Biografía de Benjamin Franklin

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biografía


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(Boston, 1706 - Filadelfia, 1790) Político, científico e inventor estadounidense. Estudioso de la
electricidad y de cuanto atrajo su interés, inventor del pararrayos y de otros útiles artefactos,
honesto y eficiente hombre público y destacado artífice de l a independencia de los Estados
Unidos, Benjamin Franklin fue acaso el personaje más querido de su tiempo en su país y el único
americano de la época colonial británica que alcanzó fama y notoriedad en Europa.

B enjamin F ranklin
Sólo desde la admiración es posible aproximarse a su figura, y al mismo tiempo es difícil pensar
en Franklin sin experimentar una sensación de calor humano. Su apariencia era tan sencilla, su
personalidad resultaba tan agradable y su sentido del humor brotaba tan espontáneamente que
para la gente resultaba fácil quererlo y respetarlo. Unos grandes ojos grises y una boca
propensa a la sonrisa adornaban el rostro de este dechado de virtudes, que fue capaz de
sobresalir en cuantos campos se propuso.
"La voluntad, el talento, el genio y la gracia se reunían en él, como si la naturaleza al formarle
se hubiese sentido derrochadora y feliz", afirmó uno de sus biógrafos. Más allá de esos dones,
Franklin siempre creyó firmemente que era posible modificar los aspectos negativos del carácter
mediante una disciplina a la vez suave y constante. En su juventud llevaba siempre consigo una
lista de cualidades dignas de admiración, que más tarde se convirtió en un pequeño libro donde
cada página estaba consagrada a una virtud. Franklin dedicaba una sem ana de atención a cada
una de ellas, que releía en cuanto tenía ocasión, y volvía a empezar cuando llegaba al final.
Biografía
Decimoquinto hermano de un total de diecisiete, Benjamin Franklin cursó únicamente estudios
elementales, que abandonó a la edad de diez años; la vasta erudición enciclopédica que exhibiría
en su madurez fue el resultado de una curiosidad insaciable y de un esfuerzo autodidacta que
compaginaría siempre con sus actividades profesionales. A los doce años comenzó a trabajar
como impresor en una empresa propiedad de John Franklin, uno de sus hermanos.

En 1723, tras una disputa con su hermano, huyó a Filadelfia, donde, sin un céntimo en el
bolsillo, halló trabajo en una tipografía. Tras haber desempeñado por espacio de dos años la
misma actividad en Inglaterra, adonde había sido enviado con recomendaciones sin ningún
valor, regresó a Filadelfia y trabajó por su cuenta como tipógrafo y editor. En 1727 fue
responsable de la emisión de papel moneda en las colonias británicas de América. Más ta rde
fundó el periódico La Gaceta de Pensilvania, que publicó entre los años 1728 y 1748, y en 1732
emprendió la edición del Almanaque del pobre Richard (1732-1757).
Con la publicación del Almanaque, un tipo de anuario misceláneo frecuente en la época que incluía
el santoral, horóscopos, consejos médicos y previsiones meteorológicas, se abrió en su vida un
período de prosperidad. El propio Franklin ejercía como redactor, editor y director, aunque
atribuía la autoría del mismo a un personaje ficticio que acab aría siendo famosísimo: el
extravagante Richard Saunders, de donde procede el título de Almanaque del pobre Richard.

B enjamin F ranklin
El tal Richard es un viejo "yanqui" provinciano de variable humor, un filósofo rústico con sus
puntas y ribetes de misoginismo, que, con gran desesperación de su esposa Bridget, se pasa el
tiempo entre polvorientos libros y cálculos astrológicos, en lugar de ganar dinero para sostener a
su familia; decide editar el almanaque, precisamente, para poder conciliar sus aficiones con esa
necesidad.
Junto a las secciones habituales, Franklin tuvo el acierto de incluir además toda clase de
máximas, proverbios, sentencias y frases célebres, extraídas de fuentes variadas; en ocasiones,
aplicando su genio y experiencia a la conducta humana, llegó a inventarlas él mismo, con tanta
fortuna que acabaron pasando al acervo popular. Después de veinticinco años de publicación
ininterrumpida, con tiradas que alcanzaron los diez mil ejemplares (una cifra impresionante para
la época), Benjamin Franklin había conseguido un considerable patrimonio que le permitió
abandonar la impresión.
El estadista
La época de más intensa actividad política de Benjamin Franklin se inició en 1757, una vez
finalizada aquella larga etapa como impresor. Lo más importante de la misma fue su tarea como

