Anatomía topográfica testut, jacob

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Slide Content

A O : ESTU 1008
ANATOMÍA
RRA

TRATADO =

er CON APLICACIONES ARDICO- QUIRÚRGICAS

L. Testut ja O. Jacob

Prateaor de Anatomia en in Pannitad de Modisina Medico mayor de In Armadas Profesor agregado
de la Un versidad de Lyon de in Escuela de Valde ráno

Oma PREMIADA FOR LA ACADEMIA DE CIENCIAS (PREMIO MONTTON, 19115
Y POR LA ACADEMIA DE MEDICINA (PREMIO AAINTOUN, 191%)

J. GONGORA R. ZARIQUIEY
Módico dal Monpital he aria , de tat Nea da 4 1 tai y Expositor;
Academia de 1 sa la Esa sia de Medicina de Barcelona

| www.rinconmedico.org

LIBRO PRIMERO.

CABEZA

CONSIDERACIONES Gi

ERALES

La cabeza es el segmento más elevado del cuerpo. Está situada encima del cuello,
| el que sobresale por delante, por detrás y por los lados La linea divisoria de la
cabeza y el cuello, examinada de ats adelante, corresponde a la base del cráneo
>, más exactamente, a la protuberancia occipital
| externa, línea occipital superior, base de la apó
lis mastoides y al borde inferior de la arcada
cigomática; más lejos, por delante de la columna.
vertebral, ed representada por la rama ascendente
y el cuerpo del maxilar inferior, Primero horizon
tal, este limite celalocerical se hace cn seguida
vertical y luego de nuevo horizontal: recuerda
bastante bien una Z mayúscula

1° Conexiones y condiciones de equilibrio.

Considerada desde el Punto de vista de sus co
nnexiones, la cabeza se articula sólidamente con la
columna vertebral en la unión de su tercio poste
rior con sus dos tercios anteriores. Es, como se
sabe, una palanca de primer género, cayo punto
de apoyo es en la articulación occiptoatidea;

la resistencia está representada por la parte ante Fee ı
rior de la cabeza, que, por su propio peso, tiende ya cabem ving dede arriba
a inclinarse hacia delante, y cuya potencia, en fin, Noms Price de Pa

Se encuentra constituida por el ligamento cervical
posterior y los músculos posteriores del cuello, los cuales equilibran la resistencia
Y mantienen la cabeza en Ja posición horio

22 Forma general. —El aspecto de la cabeza varía mucho
planos:

=) Si la examinamos por su pleno posterior, se nos presenta en forma de un
cuadriltero muy irregular: el borde inferior, que corresponde a la región de la
nuca. est representado por una linea que se extiende tramsveralmente de una ap
fisis mastolden a la otra; el borde superior, convexo, redondeado, lo forman los dos
parictales, y los bordes laterales están representados por dos líneas ligeramente obli
‘uas, cada una de las cuales desciende de la eminencia parietal a la apöfiis mastoides
correspondiente.

A), Visa por su plano anterior, la cabeza continúa siendo cuadrilitera; es, sin
‘embargo, mucho más alta que por el plano posterior, y esto se comprende si se pie
sa que la parte posterior dela cabeza no se halla formada más que por el cráneo, mien
tras que la parte anterior está constituida por el cráneo y la cara. Lo mismo que en el

sus diferentes

plano posterior, el borde superior es convexo y redondeado y lo constituye la curva
frontal. El borde inferior est formado por el cuerpo del maxilar,

3) Vista lateralmente, la cabera reviste el aspecto de un ovoide, cuya extremidad
mayor, dirigida hacia atrás, la forma el occipucio, y cuya extremidad menor, dirigida
hacia delante, std representada por el mentón. El eje del ovoide craneal, represen
tado en este cao por el diámetro occipitomentoniano, etá (uertemente inclinado de
“trás adelante y de arriba abajo.

3) Mirada desde arriba (norma verticais de Bruuesmaca) (Gg. 1) la cabera se
nos muestra también en forma de un ovoide con au extremidad major ponction

“Aunque siempre reviste esta for.
ma ovoide, la cabeza presenta, se
gún los sujetos y según las razas
Variedades muy numerosas: hay
Gbeas en las que el diámetro
seroposterior es. mucho. mayor
que el transversal y seaman aer

gadas 0 dobicocéals: en otras, por

À contrario el diámetro transrer

sal esca igual al anteroposterior,
1 ¥ son denominadas cortas o bra

quicéllas. Volveremos a ocupar
os en esto al tratar de la confor
mación exterior del crinco,

32 Dimensiones, — La alt
ra de la cabera (fg. 2) se mide
por la distancia, en sentido vert
cal, que separa el vértice de la
misma del mentón; es, por tér
mino medio, de 18 a 39 am 0 es
el 13% de la altura total del
cuerpo. Esta proporción, como.
odos lox datos antropométricos
presenta algunas variaciones En
as y sexuales: de 132 para los
franceses (Cottcxos), ve eleva a
les (Bonsue). a 15. en los chinos (Torino) y a 135 en los mico
bares (Novara). Por otra parte, de las medidas comparativas efectuadas en ambos
sexos resulta que, por regla general, la mujer tiene la cabeza un poco más desarrollada
que cl hombre. Pero el desarrollo varía sobre todo según las edades: todos “bemos
que la cabeza es muy voluminosa en el recién nacido y que va decreciendo (desde
luego, comparativamente a la talla) a medida que el individuo se acerca a la edad
adult. Véne la tabla de Qufruuer, en la que están representadas por cifras las pro
porciones de la cabeza en las diferentes edades

Altura proporcional de a caba tegin lar edaes a talar
Far er
> 5 e

CONSIDERACIONES GENERALES. ,

+ Constitución anatómica y división, —La cabeza comprendo dos pares; el
eránco y la cora. El exineo, situado arriba y atris, es una cavidad dxca donde se aloja
el encéfalo. La cara, situada abajo y delante, es un macizo eo donde se alojan las
porciones iniciales de los dos grandes conductos respiratorio y digestive.

La cara encierra además una parte de nuestros aparatos scmoriales, pero no los
encierra todos, y creemos errönco lo que hacen ciertos autores Pérmaquis y Pavızr
entre otros, de describir los sentidos al hablar de la cara, Si la mucom lingual y
la pituitaria, subarato anatómico del gusto y del lato, pertenecen manifiestamente
a 1 cara, no pasa lo mismo con los aparato: de la viión y del oldo: el aparato de

Pat arca = Option

Puntos cancoméutcos vistos sobre e plano lateral de Ja caba (E:

la visión está situado en la cavidad orbitaria, es deci, en una región que es inter
mdiaria entre el cráneo y la cara: en cuanto al aparato auditivo, sus partes esen.
ciales se albergan en le profundidades del temporal, cn el espesor de la pared del
cráneo, Para ser lógico sería preciso describir el aparato auditivo con el cráneo, el
olfato y el gusto al tratar de la cara, y relegar a una division aparte el aparato de
la visión, que se colocaría entre el capítulo destinado al cránco y el que tratase de
la cara. Sin embargo, semejante dispersión de formaciones anatómicas, que morfoló
aiesmente están tan unidas, tendría grandes inconvenientes sin ofrecer ninguna ven
faja positiva. Desde todos los puntos de vista nos parece preferible relacionaras y
reunirla en un capítulo común, que colocaremos después de la descripción de la cara
Dividiremos, pues, nuestro libro primero en tres capítulos: en el
diaremos el cráneo, en el segundo, la aro, y en el tercero ls apar

5: Terminología antropológica.—Por lo que respeta al cránco, la termino
logía antropológica tiende a introducine cada vez más en anatomía topográfica, y ya
es sabido que es de uso corriente en todas las cuestiones que se relacionan con a
topografía crancocerebral. Creemos necesario recordar al principio de este libro los
principales puntos crancométricos de Boca, indicando para cada uno de ellos (gu
a 3) su situación precia y el nombre con que se le designa. Estos puntos craneo.

4 camera

métsicos, llamados también puntos singulares, se dividen en dos grupos; los unos
son impares y medios, ls tros son pares y laterales.

A Postos memos. — Les puntos situados en la linea media son en número de
doce; yendo de delante atrás se encuentran:

22 El punto lcolar es el punto más anterior y declive del borde alveolar su
perior
El punto espinal o submasal ocupa el centro virtual de la espina nasal ante
4 EI nesión o punto nasal sth situado en la raie de la mari, sobre la sutura
nasofronal
ge La glebela es el abultamiento situado entre las dos cresias superellares

.cemplazada algunas veces por una superficie plana y excepcionalmente por una lige
a depresión:

(Ge. El ofriön (de opus ceja) ext situado en la mid del didmeuro frontal inte
Flor o didmeiro frontal miniino (recordemos de paso que este diámetro es la distancia
minima entr las dos crestas temporales del frontal);

7. El bregma (Bpeyase de Beyer, humedecer a causa de la fontanela que en el

feto be encuentra en et sio) es el punto de unión de las tres suturas covon
y mesópica

8°" Obelión (de oßeAos, lech, en latin sagtta),a la altura de los dos agujeros
parieales, o de uno solo al el segundo falta;

9° Zambde (dea letra griega mayúscula A). punto de unión de la sutura sagital
on la sutura Lamb idea.
10° Iniôn (de ev, muca) la base de la protuberancia occipital externa,

12 Opistión (de a suerion el borde posterior del agujero occipital
12° Pasión (de few. base), el borde anterior de este agujero occipital
D. Powos tarmatts, — Entre los puntos laterales que ocupan, a derecha e iz
quierda, el plano lateral del cránco, citaremos los siguientes
he El gonión (de youla, ángulo), que corresponde al vértice del ángulo del ma
2° Punto malar, sitsado en el

punto culminante de la cara externa del hueso

3° Dacrión (de Sixpvov, lágrima), situado en el ángulo intemo de la órbita,
en el punto en que la sutura verdeal lacrimomaxilar encuentra, formando una T
à la sutura navofrontal

4° Estefenión (de erepivy, corona, coronal), el punto donde la sutura front
parietal 0 coronal cruza la lnea temporal

5° Pieridn (de srapov. ala), la región de la fos temporal en donde se encuentran
los cuatro huesos siguientes: frontal, parietal, temporal y esfenoides:

62 dsterién (de awrıp. estrella), el punto en que se encuentran el occipital
«parietal y la porción mastoidea del temporal

Dicho esto, podemos ya emprender el estudio del primer segmento de la cabeza.
al cráneo.

ULO PRIMERO

CRANEO

ósea en la cual se aloja la porción más clevada dí
El cránco, lo mismo que las cavidades esplácnicas, nos presenta un continente

o en la parte superior y posterior de la cabeza, el cránco es como una caja

+ la masa encellica con sus envolturas y sus vasos
de las paredes craneales, std representado
las pures blandes pericrancale

1 continente, que constituye el conju

por una caja ea, el cráneo dico o esqu

Después de haber descrito el e
10, con el tículo de topografía eraneoencefälien indicaremos las relaciones de
ziones encefilicas con la superficie exterior del cráneo.

CRANEO OSEO EN GENERAL

huesos contribuyen a formar la caja craneal; son: 1, cuatro huesos impo
al, el etmoide, el esfenoides y el occipital; 2°, dos huesos pares: los pa
Helles y los temporales. EI estudio derallado de extas diversas piezas óxeas pertene

ala Anatomia descriptiva. Aquí debemos considerar el cráneo Unicamente en su con
junto, como cavidad destinada a encerrar el cerebro y sus anexos, Describiremos
sucesivamente su conformación exterior e interior; luego, au constitución anatómica
y su desarrollo, y por último, su arquitectura y su modo de resistir los diferentes

1. CONFORMACIÓN EXTERIOR

Considerado en conjunto, el cráneo revine la forma de un ovide cuyo ¢
da; +2 una región inferior, que se designa también con el nombre de das

biremos primero cada una de estas regiones, de

vs típicas del ovoide erancal y,

1> Bóveda. —La bóveda (fg. 4) forma la mayor parte del ovoide crancal: es
relativamente superficial, y está únicamente cubierta. por el cuero cabelludo y
es sobre Ine que se ex

aponeurosis epiraneal, excepción hecha de las partes lat

dende el músculo temporal; así, pues, es d

1 que pasa un poco por encima del arco superelia, sigue el borde de la

6 caza

través delos tegumentos y que, como veremos después, constuye una señal Im
Game aliada en topogalla aaneoerebral. Por am caras lateralen la bóveda se
aplana, sobre todo en és pane Interior, para formar una región importe. la [om
1), Constitución ansiómica.— Anaiémiamente considerada, la bóveda está for
mada por el frontal, los dos paictales, la porción eıamos de los dos temporales
y la parte superior del occipital, Eos divers hueso, uniéndose los unos con los
©) En la linea media: 1% la mturabiparctal o sagital, con el aguero parca,
colocado slempre en las cescanías de eta suturas 20, por delante de la sutura agi
ta tura metópica o mediofrontaly que
separa los dos frontales del fo y del
soci nacido, pero que desparece poco
2 paco despues del nacimiento, de tal
mado que en el adulto existe un solo
owe veut anormalziene poste e
fundir con una lines de frerur cuan
traumatimo de la región frontal que
taya denudado el esqueleto
En lor leds: 12, por delame,
la silera Jromeparieil à coronal; ve
cordaremos que dl crece de las suturas
mesópica y sagal con la coronal cone
dupe ci bregma, punto de referencia
usado en copograliacraneocerebral
para determinar la extremidad superior
del surco de Rolando (véme más lejos;
3% hacia aro, La suture. paritooclp
04 con la sgl se lama lambda,
Beret dt coe, via por su price D En le fos temporal: 12. por
ad E dette Tas suture que unen ei ala
ois Stands pe a to, az mayor del elenoides con e frontal, a
: na, FAROE ie y porción escamos del temporal;
fl conjemo de estas suturay al cual e
le ha dado el nombre de ferión, aunque varia alo según los individuos, tiene una
forma que secuerd In de fa leva My más a menudo la de la Mi la Hes general
ment verdal (H); sin embargo, algunas veces cua echada (m): el perio cores
ponde al co eorcal de Moca; 2°, hacia aus, ls diferentes sutras que unen
& pares, el occipital y la masoides Las que al une, forman uno de 19 puntos
singulares del cráneo, el seri.

