1. Un espíritu encarnado, que posee su ser en propiedad
1
El primero en señalar ese carácter de la persona de tener su propia
realidad “en propiedad” es el filósofo español Xavier Zubiri. Cfr. Xubiri,
Sobre el Hombre, Alianza, 1985, p. 111.
2
"Nosce te ipsum”. Traducción latina de la máxima griega inscrita en el
Templo de Apolo (Delfos): “Conócete a ti mismo y conocerás al universo y
a los dioses”. Esta inscripción, puesta por los siete sabios en el frontispicio
del templo de Delfos, es clásica en el pensamiento griego.
3
Rousseau, Jean-Jacques, Discurso sobre el origen y fundamento de la
desigualdad entre los hombres, Península, Barcelona 1973, Prefacio, p. 27
4
Polo, Leonardo, Filosofía y economía, Eunsa, Pamplona 2012, p 209.
5
RaBinger, Joseph, El Dios de Jesucristo, Sígueme, Salamanca 1979, pp.
24-25.
6
Shakespeare, William, Romeo y Julieta, acto II, escena II, Jardín de
Capuleto, ed. EDAF, Madrid 2010, p.32.
7
De Cervantes, Miguel, Don Quijote de la Mancha, parte primera, al final
del primer capítulo.
8
Cfr. Zubiri, Xavier, Sobre el hombre, Alianza, Madrid 1986, pp. 133ss.
9
Cfr. Castilla de Cortázar, Blanca, Dignidad personal y condición sexuada.
Un proseguir en Antropología, ed. Tirant Lo Blanch, Valencia 2017, pp. 20-46.
10
Sobre la persona como “además” cfr. Polo, Leonado, Presente y futuro
del hombre, Rialp, Madrid 1993, pp. 197-203.
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