El cuento agua trata de la escasez de agua en el pueblo de “san juan de lucanas”, esto es
apreciado por el cornetero Pantaleón, y el niño Ernesto , la soledad de su pueblo natal
“San Juan de Lucanas”.
Muy dolido el niño Ernesto con su amigo Pantaleón (Pantaleoncha o
Pantocha) contemplaron por un momento, luego dijo Pantocha, antes “san Juan de
Lucanas” era un pueblo rico por la mina de pedregal blanco de Ventanilla; era una mina
de plata, pero abandonado por sus explotadores, y ellos muy tristes, se preguntaban cómo
ha quedado la mina, que parece un corral para vacas, cerdos, asnos, etc. Los dos Jóvenes
se acercaron a la plaza de su pueblo, donde encontraron a dos pobladores llamado
Eustaquio y Ramón que tristemente contemplaban la soledad de su pueblo por el abandono
de las lluvias y el mal reparto de agua por parte del principal hacendado llamado Don
Braulio Félix, este hombre ordenaba a Don Pascual repartir el agua de la laguna
situado entre San Juan de lucanas y Ventanilla cada semana en la plaza, donde los
beneficiados eran sus parientes, allegados , propietarios blancos o mestizos como él.
Los comuneros los domingos se reunían en el corredor de la cárcel, pedían agua
lloriqueando y después se regresaban; si no conseguían turno, se iban con todo el amargo
en el corazón, pensando que sus maizalitos se secarían de una vez en esa semana, Por la
mala administración del agua no había producción de las tierras de los comuneros de San
Juan de Lucanas.
Pantaleón empezó a tocar su corneta en la plaza, los primeros en llegar fueron niños
vestidos con trajes rotos, pero muy contentos a recibirlos, y al escuchar la música todos
estos niños, empezaron a bailar y hasta entonar melodías. En el transcurso del tiempo Los
primeros comuneros en llegar a la plaza son los Tinkis, que se decían de ser los más
valientes y osados; luego aparecen los de San Juan o sanjuanes, los más miedosos.
Una vez reunidos los comuneros en la plaza de San Juan, pantocha empezó a hablar para
llamarles a una reflexión y hacer respetar sus derechos frente al abuso de los principales
de la comunidad, porque él durante su permanencia observó los abusos de “Braulio,
Inocencio, y Vilkas, personas agresivas.Braulio era una persona muy mala, que buscaba
gente de mal vivir para atropellar la dignidad de algunos comuneros humildes y hacía
matar a sus animales que se le atravesaban en su camino, sin piedad alguna. Toda esta
injusticia vivían los comuneros
Los ánimos de los comuneros se habían fortalecidos por las palabras de Pantocha, ante
este suceso Don Vilkas se acercó a Pantocha, pidió respeto por el principal don Braulio,
pero pantocha le dijo viejo apártate no quiero faltarte el respeto, Don Vilkas quiso irse a
los golpes con Don Wallpa, autoridad de los Tinkis. Pero don Wallpa fue impedido por
Don Vilkas corrió a casa de Don Braulio, y los sanjuanes asustados se separaron de los
tinkis, se fueron a otro corredor con Don Inocencio, quien aprovechaba para decirles que
Don Braulio es un hombre de plata, y pantocha no es nada, Mientras tanto llega a la plaza
don Pascual, el repartidor de agua o semanero, quien ya está decidido a contrariar la
voluntad de don Braulio dando el agua de la semana a los comuneros pobres que más la