Base. —La base del cráneo esk formada por el etmoides, el esenoides, el
temporal y el occipital. Irregularmente plana, está atravesada por numerosos agujeros
por donde paran los órganos, nerviosos la mayoría, que van de la cavidad del cráneo
3 as regiones de la car y cuello,

‘AL contrario de la bóveda, la base está profundamente escondida, recubierta por
la cara en su parte anterior, el cuello, la columna vertebral y la nuca por dettas

unto ósro Ex cena 1

Es, pues, en términos generale, difcilmeme explorable y accesible, y se comprende
que un agente vulnerable no pueda afecarla sino después de haber atravesado antes
Jas regiones de la car y cuello que la cubre

'No insisiremos más por ahora. Volveremos a ocuparnos en ello al estudiar des
pués las numerosas regiones con las que no solamente la base del cránco exá en
Telacidn, sino que, además en mayor o menor excaa, contribuye a formarlas

32 Formas típicas del ovolde craneal. — Partiendo del tipo fundamental que
acabamos de describir, el ovoide crancal presenta variaciones considerables según las

AO, CN

razas y según los individuos, Esas variaciones, o cuando menos las principales, hacen
referencia a la longitud y a la altura

3) Variaciones en la longitud: dolicocefaia y braquieefalia.— Las variaciones en
la longitud del cránco dan lugar a dos tipos extremos que en el lenguaje ordinario
se designan con los nombres de cráneos largos y cráneos cortos; pero el grado de alar
gamiento anteroposterior del crinco ha sido precisado, en antropometrs, de otra
manera, merced al estudio del índice craneal,

EI índice crancal (indice cefdico en el vivo 0 en el cadáver revestido de sus
partes blandas) se obtiene dividiendo el diámetro transverso. máximo (multiplicado
por 100) por el digmero anteroposterior máximo (Indice 2212. , Puede, pues
“cfinire: Ia relación centesimal del diímetro transverso máximo al diámetro antero.
posterior máximo, Decir que un cránco tiene un indice de 73 significa que, siendo 100
1 didmetro anteroposterior del cránco, su diámetro transverso cs 72. Las variaciones
extensas del Indice crancal han permitido clasificar los erineos y, por consiguiente,
los individuos y as raras en cinco grupos, a saber

Dalicocdtaos Indico=75 y por debajo
Motion Là &
Sttbraquctate 2 EGR 3 fois,
Prague D ENS 7 pot inci.

Para dar algunos ejemplos tomados de las razas blancas, recordaremos que los
angloescandinavos, los francos y los sardos son dolicocéfaos (fg. 5, A). que los cols
(auverneses, aboyanos) los ligutesy Jos lapones son braquicéfalos (ig. 3, 1). El indice
Celalico no corresponde exactamente al indice craneal; hay siempre entre ellos una
diferencia, debida a la presencia de las partes blandas, que acrecienta a la ver los di

metros transverios y anteroposterior, pero principalmente el transverso. Boca esi
que es preciso rebajar dos unidades del indice ceflico del vivo para tener el índice
‘raneal. As, un sujeto cuyo Índice cefälico sea de 85, tendrá un indice craneal de 83

ho. 6
Deformaciones aries del coco.

d) Variaciones en la altura: ortocfals, platicófalos e hipicéfalos.— Las varia
ciones en altura originan los cráneos altos y los cráneos bajos; pero también en este
punto la antropometra ha precisado estas variaciones representándolas por un Indice
l'indice vertical del cráneo.

El índice vertical se obtiene dividiendo el diámetro basilobregmáticox 100 por el
dlámetro anteroposterior (Indice = Beten: 12), Ese indice, muy variable, como
«el precedente, es, por término medio, de 74, lo que quiere decir que la altura del
cräneo representa poco más o menos los tres cuartos de su longitud, En las mediciones
de Boca oscila entre 60 y 91; los vascos de España son los que tienen el índice
‘mayor, los javaneses los que lo tienen menor.

Se designa con el nombre de ortocéalo (de ofpos. reto) a los sujetos que tienen
un indice venal del cránco comprendido entre 70. y 74. Aquellos cuyo indice ver
tical es inferior a 70.1 se llaman platiéfalos (de sharis, plano) y los que tienen un
¿ndice superior a 75 toman el nombre de hipsicejalos (de tors, alto)

42 Detormaciones craneales. — El cráneo, como las otras partes del cuerpo,
puede presentar deformaciones tan numeross como variadas. Estas deformaciones
reconocen múltiples causas, y desde este punto de visa, podemos dividilas en art
fiiales y patológicas.

3) Deformaciones artificiales. — Las deformaciones artificiales, señalados ya por
Hindouerrs, son muy antiguas y se encuentran todavia en nucuros días entre los
eurdos de Armenia, en algunos pueblos sirios del Libano, en la América del Norte
en algunas tribus de la costa del Pacifico y hasta en Francia en ciertos departamentos
de la región subpirenaica. Se obsienen por la compresión continua y metódica de tal
© cual región de la cabeza con la ayuda de vendas, laos, cofas especiales, tablilas,
Saquitos com arena, ete,

Uso suo an anna. 9

Las deformaciones así obtenidas y hechas persstentes son extremadamente va
riadas, por más que, según Baoca, podrán referine a dos grupos principales: las de
formaciones altas y las deformaciones aplastadas, En las deformaciones aplastadas se
ha hecho una primera presión sobre la bóveda del cráneo; una segunda o contrapre
sión se ejerce de abajo" arriba sobre la pared inferior de la cabeza, sea bajo el men.
ón, sex en la nuca, debajo del occipucio. Resulta, naturalmente, un aplastamiento
del erineo en sentido vertical, El ovoide craneal (ig. 6, A) se ensancha transveral
mente al mismo tiempo que se alarga en sentido anteroposterior: la frente está
aplastada y deprimida, el occipital y hasta los parieales sobrealen fuertemente hacia
ats

e las deformaciones aplauadas señalaremos la deformación simétrica alar

Re

Deformaciones craneales de origen encetico

(Gossr). observada en los antiguos aymaras de Bolivia; la deformación anular
de Fowtte, observada en Normandía y en la Vendée; la deformación tolosena, de la
que presentamos aquí un ejemplo (Bg. 6, A, tomada de Baocı). En las deformaciones
altas, la presión y contrapresión se ejercen ambas sobre las dos extremidades del ovoide
crancal, la una a nivel de la frente y la otra sobre el occipital. Comprimido as el
crineo en dirección anteroposterior. se reduce en cl sentido de la longitud, al mismo.
tiempo que se desarrolla transversalmente y, sobre todo, de abajo arriba. Las princ
pales deformaciones altas son: 13, la deformación cuneiforme levantada de Gost
(Gg. 6. B), característica de los naluas, los natchez y de los antiguos pueblos filipinos
5, la deformación occipital simple de los malayos y de los incas: 3%, la cabeza trio
bulada de ciertos pueblos antiguos del gollo de México, en la cual una depresión
anteroposterior profunda divide la región bregmática en dos partes Iteales salientes
ma de lóbulo; el tercero está formado por la parte posterior del crane

Se comprende que semejantes prácticas no se

siones ejercidas de manera permanente sobre el cránco le impiden desrollane: de
qui la disminución de la capacidad erancal que se nota en los deformados No es exo
todo, sino que, ejerciéndose secundariamente sobre el cerebro, imponen a Ce una
forma que no es la suya € impiden en los puntos comprimidos la libre expansión
de las circunvoluciones, con la consiguiente repercusión sobre el desrrollo de las
facultades intelectuales y morales Fowitr, en 358 pensionistas del aslo de Suint-Yon,
cerca de Ruin (109 hombres y 229 mu $ (03 hombres y 145 mujeres)

siempre inofensivas, Estas compre:

.. en grados divenos, presentan deformaciones erancales. Luxien. por otra parte,
Gn 140 individuos del asilo Niort (de los cuales 21 eran iiows, 13 dementes, 9 epilép
Ficod y 5 afectos de enfermedades nerviosa contó 48 deformaciones craneales. Afor-
tnadamente la práctica de las deformaciones craneales artificiales es cada ver más
Fara y no cabe duda de que dentro de algunos años acabará por desaparecer.

1) Deformaciones patológicas. — Como su nombre indica, las deformaciones pa
toldgicas tienen por causa lesions que recaen ora sobre el encéfalo, ora sobre su envol

a Las primeras, deformaciones de origen encefélic, son la consecuencia de un
Stada morbexo del enetfalo o de sus cubiertas, Las principales son: 13, la micro

Delormaciones patológicas por sinon

cellia (6g, 7. A), caracerisada por la extremada pequeñer de la caja craneal (cráneo
‘yo didmetvo anteroposterior es inferior a 148 mm) y debida a la suspensión de des
srwollo de la masa enceflica; 23, la hidrocealia (Og. 7. D). caracterizada por el enor
me volumen del cráneo como consecuencia de la acumulación anormal de líquido
‘efalorraquideo en los ventrículos cercbrles o en las meninges

8) Las segundas, deformaciones de origen do, provienen, según los casos, bien
de una afección general del tejido óseo (raquitimo, osteomalacia, sii, creinismo),
bien de la bliteación prematura (sinostons) de una o varias suturas. Vmnow señaló,
hace mucho tiempo, el hecho de que cuando una sutura se obltera precozmente, ames
del nacimiento o en la primera infancia, los dos huesos que la forman no se desarrollan
más a nivel de los bordes soldados, resultando en este punto una suspension de des
Amoilo de la caja craneal, Por otra parte, al encontrar la masa encefálica det
En su expansión a nivel de la sinontosis, dirige sus efuerzos a otros sitios, a todas
Aquellas regiones que han conservado libres sus suturas, determinando en ellas abulta

uvre

mientos llamados de compensación, Toda sinostosis precoz produce. pues, dos defor:
maciones: la una directa, que radica en el punto mismo en que se encuenta la
sutura obliterada; la otra indirecta o secundaria, que se produce en regiones mis o
‘menos lejanas.

Estas deformaciones por anos (fg. 8) varian mucho. Seaemos entre as principales:
u a cafe (de sea. bate, Y sep, ea), que & debian à la dto de a
ura apa yen te cual Dvd del cine} ala ver muy Sueca ÿ muy aang, parce
Un barco vucto hacia abajo 25, la acocfatia (de apes, pumizgudo), u extras de &
Puntiagude o cabe en forma de pil de aula, en la cual el sei > me
{ico ex muy prominenter esta forma cs dida a la sinocns multa de las dos su

ar hasta la ceguera completa (P. Merz, Mirsomeno y Cxtsiac; 30, la platea
GE maris, aplanado), cn I cual alocipudo, por lo consi, etd más > menos splanade
de arriba abajo; su eigen et en I imo Inca! de frontal y los paca: 47, la rigen
ll (de apuros wlangular). en la cual el cráneo, vito dede ariba, se parís a un tin
flo, co Ver comesponde al metapiön: cs ebido a a amour congenic de la stur
mstópio o mediotrontal: 5°, la plgioraie (Se shan, blew). camarada por Unc
fertementeasimrco(erdncoeblicue ova). en el que I parte anterior de un lado y la pare
poncrior det otro atin más doarrliagsy, de mana que la longitud máxima del Enc
tnteropoterior en la lina metía, sino obicns de un lado al oro. ex decir. diagonal
(Worms); eta deformación es debida en muchos vos à la blitración prematura de una
See amas, sea de a muta coronal, sea de la scura Eambdolda. Como variedad de
plaiccalaseñalremor cl cráneo renferme de Maxoumıa, a amado porque vito dese
Iria (i. 8, D) recuerda basan bien la configracon general de un rida, correspondiendo
is pane txevada (a que repraena el hie) al lado de Ta sutra coronal que e ha soldado
prematuramente: ot ado opuco es entonces má o menos sbombado,

CONFORMACIÓN INTERIOR

Aquí también podemos distinguir en el ovoide erancal dos regiones
ión superior que forma la béveda; 2", una región inferior que constituye la base

1% Bóveda. —La cara interna (endocrancal) de la bóveda del cráneo nos pre

©) En la línea media y de delame atrás: 12, la cresta frontal, dominando la
apis cria all y el agujero ciego; 23, el canal longitudinal, en el cual está alojado
& seno longitudinal superior. Este canal, que se extiende hasta Ia protuberancia occ
pital interna, no está siempre exactamente en la Tinea media; en gran número de
Individuosse le ve inclinar ligeramente hacia el parietal derecho.

