¿Un juego? ¿La mar de divertido? ¿Puedes nadar tú?, preguntó Ana
asombrada.
Nooooo, le contesto la mariposa, es una forma de decir, te va a divertir
mucho, pero solo puedo jugar un día contigo, dijo a Ana.
Ana tenía muchas ganas de jugar, así que afirmaba con su cabecita y la mariposa
le explicó cómo era el juego:
Yo te puedo dar un besito en tu nariz y después tu vas a cambiar en una
niña que puedes hacer muchas cosas, pero..., dijo muy misteriosamente
Limón, tienes que volver pronto para que con otro beso puedas volver a
ser un caballito de mar, ¿entiendes?, preguntó mirando a los ojitos
grandes de Ana.
Ana ya estaba lista para empezar. Limón le dijo que mirara al cielo y pensara en
una niñita, Ana lo hizo y Limón voló hasta la nariz de Ana, dándole un besito.
Ana se había convertido ahora en una chiquita con pelo largo y todo. La
mariposa le preguntó si quería ir a ver la Gran Ciudad con ella, Ana quería ver el
mundo entero en realidad, pero empezar por la Gran Ciudad ya estaba bien.
Limón miraba a su alrededor a ver si encontraba algo que estaba necesitando...
A ver, a ver..., dijo pensativa la mariposa.
Detrás de un bote viejo y abandonado, encontró un remo medio roto, y un
neumático de bicicleta picoteado por las gaviotas, voló haciendo cículos y
rociando esas cosas con un polvo brillante. Al caer fue apareciendo una bicicleta
muy despacito.
¡Uuyyyyyy! ¡Qué lindo!, exclamó Ana.
Con esta bici vamos a ir las dos, yo voy en tu hombro.
Así partieron las dos hasta la Gran Ciudad.
Ana miraba todo, qué cantidad de gente, pensó justo cuando a su derecha vio una
enoooorme casa con picos muy altos que quizás hacían cosquillas a las nubes.
Limón, que era una experta en la Gran Ciudad, le dijo al oido a Ana que esa casa
era una iglesia, bueno en realidad era una catedral, y le preguntó a Ana si quería
verla por dentro. Pero Ana ya había bajado de la bici y caminaba hacia la puerta
gigantesca de la catedral.
Ana caminaba muy despacito mirando todo lo de adentro con mucha curiosidad,
de repente, se plantó delante de un señor muuuuuy serio que hablaba de cosas