve que no se hab
´
ıan perdido. Pues bien, ¿qui
´
en es como el
pastor de la historia de Jes
´
us? ¿Qui
´
en se preocupa por nosotros
tantocomoaquelpastorporsuoveja?...Jes
´
us dijo que su Padre
celestial, Jehov
´
a, hace eso.
Jehov
´
a Dios es el Gran Pastor de su pueblo. Ama a todos sus
siervos, hasta a los ni
˜
nos como t
´
u. No quiere que ninguno de
nosotros sufra da
˜
no o sea destruido. Sin duda, es maravilloso sa-
ber que Dios se preocupa tanto por nosotros (Mateo 18:12-14).
¿Crees realmente en Jehov
´
a Dios?... ¿Es
´
el una persona real
para ti?... Lo cierto es que no podemos ver a Jehov
´
aporque,
como es un es-
p
´
ıritu, tiene un cuerpo invisible
para nosotros. Pero es una perso-
na real y puede vernos. Sabe cu
´
an-
do necesitamos ayuda. Adem
´
as, al
igual que hablamos con otras per-
¿Qui
´
en es como el pastor
que rescat
´
oasuoveja?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

sonas, por medio de la oraci
´
on podemos hablar con Jehov
´
a.
De hecho,
´
el quiere que lo hagamos.
Por eso, si alguna vez te sientes triste o solo, ¿qu
´
ede-
ber
´
ıas hacer?... Habla con Jehov
´
a. Ac
´
ercate a
´
el, pues te con-
solar
´
ayayudar
´
a. No olvides que Jehov
´
ateama,hastaen
los momentos en que te sientes
muy solo. Vamos a abrir la Bi-
blia. All
´
ı, en el Salmo 23, des-
de el vers
´
ıculo 1 en adelante, se
nos dice: “Jehov
´
aesmiPastor.
Nada me faltar
´
a. En prados her-
bosos me hace recostar; me con-
duce por descansaderos donde
abunda el agua”.
Ver
´
as que el escritor a
˜
nade
en el vers
´
ıculo 4:“Aunque ande
en el valle de sombra profun-
da,notemonadamalo,por-
que t
´
uest
´
as conmigo; tu vara
y tu cayado son las cosas que
me consuelan”. As
´
ıescomose
sienten las personas si su Dios
es Jehov
´
a. Encuentran consuelo
en momentos dif
´
ıciles. ¿Te sientes t
´
uas
´
ı?...
Jehov
´
a cuida de sus siervos igual que un pastor amoroso cui-
da de su reba
˜
no. Les muestra el camino por donde deben andar,
y ellos lo siguen con gusto. No tienen por qu
´
e tener miedo, aun-
que solo haya problemas a su alrededor. Un pastor utiliza su
vara, o cayado, para proteger a las ovejas de los animales que
¿Es Jehov
´
a tan real
para ti como tu pap
´
a
uotrapersona?
D
´
ONDE ENCONTR ARCONSUELO
165

podr
´
ıan hacerles da
˜
no. La Biblia nos cuenta c
´
omo el joven pas-
tor David protegi
´
oasusovejasdeunle
´
ony de un oso (1 Samuel
17:34-36). Y los siervos de Jehov
´
a saben que, de igual modo,
Dios los proteger
´
a a ellos. Pueden sentirse seguros porque Dios
est
´
a con ellos.
Jehov
´
a ama de verdad a sus ovejas y las cuida con ternura.
La Biblia dice: ‘Como un pastor guiar
´
aasupropioreba
˜
no. Con
susbrazosjuntar
´
a a los corderitos’ (Isa
´
ıas 40:11).
¿No te consuela saber que Jehov
´
aesas
´
ı?... ¿Quieres ser una de
sus ovejitas?... Las ovejas escuchan la voz de su pastor y se man-
tienen cerca de
´
el. ¿Escuchas t
´
uaJehov
´
a?... ¿Te mantienes cerca
de
´
el?... Si lo haces, nunca tendr
´
as por qu
´
e sentir miedo. Jehov
´
a
estar
´
acontigo.
Jehov
´
a cuida amorosamente a sus siervos. Vamos a leer juntos c
´
omo lo ex-
presa la Biblia en Salmo 37:25; 55:22, y Lucas 12:29-31.
Igual que un pastor que protege
asureba
˜
no, ¿qui
´
en nos ayuda
cuando tenemos problemas?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

A
VECES Jehov
´
a hace cosas extraordinarias para prote-
ger a quienes son j
´
ovenes y no pueden cuidar de s
´
ımis-
mos. Si das un paseo por el campo, quiz
´
as observes algo
similar a lo que Jehov
´
a hace, aunque al principio no compren-
das bien lo que sucede.
Supongamos que vas caminando y ves a un ave que se posa en
el suelo cerca de ti. Parece que est
´
a herida, porque arrastra una
de las alas. Cuando intentas acercarte a ella, se aleja, y si la si-
gues, se aleja cada vez m
´
as. De repente, sale volando. En rea-
lidad no estaba herida. ¿Sabes lo que pasaba?...
Pues que cerca del lugar donde el ave se hab
´
ıa posado,
estaban sus cr
´
ıas ocultas entre los matorrales. La ma-
dre ten
´
ıa miedo de que las encontraras y les hicieras
da
˜
no. Por eso fingi
´
o que estaba herida y te alej
´
ode
all
´
ı. ¿Sabes qui
´
en puede protegernos igual que esa
madre protege a sus cr
´
ıas?... En la Biblia, a Jehov
´
a
se le compara con un ave llamada
´
aguila que cui-
da de sus polluelos (Deuteronomio 32:11, 12).
xy CAP
´
ITULO 32vw
C
´
OMO SE PROTEGI
´
O AJES
´
US
¿C
´
omo protege
esta ave a sus cr
´
ıas?167

Jes
´
us es el hijo m
´
as amado de Jehov
´
a. Cuando viv
´
ıa en el cie-
lo,era un esp
´
ıritu poderoso como su Padre y pod
´
ıa cuidarse solo.
Pero cuando naci
´
o en la Tierra, era un beb
´
e indefenso que
necesitaba protecci
´
on.
Para cumplir con la misi
´
on que Jehov
´
alehab
´
ıa asignado, Je-
s
´
us ten
´
ıa que crecer y convertirse en un adulto perfecto. Sin
embargo, Satan
´
as trat
´
o de matarlo antes de que eso sucediera.
Es muy emocionante leer el relato sobre c
´
omo intent
´
oacabar
con
´
el cuando era ni
˜
no y c
´
omo Jehov
´
aloprotegi
´
o. ¿Te gustar
´
ıa
escucharlo?...
Poco despu
´
es del nacimiento de Jes
´
us, Satan
´
as hizo que en el
cielo del Oriente brillara una luz que parec
´
ıa una estrella. Unos
astr
´
ologos, que son hombres que estudian las estrellas, la siguie-
ron por cientos de kil
´
ometros hasta llegar a Jerusal
´
en. All
´
ıpre-
guntaron d
´
onde ten
´
ıa que nacer el que ser
´
ıa rey de los jud
´
ıos.
Despu
´
es que los astr
´
ologos visitaron a Jes
´
us,
¿qu
´
e advertencia les dio Jehov
´
a
para salvar la vida del ni
˜
no?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Luego se hizo la pregunta a unos hombres que conoc
´
ıan la res-
puesta que daba la Biblia, y estos dijeron: “En Bel
´
en” (Mateo 2:
1-6).
Cuando Herodes, el rey malvado que estaba en Jerusal
´
en, se
enter
´
o de que el nuevo rey hab
´
ıa nacido poco antes en la cerca-
na ciudad de Bel
´
en, les dijo a los astr
´
ologos: ‘Busquen al ni
˜
no, y
cuando lo encuentren, vuelvan para avisarme’. ¿Sabes por qu
´
e
quer
´
ıa Herodes encontrar a Jes
´
us?... ¡Porque ten
´
ıa celos de
´
el
yquer
´
ıa matarlo!
¿C
´
omo protegi
´
o Dios a su Hijo?... Despu
´
es que los astr
´
ologos
hallaron a Jes
´
us y le hicieron regalos, Dios les advirti
´
oenun
sue
˜
no que no volvieran a donde estaba Herodes. Por lo tanto, se
fueron a su pa
´
ıs por otro camino, sin pasar por Jerusal
´
en. Cuan-
do Herodes descubri
´
oquelosastr
´
ologos se hab
´
ıan marchado, se
enoj
´
o mucho. Como deseaba eliminar a Jes
´
us, orden
´
oquema-
taran a todos los ni
˜
nos de Bel
´
en me-
nores de dos a
˜
nos. Pero Jes
´
us ya
no estaba all
´
ı.
¿Sabes c
´
omo logr
´
osal-
varse?... Cuando los astr
´
o-
logos se marcharon, Jehov
´
a
le dijo a Jos
´
e, el esposo de
Mar
´
ıa, que huyera a Egipto.
All
´
ı, Jes
´
us estuvo a salvo del
malvado Herodes. A
˜
nos des-
pu
´
es, cuando Mar
´
ıa y Jos
´
evol-
vieron de Egipto con Jes
´
us,Dios habl
´
odenuevoconJos
´
e.En un
sue
˜
noledijoquesefueraaNazaret,dondeelni
˜
no no correr
´
ıa
peligro(Mateo2:7-23).
¿C
´
omo se volvi
´
o a salvar Jes
´
us?
C
´
OMO SE PROTEGI
´
O AJES
´
US
169

¿Entiendes c
´
omo protegi
´
oJehov
´
a a su Hijo?... ¿Qui
´
en piensas
que es como aquellas cr
´
ıas que la madre ocultaba en los matorra-
les? ¿O como Jes
´
us cuando era peque
˜
no? ¿No eres t
´
uas
´
ı?... Tam-
bi
´
en a ti hay quienes desean hacerte da
˜
no. ¿Sabes qui
´
enes son?...
La Biblia dice que Satan
´
as es como un le
´
on rugiente que nos
quiere comer. Igual que los leones a menudo escogen a los ani-
males peque
˜
nos para atacarlos, Satan
´
as y sus demonios muchas
veces escogen a los ni
˜
nos (1 Pedro 5:8). Pero Jehov
´
aesm
´
as po-
deroso que Satan
´
as y puede proteger a los ni
˜
nos que le sirven o
remediar cualquier cosa mala que Satan
´
as les haga.
Seg
´
un vimos en el cap
´
ıtulo10deestelibro,¿qu
´
e quieren el
Diablo y sus demonios que hagamos?... Desean que tengamos el
tipo de relaciones sexuales que Dios considera malas, o inmora-
les.¿Recuerdas qui
´
enes son los
´
unicos que pueden tener relacio-
nes sexuales?... Un hombre y una mujer que est
´
en casados.
Pero, por desgracia, hay adultos a los que les gusta tener rela-
ciones sexuales con ni
˜
nos. A veces, esos ni
˜
nos hacen las cosas
malas que han aprendido de los adultos, y usan sus
´
organos se-
xuales de forma inmoral. As
´
ı ocurri
´
o hace mucho tiempo en la
ciudad de Sodoma. La Biblia dice que sus habitantes,“desde el
muchachohasta el viejo”, intentaron tener relaciones sexuales
con los hombres que hab
´
ıan ido avisitar a Lot (G
´
enesis 19:4,5).
Igual que Jes
´
us necesit
´
o protecci
´
on, t
´
utambi
´
en necesitas que
se te proteja de los adultos —e incluso de otros ni
˜
nos—que quie-
ran tener relaciones sexuales contigo. Normalmente, esas perso-
nas fingenquesontus amigos.Quiz
´
as te ofrezcanalgosi prometes
no decirle nada a nadie.Pero son ego
´
ıstas,como Satan
´
as y sus de-
monios. Solo buscan su propio placer, y su forma de conseguirlo
es teniendo relaciones sexuales con ni
˜
nos.¡Eso est
´
amuymal!
170
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Sabes qu
´
ehacenparasentir
placer?...Puede que intenten frotar
o acariciar tus
´
organos sexuales, o
que incluso froten sus
´
organos se-
xuales contra los tuyos. Pero nun-
ca debes permitir que nadie juegue
con tu pene o con tu vulva. Ni si-
quiera tu propio hermano o her-
mana, ni tu padre o madre.Estas
partes de tu cuerpo son
´
ıntimas.
¿C
´
omo puedes proteger tu cuer-
po de las personas que hacen co-
sas inmorales?... En primer lugar,
no dejes que nadie juegue con tus
´
organos sexuales. Si alguien trata
de hacerlo, dile con voz fuerte y firme:“¡No meto-
ques! ¡Te voy a acusar!”.Ysi esa persona dice que lo que ocurri
´
o
es culpa tuya, no le creas. Es mentira. Vete y cuenta lo que
hizo sin importar qui
´
ensea.Debescontarloaunquetediga
que lo que hacen
´
el y t
´
ujuntosesunsecretoentrelosdos.
Aunque te prometa hacerte bonitos regalos o te amenace, debes
alejarte de esa persona y contar lo que ha hecho.
No tienes por qu
´
e sentir miedo, pero s
´
ı debes tener cuidado.
Cuando tus padres te adviertan que algunas personas o lugares
podr
´
ıan ser peligrosos para ti, debes hacerles caso. De ese modo
evitar
´
as que alguien malo tenga la oportunidad de hacerte da
˜
no.
Vamos a leer c
´
omo puedes protegerte de actos inmorales en G
´
enesis 39:7-
12; Proverbios 4:14-16; 14:15, 16; 1 Corintios 6:18, y 2 Pedro 2:14.
¿Qu
´
e debes decir y hacer si alguien
intenta tocarte de forma inmoral?
171

C
UANDO Jes
´
us creci
´
oysupoc
´
omo Jehov
´
alohab
´
ıa prote-
gido en su ni
˜
nez, ¿piensas que le or
´
o para darle las gra-
cias?... ¿Qu
´
e crees que les dijo a Mar
´
ıa y Jos
´
ealenterarse
dequelehab
´
ıan salvado la vida llev
´
andolo a Egipto?...
Por supuesto, Jes
´
us ya no es un beb
´
eytampoco
vive en la Tierra como entonces. Sin embargo, ¿te
has dado cuenta de que en nuestros d
´
ıas pare-
ce que para algunas personas Jes
´
us solo es un
beb
´
eacostadoenunpesebre?...Enmuchos
lugares se representa a Jes
´
us de esa manera,
sobre todo durante la
´
epoca de Navidad.
Aunque Jes
´
us ya no est
´
aenlaTierra,
¿crees que sigue vivo?... S
´
ı, Dios lo resu-
cit
´
o, y ahora es un Rey poderoso en el
cielo.Pero ¿c
´
omo piensas que puede pro-
teger a sus siervos?... Cuando Jes
´
us viv
´
ıa
en la Tierra, demostr
´
oquepod
´
ıa prote-
ger a quienes lo amaban. Veamos c
´
omo
lo hizo en cierta ocasi
´
on, mientras estaba
en una barca con sus disc
´
ıpulos.
Era casi de noche. Jes
´
us hab
´
ıa pasa-
do todo el d
´
ıa ense
˜
nando al lado del
mar de Galilea, que es un gran lago
xy CAP
´
ITULO 33vw
JES
´
US PUEDE PROTEGERNOS
¿Qu
´
eesJes
´
us para ti: un rey poderoso,
ounbeb
´
e indefenso?
172

de unos veinte kil
´
ometros de largo y doce kil
´
ometros de ancho.
Entonces les dijo a sus disc
´
ıpulos: “Pasemos al otro lado del
lago”. As
´
ı que se subieron a una barca y comenzaron a cruzarlo.
Jes
´
us estaba tan cansado que se fue a la parte de atr
´
as y se acos-
t
´
o sobre una almohada. Enseguida se durmi
´
oprofundamente.
Los disc
´
ıpulos se quedaron despiertos para mantener el rum-
bo de la barca. Todo iba bien hasta que, de repente, se levant
´
o
unviento fuerte.Cadavez soplaba con m
´
as furia, yel mar se agi-
taba m
´
as y m
´
as. Las olas daban contra la barca, y esta empez
´
oa
llenarsedeagua.
Los disc
´
ıpulos ten
´
ıan miedo de que la barca se
hundiera. Mientras tanto, Jes
´
us segu
´
ıa durmiendo
tranquilamente en la parte de atr
´
as. Por fin, los
disc
´
ıpulos lo despertaron y le dijeron: ‘Maes-
tro, Maestro, s
´
alvanos, vamos a morir en esta
tormenta’. Al o
´
ır aquello, Jes
´
us se le-
vant
´
oylesorden
´
oalvientoyal
mar: ‘¡Silencio! ¡C
´
allense!’.
El viento dej
´
odesoplar
de inmediato,y el mar se
¿Qu
´
e les est
´
adiciendo
Jes
´
us al viento y al mar?
JES
´
US PUEDE PROTEGERNOS

calm
´
o. Los disc
´
ıpulos estaban sorprendidos, pues nunca antes
hab
´
ıan visto nada igual. Se dec
´
ıan unos a otros: “¿Qui
´
en, real-
mente, es este, porque ordena hasta a los vientos y al agua, y le
obedecen?” (Lucas 8:22-25; Marcos 4:35-41).
Yt
´
u, ¿sabes qui
´
en es Jes
´
us?... ¿De d
´
onde le viene su gran po-
der?... Los disc
´
ıpulos no deber
´
ıan haber tenido miedo mientras
Jes
´
us estaba con ellos, pues
´
el no era un hombre como los de-
m
´
as. Pod
´
ıa hacer cosas maravillosas que resultaban imposibles
paracualquierotrapersona.Voyacontartealgoque
hizo durante otra tormenta parecida.
Sucedi
´
oalg
´
un tiempo despu
´
es. Un d
´
ıa, al atardecer, Jes
´
us les
dijo a sus disc
´
ıpulos que tomaran una barca, cruzaran hasta la
otra orillay lo esperaran all
´
ı.Entonces se march
´
osoloalamon-
ta
˜
na, pues era un lugar tranquilo donde pod
´
ıa orar a su Padre,
Jehov
´
aDios.
¿Por qu
´
ehac
´
ıa milagros Jes
´
us?
174
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Los disc
´
ıpulos se subieron a la barca y comenzaron a navegar.
Sin embargo, al rato empez
´
o a soplar el viento,cadavez con m
´
as
fuerza. Ya se hab
´
ıa hecho de noche. Los hombres recogieron la
vela y se pusieron a remar, pero no avanzaban mucho porque el
fuerte viento soplaba en direcci
´
on contraria.Labarca sub
´
ıayba-
jaba entre grandes olas,yle segu
´
ıa entrando m
´
as y m
´
as agua. Los
disc
´
ıpulos luchaban por llegar a la orilla, pero no lo consegu
´
ıan.
Jes
´
us llevaba ya bastante rato a solas en la monta
˜
na. Enton-
ces, cuando vio que sus amigos estaban en peligro en medio del
gran oleaje, baj
´
o hasta la orilla del mar. Como quer
´
ıa ayudarlos,
comenz
´
o a caminar hacia ellos sobre el mar agitado.
¿Qu
´
e pasar
´
ıa si t
´
u intentaras caminar sobre el agua?... Te hun-
dir
´
ıas y podr
´
ıas ahogarte. Pero Jes
´
us es diferente porque tiene
poder especial. Para llegar hasta la barca, tuvo que recorrer una
gran distancia. Por eso, cuando los disc
´
ıpulos lo vieron acercar-
se caminando sobre las aguas, ya casi hab
´
ıa amanecido. Los
hombres no pod
´
ıan creer lo que ve
´
ıan. Se asustaron tanto que se
pusieron a gritar. Entonces, Jes
´
us les dijo: “Cobren
´
animo, soy
yo; no tengan temor”.
En cuanto Jes
´
us se subi
´
o a labarca,la tormenta se detuvo.Los
disc
´
ıpulos estaban sorprendidos de nuevo.Se inclinaron ante Je-
s
´
us y le dijeron: “Verdaderamente eres Hijo de Dios” (Mateo 14:
22-33; Juan 6:16-21).
¿No habr
´
ıa sido maravillosovivir en aquella
´
epocay ver c
´
omo
Jes
´
us hac
´
ıa esos milagros?... ¿Sabes por qu
´
e los hizo?... Porque
amabaasusdisc
´
ıpulos y quer
´
ıa ayudarlos. Adem
´
as, quiso mos-
trar el gran poder que ten
´
ıa entonces y que utilizar
´
ıa en el futu-
ro como Gobernante del Reino de Dios.
JES
´
US PUEDE PROTEGERNOS
175

