Día de los difuntos El Día de Difuntos, celebrado el 2 de noviembre, es una fecha de profundo arraigo cultural y espiritual, cuyo origen combina las tradiciones católicas —que invitan a orar por las almas en el Purgatorio— con ancestrales ritos prehispánicos que veían la muerte como parte del ciclo natural de la vida. Esta conmemoración se distingue por ser un momento de reencuentro gozoso en el que, según la creencia popular, las almas de los seres queridos regresan a casa para convivir con sus familias. En lugar de ser un día de tristeza, se transforma en una fiesta de la memoria y la vida que perdura. La expresión más representativa de esta festividad es la elaboración de altares u ofrendas. Estos altares son construcciones simbólicas y coloridas adornadas con la flor de cempasúchil, cuyas tonalidades y aroma sirven de guía a los difuntos. Sobre ellos se colocan veladoras (que iluminan el camino), incienso (para purificar el ambiente), y la comida y bebida predilecta del familiar fallecido, como el pan de muerto o, en el caso de Ecuador, las tradicionales guaguas de pan y la colada morada. La intención de esta ofrenda es nutrir el espíritu del ser amado en su visita, manteniendo vivo su recuerdo y celebrando la conexión familiar más allá de la existencia terrenal.
Día del escudo El Día del Escudo Nacional del Ecuador se celebra cada 31 de octubre , una fecha clave que conmemora la adopción oficial del emblema por el Congreso Nacional en 1900, bajo la presidencia del General Eloy Alfaro. Esta jornada cívica rinde homenaje al símbolo patrio que encapsula la historia, la identidad y la geografía de la nación. La conmemoración busca fomentar el respeto y el conocimiento sobre los valores y significados que inspiran a los ciudadanos. Este acto es fundamental para la cohesión y el orgullo nacional. Su institucionalización reconoce el papel del Escudo como testimonio de la soberanía ecuatoriana. El diseño del Escudo es una rica composición simbólica. El cóndor en la parte superior representa la soberanía, el Chimborazo y el río Guayas ilustran la integración regional y la riqueza natural. El barco a vapor sobre el río simboliza el progreso y el comercio marítimo. El sol dorado, junto a los signos zodiacales, evoca hitos históricos como la Revolución Marcista. Cada elemento, incluido el laurel y la palma, proclama la gloria, la paz y la herencia republicana del Ecuador. Las cuatro banderas nacionales que lo flanquean refuerzan el carácter soberano e independiente del Estado.
Colada Morada La colada morada es una de las tradiciones gastronómicas más arraigadas de Ecuador, especialmente ligada a la conmemoración del Día de los Difuntos, cada 2 de noviembre. Esta bebida ancestral tiene sus orígenes en los rituales indígenas precolombinos, donde se preparaba con maíz negro y otros frutos en ceremonias dedicadas a honrar a los ancestros. Con la llegada de los españoles, se fusionó con elementos europeos, incorporando frutas y especias, hasta convertirse en la deliciosa bebida dulce que se consume hoy. El ingrediente principal que le da su color y nombre característico es una mezcla de frutas como el mortiño (arándano andino) y la mora, combinadas con harina de maíz morado, piña, babaco y una rica infusión de especias aromáticas. Tradicionalmente, la colada morada se acompaña de las célebres "guaguas de pan", figuritas de pan dulce que representan a los difuntos. Este ritual de preparar y compartir la bebida y el pan simboliza la unión familiar, la memoria de los seres queridos que han partido y el sincretismo cultural del Ecuador.