®) En los lados encontramos las tres fosas: frontal, parietal y occipital; en estos
sitios la superficie deca presenta eminencias mamilares, impresiones digitales y los
Surcos ramificados de la arterla meningea media

2% Base.—La base del cráneo en estado seco cs muy irregular, atravesada por
agujeros y errada de eminencias. Cuando el cráneo está recubierto por la duramadre
u aspeto varía sensiblemente, porque la membrana rellena o estrecha ciertos aguje
ros. modifica la forma de las partes salientes, te

3) Limites que separan los diversos compartimientos. — Dos apöiis ósea, el ala
menor del eıfenoider y el peñasco, dividen claramente la base del cráneo en tres
compartimientos (Bg. 10): tno anterior, uno medio y otto posterior. Cada una de
estas apófiis forma parte, naturalmente, de dos compartimientos à la ver: el ala
menor, del compartimiento anterior y del medio; el peñasco, del medio por su cara
anterior y del posterior por su cara posterior.

De las dos eminencias óseas antes citadas nos interesa solamente el pefiasco. Co
nocemos su forma piramidal, su direcciôn oblicua de fuera adentro, de atrás ade:
Tanto y de abajo arriba, así como las conexiones que presenta. Recordaremos que
fusionado con el temporal por su hase y su mitad externa, está, por su segmento
immo, altado del esfencides y del occipital por agujeros o conductos, en parte
recorridos por vasos y nervios, o bien ocupados por manojos fibrosos, verdaderos liga
mentor que unen este segmento interno del peñasco con el esfenoides y la apóbisis
bar. Uno de esos ligamentos, el ligamento petrorsfenobasiler (ig. 9, E), que une
(© Venice del peñasco a la lámina
cuadriláter y a la apófisis basar,
es capaz, en ciertas fracturas ira
adas de la base del cránco, de
arrancar la punta del peñasco. Si
a que el nervio motor
cular externo pasa por debajo
de exe ligamento casí en contac
lo con la punta petros, 1 6 2 mm
laca fuer, se explica el porqué
puede observarse en. seme
Caso una lesión, ya inmediata
Posterior, del nervio (según que

ximo sea lesionado en el
‘momento de la fractura 0 compr
mido uleriormente por el callo)
ho. 9 lis del recto externo del ojo

det nervio motor ocular externe y el igh: (Paxıs, Fruizen), La punta del
nie del pee y el seno taverns.

peñasco ex a veces excavada for

mando celdas más o menos des
rrolladas, las cuales están en co
municaiön con las vidades del
vido medio (weave Caja del tim
Fano) a través de las celdas per
Iaberinticas (Mover, Baer
wre). En este caso se comprende fácilmente que una infección originada en el
oído medio (ii media) pueda propagane a la punta del peñasco y dar origen
entre otros accidentés, a una parálisis del motor ocular externo. Esta asociación de una
¿tits media con una paris del nervio abductor del ojo constituye lo que en otolo
se denomina el sindrome de Gradenigo.

El peñaxco desempeña en la arquitecra de la caja craneal un importante papel: repre:
nen un eonrafurte selocado entre la pared lateral del erineo y el mache central de la
Die (A. Nima); por eta crcumanda, dicho peñasco soporta cn gran parte los choques
que rien sobre el eno. Gracias à un epocas conexiones con el sfenoides y el ocipital
fees que se encuentra separado de efor huecos por un pequeño espacio relene por una
See de amohadila clásica formada por la vena yugular interna, nervios, una membrana
Aral grace y un Abrocatllage), puedo, hata cierto punto, amortiguar dichos choques, de
Piano en musa, con lo que permite a evoide craneal reir sin peligro trauma
X pon de est favorables condiciones el peñasco se fractura con frecuencia, ya de modo
a conjamcamente con la bóveda (rar de a bóveda srradiadas a la base), Esta
rs caudlndss por A. Noam, intercian con frecuencia ls cavidades del ido y el nerrio
faa, le que tone con el peñasco importantes relaciones, aer de las cuales hablaremos
extemamente más adela (re Oido)

cuineo ósto ex crema, 3

») Compartimiento anterior. El compartimiento anterior de la base del cráneo
ext limitado: hacia delante por cl plano convencional arriba indicado que separa
la base de la bóveda, hacia atrds por el borde de las alas menores del exfenoides y el

Fre. 10

La bate del cráneo, vita dede avia, después de rscada la masa ene.

canal óptico; presenta hacia los lados las eminencios orbitaios, y en la linea media,
yendo de delante atrás, la apófisis er gal, la lémino cribowa del etmoides, los
Canales olfatorias, el canal dptico y los dos agujeros ópticos.

©) Compartimiento medio. —Se halla limitado, por delante por las alas menores
del esfenoides, y hacia atris, por el borde superior de ambos peñascos. El cuerpo del
esfencides, emineneia media excavada en su cara superior por la silla turca y en sus
aras laterales por los canales cavernosos, divide el compartimiento medio cn dos
fosas profundas, derecha e iaquierda, donde descansa la punta de los lóbulos tempo:
rales. Alrededor de la base de cıta eminencia media encontramos, yendo de delante
atris, una serie de agujeros o hendiduras, que son: 1°, la hendidure esfencidal,
por donde pasan una porción de vasos y nervios destinados a la órbita; 4%, el agujero
redondo mayor, atravesado por el nervio maxilar superior: 3°, el agujero oval, reco
ido por el nervio maxilar inferior; 4%, el agujero redondo menor, por él que
penetra en el crineo la arteria meninges media; 5°, el agujero rasgado anterior, que
en estado fresco está cerrado por una lámina Rbrocanilapinoen atravesada por el ner
vio vidiano; 6, finalmente, l orificio interno del conducto carotideo, abierto en el
vénuice del peñasco, por donde la carótida interna penetra en el cránco para colo
fae en el conducto cxvernono,

@) Compartimiento posterior. El compartimiento posterior es el más extenso
de los tes. La cresta occipital interna, que prolonga el canal longitudinal de la bo.
veda, lo divide en dos fos, derecha e inquierda, destinadas a alojar el cerebelo, Nos
presenta sucesivamente:

©) En la lnea media y de delante atrás: 1, el canal basilar, en el cual descansan
el bulbo y la protuberancia anular; 2%, el agujero occipital, por el cual la cavidad.

con la cavidad raguidea y que está ocupada por el bulbo, las dos
les y una porción de la amígdala cerebelo:
MA los lados: 1, el canal del seno petroso superior, que sigue el borde superior
det peñasco, por delante del que se sitúa a menudo, de tal modo que entonces forma
parte más bien del compartimiento medio que del posterior; 2%, el conducto auditivo
interno, por donde se introducen el nervio auditivo, el facial, el intermediario de
Weisberg y la arteria auditva; 3% el acueducto del vestíbulo, que da paso al canal
endolintico; 4°, el agujero condileo anterior, por donde pata el nervio hipogloso

À canal del seno lateral, con el agujero mawoideo; 6°, el agujero rasgado posterior,
atravesado por la vena yugular interna, los nervios neumogástrco, espinal y gloso
faringeo, este último aislado en parte de los anteriores; 7%, por último, el canal del
seno petroso inferior

CConforme acatamos de ve, cierto número de agujeros de la bue del cránco dan paso a
importames troncos neviios Ahora ben, puede suceder que à comecuencia de un proceso
de citación exagerado, o también à cau de una pero, ordinariamene de origen si
tico, el nervio quede comprimido en su conducto dico que se ha hecho demasiado estrecho;
de clo resulta nari más o menos grave. Ente cis meurs la más frecuente de todas
«sa neuralgia facial, que como se sabe, radica en ls ramas del trigmino: la cual se era
Sm mis frecuencia en el lado derecho que en el lquierdo (go % de los caun, gin Sica),
y esa localización encuentra quid zu explicación enel hacho de que ls agujeros de la mit
crea de la base del eine, por sega general, som ya normalmente más trchos que ws
‘det mitad qui,

3. CONSTITUCION ANATOMICA

Con este titulo estudiaremos sucesivamente: 1%, la estructura especial de los hue
sos del cráneo; 2%, su espesor; 3%, sus medios de nutriciôn, zus vasos

Le Estructura especial de los huesos del cráneo.—El esqueleto craneal, cu
ierto exteriormente por un periortio delgado, es tapizado en su cara interna por
la duramadre, que desempeña a su ver el papel de un verdadero periostio. Eos

huesos están constituidos por dos láminas de tejido compacio, la lamina o table
interna y la limine o tabla externa, entre las cuales se interpone una capa mis o
menos gruesa de tejido esponjoso llamado diploe. La lámina interna, que se designa
también con el nombre de lámina viren, ha sido comiderada como desprovista de
toda elenicidad, atribuyéndose antes su fragilidad especial exta
se sabe efectivamente que después de ciertos traumatismos, y en particular de balazos
tangenciales al cránco (Devon, Cuavvet y Nox) se observan fracturas extensas
de la tabla interna, con lesiones minimas, y hasta con integridad completa, de la tabla
externa. Hoy se admite, con Arın y Travan, que las lá 5
minas externa e interna tienen, a poca distancia, las mis 3
mas propiedades fiicas: ai la tabla interna se fractura
algunas veces aisladamente y siempre con frecuencia mu
‘cho mayor que la tabla externa, no es por defecto de
elasticidad, sino porque, perteneciendo a una curva de ra
io menor que la de la tabla externa, está sometida a

falta de elawicidad

mayor encorvamiento cuando un traumatismo, obrando, Ben
sobre la biveda del erineo, tiende a enderera lus curvas. Cote frontal de cráneo

El mecanismo es el mismo que si cogemos un bastón por
sus dos extremos, lo apoyamos sobre la rodila y lo cur
‘vamos hasta llegar a romperlo: la rotura comienza por las fibras leñosas que están
sometidas à mayor encorvamiento, o sea por aquellas que no descansan directamente
sobre el punto de apoyo,

29 Espesor.— El diploe, muy rico en vasos, es más @ menos abundante, según
las regiones; asa fata en ciertos puntos, por ejemplo, en la porción excamom del
temporal. Esta desigual reparición del diploe nos explica en parte el espesor variable
de las diversas regiones de la bóveda crancal. En términos generales, puede de

que el expesor de la bóveda va creciendo del frontal al inión; por término medio
mide 5 mun a nivel de la protuberancia occipital. Es mucho más delgado sobre las
partes laterales y, en particular, en la fou temporal, donde sólo mide de » a 3 mm.
En la base pasa lo mismo: al lado de partes gruesas hay segmentos óscos constituidos
únicamente por una lámina ósea de tejido compacto Kno, papiriceo (lámina cribosa
del crmoides, sila turca, peñasco, ete). Más adelante, al estudiar el modo de ressten-
cia del cránco, veremos que este espesor, que aumenta en ciertos puntos la solider
de la caja craneal, no exá repartido sin orden, sino que, al contrario, presenta una
disposición determinada y regular que permite comprender el modo de propagación
¿de las fisuras en ls fracturas del cráneo (pág. 19).

El espesor variable de los huesos del cráneo obliga al cirujano que practica la
\repanaciön a vigilar constantemente la penciración del txépano, si no quiere expo:
nerve a herir las meninges y los órganos subyacentes, Este espesor se modifica con la
edad; en el viejo se hace más desigual, adelgarändose el esqueleto en unos sitios ¢
hipertrofiándose en otros. Se modifica igualmente bajo la influencia de ciertas alec
ciones y sobre todo de la sis; son conocidas as exostosis, las enostoss, las hiperos
tosis que se observan bastante a menudo en esta enfermedad y dan a los huesos del
cráneo un espesor y una dureza considerables (Bg. 11). Los huesos del cráneo pueden
ser asiento de osteitis y de osteomicliti de tendencia csencialmente invasora, debido,
conforme veremos luego, a la disposición de las venas diploicas (LayxetoncuE, Jays)
La vecindad del cerebro explica la gravedad que en un momento dado pucden pre
semar estas afecciones

3> Vasos.— El cráneo, como las demás regiones del esqueleto, nos ofrece, con
respecto a su nutrición, arteria, venas y linfáticos, Las arterias de los huesos del

16 En

cräneo provienen las unas del perioo, es decir, de las arterias del cuero cabelludo,
y las otras de la duramadre, es deci, de la meníngea media, Las venas situndas en el
espesor de la caja ósea se designan con cl nombre de venas diploica: se anastomosin
ampliamente con las venas cxtracrancales y desembocan cn el seno longitudinal, en
el seno de Breschet y en el seno lateral, Primitivamente independiente para cada
hueso en el niño y hasta en el adulto, las venas diploicas se comunican unas con otras
en el viejo. Las supuraciones, con frecuencia de origen auricular, pueden propagar
por estas venas al esqueleto de soda una mitad del cráneo (Lavnsns). Los linfáticos

de la caja craneal son desconocidos.

