METODO DOCE :
LA ADQUISICION DE LA LECTO -ESCRITURA EN NIÑOS CON DISCAPACIDAD Y
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
La muralla existente entre el docente y un niño con requerimientos educativos especiales, cada día es
más grande, más difícil de derribar, y representa para el maestro un enigma indescifrable encontrar una
forma, una estrategia adecuada, que le permita enfrentar los diversos problemas de aprendizaje que
presentan, no solo los niños ―normales‖ sino quienes necesitan atención especial y aquellos que tienen
alguna discapacidad.
Este enigma ha ocasionado que una gran cantidad de niños y niñas, hayan sido relegados, apartados,
etiquetados y olvidados en el rincón del salón de clases, utilizados solo en tareas físicas en la
institución, su derecho a recibir educación, ha sido pisoteado una y otra vez, aun en escuelas creadas
para este fin, simple y sencillamente por no tener una estrategia metodológica que les permita atender
las necesidades educativas del alumnado.
METODO DOCE, ofrece a los alumnos con discapacidad intelectual leve y moderada, a los alumnos
con discapacidad auditiva, a la discapacidad motriz y a quienes presentan necesidades educativas
especiales; la posibilidad de adquirir la lecto-escritura.
Con la puesta en marcha de METODO DOCE, se podrá observar un cambio constante positivamente,
los niños al ver que pueden realizar las actividades se motivan y su autoestima crece, haciéndolos
participativos y día a día su aprendizaje es notorio.
Las actividades de METODO DOCE al estar cimentadas en los principales canales de aprendizaje del
ser humano, permiten al alumno observar, escuchar y repetir, por lo que los niños con discapacidad,
escucharan los sonidos y los repetirán, copiara las grafías correspondientes a los sonidos que escucho y
repitió, haciendo con esto, centrar la atención en sonidos cortos con valor sonoro, quienes le
transmitirán ideas, imágenes y poco a poco adquirirá conocimiento y manejo de sonidos y grafías.
Un docente que atienda niños con discapacidad auditiva, tendrá que hablar fuerte y claro, frente a él,
para que se apoye en una lectura de labios, como refuerzo a los sonidos que está escuchando y que
imitara al repetirlos, en ocasiones lentamente y cerca de él, para que pueda diferenciar los sonidos que
le suenan igual, exagerar en muecas faciales y posiciones linguales, buscando que, de una u otra forma