En otras palabras, tiene una función de motivación que permite a las personas cuidar de sí mismas y explorar todo su potencial al máximo. Quienes tienen una autoestima fortalecida trabajan persistentemente en el cumplimiento de sus metas y aspiraciones personales, teniendo relación con el desarrollo intelectual, mientras que aquellos que no la tienen, suelen considerarse a sí mismos como no dignos de resultados felices, o incapaces de alcanzarlos. Ellos de igual manera pueden tener metas ambiciosas, pero por lo general carecen de la determinación necesaria para hacer que las cosas sucedan . En cambio en el derecho, la integridad personal es lo que nos permite mantener el nivel adecuado de autoestima porque cuando somos congruentes con lo que somos, queremos y hacemos, somos de una sola pieza, somos íntegros . Ser congruente con nuestros gestos y nuestros dichos, así como ser abierto al escuchar y aceptar el lenguaje del orto, además de cuidar las expresiones de afecto y reconocimiento siendo claros precisos y sinceros, son elementos que contribuyen a incrementar y afianzar la autoestima. Es vital porque con él se contribuye a que el ser humano crezca con la convicción de que es estimado y valorado, que es merecedor de la felicidad y buscará relacionarse socialmente y desarrollar su sentido de pertenencia e identidad a una familia, una colonia, una sociedad, una nación, un planeta. Si el hombre no es consciente de su propia dignidad, es el primero que obstaculiza sus derechos y mucho menos puede respetar la dignidad y los derechos de sus semejantes. La persona tiene que crecer con autoestima y dignidad, con valores fundamentales como la solidaridad, el respeto, el aprecio, la responsabilidad, y así alcanzar madurez personal para desempeñar un papel de buen ciudadano que entable relaciones interculturales, elimine toda forma de racismo y discriminación, se preocupe por la justicia, sea participativo y colaborativo para lograr una mejor calidad de vida. Una persona con autoestima reconoce sus derechos como ser humano. La buena convivencia entre personas con autoestima genera buena calidad de vida, mejores sociedades, respetuosas y justas. El autoconcepto, la autoestima y la autoimagen, son de gran importancia en la vida de las personas. Los éxitos y los fracasos, la satisfacción de uno mismo, el bienestar psíquico y el conjunto de relaciones sociales llevan su impronta. Cuanto más positivos sean mejor se sentirán las en el aspecto personal, profesional y social .