las iglesias durante los cuatro primeros siglos de cristianismo. La razón por la cual este libro
profético no fue añadido al Canon del Nuevo Testamento es porque no fue escrito por ninguno de los
apóstoles del Cristo, o por ningún cristiano cercano a dichos apóstoles.
Surge ahora una pregunta lógica: ¿como sobrevivió entonces el libro de Enoc al Diluvio?, como
veremos después, el propio libro de Enoc dice que este libro profético pasó por herencia familiar al
hijo de Enoc: Matusalén (Gen.5:21), y este se lo pasó a su hijo Lamec (Gen.5:25), ¿y quien fue el
hijo de Lamec?, ¡fue NOÉ! (Gen.5:28-29). Por lo tanto, como HERENCIA FAMILIAR el libro profético
de Enoc llegó a manos de Noé, y este lo llevó en el arca cuando llegó el diluvio mundial, en el año
600 de la vida de Noé (Gen.7:6).
Estoy absolutamente convencido que el libro de Enoc es inspirado por Dios, y de un valor profético
impresionante, no es extraño que el apóstol Pablo dijera que Enoc fue arrebatado por Dios, para no
ver la muerte, porque agradó a Dios (Heb.11:5), ¡Dios se llevó a Enoc fuera de la tierra!, porque él
ANDUVO CON DIOS, es decir, fue el hombre más fiel y justo de esa generación, una justicia que
Noé también heredó, y por eso Dios lo sacó de este planeta, para llevarle a otro planeta, como
veremos después, y en ese lugar el ángel Miguel le mostró los misterios del Cosmos, y el lugar
donde nacen las estrellas.
Las revelaciones proféticas que Dios le dio a Enoc no contradicen la Biblia ni el Evangelio en
absoluto, sino que armonizan con las profecías de la Biblia, y los relatos históricos del libro de Enoc
lo que hacen es complementar detalles que la Biblia omite.
El propio Enoc, como veremos después, MILES DE AÑOS ANTES DE LA VENIDA DEL CRISTO, ya
mencionó el ascenso del Cristo al cielo, después de resucitar, y su futura venida gloriosa a la tierra,
para sentarse en su trono de gloria a juzgar a las naciones, algo que el propio Cristo también
anunció (Mt.25:31-46), y no solo habló Enoc de la futura segunda venida del Hijo del hombre para
sentarse en su trono de gloria, sino que también mencionó de forma metafórica la historia del pueblo
de Israel cuando vivió esclavizado en Egipto y cuando Dios lo sacó de ese país por medio de Moisés
MILES DE AÑOS ANTES DE QUE ESTO OCURRIERA. También describió de forma metafórica la
historia del pueblo de Israel.
También Enoc describió la corrupción del mundo en la época antediluviana, y las razones por las
cuales el mundo de entonces se hundió en la violencia y maldad más espantosa, algo que es
mencionado también en el Génesis (Gen.6:11-13).
Enoc y el propio Génesis mencionan que los hijos de Dios descendieron del cielo para procrear con
las hijas de los hombres (Gen.6:1-2), y Enoc llamó a esos hijos de Dios "los vigilantes del cielo",
porque la misión de ellos es vigilar al ser humano y protegerlo, sin embargo, un grupo de esos
ángeles decidieron un día descender a la tierra para fornicar con las hijas de los hombres y
engendrar una nueva especie sobre la tierra, una nueva raza de gigantes, incluso el libro de Enoc
menciona el número de esos ángeles malvados que descendieron a la tierra, sobre el monte
Hermón: fueron 200, los cuales tomaron para sí las mujeres más hermosas del planeta, y de esa
unión sexual de esos ángeles extraterrestres con las mujeres terrestres nació una nueva raza de
GIGANTES de una maldad y violencia indescriptible.
Esos "vigilantes del cielo" que descendieron a la tierra para procrear con las mujeres terrestres
enseñaron a los humanos todo tipo de conocimientos ocultos, hechicerías, y magia satánica, así
como a fabricar todo tipo de armas de guerra para luchar entre ellos, y de esta manera el mundo de
la época antediluviana se llenó de maldad y de violencia, entonces es cuando el Creador supremo,
IEVE, decidió exterminar a todos los seres humanos malvados, así como a los gigantes, con un
diluvio de agua que cubrió todo el planeta, y a esos ángeles rebeldes que se corrompieron con las
mujeres de la tierra los encadenó en prisiones abismales, hasta el día del juicio. Todo esto lo
veremos más adelante, cuando leamos el libro de Enoc.
Esta versión seleccionada del libro de Enoc que hoy publico en Internet ha sido traducida al
castellano desde dos versiones inglesas, editadas por Robert H. Charles y Hedley F. Sparks, y
desde la versión francesa de François Martin; las tres a su vez traducidas de los manuscritos
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