La circulación es menos activa en los huesos del eräneo que en los otros huesos;

por esto en ellos la reparación de las pérdidas de mbatancia ex mucho más lena, y

ordinariamente suele fallar cuando la brecha dica

s fe ancha (irepanaciön); en semejante caso, el or

> ficio se ciera de ordinario. por medio de tejido

Fibroso. Según Matcmiene, las fracturas del rd

neo mo consolidan por medio de un callo deco;

los hechos, sin embargo, contradicen esta opl-
y IT niôns esas frac

un callo dsco, pero exuberante, debido a la poca
separación que existe entre los fragmentos, ir
cunstancia por otra parte favorable, ya que un
¿all voluminoso comprimia e isttaria el cerebro
e IP subyacente y podría provocar accidentes graves

4. DESARROLLO, FONTANELAS

El eo prit Pedal
ay éso promo su mind nfeñor ve frulovnn en

carilago, mientas su pane superior queda en
cstado de simple membrana: la primera será la
da, yla segunda, la veda,

La calcación se produce en el seno del te
jido carilginoso para la has, y en el interior
LES del ejido oso para la bóveda. En da la onl
ae “ción se hace, en cada uno de los hucos que

rte. dene el’ demo a la perio y
como en la ¿poca del nacimiento no está terminada, resulta que cn el roca nacido
falta todavia en la periferia de los diversos huesos, > decir. al donde convergen
Jos unos Dacia los ots

Estos espacios membranows no osifcadas son ls fontanele, y gracias a ella los
huesos de la bóveda pueden cabalgar unos sobre ouos con lo que se reduce la ear
ber fetal y e facilita su paso por el conducio pelviano en el momento del parto.
Pudiendo las fontanclas peribime con el dedo por medio del tacto vaginal, cons
tuyen un excelente punto de referencia para dagnonicar la posición de la Cc
del eto en la excavación. Se dividen, sgn e sución, en dos grupos: as fonanclas
medi y las fontanelas lateral.

Las fontanelas medias (Be. 12), en número de dos, se disinguen en anterior y
posterior. En estos sitios so desmellan los quiss dermoides llamados por La
LONGUE quistes fontenclres, los cuales rœullan de un enciavamiento de ccoderme
en el momento en que se meldan lor bordes del canal dorsal que forma por delame
«cerebro, La fontanele anterior o jontanela bregmáics es la mayor, coresponde à

Cata del feto a término, vista
por amis (Tr),

la unión de los fontales y paricules De forma romboidal, con el eje aneropose-
dor, mide de 4 a £ cm de lao y de 23 a 4 cm de ancho, La fontancla posterior ©
Tontanela lamidäten ead anuada en e punto de convergenda del occipital y los
os quietos: es pequcña y de forma wlanguhr

Tas ontanclas laterales (ig. 19), menos importantes que ls precedente, son en
mere de cuatro, des à ca lado. De css dos Tomancias fauna ey anıerir y
Correyonde a prés, ts decir al punto de unión del fromal, pri, temporal
Se mayor del esencidos es la fonlanela pérca de Por, La otra, poseo, et
Jada à nivel del astern, care
fea del temporal, esa fontancla es

"demós e Is fontanclas que act
tamos de derbi, fontenclas nor
bares espacios membranosos ein al
SS pee
Tales son: 19, la fonlenele sail
o fentancla de Gran, que se encuen
nivel del obtión (pág. 9; 2, a fon
tanelenasofontal © globeler. que
face comprendido entie los hue

Boss

Cabeza de feto, via por su cara lateral

propios de la nari y el frontal; 39, la

Tontanela metápica, situada. un poco
por encima de la precedente, en el
cuarto inferior de la sutura mediofrontal o merópica; 4°, la fontancla cerebeiosa de
Haver, que ocupa la parte media de la base de la excama del occipital. Como se ve
todas extasfomtanelas supernumeratias se desarrollan en la línea media.

Las fontanelas no desaparecen sino después del nacimiento: la
+ fonianela bregmática ed enteramente cerrada de ordinario hacia la edad de dos
à tes años; persiste, sin embargo, entre los diversos huesos una delgada capa fibrosa
la membrana sutura, gracias a la cual el hueso continúa excciendo en superficie

membrana sutural es a los huesos del cráneo lo que el carílago de conjun.
a los huesos largos de los miembros. Cuando la osilicación ha invadido exa
‘membrana (sinostosi) el cráneo ya no puede aumentar de capacidad; esta sinosteis
suele empezar a la edad de cuarenta y cinco años; si aparece antes, y en particular
durante la infancia, produce trastornos que varían según sea parcial o total. Limi
tada a algunas suturas, determina las deformaciones que hemos señalado antes (pá.
gina 9. Total, impide el desarrollo del cerebro y produce microcealia © idiot
Por exo Lawstuoncu aconseja practicar en tales casos una craniectomia extensa, ©
decir, una amplia rescciôn del esqueleto craneal para liberar al cerebro encerrado
fen su envoltura dica inextensble, Conviene añadir que el papel de esta sinostsis
en Ja mierocefalia es de los máx discutidos, pues muy a menudo falta; esto exp
ue la cranicctomia no haya dado hasta el presente ningún resultado,

ran fontanela

5. ARQUITECTURA DEL CRANEO

(Su elasticidad y su resistencia)

La caja craneal, cuya configuración exterior € interior acabamos de estudia,
encierra el encéfalo y sus anexos y los protege contra los choques exteriores. Exe
papel de protección lo debe a su clasicidad y a una resistencia especial relaciona

con la disposición arquitectónica de las diferents piezas eiqueléticas que constituyen
«l cráneo, Veamos, en primer término, cuál es el papel que desempeñan las suturas.

1: Las suturas en sus relaciones con la elasticidad del cráneo. — EI cráneo,
no ya sabemos, no est consituido por una sola piera dic, sino por ocho huesos

unidos unos con otros por medio de suturas. Exa
multiplicidad de piezas constitutivas de la caja cra
cal no disminuye en nada su resistencia, al contra
rio, la aumenta, pues da a sus paredes una gran elas
ticidsd:

à) Las sutures no disminuyen la resistencia del
erdneo-— Huxsuur demoró que esto depende de
su disposición. En efecto, mientras que el frontal,
los parieales y el occipital se unen por medio de
dentellones que engranan unos con los otros, estos
mismos huesos están unidos a la excama del tempo
ral y al ala mayor del esfenoides por bordes cortados
à bel y dispuestos de manera que el borde este
noidal o temporal cubre enteramente los otros bot
Esquema detinido a demostrar, des, De esto ren que cualquiera que sea el punto
en yn core frontal del cráneo, Ge a bóveda sobre el cual actúe un traumatismo, el

tual de reza de LE RR undimieno 0 separación de Is hueis es al Im

save posible,
Lamina tempt cg. tens Un ejemplo nos lo va a demostrar: un choque
RIE Geet LE violento aplicado sobre el vértice del cránco y que
E Ra Ha = MAT ine sobre el borde superior de los parictales tiende

à hundir ese borde hacia la cavidad del cráneo
(fg. 14. a); ¿qué sucederá? Este borde no se moverá porque los dentellones de la
sutura sagita se oponen y porque, por otra parte, el movimiento no puede produ:
«ise a no ser que el borde inferior de estos mismos huesos se inclinase hacia fuera

ahora bien, esta separación hacía fuera del borde inferior de los paritales es imposi
ble por la disposición del temporal, cuyo borde cubre el del parietal y constituye para
este hueso un verdadero arbotante. Las suturas quedarán, pues, intactas; sólo el esque
Teto se romperá s la violencia es intensa

La clinica nos enseña con suma frecuencia que, en los traumatismos del cráneo,
la disyunción de las suturas, comparada con las fracturas, es extremadamente rara
exige para producirse una violencia considerable y se acompaña de manera cal cons
tante de roturas dues.

D) Las suturas aumenten la eloticidad del cráneo. —Si se deja caer un cráneo
de adulto desde cierta altra, rebota como una pelota elástica, aplanándose y hasta
dleprimiéndose para recobrar en seguida su forma primitiva, como lo. prucban las
experiencias de Fruszer; es, pues, telaivamente muy elástico

Bruns, Feuzrr, Baus, Hess NicoLar y Messtarn intentaron medir eta ela
ticidad; de sus investigaciones resulta que, de todos los diámetros craneales, el did

ro transversal es el más elistico y el que puede reducirse un centímetro

cuire óseo EN caxo 9

Esta propiedad es notable si se tiene en cuenta que el cráneo es deo, y sabido
la clasticidad del tejido dco es de las más exiguas, Esta gran elastcidad
idos entre sl los huesos que cons
tuyen la caja craneal, en una palabra, a las sucuras
La prueba es clara: muy notable en el niño y en el adulto, en los que las suturas
existen, la elasticidad del cránco dessparece en el vicjo, en el cual, como es sabido,
las suturas se osfican; en este último el cránco se conduce como si estuviese formado.
de uma sola piera ósea y su fragilidad es muy grande: cuando se le deja caer dede
cierta altura, ordinariamente se 10

2> La arquitectura del cráneo en sus relaciones con las fracturas. — Cuando
un traumatismo alcanza la bóveda del cránco (1), se produce una fraciura en el
momento en que se rebasan los limites de su resistencia, o sea su clasicidad. La
rotura comienza en el punto de aplicación del traumatismo, pero no queda local
zada all sino que cai siempre se irradia a distancia hacia la bate, tanto más lejos
cuanto mayor haya sido la violencia. La dirceriön y el trayecto de lay fisuras dependen
de la arquitectura del cráneo,

A. “Teoria axmieva.—No se admite ya hoy la antigua concepción de Saver:
norse y de Sauouraur. Estos autores comparaban el cränco a un eseroide y deducian
que cuando un traumatismo alcanza el erdneo, las vibraciones. producidas se propa
fan uniformemente a todos los puntos del esícroide y determinan una rotura en su
parte menos resistente, en la base en el caso particular, Según esta teoría, las frac
Aus de la base del cráneo eran siempre fracturas por contregolpe, es decir, fret
ras aisladas € independientes de las de la bóveda, Sin embargo, la experimentación
y la cínica demuestran que en la inmensa mayoría de caos las fracturas de la base
ho son sino irradiación de las fracturas de la bóveda. La teoría de Saucinortr y de
Stwounavr, verdadera quizá para algunos casos excepcionales (existen ejemplos indis
eutibles de fracturas por contragolpe, y uno de nosotros presentó una Observación à
la Sociedad anatómica de Paris), no conviene a la mayoría de ellos.

o Is fractures aladas de la base o fracturas por contragolpe, a las que la teoría de
Swemorre y de Sisoumur © quis aplicable, el toto de factura ocupa, por regla genera,
las bóvedas erbiaris, porción la más frágil de la bae del einen. Puede igualmente, como.
os conocidos experimenter de Para. tienden à probarlo, leute en el peñasco cuando el
‘hogue rece sobre la he de exe hueco; la factura interes entonces la pirámide perros,
Sen perpendicular, sa paralelamente a su eje, y se acompaña, al mimo tiempo, de

ne constant, de un aplastamiento o de un arancamlento de vérice de I spé.

B, "Tronía actuat.—La teoría que parece aplicable a la inmensa mayoría de
Fractura de Ia base es la siguiente: el trayecto recorrido por las fisuras está en rela
ción con la disposición arquitectónica del erineo (Anan, U. Taerar, Fruszen). Impo

pues, desde luego conocer exactamente esta disposición arquitectónica. Hemos visto
Anteriormente que el espesor del esqueleto craneal estaba repartido de modo desigual
pero no sin orden, y que al Indo de porciones gruesas y sólidas se encuentran seg
fientos delgados poco resistentes. Teniendo en cuenta la situación recíproca de estos

«puntos fuertes y de esos «puntos débiles» (ig. 15), puede decirse esquemática.
mente que el cráneo está construido a la manera de un barco de quills, 0 sea con
sólida (parte reforzada) y, en los intervalos, por pieas más débiles (Penne

os reforzados. —En un barco de quilla los puntos de resistencia son
x, la carena, pieras laterales o varengas y finalmente el pice
te. En el cráneo, la pieza basilar extendida del agujero occipital a la alla tures co

1. eräneo vito por
ariba: I, base dl ince via por su care noc WV, Doc

responde a la carena, a piera sincipial al puente, Las varengas estin representadas

por seis zonas gruesas, de las cuales den, Ia una anterior y la oıra posterior, son im
pares y las tras cuatro laterales son simétricas de dos en dos Estas seis plezas de
Fefuerzo, que no son más que las vigas 0 potros de Ranınz 0 los arbotentes o sostenes

de Fur, están formadas: 1° la anterior, por la zona frontoctmoidal que une la

pieza sincipial ala pieza basilar; 2%, La Posterior, por la piera occipital que va del

sincipucio a la piera basilar, después de haber rodeado el agujero occipital, 97, la

anterolateral, por la pieza orbitoesfenoidal, uniéndose con la base por el ala menor

del esfenoide; 42, la posterolateral, por la pieza petromasoidea extendida del sine
io a la masoïdes y de ésta, por el peñasco, hast la apólss basilar

œuixro óseo Ex cr

3). Puntos débiles, — Entre los puntos relorzdes, contrafuertes o arbotantes de
Fruszer, el tejido óseo es delgado y frágil para formar las Áreas intermedias. Estas
superficies son en número de tes: 13, el drea frontocifencidal, que corresponde al
compartimiento anterior de la base: 23, el drea esfenopetrosa, que constituye el com
partimiento medio: 32, el dren occipitopetrosa, que forma el compartimiento poste
rior. Hay que tener en cuenta, además, que los arbotantes presentan también pun

débiles: precisamente por ellos es por donde las irradiaciones de las fracturas
pasan de una área débil a la contigua. El punto débil del sostén frontocemoidal est
3 mivel de la lámina eribosa del cemoides; el del arbocame occipital se halla situado
por detrás de cada cóndilo occipital, En cuanto a los puntos débiles de los arbotan
les laterales, ocupan, para el orbitocsenoidal, el punto de implantación de las alas
del esfenoïdes (agujero óptico, hendidura esfenoidal, agujeros redondos mayor y
val, etc), y para el petromastoideo, la porción del peñasco donde están excavadas
las cavidades del oído, Finalmente, ouo de los puntos débiles es el punto de union
de los arbotantes con la piera basilar,

