La función de los nitratos y los nitritos en el curado de las carnes está frecuentemente bajo estudio
intensivo por parte de los investigadores científicos. Los nitritos han sido implicados en la formación
de pequeñas cantidades (partes por billón) de una nitrosamina (nitrosopirrolidina) en la tocineta frita.
Las nitrosaminas son de alguna importancia debido a que algunas de ellas han sido identificadas como
agentes cancerígenos en animales de laboratorio. Aún no es bien conocido si existe una amenaza a la
salud pública de una forma práctica.
Hay un fuerte argumento para el uso del nitrito a causa de que es necesario para la prevención del
crecimiento del Clostridium botulinum, una bacteria que produce una toxina mortal.
El riesgo potencial de pequeñas cantidades de nitrosaminas está siendo sopesado frente al efecto
protectivo de los nitritos frente al botulismo. Adicionalmente, no se han encontrado sustitutos para el
nitrito que produzcan un color y sabor y olor típicos de carne curada en productos cárnicos. Esto no
sugiere que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica tomará una posición o todo o nada con
respecto al asunto de los nitratos-nitritos. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
(U.S.D.A.) y la industria cárnica han venido trabajando estrechamente en los últimos años para definir
más precisamente la función de estas sustancias químicas. Los procesadores de embutidos deben
estar permanentemente alerta por los cambios que se presenten relacionados con la reglamentación
con respecto a su uso.
A causa de los peligros de la formación de nitrosaminas, las premezclas con especias, saborizantes y
otros ingredientes se sugiere que se eviten ya que se podrían formar nitrosaminas por la interacción
de los nitritos y las especias.
En los años 1970, el uso de nitrito para el curado de las carnes fue seriamente cuestionado. Fue
sugerida la posibilidad de producir N-nitrosaminas, que son cancerígenas. Enormes cantidades de
investigación y análisis se llevaron a cabo, y dos reportes de resumenes publicados por la Academia
Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (sigla en inglés NAS, 1981,1982) aliviaron la preocupación
del público acerca de las carnes curadas como riesgo para la salud humana.
En un estudio llevado a cabo por Cassens, en 1997, se realizaron tres ensayos para determinar el
nitrito residual en muestras minoristas de carnes tipicas curadas compradas habitualmente por los
consumidores. En el ensayo 1, 10 paquetes fueron comprados en un supermercado local con la única
condición de que los productos no estuviesen vencidos en fecha de venta. Muestras de tocineta, jamón
cocido tajado, y salchichas viena fueron seleccionadas para representar la producción de tres
diferentes fabricas y fueron analizadas para nitrito residual en un laboratorio comercial. En los ensayos
2 y 3, se contrato con una firma la recuperación de carnes curadas a partir de cajas de supermercados
en los Angeles metropolitano, Denver, St. Louis, y Tampa, ciudades en los Estados Unidos. La única
condición fue que los empaques estuvieran dentro del período antes de fecha de vencimiento.
En el ensayo 2, 11 paquetes de tocineta, 30 de mortadela boloña, 24 de jamón cocido, y 34 de
salchichas viena fueron recuperados, y los productos fueron analizados para nitrito residual. En el
ensayo 3, 6 paquetes de tocineta, 7 de jamón, 23 de boloña, y 19 de salchichas viena fueron
recuperados, y los productos fueron analizados para nitrito residual, nitrato residual, y ascorbatos
residuales.
El nitrito fue determinado por métodos 976.14 y 973.31 y el nitrato por el método 935.48, todos de la
AOAC (1990). Los ascorbatos, incluyendo ácido ascorbico y ácido eritorbico, fueron determinados por
el método 967.21 B de la AOAC.
El nivel de nitrito residual medio para todos los productos en el ensayo 1 fue de 5.4 ppm. Los
resultados de las muestras individuales fueron 4, 1, y 15 ppm de nitrito para la tocineta; 3,9, y 7 para
el jamón cocido tajado: y 1,4,4, y 9 para las salchichas viena.
Los resultados para los ensayos 2 y 3 son dados en la Tabla ____. Para ambos ensayos, el nivel de
nitrito residual medio para todos los productos fue de 10 ppm, con un rango de 0-48 en el ensayo 2 y
de 0-45 en el ensayo 3. La Boloña tuvo un nivel de nitrito residual más alto (p<0.05) que los otros
productos excepto con las vienas en el ensayo 3.