En 1569 donde Felipe II acusa a Miguel de Cervantes de herir a Antonio Sigura , maestro de obras, ése podría ser el motivo que le hizo pasar a Italia. Llegó a Roma en diciembre del mismo año. Allí leyó los poemas caballerescos de Ludovico Ariosto y los Diálogos de amor del judío sefardita León Hebreo (inspiración neoplatónica), que influirán en el amor. Cervantes guardará siempre un gratísimo recuerdo de aquellos estados en Italia. Sigue a Giulio Acquaviva en Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara, que será cardenal en 1570, y a quien conoció en Madrid. Lo dejará para sevir al capitán Diego de Urbina, embarcó en la galera Marquesa . El 7 de octubre de 1571 va a la batalla de Lepanto, formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria. La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. no fue demasiado grave, pues, tras seis meses, Cervantes reanudó su vida militar, en 1572. Sirve a Manuel Ponce de León, tomó parte en las expediciones navales de Navarino , Corfú, Bizerta y Túnez y en el tercio de Lope de Figueroa, que aparece en El alcalde de Zalamea , de Pedro Calderón de la Barca. Después fue a Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía, finalmente dos años en Nápoles, hasta 1575. Cervantes siempre se mostró muy orgulloso de haber luchado en la batalla de Lepanto, que para él fue, como escribió en el prólogo de la segunda parte del Quijote , la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros. 1569 - 1571 1572 - 1575 Viaje a Italia y La Batalla de Lepanto