32 Mecanismo de las fracturas del cránco. — Ahora que conocemos la dispo
sición arquitectónica del crinco, veamos lo que sucede cuando un traumatismo alcanza
la bóveda en un punto cualquiera

Se observa primeramente en el punto de contacto una depresión que está limi
tada por los arbotantes vecinos y que puede alcanzar, sin fractura, hasta un centime
tuo de profundidad. Cuando se rebasa el limite de elastiidad, la pared eraneal se
rompe; primeramente cede la tabla interna (pág. 15) y después la exter

Si el traumatismo es bastante intenso, desde exa fractura de la bóveda parte
fisuras que se dirigen hacia la base, caminando por el espacio comprendido entre
los arbotantes, es deci, por las zonas o superficies débiles. Muchas veces quedan loca.
lizadas, por más que en ocasiones pueden pasar de una zona débil a la vecina, fran
queando así los arbotantes por una vía anatómica bien definida: el punto débil

Esto nos lo demostrará la descripción de trayecto seguido por los trazos fs
varios de las fracturas de las regiones frontal, temporal y occipital. Después de un
reumatismo de la región frontal (ig. 16, A), se ve el trazo de la fractura descende
hacia la base, pasar generalmente por la excotadura supraorbitaria, recorrer el techo
de la órbita y detenerse en las alas menores del esfencides, Si el traumatismo ha
sido violento, la fura se extiende más lejos, se propaga, bien a la otra mitad del
compartimiento anterior pasando por In lámina cribos del etmoides, bien al com-
partimiento medio atravesando el conducto óptico, la hendidura esfenoidal (de aquí
la ceguera y la parilisis delos músculos oculares que se observan en al caso), los aguje
os redondo mayor; oval, et, hasta la punta del peñasco, que también puede inte
resase (fractura de la punta del peñasco). Después de un traumatismo sobre la región
temporal (6g. 16, B), la fisura desciende hasta el compartimiento medio de la base
y Mega al agujero rasgado anterior siguiendo el canal petroso (sión posible del
hero), fracturando así el peñasco paralelamente a su eje mayor (fractura Paralela
© longitudinal del peñasco). De aquí puede propagane al otro lado, pasando, sca
por la silla turca (de donde lesión posible del seno esfenoidal), sea por la sutura
occipitobasilar; finalmente, puede penetrar en el compartimiento posterior fact
rando el peñasco perpendicularmente a su ejo y abriendo las cavidades del oído me
dio (fractura perpendicular del peñasco). Después de un traumatismo de la regi
‘occipital Gg. 16, C), el trazo de la fractura recorre la fora cercbelosa y puede limi
tarse a ela; si la violencia es considerable, invade el lado opueso, rodeando el agu.
jero occipital, o bien se propaga a los compartimientos medio y anterior, siguiendo
la sutura perrobaslar, la sila turca, la Mina criboga del etmoides (fracturas postero
anteriores paramedias de la bate del cráneo de Quéxo y Trsson); por último puede

alcanar el compartimiento medio fraturando el peñasco ya, por lo común, en sentido
perpendicular cerca de su punta, ya en dirección oblicua a nivel de su bas, siguiendo
«el canal del seno Intral, el cual suele ra oblicua del peñasco
Para terminar este estudio del mo uras del cráneo haremos
constar que las irradiaciones de los trazos de fractura propagados hacia la. base

agravan de manera considerable cl prondtico, En efecto, como ya lo hemos dicho y
Volveremos a verlo despuéx, la base del cránco está en relación con las cavidades de
la cara (fous nasales, oído, ec); de ello resulta que las fisuras propagadas a esa
base ponen en comunicación el foco de fractura con las fosas nasales o el oído me-
dio, & decir, con regiones accesibles a los gérmenes y exponen, por consiguiente, al
herido a todas las complicaciones infecioms y. en particular, a la meningoencefa
tii, afección cuya gravedad es bien conocida,

PAREDES CRANEALES

Desde el punto de vista de la Anatomia topográfica, la pared craneal forma cin
co regiones, a saber: 13, una región anterior, la región superclir; 2°, una región
Superior, la región occipitofrontol; 32, dos regiones laterales: la una situada por
Galante de la oreja, Ia región temporal; la otra situada por detrás de la oreja, la
región mastoiden; > una región inferior, la de la base del cráneo. Esas diferents
regiones se extienden en profundidad hasta el encéfalo; cada una de clas nos
ftece, por condguiente, tes series de planos, una cape superficial constituida. por
partes blandas una capa media representada por el esqueleto, una capa profun
Tormada por la porción correspondiente del cerebro y de sus envolturas.

‘De las cinco regiones prectadas, las cuatro primeras tienen lim
cisos y cada una de ellas debe describirse separadamente

En cuanto a la base del cránco, mejor que una región es una reunión de elemen:
tos diversos que pertenecen a las regiones vecinas. En efecto, está formada: 1, en I
Tinea media, por la yuxtaposición de las paredes superiores de las divenas regiones
de la mua, de la finge y de las fosas natales; 22, a lor lados, por la yuxtaposición.
igualmente, de las paredes superiores de las tres regiones, auricular, pterigoidea y
orbitaria. Por esta ión de orden anatómico, la base del cráneo no puede describirse
fisladamente, ni siquiera en un estudio de conjunto; la estudiaremos, pues, por par

fen cada una de las regiones que la constituyen

1. REGION CILIAR Y SENOS FRONTALES

La región ciliar, Mamada así porque corresponde a las cejas, es una peque

à la derecha e imquierda de la linea media, entre la frente y los pár

ados. Esla amada región del seno frontal por ciertos autores

12 Límites. —Superficialmente tiene por límites exactamente los mismos de
las cejas: 1°, por arriba, una linea curva de coneavidad inferior que la separa
de la región occiptolromtal; 2°, por abajo, una lnea igualmente curva, también
foineava inferiormente, que corresponde al reborde de la órbita y la separa de la
region palpebral. Profundamente, I región cillar debe ser prolongada, como la región
eccipitofromal que la sigue, hasta el contenido de la cavidad craneal y comprende las
partes blandas superficial, el esqueleto y el seno frontal excavado en su espesor
Esta cavidad, anoxo de las losas nasales, es la que da a esta región la mayor parte de
su interés anatómico, clínico y operator.

2: Forma exterior y exploración,—La ceja tiene la forma de una eminencia
redondeada y arqueada, cubierta de pelos. Esta eminencia, mis o menos acentuada se

«el desarollo del seno frontal, se extiendo transversalmente desde la línea media
9 sus cercanías hasta una vertical que passe algo por fuera de la comisura externa
de los párpados. Como todas las regiones provistas de músculos cutáneos, goza la
ceja de cierta movilidad y gracias a ésta desempeña un importante papel en la expre
sión mimica del rouro.

Ordinariamente en cada una de las cejas se disinguen tres porciones: 1., una
extremidad interna, redondeada, la cabeza; 2%, una extremidad exter, más 0. me.
nos aflada, la cole, siento de los quistes dermoideos de la ceja; 3%, una parte me.

Región cla, plano supera

dia, el cuerpo, comprendida entre la cabeza y la cola. Las dos cejas están general
mente separadas una de otra por una superficie casi desprovista de pelos, que co

sponde a la ralz de la mare y que mide de 5 a 25 mm: la región interior de
ertos autores. Hay caos, no obrante, en que las dos cejas se confunden en la lin
media, disposición anatómica relativamente tara y que cuando existe da a la fonc
mix cierto cardeter de durer.

Por palpación se percibe fäcilmente, bajo las paredes blandas, el reborde supe
rior de la órbita o arco cilia delgado y cortante, que puede cogerse entre el pulgar
y los otros dedos para explorar.

Por regla general, en la unión del tercio interno con los dos tercios externos de
(ste reborde deco, se reconoce la existencia de la escotadura supraorbitaia, por la cual
salen de la órbita la arteria supraorbitaria y la rama externa del nervio frontal: la
escotadura supraorbitaria constituye, como es sabido de cuantos tienen conocimientos
de anatomía, un punto de referencia uulizado para la resección del nervio preciado.
así como también para levar a cabo la trepanación del seno frontal,

En estado patológico, el aspecto de la región puede modificarse por Heridas, le
moncs, fracturas del esqueleto subyacente y, finalmente, por tumores, Uno de ellos
es espacial de esta región, el quite dermoideo, que radica, como hemos dicho. a
vel de la cola de la ceja. Este tumor resulta de un enclavamiento del ectoderm
en el momento en que se oblitea la primera hendidura branquial, cuyo extremo.
Posterior corresponde a la cola de la ceja (Venson, Resrcx); ett siempre unido
3) esqueleto por un pediculo (hg. 18, A).

3+ Planes superficiales, —Las partes blandas de la región superciliar se di
ponen en cinco capas, a saber: 1, la pie; 27, una cepa de tejido celular subeutänen
3° una cape mueuler; 42, una capa de tejido cell

A. Pus. —La piel se continúa, por una parte, con la de la frente, y por otra,
con la del párpado subyacente. Es gruesa, se halla fuertemente adherida y es muy tic

pr un que cor.

en glándulas sebdecas, que aquí, como en otras partes, pueden ser el punto de par
ida de quites sebderos. Estos quistes sebáccos son fáciles de distinguir de los quistes
dermoideos porque se adhieren Íntimamente a la piel y de ningún modo al equeleto
(Gg. 18, BY La piel de la región ellin está recubierta de numerosos pelos, los pelos
de la ceja.

Estos pelos presentan ordinariamente la misma coloración de los cabellos: 0
rígidos, sedosos, inclinados de atrás adelante y de dentro afuera; su longitud, muy
variable según los sujetos, mide de g a 20 mm. Digamos que los pelos de la ceja suelen
‘star más desarollados en los pueblos meridionales que en las zas del Norte. Deben

ser afeitados con cuidado al intervenir en exa región.

D. Cara craunan surcurásma. End esencialmente constituida. por trabéculas
conjumivas que emanan de la capa muscular y van a implantarse a la Cara profunda
de la dermis cutánea: contiene sölo una pequeña cantidad de grasa; es de notar que
esa capa celulos no forma en ningún punto de la región una verdadera foxia
superficial,

©. Cara sescuran. — La capa muscular está formada por dos planos superpues-
tos, uno superficial y otro profundo”

5) EI plano superficial etd en gran parte representado por la porción superior
el orbicular de los párpados, cuyas fibras tenen una dirección transversal o encorvada

ces

de concavidad inferior. En la parte superior de la región vienen a añadirse a dichas
fibras otras que proceden del músculo frontal y descienden verticalmente para entre
cruzarse con las fibras propias del orbicular

B) El pleno profundo está consituido por un solo músculo, el cilia. Este mise
lo, muy delgado y de unos a a 4 cm de largo, está situado en la mitad interna del arco
«illa, por debajo del orbicular que lo cubre sin adherinele, salvo a nivel de su
terminación. Divigido oblicuamente de abajo arriba y de dentro afuera, se inserta
en la apofisis orbitaria interna, viniendo a terminar en la cara profunda de la piel de

Fie. 19
Región clar, plano profundo.

la parte media de la región, después de haber pasado por los interuicios del orbicular

y del frontal. Los vasos y nervios supraorbitarios corren por su cara profunda, en la
lar submuscular que la separa del perio.

