ÍNDICE
Tártaro
Origen del Tártaro
Ilíada
Mitología Griega
Castigados
Jueces
Mitología Romana
Tártaro
El Tártaro es el lugar de tormento y sufrimiento eternos,
parecido al Infierno y al Inframundo.
Origen Tártaro
En su Teogonía, Hesíodo cuenta que Tártaro era hijo de Éter y
Gea, y padre de Tifón y Equidna.
Ilíada
En la Ilíada, Zeus dice que el Tártaro está «tan abajo del Hades como el cielo está de alto sobre la tierra».
Mitología Griega
Según esta mitología, el
Tártaro es un lugar del
Inframundo más profundo
que el Hades en el cual se
encuentran habitantes
encerrados que son vigilados
por gigantes, los cuales
tenían 50 cabezas y 100
brazos. (Hecatónquiros)
Algunos de los dioses que no fueron encerrados en el Tártaro son:
ATLAS CRONOS EPIMETEO
METIS MENECIO PROMETEO
En mitologías posteriores el Tártaro se convirtió en el lugar
donde el castigo se adecua al crimen. Tres ejemplos son:
Era un ladrón y un asesino que fue condenado a empujar eternamente una roca cuesta arriba sólo para verla caer por su propio peso.
Castigados
Primer humano que derramó sangre de un pariente, hizo que su suegro cayese en un pozo lleno de carbones en llamas para evitar pagarle los regalos de boda.
Castigo: pasar la eternidad girando en una rueda en llamas.
Disfrutaba de la confianza de los dioses conversando y cenando con ellos y compartió la comida y los secretos de los dioses con sus amigos.
Castigo: sumergido hasta el cuello en agua fría, que desaparecía cada vez que intentaba saciar su sed, también tenía suculentas uvas sobre él que subían fuera de su alcance cuando intentaba cogerlas.
Jueces
Radamantis, Éaco y Minos eran los jueces de los muertos y
decidían quiénes iban al Tártaro.
Radamantis: juzgaba las almas asiáticas
Éaco: juzgaba las almas europeas
Minos: tenía el voto decisivo y juzgaba a los griegos
Mitología Romana
En la mitología Romana el Tártaro es el lugar a donde se enviaba
a los pecadores.
lo describe en el Libro VI de La Eneida como un lugar gigantesco, rodeado por triples murallas para evitar que los pecadores escapen de él.
En esta mitología el Tártaro estaba guardado por una hidra con
cincuenta enormes fauces negras, que se sentaba en una puerta
chirriante protegida por columnas de diamantes.
En el interior del Tártaro hay un castillo con un alto torreón de
hierro en el qual hace guardia insomne Tisífone azotando un
látigo y en el castillo hay un pozo, en el fondo del qual se
encuentran los Titanes, los Alóadas y otros pecadores.
Alecto, Tisífone y Megara Alóadas