inspirador y activo factótum de la independencia. Puede atribuírsele la idea primigenia de unos
Estados Unidos como nación única y no como un grupo de colonias separadas, ya que dos
décadas antes de la guerra de independen cia americana concibió un sistema de gobiernos
estatales reunidos bajo una sola autoridad federal.
Previamente, convertido ya en uno de los más importantes personajes públicos de Filadelfia,
había sido elegido miembro de la Asamblea legislativa; llevó a buen fin el tratado con los indios
rebeldes, encontró un sistema racional para la limpieza de las calles y promovió numerosas
iniciativas y mejoras. Su temperamento activo y polifacético lo impulsaría a participar en las
cuestiones de ámbito local, por ejemp lo, en la creación de instituciones como el cuerpo de
bomberos de Filadelfia, la biblioteca pública y la Universidad de Pensilvania, así como la
Sociedad Filosófica Americana. Como director general de Correos en Filadelfia, primero de
importancia de los múltiples cargos públicos que desempeñaría con brillante eficiencia, Franklin
alcanzó una serie de éxitos fulgurantes en la mejora del servicio, amplió considerablemente la
frecuencia de los envíos y mejoró los caminos postales.
Cuando en 1757 fue enviado a Londres para defender los intereses de las colonias americanas
ante la metrópoli, Benjamin Franklin inició una intensa labor política que acabaría dando los
frutos apetecidos. En una famosa ocasión estuvo durante todo el día en la Cámara de los
Comunes, contestando con gran habilidad las preguntas que le dirigían los miembros de tan
honorable institución en torno a la resistencia de las colonias ante la muy odiada ley tributaria
inglesa, que resultaba nefasta para los intereses de los colonos americanos. El resultado fue que
el Parlamento revocó la ley (1766) y la guerra se retrasó diez años, dando a los
independentistas tiempo suficiente para prepararse.

B enjamin F ranklin (retrato de D avid M artin, 1 7 6 7 )
Ante las nuevas presiones fiscales y políticas ejercidas por la metrópoli, Benjamin Franklin dejó
Londres; regresó a Filadelfia en 1775 y se adhirió decididamente al movimiento independentista.
Ese mismo año fue nombrado diputado por Pensilvania ante el II Congreso Continental, en el
que los representantes de las trece colonias norteamericanas decidieron formar un ejército para
luchar contra Inglaterra. Al año siguiente redactó, conjuntamente con Thomas Jefferson y John
Adams, la histórica Declaración de Independencia (1776).

