CUBETAS INDIVIDUALES EN PRÓTESIS TOTALES
•Cubetas fenestradas
•Cubetas no fenestradas
Las primeras son utilizadas en casos en los cuales se presentan mucosas o rebordes
hiperplásicos, en los cuales el hueso no ofrece el suficiente sostén y existe mucha movilidad al
manipularlos, es por lo tanto, importante registrar estos tejidos apropiadamente, y en algunos
casos con materiales de diferentes consistencias.
Una cubeta fenestrada, como su nombre lo indica, es aquella que presenta una cavidad (o
fenestración) en su diseño, en la cual permite mantener libre la zona donde se presenta esta
mucosa hipermóvil, de tal manera de que esta pueda ser registrada con un material de
diferente consistencia. Por lo tanto, al momento de tomar la impresión, primero se coloca esta
cubeta fenestrada con el material de impresión de consistencia apropiada para registrar el
segmento fibroso (o mucosa normal), y a través de la fenestración, otra cubeta (individual
complementaria a la fenestración, o stock) se lleva por sobre la impresión y cubeta inicial, con
otro material de impresión, de consistencia adecuada para el segmento hipermóvil.
Finalmente ambas impresiones juntas son extraídas de boca obteniendo una impresión “por
sobre otra impresión”, con diferentes materiales, o materiales de diferente consistencia.
Por otra parte, las cubetas no fenestradas corresponden a las descritas durante todo el
presente apunte, y son utilizadas para la impresión de rebordes y mucosas firmes, en las
cuales se justifique su indicación según lo mencionado inicialmente.
Confección de la cubeta individual
Una vez obtenido el modelo primario se procede a realizar una línea que delimite el
fondo de vestíbulo, a modo de referencia, el cual va a delimitar la extensión de la futura
cubeta. En la zona palatina superior, la línea debe abarcar la tuberosidades (surcos hamulares)
y continua a través de la línea del post damming (zona de transición del paladar duro al paladar
blando) hasta la otra tuberosidad. En la mandíbula, por lingual, se traza una línea que abarca
toda la papila retromolar y que continúa por el flanco lingual hasta la zona del frenillo lingual
(procurando liberar el mismo).
Utilizando esta línea como referencia, se traza una nueva línea, que en la zona maxilar
se inicia desde la zona de la tuberosidad y se extiende por toda la zona del vestíbulo hasta la
tuberosidad contralateral, eso sí, debe ser 2 mm por sobre la línea original dibujada
inicialmente. En la zona del post damming no se realiza esta segunda línea. En la mandíbula,
NICOLÁS PÉREZ QUIROZ !9