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restringe el quehacer del investigador y bloquea nuevos caminos para incluir, extender,
revisar y reinventar las formas de conocimiento; por tal motivo, el enfoque mixto es la
posición que promueve más la innovación en las ciencias. Es una ruta que al menos vale
la pena explorar.
Lo que es indudable es que la investigación mixta aumenta la posibilidad de
ampliar las dimensiones de nuestro proyecto de investigación, y el sentido de
entendimiento del fenómeno de estudio es mayor y más profundo (Morse y Niehaus,
2010; Newman, 2009; Creswell, 2009; Hernández Sampieri y Mendoza, 2008; Ridenour
y Newman, 2008; y Mertens, 2005).
En resumen, los métodos mixtos significan mayor amplitud, profundidad,
diversidad, riqueza interpretativa y sentido de comprensión.
PRAGMATISMO1
En el capítulo 17 del texto impreso se asentó que la visión filosófica y metodológica que
da sustento a los métodos mixtos es el pragmatismo. Diversos autores como Patton
(1990), Tashakkori y Teddlie (2008a y 2008b), Hernández Sampieri y Mendoza (2008),
Creswell (2009) y Morse y Niehaus (2010) han sugerido que el pragmatismo es el
fundamento de los diseños mixtos, el cual integra diversas ideas de John Dewey, William
James, Charles S. Peirce y Karl Popper. Este paradigma sostiene que para los
investigadores la importancia, está en las aplicaciones, lo que funciona, lo que resuelve y
aporta respuestas a las preguntas de investigación (Creswell et al., 2008). Al adoptar
una postura pragmática se está aceptando la posibilidad de “colocar” múltiples
paradigmas en un solo estudio y estar abierto a todas las posibilidades. Si el diseño
seleccionado es el explicativo secuencial y se otorga mayor importancia a la dimensión
cuantitativa, el paradigma predominante puede ser el pospositivista, pero si el diseño
elegido es el exploratorio secuencial con más importancia en lo cualitativo, el paradigma
1 Los autores debemos agradecer a Johnson y Onwuegbuzie (2004), en quienes de manera considerable nos
basamos para estos apartados. Otras ideas provienen del trabajo de Hernández Sampieri y Mendoza (2008)
en la Universidad de Celaya, del Centro de Investigación en Métodos Mixtos o Híbridos de la Asociación
Iberoamericana de la Comunicación, del Instituto Politécnico Nacional y varias instituciones
estadounidenses.