¡Julieta, estate quieta!
Rosemary Wells
5
B
ASPECTOS LITERARIOS
Síntesis
La historia transcurre en una familia de ratoncitos. El padre se encarga de Flor, la hija mayor, con quien
juega y ayuda en sus estudios, mientras la madre baña, alimenta y hace dormir a Salustiano, el hijo menor.
Julieta, personaje principal y la hija del medio, espera quieta su turno para ser atendida hasta que, al sentirse
desplazada por las necesidades de sus hermanos, decide llamar la atención tirando los dulces de su hermana
mayor, desmadejando un ovillo de lana, botando muebles, entre otras cosas. Todos le piden que se quede quieta
y que no haga más desorden diciéndole “Julieta, por favor, estate quieta…”.
Cansada de esperar su turno, decide irse sin decir para dónde y lo hace saber, sin ser siquiera escuchada.
El silencio que se produce en la casa llama la atención e inquieta a sus padres, los que alarmados la buscan por
todos lados sin resultado alguno, hasta que, de repente, se abre violentamente la puerta de la despensa, caen
muchos elementos y, entre ellos, Julieta.
Este sorpresivo encuentro les hace sentir que la familia está feliz y… completa.
Análisis
Este es un texto para niños pequeños que aborda de una manera
sutil pero profunda las problemáticas al interior de la familia
cuando los padres no pueden responder a todos los requerimientos
de sus hijos. En este caso, el planteamiento se realiza desde la
situación que viven los hermanos del medio y la necesidad de ser
querido y atendido.
El lenguaje es sencillo y claro, se presenta cargado de elementos
que inspiran ternura y estimulan la sensibilidad. El hecho de que
esté escrito en verso, con rima consonante, le da la sonoridad o
musicalidad que tanto gusta a los más pequeños. El título de este
relato, claramente, permite lograr un acercamiento con el contenido
de este, es decir, adelanta su idea principal. La estructura posee
un inicio, presentación del conflicto, un desarrollo y un desenlace
claramente identificables. Llama la atención y fortalece el contenido
del texto la reiteración de la frase «Julieta, estate quieta», como
un reto al personaje a no molestar, a mantenerse al margen; en
definitiva, a esperar y estarse quieta. Esta simple reiteración, que
Julieta obedece en un principio, pero frente a la cual luego se rebela, nos introduce al complejo mundo de las
emociones, como son los celos, las rabietas, el deseo de llamar la atención y las travesuras infantiles.
Las ilustraciones, de la misma autora, logran expresar los sentimientos que se evidencian en el texto y la dedicación
por la familia.
La lectura de este libro invita a reconocer situaciones familiares, trabajar el conocimiento de sí mismo, la necesidad
de ser querido y, a la vez, la comprensión de que si en algún momento no se le atiende, no es sinónimo de falta
de afecto.