Cara CELULAR sumuscutan. — Esta capa forma una lámina de tejido conjun:
tivo laxo, desprovisto de grasa, que permite que la ceja se deslice fácilmente sobre
la capa subyacente, Prolonga el espacio subaponeurdtico de la e

n occipivofrontal

E. Prniostio.—El periontio se continda directamente, por arriba con el per
cráneo, por abajo con el periostio de la órbita y el ligamento ancho de los párpados.
Descansa sobre el arco orbitaio, cuyo desarrollo, muy variable según lor sujetos
determina, mucho más que el conjunto de partes blandas, el salienie de las Cejas

42 Vasos y nervios superficiales, —0) Las arterias de la región cliar proceden
de dos orígenes principales: 12, de la frontal interna y de la supraorbitarin (ramas

de la oftálmica); 22, de la temporal superficial (rama de la carórida externa). Volve
emos a encontraras más adelante (Región occipitofrontal)

Las venas se dividen en dos grupos: 12, un grupo interno, que se dirige hacia
la rile de la marie y desemboca en la vena oltálmicas 2, un grupo externo, que se
dirige Naci fuera, sigue el arco cigomático y termina en la vena temporal superficial

*) Los linfáticos siguen también una doble dirección: los de la mitad interna
de 1 ceja se rednen a los liníáticos frontales y, caminando junto a la vena facial, van
a terminar en los ganglios submaxilares; los de ln mitad externa se dirigen hacia

cos (vee Pérpados
Los nervios son de dos órdenes, motores y sensitivos: los ramos motores, des
anan de la rama temporofacial del facial, Los ramor sens
n formados por el frontal interno y el frontal externo, ramas de bifurcación

Desviación del tabique Imerinu.

el mervio frontal, rama del oftálmico, El más voluminoso de los doy, el frontal externo.
6 supraorbitario, sale de la órbita por la escotadura supraorbitaria junto con los vasos

fe este nombre: el nervio cud por dentro de la arteria. A veces es asiento de neural
de referencia de esta opera

las que pueden reclamar su rescción, El principal po
Sión es la escotadura supraorbitaria (véase más adelante
practicada a este nivel, en las partes blandas de la región, permite descubrir el nervio
au salida de la orbita o en esta misma cavidad y Juego resecarlo

Se Plano esquelético. —El esqueleto de la región ciliar est representado a la
vers 12, por el reborde superior de los dos arcos orbiatios, llamados también areas
Ciiares: 2%, por la eminencia nasal o glabela, abultamieno óseo situado, inmediata
mente por encima de la ríe de la nari y que separa las dos órbitas

3) Arcos ciliores.— El arco ciar formado de tejido compacto, es muy resistente
su borde libre es cortante; por eto una caída sobre la ceja puede producir, de dentro
fuera, una verdadera sección de las partes blandas que, a primera visa, podría
reese que habla sido hecha por un inurumento cortante; este detalle puede tener
tera importancia en medicina legal. En la wnión de su tercio interno con sus dos
fercios externos, a 2 6 3 em de la línea media, el arco presenta la escotadura supra
oibitara, transformada en ocasione, aunque rara ver. en un agujero completo. Como
Ya hemos indicado más arriba, exta ecotadura es perceptible ordinariamente por la
Txploraciin; affadamos que la linea que une la escotadura del lado derecho a la del
{ado inquierdo pasa por lo común por la parte más saliente de la glabea.

'p) Grawma.— La eminencia nasal o glabela forma un relieve tanto más acen:
Wunde cuanto más grande es el desarrollo de lo senos frontales excavados en su espe
Sor. Es. por consiguiente, mayor en el hombre que en la mujer y el niño. En un eorte

100226
USFQ + BIBLIOTECA 28 ENE, 2000

8 eus

sagital o transversal de la glabela notamos que, en aquel sitio, tas dos 1 re
consituyen el frontal se separan una de la otra para circunseribir dos cavidades más
0 menos vastas, los senos frontales

62 Senos frontales. — Los senos frontales son dos cavidades en fo
mide triangular, con el véntice superior y la base interior, situadas a cada lado de la
línea media y excavadas en el espesor del frontal, Se abren en las foma malos de
las cuales no son sino divertculos, anexos, lo mismo que los senos estenotdales, los
senos maxilares y las células etmoidates, También pueden considerar, con Steven,
Kaas, Harris, Sırun y Jacon, Moune, como células ctmoidales anteriore in

muadas entre las dos tablas del frontal
y que han sufrido un desarrollo más
© menos considerable, Aparecen hacia
la edad de quince a

de pirs

‘Senos frontales, vistos después de la ablación Puede estar perforado, y emtonces se

D. DiexsiowrS y caracıman —Las dimensiones de los senos frontales varían
comsiderablemente según los sujetos y, muy a menudo, en el mismo individuo, de un
lado a otro. Los senos frontales están, de una manera general, más desarrollados en €!
hombre que en la mujer, y asimismo son más grandes en el adulto que en el niño.
pero, al contrario de lo que pretenden ciertos autores, los senos del viejo no nos han.
parecido sensiblemente mayores que los del adulto. Miden por término medio, en el
hombre, de 20 a 25 mm de altura por 25 a 27 mm de ancho; su profundidad, menos
variable que las otras dos dimensiones, oxila entre 10 a 15 mm (Wıxcauen, E. Low.
ano). Superfiialmente están limitados por una línea curva, de concavidad inferior,

—— O VE izurrzwza

que une la parte media de los dos arco cliares y cota la línea media a 2 6 3 cm por
Encima de la ralz dela nariz. En la mujer ext dimensiones son, por xérmino medio
la mitad más pequeñas. Su capacidad es de 4 a 5 cei repetimos, sin embargo, que

grans (mes grandes) o más peques (unes pegue
que a le mue. En estado pulg te encuentran tambien en lo indvidos alos de
renga o de gantimo,'y en eos indiens adguieren un deunollo eagersdo cn
sur Y en profundidad, senda entonte cramente peresplbies por el examen adioxiplo
dig, En lor sos gunde la cavidad se prlonge hace ante: akanıado y Dox
Feiasand e al de las ening roma (08. va € semi Ira se exlnden a ves
hasta D spé taria externa (Bq a2, A) 3, por Shino, se prolongan de dene au
intime Ia pare incas de la nels oia cn su don vente anteriores, Posen
cts invadic fa Spe era gall y a spins nasal dl froma. str senor tan desrralados
| Al, por fo que sm mayores Jos pelos de que la nfch ne propague à distancia
‘Soo te ima en eam, to sos un de facil ace, gracias 3 stein super.
IP Lo sena pequeños se oberven Jecuentement (eh la proporción de 31.8 2), sobre
ceda en ln muje. Sn frecuen lr que spent alanıam e sollen de un gula, tanto
Que primers via se lo confunde on una seul cnoidal Y se cre que Mo exi. La
cit dl seno trol india como bastante com por cr moros no pares par
hemos craminado De todos modos, Gor sn. que puch ser ascato de sini lo mismo
re os pando no denen acon por deme con la vide trntciiarconesponden
Ynenız ala excavación que pracnta à Anguo speronterao de I ba y que cu ludo
uri del bode poster de Le ama acenlene del maxilar superior por ant de ber
Seller dct nuca plano © Inmedlalamente por encima dl Ungus (Og. 2, D}. De eto seta
{ju mo son accio por la rent, sno ünamenie por la Gb

€. Paneoes y arzaciones ne 1os sexos rrowraurs.— Cada seno frontal, como
ya hemos dicho, ene la forma de una pirámide wiangular de base inferior. Hemos
Ue estudiar, pues, en él: 19, tres paredes,

interna; 2°, un vértice; 3°, una base

3) Pared anterior. La pared anterior, Hamada también pared frontal o pared
| subcutánea, sólo exh recubierta por los planos superficiales de la región cilia, Por
| «so es la «pared quirúrgicas del seno frontal aquella por la cual se penetra en su

«cavidad para rasparlo (trepanaciön del seno frontal por la vía frontal)

Las dimensiones de esta pared en altura y anchura son naturalmente proporcio
nales a las del seno: muy extensa cuando el seno cs grande, ex tanto mds exrecha
cuanto más pequeño es aquél; pero por muy reducida que sea corresponde por lo
menos, segán a mayoría de los autores, a la parte de la eminencia frontonasal que
«sá limitada hacia abajo por la raíz de la nariz, hacia arriba por una linea horizontal
(Que reúne las dos cscotaduras supraorbivarias Hacia fuera por el borde interno de la
bi y hacia dentro por la linea media. Trepanando en el área del trapecio a
| ‘eslindado, se penetraría en la cavidad sinusal; por desgracia, eto no es siempre

‘exact, De las investigaciones de Six y Jacon resulta que en la proporción del 918%
A seno no tiene ninguna relación con la porción vertical del frontal, en ouos tér
minor, que no tiene pared anterior, sino que el seno corresponde solamente, confor.
me hemos dicho, al ángulo superointerno de la órbita. En este caso, la trepanación
practicada a nivel del trapecio dicho expone al operador a penetrar, ora en la cavidad
Sancal, al el seno del Ind opuesto está igualmente arrollado, o bien en este mismo
seno sl exe último, excediendo la lines media, invade el iio que debía ocupar el seno
‘que nos proponiamos abrir

EI espesor de la pared anterior del seno, cuando exa pared existe, es por término.
medio de 4 mm; lo hemos viso llegar hasta 7. 8 y 12 mm. Cuando el seno es muy
grande puede alcanzar solamente de à a x mum; la pared entonces es muy frágil y se
fractura fácilmente, en una caida, por ejemplo. o cuando un agente vulnerame aca
sobre la región

1) Pared posterior. — La pared posterior o fared erancal esti en relación con
el compartimiento anterior del cränco, es decir, con las meninges, el origen del seno.

longitudinal y la punta del lóbulo frontal: ests relaciones no explican las complica
ciones intracraneales(abscesos subdurales, trombosis del seno longitudinal, meningitis)
fobservadas, en ocasiones, en las inflamaciones del seno frontal (Rarıy)

Diversos ios de senos frontale.

‘Sus dimensiones en altura y anchura varían con las de la cavidad sinusal; como
la pared anterior, és tanto más vasa ($, por consiguiente, sus relaciones con el endo.
cráneo son tanto más grandes) cuanto mayor es el seno; pero, al contrario de lo que
sucede con la pared anterior, que no existe cuando el seno está atroiado, la pared
Posterior existe siempre, a veces muy reducida, por pequeño que sca el seno, de lo
cual resulta que la inflamación de los senos frontales pequeños es capaz. como la de
los grandes, de provocar accidentes cerebrales (Gmorwata)

La pared posterior está constituida por una lámina de tejido compacto, cuyo és
poor no varía mucho cualesquiera que scan las dimensiones del seno; mide solamente
vn milimeto, Es éste un carácter que distingue también exa pared de la pared ante
Flor, la cual tiene, como acabamos de ve, un espesor esencialmente variable

©) Pared interna. —La pared interna del seno frontal mira hacia la linea media.
Corresponde al tabique que separa uno de otro los dos senos y que ya hemos ac
sito más arriba; es indul volver a insistir sobre ello,

©) Vertice El vértice del seno frontal, dirigido hacia arriba, corresponde al
ángulo que forma al unirse la pared anterior y la posterior. De forma

sinuota, asciende por el frontal tanto más ariba cuanto más desarrollada está la ca

elamente al tabique medio, lo

vidad. sinusal; tabiques incompleto, orientados pa
tividen de ordinario en cierto número de celdillas
9, Base.—La base del seno frontal, dirigida hacia abajo, constituye la pared

tl nombre de melo del seno. Sus dimensiones, como las de Las otras paredes, son m

| Variables y están en relación con la cpacidad del seno. Corresponde: 1, por su parte
externa, a la mitad anterointerna de la órbita (porción orbiteria); 2°, por su parte in

tema, a las células eumoidales ya la bóveda de Ins fosas nasales (Porción nasal)
2)” La porción externa u orbitaria del suelo sinusil es extremadamente delgada

a menudo se la puede hundir con la sonda acanalada y los tumores del seno la em
PEE

Relaciones del seno frontal con la bóveda de las ous nasles Gegún Soren y Jaco

pujan fácilmente para formar eminencia en la óxbia. Ofrece a la infección una resis
fencia bastante débil y se necros con rapider; por cio las complicaciones orbitaias

Frecuentes y precoces en las sinusitis frontale. Ese segmento orbitario o externo
Gel suelo existe cualesquiera que sean las dimensiones del seno; está situado inme
diaumente por encima de la apófisis ascendente del maxilar superior (MOURET) 0 del
"unguis (Situ y Jacon); precisamente aquí es donde están como ya hemos visto más
arriba, los senos de dimensiones exiguas; de modo que, trepanando a este nivel (te
panación del seno por la vía orbitatia, Ricurr, Pavas, Guizmcan, Jansen, Sırım y
Joon, Mouner), podemos estar seguros de penetrar siempre en la cavidad sinusal

La porción interna o nasal del suclo ext en relación con las células etmoi
dales, las cuales, cuando están muy desarrolladas, pueden, rechazando esa. porción
el suelo, formar un notable relieve en la cavidad sinusal, Las eminencias así for

madas se llaman ampollas frontales (vesenxasot); suclen ser en número de cuatro
tina de ells, posterior, as constantes las otras, externa y anterior, frecuentes; la dl
tima, interna, excepcional (Mount), Cuando la ampolla posterior está desarrollada
haua el punto de transformar el ángulo diedro que representa el borde posterior del
seno en una verdadera pared, puede pensarse en La existencia de un seno frontal
Suplementario (Mouner) el cual no es otra cosa sino esta ampolla frontal, es decir,
luna célula etmoidal anormalmente desarrollada, La porción interna de la base del
Seno frontal se pone también en relación, desde luego por su parte interna, con el
Ángulo anterior de la bóveda de la fosa nasal correspondiente. Esta relación entre
el suelo sinusal y la bóveda nasal cs esencialmente variable; existe cuando el seno
Está muy desarrollado (ig. 23. A). y en este caso la cavidad sinusal no está separada

ccaneza
de la caridad nasal más que por un espesor, a veces muy pequeño, de ejido So;
falta, por el contrario, cuando el seno es pequeño (ig. 23. D). Esto explica por qué
todos los rindlogos condenan el consejo, dado antaño por Scuarren, de penetrar en

el seno hundiendo su suelo por la bóveda nasal; operar así es exponerse à penetrar
fen el cráneo, con lo que se han observado varias veces accidentes mortals

Si es peligroso, como acabamos de decir, pencar en e sno frontal por la bóveda ma
Gal, en cambio, después de abicrta la cavidad snwal por la via orbitronal, hundir ei
‘elo y hacer comunicar ampllamente a wand de las clas cumoidales el seno y la fsa
‘sl: esta la vía de ace utilizada hoy para dremr el seno infeciado en el co de sinus

