Humanidades 1 Progresión 11 1er. Cuatrimestre Profr. Martín Ramírez Ortiz CUIDAR DE SÍ
Para iniciar ¿Qué es para ti la buena vida?
La amistad es parte del bienestar El filósofo Aristóteles estudió y expuso en qué consiste la vida buena ; para él, quien practicó las virtudes humanas puede considerarse dichoso. Y consideró que la amistad es otro de los elementos importantes para ello en cualquier etapa de la existencia. De esta manera, afirma que la relación con otras personas es un elemento indispensable para lograr una vida agradable. Aseguraba que los amigos son necesarios para todos y, describe la variedad de formas que tiene la amistad, algunas de las cuales hoy no llamaríamos propiamente de esta manera, sino que son relaciones a las que podríamos nombrar compañerismo , asociación o amor.
La amistad es parte del bienestar La palabra amor , suele reservarse para hacer referencia alguna forma de afecto intenso que se da sólo en algunas relaciones: de pareja (amor romántico), familiares (amor filial, de hijos a padres y de padres a hijos, así como a otros miembros de la familia, como abuelos, tíos, primos, etcétera). Así que la idea tiene que ver con los lazos, ya que los seres humanos necesitamos estar de diversas maneras con otras personas, parientes, compañeros, amantes, incluso, socios. En todas las formas de relación, aún tan impersonales como las comerciales, se necesita un mínimo de confianza y cooperación , sin las cuales no se establece ningún nexo ni, mucho menos, puede darse un noviazgo o una amistad profunda, entre otros tipos de vínculo.
La amistad es parte del bienestar En la psicología moderna también se ha reconocido la importancia de las buenas relaciones como parte del bienestar humano . La manera en que los otros están presentes en nuestra vida es uno de los factores que más influye en el grado de satisfacción que experimentamos en la existencia en su conjunto. La corriente llamada psicología positiva insiste en ello y considera que tener relaciones que nos produzcan satisfacciones y nos ayuden a mejorar es uno de los componentes esenciales del bienestar . En términos generales, puede decirse que una relación positiva es aquella que favorece que se compartan experiencias agradables, crecimiento, aprendizaje, apoyo, acciones y logros, en contraste con una relación negativa , en la que se generan emociones dolorosas, como la angustia y la ansiedad, entre otras.
La amistad es parte del bienestar Seguramente te ha pasado algo que te llena de alegría y, entonces, lo que quieres hacer es contárselo cuanto antes a un ser querido, sea o no familiar, como un amigo o una compañera. Y esa experiencia cotidiana nos remite a nuestra capacidad de incorporar a los otros en nuestra vida , como si al comunicar lo que nos pasa lo viviéramos de otra manera. Un refrán dice que “las penas compartidas pesan menos”, y diríamos también que las alegrías que se comparten son mayores .
El sentido de la vida en la psicología existencial El escritor austríaco que posiblemente más ha influido en la noción de sentido de vida es el médico, psiquiatra y filósofo Víctor Frankl (1905-1997). Su libro más conocido, El hombre en busca de sentido , lo redactó a escondidas mientras estuvo preso en varios campos de concentración nazis. Frankl da cuenta de sus observaciones acerca de la vida en los campos de concentración, en una de las situaciones más desesperadas en que alguien podría encontrarse, y se preguntó qué es lo que hace que algunos puedan sobrevivir , mientras que otros parece que pierden el deseo de seguir adelante. Las condiciones de maltrato de una prisión influyen en la supervivencia, pero --además de esos factores externos a la persona-- también hay un peso de los factores internos que tienen que ver con la capacidad de algunos de encontrar motivos para seguir viviendo en medio de circunstancias en las que otros no los hallan.
El sentido de la vida en la psicología existencial Tener un sentido conlleva la convicción de que se tiene una tarea que cumplir , algo que es importante para alguien, y es algo más real que un mero capricho. Desde el punto de vista de quien encuentra un sentido, aquello que busca hacer es valioso por sí mismo, más allá de que sea relevante en lo particular. Esta manera de presentar el sentido ha sido recuperada en la psicología positiva , en la que se afirma que uno de los componentes básicos del bienestar es que las personas tengan un sentido de vida que oriente sus acciones y les permita, acomodar bajo cierto orden de cosas los accidentes y las dificultades que se enfrentan. Frankl cita una frase de Nietzsche : quien tiene un por qué para vivir puede soportar casi cualquier cómo .
