Capítulo 12:
Alex llega a casa preocupado por la posibilidad de que su mujer le halla
abandonado, pero ella continua allí, pese no haber contestado las llamadas que le
hizo desde Nueva York la noche anterior. Nuestro ejecutivo habla seriamente con
su mujer de su situación, gracias a esta charla y las promesas que Alex le hace a
su mujer, comprometiéndose a pasar más tiempo con ellos, traerse el trabajo a casa
para que se puedan ver cada noche, etc. parece que todo se arregla medianamente
bien.
Capítulo 13:
Este sábado comienza ajetreado para Alex. Su hijo le recuerda que hoy es su
excursión con los scouts. Cuando llegan allí, los demás padres desaparecen y se
queda solamente él con toda la legión de niños. Mientras caminan observa desde
atrás que se van abriendo huecos en la fila, esto le recuerda las palabras de Jonah
en Nueva York, e intenta establecer una similitud entre esa fila de niños y los
procesos de producción en su fábrica. De repente se da cuenta que las
fluctuaciones (en este caso las diferentes velocidades a las que van los niños), no
se compensan con el tiempo, sino que se acumulan, es decir, se acumula la lentitud,
con todo esto llega a la conclusión que la dependencia (velocidad que marca el
primer niño de la fila) limita las oportunidades de que se produzcan fluctuaciones
hacia arriba, por encima de la media. Nunca el segundo niño por mucho que corra
podrá seguir haciéndolo de forma indefinida, ya que al poco tiempo se tendrá que
parar para no chocarse con el primero de la fila.
Al final deduce que lo que sucede en su fábrica es que sube el inventario, los
ingresos bajan y probablemente los gastos de operación también suban.
Capítulo 14:
Paran un ratito a desayunar, eran las doce, mientras tanto a Alex se le ocurre una
forma de comprobar si como le contó Jonah una fábrica equilibrada es la que está
más cercana a su quiebra, se inventa un juego con dados y cerillas, y le ayudan
unos chicos, con esto intenta similar la cadena de producción de una fábrica de
verdad.
Cuando llevan unas 20 rondas se da cuenta que todos los cálculos que había
previsto eran erróneos y su fábrica de cerillas, bastante equilibrada, estaba apunto
de arruinarse, curiosamente las conclusiones le sonaban, tenía los mismos
resultados negativos que su planta. Se acumulaba el inventario, los retrasos
estaban a la orden del día, los ingresos eran bastante reducidos, nadie se acercaba
a la capacidad potencial máxima, etc.