venden las joyas, las obras de arte y otros objetos lujosos que aún les quedan,
para remediar sus necesidades vitales más imprescindibles. También el
aumento de la riqueza tiene esta misma tendencia, sólo que en el sentido
opuesto, ya que muchos de los bienes que antes tenían un predominante valor
de uso para sus propietarios pierden este carácter y pasa a un primer término su
valor de intercambio y su significación económica. Así, los nuevos ricos
acostumbran a vender su antiguo y sencillo mobiliario, sus pobres adornos, sus
poco confortables viviendas y otros bienes que hasta entonces habían tenido
sobre todo un valor de uso.
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[1] Cf. SCHMOLLER, Tübing. Zeitschrift, 1863, pág. 53.
[2] Bernhardi afirma (Versuch einer Kritik der Gründe, etc., 1849, pág. 79) que recientemente
se ha insistido muchas veces en el hecho de que ya Aristóteles (Polit., I, 6) conoció la distinción
entre el valor de uso y el valor de intercambio. Con independencia de los sabios griegos, también
A. Smith ha insistido en esta diferencia. En contra, debe observarse que la mayor parte del
célebre pasaje de este autor (Wealth of Nat., I, cap. IV, vol. I, pág. 42, Basilea, 1801) coincide
casi al pie de la letra con un lugar de Law (Considérations sur le nummeraire, cap. I, págs. 443
ss., ed. Daire). Turgot, por su parte (Valeurs el monnaies, págs. 79 ss., ed. Daire), no sólo
distingue claramente entre el valor de uso y el de intercambio (valeur estimative y valeur
commerçable), sino que analiza a fondo esta temática. Tiene también interés histórico-dogmático
un pasaje de la obra del filósofo moral escocés, y célebre maestro de A. Smith, Hutcheson
(System of moral philosophy, 1755, II, páginas 53 ss), en el que se halla ya la diferencia entro
estos dos valores, aunque todavía desconoce la terminología empleada por A. Smith (cf. también
LOCKE, Considerations of the lowering of interest, etc., Works, II, págs. 20 ss., y LE TROSNE,
De l’interêt social 1777, cap. I, § 3). Entre los autores recientes, y aparte los ya mencionados
(pág. 103) Friedländer, Knies, Schäffle, Rösler, que, al igual que Michaelis (Vierteljahrschrift für
Volksw., 1863, I, pág. 1) y Lindwurm (Hildebrand’s Jahrbücher, IV, 1865, págs. 165 ss),
consagraron una parte sustancial de sus investigaciones al análisis de la teoría del valor, han
estudiado a fondo la diferencia entre el valor de uso y el intercambio: SODEN, Nationalökonomie,
1805, I, § 42 ss. y IV, § 52 ss.; HUFELAND, N. Grundlegung, l807, I, § 30 ss.; STORCH, Cours
d’économie politique, I, págs. 37 ss.; LOTZ, Handbuch, 1837, I, § 9; RAU, Volkswirthschaftslehre,
I, § 57 ss.; BERNHARDI, Untersuchung der Gründe, etc., 1849, págs. 69 ss.; ROSCHER,
System, I, § 4 ss.; THOMAS, Theorie d. Verkehrs, I, pág. 11; STEIN, System, I, págs. 168 ss. Por
lo demás, el mejor modo de poner de relieve el interés de los alemanes por conseguir una
profundización filosófica de la economía política y el de los ingleses por orientar esta ciencia
según criterios prácticos, es comparar los trabajos desarrollados por unos y otros en torno a la
teoría del valor. RICARDO, PrincipIes (1817), cap. 28; MALTHUS, PrincipIes, 1820, pág. 51, y
Definitions, 1827, cap. II, pág. 7 de la ed. de 1853; J. Sr. MILL, Principles, vol. III, cap. I, § 2, 6ª
ed., utilizan, al igual que A. Smith, la expresión value in use como equivalente de utility.
TORRENS, On the productions of wealth, pág. 8, y MacCulloch se atienen incluso a la palabra
utility en vez de value in use. Lo mismo hace, entre los franceses actuales, BASTIAT, Harmonies
économiques, 1864, pág. 4. LAUDERDALE, An Inquiry, etc., 1804, pág. 12, y SENIOR, Polit.
Economy, 1863, págs. 6 ss., describen la utilidad como una condición del valor de intercambio
pero no como valor de uso, ya que incluso rechazan este último concepto. Donde mejor se
advierte el sentido que se da en Inglaterra al valor de intercambio es en el siguiente pasaje de J.
St. Mill (Libro III, cap. I, § 2): “The words ‘Value’ and ‘Price’ were used as synonymous by the
early political economists and are not always discriminate even by Ricardo. But the most accurate
modern writers, to avoid the wasteful expenditure of two good scientific terms on a single idea,
have employed Price to express the value of a thing in relation to money; the quantity of money