Hoy en d
´
ıa, Jes
´
us tambi
´
en
emplea su poder a menudo
para proteger a sus seguidores
cuando Satan
´
as trata de impe-
dir que hablen a otras perso-
nas del Reino de Dios. Sin
embargo,nolousaparaevi-
tar que sus disc
´
ıpulos se enfer-
men ni para curarlos. Hasta
los ap
´
ostoles de Jes
´
us murie-
ron con el tiempo. Santia-
go, el hermano de Juan,
fue asesinado, y a Juan lo
metieron en prisi
´
on (He-
chos 12:2; Revelaci
´
on [Apo-
calipsis] 1:9).
En nuestros d
´
ıas ocurre lo
mismo. Sin importar si sirven
aJehov
´
aono,todaslasper-
sonas se enferman y mueren.
Pero pronto, cuando Jes
´
us go-
bierne como Rey del Reino de
Dios, todo ser
´
a diferente. Na-
die tendr
´
a motivos para sen-
tir temor nunca m
´
as, porque
Jes
´
us utilizar
´
asupoderpara
bendecir a todos los que le obedezcan (Isa
´
ıas 9:6, 7).
Otros textos que muestran el gran poder de Jes
´
us, a quien Dios ha hecho
Gobernante de su Reino, son Daniel 7:13, 14; Mateo 28:18, y Efesios 1:20-22.
¿C
´
omo protege Jes
´
us
asusseguidoreshoyend
´
ıa?
176
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

D
E SEGURO sabes que las personas envejecen, se enfer-
man y mueren. Incluso algunos ni
˜
nos mueren. ¿De-
ber
´
ıas tener miedo a la muerte o a los muertos?... ¿Sabes
qu
´
elesucedealagentecuandomuere?...
Es cierto que en la actualidad no hay nadie que haya vuelto a
vivir despu
´
es de muerto y pueda explicarnos lo que sucede. Pero
cuando Jes
´
us,el Gran Maestro,viv
´
ıa en la Tierra,huboun hom-
bre al que s
´
ılepas
´
o eso.Si leemos su historia,entenderemos qu
´
e
les ocurre a las personas cuando mueren. Se trataba de un ami-
go de Jes
´
us que viv
´
ıa en Betania, un pueblo no muy lejos de Je-
rusal
´
en.Se llamaba L
´
azaro y ten
´
ıa dos hermanas,Martay Mar
´
ıa.
Veamos lo que la Biblia dice que pas
´
o.
En cierta ocasi
´
on, L
´
azaro se puso muy enfermo. Como Jes
´
us
estaba lejos en aquel momento, Marta y Mar
´
ıa le enviaron un
mensajero para dec
´
ırselo. Avisaron a Jes
´
us porque sab
´
ıan que
´
el
pod
´
ıavenirycurarasuhermano.Jes
´
us noera m
´
edico,pero Dios
le hab
´
ıa dado poder para curar todo tipo de enfermedades (Ma-
teo 15:30, 31).
Sin embargo, antes de que Jes
´
us llegara, L
´
azaro se puso peor
ymuri
´
o. Jes
´
us les dijo a sus disc
´
ıpulos que L
´
azaro estaba dormi-
do y que iba all
´
a para despertarlo. Ellos no comprend
´
ıan lo
que Jes
´
us quer
´
ıa decir, as
´
ıque
´
el les indic
´
oclaramente:“L
´
azaro
ha muerto”. ¿Qu
´
e muestran estas palabras?... Que la muerte es
xy CAP
´
ITULO 34vw
¿QU
´
ELESUCEDE ALAGENTE
CU
ANDO MUERE?
177

comounsue
˜
noprofundo,tanprofundoque lapersonanisiquie-
ra sue
˜
na.
Jes
´
ussepusoencaminohacialacasadeMartayMar
´
ıa. All
´
ı
ya se hab
´
ıan reunido muchos amigos de la familia para consolar-
lasporlamuerte desu hermano.CuandoMartase enter
´
odeque
Jes
´
us se acercaba, sali
´
o a encontrarse con
´
el. Poco despu
´
es, Ma-
r
´
ıatambi
´
enlleg
´
o,triste yllorando,a donde estaba el Gran Maes-
tro y cay
´
oasuspies.Otrosamigosquelahab
´
ıan acompa
˜
nado
tambi
´
en estaban llorando.
Jes
´
us pregunt
´
od
´
onde hab
´
ıan puesto a L
´
azaro.Entonces lo lle-
varonala tumba,que estabaenuna cueva.Cuando Jes
´
usvioque
todos estaban llorando,
´
el tambi
´
en empez
´
o a llorar, pues sab
´
ıa el
dolor que se siente al perder a un ser querido en la muerte.
Como hab
´
ıa una piedra tapando la entrada de la cueva, Jes
´
us
dijo: “Quiten la piedra”. ¿Deb
´
ıan hacerlo?... Marta pensaba que
no era una buena idea y dijo: “Se
˜
nor, ya debe oler mal, porque
hace cuatro d
´
ıas”.
Sin embargo, Jes
´
us le contest
´
o: “¿No te dije que si cre
´
ıas ha-
br
´
ıas de ver la gloria de Dios?”. Jes
´
us se refer
´
ıa a que Marta iba
a ver algo que dar
´
ıa honra a Dios. ¿Qu
´
eibaahacerJes
´
us? Cuan-
do quitaron la piedra, Jes
´
us or
´
oenvozaltaaJehov
´
aydespu
´
es
grit
´
o: “¡L
´
azaro, sal!”. ¿Saldr
´
ıa de all
´
ı? ¿Podr
´
ıa hacerlo?...
¿Puedes despertar a alguien que est
´
a dormido?... S
´
ı, si lo lla-
mas con voz fuerte. Pero ¿puedes despertar a alguien que est
´
a
dormido en la muerte?... No. Por muy fuerte que llames a una
persona muerta, no te escuchar
´
a. No hay nada que t
´
u, yo o
cualquier otro ser humano podamos hacer para despertar a un
muerto.
178
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Pero el caso de Jes
´
us es distinto, porque Dios
le ha dado poder especial. Por eso, cuando Jes
´
us
llam
´
oaL
´
azaro, sucedi
´
o algo asombroso. El hom-
bre que llevaba muerto cuatro d
´
ıas sali
´
odela
cueva. ¡Hab
´
ıa vuelto a vivir! Pod
´
ıa respirar,
andar y hablar de nuevo. S
´
ı, Jes
´
us despert
´
o
aL
´
azaro de la muerte (Juan 11:1-44).
Ahora piensa porun momento:¿qu
´
eleocurri
´
oaL
´
azaro cuan-
do muri
´
o? ¿Hubo alguna parte de
´
el —un alma o un esp
´
ıritu—
que saliera de su cuerpo y fuera a vivir a otro lugar? ¿Se fue el
alma de L
´
azaro al cielo? ¿Estuvo vivo durante cuatro d
´
ıas en
el cielo con Dios y los santos
´
angeles?...
No.Recuerda que Jes
´
us dijo que L
´
azaro estaba dormido. ¿Qu
´
e
sucede cuando duermes? Si el sue
˜
no es muy profundo, no te en-
teras de lo que pasa a tu alrededor, ¿verdad?... Yal despertarte,
tampoco sabes cu
´
anto tiempo has estado durmiendo hasta que
miras el reloj.
¿Qu
´
ehizoJes
´
us por L
´
azaro?
¿QU
´
ELESUCEDE ALAGENTE CU ANDO MUERE?
179

Con los muertos sucede igual, pues nosabennada nisienten
nada ni puedenhacernada. As
´
ıseencontrabaL
´
azaro cuando es-
taba muerto. La muerte es como un sue
˜
no profundo del que la
personanorecuerdanada.LaBibliadice:“Encuantoalos muer-
tos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiast
´
es
9:5, 10).
Adem
´
as, piensa en esto: si L
´
azaro hubiera estado en el cielo
aquellos cuatro d
´
ıas,¿nolohabr
´
ıa contado?... ¿Y crees que Jes
´
us
lo habr
´
ıa obligado a dejar aquel lugar maravilloso para regresar
alaTierra?...¡Porsupuestoqueno!
Sin embargo, muchas personas dicen quetenemosun alma y
que esta contin
´
ua viviendo despu
´
es de la muerte del cuerpo. Se-
g
´
un ellas, el alma de L
´
azaro sigui
´
ovivaenalg
´
un lugar. Pero la
Biblia no dice eso;explica que Dios hizo al primer hombre,Ad
´
an,
un “almaviviente”. Ad
´
aneraun alma.Las Escrituras tambi
´
en en-
se
˜
nan que cuando
´
el pec
´
o,muri
´
o.Se convirti
´
oenun“almamuer-
ta” y volvi
´
oalpolvodelquehab
´
ıa sido formado. La Biblia dice,
adem
´
as, que todos sus descendientes heredaron el pecado y la
muerte (G
´
enesis 2:7; 3:17-19; N
´
umeros 6:6; Romanos 5:12).
¿En qu
´
econdici
´
on se hallaba L
´
azaro
mientras estaba muerto?
180

Est
´
aclaro,pues,quenotenemosun alma separada del cuer-
po. Cada uno de nosotrosesun alma. Y la Biblia explica lo que
nos sucede por haber heredado el pecado de Ad
´
an, el primer
hombre. Dice: ‘El alma que peca morir
´
a’ (Ezequiel 18:4).
Algunas personas tienen miedo a los muertos. No se
acercan a los cementerios porque piensan que las almas
de los muertos andan separadas de sus cuerpos y pue-
den hacer da
˜
no a los vivos. Pero ¿es cierto eso?... No,
no lo es.
Hay quienes piensan incluso que los muertos
pueden regresar en forma de esp
´
ıritus para visitar
a los vivos.Por eso les dejan comida.Pero la gente
quehaceesonocreedeverdadloqueDiosdice
sobre los muertos. Si nosotros s
´
ı lo creemos,
no tendremos miedo a los muertos. Ysi real-
mente nos sentimos agradecidos a Dios
por lavida, lo demostraremos hacien-
do las cosas que
´
el aprueba.
Pero quiz
´
as te preguntes: “¿Les
devolver
´
aDioslavidaalosni
˜
nos
que han muerto? ¿Querr
´
aha-
cerlo?”. Hablaremos de eso en
el siguiente cap
´
ıtulo.
Vamos a leer m
´
as textos b
´
ıblicos
que indican en qu
´
e condici
´
on est
´
an
los muertos y que el hombre es un
alma: Salmo 115:17; 146:3, 4, y
Jerem
´
ıas 2:34.
¿Por qu
´
enohayraz
´
on
para tener miedo a los muertos?
¿QU
´
ELESUCEDE ALAGENTE CU ANDO MUERE?

S
I NOS morimos, ¿querr
´
aDios resucitarnos, es decir, devol-
vernos la vida?... Un hombre bueno llamado Job cre
´
ıa que
s
´
ı. Por eso, cuando pens
´
o que estaba a punto de morir, le
dijo a Dios: “T
´
u llamar
´
as, y yo mismo te responder
´
e”. Job dijo
que Jehov
´
aDiosanhelar
´
ıaresucitarlo, lo desear
´
ıa much
´
ısi-
mo (Job 14:14, 15).
Jes
´
us es como Jehov
´
a Dios, su Padre. Tambi
´
enquiere
ayudarnos. Cuando un leproso le dijo: “Si tan solo
quieres,puedes limpiarme”, Jes
´
us contest
´
o:“Quiero”,
ylecur
´
o la lepra (Marcos 1:40-42).
Jes
´
us aprendi
´
odesuPadreaamaralosni
˜
nos. Hace
mucho tiempo, Jehov
´
aresucit
´
oadosni
˜
nos por medio
de sus siervos. El
´
ıas le suplic
´
oaJehov
´
aqueresucita-
ra al hijo de una mujer que
hab
´
ıa sido muy bondadosa
con
´
el, y Jehov
´
alohizo.
Dios tambi
´
en utiliz
´
oasu
siervo Eliseo para resuci-
tar a otro ni
˜
no (1 Reyes
17:17-24; 2 Reyes 4:32-
37).
xy CAP
´
ITULO 35vw
PODEMOS DESPERT AR
DE L
AMUERTE
¿C
´
omo demostr
´
o
Jehov
´
a que amaba
alosni
˜
nos?

¿No es maravilloso saber que Jehov
´
anosamatanto?...Nosolo
piensa en nosotros cuando estamos vivos. Tambi
´
en nos recuer-
da si morimos. Jes
´
us incluso dijo que, para el Padre, cuando un
amadosiervosuyomuere,escomosisiguieravivo(Lucas20:38).
La Biblia asegura que ‘ni la muerte, ni la vida, ni las cosas pre-
sentes ni las futuras podr
´
an separarnos del amor de Dios’ (Ro-
manos 8:38, 39).
Cuando Jes
´
us viv
´
ıa en la Tierra, mostr
´
oqueJehov
´
a se interesa
por los ni
˜
nos. Recordar
´
as que Jes
´
us dedic
´
otiempoahablarcon
ellos sobre Dios. Pero ¿sab
´
ıas que Jehov
´
aledioaJes
´
us el poder de
resucitar a ni
˜
nos que hab
´
ıan muerto?... Vamos a hablar de cuando
Jes
´
us resucit
´
o a la hija de doce a
˜
nos de un hombre llamado Jairo.
Jairo viv
´
ıa con su esposa y su
´
unica hija cerca del mar de Ga-
lilea. Un d
´
ıa,lamuchachasepusomuyenferma,yJairosedio
cuenta de que se estaba muriendo. Entonces se acord
´
odeJes
´
us,
aquel hombre maravilloso que, seg
´
un hab
´
ıa o
´
ıdo, pod
´
ıa curar a
los enfermos. As
´
ı que se fue a buscarlo y lo encontr
´
o a la orilla
del mar de Galilea ense
˜
nando a una muchedumbre.
Jairo se abri
´
opasoentrelagente,cay
´
oalospiesdeJes
´
us y le
dijo: ‘Mi hijita est
´
a muy enferma. ¿Puedes ir a ayudarla? Por fa-
vor, te suplico que me acompa
˜
nes’. Jes
´
us se march
´
oconJairode
inmediato. La muchedumbre que hab
´
ıa ido a ver al Gran Maes-
tro tambi
´
en los sigui
´
o. Pero cuando hab
´
ıan recorrido parte del
camino,se encontraron con unos hombres que ven
´
ıan de la casa
de Jairo y que le dijeron a este: “¡Tu hija muri
´
o! ¿Por qu
´
emoles-
tar ya al maestro?”.
Jes
´
us oy
´
o aquellas palabras. Como sab
´
ıa lo triste que era para
Jairo perder a su
´
unica hija, le dijo: ‘No temas. Solo ten fe
PODEMOS DESPERT ARDEL AMUERTE
183

en Dios, y tu hija se pondr
´
a
bien’. Entonces siguieron
adelante hasta llegar a la
casa de Jairo. Los ami-
gos de la familia all
´
ı
reunidos estaban llo-
rando porque la ni
˜
na
hab
´
ıa muerto. Jes
´
us les
dijo: ‘Dejen de llorar.
La ni
˜
na no ha muerto,
sino que est
´
adormida’.
Cuando Jes
´
us dijo
aquello, la gente co-
menz
´
oaburlarse,por-
que sab
´
ıa que la ni
˜
na
hab
´
ıa muerto. ¿Por qu
´
e
dijo Jes
´
us que esta-
ba durmiendo?... ¿Qu
´
e
lecci
´
on crees que deseaba ense
˜
nar a aquellas personas?... Quer
´
ıa
que supieran que la muerte es como un sue
˜
no profundo.
Quer
´
ıa ense
˜
narles que, con el poder de Dios, era capaz de resu-
citar a una persona con tanta facilidad como si la despertara de
un sue
˜
no.
Jes
´
us hizo salir a todo el mundo de la casa, menos a los padres
de la ni
˜
na y a los ap
´
ostoles Pedro, Santiago y Juan. Despu
´
es en-
tr
´
o donde estaba ella, la tom
´
o de la mano y le dijo: “Muchacha,
¡lev
´
antate!”. La ni
˜
na se levant
´
o enseguiday comenz
´
oacaminar.
Su padre y su madre se pusieron content
´
ısimos (Marcos 5:21-24,
35-43; Lucas 8:40-42, 49-56).
¿Qu
´
e aprendemos de que Jes
´
us
resucitaraalahijadeJairo?
184
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Piensa en esto:si Jes
´
us pudo devolverle lavida a aquella ni
˜
na,
¿podr
´
a hacer lo mismo por otros?... ¿Crees que de verdad lo
har
´
a?... S
´
ı. Jes
´
us mismo dijo: ‘Viene la hora en que todos los que
est
´
an en las tumbas conmemorativas oir
´
an mi voz y saldr
´
an’
(Juan 5:28, 29).
¿Crees que Jes
´
usquiereresucitar a las personas?... Otro ejem-
plo b
´
ıblico nos ayuda a contestar esa pregunta. Lo que ocurri
´
o
en cierta ocasi
´
oncercadelaciudaddeNa
´
ın muestra qu
´
esiente
Jes
´
us hacia las personas que lloran por la muerte de seres queri-
dos.
Una muchedumbre sal
´
ıa de la ciudad de Na
´
ın para enterrar
el cuerpo sin vida de un joven. La madre del muchacho se sen-
t
´
ıa muy triste. Su esposo hab
´
ıa muerto alg
´
un tiempo antes, y
ahora su
´
unicohijo tambi
´
en estaba muerto. Muchos de sus veci-
nos se hab
´
ıan unido a ella. La mujer estaba llorando, y la gente
no pod
´
ıa hacer nada para consolarla.
Aquel d
´
ıa, dio la casualidad de que Jes
´
us y sus disc
´
ıpulos se
dirig
´
ıan a Na
´
ın.Alacercarsealapuertadelaciudad,seencon-
traron con la multitud que iba al entierro del muchacho. Cuan-
do Jes
´
us vio a la madre llorando, sinti
´
ocompasi
´
on por ella.
Su coraz
´
on se conmovi
´
o por la gran tristeza de la mujer, y quiso
ayudarla.
Por eso, con ternura pero a la vez con firmeza, le dijo: “Deja
de llorar”. La actitud de Jes
´
us hizo que todo el mundo lo mira-
ra con inter
´
es. Cuando Jes
´
us se acerc
´
oalcuerpo,todossees-
tar
´
ıan preguntando qu
´
e iba a hacer. Jes
´
us orden
´
o: “Joven, yo te
digo: ¡Lev
´
antate!”. El muchacho se levant
´
odeinmediatoyco-
menz
´
o a hablar (Lucas 7:11-17).
PODEMOS DESPERT ARDEL AMUERTE
185

Imag
´
ınate c
´
omo debe haberse sentido la mujer.¿C
´
omo te sen-
tir
´
ıas t
´
u si alguien muy querido que hubiera muerto volviera a la
vida?...¿NodemuestraloquehizoJes
´
us que
´
el ama de verdad a
laspersonasyquiereayudarlas?... Piensa en lo maravilloso que
ser
´
a darles la bienvenida a los que resuciten en el nuevo mundo
de Dios (2 Pedro 3:13; Revelaci
´
on [Apocalipsis] 21:3, 4).
Algunos de los resucitados ser
´
an personas que ya conoc
´
ıamos,
yhabr
´
ani
˜
nos entre ellos. Los reconoceremos igual que Jairo
reconoci
´
oasuhijacuandoJes
´
us la resucit
´
o. Otros ser
´
an perso-
nas que murieron hace cientos o miles de a
˜
nos. Pero, aunque
haya pasado tanto tiempo, Dios no los olvidar
´
a.
¿No es maravilloso saber que Jehov
´
aDiosysuHijo,Jes
´
us, nos
aman tanto?... Ellos quieren que vivamos no solo unos cuantos
a
˜
nos, sino para siempre.
Encontramos la maravillosa esperanza que ofrece la Biblia para los muer-
tos en Isa
´
ıas 25:8; Hechos 24:15, y 1 Corintios 15:20-22.
¿Qu
´
e demuestra la resurrecci
´
on
del hijo
´
unico de esta mujer?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO
186

E
NLOSdoscap
´
ıtulos anteriores hablamos de la resurrec-
ci
´
on de varias personas. ¿Cu
´
antas eran?... Cinco. ¿Y cu
´
an-
tos eran ni
˜
nos?... Tres,y otro era un joven. ¿Qu
´
e crees que
nos ense
˜
na eso?...
Nos ense
˜
na que Dios ama a los ni
˜
nos y a los j
´
ovenes. Pero tam-
bi
´
en resucitar
´
a a muchas otras personas. ¿Ser
´
asoloalasquehicie-
ron cosas buenas?... Quiz
´
as pensemos que s
´
ı. Sin embargo, un
gran n
´
umero de personas nunca conocieron laverdad sobre Jeho-
v
´
a Dios y su Hijo. Hicieron lo malo porque eso fue lo que les en-
se
˜
naron. ¿Crees que Jehov
´
alasresucitar
´
aaellastambi
´
en?...
La Biblia dice: “Va a haber resurrecci
´
on as
´
ıdejustoscomode
injustos” (Hechos 24:15). ¿Por qu
´
eseresucitar
´
aalosquenofue-
ron justos onohicieron lo bueno?... Porque nunca tuvieron la
oportunidad de aprender sobre Jehov
´
anisobreloque
´
el quiere
que hagamos.
xy CAP
´
ITULO 36vw
¿QUI
´
ENES RESUCIT AR
´
A
N?
¿D
´
ONDE VIVIR
´
A
N?
¿Por qu
´
eresucitar
´
aDios
a algunas personas que
no hicieron lo bueno?