D. Caviao sisusaL y su suvestimesto. —La cavidad que circunscriben las pa
redes antes descritas, o sea la cavidad del seno frontal, es muy irregular: esta sobre
todo en los senos grandes, subdividida por tabiques incompletos en una serie de
«cil, afocos de retención» de pus en casos de supuración aguda y «nidos de fun
gosidadess cuando la infección pasa al extado crónico. Estos tabiques existen más
especialmente hacia ariba, en el ángulo de separación de las dos tablas del frontal,
y hacia abajo y aus, asimismo, en el ángulo de separación de las dos láminas de
la bóveda orbitaia

En estado normal, la avidad del seno está vaca o por lo menos no contiene sino
aire: por eto, cuando una fractura ba pucsto la cavidad en relación con las regiones
vecinas, vemos que el aire se infiltra en los tejidos y produce enfiscma subentáneo,
La pequeña cantidad de moco secrerado por las glándulas de la mucosa se derrama
en las fosas nasales por el conducto masofrontal, Cuando exe último se oblitea (ost
tis, edema de la mucosa del mento medio, ete), las secreciones se acumulan en el
seño y dan origen a un mucocele si son asépticas 0 a un empiema del seno si se in
feetan, En el primer caso se forma un tumor indoloro, de marcha crónica, que forma
eminencia à nivel del ángulo supereintermo de la órbita; en el segundo ao el tumor
se acompaña de fenómenos inflamatorios agudos

Asi como la cavidad del seno frontal no es más que un divericulo de las fosas
nasales, la mucosa del seno es una prolongación de la pituitaria. Formada por la
reunión del periosio y la mucosa propiamente dicha, adhiere poco al esqueleto,
Muy delgada en estado normal, se engruesa y se cubre de fungosidades al inflamars,
Contiene glándulas mucosas que pueden ser el punto de partida de quistes de evel
ción crónica, idémicos a los mucocles, La mayoría de sus vasos y nervios provienen de
los vasos y nervios de la pituitaia (éase Posas nasales). Las venas están en comunica
ción por ramos perforantes que auravican las paredes dieas del seno: 17, adelante,
con las venas subeutäneas; 42, abajo, con las venas de la Órbita, y $0, atrás col
venas intracraneales, Con los linfáticos debe suceder, sin duda, Io mismo; as se ex
plica la posibilidad de que, en el curso de una sinusitis frontal, o como consecuencia
¿e una operación en un seno inflamado (Sırur y Rovvitiors), sobrevenga una infec
«ión extra o intracraneal, sin perforación de la pared dtea correspondiente

E. Conwucro smoxrai.— En la parte interna del suelo del seno se abre un
conducto que pone en comunicación la cavidad sinusal con el meato mec

{gondo mento, Exe conducto se llama conducto frontal y también conducto masofrontl.
Por él drenan en las losas nasales las secreciones de la mucosa y por él también la
infección se transmite de las fosas males al seno.

Las dimensiones del conducto frontal varían considerablemente. De una manera
general puede decirse que es tamo más largo y estrecho cuanto más desarrolladas
‘estén las células etmoidales anteriores, y en particular los fondos de steo que ocupan
el vérice del mento medio, por entre los cuales cxmina. Cuando estos fondos de saco

o existe y la cavidad del seno com

‘imoidales están atrfiados, el conducto frontal

ana »

nica direcamente con la parte más elevada y anterior del segundo meato por un ori
do oval de eje mayor anteroposterior y que mide, tanto en anchura como en profun
didad, de 2 a 3 mm. Cuando, por el contrario, aquéllos se desarollan en forma de
células etmoidales accesorias y hacen relieve en la cavidad del seno, forman por su
adosamiento una especie de conducto que mide de 10 a 15 mm de largo y aa 3 mm de
diámeno (ig. 24, 2)

Desde el punto de vista de su dirección, el conducto es oblicuo de arriba abaj
de fuera adentro y de delante atrás Su orificio superior o sinusal sá colocado a cad
lado del tabique medio, ora inmediatamente
a su lado, ora al lado de la pared orbitara,
Su orificio inferior o nasal se abre en el ver
tice del segundo mexto, generalmente en el
canal. del undforme (séxe Fosas nasales), à
Veces en el canal de la ampolla, y otras ocupa
sitio de uno de los fondos de saco internos
que tabican el vértice del meato medio. El ca
ieterismo del seno frontal parece, pues, desde
‘dl punto de vista anatómico, de los más di!
les, en primer lugar por la situación varia
ble que ocupa su orificio nasal, y además
porque este último está rodeado por les ori
Ficios de las células etmoidales que desembo-
can igualmente en el vértice del mento, Por
fortuna, en la práctica no hay necesidad de
que la sonda sea introducida en el conducto;
& suficiente que un chorro de agua o una
¿ducha de aire scan proyectados con bastante he a
fuerza en esta región para que penetren en Relaciones del seno Iontal: cost sagital
las células etmoidales y al mismo tiempo en del seo cota derecho, iamedistamente
e Por fuera dela tines media (adäver con

Para terminar, anotaremos que las este
chas relaciones que presenta el orificio sinusal
con los orificios de las células etmoidales que
lo rodean nos explican la coexistencia cons
ante de celuliis etmoidales con sinusitis
frontales, Cuando el conducto nasolrontal se
abre en el canal del unciorme, su orificio
está igualmente, por mediación de este
mo, en relación inmediata con el orfice di
Seno maxilar; sus secreciones pueden, siguiendo aquel canal, penetrar en el seno ma
klar e infectrlo secundariamente,

ela, segmento Interno del corto)

FL Exruoración y vías ne Acceso, —El seno frontal puede explorarse en cínica
1%. por el procedimiento llamado de la trensiluminación (método de Heryng, véase
Seno maxilar); 2% por cxeteriomo del conducio frontal, Puede ser accesible al iru
Jano por tres vías, que ya hemos señalado más arriba, y. por consiguiente, nos limi
taremos a enumerarlas: frontl, orbitera y nasal

7: Meninges, cavidad aracuoldea y cavidad de la plamadre. — Las meninges
y las dos cavidades aracnoidea y pia que las separan no presentan nada de especial
fn esta región, por lo que remiimos al apartado que les est particularmente dedi
ado más adelante. Aquí sólo recordaremos que las relaciones de las meninges con
la. pared posterior del seno frontal, cuya cara endoerancal tapizan, nos explican por

a za

qué los abscews por dentro y fuera de la duramadre, así como las meningitis, son
complicaciones siempre temibles en la evolución de las sinusitis frontales

8: Cirewnvoluclones cerebrales.—Después de las meninges encontramo
«ircunvolucione cerebrales Pertenecen a la punta del lóbulo fromal, y son: 1%, en
la cara externa del hemisferio (Bg. a9, el extremo anterior de la primera frontal

el extremo anterior de la segunda frontal y una pequeña parte de la tercera frontal;

en la cara interna del hemisferio, la parte más anterior de la fromal interna, que
se confunde en exe sitio con la parte correspondiente de la primera frontal; 3.7, em la
cara inferior del hemisferio, las extremidades anteriores de las circanvoluciones orbi
tarias, sobre todo la circunwolución olfatoria interna y la citeunvolucion olstoria

Entre las dos circunvoluciones olfatorias interna y externa se observa el bulbo
olfatorio, cuyo extremo anterior llega de ordinario a ponerse en contacto con la pared
posterior del seno frontal

Hemos insistido ya más arriba, a propósito de la pated posterior del seno frontal,
sobre la importancia de dichas relaciones, dexde el punto de vista de la posibilidad

rates CRANEALES %

de que una inflamación sinusal se propagase al cerebro; no volveremos a init aquí
Nos limitaremos a bacer notar que las circanvoluciones cerebrales que están en con
tacto con nuestra región pertenecen a aquella parte de la cortera que se designa en
Fisiología con el nombre de sona latente del cerebro, lo que nos permite comprender
como una colección purulenta (absceso cerebral) o Cualquier ouro proceso parológico
pueden dextruirlas en gran parte y hasta en totalidad, sin que originen los símomas
especiales llamados de localización.

iolromal, la más clevada y extensa de las cuatro regiones cra
es impar, media y simétrica y ocupa a la vez as partes anterior, media y poste

15 Lámites.— De forma irregularmente cuadriláera, tiene por limites; 4%, he
cia delante, a derecha e inquierda de la lines media, una linea curva, cóncava hacia
bajo, que partiendo de la raíz de la maris termina en la apófii orbitaria externa
odeando las cejas; ésas forman una región aparte, la región cillar, que acabamos
de describir; 27, por detrás, la protuberancia occipital externa y, a cada lado de esta
eminencia dsen, la linea curva occipital superior; 3°, leteralmente, una lnea. muy
irregular que, continuando la lnea occipital superior, pasaría por la parte baja di
la apófisis mastoides para seguir después la lines temporal superior hasta la apófisis
orbitaia externa; exa linea separa la región que estudiamos de la región mastoiden
Y de la región temporal

En la profundidad, la región occipitofronal se extiende, como las regiones cilia
y temporal, hasta las circonvoluciones cerebrales

2° Forma exterior y exploraclôn. — La región occipitofrontal presenta, con poca
diferencia, la misma configuración exterior que la porción de la caja craneal sobre
la cual reposa; es grandemente convexa en todos semidos.

En la linea media y en cada una de sus extremidades vemos dos eminencias, que
os sirven de gula en la topografía crancocercbral: delante, entre las dos ceja
diatamente por encima de la ralz de la mari, la eminencia nasal o glabele: por dete,
en la unión de la cabea y el cuello, la frotuberaneie occipital externa o inión. Si, en
general, es extremadamente fácil reconocer la protuberancia occipital externa, no pasa
lo mismo con la glabela, que a menudo está poco acentuada y 2 veces e halla incluso
reemplarada por una superficie plana o por tna ligera depresión

À los lados encontramos sucesivamente y de delanie atrás: el surco frontal, si
tuado inmediatamente por encima de as cejas; después las eminencias frontales y las
paritales, más notables en el niño que en el adulto y en la mujer que en el hombre

3> Planos superflelales.—Comprendemos bajo ext título; 1%. la piel; ar el
tejido celular subcutáneo, al cual unimos los vasos y mervios Namados superficiales,

4. Pri. La piel de la región occipitofromtal es notable a la ver por su espe
sor, que aumenta de delante atrs, y por su adherencia, que cs por todas partes Íntima,
En su parte anterior, que corresponde a la frente, esta desprovista de pelos, es li
en los jóvenes y más © menos surcada por arrugas en los sujetos de alguna edad. En
todo el resto de su extension est cubierta por los cabellos

(Como ya se ha visto en Anatomía descriptiva, los cabellos son más © menos largos
y más o menos abundante según los individuos; escatcan en los viejos; caen temporal
© detinitivamente (alopecia, Calvicie) en gran numero de enfermedades del cuero

Pa En

cabelludo. Varian también de modo extraordinario en su color, en su forma y en su
modo de implantación; recordaremos, a propósico de esto, que irradian alrededor
de un punto central o remolino que se encuentra ordinariamente a mitad del ca
mino del bregma a la nuca y que lleva el nombre de espiga. A nivel de la espiga los
cabellos están implantados en sentido perpendicular a la piel; más alld su implanta
«ión es oblicua y tanto mie oblicua cuanto más se aleja del remolino, Hay que tener
Gvidado de afitar la piel de la región occipitofromal cuando sea necesario practicar
tuna intervención en ella

La piel de la región occpitofrontal posee numerosas glándulas sebdcess, anexas.
en gran parte a los bulbos pilosos; la mayoría de ellas son voluminosa, multilobu
lacas y evn situadas en el espesor de la dermis, Pueden ser asiento de quistes (quistes
stbécens), Hamados vulgarmente Jupias, que en ocasiones alcanzan un desarrollo cor.

siderable. Formados estos tumores a expensas
de glándulas sicuadas en el espesor de la pi
se adhieren y se mueven con ella; este carác
{er permite reconocerlos con facilidad

Encontramos también en la plel de la
región Tas gländules sudoríparas; pero ésas
están situadas en el tejido celular aubeutz
meo, a mayor profundidad, por consi
que las anteriores.

