No sabemos quién escribió este salmo. Algunos dicen que fue el rey David, pero cierta tradición judía alega que fue Moisés, porque su lenguaje es muy parecido al capítulo 32 de Deuteronomio escrito por este líder singular. Como hace mención de una plaga o pestilencia, algunos judíos lo rela...
No sabemos quién escribió este salmo. Algunos dicen que fue el rey David, pero cierta tradición judía alega que fue Moisés, porque su lenguaje es muy parecido al capítulo 32 de Deuteronomio escrito por este líder singular. Como hace mención de una plaga o pestilencia, algunos judíos lo relacionan con las plagas de Egipto, y por eso lo han llamado el Canto de las Plagas. La palabra hebrea usada en el Salmo 91 por “abrigo” es seter, que también implica un lugar secreto, un escondite, un velo, una cobertura o una protección. Viene de un verbo que significa esconder, o mantener cerrado, escondido y secreto. La misma palabra hebrea seter es usada en muchos versos, pero no siempre se traduce igual. Por ejemplo: “Tú eres mi escondedero…” (Sal. 32:7);“…me abrigue en el refugio de tus alas” (Sal. 61:4); “…en lo secreto de su tienda me ocultará…” (Sal 27:5); “…tú los escondes en lo secreto de tu presencia…” (Sal. 31:20).
El Salmo 91 dice que ese lugar secreto es un refugio para escapar de ataques enemigos, ya fuesen de día o de noche. Algunos sabios judíos interpretan que las palabras “terror,” “flecha,” “pestilencia,” y “destrucción” de los versos 5 y 6 describen demonios. De esa manera, podemos entender que nuestros enemigos también pueden pertenecer al mundo espiritual. Es un salmo muy consolador y muy propicio para mantener en nuestros corazones durante los días difíciles por venir, en los que la fe triunfará y que finalmente, pese a todo, Dios no protegerá dándonos la victoria sobre cualquier mal.
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Language: es
Added: Jun 13, 2016
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Slide Content
1 El que habita al abrigo del Altísimo vivirá bajo la sombra del
Todopoderoso.
2 Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien
confiaré.
3 El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro;
su verdad nunca deja de cuidarnos.
5 No temerás el terror nocturno, ni a la saeta que vuele de día,
6 ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en
medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los
impíos.
9 Porque has puesto al Señor, que es mi esperanza, al Altísimo por
tu habitación,
10 no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en
todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y
al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le
pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la
angustia; lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.
Salmos 91