¿Y cu
´
ando crees que ocurrir
´
a la resurrec-
ci
´
on?... Piensa en lo siguiente: cuando L
´
azaro
muri
´
o,Jes
´
us le prometi
´
o a su hermana Marta:
“Tu hermano se levantar
´
a”, y ella le contest
´
o:
“Yo s
´
equeselevantar
´
aenlaresurrecci
´
on en
el
´
ultimo d
´
ıa” (Juan 11:23, 24). ¿Qu
´
equer
´
ıa
decir Marta con que L
´
azaro se levantar
´
ıa en
“el
´
ultimo d
´
ıa”?...
Marta hab
´
ıa escuchado la siguiente pro-
mesa de Jes
´
us: ‘Todos los que est
´
an en las
tumbas conmemorativas saldr
´
an’(Juan 5:
28, 29). “El
´
ultimo d
´
ıa” es aquel en que
se devolver
´
alavidaatodoslosqueest
´
an
en la memoria de Dios.No se trata de un
d
´
ıa de veinticuatro horas, sino de un pe-
r
´
ıodo de mil a
˜
nos. La Biblia dice que en
aquel d
´
ıa ‘Dios juzgar
´
aaloshabitantesde
la tierra’, y entre ellos estar
´
an los resuci-
tados (Hechos 17:31; 2 Pedro 3:8).
Imag
´
ınate lo maravilloso que ser
´
aese
d
´
ıa. A lo largo de sus mil a
˜
nos de du-
raci
´
on resucitar
´
an muchos millones de
personas que han muerto. Jes
´
us llam
´
oPa-
ra
´
ıso al lugar donde vivir
´
an los resucitados. ¿D
´
onde estar
´
ael
Para
´
ıso, y c
´
omo ser
´
a? Veamos.
Unas tres horas antes de que Jes
´
us muriera en el madero, ha-
bl
´
o sobre el Para
´
ıso con un hombre que estaba clavado en otro
madero junto al suyo. El hombre era un malhechor que hab
´
ıa
cometido varios delitos, y lo hab
´
ıan condenado a muerte. Pero
¿D
´
onde estar
´
aelPara
´
ıso que Jes
´
us mencion
´
oaestehombre?
188

despu
´
es de observar a Jes
´
us y
escuchar lo que dec
´
ıan de
´
el,
empez
´
o a creerle, as
´
ıquelepi-
di
´
o: “Acu
´
erdate de m
´
ıcuan-
do entres en tu reino”. Jes
´
us le
contest
´
o: “Verdaderamente te
digo hoy: Estar
´
as conmigo en
el Para
´
ıso” (Lucas 23:42, 43).
¿Qu
´
equisodecirJes
´
us
con aquellas palabras? ¿D
´
on-
de est
´
aelPara
´
ıso?... Pien-
sa en esto: ¿d
´
onde estuvo el
Para
´
ısoenunprincipio?...
Recuerda que Dios puso al
primer hombre, Ad
´
an, y a su
esposa en un para
´
ıso situado aqu
´
ı en la Tierra. Se llamaba el jar-
d
´
ın de Ed
´
en. En ese jard
´
ın hab
´
ıa animales, pero no le hac
´
ıan
da
˜
no a nadie. Tambi
´
en hab
´
ıa
´
arboles llenos de frutas deliciosas,
as
´
ıcomoungranr
´
ıo. Era un lugar maravilloso donde vivir (G
´
e-
nesis 2:8-10).
Por lo tanto,cuando leemos que el malhechor estar
´
aenelPa-
ra
´
ıso, debemos imaginarnos esta Tierra convertida en un lugar
hermoso donde vivir. ¿Estar
´
aJes
´
us entonces en el Para
´
ıso aqu
´
ı
en la Tierra con aquel hombre que antes fue un malhechor?...
No. ¿Sabes por qu
´
e no?...
Porque Jes
´
us estar
´
a en el cielo reinando desde all
´
ısobreelPa-
ra
´
ıso terrestre. Jes
´
us estar
´
a con aquel hombre en el sentido de
que lo resucitar
´
ayseocupar
´
a de sus necesidades. Pero ¿por
qu
´
epermitir
´
a que alguien que fue un malhechor viva en el
Cuando leemos
sobre el Para
´
ıso, ¿qu
´
e
debemos imaginarnos?
189

Para
´
ıso?... Vamos a ver si podemos
averiguarlo.
Antes de que el hombre habla-
ra con Jes
´
us, ¿conoc
´
ıa los prop
´
ositos de
Dios?... No, no los conoc
´
ıa. Hizo cosas malas
porque no sab
´
ıa cu
´
al era la verdad sobre Dios. Pero en el Para
´
ı-
so se le ense
˜
nar
´
aloqueJehov
´
asepropone
hacer para los seres humanos y tendr
´
ala
oportunidad de demostrar que realmente
ama a Dios haciendo Su voluntad.
¿Vivir
´
an en el Para
´
ıso terrestre todos los resucitados?... No.
¿Sabes por qu
´
e no?... Porque algunos resucitar
´
an para vivir con
Jes
´
us en el cielo. Reinar
´
an con
´
el sobre la Tierra convertida en
un para
´
ıso. Veamos c
´
omolosabemos.
La noche antes de morir, Jes
´
uslesdijoasusap
´
ostoles: ‘En la
casa de mi Padre en el cielo hay mucho espacio, y voy all
´
aa
prepararles un lugar’. Entonces les prometi
´
o: ‘Vengo otra vez y
los recibir
´
e en casa, para que donde yo estoy tambi
´
en est
´
en us-
tedes’ (Juan 14:2, 3).
¿D
´
onde vivir
´
an
los resucitados,
yqu
´
ehar
´
an?

¿Ad
´
onde fue Jes
´
us despu
´
es de resucitar?... Volvi
´
oalcielojun-
to a su Padre (Juan 17:4, 5). De modo que Jes
´
us prometi
´
oasus
ap
´
ostoles y otros disc
´
ıpulos que los resucitar
´
ıa para que estuvie-
ran con
´
el en el cielo. ¿Qu
´
ehar
´
an all
´
ı?... La Biblia dice que es-
tos disc
´
ıpulos que tendr
´
ıan parte en “la primera resurrecci
´
on”
vivir
´
an en el cielo “y reinar
´
an con
´
el por los mil a
˜
nos” sobre la
Tierra (Revelaci
´
on [Apocalipsis] 5:10; 20:6; 2 Timoteo 2:12).
¿Cu
´
antos participar
´
an en “la primera resurrecci
´
on” y rei-
nar
´
an con Jes
´
us?... El Gran Maestro les dijo a sus disc
´
ıpulos:
“No teman,reba
˜
no peque
˜
no,porque su Padre ha aprobado darles
el reino” (Lucas 12:32). Ese “reba
˜
no peque
˜
no” est
´
acompuesto
de un n
´
umeroexactodepersonasdelaTierraqueresucitan
para estar con Jes
´
us en su Reino celestial. La Biblia muestra que
son “ciento cuarenta y cuatro mil” (Revelaci
´
on 14:1, 3).
¿Cu
´
antas personas vivir
´
an en el Para
´
ıso terrestre?... La Biblia
no lo menciona. Pero Dios les dijo a Ad
´
an y Eva mientras esta-
baneneljard
´
ın de Ed
´
en que tuvieran hijos y
llenaran la Tierra.
Aunque ellos no lo consiguieron, Dios se encargar
´
adequese
cumpla su prop
´
osito de llenar la Tierra con gente buena (G
´
ene-
sis 1:28; Isa
´
ıas 45:18; 55:11).
Piensa en lo maravilloso que ser
´
a vivir en el Para
´
ıso. Toda la
Tierra se parecer
´
a a un hermoso parque, pues habr
´
a
´
arboles y
flores de todo tipo y abundar
´
anlasavesydem
´
as animales. Na-
die sentir
´
a dolor por estar enfermo y tampoco tendr
´
aquemorir
nadie. Todos ser
´
an amigos. Si queremos vivir para siempre en el
Para
´
ıso, ahora es el momento de prepararnos para ello.
Vamos a leer m
´
as sobre el prop
´
osito de Dios para la Tierra en Proverbios
2:21, 22; Eclesiast
´
es 1:4; Isa
´
ıas 2:4; 11:6-9; 35:5, 6, y 65:21-24.
¿QUI
´
ENES RESUCIT AR
´
A
N? ¿D
´
ONDE VIVIR
´
A
N?
191

I
MAG
´
INATEquealguientehaceunregalomaravilloso.
¿C
´
omo te sentir
´
ıas?... ¿Tan solo le dar
´
ıas las gracias a quien
te lo hizo y entonces te olvidar
´
ıas de
´
el? ¿O recordar
´
ıas a esa
persona y su regalo?...
Jehov
´
a Dios nos hizo un regalo maravilloso. Envi
´
oasuHijoa
la Tierra para que muriera por nosotros. ¿Sabes por qu
´
etuvoque
morir Jes
´
us por nosotros?... Se trata de un asunto muy importan-
te que debemos entender bien.
Como aprendimos en el cap
´
ıtulo 23, Ad
´
an pec
´
ocuandodeso-
bedeci
´
o la ley perfecta de Dios. Y nosotros hemos heredado el
pecado de Ad
´
an, el padre de toda la humanidad. ¿Qu
´
e crees en-
tonces que necesitamos?... Necesitamos, por decirlo as
´
ı, un nue-
vo padre, alguien que haya vivido una vida perfecta en la Tierra.
¿Qui
´
en crees que puede ser esa persona?... Jes
´
us.
Jehov
´
aenvi
´
oaJes
´
us a la Tierra para que se convirtiera en un
padre para nosotros en vez de Ad
´
an. La Biblia explica: “‘El pri-
mer hombre, Ad
´
an, lleg
´
o a ser alma viviente’. El
´
ultimo Ad
´
an
lleg
´
o a ser un esp
´
ıritu dador de vida”. ¿Qui
´
en fue el primer
Ad
´
an?... El hombre que Dios cre
´
o del polvo del suelo. ¿Qui
´
en es
el segundo Ad
´
an?... Jes
´
us. La Biblia lo muestra al decir: “El pri-
mer hombre [Ad
´
an] procede de la tierra y es hecho de polvo;
el segundo hombre [Jes
´
us]procede del cielo”(1 Corintios 15:
45, 47; G
´
enesis 2:7).
xy CAP
´
ITULO 37vw
RECORDEMOS
AJEHOV
´
A
YASU HIJO
192

Dios tom
´
olavidadeJes
´
us del cielo y la puso dentro de la mu-
jer llamada Mar
´
ıa. Por eso Jes
´
us no hered
´
oelpecadodeAd
´
an,
sino que fue un humano perfecto (Lucas 1:30-35). Tambi
´
en por
ese motivo un
´
angel les dijo a los pastores cuando naci
´
oJes
´
us:
“Les ha nacido hoy un Salvador” (Lucas 2:11). Pero para que ese
beb
´
e llegara a ser nuestro Salvador,¿qu
´
edeb
´
ıa ocurrir primero?...
Ten
´
ıaquecreceryconvertirseenunhombreadulto,igualque
Ad
´
an. Entonces podr
´
ıa ser ‘el segundo Ad
´
an’.
Jes
´
us, nuestro Salvador, se convertir
´
a, adem
´
as, en nuestro “Pa-
dre Eterno”, como lo llama la Biblia (Isa
´
ıas 9:6, 7). As
´
ıes,Jes
´
us,
que fue un hombreperfecto,puedellegarasernuestropadreenvez
de Ad
´
an, quien se volvi
´
oimperfectocuandopec
´
o. De este modo,
nosotros podemos escoger al ‘segundo Ad
´
an’ para que sea nuestro
padre. Por supuesto, el propio Jes
´
us tiene un Padre, Jehov
´
aDios.
Cuando llegamos a conocer a Jes
´
us, lo aceptamos como nues-
tro Salvador.¿Recuerdas de qu
´
esenostienequesalvar?...Delpe-
cado y la muerte que heredamos de Ad
´
an. La vida de hombre
perfecto que Jes
´
us sacrific
´
o,o dio,por nosotros recibe
el nombre derescate.Jehov
´
a suminis-
tr
´
o el rescate para que se borraran
nuestros pecados (Mateo 20:28; Ro-
manos 5:8; 6:23).
No queremos olvidar nunca lo que
DiosysuHijohanhechopornoso-
tros, ¿verdad?... Jes
´
us les mostr
´
oasus
¿En qu
´
eseparecieron
Ad
´
an y Jes
´
us, y por qu
´
e
era eso muy importante?
RECORDEMOS AJEHOV
´
A
YASU HIJO

seguidores una forma especial de
recordar lo que
´
el hizo.Vamos aver
cu
´
al fue.
Imag
´
ınate que est
´
as en una ha-
bitaci
´
on del piso de arriba de una
casa de Jerusal
´
en.Esdenoche.Je-
s
´
us y sus ap
´
ostoles est
´
an sentados
anteunamesaenlaquehaycorde-
ro asado, panes de forma aplanada
y vino tinto. Est
´
an tomando una
cena especial. ¿Sabes por qu
´
e?...
Esta cena sirve para recordar-
les lo que Jehov
´
a hizo cientos de
a
˜
nos antes cuando Su pueblo, los
israelitas, eran esclavos en Egipto.
En aquella ocasi
´
on, Jehov
´
aledijoal
pueblo:‘Matenuncorderoporfa-
¿C
´
omo protegi
´
o la sangre del cordero
alosisraelitas?
¿Qu
´
e puede hacer por nosotros
la sangre de Jes
´
us, que
´
el
compar
´
oconvino?

miliay salpiquen su sangre sobre el marco de la puerta de sus ca-
sas’. Entonces les dijo: ‘Entren en sus casas y coman el cordero’.
Los israelitas lo hicieron, y aquella misma noche, el
´
angel de
Dios pas
´
o por Egipto. En la mayor
´
ıa de las casas, el
´
angel mat
´
oal
primer hijo. Pero cuando ve
´
ıa la sangre de cordero en el marco
de la puerta de alguna casa,la pasaba por altoy all
´
ınomor
´
ıa nin-
g
´
un ni
˜
no. Fara
´
on, el rey de Egipto, se asust
´
otantoporloqueha-
b
´
ıa hecho el
´
angel de Jehov
´
a, que les dijo a los israelitas: ‘Pueden
marcharse. ¡Salgan de Egipto!’. De modo que cargaron sus perte-
nencias sobre sus camellos y asnos, y se marcharon.
Jehov
´
anoquer
´
ıa que su pueblo olvidara c
´
omo los hab
´
ıa libera-
do. Por eso dijo: ‘Una vez al a
˜
no tienen que tomar una cena como
la de esta noche’. Esa cena especial, a la que llamaron Pascua, les
har
´
ıa recordar que aquella noche el
´
angel de Dios “pas
´
oporalto”
las casas marcadas con sangre (
´
Exodo 12:1-13, 24-27, 31).
Jes
´
us y sus ap
´
ostoles pensaron en aquel suceso cuando toma-
ronlacenadelaPascua.Alterminar,Jes
´
us hizo algo muy impor-
tante. Pero antes, Judas, el ap
´
ostol traidor, se march
´
o. Entonces
Jes
´
us tom
´
ounodelospanesquehab
´
ıan sobrado y, despu
´
es de
hacer una oraci
´
on, lo parti
´
oyselopas
´
oasusdisc
´
ıpulos.Les dijo:
“Tomen, coman”. Entonces les explic
´
o: ‘Este pan significa mi
cuerpo que dar
´
e cuando muera por ustedes’.
Acontinuaci
´
on, Jes
´
us tom
´
o una copa de vino tinto. Despu
´
es
de hacer otra oraci
´
on de gracias, les dio la copa diciendo: “Be-
ban de ella, todos ustedes”. Ya
˜
nadi
´
o: ‘Este vino significa mi san-
gre, que pronto derramar
´
e para librarlos de sus pecados. Sigan
haciendo esto en memoria de m
´
ı’ (Mateo 26:26-28; 1 Corintios
11:23-26).
RECORDEMOS AJEHOV
´
A
YASU HIJO
195

¿Te fijaste en que Jes
´
us dijo que sus disc
´
ıpulos deb
´
ıan seguir ha-
ciendo aquello en memoria de
´
el?... A partir de entonces, en vez
de celebrar la Pascua, celebrar
´
ıan unavez al a
˜
no esta cena especial
para recordar a Jes
´
us, as
´
ı como su muerte. Esa comida especial se
llama la Cena del Se
˜
nor. Hoy d
´
ıa la llamamos tambi
´
en la Con-
memoraci
´
on. ¿Por qu
´
e?... Porque sirve para conmemorar o recor-
dar lo que Jes
´
us y su Padre, Jehov
´
a Dios, hicieron por nosotros.
El pan debe hacernos pensar en el cuerpo de Jes
´
us, que
´
el es-
tuvo dispuesto a sacrificar para que pudi
´
eramos tener vida eter-
na. ¿Y el vino tinto?... El vino debe recordarnos el valor de la
sangre de Jes
´
us. Su sangre es m
´
as valiosa que la del cordero de
la Pascua de Egipto. ¿Sabes por qu
´
e?... La Biblia dice que, gracias
alasangredeJes
´
us, se nos perdonan los pecados. Y cuando to-
dos los pecados sean borrados, ya nadie enfermar
´
a, envejecer
´
a,
ni morir
´
a. Debemos pensar en esto durante la Conmemoraci
´
on.
¿Deben comer del pan y beber del vino todos los que asisten a
la Conmemoraci
´
on?... Jes
´
us dijo a los que toman del pan y del
vino: ‘Ustedes participar
´
an en mi reino y se sentar
´
an en tronos
en el cielo conmigo’ (Lucas 22:19, 20, 30). Eso significa que
ir
´
ıan al cielo para ser reyes con Jes
´
us. Por eso, solo los que tienen
la esperanza de gobernar con Jes
´
us en el cielo deber
´
ıan tomar del
pan y del vino.
Pero incluso aquellos que no comen del pan ni beben del vino
deben asistir a la Conmemoraci
´
on. ¿Sabes por qu
´
e?... Porque Je-
s
´
us dio su vida por todos. Al asistir a la Conmemoraci
´
on, demos-
tramos que no lo hemos olvidado. Y tambi
´
en recordamos que
Diosnoshizounregalomaravilloso.
Algunos textos que muestran la importancia del sacrificio de Jes
´
us son
1 Corintios 5:7; Efesios 1:7; 1 Timoteo 2:5, 6, y 1 Pedro 1:18, 19.
196
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