El sentido de la vida en la psicología existencial Una persona logra soportar el hambre o el maltrato porque cree que eventualmente terminarán; entonces podrá reunirse con los suyos o realizar una tarea inacabada. Pero si piensa que su sufrimiento no sirve para nada, que no hay perspectiva de alguna mejora, es posible que se derrumbe. Por eso el sentido de vida no es solamente una misión que cumplir, sino un marco de creencias que permite orientarnos en medio de las dificultades y establecer diversas prioridades. El sentido de vida no viene dado por algo externo a la persona, ya sea la naturaleza, alguna divinidad o la sociedad, sino que, al modo de la vida auténtica, es producido por cada uno en función de su libertad . Sin embargo, no podemos inventar totalmente lo que somos y las realizaciones que nos permiten alcanzar el bienestar, sino que algunos elementos son necesarios para todas las personas: necesitamos salud, alimento y vivienda para nuestra vida corporal, y de igual manera se requiere de educación, cultura, amistad y hacer algo valioso para sentir satisfacción y, quizá, orgullo .
El sentido de la vida en la psicología existencial Aunque en tiempos anteriores a la modernidad podría darse el caso de que algunas personas no tuvieran un sentido de vida , al parecer se trata de una situación que se ha multiplicado en las sociedades modernas y ricas donde hay millones de personas que no tienen qué preocuparse por la supervivencia física , pero aun así no se encuentran satisfechas ni contentas, sino que experimentan un vacío, una falta de razón de ser. Pero en esas mismas sociedades hay gente que carece de los medios de subsistencia suficientes y quizá no se plantean de forma consciente situaciones existenciales , porque primero hay que resolver las necesidades básicas para sobrevivir. Esto no quiere decir que no se angustien ni se pregunten acerca del porqué de la vida.
El sentido de la vida en la psicología existencial En las sociedades modernas los antiguos marcos de referencia para la vida que ofrecían las tradiciones, en especial las religiosas, ya no cumplen la función que antes tenían. Las explicaciones científicas del mundo contemporáneo han desplazado las historias míticas, pero ese espacio no ha sido llenado por nuevas propuestas para el significado de la vida. Para subsanar este vacío, la reflexión filosófica y humanística nos ayuda a construir nuevos significados que orientan nuestra vida .
La alegría de vivir Hemos estudiado que la vida feliz tiene que ver con factores internos como desarrollar las virtudes y tener un propósito, con factores externos como poseer ciertas seguridades que nos puede proporcionar la sociedad, como son los bienes materiales. Otra parte importante de la buena vida tiene que ver con aceptar la realidad y velar porque nuestros deseos se ajusten a esta, en lugar de estar buscando siempre lo contrario, es decir, que la realidad se ajuste a nuestros deseos. La felicidad no consiste en tener todo lo que deseamos y batallar de forma constante para que el mundo sea como nosotros deseamos, sino, por el contrario, hay que aprender a amar la vida tal como es y disfrutar de los placeres que nos brinda con mesura.
La alegría de vivir Michel de Montaigne (1533-1592) fue un pensador renacentista que recomienda el ser felices mediante la conciliación entre los deseos personales y lo que la vida brinda . Para ello es recomendable no pensar en la muerte, pues la vida es algo distinto de su final y es demasiado valiosa como para ocuparnos de algo diferente. Para Montaigne , la posibilidad de ser felices tiene que ver con la aceptación de nosotros mismos y con aspirar a objetivos humanos realizables y no definidos de manera religiosa . Las metas demasiado elevadas, como las que nos proponen el cristianismo y el budismo, nos mantienen en un estado de insatisfacción constante que va en contra de nuestra felicidad.
La alegría de vivir La mayoría de los seres humanos no podemos aspirar a ser perfectos en un sentido moral o cognitivo , por lo que nuestra búsqueda de la buena vida debe orientarse hacia una sabiduría que esté a nuestro alcance, con virtudes y defectos de carácter, emociones y sentimientos. Montaigne considera que, para alcanzar esa armonía con la vida que nos permita estar contentos, es preferible no buscar ser algo que no somos, aceptarnos como humanos sencillos, no pensar en lo que nos desagrada o en las preocupaciones y disfrutar de los placeres más simples que nos ofrece la existencia , enfocando nuestros pensamientos hacia aquello que nos produce alegría. No hay una receta, pero practicar la modestia y adecuar nuestros deseos a la realidad son siempre buenos consejos .
