Resulta lógico pensar que, si nuestra sociedad vive
en constante cambio, los medios de comunicación
masiva participen también, en mayor o menor grado,
de dicho cambio.
Así mismo, se ha comprobado que cada medio de
comunicación ejerce sobre sus auditorios diferentes
tipos de influencia, que incluyen las siguientes
funciones:
Función persuasiva: al transmitir un mensaje se
espera que quien lo recibe muestre un
comportamiento, cambio o acción como respuesta;
tiene el uso intencionado de manipular a las masas.
·
Función enajenante o manipuladora: que encanta
o embelesa para atraer la atención de una persona
para lograr un objetivo
Función política: gestionar estratégicamente la
visibilidad del poder por medio de mensajes que
convenzan o conecten con públicos determinados
Función publicitaria: implica acciones utilizadas
para dar a conocer en diferentes segmentos del
mercado una idea, producto, servicio o marca en los
diferentes medios de comunicación posibles
No obstante, lo anterior, la comunicación desempeña
una función primordial, conocida como de
transmisión del conocimiento.
Para realizar esta función,
suele aprovecharse el
impulso esencial de todo
ser humano, de
comunicarse y satisfacer
sus necesidades.
Existen otras funciones de la comunicación.
Vigilancia del ambiente: se entiende la reunión y la
distribución de información generada por la sociedad
para transmitir la herencia social, acerca de los
valores y normas sociales y de la conveniencia de
adoptarlos.
Función de transmitir, gran parte de la herencia
social y cultural a niños y jóvenes.
Función de entretenimiento: tiene como principal
finalidad, proporcionar distracción a una masa social
representada por los auditorios.
Además de las funciones mencionadas, pueden
distinguirse otras, entre ellas se encuentran:
La función de norma social: que se origina cuando
una sociedad deja de ser simple, para convertirse en
altamente industrializada y, por tanto, compleja.
Función referencial. Es la que define las relaciones
entre el mensaje y el emisor.
Función connotativa. Define las funciones entre el
mensaje y el receptor. De esta función se derivan los
códigos de señales y de operación.
Función estática. Roman Jakobson (citado en
González 2016), la clasifica como “la relación que
tiene el mensaje consigo mismo”.
Función fática. Tiene por objeto afirmar, sostener o
detener un acto de comunicación en cualquiera de
sus etapas.
Función metalingüística: define el sentido de los
signos que se utilizan en un acto comunicativo y que
pueden o no ser comprendidos por el receptor.