I
MAG
´
INATEquevasenunbarcoqueseest
´
a hundiendo.
¿Te gustar
´
ıa que alguien te salvara?... ¿Ysi la persona diera
su vida para rescatarte?... Pues eso fue lo que hizo Jesucris-
to. Como aprendimos en el cap
´
ıtulo 37,
´
el dio su vida como res-
cate para salvarnos.
Claro, no es que Jes
´
us nos salve de morir ahogados. ¿Recuer-
das de qu
´
e nos salva?... Del pecado y la muerte que todos here-
damos de Ad
´
an. A pesar de que algunas personas han hecho
cosas muy malas, Jes
´
us tambi
´
en muri
´
o por ellas. ¿Arriesgar
´
ıas tu
vida para intentar salvar a gente as
´
ı?...
La Biblia dice: “Apenas muere alguien por un hombre justo;
en realidad, por el hombre bueno, quiz
´
as, alguien hasta se atreva
amorir”.Perotambi
´
en explica que Jes
´
us “muri
´
oporimp
´
ıos”, por
personas que ni siquiera sirven a Dios.La Biblia a
˜
nade que “mien-
tras todav
´
ıa
´
eramos pecadores”, es decir, mientras todav
´
ıa hac
´
ıa-
mos cosas malas, “Cristo muri
´
o por nosotros” (Romanos 5:6-8).
¿Recuerdas qui
´
enhizocosasmuymalasantesdeserap
´
ostol?...
Fuealguienqueescribi
´
o: “Cristo Jes
´
us vino al mundo para salvar
a pecadores.De estos yo soy el m
´
as notable”.Esa persona fue el
ap
´
ostol Pablo.
´
Eldijoqueenuntiempohab
´
ıa sido ‘insensato’ y
hab
´
ıa estado ‘ocupado en la maldad’ (1 Timoteo 1:15; Tito 3:3).
Piensa en cu
´
anto amor demostr
´
o Dios al enviar a su Hijo para
que muriera por gente tan mala. Toma, por favor, tu Biblia y lee
xy CAP
´
ITULO 38vw
¿POR QU
´
E DEBEMOS
AMARAJES
´
US?
197

loquediceJuan,cap
´
ıtulo 3, vers
´
ıculo 16: “Tanto am
´
oDiosal
mundo[esdecir,alagentequeviveenlaTierra]quedioasu
Hijo unig
´
enito, para que todo el que ejerce fe en
´
el no sea des-
truido, sino que tenga vida eterna”.
Jes
´
us demostr
´
oque
´
el nos amaba tanto como su Padre. Quiz
´
as
recuerdes que en el cap
´
ıtulo30deestelibrovimoslosmaltra-
tos que sufri
´
o la noche en que lo arrestaron. Primero lo llevaron
alacasadelsumosacerdoteCaif
´
as, donde lo juzgaron. Trajeron
falsos testigos que dijeron mentiras sobre
´
el, y la gente le dio
pu
˜
netazos. Fue entonces cuando Pedro neg
´
o que lo conociera.
Ahora imagina que estamos all
´
ı y vemos lo que sucede despu
´
es.
Llega la ma
˜
nana. Jes
´
us ha pasado toda la noche despierto.
Como el juicio celebrado por la noche no ha sido legal, los
sacerdotes re
´
unen r
´
apidamente al Sanedr
´
ın, o tribunal supremo
jud
´
ıo, y celebran otro juicio. En este acusan de nuevo a Jes
´
us de
pecar contra Dios.
Acontinuaci
´
on, los sacerdotes mandan atar a Jes
´
us y lo lle-
van ante Pilato, el gobernador romano. Le dicen: ‘Jes
´
us est
´
aen
contra del gobierno.Debe morir’.Pero Pilato comprende que los
sacerdotes est
´
an mintiendo, as
´
ıquelescontesta:‘Yonoveoque
este hombre haya hecho nada malo. Voy a dejarlo libre’. Enton-
ces los sacerdotes y otras personas gritan: ‘¡No, m
´
atalo!’.
M
´
as tarde, Pilato le repite a la gente que va a poner en libertad
aJes
´
us. Pero los sacerdotes hacen que la muchedumbre grite: ‘Si
lo dejas marchar, t
´
utambi
´
en est
´
as en contra del gobierno. ¡M
´
ata-
lo!’.Lagentegritacadavezm
´
as fuerte. ¿Sabes qu
´
ehacePilato?...
Dejaquesesalganconlasuya.PrimeromandaazotaraJes
´
us y
luego lo entrega a los soldados para que lo maten. Estos le ponen
198
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

una corona de espinas y se inclinan
ante
´
el para hacerle burla. Despu
´
es le
dan un madero para que lo lleve a
cuestas hasta un sitio fuera de la ciu-
dad llamado Lugar del Cr
´
aneo. All
´
ıle
clavan las manos y los pies al madero
y entonces levantan el madero para
que Jes
´
us quede colgando en
´
el. Las
heridas le sangran, y siente mucho dolor.
Pero Jes
´
us no muere enseguida. Pri-
mero sufre bastante rato en el madero.
Mientras tanto, los sacerdotes principa-
les se burlan de
´
el, y la gente que pasa
por all
´
ı grita: “Si eres hijo de Dios, ¡baja
del madero de tormento!”. Pero Jes
´
us
sabe que su Padre lo ha enviado con
un prop
´
osito: dar su vida perfecta
¿Qu
´
e maltratos sufri
´
oJes
´
us cuando iba a dar su vida por nosotros?

para que nosotros podamos
vivir para siempre. Final-
mente, como a las tres
de la tarde, Jes
´
us clama a
su Padre y muere (Mateo
26:36–27:50; Marcos 15:1;
Lucas 22:39–23:46; Juan
18:1–19:30).
¡Qu
´
e diferente fue Jes
´
us
de Ad
´
an! Ad
´
an no mos-
tr
´
oamoraDios,pueslo
desobedeci
´
o. Tampoco de-
mostr
´
o que amara a los seres
humanos, porque por culpa de
su pecado todos nacemos pecadores. Pero Jes
´
us s
´
ımostr
´
oamor
tanto a Dios como a la humanidad.
´
El siempre obedeci
´
oaDios
y dio su vida para reparar todo el da
˜
no que Ad
´
an nos hizo.
¿Te das cuenta de qu
´
e maravilloso fue lo que hizo Jes
´
us?...
Cuando oras a Dios, ¿le das las gracias por enviarnos a su Hijo?...
El ap
´
ostol Pablo agradeci
´
o lo que Cristo hizo.Dijo que el Hijo de
Dios‘loam
´
oyseentreg
´
opor
´
el’(G
´
alatas 2:20).Jes
´
us muri
´
otam-
bi
´
en por ti y por m
´
ı.Diosuvidaperfectaparaquevivamoseter-
namente. Sin duda, es una buena raz
´
on para que lo amemos.
El ap
´
ostol Pablo escribi
´
oaloscristianosdelaciudaddeCo-
rinto: “El amor de Cristo nos obliga”. ¿A qu
´
e crees t
´
uquenos
obliga?... F
´
ıjateenloquecontestaPablo:“Cristomuri
´
opor
todos, a fin de quetodos vivan por
´
el. Deben vivir para agradar a
Cristo, no a s
´
ımismos”(cursivas nuestras; 2 Corintios 5:14, 15,
Versi
´
on Nueva Vida).
¿Qu
´
e podemos hacer para
demostrar que amamos a Jes
´
us?
200

¿Se te ocurren maneras de demostrar que vives para agradar a
Cristo?...Unamaneraes,porejemplo,contaraotraspersonaslo
que has aprendido de
´
el. O imag
´
ınate lo siguiente: est
´
as solo,
ni tu mam
´
anitupap
´
anining
´
un otro ser humano te observa.
¿Te pondr
´
as a ver programas de televisi
´
on o p
´
aginas de Internet
quesabesquenolegustar
´
ıan a Jes
´
us?... Recuerda que Jes
´
us est
´
a
vivoyvetodoloquehacemos.
Otra raz
´
on por la que debemos amar a Jes
´
us es que queremos
imitar a Jehov
´
a. “El Padre me ama”, dijo Jes
´
us. ¿Sabes por qu
´
e
Jehov
´
aloamayporqu
´
e nosotros tambi
´
en debemos hacerlo?...
Porque Jes
´
us estuvo dispuesto a morir para que se hiciera la vo-
luntad de Dios (Juan 10:17). Por eso tenemos que obedecer el
siguiente consejo b
´
ıblico: “H
´
aganse imitadores de Dios, como
hijos amados, y sigan andando en amor, as
´
ıcomoelCristo
tambi
´
en los am
´
o a ustedes y se entreg
´
o por ustedes” (Efesios 5:
1, 2).
Para que aumente nuestra gratitud por Jes
´
usyloque
´
el hizo por nosotros,
vamos a leer Juan 3:35; 15:9, 10, y 1 Juan 5:11, 12.
¿Qui
´
en ve todo
lo que hacemos?
¿POR QU
´
EDEBEMOS AMARAJES
´
US?

J
ES
´
US llor
´
ocuandosuamigoL
´
azaro muri
´
o. ¿Crees que a
Jehov
´
aleapenaronlossufrimientosylamuertedesuHijo?...
La Biblia dice que algunos sucesos hacen que Dios ‘se sien-
ta herido’ y le ‘causan dolor’ (Salmo 78:40, 41; Juan 11:35).
¿Te imaginas el dolor que sinti
´
oJehov
´
acuandoviomorirasu
Hijo amado?... Jes
´
us estaba seguro de que Dios no se olvidar
´
ıa de
´
el. Por eso, sus
´
ultimas palabras antes de morir fueron: ‘Padre, en
tus manos encomiendo mi vida’ (Lucas 23:46).
Jes
´
us estaba convencido de que Dios lo resucitar
´
ıa, de que
no lo dejar
´
ıa “en el infierno”, que es la sepultura o tumba. Des-
pu
´
es de la resurrecci
´
on de Jes
´
us, el ap
´
ostol Pedro cit
´
oloque
la Biblia dec
´
ıa sobre el Gran Maestro: “Su alma no fue de-
jada en el infierno, ni su carne vio corrupci
´
on” (Hechos 2:
31,Reina-Valera,1979; Salmo 16:10). El cuerpo de Jes
´
us
pas
´
o tan poco tiempo en la sepultura que no lleg
´
oa
corromperse, es decir, a descomponerse y oler mal.
xy CAP
´
ITULO 39vw
DIOS SEACUERDADE SU HIJO
¿Por qu
´
eest
´
avac
´
ıa la tumba?
¿Qu
´
e ha ocurrido?

Mientras Jes
´
us viv
´
ıa a
´
un en la Tierra, les asegur
´
oasusdis-
c
´
ıpulos que no estar
´
ıa muerto mucho tiempo.Les explic
´
oque‘lo
iban a matar yal tercer d
´
ıaser
´
ıa levantado’ (Lucas 9:22). As
´
ıque
los disc
´
ıpulos no ten
´
ıan por qu
´
esorprendersedequeJes
´
us resu-
citara. Pero ¿se sorprendieron?... Vamos a ver.
El Gran Maestro muere en el madero de tormento como a las
tres de la tarde del viernes. Jos
´
e, un hombre rico que es miembro
del Sanedr
´
ın, cree en Jes
´
us, pero en secreto. Cuando se entera de
que Jes
´
us ha muerto, va a ver a Pilato, el gobernador romano, y
le pregunta si puede bajar el cuerpo del madero para enterrarlo.
Entonces lo lleva a un huerto en el que hay una tumba.
Despu
´
es de colocar el cuerpo de Jes
´
us en la tumba, hace rodar
una piedra grande hasta la entrada para cerrarla. Llegael tercer
d
´
ıa,que es domingo. Todav
´
ıa no ha salido el Sol, as
´
ıqueest
´
aos-
curo. Unos soldados enviados por los sacerdotes principales vi-
gilan la tumba. ¿Sabes por qu
´
e?...
Lossacerdoteshano
´
ıdo que Jes
´
us dijo que resucitar
´
ıa.
De modo que han puesto guardias para evitar que los disc
´
ıpulos
roben el cuerpo y digan que Jes
´
us ha resucitado. Pero de repen-
te, la tierra empieza a temblar y aparece una luz en la oscuridad.
¡Es un
´
angel de Jehov
´
a! Los soldados est
´
an tan asustados que
no pueden moverse. El
´
angelvaalatumbayquitalapiedrade
la entrada. ¡La tumba est
´
avac
´
ıa!
Sucedi
´
oloquedijoelap
´
ostol Pedro m
´
as tarde: ‘A Jes
´
us lo
resucit
´
o Dios’ (Hechos 2:32). Dios le devolvi
´
olavidaaJes
´
us y le
diouncuerpocomoelqueten
´
ıa antes de venir a la Tierra. Lo re-
sucit
´
o con un cuerpo espiritual como el de los
´
angeles (1 Pedro
3:18). Pero para que la gente pudiera verlo, ten
´
ıa que presentar-
se ante ellos con un cuerpo de carne. ¿Lo hizo?... Veamos.
DIOS SEACUERDADE SU HIJO
203

Ya est
´
a saliendo el Sol. Los soldados se han marchado, y Ma-
r
´
ıa Magdalenay otras mujeres que son disc
´
ıpulas de Jes
´
us van de
camino a la tumba. Se dicen unas a otras: ‘¿Qui
´
en nos apartar
´
a
la piedra, que es tan pesada?’ (Marcos 16:3). Pero cuando lle-
gan al lugar, ven que alguien ha quitado ya la piedra. Tambi
´
en
descubren con gran sorpresa que la tumba est
´
avac
´
ıa y que el ca-
d
´
aver de Jes
´
us ha desaparecido. Mar
´
ıa Magdalena sale corriendo
paradarlanoticiaalosap
´
ostoles de Jes
´
us.
Las otras mujeres se quedan junto a la tumba pregunt
´
andose
d
´
onde estar
´
aelcuerpodeJes
´
us. De pronto aparecen dos hombres
con ropas brillantes. ¡Son
´
angeles! Estos les dicen a las mujeres:
‘¿Por qu
´
ebuscanaJes
´
us aqu
´
ı? Ha resucitado. Corran a dec
´
ırselo
asusdisc
´
ıpulos’.Puedes imaginarte lo r
´
apido que corrieron. En el
camino, un hombre se encuentra con ellas. ¿Sabes qui
´
en es?...
Es Jes
´
us, que se les ha aparecido con un cuerpo humano. Les
dice: ‘Vayan a avisar a mis disc
´
ıpulos’. Las mujeres est
´
an emocio-
nadas. Cuando llegan a donde est
´
an los disc
´
ıpulos, les anuncian:
‘¡Jes
´
us est
´
avivo! ¡Lo hemos visto!’. Mar
´
ıa Magdalenaya les ha di-
cho a Pedro y a Juan que la tumba est
´
avac
´
ıa, y los dos ap
´
ostoles
han ido a comprobarlo, como ves en la l
´
amina. Pedro y Juan se
quedan mirando las vendas de lino en las que estaba envuelto Je-
s
´
us y no saben qu
´
e pensar. Quieren creer que Jes
´
us est
´
avivode
nuevo, pero les parece demasiado bueno para ser verdad.
Ese mismo domingo, un poco despu
´
es, Jes
´
us se aparece a dos
disc
´
ıpulos suyos que van caminando hacia la aldea de Ema
´
us.
Aunque Jes
´
us se pone a caminar junto a ellos y les va hablando,
no lo reconocen porque no tiene el mismo cuerpo f
´
ısico que an-
tes. Pero luego comen juntos y, cuando Jes
´
us hace la oraci
´
on, por
fin lo reconocen.Los disc
´
ıpulos se emocionan tanto que regresan
204
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

r
´
apidamente a Jerusal
´
en, que est
´
aavarioskil
´
ometros. Quiz
´
as es
un rato m
´
as tarde cuando Jes
´
us se aparece a Pedro para demos-
trarle que est
´
avivo.
Por la noche, bastantes disc
´
ıpulos suyos est
´
an reunidos en una
habitaci
´
on con las puertas cerradas y, de repente, Jes
´
us aparece
en medio de ellos. Ahora s
´
ıseconvencendequeelGranMaes-
tro est
´
avivootravez.¡Imag
´
ınatelofelicesquesesienten!(Mateo
28:1-15; Lucas 24:1-49; Juan 19:38–20:21.)
Durante cuarenta d
´
ıas, Jes
´
us se presenta ante sus seguidores
en diferentes cuerpos de carne para demostrarles que est
´
avivo.
¿Qu
´
eest
´
an pensando
seguramente Pedro y Juan?
DIOS SEACUERDADE SU HIJO

Despu
´
es abandona la Tierra y regresa al cielo, donde est
´
asu
Padre (Hechos 1:9-11). Los disc
´
ıpulos empiezan a decirle en-
seguida a todo el mundo que Dios ha resucitado a Jes
´
us.
Aunquelossacerdoteslosgolpeanymandanmatara
algunos, ellos no dejan de predicar. Saben que si
mueren, Dios se acordar
´
a de ellos, igual
queseacord
´
odesuHijo.
¡Qu
´
e diferentes eran los primeros se-
guidores de Jes
´
us de mucha gente de
hoy d
´
ıa! En algunos pa
´
ıses, cuando llega
la
´
epoca del a
˜
no en que Jes
´
us resucit
´
o,
la mayor
´
ıadelaspersonassolopiensan
enconejosycoloridoshuevosdePascua.
Pero la Biblia no dice nada de conejos
ni huevos de Pascua. Lo que nos dice
es que sirvamos a Dios.
Nosotros podemos ser como los
disc
´
ıpulos de Jes
´
us si le hablamos a
la gente de lo maravilloso que fue
que Dios resucitara a su Hijo. No debemos tener miedo nunca,
aunque nos amenacen con matarnos. Si muri
´
eramos, Jehov
´
ase
acordar
´
ıa de nosotros y nos resucitar
´
ıa,comohizoconJes
´
us.
¿Verdad que nos alegra saber que Dios se acuerda de sus sier-
vos y que incluso los resucitar
´
a?... Cuando aprendemos estas co-
sas,lo normal es que deseemos averiguar c
´
omo hacer feliz a Dios.
¿Sab
´
ıas que nosotros podemos hacerle feliz?... En el siguiente
cap
´
ıtulo hablaremos de eso.
Si creemos que Jes
´
us resucit
´
o, nuestra esperanza se har
´
am
´
as firme y nues-
tra fe crecer
´
a. Leamos Hechos 2:22-36; 4:18-20, y 1 Corintios 15:3-8, 20-23.
¿En qu
´
e piensa mucha
gente en la
´
epoca del a
˜
no
en que resucit
´
oJes
´
us?
¿En qu
´
epiensast
´
u?
206
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿C
´
OMO podemos hacer feliz a Dios? ¿Podemos darle al-
guna cosa?... Jehov
´
adice:‘Am
´
ı me pertenece todo
animal salvaje del bosque’ y “la plata es m
´
ıa, y el
oro es m
´
ıo” (Salmo 24:1; 50:10; Ageo 2:8). Sin embargo, hay
algo que s
´
ı podemos darle. ¿Qu
´
eser
´
a?...
Jehov
´
a deja que decidamos por nosotros mismos si le vamos a
servir o no. No nos obliga a hacer su voluntad. Vamos a ver si
entendemos por qu
´
eDiosnoscre
´
o con la capacidad de decidir
si le serviremos o no.
Seguramente sabes qu
´
e es un robot.Es una m
´
aquina dise
˜
nada
para hacer siempre lo que su fabricante desea. El robot no deci-
de por s
´
ımismo.Jehov
´
apodr
´
ıa habernos hecho a todos pareci-
dos a robots para que solo pudi
´
eramos hacer lo que
´
el quisiera.
Pero no nos cre
´
oas
´
ı.¿Sabes por qu
´
e?...Hay algunos juguetes que
son como robots. Cuando se les aprieta un bot
´
on, hacen justo lo
que el fabricante quiere que hagan. ¿Has visto juguetes de ese
tipo?... La gente suele cansarse de ellos,
pues solo hacen aquello para lo que est
´
an
dise
˜
nados o programados. Pues bien, Dios
no quiere que lo obedezca-
mos porque seamos robots
xy CAP
´
ITULO 40vw
C
´
OMO HACER FELIZADIOS
¿Por qu
´
e no nos hizo Dios para
que fu
´
eramos como este robot?