La alegría de vivir Montaigne también reflexionó acerca de los animales y considera que el sentirnos superiores a los demás miembros de la naturaleza es sólo una cuestión de soberbia. Tendríamos que aprender a apreciar su inteligencia, bondad y sabiduría. Algo similar pensó con relación a los habitantes del llamado Nuevo Mundo , a quienes consideró sabios, no unos salvajes, como era común pensar en la Europa del siglo XVI; apreciaba su naturalidad, sencillez y espontaneidad, que los hacían muy diferentes a los europeos, cuyas costumbres los habían alejado de la naturaleza y los habían llevado a vivir siempre insatisfechos a pesar de no faltarles nada. Los indios, a sus ojos, viviendo según sus necesidades básicas y naturales se notaban más felices.
La alegría de vivir La educación debe tener el objetivo de ayudar y orientar para pensar de manera que se pueda vivir mejor ; esto es, maximizando la alegría y reduciendo al máximo la tristeza, lo cual se logra conociéndonos bien y ejercitando nuestro juicio para discernir qué es lo mejor para nosotros sin que eso represente un perjuicio para los demás . Montaigne nos aconseja conocer y aceptar la propia naturaleza para aprender a disfrutar mejor nuestra vida y contentarnos con los placeres pequeños que nos brinda. No debemos centrarnos en la finitud y brevedad de nuestra existencia, sino, por el contrario; en la calidad y la intensidad con las que experimentamos cada uno de sus momentos.
La sociedad y el sentido de la vida ¿Qué relación tiene la realidad social y económica en que vivimos con el sentido que le damos a nuestra vida? La filosofía de la praxis, de inspiración marxista, hace hincapié en que la filosofía debe ayudar a liberarnos de las relaciones deshumanizadoras que se dan en las sociedades capitalistas, como la enajenación del trabajo humano. Marx subraya que el pensamiento teórico debe servir para transformar las realidades que son reprobables moralmente porque atentan contra la dignidad humana, la vida, los animales no humanos o el medio ambiente .
La sociedad y el sentido de la vida La filosofía, para Marx , es un modo de vida que compromete a luchar por el cambio social . Todas las personas tendrían el deber moral de contribuir a transformar el sistema económico en el que el ser humano pierde la dignidad al convertirse en una mercancía, pues su fuerza de trabajo es lo único que importa para este sistema. Por ello, hay que aspirar a una sociedad donde las personas no sean medidas por lo que tienen y en la que sus necesidades económicas, sociales y culturales estén satisfechas . Tal organización, en un primer momento repartiría los bienes socialmente producidos según la labor que cada miembro hubiera aportado; pero, en su fase última , esta distribución se haría según las necesidades de las personas.
La sociedad y el sentido de la vida Para el marxismo de orientación práctica, el plan de vida de la gente, dadas las circunstancias en que nos encontramos, debe estar orientado a cambiar la sociedad y no a alcanzar propósitos individuales. O más bien, estos deben subordinarse a esa tarea. Sin duda, es una idea polémica, pues se podría argumentar que ningún propósito común, por justo que sea, puede justificar que sacrifiquemos nuestros ideales personales. A esto se podría contestar qué solo en un mundo justo para todos, cada individuo puede perseguir su ideal de vida .
Vida cotidiana y realización personal Sí se acepta que somos seres sociales que necesitamos de los otros para satisfacer nuestras necesidades, como decía Marx, entonces el tipo de sociedad en que vivimos influye en lo que deseamos y en las posibilidades de hacerlo. Agnes Heller (1929-2019) sostiene que, en el capitalismo, la existencia rutinaria tiende a la extrañación , pues en ese sistema se pierde de vista la dimensión humana . Este fenómeno se da por varias razones, entre estas el pragmatismo que domina la existencia de las personas, es decir, el hecho de que lo más importante sea el logro de fines prácticos, como puede ser el obtener dinero, prestigio o popularidad . Otro rasgo es la heterogeneidad, o sea, el que necesitemos está realizando varias actividades al mismo tiempo, lo cual hace que sepamos de muchas cosas, pero sólo superficialmente.
Vida cotidiana y realización personal En toda vida social, dice Heller , la particularidad y la especificidad de las personas están en conflicto. Somos seres particulares porque somos miembros, únicos e irrepetibles, de una especie y, a la vez, por ser parte de ella, compartimos con los demás integrantes una serie de rasgos específicos. La forma de liberarnos de la extrañación es romper con la heterogeneidad, inmediatez y superficialidad de la vida cotidiana, para así cobrar conciencia de que pertenecemos a una especie, a un nosotros, lo que nos hará más libres. En cada persona es diferente el grado de conciencia del nosotros, que somos parte de una especie y lo que les pase a los demás nos afecta también. Esta conciencia se va formando gradualmente mediante la socialización y la educación.