Este juego se desarrolla en un lugar amplio, como el patio. El alumnado se
coloca en un extremo del patio y simulan ser moscas que han de llegar hasta
el otro extremo, pero por el camino, justo en el centro, se encontrarán con
un pequeño problema: la tela de la araña, que está formada por alumnos/as
que simulan ser arañas, para ello los niños/as procuran ocupar el máximo
espacio extendiendo sus brazos. Cuando se da la orden de ¡MOSCAS A
VOLAR! Los niños/as que están en un extremo empiezan a correr intentando
llegar al otro extremo sin que los coja la araña. El niño/a que es atrapado
por una araña se convierte en araña también y se queda en el centro del
recorrido donde se supone que está la tela de la araña; en este juego cada
vez hay más arañas y menos moscas por lo que cada vez es más difícil pasar
por la tela sin ser atrapado. El juego termina cuando no quedan moscas y
todo el alumnado se ha transformado en araña.
JUEGO DE LA
ARAÑA