programados para servirle. Quiere que le sirvamos porque lo
amamosyporquedeseamosobedecerlo.
¿C
´
omo crees que se siente nuestro Padre celestial cuando
le obedecemos porque as
´
ı lo deseamos?...
Dime algo: ¿les afecta a tus padres tu
comportamiento?... La Biblia dice
que el hijo sabio ‘regocija a su pa-
dre’, pero el hijo tonto “es el
desconsuelo de su madre” (Pro-
verbios 10:1). ¿Te has fijado en
lo contentos que se ponen tus
pap
´
as cuando haces lo que te
piden?... Pero ¿c
´
omo se sienten
cuando los desobedeces?...
Ahora pensemos en nuestro Pa-
dre celestial, Jehov
´
a.
´
El nos dice
c
´
omo podemos hacerle feliz. ¿Por qu
´
e
no buscas Proverbios 27:11 en la Bi-
blia? All
´
ıDiosnospide:“S
´
e sabio, hijo
m
´
ıo [o hija m
´
ıa], yregocija mi coraz
´
on,
para que pueda responder al que me
est
´
a desafiando con escarnio”. ¿Sabes
qu
´
e significa desafiar con escarnio?... Por ejemplo, si alguien se
burla de ti y afirma que no eres capaz de hacer lo que dijiste que
har
´
ıas, te est
´
a desafiando con escarnio. Satan
´
as le hace eso a
Jehov
´
a. ¿Sabes c
´
omo?... Vamos a ver.
Recuerda que en el cap
´
ıtulo 8 de este libro aprendimos que
Satan
´
as desea ser el n
´
umero uno, el m
´
as importante, y que todo
elmundoloobedezca.
´
El dice que la
´
unica raz
´
on por la que ado-
¿C
´
omo puedes hacer
felices a Jehov
´
a
y a tus padres?
208
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

ramos a Jehov
´
aesqueas
´
ı recibiremos vidaeterna.Des-
pu
´
es de lograr que Ad
´
an y Eva desobedecieran a Jehov
´
a,
el Diablo desafi
´
oaDiosdici
´
endole: ‘La gente te sirve solo
por inter
´
es. Pero, si me das la oportunidad, yo puedo apar-
tardetiacualquierpersona’.
Aunque es verdad que en la Biblia no aparecen esas pala-
bras exactas, al leer el relato de Job vemos claramente que Sa-
tan
´
as le dijo algo parecido a Dios. Tanto a Satan
´
as como a
Jehov
´
a les importaba si Job era fiel a Dios o no. Abramos la Bi-
blia en Job, cap
´
ıtulos 1 y 2, y veamos qu
´
esucedi
´
o.
Nota que el cap
´
ıtulo 1 de Job dice que cuando los
´
angeles
fueron a ver a Jehov
´
a, Satan
´
as tambi
´
en estaba all
´
ıenelcielo
con ellos. As
´
ıqueJehov
´
alepregunt
´
o: “¿De d
´
onde vienes?”.
Satan
´
as le respondi
´
oqueven
´
ıa de pasear por la Tierra. En-
tonces Jehov
´
alehizootrapregunta:‘¿TehasfijadoenJob,
¿C
´
omo desafi
´
o Satan
´
as a Jehov
´
a
despu
´
es de que Ad
´
an y Eva pecaron?
C
´
OMO H ACER FELIZ ADIOS

un hombre que me sirve y no hace nada malo?’ (Job
1:6-8).
Al Diablo no le parec
´
ıa que Job fuera tan fiel.Por eso
dijo: ‘Job te adora porque todo le va bien. Pero si dejas
de protegerlo, te maldecir
´
aenlacara’.Jehov
´
alecon-
test
´
o: ‘Est
´
abien,Satan
´
as, puedes causarle las dificultades
que quieras, pero a
´
el no lo lastimes’ (Job 1:9-12).
¿Qu
´
e hizo Satan
´
as?... Se encarg
´
o de que robaran el gana-
do y los asnos de Job y de que mataran a los ganaderos. Des-
pu
´
es cay
´
ounrayoqueacab
´
oconlasovejasylospastores.
Acontinuaci
´
on le robaron tambi
´
en los camellos y mataron
a quienes los cuidaban. Por
´
ultimo, Satan
´
as hizo que se
levantara un viento muy fuerte que derrumb
´
olacasaen
la que se encontraban los diez hijos de Job, y to-
dos ellos murieron. Pero, a pesar de todo, Job
continu
´
osirviendoaJehov
´
a (Job 1:13-22).
Cuando Jehov
´
avolvi
´
oahablarcon
Satan
´
as, le dijo que Job a
´
un era fiel.
El Diablo lo segu
´
ıa poniendo en duda,
as
´
ıquelepidi
´
o: ‘D
´
ejame que lo lastime
a
´
el,y ver
´
as c
´
omo te maldice en la cara’.
Entonces Jehov
´
alepermiti
´
oaSatan
´
as
lastimar a Job, pero le prohibi
´
oma-
tarlo.
¿Qu
´
eaguant
´
oJob,
yporqu
´
e hizo feliz a Dios?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Satan
´
ashizoquetodoelcuerpodeJobquedaracubiertode
llagas. Estas ol
´
ıantanmalquenadieselequer
´
ıa acercar. Hasta
su esposa le dijo: “¡Maldice a Dios, y muere!”. Unos supuestos
amigos de Job fueron avisitarlo y le hicieron sentir peor, porque
dijeron que si ten
´
ıa tantos problemas,deb
´
ıa ser porque hab
´
ıa he-
chocosas terribles.Pero,aunque Satan
´
as le caus
´
o todos esos pro-
blemas y sufrimientos,
´
el sigui
´
o sirviendo fielmente a Jehov
´
a
(Job 2:1-13; 7:5; 19:13-20).
¿C
´
omocreesquesesinti
´
oJehov
´
a al ver la fidelidad de Job?...
Muy feliz, pues pudo decirle a Satan
´
as: ‘¡Mira a Job! Me sirve
porquedeseahacerlo’. ¿Ser
´
as t
´
u como Job, alguien a quien Jeho-
v
´
apuedase
˜
nalar como ejemplo de que Satan
´
as es un mentiro-
so?... Es un gran honor servir de respuesta a la afirmaci
´
on del
Diablo de que
´
el puede hacer que cualquier persona deje de ser-
vir a Jehov
´
a. Para Jes
´
us fue sin duda un honor.
El Gran Maestro no permiti
´
ojam
´
as que Satan
´
as lo hiciera pe-
car. ¡Imag
´
ınate cu
´
anto alegr
´
oesoasuPadre!Jehov
´
apudose-
˜
nalar a Jes
´
us y responder a Satan
´
as: ‘¡Mira a mi Hijo! Se ha
mantenido completamente fiel a m
´
ıporquemeama’.Piensa
tambi
´
en en el gozo que sinti
´
oJes
´
us al hacer feliz a su Padre. Gra-
cias a ese gozo, hasta fue capaz de aguantar la muerte en un
madero de tormento (Hebreos 12:2).
¿Quieres t
´
u sercomo el GranMaestroyhacerfeliza Jehov
´
a?...
Lo conseguir
´
as si sigues aprendiendo lo que Jehov
´
aesperadeti
ylohaces.
En los siguientes textos veremos qu
´
ehizoJes
´
us para que Dios se sintiera fe-
liz y qu
´
e debemos hacer nosotros tambi
´
en: Proverbios 23:22-25; Juan 5:30;
6:38; 8:28, y 2 Juan 4.
C
´
OMO H ACER FELIZ ADIOS
211

¿Q
UI
´
ENcrees quefue elni
˜
noque hizo m
´
as feliza Jehov
´
a?...
Su Hijo, Jes
´
us. Vamos a hablar de algunas cosas que
hizo Jes
´
us para que su Padre celestial se sintiera feliz.
La familia de Jes
´
us viv
´
ıaatresd
´
ıas de viaje de Jerusal
´
en.
EnesaciudadseencontrabaelhermosotemplodeJehov
´
a, al
que Jes
´
usllamaba“lacasademiPadre”.
´
El y su familia iban all
´
ı
todos los a
˜
nos para celebrar la Pascua.
En una de esas ocasiones, cuando Jes
´
us ten
´
ıa doce a
˜
nos, su fa-
milia emprendi
´
oelviajederegresoacasadespu
´
es de acabar la
Pascua. Cuando por fin se detuvieron en el lugar donde iban a
pasarlanoche,sedieroncuentadequeJes
´
us no estaba con nin-
guno de sus parientes o amigos. As
´
ıqueMar
´
ıa y Jos
´
e regresaron
enseguida a Jerusal
´
en para buscar a Jes
´
us. ¿Te imaginas d
´
onde lo
encontraron?...
Mar
´
ıa y Jos
´
e lo encontraron en el templo. Jes
´
us estaba escu-
chando a los maestros y haci
´
endoles preguntas. Y cuando ellos
le preguntaban algo,
´
el siempre sab
´
ıa responderles. Los maestros
estaban asombrados de lo bien que les contestaba. ¿Entiendes
por qu
´
e Dios estaba contento con su Hijo?...
Cuando Mar
´
ıay Jos
´
ehallaronporfinaJes
´
us,se sintieron m
´
as
tranquilos. Pero
´
el no estaba preocupado, pues sab
´
ıa que el tem-
plo era un buen lugar en donde estar. Por eso les pregunt
´
o:
“¿No sab
´
ıan que tengo que estar en la casa de mi Padre?”. Jes
´
us
xy CAP
´
ITULO 41vw
NI
˜
NOS QUE H ACEN FELIZ
ADIOS
212

estaba convencido de que el templo era la casa de Dios, y le
encantaba estar all
´
ı.
Despu
´
es, Mar
´
ıa y Jos
´
esellevaronaJes
´
us a Nazaret,
la ciudad donde viv
´
ıan. ¿C
´
omo crees que trataba Jes
´
us
a sus padres?... La Biblia dice que“continu
´
osujetoa
ellos”.¿Sabes qu
´
e significa eso?... Que eraobediente
a ellos.
´
El siempre hac
´
ıa lo que sus padres le pe-
d
´
ıan, aunque fuera una tarea del hogar, como
traer agua del pozo (Lucas 2:41-52).
As
´
ı que piensa en esto:aunque Jes
´
us era per-
fecto, obedec
´
ıa a sus padres imperfectos.¿Hac
´
ıa eso
feliz a Jehov
´
a?... Claro que s
´
ı, pues en su Palabra
les dice a los hijos: “Sean obedientes a sus pa-
dres” (Efesios 6:1). Si imitas a Jes
´
us y obedeces a
tus padres, t
´
utambi
´
en har
´
as feliz a Dios.
Otra forma en la que puedes hacer fe-
liz a Jehov
´
aeshablandode
´
el. Algunos
piensan que eso no es cosa de ni
˜
nos.
Pero cuando unos hombres inten-
taron impedir que unos mucha-
chos lo hicieran, nota
¿C
´
omohizoJes
´
us
feliz a Dios
cuando era ni
˜
no?
NI
˜
NOS QUE H ACEN FELIZ ADIOS

lo que les dijo Jes
´
us: ‘¿Nunca han le
´
ıdo en las Escrituras: “De
la boca de los ni
˜
nos Dios recibir
´
a alabanza”?’ (Mateo 21:16).
De modo que todo el que lo desee puede hablar a otras personas
sobre Jehov
´
a y lo maravilloso que
´
el es. Si lo hacemos, Dios es-
tar
´
a contento con nosotros.
¿D
´
onde aprendemos cosas sobre Dios que luego podemos
contar a los dem
´
as?... En casa, estudiando la Biblia. Pero apren-
demos m
´
as en el lugar donde se re
´
une el pueblo de Dios para es-
tudiar. ¿C
´
omo podemos saber si un grupo de personas son el
pueblo de Dios, sus verdaderos siervos?...
Bueno, ¿qu
´
e hacen esas personas en sus reuniones? ¿Ense
˜
nan
realmente lo que dice la Biblia? ¿La leen y la estudian? Esa es la
forma de escuchar a Dios, ¿no crees?... Y en las reuniones cristia-
nas,lonormalesqueaunolehablendeloqueDiosdice,¿ver-
dad?... Pero ¿y si un grupo de gente afirma que no hay que vivir
como ense
˜
na la Biblia? ¿Dir
´
ıas que son el pueblo de Dios?...
Tambi
´
en debes pensar en otra cosa. La Biblia dice que los
siervos de Dios ser
´
ıan “un pueblo para su nombre” (Hechos
15:14). Como el nombre de Dios es Jehov
´
a, podemos preguntar-
les a quienes afirman que son sus siervos si su Dios se llama
Jehov
´
a. Si nos dicen que no, entonces sabemos que no son su
pueblo. Adem
´
as, los que forman parte de ese pueblo tienen que
hablar a la gente sobre el Reino de Dios. Y deben mostrar su
amor a Jehov
´
a obedeciendo sus mandamientos (1 Juan 5:3).
Si conoces alg
´
un grupo de personas que hagan todas estas co-
sas, re
´
unete con ellas para adorar a Dios. Escucha con atenci
´
on
lo que se dice en sus reuniones y contesta cuando se hagan pre-
guntas. As
´
ıactu
´
oJes
´
us cuando estuvo en la casa de Dios. Si lo
imitas, alegrar
´
as a Jehov
´
a, igual que hizo Jes
´
us.
214
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿Teacuerdasdealg
´
un otro ni
˜
no mencionado en la Biblia
que hiciera feliz a Dios?... Un ejemplo excelente fue Timoteo.
Su pap
´
anocre
´
ıa en Jehov
´
a.Pero su mam
´
a,Eunice,s
´
ı era creyen-
te, y su abuela Loida tambi
´
en. Timoteo las escuchaba, y as
´
ı
aprendi
´
osobreJehov
´
a.
El ap
´
ostol Pablo visit
´
o la ciudad de Timoteo cuando este ya
era mayor.Pablo se dio cuenta de que Timoteo ten
´
ıa muchos de-
seos de servir a Jehov
´
a, as
´
ıqueloinvit
´
oaacompa
˜
narlo para que
pudiera servir a Dios a
´
un m
´
as. En todos los lugares que visitaron
hablaron a la gente sobre el Reino de Dios y sobre Jes
´
us (Hechos
16:1-5; 2 Timoteo 1:5; 3:14, 15).
Pero ¿habla la Biblia de alguna ni
˜
na que hiciera feliz a Dios?...
Por supuesto que s
´
ı. Veamos el caso de una jovencita de Is-
rael. En la
´
epocaenlaqueellavivi
´
o, las naciones de Siria
e Israel eran enemigas. Un d
´
ıa, los sirios lucharon contra los
Aunque su pap
´
a no era creyente,
¿qu
´
e deseaba hacer Timoteo?
215

israelitas y se llevaron prisionera a
la ni
˜
na. La enviaron a la casa del
jefe del ej
´
ercito, que se llamaba
Naam
´
an, y la pusieron a trabajar
comosirvientadelaesposade
este hombre.
Naam
´
an ten
´
ıa lepra, y nin-
g
´
un m
´
edico lo hab
´
ıa podido cu-
rar. Pero la ni
˜
na israelita cre
´
ıa
que un siervo especial de Dios,un
profeta, pod
´
ıa curarlo. Naam
´
an y
su esposa no adoraban a Jehov
´
a.
¿Deb
´
ıa decirles la ni
˜
na lo que sab
´
ıa?
¿Qu
´
ehabr
´
ıas hecho t
´
u?...
La jovencita dijo: ‘Si Naam
´
an fuera a
ver al profeta de Jehov
´
a que hay en Israel, se curar
´
ıa de la lepra’.
Naam
´
an la escuch
´
o y fue a visitarlo. Cuando sigui
´
olasinstruc-
ciones del profeta, se cur
´
o,yesohizoquesevolvieraadorador
del Dios verdadero (2 Reyes 5:1-15).
¿Te gustar
´
ıa ayudar a alguien a aprender acerca de Jehov
´
ayde
lo que
´
el puede lograr, como hizo aquella ni
˜
na?... ¿A qui
´
enes
podr
´
ıas ayudar?... Claro, al principio las personas quiz
´
as pien-
sen que no necesitan ayuda. Pero si les hablas de las cosas bue-
nas que Jehov
´
a realiza, es posible que te escuchen. Y puedes
estar seguro de que eso har
´
afelizaDios.
En los siguientes textos tambi
´
en se anima a los ni
˜
nos a servir a Dios con
alegr
´
ıa: Salmo 122:1; 148:12, 13; Eclesiast
´
es 12:1; 1 Timoteo 4:12, y Hebreos
10:23-25.
¿C
´
omohizofelizaDiosestani
˜
na israelita?
216

¿Q
U
´
E prefieres: trabajar o jugar?... Desde luego, no hay
nada malo en jugar. La Biblia dice que Jerusal
´
en es-
tar
´
ıa ‘llena de ni
˜
nos y ni
˜
nas que jugar
´
ıan en sus pla-
zas p
´
ublicas’ (Zacar
´
ıas 8:5).
Al Gran Maestro le gustaba ver a los ni
˜
nos jugando. Antes de
venir a la Tierra, dijo: ‘Llegu
´
eaestaralladodeDioscomoun
obrero maestro, y estuve alegre delante de
´
el todo el tiempo’.
Un obrero es un trabajador, as
´
ıqueestaspalabrasdemuestran
que Jes
´
us trabaj
´
ojuntoaJehov
´
a en el cielo. Estando all
´
ı,tambi
´
en
dijo: “Las cosas que fueron el objeto de mi cari
˜
no estuvieron
con los hijos de los hombres”. Como aprendi-
mos en cap
´
ıtulos anteriores, el Gran Maestro se
xy CAP
´
ITULO 42vw
¿POR QU
´
EH AYQUETR ABAJAR?
AntesdeveniralaTierra,
¿qu
´
elegustabahaceralGranMaestro?

interesaba mucho en todos los seres humanos,
incluidos los ni
˜
nos (Proverbios 8:30, 31).
¿Piensas que Jes
´
us jugaba cuando era ni
˜
no?...
Es muy probable. Pero, como en el cielo ha-
b
´
ıa sido “un obrero maestro”, ¿no crees que
trabajar
´
ıa tambi
´
en en la Tierra?... Aunque lo
llamaban “el hijo del carpintero”, tambi
´
en
le dec
´
ıan “el carpintero”. ¿Qu
´
e indica eso?...
Que Jos
´
e, quien cri
´
oaJes
´
us como hijo suyo,
sin duda le ense
˜
n
´
osuoficio.Demodoque
Jes
´
us lleg
´
o a ser carpintero (Mateo 13:55;
Marcos 6:3).
¿Qu
´
e clase de carpintero era Jes
´
us?...
Puesto que en el cielo hab
´
ıa sido un
obrero maestro, o sea, muy h
´
abil,
¿Qu
´
edostiposdetrabajohizoJes
´
us
cuando estuvo en la Tierra?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

