“La meta es nuestro último destino y da
sentido a nuestra vida”
Monte Sinaí
La existencia terrenal es provisoria
El peregrino es un símbolo viviente
Peregrinaresunrito
comúnalainmensa
mayoría de las
religiones,aunquela
concrecióndelrito
dependadelaconcepción
deDios,delhombreydel
mundoquetienecada
credoreligioso
Es darse la oportunidad de hacer un camino interior
apoyándose en los muchos retos del un camino más
o menos largo, que pone a prueba los ánimos y les
fuerzas físicas de la persona: perseverar la pone
frente a sí misma.
Es una invitación a cuestionar
la verdad de sus motivaciones
profundas en su vida, en
relación a los demás y a sus
creencias.
Si nos centramos en la
tradición religiosa de la que
fluye el cristianismo, estamos
en grado de afirmar que la
Biblia es el testimonio escrito
de una peregrinación que
marca el camino del hombre
hacia la felicidad: destino para
el que Dios le ha creado.
Los Apóstolesanuncian la Buena Noticia de
Jesús, liberación definitiva de los obstáculos
-insalvables para el hombre-que le impiden
ser feliz.
Es la motivación lo que hace a uno ser o
no ser peregrino
Unos lo hacen con profundo sentido religioso y de
penitencia para llegarse a las raíces apostólicas de la
fe, otros en búsqueda de un encuentro con la fe, tal
vez por primera vez, o acaso para
recuperar, después de
un tiempo de
abandono, la
fe perdida....
Dios llama a cada ser humano a la vida y le
asigna diversos talentos, confiándole al mismo
tiempo una misión que cumplir. Sería de necios
pensar que esos dones sean debidos, así como
renunciar a emplearlos, sería como prescindir del
objetivo de la propia existencia.
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