Todo en el mundo carece de valor: es caótico, y está lleno de dolor y de peligros.
“La vida es sueño” - como postula Quevedo en el título de una de sus obras; es
una sombra, una ficción; vivimos engañados porque percibimos una apariencia y
no la realidad de las cosas
En el plano religioso, se impone la actitud ascética que propicia apartarse del
mundo y dedicarse solamente a pensar en la otra vida.
TENDENCIAS:
El conceptismo es esencialmente un estilo aplicable a la prosa, que incide más
que todo en el plano del pensamiento, apunta a una asociación ingeniosa en la
exposición de las ideas. Su teórico y definidor fue Gracián, quien en Agudeza y
arte de ingenio definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que
exprime las correspondencias que se hallan entre los objetos". Para conseguir
este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como
la paradoja, la paronomasia o la elipsis. También emplearon con frecuencia la
dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles
significados.
Pero tal vez la figura más destacable del conceptismo barroco ha sido Quevedo, quien
además de una profusa obra en prosa y en verso en que lo aplicó, escribió algunas obras
específicamente dedicadas a satirizar a los culteranistas, como “La aguja de navegar
cultos” y “La culta latiniparla”.
Sin duda el conceptismo importó poner el acento especialmente en lo elaborado de los
contenidos conceptuales de los temas abordados; y por algo es predominantemente una
orientación del barroco aplicable a las obras en prosa. En definitiva, el conceptismo
importó atender, con profundidad y rigorismo en la convocatoria al esfuerzo racional
del intelecto, a temas del pensamiento filosófico, histórico, político y religioso de
trascendencia cultural en su época y, en gran medida, de vigencia permanente.
Culteranismo
El culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la
expresión. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y
el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso
intensivo del hipérbaton y el gusto por incluir cultismos y neologismos, como,
por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas
o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para