informe de lectura en el cual habla tecno

informe

1. Seminario Mayor Castrense Jesucristo Redentor
Actividad 1
Tema: Creer hoy: fe, duda y comunidad en la reflexión de Joseph Ratzinger
Docente: Pbro. Danny Julián Barón
Seminarista: Marlon Martinez Ospina
Fecha de presentación: 14 - agosto - 2025
Presentado al curso de I de Configuración del 2025
Perfil biográfico y teológico del autor
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, Baviera (Alemania), en una
familia católica, en el cual ingresó al seminario menor en 1939 y, tras la Segunda Guerra
Mundial, completó sus estudios de filosofía y teología en la Universidad de Múnich, donde fue
ordenado sacerdote en 1951 junto con su hermano Georg, se doctoró en teología con una tesis
sobre san Agustín y obtuvo la habilitación con un trabajo sobre san Buenaventura, en el cual
enseñó teología dogmática y fundamental en varias universidades alemanas: Bonn, Münster,
Tübingen y Ratisbona, donde su fama creció como teólogo joven y participó como perito
(experto) en el Concilio Vaticano II (1962–1965), donde defendió la necesidad de unir fidelidad
a la tradición y apertura al diálogo con el mundo moderno.
En 1977 fue nombrado arzobispo de Múnich y Freising, y en el mismo año creado cardenal por
el papa Pablo VI, en donde en 1981, san Juan Pablo II lo llamó a Roma como Prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que ocupó hasta su elección como papa en 2005,
así pues, como Benedicto XVI, su magisterio destacó por el diálogo entre fe y razón, la
centralidad de Cristo y la hermenéutica de la continuidad en la interpretación del Concilio
Vaticano II, donde renunció al pontificado en 2013 y falleció el 31 de diciembre de 2022.
En 1968 publicó Introducción al cristianismo, obra clave en la que presenta el Credo católico en
un lenguaje comprensible para creyentes y no creyentes, combinando teología bíblica, patrística
y filosofía contemporánea, se ha enaltecido su teología se caracteriza por el encuentro entre la
razón y la fe, la importancia de la liturgia, y la convicción de que Cristo es el centro de toda vida
cristiana.
Fuente:
Ratzinger, J. (1968). Introducción al cristianismo. Salamanca: Ediciones Sígueme.
Librería Editrice Vaticana. “Biografía de Benedicto XVI”. Disponible en:
https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es.html
Síntesis argumental
En este documento, en el que se ha profundizado para desarrollar esta simplificación, Joseph
Ratzinger profundiza en la realidad del acto de fe en el contexto de la sociedad moderna,
marcada por el escepticismo, la diversidad de creencias y la secularización, donde el autor no
solo describe la fe como un conjunto de verdades, sino como un acto vivo que compromete a la
persona entera, desde un estudio detallado y meditado sobre lectura se pudo identificar cinco
ideas centrales que servirán para el trabajo personal y grupal:
1.La fe como decisión personal y comunitaria

2. Ratzinger explica que la fe es, ante todo, una decisión libre por parte de la persona, una
apertura confiada hacia Dios, pero esa decisión no es un acto aislado: desde el principio,
la fe cristiana se ha vivido y transmitido dentro de la comunidad que es la Iglesia, donde
el creer implica entrar en una relación con Dios y con los hermanos, reconociendo que se
forma parte de un pueblo que comparte la misma confesión de fe. (cf. p. 36-38).
2.La relación inseparable entre fe y duda
Una de las afirmaciones más llamativas del autor es que la duda no es siempre enemiga
de la fe, siendo auténtica no es una certeza cerrada a toda pregunta, sino una confianza
que convive con el esfuerzo de comprender, en la cual, la duda puede ser purificadora si
empuja a profundizar y a buscar razones más sólidas para creer, sin embargo, advierte
que también puede volverse destructiva si se convierte en un rechazo sistemático de la
verdad, (cf. p. 40-43).
3.El desafío de traducir el Credo a la cultura de hoy
El Credo de la Iglesia contiene verdades formuladas hace siglos, donde para Ratzinger, es
esencial presentarlo de forma que las personas de nuestro tiempo puedan entenderlo y
acogerlo, sin alterar su contenido, aun así, la fe no puede quedarse en un lenguaje técnico
incomprensible para quienes no tienen formación teológica; necesita “traducción”
cultural que mantenga intacta la verdad que expresa. (cf. p. 45-49).
4.Cristo como el centro de la fe
El núcleo de la fe cristiana no es un sistema de valores ni una filosofía moral, sino una
persona viva: Jesucristo, él es verdadero Dios y verdadero hombre, y en Él se revela el
sentido último de la vida y el amor de Dios al mundo, donde todas las afirmaciones del
Credo encuentran su centro en la persona y obra de Cristo, que es la referencia decisiva
de la fe. (cf. p. 52-55).
5.La Iglesia como transmisora y guardiana de la fe
Ratzinger subraya que la fe no nos llega por un descubrimiento personal aislado, sino por
la transmisión continua que la Iglesia ha mantenido desde los apóstoles, donde la Iglesia
no es un fin en sí misma, sino el instrumento querido por Cristo para custodiar y anunciar
su Evangelio, ejerciendo así su autoridad que deriva de Cristo y de la misión que él, le
confió. (cf. p. 60-63).
Preguntas críticas
1. La fe como decisión personal y comunitaria.