¿no te parece que en la Tierra ser
´
ıa un carpintero muy h
´
abil tam-
bi
´
en?... Piensa en lo duro que era el trabajo de carpintero en
aquel tiempo. Es posible que Jes
´
us tuviera que buscar un
´
arbol,
talarlo, cortarlo en pedazos, llevar a casa la madera y finalmente
hacer con esta mesas, bancos y otros objetos.
¿Crees que Jes
´
us realizaba todo ese trabajo con gusto?... ¿Es-
tar
´
ıas t
´
u contento si fabricaras mesas y sillas de calidad y otros
objetos para que la gente los utilizara?... La Biblia dice que es
bueno que uno “se regocije en sus obras”, es decir, se sienta feliz
con los trabajos que hace. Estos dan una satisfacci
´
on que no se
consigue jugando (Eclesiast
´
es 3:22).
El trabajo es bueno tanto para la mente como para el cuerpo.
Muchos ni
˜
nos pasan tantas horas sentados viendo la televisi
´
on o
entretenidos con alg
´
un videojuego, que engordan y se debilitan.
Esos ni
˜
nos ni son felices ni hacen felices a los dem
´
as. ¿Qu
´
e tene-
mos que hacer para ser felices?...
En el cap
´
ıtulo 17 aprendimos que al dar y al hacer cosas por
los dem
´
as sentimos felicidad (Hechos 20:35). La Biblia llama a
Jehov
´
ael“Diosfeliz”(1Timoteo1:11).Y,comole
´
ımos en Pro-
verbios, Jes
´
us estuvo “alegre delante de
´
el todo el tiempo”. ¿Por
qu
´
e?...
´
El mismo indic
´
ounaraz
´
on cuando dijo: “Mi Padre ha se-
guidotrabajandohastaahora,yyosigotrabajando”(Juan5:17).
Jes
´
us no trabaj
´
odecarpinterodurantetodasuvidaenla
Tierra, ya que Jehov
´
aDiosten
´
ıa un trabajo especial para
´
el. ¿Sa-
bes cu
´
al era?... Jes
´
us dijo: “Tengo que declarar las buenas nuevas
del reino de Dios, porque para esto fui enviado” (Lucas 4:43).
Cuando predicaba, hab
´
ıapersonasquelecre
´
ıany contaban a los
dem
´
as lo que
´
el les hab
´
ıa dicho. Eso fue lo que hizo la samarita-
na que ves en la l
´
amina (Juan 4:7-15, 27-30).
¿POR QU
´
EH AYQUETR ABAJAR?
219

¿Qu
´
epensabaJes
´
us de ese trabajo? ¿Crees que le gustaba?...
´
El dijo:“Mi alimentoes hacer lavoluntad del que me envi
´
oyter-
minar su obra” (Juan 4:34). ¿C
´
omo te sientes cuando tomas tu
comida favorita?... Eso te da una idea de c
´
omo se sent
´
ıa Jes
´
us al
hacereltrabajoqueDioslehab
´
ıa mandado.
Dios nos cre
´
o de tal forma que, si trabajamos, somos m
´
as feli-
ces.
´
Eldicequesudon,oregalo,paraloshumanosesquese‘re-
gocijen con su duro trabajo’. Por lo tanto, si aprendes a trabajar
cuandoerespeque
˜
no,ser
´
asm
´
asfeliztodatuvida(Eclesiast
´
es5:19).
Eso no significa que un ni
˜
no deba hacer el trabajo de una per-
sona mayor. Pero todos podemos hacer alg
´
un tipo de trabajo o ta-
rea. Seguramente, tus padres trabajan mucho para ganar dinero
yas
´
ı poder alimentar a la familiay tener una casa.Adem
´
as, como
sabes bien, en la casa siempre hay mucho que hacer para mante-
nerla limpia y ordenada.
¿Qu
´
e tareas puedes hacer que ser
´
ıanparaelbiendetodalafa-
milia?... Puedes ayudar a poner la mesa, lavar los platos, sacar la
basura, limpiar tu habitaci
´
on y recoger tus juguetes. A lo mejor
ya haces alguna de esas cosas que tanto benefician a la familia.
Veamos en qu
´
esentidoson
´
utiles a la familia ese tipo de ta-
reas. Cuando terminas de jugar, se espera que recojas los jugue-
tes. ¿Por qu
´
edir
´
ıas que eso es importante?... Porque ayuda a
mantener la casa ordenada y a evitar accidentes. Si dejas los ju-
guetes por todos lados, tu mam
´
a pudiera entrar un d
´
ıa en casa
con las manos ocupadas, tropezar con uno de ellos y caerse.
Es posible que incluso hubiera que llevarla al hospital. ¿Verdad
que ser
´
ıa terrible?... As
´
ı que cuando recoges los juguetes, benefi-
ciasatodalafamilia.
220
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Hay otras tareas que los ni
˜
nos tambi
´
en deben hacer, como por
ejemplo, los deberes escolares. En la escuela, uno aprende a leer.
Aalgunosni
˜
nos les parece divertido, pero a otros les resulta di-
f
´
ıcil. Aunque a ti te parezca dif
´
ıcil al principio, siempre te alegra-
r
´
as de haber aprendido a leer bien, pues as
´
ısabr
´
as muchas cosas
interesantes. Hasta ser
´
as capaz de leer por ti mismo la Palabra de
Dios, la Biblia. De manera que si haces bien tus tareas escolares,
recibir
´
as muchos beneficios, ¿no crees?...
Hay personas a las que no les gusta trabajar. Quiz
´
as t
´
u conoz-
cas alguna. Pero, como Dios nos hizo para trabajar, tenemos que
aprender a disfrutar de nuestra labor.¿Qu
´
e pensaba el Gran Maes-
tro de su trabajo?... Lo disfrutaba tanto como su
comida favorita. ¿Y qu
´
etrabajoera
ese?... Hablar a otros acerca de Jeho-
v
´
aDiosydec
´
omo pueden conseguir
la vida eterna.
Las siguientes sugerencias pue-
den ayudarte a disfrutar del traba-
jo. Preg
´
untate: ¿por qu
´
edebohacer
esta tarea? Si sabes por qu
´
ealgo
es importante, te resultar
´
am
´
as f
´
a-
cil hacerlo. Y, sea una tarea grande
opeque
˜
na, hazla lo mejor posible.
De esa forma disfrutar
´
as de tu tra-
bajo, igual que el Gran Maestro.
La Biblia nos ayuda a ser buenos traba-
jadores. Leamos lo que dice en Proverbios
10:4; 22:29; Eclesiast
´
es 3:12, 13, y Colo-
senses 3:23.
¿Por qu
´
eesimportantequerecojas
los juguetes cuando terminas de jugar?
¿POR QU
´
EH AYQUETR ABAJAR?

E
NUNAocasi
´
on, el Gran Maestro hizo esta sorprendente
pregunta: “¿Qui
´
en es mi madre, y qui
´
enes son mis her-
manos?” (Mateo 12:48). ¿Podr
´
ıas contestar esa pregun-
ta?...SeguramentesabesquelamadredeJes
´
us se llamaba Mar
´
ıa.
Pero ¿conoces los nombres de sus hermanos?... ¿Ten
´
ıa tambi
´
en
hermanas?...
La Biblia dice que los hermanos de Jes
´
us se llamaban Santia-
go, Jos
´
e, Sim
´
on y Judas. Indica, adem
´
as, que s
´
ıten
´
ıa hermanas.
Jes
´
us era el primer hijo, de modo que todos sus hermanos eran
menores que
´
el (Mateo 13:55, 56; Lucas 1:34, 35).
¿Eran los hermanos de Jes
´
us disc
´
ıpulos suyos?... La Biblia dice
que al principio “no ejerc
´
ıan fe en
´
el” (Juan 7:5). Pero despu
´
es,
Santiago y Judas llegaron a ser sus disc
´
ıpulos e incluso escribie-
ron libros de la Biblia. ¿Sabes cu
´
ales?... Las cartas de Santiago y
de Judas.
Aunque la Biblia no revela el nombre de las hermanas de Je-
s
´
us, sabemos que por lo menos eran dos. ¿Se hicieron disc
´
ıpulas
de
´
el sus hermanas?... La Biblia no lo dice, as
´
ıquenolosabe-
mos. Pero ¿por qu
´
epregunt
´
oJes
´
us qui
´
enes eran su madre y sus
hermanos?... Vamos a ver.
Momentos antes, Jes
´
us estaba ense
˜
nando a sus disc
´
ıpulos, y
alguien lo interrumpi
´
o para decirle: “Tu madre y tus hermanos
est
´
an parados fuera, y procuran hablarte”. Jes
´
us quiso aprove-
xy CAP
´
ITULO 43vw
¿QUI
´
ENES SON
NUESTROS HERM
ANOS?
222

char la oportunidad para ense
˜
nar una lecci
´
on importante. Por
eso hizo la sorprendente pregunta:“¿Qui
´
en es mi madre,y qui
´
e-
nes son mis hermanos?”, y entonces, se
˜
nalando hacia sus dis-
c
´
ıpulos, exclam
´
o: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos!”.
Acontinuaci
´
on explic
´
o:“Cualquiera que hace lavoluntad de
mi Padre que est
´
a en el cielo, ese es mi hermano y hermana y
madre” (Mateo 12:47-50). Esto muestra el cari
˜
no que Jes
´
us sen-
t
´
ıa por sus disc
´
ıpulos. Con esas palabras nos ense
˜
n
´
oque,para
´
el, sus disc
´
ıpulos eran como verdaderos hermanos, hermanas y
madres.
En aquel entonces, los hermanos carnales de Jes
´
us —Santia-
go, Jos
´
e, Sim
´
on y Judas— no pensaban que
´
el fuera el Hijo de
Dios. No cre
´
ıanquefueraciertoloqueel
´
angel Gabriel le ha-
b
´
ıa dicho a su madre (Lucas 1:30-33).
Puede que incluso trataran mal a Jes
´
us.
Quien se porta as
´
ı no demuestra ser
¿Qui
´
enes dijo Jes
´
us
que eran sus hermanos?
¿QUI
´
ENES SON NUESTROS HERM ANOS?

unverdaderohermano. ¿Conoces a alguien que se porte mal con
suhermanoosuhermana?...
En el relato b
´
ıblico de Esa
´
u y Jacob leemos que Esa
´
useeno-
j
´
o tanto con su hermano que dijo: “Voy a matar a Jacob mi her-
mano”. Su madre, Rebeca, se asust
´
omuchoymand
´
oaJacob
lejos para que Esa
´
u no lo matara (G
´
enesis 27:41-46). Sin embar-
go, muchos a
˜
nos despu
´
es, Esa
´
ucambi
´
odeactitud,yabraz
´
oy
bes
´
oasuhermano(G
´
enesis 33:4).
Con el tiempo, Jacob tuvo doce hijos. Pero
los mayores no amaban a su hermano menor
Jos
´
e. Ten
´
ıan celos de
´
el porque era el prefe-
rido de su padre. De modo que lo vendieron
aunosmercaderesdeesclavosqueiban
camino a Egipto, y luego le dijeron a
su padre que una fiera lo hab
´
ıa ma-
tado (G
´
enesis 37:23-36). ¿No te pa-
rece horrible?...
A
˜
nos despu
´
es, los hermanos de
Jos
´
e se arrepintieron de lo que ha-
b
´
ıan hecho, y
´
el los perdon
´
o. ¿Ves
en qu
´
eseparecenJos
´
eyJes
´
us?...
Cuando Jes
´
us estuvo en problemas,
¿Qu
´
elecci
´
on aprendemos
de lo que Ca
´
ın le hizo a Abel?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

sus ap
´
ostoles huyeron, y Pedro hasta neg
´
o que lo conociera.
Pero, al igual que Jos
´
e, Jes
´
us los perdon
´
oatodos.
Tambi
´
en aprendemos una lecci
´
on de lo que les sucedi
´
oa
otros dos hermanos:Ca
´
ıny Abel.Dios vio en el coraz
´
on de Ca
´
ın
que no amaba a su hermano, as
´
ıqueledijoqueten
´
ıa que cam-
biar. Si Ca
´
ın hubiera amado de verdad a Dios, le habr
´
ıa hecho
caso.Peronoloamaba.Und
´
ıa, Ca
´
ın le dijo a su hermano: “Va-
mos all
´
a al campo”.Abel lo acompa
˜
n
´
o, y cuando estaban los dos
solos en el campo, Ca
´
ın le dio un golpe tan fuerte que lo mat
´
o
(G
´
enesis 4:2-8).
La Biblia dice que ese relato nos ense
˜
na una lecci
´
on importan-
te. ¿Sabes cu
´
al es?... “Este es el mensaje que ustedes han o
´
ıdo
desde el principio, que debemos tener amor unos para con otros;
no como Ca
´
ın, que se origin
´
o del inicuo.”Por lo tanto, los herma-
nos tienenque amarse.No debensercomo Ca
´
ın (1Juan 3:11, 12).
¿Por qu
´
e no debemos ser como Ca
´
ın?... Porque la Biblia dice
que Ca
´
ın “se origin
´
o del inicuo”, Satan
´
as el Diablo. Como Ca
´
ın
se port
´
o igual que el Diablo, fue como si se hubiera convertido
en hijo suyo.
¿Entiendes por qu
´
e es importante que ames a tus hermanos?...
Si no lo haces,¿a qui
´
enes estar
´
as imitando?... A los hijos del Dia-
blo. Y t
´
u no deseas ser como ellos, ¿verdad?... Entonces, ¿c
´
omo
puedes demostrar que quieres ser un hijo o una hija de Dios?...
Amando a tus hermanos.
Pero ¿qu
´
e es el amor?... Es un sentimiento profundo que nos
motiva a realizar buenas obras por otras personas. Demostramos
amor a los dem
´
as cuando les tenemos cari
˜
no y hacemos cosas
buenas por ellos. ¿Y qui
´
enes son nuestros hermanos, a los que
¿QUI
´
ENES SON NUESTROS HERM ANOS?
225

debemos amar?... Recuerda que Jes
´
us ense
˜
n
´
o que son quienes
componen la gran familia cristiana.
¿Por qu
´
eesimportantequeamemosanuestroshermanoscris-
tianos?... La Biblia dice: “El que no ama a su hermano, a quien
ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto”
(1 Juan 4:20). De manera que no basta con amar solo a unos
cuantos miembros de la familia cristiana.Debemos amarlos a to-
dos. Jes
´
us dijo: “En esto todos conocer
´
an que ustedes son mis
disc
´
ıpulos, si tienen amor entre s
´
ı” (Juan 13:35). ¿Amas t
´
ua
todos los hermanos?... Recuerda que si no los amas a ellos, tam-
poco amas realmente a Dios.
¿C
´
omo podemos demostrar verdadero amor a nuestros her-
manos?... Por ejemplo, no evitaremos encontrarnos con ellos
para no tener que hablarles. Al contrario, seremos amables
con todos, los trataremos siempre bien y compartiremos nues-
tras cosas con ellos. Y si alguna vez
tienen problemas,los ayudaremos,por-
que verdaderamente somos una gran
familia.
Cuando amamos de coraz
´
on
a todos los hermanos, ¿qu
´
e
demostramos?... Que somos
disc
´
ıpulos de Jes
´
us, el Gran
Maestro. ¿Verdad que desea-
mos serlo?...
Tam bi
´
en se nos dice que debemos
amar a los hermanos en G
´
alatas 6:10
y 1 Juan 4:8, 21. ¿Por qu
´
enoabresla
Biblia y lees esos textos?
¿C
´
omo puedes demostrar
que amas a tu hermano?
226
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

L
OS amigos son las personas con quienes nos gusta hablar y
pasar tiempo juntos. Pero es importante elegir los amigos
apropiados.¿Qui
´
en crees que es el mejor amigo que pode-
mos tener?... S
´
ı, es Jehov
´
aDios.
Pero ¿de verdad podemos ser amigos de Dios?... La Biblia dice
que Abrah
´
an, un hombre que vivi
´
o hace mucho tiempo, fue
“amigo de Jehov
´
a” (Santiago 2:23). ¿Sabes por qu
´
e?... La Biblia
contesta que Abrah
´
anobedeci
´
oa Dios, incluso cuando Dios le
pidi
´
ohacercosasdif
´
ıciles. Por lo tanto, para ser amigos de Jeho-
v
´
a, debemos hacer lo que le agrada, como hizo Abrah
´
an y como
siempre ha hecho el Gran Maestro (G
´
enesis 22:1-14; Juan 8:
28, 29; Hebreos 11:8, 17-19).
xy CAP
´
ITULO 44vw
NUESTROSAMIGOS
DEBEN
AMARADIOS
¿Por qu
´
efueAbrah
´
an
“amigo de Jehov
´
a”?

Jes
´
uslesdijoasusap
´
ostoles:“Ustedes son mis amigossi hacen
lo que les mando”(Juan 15:14). Como todos los mandatos de Je-
s
´
us ven
´
ıan de Jehov
´
a, esas palabras significan que sus amigos
eran las personas que cumpl
´
ıan los mandatos de Dios. Todos sus
amigos amaban a Dios.
Algunos de los mejores amigos del Gran Maestro fueron sus
ap
´
ostoles, a los que puedes ver en la l
´
aminadelap
´
agina 75.
Los ap
´
ostoles viajaron con
´
el y lo ayudaron en la predicaci
´
on. Je-
s
´
us pas
´
o mucho tiempo con ellos. Com
´
ıan, hablaban de Dios
yhac
´
ıan otras cosas juntos. Pero Jes
´
us ten
´
ıa muchos amigos
m
´
as. Aveces se quedaba en sus casas, y juntos pasaban un buen
rato.
AJes
´
uslegustabaquedarseencasadeunafamiliadeBetania,
un pueblo situado a las afueras de la gran ciudad de Jerusal
´
en.
¿Recuerdas qui
´
enes eran?... Mar
´
ıa, Marta y su hermano L
´
azaro.
¿Por qu
´
esequed
´
oJes
´
us muchas veces con esta familia
en sus visitas a Jerusal
´
en? ¿Sabes c
´
omo se llaman?
228

Jes
´
us dijo que L
´
azaro era su amigo (Juan 11:1, 5, 11). Jes
´
us ama-
ba a esa familia y disfrutaba de estar con ellos porque amaban a
Jehov
´
ayleserv
´
ıan.
Eso no quiere decir que Jes
´
us no fuera bondadoso con quie-
nes no serv
´
ıan a Dios. S
´
ı lo era. Incluso iba a sus casas y com
´
ıa
con ellos. Por ese motivo, algunas personas dijeron que Jes
´
us
era “amigo de recaudadores de impuestos y pecadores” (Mateo
11:19). Pero Jes
´
us no iba a sus casas porque le gustara su forma
de vivir. Los visitaba para poder hablar con ellos sobre Jehov
´
a.
IntentabaayudarlosadejarsumalavidayserviraDios.
As
´
ı ocurri
´
oenunaocasi
´
on en
la que Jes
´
us pasaba por la ciudad
de Jeric
´
odecaminoaJerusal
´
en.
Un hombre llamado Zaqueo que-
r
´
ıa ver a Jes
´
us, pero no pod
´
ıa por-
que hab
´
ıa mucha gente y
´
el era de
baja estatura. De modo que se ade-
lant
´
o corriendo por el camino y se
subi
´
oaun
´
arbol para poder ver
bien a Jes
´
us cuando pasara.
Cuando Jes
´
us lleg
´
oal
´
arbol,
mir
´
o hacia arriba y dijo:
‘Date prisa y baja, porque
hoy voy a ir a tu casa’. Pero
Zaqueo era un hombre
rico que hab
´
ıa hecho cosas
¿Por qu
´
esesubi
´
o
Zaqueo a un
´
arbol?
NUESTROS AMIGOS DEBEN AMARADIOS

malas. ¿Por qu
´
equer
´
ıa ir
Jes
´
usalacasadeunhom-
bre as
´
ı?...
No era porque a Jes
´
us
le gustara su forma de
vida;era,m
´
as bien, por-
que deseaba hablarle de
Dios. Observ
´
o que aquel
hombre hab
´
ıa hecho todo
lo posible por verlo, y
por eso supo que Zaqueo
estaba dispuesto a escu-
charlo. Era un buen mo-
mento para hablar con
´
el
sobre c
´
omo Dios dice que
debe vivir la gente.
¿Qu
´
e ocurri
´
oentonces,
como vemos en la l
´
ami-
na?... A Zaqueo le gus-
taron las ense
˜
nanzas de
Jes
´
us.Se arrepinti
´
o de haber enga
˜
nadoalagenteyprometi
´
oque
devolver
´
ıa el dinero que hab
´
ıa tomado de forma injusta. A con-
tinuaci
´
on se hizo disc
´
ıpulo de Jes
´
us, y solo entonces lleg
´
oaser
su amigo (Lucas 19:1-10).
Si imitamos el ejemplo del Gran Maestro, ¿visitaremos a per-
sonas que no sean nuestros amigos?... S
´
ı. Pero no iremos a su
casa porque nos guste su forma de vida ni para hacer cosas ma-
las con ellos. Los visitaremos para hablarles de Dios.
¿Por qu
´
e visit
´
oJes
´
us a Zaqueo,
yqu
´
eprometi
´
oestequehar
´
ıa?
230
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Nuestros mejores amigos son aquellos con los que m
´
as nos
gusta pasar el tiempo. Sin embargo, para que sean los amigos
apropiados, deben agradarle a Dios. Tal vez algunos ni siquiera
sepan qui
´
en es Jehov
´
a, pero si quieren aprender sobre
´
el, pode-
mos ayudarlos. Y cuando ellos amen a Jehov
´
a como nosotros,
podr
´
an ser nuestros mejores amigos.
Hayotra forma de averiguarsi una persona puede serunbuen
amigo. F
´
ıjate en las cosas que hace. ¿Se divierte haciendo cosas
malas a los dem
´
as? Eso no est
´
a bien, ¿verdad?... ¿Est
´
asiempre
metido en problemas? No nos gustar
´
ıa tener problemas por es-
tar con
´
el, ¿no es cierto?... ¿O hace cosas malas a prop
´
osito y
piensa que es muy listo porque no lo descubren? Aunque no lo
descubran, Dios vio lo que estaba haciendo, ¿verdad?... ¿Crees
que debemos ser amigos de personas que hacen ese tipo de co-
sas?...
¿Por qu
´
e no sacas tu Biblia? Veamos lo que dice sobre c
´
omo
los amigos influyen en nosotros. El texto se encuentra en 1 Co-
rintios,cap
´
ıtulo 15,vers
´
ıculo 33. ¿Ya lo tienes?... Dice as
´
ı:“No se
extrav
´
ıen. Las malas compa
˜
n
´
ıas echan a perder los h
´
abitos
´
uti-
les”. Eso significa que si andamos con personas malas, podemos
volvernos malos. Pero tambi
´
en es cierto que los buenos compa-
˜
neros nos ayudan a tener buenas costumbres.
Nunca olvidemos que la Persona m
´
as importante de nuestra
vida es Jehov
´
a. No queremos da
˜
nar nuestra amistad con
´
el, ¿ver-
dad?... Por eso debemos esforzarnos por ser amigos solo de las
personas que amen a Dios.
La importancia de elegir los amigos apropiados se muestra en Salmo
119:115; Proverbios 13:20; 2 Timoteo 2:22, y 1 Juan 2:15.
NUESTROS AMIGOS DEBEN AMARADIOS
231

