del enemigo para destruir no solo su vida, sino también la de su iglesia, pastor, familia,
vecindario, comunidad, país y el mundo entero. Pero también conoceremos las armas y
estrategias que el Sr. nos dejó en su palabra y las que a través del tiempo les fue
mostrando a sus siervos los profetas.
DIOS Limpia y Prepara a sus Instrumentos.
Así como lo hace con los racimos en la Vid Verdadera, “quitando lo que no sirve”, “lo que
no lleva fruto”. Esto es semejante a los talentos que no se ponen a trabajar para el Reino
de Dios, tal la parábola del Sr. en Mateo 25:14-30. Es razonable que si Dios nos da la
Salvación., el Espíritu Santo, la Sanidad, la Santidad, la Sabiduría, el Poder, y si nos hizo
Heredero del Reino y Coheredero juntamente con Cristo, para ejercer la autoridad de
Cristo sobre todos los enemigos de su reino; y sabemos que ellos son Satanás, los Ángeles
caídos, los espíritus inmundos y todo instrumento de maldad que no se sujete y someta
en obediencia a la autoridad de Dios en Cristo Jesús. Las consecuencias de no vivir en su
plan y propósito, es decir: “llevar fruto para Dios” (Juan 15:2), provoca que seamos
cortados del Cuerpo de Cristo. Parece muy fuerte y duro, realmente, decir que hemos
recibido todo cuanto hemos enumerado más arriba, y a pesar de ello “correr el riesgo de
ser cortado”; separado de Cristo, ello seria fatal, pues “ separados de Cristo nada
podemos hacer” ( Juan 15:5) . aquí el asunto no es que no queramos hacer, tal ves
queramos hacer pero no podremos hacerlo, no si estamos separados de EL. Justamente
en el pasaje en el cual se hace mención de lo fundamental que es la guerra espiritual para
conquistar territorios y extender el reino de Dios sobre la tierra; cuando en Mateo 12 los
religiosos lo acusan al Sr. de echar demonios por Beelzebú (v.24), y blasfeman contra el
Espíritu Santo, adjudicándole a Satanás las obras del Espíritu de Dios (v.28,31), es allí
donde Jesús nos enseña que “primero” debemos atar al hombre fuerte, para entrar y
tomar lo que tiene bajo su poder (v.29). así mismo nos enseña que para vencer en la
guerra espiritual estratégica debemos mantener cohesión, unidad y permanencia
(v.25,26), de lo contrario ese reino, esa ciudad, esa casa, (hogar, flia), ese ministerio, esa
iglesia, etc; no podrá tener victoria sobre sus enemigos. El Sr. nos dice: todo pámpano
que en mi (cohesión, coherencia, normalidad; si estamos en Cristo, estamos cohesionado
en El, unidos a El, somos uno con El), todo pámpano que en mi no lleva fruto, (coherencia
entre posición y función, normalidad prevista, lo que se espera naturalmente). Todo
pámpano que en mi no lleva fruto, lo quitara; (es bueno hacer notar que es TODO