7. La corriente moral, ética o afectiva Muchos educadores consideran que el fundamento de la relación con el ambiente es de orden ético; entonces, el actuar se funda en un conjunto de valores, más o menos conscientes y coherentes. Así , se pone énfasis en el desarrollo de los valores ambientales . Algunos invitan a la adopción de un código de comportamientos socialmente deseables, otros a construir su propio sistema de valores . No solamente es necesario saber analizar los valores de los protagonistas de una situación , sino que, antes que nada , clarificar sus propios valores , en relación con su propio actuar. El análisis de diferentes corrientes éticas , como elecciones posibles , deviene aquí una estrategia muy apropiada: antropocentrismo, biocentrismo , sociocentrismo , ecocentrismo , etc. La última corriente tradicional de la EA, es decir de aquellas surgidas en el periodo de los ’70 7 ‘80, es la corriente moral-ética , la cual es considerada por los educadores como el fundamento de la relación del hombre con el medio natural , afirmando que el actuar debe estar enmarcado en un conjunto de valores coherentes que crea lazos entre ellos. Como modelo pedagógico se destaca el desarrollado por Lozzi (1987), donde se enfatiza el desarrollo moral de los estudiantes, en conjunto con el razonamiento social y científico. Se trata entonces de afrontar situaciones y tomar decisiones propias siguiendo la siguiente estrategia: la presentación de un caso, el análisis de este con sus componentes sociales, científicos y morales, la elección de una solución acorde a una conducta apropiada, y la argumentación de esta elección con el fin de la creación de un debate donde se interrelacionen diversas posiciones éticas, que involucren soluciones adecuadas ante la posición adoptada de problemática ambiental.