¿C
ONOCES la oraci
´
on que Jes
´
us les ense
˜
n
´
oasus
disc
´
ıpulos?... Si no, podemos leerla juntos en la Bi-
blia, en Mateo 6:9-13. Esta oraci
´
on, que muchas per-
sonas llaman el padrenuestro, dice en parte: “Venga tu reino”.
¿Sabes qu
´
e es el Reino de Dios?...
En la Biblia, un reino es una forma de gobierno. Hoy en d
´
ıa
tambi
´
en hay otros tipos de gobierno. En algunos de ellos, el que
dirige el pa
´
ıs es el presidente.Pero en el gobierno que Dios ha pro-
metido, que recibe el nombre de Reino, el gobernante es el Rey.
¿Sabes a qui
´
en escogi
´
oJehov
´
aDiosparaquefueraelReydesu
gobierno?... A su Hijo, Jesucristo. ¿Por qu
´
eesJes
´
us el mejor go-
bernante, mejor que cualquier otro que los hombres pudieran
escoger?... Porque, como
´
el ama de verdad a su Padre, siempre
hace lo que est
´
abien.
xy CAP
´
ITULO 45vw
¿QU
´
E ES EL REINO DE DIOS?
¿DEMOSTR
AMOS QUE LO QUEREMOS?
¿Qu
´
eobravinoahacerJes
´
usalaTierra?

Mucho antes de que Jes
´
us naciera en Bel
´
en, la Biblia predijo
que vendr
´
ıaalaTierrayquellegar
´
ıa a ser el gobernante escogi-
do por Dios. Vamos a leer Isa
´
ıas9:6,7:“Porqueunni
˜
no nos ha
nacido, un hijo nos ha sido dado, yel gobiernoreposar
´
asobresus
hombros; y se llamar
´
a [...]Pr
´
ıncipe de Paz.El aumento desu
gobiernoy [el] de la paz no tendr
´
an fin”(cursivas nuestras;La Bi-
blia de las Am
´
ericas,notas).
¿Sabes por qu
´
eselellama“Pr
´
ıncipe” al Gobernante del Reino
de Dios?... Porque un pr
´
ıncipe es el hijo de un rey, y Jes
´
us es el
Hijo del Gran Rey, Jehov
´
a. Pero Jehov
´
atambi
´
en ha nombrado a
Jes
´
us Rey de su Reino, que gobernar
´
a la Tierra durante mil a
˜
nos
(Revelaci
´
on [Apocalipsis] 20:6). Despu
´
es de su bautismo, Jes
´
us
“comenz
´
o a predicar y a decir: ‘Arrepi
´
entanse,porque el reino de
los cielos se ha acercado’” (Mateo 4:17).
¿Por qu
´
e crees que Jes
´
us dijo a quienes lo rodeaban que el Reino
se hab
´
ıa acercado?... Porque el Rey, que despu
´
es reinar
´
ıa en el cie-
lo, estaba entre ellos. Por eso, Jes
´
us les declar
´
o: “El reino de Dios
est
´
a en medio de ustedes” (Lucas 17:21). ¿No te gustar
´
ıa tener
al Rey escogido por Jehov
´
atancercaquehastapudierastocarlo?...
Entonces,dime:¿qu
´
eobraimportantevinoarealizarJes
´
us a la
Tierra?...
´
El mismo contest
´
o esa pregunta diciendo: “Tambi
´
en a
otras ciudadestengo que declarar las buenas nuevas del reino de
Dios,porque para esto fui enviado”(Lucas 4:43).Pero Jes
´
us sab
´
ıa
que no podr
´
ıa realizar toda la obra de predicaci
´
on
´
el solo. Por
eso, ¿qu
´
ecreesquehizo?...
Jes
´
us llev
´
oaotraspersonasapredicarcon
´
el para mostrarles
c
´
omo efectuar esa obra. Los primeros a
¿QU
´
E ES EL REINO DE DIOS? ¿DEMOSTR AMOS QUE LO QUEREMOS?
233

quienes ense
˜
n
´
o fueron sus doce ap
´
ostoles (Mateo 10:5, 7). Pero
¿les ense
˜
n
´
o a predicar solo a ellos? No,la Biblia dice que tambi
´
en
ense
˜
n
´
o a muchos otros disc
´
ıpulos. Con el tiempo, envi
´
oaseten-
ta de ellos de dos en dos. ¿Qu
´
elepredicabanalagente?...Jes
´
us
les dio las siguientes instrucciones: “Sigan dici
´
endoles: ‘El reino
de Dios se ha acercado a ustedes’” (Lucas 10:9). De esa forma, la
gente aprendi
´
o sobre el gobierno de Dios.
Mucho tiempo antes, en Israel, los reyes reci
´
en nombrados
acostumbraban entrar en la ciudad montados en un pollino, o
asno joven, para que el pueblo los viera. Eso mismo hizo Jes
´
us
cuando visit
´
oJerusal
´
en por
´
ultima vez. Sabemos que Jes
´
us iba a
ser el Gobernante del Reino de Dios, pero ¿quer
´
ıa la gente que
fuera su Rey?...
Bueno, la mayor
´
ıa de la gente empez
´
o a tender sus mantos so-
bre el camino por donde
´
el iba a pasar. Otros cortaron ramas de
palmera y tambi
´
en las pusieron en el camino. De esa forma de-
mostraban que quer
´
ıan a Jes
´
us como Rey. Gritaban: “¡Bendito es
ElquevienecomoReyenelnombredeJehov
´
a!”. Pero no todo
el mundo estaba contento. De hecho, algunos l
´
ıderes religiosos
incluso le pidieron a Jes
´
us: ‘Dile a tus disc
´
ıpulosquesecallen’
(Lucas 19:28-40).
Cinco d
´
ıas despu
´
es, Jes
´
us fue arrestado y llevado al palacio del
gobernador, Poncio Pilato. Los enemigos de Jes
´
us lo acusaban de
decir que era rey y de oponerse al gobierno romano. Pilato lo in-
terrog
´
o, pero Jes
´
us le mostr
´
o que no estaba intentando tomar el
control del gobierno. Le dijo: “Mi reino no es parte de este mun-
do” (Juan 18:36).
Pilato entonces sali
´
oyledijoalagentequenoencontraba
nada malo en Jes
´
us.Peroellosyanoquer
´
ıan que Jes
´
us fuera su
234
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Rey,niquelopusieranenlibertad(Juan18:
37-40). Despu
´
es de volver a hablar con Jes
´
us,
Pilato estaba convencido de que no hab
´
ıa he-
cho nada malo, as
´
ıquesac
´
oaJes
´
us fuera por
´
ultima vez y dijo: “¡Miren! ¡Su rey!”. Pero la
gente grit
´
o: “¡Qu
´
ıtalo! ¡Qu
´
ıtalo! ¡Al madero con
´
el!”.
Pilato pregunt
´
o: “¿A su rey fijo en un madero?”, y los sacerdo-
tes principales contestaron:“No tenemos m
´
as rey que C
´
esar”.¿Te
imaginas? Aquellos sacerdotes malvados ha-
b
´
ıan logrado poner al pueblo en contra de Je-
s
´
us (Juan 19:1-16).
¿Por qu
´
e cambi
´
o
lagentedeopini
´
on
yyanoquer
´
ıa que
Jes
´
us fuera su rey?

En nuestros d
´
ıas ocurre algo muy parecido. La ma-
yor
´
ıa de las personas no quieren en realidad que Je-
s
´
us sea su Rey. Tal vez afirmen que creen en Dios, pero
no quieren que ni Dios ni Cristo les digan lo que deben ha-
cer. Prefieren establecer sus propios gobiernos.
¿Ynosotros? Cuando aprendemos sobre el Reino de Dios y to-
daslascosasmaravillosasquehar
´
a, ¿qu
´
e sentimos hacia Dios?...
Amor, ¿verdad?... Entonces, ¿c
´
omo podemos demostrarle que lo
amamos y que deseamos que su Reino nos gobierne?...
Imitando el ejemplo de Jes
´
us.¿C
´
omo demostr
´
oJes
´
us que ama-
ba a Jehov
´
a?... “Yo siempre hago las cosas que le agradan”, expli-
c
´
o (Juan 8:29). S
´
ı, Jes
´
us vino a la Tierra ‘para hacer la voluntad
de Dios’ y para “terminar su obra” (Hebreos 10:7; Juan 4:34).
Veamos qu
´
e hizo antes de comenzar su obra de predicaci
´
on.
Jes
´
usfueadondeestabaJuanelBautista,enelr
´
ıo Jord
´
an.
Despu
´
es de meterse los dos en el r
´
ıo, Juan sumergi
´
oaJes
´
us com-
pletamente en el agua y entonces lo sac
´
o. ¿Sabes por qu
´
elo
bautiz
´
o Juan?...
Jes
´
us se lo pidi
´
o. Pero ¿c
´
omo sabemos que Dios quer
´
ıa
que Jes
´
us se bautizara?...
¿Por qu
´
esebautiz
´
oJes
´
us,
yc
´
omo mostr
´
oDios
que lo aprobaba?
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

Porque cuando Jes
´
us sali
´
o del agua, escuch
´
o
la voz de Dios que dec
´
ıa desde el cielo: “T
´
u
eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado”.
Dios hasta envi
´
osuesp
´
ıritu santo en forma
de paloma sobre Jes
´
us. Al bautizarse, Jes
´
us
demostr
´
oquequer
´
ıa servir a Jehov
´
atodasu
vida, para siempre (Marcos 1:9-11).
T
´
uerespeque
˜
no todav
´
ıa, pero ¿qu
´
e
har
´
as cuando crezcas?... ¿Seguir
´
as el
ejemplo de Jes
´
us y te bautizar
´
as?... De-
ber
´
ıas hacerlo,pues la Biblia dice que
´
el
dej
´
o un ‘modelo para que sigamos sus pa-
sos con sumo cuidado y atenci
´
on’ (1 Pe-
dro2:21).Cuandotebautices,estar
´
as
demostrando que realmente quieres que
el Reino de Dios te gobierne. Pero bau-
tizarse no es suficiente.
Tenemos que obedecer todoloque
Jes
´
us ense
˜
n
´
o. Jes
´
us dijo que no de-
bemos ser “parte del mundo”. ¿Estar
´
ıamos
obedeci
´
endole si particip
´
aramos en las cosas del
mundo? Jes
´
us y sus ap
´
ostoles se mantuvieron alejados de ellas
(Juan 17:14). Entonces, ¿a qu
´
e se dedicaron?... A hablar del
Reino de Dios. Esa fue la obra principal en sus vidas. ¿Podemos
hacer nosotros lo mismo?... S
´
ı, y lo haremos si somos sinceros
cuando le oramos a Dios pidiendo que venga su Reino.
Vamos a buscar otros textos donde se explica c
´
omo podemos demostrar que
deseamos que venga el Reino de Dios: Mateo 6:24-33; 24:14; 1 Juan 2:15-17,
y5:3.
¿D
´
onde podemos hablar con otras personas
sobre el Reino de Dios?
237

¿
¿HHA
ASSoo

ídodohahablarblaralgunaalgunav vezezdeldelfinfindeldelmundo?...mundo?...H Hooyyen
endd

íaaesesununttemaemabastantbastante ecomcom

ún.n.AlgunasAlgunasperper--sonas
sonaspiensanpiensanq queuelolocausarcausar

áelelhomhombrebreenenunaunaguerra
guerraconconbombombasbasatat

ómicas.micas.¿Crees¿Creest t

úqqueueDiosDiosdejardejar

íaaqqueuelalagent
genteedestrudestruyyeraeranuestranuestrapreciosapreciosaTierra?...Tierra?...C
Coommoohheemmoossaapprreennddiiddoo,,llaaBBiibblliiaahhaabbllaaddeellffiinnddeellmundo.
mundo.“E “Ellmundomundova vapasando”,pasando”,nos nosdicedice(1(1JJuanuan2:12:17).7).¿Piensas
¿Piensasq queueesoesosignificasignificaq queuenuestronuestroplanetaplanetallegarllegar

áaasu
sufin?...fin?...NNo,o,lalaBibliaBibliaexplicaexplicaq queueDiosDioshizohizolalaTierraTierraCA
xyP CÍATP

ULTOU4L6O46vw¿H
¿HAABRBR

ÁOTROTROODILDILUVIOUVIOQ
QUEUEDDESTRESTRU UYYAAELELMMUNDUNDO?O?¿Qu
¿Qu

émundomundof fueuedestrdestruidouidoen
enloslosdd

íasasdedeNNoo

é??

“para ser habitada”,para que los seres humanos vivieran felices
en ella (Isa
´
ıas 45:18). Salmo 37:29 dice: “Los justos mismos po-
seer
´
an la tierra, y residir
´
an para siempre sobre ella”. Por esa ra-
z
´
on, las Escrituras indican tambi
´
en que la Tierra durar
´
apara
siempre (Salmo 104:5; Eclesiast
´
es 1:4).
Si el fin del mundo no significa el fin de la Tierra, ¿entonces
qu
´
e significa?... Para saber la respuesta, analicemos lo que suce-
di
´
oenlosd
´
ıas de No
´
e. La Biblia explica:‘El mundo de aquel
tiempo sufri
´
o destrucci
´
oncuando qued
´
ocubiertodeagua’(2Pe-
dro 3:6).
¿Sobrevivi
´
o alguien a aquella inundaci
´
on enorme que acab
´
o
con el mundo en los d
´
ıas de No
´
e?... La Biblia dice que Dios
“guard
´
oenseguridadaNo
´
e,predicador de justicia,con otras sie-
te personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente
imp
´
ıa” (2 Pedro 2:5).
Por lo tanto, ¿cu
´
alfueelmundoquetermin
´
o: la Tierra, o
la gente mala?... La Biblia se
˜
nala que fue el“mundo de gente
imp
´
ıa”,o malvada. Nota, adem
´
as, que a No
´
eselellama“predi-
cador”. ¿Qu
´
e crees que predicaba?... Avisaba a los dem
´
as que se
acercaba el fin del“mundo de aquel tiempo”.
En una ocasi
´
on, Jes
´
us habl
´
oasusdisc
´
ıpulos sobre aquel Di-
luvio y les explic
´
oloquehac
´
ıan las personas justo antes de que
viniera el fin: “En aquellos d
´
ıas antes del diluvio estaban co-
miendo y bebiendo, los hombres cas
´
andose y las mujeres siendo
dadas en matrimonio, hasta el d
´
ıa en que No
´
eentr
´
oenelarca;
yno hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barri
´
oatodos”.Je-
s
´
us a
˜
nadi
´
o que, antes del fin del mundo de nuestros d
´
ıas,la gen-
te har
´
ıa lo mismo (Mateo 24:37-39).
¿HABR
´
A
OTRO DILUVIO QUE DESTRUY AEL MUNDO?
239

Las palabras de Jes
´
us muestran que podemos aprender una
lecci
´
on de lo que hac
´
ıa la gente antes del Diluvio. En el cap
´
ıtu-
lo 10 de este libro ya vimos c
´
omo se comportaban. ¿Lo re-
cuerdas?... Algunos hombres eran crueles y violentos. Pero la
mayor
´
ıa de las personas, como dijo Jes
´
us, simplemente no hicie-
roncasocuandoDioslesenvi
´
oaNo
´
e para que les predicara.
Sin embargo, lleg
´
oeld
´
ıa en que Jehov
´
aledijoaNo
´
equeiba
a destruir a la gente mala con un diluvio. El agua cubrir
´
ıa toda
la Tierra, hasta las monta
˜
nas m
´
as altas. Jehov
´
alemand
´
oaNo
´
e
construir un arca enorme. Se parecer
´
ıa a una caja alargada muy
grande, como puedes ver en la l
´
aminadelap
´
agina 238.
Dios le dijo a No
´
e que hiciera el arca tan grande porque en
ella tendr
´
ıan que salvarse, adem
´
as de
´
el y su familia, muchos
animales. No
´
e y su familia trabajaron muy duro. Cortaron
´
arbo-
les grandes, y con la madera empezaron a construir el arca.
Tardaron muchos a
˜
nos en terminarla debido a su enorme ta-
ma
˜
no.
¿Recuerdas qu
´
ehizoNo
´
e durante todos esos a
˜
nos, adem
´
as de
construir el arca?... Predic
´
oparaavisaralagentequeven
´
ıa un
diluvio.¿Lo escuch
´
oalguien?Solosufamilia.Losdem
´
as estaban
muy ocupados con otras cosas. ¿Recuerdas qu
´
edijoJes
´
us que ha-
c
´
ıan?... Com
´
ıan, beb
´
ıan y se casaban. No pensaban que fueran
personas malas, as
´
ı que no sacaron tiempo para escuchar a No
´
e.
Vamos a ver qu
´
elessucedi
´
o.
Despu
´
es que No
´
e y su familia entraron en el arca, Jehov
´
a
cerr
´
olapuerta.Lasdem
´
as personas a
´
un no cre
´
ıan que vendr
´
ıa
un diluvio. De repente, empez
´
o a llover, pero no como lo hace
normalmente, sino con mucha m
´
as fuerza. Enseguida se forma-
240
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

ron r
´
ıosgrandesyruidososquetumbaban
´
arboles enormes y
arrastraban rocas pesadas como si fueran piedrecitas. ¿Qu
´
eles
pas
´
o a los que estaban fuera del arca?... Jes
´
us dijo: “Vino el di-
luvio y los barri
´
oatodos”.Nosobrevivi
´
onadie.¿Porqu
´
e?... Por-
que, como explic
´
oJes
´
us, “no hicieron caso”. No escucharon la
advertencia (Mateo 24:39; G
´
enesis 6:5-7).
Pero no olvides que Jes
´
us dijo que aquel suceso nos sirve de
lecci
´
on a nosotros. ¿Qu
´
enosense
˜
na?... Pues bien, aquellas per-
sonas no fueron destruidas solo por ser malas, sino porque
muchas estaban tan ocupadas que no les quedaba tiem-
po para aprender acerca de Dios y de lo que
´
el iba a
hacer. Debemos tener cuidado de que a nosotros
no nos suceda lo mismo, ¿verdad?...
¿Crees que Dios destruir
´
adenuevoelmun-
doconundiluvio?...No,
´
el prometi
´
oque
no lo har
´
ıa. Dijo: “De veras doy mi arco iris
en la nube, y tiene que servir como se
˜
nal”.
Jehov
´
aexplic
´
o que el arco iris ser
´
ıa una
se
˜
nal de que ‘nunca m
´
as llegar
´
ıan a ser
las aguas un diluvio para arruinar toda
carne’ (G
´
enesis 9:11-17).
Por lo tanto, podemos estar seguros
de que Dios no destruir
´
anuncam
´
as
el mundo con un diluvio. Sin em-
bargo, como hemos visto, la Biblia
s
´
ı dice que el mundo actual termi-
nar
´
a. ¿Qui
´
enes se salvar
´
an cuan-
do Dios lo destruya?... ¿Los que
¿Por qu
´
e no debemos pensar solo en divertirnos?
¿HABR
´
A
OTRO DILUVIO QUE DESTRUY AEL MUNDO?

