1. LA CORRIENTE DEL MACHISMO Y EL FEMINISMO Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, inmediatamente fueron desterrados, además de darles advertencias de como iba a ser el desenlace de su vida, lejos del paraíso (Gen. 3:16, 3:19). Inmediatamente cuando uno se vuelve independiente (sea el caso salieron del paraíso), cada uno empieza a valerse por sus habilidades, actitudes y fuerza de sobrellevar la vida, el cambio es mayor cuando el varón se une a su mujer y empieza la convivencia. Es en esa convivencia, donde se asignan roles (biológicos y culturales) dado las condiciones naturaleza en la que fuimos creados, eso no implica que dicho rol tenga que ser mayor que otro, ante tal acontecimiento muchas mujeres se consideran pisoteadas, ofendidas y repudiadas por una sociedad machista, donde no se sienten valoradas, dignificadas o consideradas en el rol que ellas cumplen, hay pues un largo abandono o desinterés sobre este tema, en el varón fue abusando de su rol y/o autoridad donde muchas veces tomo posturas radicales, arcaicas, denigrantes. Ante lo cual muchas mujeres levantaron su voz de protesta, exigiendo que sus derechos sean respetados, pero ignorando el orden establecido por Dios. Toda esa cultura ah influenciado y sigue influenciando a muchos hogares dentro del cuerpo de cristo, generando división, peleas, pleitos y riñas dentro de un hogar, el cual es núcleo de la sociedad y por ende muchos cristianos empezaron a ocultar su luz (Luc 11:33) sintiéndose hipócritas, avergonzados y apenados por no saber cómo gobernar su casa, su familia ( Ef 5:22-23).