Como en la práctica no se suele ni se presenta ocasión para proyectar asentamientos humanos enteros (ciudades y poblados) la arquitectura y el urbanismo, que son los dos principales factores en la proyección de una ciudad y que deberían tratarse simultáneamente, se desvinculaban, dejando el desarrollo de las mismas a las posteriores necesidades y demandas económicas y socio-culturales de cada caso. Esta práctica, que mientras existía una “filosofía del mundo y de la vida” acertada y compartida por las sociedades, y la población del mundo no excedía de 800 millones de habitantes y el crecimiento de las ciudades era lento, no perjudicaba el justo desarrollo de las mismas, al contrario, existía el tiempo necesario para estudiar en detalle los problemas y posibilidades y adaptar nuevas soluciones al ambiente existente, obteniendo así mejores resultados. Sin embargo, manteniendo esta costumbre rutinaria y arraigada en la mente de los profesionales y en el público en general también, después del anormal y desenfrenado crecimiento de la población del mundo que empezó con la Revolución Industrial alrededor del año 1800, que en estos 200 años ha llegado a la cifra de 6.000 millones de habitantes, que conjuntamente con la fiebre de migraciones desde las zonas rurales hacia los grandes núcleos urbanos, ha cambiado la situación drásticamente, al no darse cuenta de este cambio y de la necesidad de buscar la causa de esta anormalidad y su correspondiente tratamiento, hoy, casi sin darnos cuenta de ello, nuestras ciudades y poblados, que hasta la Revolución Industrial estaban dentro de una escala humana, todas definidas en su tamaño, ordenadas en su estructura, funcionales en su uso y expresaban su contenido de forma bella y en armoniosa relación con su medio ambiente, casi todas han perdido sus valores arquitectónicos y humanos, convirtiéndose en indefinidas y caóticas aglomeraciones, entre las que encontramos ya treinta Metro Megaciudades entre 6-15 millones de habitantes, pero que según las estimaciones estadísticas de la dinámica de la población urbana de las Naciones Unidas, este crecimiento de aglomeración urbana, si seguimos pasivamente las tendencias y exigencias del hombre contemporáneo de nuestras sociedades excesivamente materialistas, el desastroso y deshumanizado desarrollo de nuestros asentamientos humanos seguirán creciendo, llegando para el año 2015 a tener ya treinta ciudades entre 10-28 millones de habitantes. ¿POR QUÉ SE HAN DESHUMANIZADO NUESTROS ASENTAMIENTOS HUMANOS Y CUAL SERÁ SU FUTURO SI CONTINUAMOS CONSTRUYÉNDOLOS SEGÚN NUESTROS PRINCIPIOS Y CRITERIOS SOBRE LA VIDA Y ARQUITECTURA?