Daniela Flores Hernández manifiesta que el día de muertos es una muestra del
ingenio y la picardía de los mexicanos, cuyo propósito no es burlarse de la muerte
o en otros casos adorarla sino recibir a las almas de los difuntos que viene de
visita recordándolos de una manera alegre y afectuosa tal como eran en vida.
(2008)
La muerte suele ser representada por un cráneo o un esqueleto, mostrando una
sonrisa. “La Catrina” de Posada se carcajea de la vida; la Coatlicuhe observa
inquisidora. La muerte está presente en la cultura de México. Una gran cantidad
de dichos son relativos a ella: “boda y mortaja del cielo bajan”; “mujeres juntas, ni
difuntas “entre otros, pero esta idiosincrasia ha llegado a ser malentendida. En
muchas ocasiones se piensa que el mexicano no sufre la muerte, sino que hasta
la desea. Algunas películas, canciones, fotografías y libros hacen pensar en el
mexicano como un pueblo adorador de la muerte, lo cual es falso. Lo mismo le
sucede a escritores europeos que consideran que México, es el más sino el único
país, surrealista del mundo. (Mendoza, 2006). El mexicano le teme a la muerte, sin
embargo la manera en que se acerca a ella es mediante la insolencia, puesto que
cada cultura tiene su manera de ver a la muerte. La fiesta para los muertos es una
forma de rendir culto a los antepasados, aun cuando para la gente extraña a estas
costumbres sea irrespetuoso y lo pueden ver de una forma insana diciendo que se
llega al límite de la necrofilia lo cual es una mentira.
Como dice el escritor Octavio Paz: “Para el habitante de Nueva York, Paris o
Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia, porque quema los labios.
El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la
festeja, es uno de los juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su
actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; pero al menos no se
esconde ni la oculta; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía”.
(Paz, 1950). En otras palabras el mexicano no niega la muerte, el sabe que existe
al igual que la vida, pero la acepta porque es parte de la misma, que también
existe un temor pero este no le permite engañarse así mismo ya que si se negase
3