SD3: Incluye los residuos 145–180 y 270–337. Forma parte del sitio de unión al nucleótido (ATP o ADP) y contribuye a la estabilidad
estructural.
SD4: Comprende los residuos 181–269. También está involucrado en la unión al ATP y en la formación de contactos entre monómeros.
Sitio activo
Esta disposición de dominios da como resultado la formación de dos hendiduras: la hendidura de unión de nucleótidos y el surco del
extremo dentado.
La hendidura de unión de nucleótidos, ubicada entre SD2 y SD4, comprende el sitio activo de la actina, donde se alberga el nucleótido
(ATP o ADP) y un catión divalente como Mg²⁺ o Ca²⁺ (Arora et al., 2023).
El surco del extremo con púas, situado entre SD1 y SD3, está revestida por los residuos Tyr143, Ala144, Gly146, Thr148, Gly168, Ile341,
Ile345, Leu346, Leu349, Thr351 y Met355, que son predominantemente hidrófobos. Esta hendidura constituye el principal sitio de unión
para la mayoría de las proteínas ligadoras de actina (ABP) y para las miosinas. Además, participa en la formación de interfaces
longitudinales dentro del filamento de actina
Funciones biológicos
Contracción muscular: La actina, junto con la miosina, participa activamente en la producción del movimiento muscular. En las fibras
musculares, la actina constituye los filamentos delgados, los cuales se deslizan sobre los filamentos gruesos formados por miosina. Este
proceso se inicia con la liberación de iones de calcio (Ca²⁺) en el interior de la célula muscular, lo que permite la activación del sitio de
unión entre ambas proteínas. A continuación, la miosina se desplaza a lo largo de la actina mediante un cambio conformacional
impulsado por la hidrólisis de ATP. Este mecanismo de deslizamiento provoca el acortamiento de las fibras musculares, dando lugar a la
contracción del músculo.
Cuando se genera un impulso nervioso, se activan las fibras musculares a través de la liberación del neurotransmisor acetilcolina. La
acetilcolina se une a los receptores colinérgicos ubicados en la membrana de la célula muscular, lo que desencadena un proceso de
despolarización. Esta despolarización se produce por la entrada de iones de sodio (Na⁺) y la salida de iones de potasio (K⁺), iniciando así
el potencial de acción.
División celular: Durante la división celular, la actina cumple un rol esencial en la fase final del proceso, conocida como citocinesis. En
esta etapa, la actina forma parte de un anillo contráctil ubicado justo debajo de la membrana plasmática, en la zona media de la célula
(Blanchoin, L., et al. 2014). Este anillo, compuesto principalmente por filamentos de actina y moléculas de miosina, genera una fuerza
mecánica que permite estrangular el citoplasma, formando un surco de división que se profundiza progresivamente. Gracias a esta
acción, la célula madre puede separarse físicamente en dos células hijas. Sin la intervención de la actina en este proceso, la separación
celular no podría completarse de manera adecuada (Pollard, T. D., & Cooper, J. A. 2009)
Transporte Intracelular: La actina juega un papel esencial como componente del citoesqueleto, funcionando como una especie de
"huella" o pista que guía los movimientos dentro de la célula. Los filamentos de actina se organizan en redes dinámicas que actúan como
rutas de transporte para orgánulos, vesículas y proteínas, permitiendo el movimiento controlado de estas estructuras a través del
citoplasma. Este andamiaje estructural no solo mantiene la forma de la célula, sino que también facilita procesos como la endocitosis y la