siempre estaban tan interesados en otras cosas que no quisieron
aprender acerca de Dios? ¿Los que nunca ten
´
ıan tiempo para
estudiar la Biblia? ¿T
´
uqu
´
e crees?...
Nosotros queremos estar entre los que Dios salve, ¿verdad?...
¿No ser
´
ıa maravilloso que nuestra familia fuera como la de No
´
e,
yJehov
´
a nos salvara a todos?... Pero para sobrevivir al fin del
mundo, primero tenemos que entender c
´
omoDioslodestruir
´
a
ytraer
´
a su justo nuevo mundo. Veamos de qu
´
e manera lo har
´
a.
La Biblia lo explica en Daniel, cap
´
ıtulo 2, vers
´
ıculo 44. Ha-
blando de nuestros d
´
ıas, el texto dice: “En los d
´
ıas de aquellos
reyeselDiosdelcieloestablecer
´
a un reino [o gobierno] que
nunca ser
´
a reducido a ruinas. Yel reino mismo no ser
´
a pasado a
ning
´
un otro pueblo. Triturar
´
aypondr
´
afinatodosestosreinos,
y
´
el mismo subsistir
´
a hasta tiempos indefinidos”.
¿Entiendes lo que eso significa?... La Biblia dice que el go-
bierno de Dios va a destruir todos los gobiernos terrestres. ¿Por
qu
´
e?... Porque no obedecen al Rey nombrado por Dios. ¿Qui
´
en
es ese?... Jesucristo.
Jehov
´
a Dios tiene el derecho de decidir qu
´
e clase de gobierno
es el mejor,yha escogido a su Hijo,Jes
´
us,para que sea Rey.Den-
tro de poco, ese Rey dirigir
´
a la destrucci
´
on de todos los gobier-
nos humanos. En el libro b
´
ıblico de Revelaci
´
on (Apocalipsis),
cap
´
ıtulo 19, vers
´
ıculos 11 al 16, se nos dice c
´
omo lo har
´
a. En la
l
´
amina de la p
´
agina siguiente lo puedes ver. La Biblia llama
Har–Maged
´
on, o Armaged
´
on, a esa guerra en la que Jehov
´
ades-
truir
´
a los gobiernos del mundo.
Aunque Dios dice que su Reino acabar
´
a con los gobiernos hu-
manos, ¿nos pide a nosotros que ayudemos a destruirlos?... No,
242
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

la Biblia dice que el Armaged
´
on es
“la guerra del gran d
´
ıa de Dios el To-
dopoderoso” (Revelaci
´
on 16:14, 16).
As
´
ıes,elArmaged
´
on es la guerra de
Dios, y
´
el utiliza a Jesucristo para diri-
gir los ej
´
ercitos celestiales en la batalla.
¿Comenzar
´
a pronto esa guerra? Veamos
c
´
omo podemos averiguarlo.
Leamos juntos c
´
omo Dios destruye a los
malvados y salva a sus siervos. Busquemos Pro-
verbios 2:21, 22; Isa
´
ıas 26:20, 21; Jerem
´
ıas 25:
31-33, y Mateo 24:21, 22.
Jesucristo, el Rey escogido por Dios,
destruir
´
aestemundoenelArmaged
´
on

S
ABES lo que es una se
˜
nal, ¿verdad?... En el cap
´
ıtulo 46 le
´
ı-
mos que Jehov
´
adiounase
˜
nal para mostrar que nunca m
´
as
destruir
´
ıa el mundo con un diluvio. Pues bien, los ap
´
osto-
les tambi
´
en pidieron una se
˜
nal para saber cu
´
ando Jes
´
us habr
´
ıa
regresado y cu
´
ando estar
´
ıacercaelfindelmundo,esdecir,del
sistema de cosas (Mateo 24:3).
Como Jes
´
us ser
´
ıa invisible y estar
´
ıa en el cielo, se necesita-
r
´
ıa una se
˜
nal visible de que hab
´
ıa comenzado a gobernar. As
´
ı
que Jes
´
us les cont
´
oasusdisc
´
ıpulos qu
´
ecosasdeb
´
ıan esperar
que ocurrieran aqu
´
ı en la Tierra. Cuando las
vieran, eso significar
´
ıa que
´
el hab
´
ıa
regresado y que hab
´
ıa comenzado a
reinar en el cielo.
Para que los disc
´
ıpulos compren-
dieran la importancia de mantener-
se alerta, Jes
´
us les dijo: “Noten
la higuera y todos los de-
xy CAP
´
ITULO 47vw
¿C
´
OMO S ABEMOS QUE
EL
ARMAGED
´
ON EST
´
A
CERCA?
¿Qu
´
elecci
´
on ense
˜
n
´
oJes
´
us
cuando habl
´
odelahiguera? 244

m
´
as
´
arboles: Cuando ya echan brotes, ustedes,al
observarlo,saben para s
´
ı que ya se acerca el ve-
rano”. Hay cosas que te anuncian que el verano
est
´
a cerca. Del mismo modo, al ver las cosas que
Jes
´
us dijo que suceder
´
ıan, sabes que el Armage-
d
´
on est
´
a cerca (Lucas 21:29, 30).
En esta p
´
aginay en la siguiente se representan
algunas cosas que formar
´
ıan parte de la se
˜
nal de
que el Reino de Dios estar
´
ıa cerca. Cuando to-
das ellas ocurrieran, el Reino de Dios con Cristo
1
2
3

4
5 6

como Gobernante aplastar
´
ıa a todos los dem
´
as gobiernos, como
le
´
ımos en el cap
´
ıtulo 46.
Mira atentamente las l
´
aminas de las dos p
´
aginas anteriores, y
luego las comentaremos. En Mateo 24:6-14 y Lucas 21:9-11
puedes leer lo que se representa en ellas. F
´
ıjate tambi
´
en en el
n
´
umero que hay en cada una: es el mismo que aparece al princi-
pio del p
´
arrafodondeseexplicaesedibujo.Ahoraveamossilas
muchas partes de la se
˜
nal que Jes
´
us dio se est
´
an cumpliendo hoy
d
´
ıa.
1) Jes
´
us dijo:“Van a o
´
ır de guerras e informes de guerras; [...]
se levantar
´
anaci
´
on contra naci
´
on y reino contra reino”.¿Has o
´
ıdo
hablar de guerras en las noticias?... La primera guerra mundial
se pele
´
o entre 1914 y 1918, y luego vino la segunda guerra
mundial, de 1939 a 1945. ¡Nunca hasta entonces hab
´
ıa habido
guerras mundiales! Y ahora hay guerras por todo el mundo.
Todos los d
´
ıas se habla de ellas en la televisi
´
on, la radio o los pe-
ri
´
odicos.
2) Jes
´
us a
˜
nadi
´
o:“Habr
´
a escaseces de alimento [...] en un lugar
tras otro”.Quiz
´
as ya sepas que no todo el mundo tiene suficien-
te alimento para comer. Miles de personas mueren cada d
´
ıa por
falta de comida.
3) Jes
´
us dijo adem
´
as:‘En un lugar tras otro habr
´
apestes’.¿Sa-
bes qu
´
esonlaspestes?...Sonenfermedadesgravesquematan
a mucha gente.Una gran peste llamada la gripe espa
˜
nola mat
´
oa
veinte millones de personas en un solo a
˜
no. En nuestros d
´
ıas,
probablemente morir
´
adesidaunacantidada
´
un mayor. Ytam-
bi
´
en est
´
an el c
´
ancer, las enfermedades del coraz
´
on y otras enfer-
medades que todos los a
˜
nos causan miles y miles de muertes.
¿C
´
OMO S ABEMOS QUE EL ARMAGED
´
ON EST
´
A
CERCA?
247

4) Jes
´
us indic
´
ootrapartedelase
˜
nal con estas palabras:“Ha-
br
´
a [...] terremotos en un lugar tras otro”.¿Sabes qu
´
e es un terre-
moto?... Es un temblor de tierra que en muchos casos hace que
las casas se derrumben, matando a la gente que est
´
adentro.Des-
de 1914, todos los a
˜
nos ha habido muchos terremotos.¿Has o
´
ıdo
hablar de ellos?...
5) Jes
´
us dijo que otra parte de la se
˜
nal ser
´
ıa que‘la maldad
ir
´
ıa en aumento’.Por eso hay tantos robos y tanta violencia.
En todos los pa
´
ıses, la gente tiene miedo de que alguien entre a
robar en su casa. Nunca antes ha habido en el mundo entero
tantos delitos y violencia.
6) Jes
´
us se
˜
nal
´
o una parte muy importante de la se
˜
nal cuan-
do dijo:“Estas buenas nuevas del reino se predicar
´
an en toda la
tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendr
´
aelfin”(Mateo 24:14). Si t
´
utienesfeen“estasbuenas
nuevas”, deber
´
ıas hablar de ellas a otras personas. De ese modo
puedes participar en el cumplimiento de esta parte de la se
˜
nal.
Hay quienes dicen que las cosas que Jes
´
us predijo han sucedi-
do siempre. Pero nunca antes han sucedidotodas ellasal mismo
tiempo y en tantas partes del mundo. As
´
ıque,¿comprendeslo
que significa la se
˜
nal?... El hecho de que veamos ocurrir todas
esas cosas significa que pronto se acabar
´
aestemundomaloy
comenzar
´
aelnuevomundodeDios.
Cuando Jes
´
us dio esta se
˜
nal, tambi
´
en habl
´
odeunaestaci
´
on
del a
˜
no. Dijo: “Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo
de invierno” (Mateo 24:20). ¿Qu
´
e crees que significa eso?...
Bueno, si alguien tiene que escapar de alg
´
un desastre duran-
te el invierno, cuando las condiciones del tiempo hacen que
248
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO

viajar sea muy dif
´
ıcil o hasta peligroso, ¿qu
´
epodr
´
ıa pasarle?...
Le costar
´
ıa mucho escapar, y quiz
´
as no lo conseguir
´
ıa. ¿No ser
´
ıa
una l
´
astima que la persona muriera en una tormenta de nieve
porque estaba tan ocupada con otras cosas que no pudo ponerse
en camino antes?...
¿Comprendes lo que Jes
´
us quiso decir cuando habl
´
odenoes-
perar al invierno para huir?... Nos estaba diciendo que, en vista
de que el Armaged
´
on est
´
a cerca, debemos darnos prisa para ser-
vir a Dios y as
´
ı demostrar que lo amamos. Si nos retrasamos, tal
vez se nos haga demasiado tarde. En ese caso, ser
´
ıamos
como las personas del tiempo del Diluvio, que oyeron
la advertencia de No
´
e, pero no entraron en el arca.
Ahora hablaremos de c
´
omo ser
´
atodocuando
acabe la gran guerra de Armaged
´
on. Aprendere-
mos lo que Dios tiene reservado para todos
los que lo amamos y servimos hoy d
´
ıa.
Otrostextosb
´
ıblicos que tambi
´
en muestran
que el Armaged
´
on est
´
a cerca son 2 Timoteo
3:1-5 y 2 Pedro 3:3, 4.
¿Qu
´
elecci
´
on ense
˜
n
´
o
Jes
´
us cuando habl
´
o
de intentar huir
durante el invierno?
¿C
´
OMO S ABEMOS QUE EL ARMAGED
´
ON EST
´
A
CERCA?

D
IOS puso a Ad
´
any Eva en el jard
´
ın de Ed
´
en.Aunque los
dos fueron desobedientes y murieron, Jehov
´
ahahecho
posible que los hijos de ellos podamos vivir para siem-
pre en el Para
´
ıso. La Biblia promete: “Los justos mismos posee-
r
´
an la tierra, y residir
´
an para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).
La Biblia nos habla de unos “nuevos cielos” y “una nueva
tierra” (Isa
´
ıas 65:17; 2 Pedro 3:13). Los “cielos” actuales son los
gobiernos humanos de hoy, pero los “nuevos cielos” estar
´
an for-
mados por Jesucristo y los que gobernar
´
an con
´
el. ¡Qu
´
e bien vi-
viremos cuando toda la Tierra est
´
e gobernada por estos nuevos
cielos, el justo y pac
´
ıfico Reino de Dios!
Entonces, ¿qu
´
eesla“nuevatierra”?...Lanuevatierraser
´
ala
gente buena que ame a Jehov
´
a. Ver
´
as,cuandolaBibliahablade
“la tierra”, a veces se refiere a quienes viven en ella, y no a la
Tierra en s
´
ı(G
´
enesis 11:1; Salmo 66:4; 96:1). As
´
ı, quienes com-
pondr
´
an la nueva tierra vivir
´
an aqu
´
ımismo,enesteplaneta.
Para entonces, el mundo actual de personas malvadas se ha-
br
´
a acabado. Recuerda que el Diluvio de No
´
etermin
´
oconel
mundo de gente mala de aquel tiempo. Y, como hemos apren-
dido, el mundo malvado en que vivimos ser
´
a destruido en el
Armaged
´
on. Veamos ahora c
´
omo ser
´
alavidadespu
´
es del Arma-
ged
´
on, en el nuevo mundo de Dios.
xy CAP
´
ITULO 48vw
T
´
UPUEDESVIVIR
EN EL P
AC
´
IFICO
NUEVO MUNDO DE DIOS
250

Si lees Isa
´
ıas 11:6-9 y 65:25, ver
´
as que los
animales vivir
´
an en paz. Mira esta l
´
amina.
Observaelcordero,elcabrito,elleopardo,
el becerro, el gran le
´
on y los ni
˜
nos que est
´
an
con ellos. La Biblia tambi
´
en habla de otros
animales que puedes ver aqu
´
ı. ¿Sabes cu
´
ales
son?... ¡Mira a ese ni
˜
no jugando con la
cobra! En el nuevo mundo no habr
´
a
raz
´
on para tener miedo(Oseas 2:18).
¿Qu
´
etepareceeso?...

Ahora observa la paz que hay entre personas tan di-
ferentes. Todas se aman unas a otras, tal como dijo
Jes
´
us que sus disc
´
ıpulos har
´
ıan(Juan 13:34, 35).
Con las armas de guerra se fabrican herramien-
tasparacultivarelterreno.LaBibliadicequeen
el nuevo mundo de Dios todos vivir
´
an en paz y
seguridad. ¿Verdad que ser
´
a maravilloso?
Se nos habla de estas cosas en textos
como Salmo 72:7; Isa
´
ıas 2:4; 32:
16-18, y Ezequiel 34:25.

F
´
ıjate en las personas que aparecen
en esta p
´
agina. Est
´
an cuidando la Tierra,
transform
´
andola en un lugar hermoso. Mira
qu
´
e casa tan bonita est
´
an construyendo y qu
´
e
frutas y verduras tan deliciosas. Las personas
est
´
an en paz con la Tierra, de modo que todo
el planeta se ha convertido en un para
´
ıso
como el jard
´
ın de Ed
´
en. Podemos leer estas
promesas en Salmo 67:6; 72:16; Isa
´
ıas
25:6; 65:21-24, y Ezequiel 36:35.

Como ves aqu
´
ı, todos est
´
an sanos y felices.
Pueden saltar como un ciervo. No hay nadie
cojo, ciego o enfermo. ¡Ymira a los resucitados!
La Biblia nos promete estas cosas en Isa
´
ıas 25:8;
33:24; 35:5, 6; Hechos 24:15, y Revelaci
´
on
(Apocalipsis)21:3, 4.

¿Quieres vivir para siempre en el Para
´
ıso en el pac
´
ıfico nuevo
mundo de Dios?... Ning
´
un m
´
edico puede conseguir que vivamos
para siempre. Tampoco hay ninguna pastilla que nos libre de
morir. La
´
unica forma de vivir para siempre es acercarnos a
Dios. Yel Gran Maestro nos dice c
´
omo hacerlo.
AbramoslaBibliaenJuan,cap
´
ıtulo 17, vers
´
ıculo 3. All
´
ıen-
contramos estas palabras del Gran Maestro: “Esto significa vida
eterna, el que est
´
en adquiriendo conocimiento de ti, el
´
unico
Dios verdadero, y de aquel a quien t
´
u enviaste, Jesucristo”.
Seg
´
un dijo Jes
´
us, ¿qu
´
e tenemos que hacer para vivir para
siempre?... Lo primero es adquirir conocimiento de nuestro Pa-
dre celestial,Jehov
´
a, y tambi
´
en de su Hijo,quien dio su vida por
nosotros. Eso significa que debemos estudiar la Biblia. Este li-
bro,
APRENDAMOS DELGRANMAESTRO,nosayudaahacerlo.
¿C
´
omo nos ayudar
´
a el conocimiento de Jehov
´
a a vivir para
siempre?... Pues bien, igual que todos los d
´
ıas necesitamos comer,
tambi
´
en todos los d
´
ıas necesitamos aprender acerca de Jehov
´
a.
La Biblia dice: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino
de toda expresi
´
onquesaledelabocadeJehov
´
a” (Mateo 4:4).
Tambi
´
en necesitamos adquirir conocimiento de Jesucristo,
pues Dios envi
´
o a su Hijo para borrar nuestros pecados. La Bi-
blia ense
˜
na que “no hay salvaci
´
on en ning
´
un otro”, y tambi
´
en
diceque“elqueejercefeenelHijotienevidaeterna”(He-
chos 4:12; Juan 3:36). Pero ¿qu
´
e significa ‘ejercer fe’ en Jes
´
us?...
Significa que creemos en
´
el y reconocemos que sin
´
el no podr
´
ıa-
mos vivir para siempre. ¿De verdad creemos eso?... Si as
´
ıes,con-
tinuaremos aprendiendo sobre el Gran Maestro todos los d
´
ıas y
haremos lo que
´
el dice.
T
´
U PUEDES VIVIR EN EL P AC
´
IFICO NUEVO MUNDO DE DIOS
255

Unabuena manera de aprender del Gran Maestro es leer este
libro una y otra vez. F
´
ıjate, adem
´
as, en todas las l
´
aminas y pien-
sa en lo que representan. Intenta responder las preguntas que
las acompa
˜
nan. Tambi
´
en, lee el libro con tu mam
´
aotupap
´
a.
Si ninguno de los dos est
´
acontigo,l
´
eelo con otras personas ma-
yores y con otros ni
˜
nos. As
´
ı tal vez ayudes a alguien a aprender
del Gran Maestro lo que debe hacer para vivir eternamente en
el nuevo mundo de Dios. ¿No ser
´
ıa eso estupendo?...
La Biblia dice que “el mundo va pasando”, pero tambi
´
en ense-
˜
na c
´
omo vivir para siempre en el nuevo mundo de Dios. Explica
que “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
(1 Juan 2:17). Por tanto, ¿qu
´
e debemos hacer para vivir eterna-
mente en el nuevo mundo de Dios?... Adquirir conocimiento de
Jehov
´
a y de su amado Hijo, Jes
´
us, y practicar lo que aprendemos.
Esperamosqueelestudiodeestelibroteayudeaconseguirlo.
APRENDAMOS DEL GR ANMAESTRO
¿Desea m
´
as informaci
´
on?
Consulte el sitio de los testigos de Jehov
´
a:www.jw.org/es.