3. ¿Hasta qué punto es posible vivir una fe plenamente cristiana sin pertenecer visiblemente
a la comunidad eclesial?
*Es posible mantener una relación personal con Dios fuera de la comunidad, que se
puede ver en diferentes situaciones de persecución y de aislamiento, que participa la fe
cristiana, tal como la entiende la iglesia, necesita de una comunidad para recibir la
enseñanza, poder celebrar los sacramentos y poder vivir la fraternidad, dentro de una
vida, tal vez en solitario que me puede llegar a privar la fe en los medios esenciales para
crecer.
¿No corre el riesgo esta visión de reducir la fe a una experiencia comunitaria que dependa
más de las costumbres del grupo que de una relación viva con Dios?
*existe un riesgo sumamente importante en el cual la fe se puede llegar a limitar a tan
solo ritos y practicas sociales, donde la verdadera vida cristiana se equilibra en lo pastoral
y comunitario, donde la comunidad es el lugar donde se comparte y se alimenta la parte
persona a ese culto divino que es experimentado por la fe, y no un sustituto de la relación
directa con Dios.
2. La relación inseparable entre fe y duda.
¿Cómo distinguir la duda que impulsa a profundizar en la fe de aquella que la debilita y
la erosiona con el tiempo?
*la duda constructiva busca respuestas, que se abre al dialogo y lleva a una mayor
comprensión de la fe, donde la duda se puede volver destructiva, en el cambio, se instala
en la desconfianza y llegando hasta el punto del rechazo, cerrándose a toda respuesta, y
así la diferencia esta en la dispuesta desde el corazón y la apertura hacia una verdad
solidificando la base de la persona, y también de la fe.
¿Podría interpretarse la aceptación de la duda como una concesión que debilita la
autoridad de la revelación cristiana?
*no necesariamente, cabe reconocer la existencia de preguntas y vacilaciones no debilita
la revelación, más bien la muestra como algo que se acoge libremente y que invita a una
búsqueda más personal, desde el punto de la fe y no por una imposición, sino un acto
consciente y confiado.
3. El desafío de traducir el Credo a la cultura de hoy.
¿Hasta dónde se puede adaptar el lenguaje del Credo sin modificar el contenido esencial
de la fe?
*el lenguaje puede adaptarse en símbolos y explicaciones para que pueda ser
comprensible a todos, pero a su vez la verdad debe ser tan esencial, como a semejanza a

4. la divinidad de Cristo, o también a la resurrección, no pueden cambiarse, a la adaptación
de una forma, mas no de un fondo.
¿Existe el riesgo de que, al buscar un lenguaje más comprensible, se pierda el carácter
misterioso y sagrado que también forma parte del Credo?
*si, puede existir un riesgo que en sí tiene su afán para poder simplificar, pero a un así se
puede banalizar el mensaje, causando de tal modo un reto de poder explicar si diluir,
manteniendo la reverencia por el ministerio y dejando aun así un espacio prolongado para
la contemplación no solo siendo un análisis racional solamente.
4. Cristo como el centro de la fe.
En un mundo pluralista, ¿cómo anunciar a Cristo como único mediador sin que se perciba
como una actitud de intolerancia hacia otras religiones?
*se puede anunciar desde un punto de vista, humilde y respeto, reconociendo lo bueno en
otras tradiciones como lo a presentado a Cristo como la plenitud de la verdad que en
todas se busca, no se trataría de solo imponer, sino de poder proponer con amor y
coherencia de vida cristiana.
¿Se puede seguir hablando de cristianismo auténtico si se reduce a Cristo a un símbolo o
ideal moral, sin reconocerlo como verdadero Dios y verdadero hombre?
*no, el cristianismo se basa en la realidad histórica en la cual la divinidad de Cristo, tal
vez la humanidad es reducirlo a un solo símbolo en el cual va trasformando en una
filosofía moral y vacía de su contenido central, resaltando así la encarnación y la
salvación que el mismo señor Jesucristo ofrece.
5. La Iglesia como transmisora y guardiana de la fe.
¿Cómo se mantiene la credibilidad de la Iglesia como transmisora de la fe cuando
enfrenta escándalos o errores graves entre sus miembros?
*La credibilidad se mantiene en un recordado momento en el que la iglesia se
fundamenta en Cristo, y no en la perfección de sus miembros, que los errores humanos
deben afrontarse con la verdad, justicia y sujetos a la reforma, pero aun así no se debe
anular la misión en que Cristo se le ha confiado.
¿Podría la fe transmitirse íntegra y fielmente fuera de las estructuras visibles de la Iglesia
católica?
*algunos elementos de la fe pueden trasmitirse fuera de la iglesia visible, pero a su vez la
plenitud de la enseñanza, los sacramentos y la comunión con Cristo según la fe católica
se encuentra dentro de la iglesia que él mismo fundó.