Debido a su prestigio, se le escogió en diciembre de ese año para efectuar una gira por Europa
(1776-1785) en busca de apoyo para la causa independentista. Era fundamental conseguir la
ayuda de Francia, sin la cual la contienda podía prolongarse indefinidamente e incluso
perderse. George Washington se había entregado a la organización de un ejército norteamericano,
pero la metrópoli contaba con todo el poder, las armas e importantes aliados. Era preciso
contrarrestar ese poderío consiguiendo el auxilio de Francia. Franklin no sólo convenció al reacio
monarca francés, Luis XVI, de que enviara secretamente suministros al general Washington, sino
que un año después (1778) logró que entrara abiertamente en la guerra como aliado después de
firmar un tratado de amistad.
Finalizada la guerra y lograda la independencia efectiva, Benjamin Franklin fue partícipe en las
conversaciones para concluir el tratado de paz que pondría fin al conflicto (1783). Tras su
regreso a Filadelfia fue nombrado miembro de la convención encargada de la redacción de la
Constitución estadounidense (1787). Franklin consiguió además resolver un problema que
amenazaba con dificultar seriamente la formación del nuevo país: los pequeños Estados querían
tener idéntica representación en el Congreso que los grandes y, a su vez, éstos pretendían que
el número de delegados se eligiera según la población de cada Estado.
Franklin resolvió la dificultad aceptando la primera propuesta como base para el Senado y la
segunda para la Cámara de Representantes; luego, cuando la Constitución estuvo lista, se
encargó personalmente de que fuera ratificada por los distintos Estados, tarea para la que tuvo
que poner en juego todas sus dotes de persuasión y sus capacidades de magistral razonador:
ninguno de sus interlocutores se resistió a sus argumentos. Vuelto a Filadelfia, ya viejo y
fatigado, y con la esperanza de un descanso bien merecido, se vio inmediatamente agobiado por
nuevas responsabilidades públicas, llevando una vez más a cabo con su perfecto y admirable
estilo las misiones confiadas.
El científico
El interés de Benjamin Franklin por los temas científicos comenzó a mediados del siglo y
coincidió aproximadamente con aquella etapa de intensa actividad política. Durante una estancia
en Francia, en 1752, llevó a cabo el famoso experimento de la cometa, que le permitió
demostrar que las nubes están cargadas de electricidad y que, por lo tanto, los ray os son
esencialmente descargas de tipo eléctrico.
Para la realización del experimento, no exento de riesgo, utilizó una cometa dotada de un
alambre metálico unido a un hilo de seda que, de acuerdo con su suposición, debía cargarse con
la electricidad captada por el alambre. Durante la tormenta acercó la mano a una llave que
pendía del hilo de seda, y observó que, lo mismo que en los experimentos con botellas de
Leyden que había realizado con anterioridad, saltaban chispas, lo cual demostraba la presencia
de electricidad.

E l experimento de la c ometa (óleo de B . Wes t)
Este descubrimiento le permitió inventar el pararrayos, cuya eficacia dio lugar a que ya en 1782,
en la ciudad de Filadelfia, se hubiesen instalado 400 de estos ingenios. Sus trabajos acerca de la
electricidad le llevaron a formular conceptos tales como el de la electricidad negativa y positiva
(a partir de la observación del comportamiento de las varillas de ámbar) o el de conductor
eléctrico, entre otros. Expuso además una teoría acerca de la electricidad en la que consideraba
que ésta era un fluido sutil que podía presentar un exceso o un defecto, descubrió el poder de
las puntas metálicas al observar que un cuerpo con carga eléctrica se descarga mucho más
deprisa si termina en punta, y enunció el principio de conservación de la carga eléctrica.
Benjamin Franklin inventó también la llamada estufa Franklin (1742), una estufa de hierro de
mayor eficiencia y menor consumo, y las lentes bifocales. La gran curiosidad que sentía por los
fenómenos naturales le indujo a estudiar, entre otros, el curso de las tormentas que se forman
en el continente americano, y fue el primero en analizar la corriente cálida que discurre por el
Atlántico norte y que en la actualidad se conoce con el nombre de corriente d el Golfo.
Músico e instrumentista experto, escribió también sobre los problemas de la composición
musical, en particular sobre los referentes a la adaptación de la música a la letra para que esta
última pudiera ser inteligible. Una relación detallada de sus hallazgos resultaría interminable y
agotadora, pues su capacidad creadora y su sentido de anticipación fueron absolutamente
extraordinarios.
Benjamin Franklin falleció en Filadelfia a los 84 años de edad. Había permanecido activo
prácticamente toda su vida; sólo dos años antes había decidido retirarse de la vida pública y
completar su Autobiografía (iniciada hacia 1771), que vería la luz póstumamente. Una de las
razones que lo llevaron a la longevidad fue su profundo conocimiento de los temas relativos a la
salud. Daba largas caminatas en cuanto tenía ocasión, era un ejemplo de moderación en la mesa

y, en contra de muchos prejuicios acatados por sus contemporáneos, tenía hábitos que
resultaban insólitos para el americano medio, como la costumbre, considera da extravagante y
perniciosa, de dormir con las ventanas abiertas de par en par
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