En el orificio de los conductos excretorios
de estas diversas glándulas (glándulas seht.
ess y glándulas sudoríparas) y en el bulbo
piloso es donde se desarollan la mayor parte
de hongos y microbios que provocan la apa
rición de la tiña y de otras afecciones conta:
losas del cuero cabelludo; esto nor explica
las dificultades de su tratamiento, así como la

Pio, a frecuencia de las recidivas.
La bóreta del cánco, viga en cote
Frontal semiesuemáies B. Tejo cruwran suncvräseo —En el

ts mes mp cuero cabelludo el panículo adiposo presenta

una disposición particular, muy diferente de
la que se observa en la mayoría de las oras
regiones. Est constituida esencialmente (Gu
xa 20) por un sistema de trabéculas eonjuni-
vas a la ver muy grucss y muy cortas, que
van de la capa profunda de la dermis a la
‘apa musculoaponeuréties subyacente, Gracias a ellas, las dos capas estin intimamente
tunidas; sabidas son las diliculiades que se encuentran cuando se quieren disecar el
músculo frontal, el occipital o Ja aponeurosisepicrancal, y más adelante veremos tam.
bién que exa misma disposición se opone, hasta cierto punto, a la formación de
coleciones sanguíneas o de otra maturalea limitada al tejido celular subcutáneo, Estas
trabéculas conjuntivas cireunseriben entre sf cavidades estrechas 0 celillas, en las
‘cuales se acumulan pelotones adiposos

cas, — Los vasos y nervios de las capas supe
cales se ramifican en el tejido celular subcutáneo (hg. 27):

3) Arterias.— Las arteria, destinadas a las diferentes capas anteriormente des
provienen de la frontal, de la supraorbitaia, de la temporal superficial, de la
auricular posterior y de la occipital,

8 caza

La suproorbitaria o frontal externa proviene también de la oftélmica; sale
de la órbita por el agujero supraorbitaio (algunas veces simple excotadurs), situado,
conforme recordaremos, 2 3 6 3 cm por fuera de la Unea media (Bg, 19). y se divide
entonces en dos ramos ascendentes, el uno superficial o subcutáneo, el otro profundo.
5 periónico; estos dos ramos se distribuyen en las partes blandas situadas por encima

>) La temporel superficie, por sus dos ramas terminales, la arteria frontal y la
arerla parietal, cubre de ramificaciones Mexuosas las partes anterior y media de
la región

2) La aurieuler posterior, rama colateral de la carórida externa, discurre de
atajo arriba en el surco auriculomastoldeo y, después de haber proporcionado varias
ramas a la oreja y a la región manoiden, va à terminar en la parte de la región occ
pitofeontal que se encuentra situada por detrás de la oreja; se anastomoss constante
mente, por delante, con la arteria parietal y, por detris, con la occipital

+) La occipital, ora rama colateral de la carórida externa, se encuentra situada
en a región de la muca (éase esta región) entra en la región ocipito/romal perf.
rando el trapecio y se ramifica entonces por la parte posterior de la cabeza. Sue ram
caciones en gran manera flexuosa, como las de la frontal y de la parietal, se anas
comosin Constantemente, por una parte con las ramificaciones homólogas del lado
pueno y por la otra con las de la auricular posterior y la temporal superficial

Como se ve, todas la arterias que van a la región occipitofrontal se anastomosan
ampliamente entre al y hasta se confunden a nivel de sus ramificaciones terminales
cubriendo as la región de una de las redes más ricas de la economía, Conviene añadir
que, contrariamente a lo que se observa en las otras partes del cuerpo, las arterias
{in poco voluminosas son aquí superficiales o subeutineas; están como incrustadas en
medio de las trabéculas conjuntivas, tan densas y tan resistentes, que unen la pie
à la capa musculoaponeurótica. Semejante adherencia hace que la denudación y La
igadura inmediata sean muy difcles, habiendo necesidad, por lo general, de pinzar
las y ligarla en masa impide también que se setraigan cuando han sido abiertas,
y de aquí las hemorragias profusas y poco cocrcbles que acompatan ordinariamente
à las heridas del cuero cabelludo. En cambio, esta adherencia e opone a la forms:
ción de colecciones sanguíneas localizadas en el tejido celular subcutáneo; por eso
nos parece problemática la existencia de hematomas subcutáneos (Bg. 29. 0), admitida
por la mayoría de Tos autores

La riquera arterial de los tegumentos del cránco nos explica su gran vialidad
y que sigan viviendo grandes colgajos que no están unidos al resto del cuero cabelludo.
ino por un delgado pedículo; nos explica igualmente la frecuencia relativa con que
se obiervan tumores vasculares (angiomas, aneurismas cirsoideos).

1), Venas. —Las venas superficiales de la región occipitfront
como las arterias, en un rico plexo que, como el arterial, también ocupa el tejido
Celular subcutáneo. Por su situación pueden dividirse en tres grupos: un grupo ente.
Flor, que comprende las venas frontales; un grupo posterior, formado. por las venas
occitan; finalmente, un grupo lateral, formado por las venas temporales. Tod:
etai venas, ampliamente anastomosadas entre sl, descienden en dirección vertical
ww oblicua, hacia la base del cráneo y terminan como sigue: 12, las venas frontales
“desembocan en la vena preparata primero, después en la vena facial, que volveremos
3 encontrar en la Cara; 2%, las venas oceipiales terminan, por uno o varios troncos
<n la vena yugular externa, que describiremos con las regiones del cuello; 5°, en
cuanto à las venas parietals, descienden a la región temporal y van 2 engrosar la tem

Luna de las principales ramas de origen de Ia vena yugular externa

de arc

poral sup

La sena preparate cub situada cerca de la linea media. Ordinariamente es única, pero
e y deciende en sentido más menos vertical desde I al delos cells hasta la

anaes cunas »

abel, formando en la mayoría de los individuos una prominencia visible en la piel de
la tente. A. Tawssia propuso ular exe dato como meo de identiseacion individual,

© Linfáticos.—Los vasos linfáticos del cuero cabelludo nacen de una rica red
que ocupa la Linea media y sus inmediaciones y descienden en seguida hacia el origen
del cuco, dividiéndose, como las venas, en tres grupos (fg. 28): grupo frontal, grupo
parietal, grupo occipital, nombres que ya indican Claramente su procedencia.

a) Los linfáticos occiitales terminan en los ganglios subeccipials, situados,
conforme sabemos, en la parte supe
flor de la nuca, a nivel de las inser
ciones del exernocicidomasoideo y
fel trapecio,

À) Los linfáticos porietoles
curren de arriba abajo por la cara
lateral del cráneo, terminando los
nos (pasando por derás de la ore
jj) en los ganglios mastoideos y os
ttes (pasando por delante de la ore
ji) en los ganglios parotideos

3) Los linfáticos frontales (a
te uh pequeño gr
parte media de la frente y que, si
guiendo la vena facial, termina cn
fos ganglios submaxilares) se dirigen
blicuamente Dacia abajo y atrás
“descendiendo por delante de la oreja
‘on los linfáicos paretales y, como
stos últimos, terminando en los gan
los paronídeos

‘Como las venas y las areas, los
iromeos linfáticos del cuero cabelludo paquema que señala, sobre la cara neral del ed

discurren por el tejido celular sub- neo, los diferentes icrrtrionlnltcor del euere
cutáneo; Tuzaux, sin embargo, hizo Cabildo, cada uno on los propos ganghionates de

ho. as

notar que están colocados má pro que som tributarios Guiada de Mina)
Fundamente que las arterias, lo que u Ie «gir O tego Pe ne

os explicar, según él, «por qué se
ven tan raramente los dibujos de una
nfangits resaltar sobre la piel del crinco», Sabida es la frecuencia con que se in
ran todos estos ganglios al principio del periodo secundario de la sí, por lo cual
Kcono aconsejaba examinartos sistemáticamente, stomar el pulso a la siflise, según
su expresión, en todos los enfermos en los cuales se suponga esta infección; su hiper
trofia es debida, generalmente, à las numerosas erupciones que sobre los tegumentos
del cráneo suelen obxervarse en este período de la enfermedad.
d) Nervios.—A excepción de algunos filetes motores que provienen del facial
y que se distribuyen por los músculos frontal y occipital, la región oceipitofromtal no
recibe más que ramificaciones semsitivas que provienen: hacia delante, del nervio
frontal: a los lados, del nervio auriculotemporal; mtrs, de los tres nervios auricular
mastoldeo y suboccipi
©) Et nervio frontal, rama del oftälmico, se divido, antes de alcanzar el reborde
de la órbica (Gg. 10). en frontal externo y frontal interno; 42, el frontal externo
6 supraorbiterio atavicsa el agujero supraotbitario con la arteria del mismo nombre
y, después de haber proporcionado algunos ramitos al párpado superior, se subdivide
en numerosas ramificaciones ascendentes que discurren unas por debajo y otras por

“ EU

encima del músculo frontal, yendo a terminar parte en el pericráneo y parte en los
tegumentos; 2, el frontal interno, ordinariamente mis pequeño que el frontal ex:
temo, sale de la órbita entre este último nervio y la polen del oblicuo mayor, dis
buyéndose también por el párpado superior y la segión frontal, Las ramificaciones
de los dos fromales interno y externo pueden seguirse hasta la pare media de la
sutura sagital. Añadamos que el nervio frontal proporciona con bastante frecuencia
un tercer ramito, el nervio supratroclear de Anxoro, del cual sale de la órbita inme

ameme por encima de la polea del oblicuo mayor para diribuirse también por
la piel de la frente y del párpado superior; Cruvesmura ha viso el
dear atravesr el seno frontal

8) EI nervio auriculotemporel es una rama del nervio maxilar inferior; después
de haber atravesado las dos regiones parotídea y temporal, entra en la región occipito
fronial y termina, por cierto número de ramitos divergentes en la parte media de
la región

3) El nervo auricular y el nervio mastoideo, ramas del plexo cervical superficial
(tase Región earotidee), proporcionan algunas finas ramificaciones a los tegumentos
que se encuentran situados por detrás de la ora

3) El nervio suboccipital, por último, ocupa primero la parte más elevada de la
nue (véase Región de la muca); después, perlorando de abajo arriba las inserciones
del trapecio un poco por debajo y por fuera de la protuberancia occipital externa
(a unos 2 cm), pasa a la región occipitofrontal, subdividiéndose entonces en numerosas
ramificaciones divergentes, que se distribuyen por los tegumentos de la parte posterior
de la cabeza, Esas ramificaciones son exclusivamente sensitivas; el músculo occipital,
como hemos dicho más arriba, exá inervado por una rama del nervio facial.

4: Capa musculoaponeurótlca.-—5e compone de dos músculos: uno anterior
© músculo frontal y otro posterior o miseulo occipital, reunidos ambos por una limi
‘ha aponcurótica, la aponeuross epicrancal.

3) Músculo occipital. — El músculo occipital (existen do, uno a la derecha y otto
a la inquierds) es un músculo aplanado, de forma cundriltera, situado en la parte
Posterior de la región. Se inserta por detrás en los dos tercios externos de la linea
‘cciptal superior y parte vecina de la apólisis masoldes, por medio de fibras aponcu
róticas muy cortas que se entrecruzan con los fascículos de origen del trapecio y del
esternoceidomasoideo; de aquí se dirige hacia arriba y adelante para terminar en
«el borde posterior de la aponeurosis epierancal. No es muy raro ver los fascículos
externos del músculo occipital dirige hacia la oreja, prolongándose a veces hasta
1a concha

1) Músculo frontal. —El frontal (hay igualmente dos, colocados simétricamente
a cada lado de la línea media) se extiende sobre la parte anterior de la bóveda era
cal, la región frontal de algunos autores, Aplanado y delgado como el precedente,
se inserta por deirds sobre el borde anterior de la aponeuross epicrancal; de all sus
fasciculos se dirigen más hacia delante y abajo, los fascculos internos hacia la tale
de la nasi, los medios y los externos hacia el borde de In órbita, y todos terminan en
la cara profunda de la piel, luego de entreeruzarse en la región superficial con los
lasciculos más o menos transwerales del sipercilir y el orbieular de los párpados

©) Aponeurosis epicrancal.—Es una vasa lámina fibrosa que cubre à manera
de casquete la parte media de la bóveda craneal; es la gala aponeurótico capitis de
los anatomistas alemanes y reúne unos con otros los músculos occipitales y los nhc
los from

a) Hacia atrás envía, entre los dos occiplales, una prolongación que los separa
enteramente y que se inserta en la protuberancia occipital externa y en el tercio

de la lnea occipital superior.

anes CRANES mm

$) Por delante envía una prolongación angular menos importante entre los dos
Frontales, que se encuentran de este modo aislados el uno del otro, pero en su origen
tan sólo porque en su parte inferior extin ambos íntimamente fusionados en la
lines media

9) Lateralmente, la aponeuross eperam
volveremos a encontrarla (pig. 30)

onsiderada desde el punto de vista de su estructura, la aponcurosis epicrancal
presenta tres órdenes de fascculos diversamente entrecruzados: fascículos anteroposte
Flores o longitudinales, transversales y oblicuos

1 desciende a la región temporal, donde

je, el tido cular subcutino y el plano muxuloaponeurétco subpacente están
mente unos enre s que forman uns capa nic. un solo órgano. con su Yor
Independiete del plano esque
depen, be 21 am 2 der
Uh gracia aa exten di te
Rene complexe amé ea
que en mon edging.
Siete da al nombre de une
‘elude (rcordaremos de paso
que en Antonin despa ate
nino aie solamente para de
Sigur la pie). En cleto, de
de ei punto de vis quirario
1 pit qu a mane o
or que, por ejemplo, el dar A
for de a pl del xro. Todos

‘Sos plant loan una es rue
3 que mide de 42 7 mm, sezün
ton ujeton, y que dom sobre
quee, 4 que proige de una
Stance dde argo polo ehem

‘5a rein es proc pena siempre en la posibilidad de um ción del cinco. Por ota
pane, la calmenca de un plano too reisene re el Cual Hellmeme pueden sr scie
nés o aplastada tar divenas formaciones nos explica Ja frecuen de lor costes indus
Y rias contuss del cuero cello,

52 Capa celular subaponeurótica. — A diferencia de la capa celular subcutánea
la subaponeurdtin está formada por un tejido conjuntivo extremadamente laxo, des
provisto por entero de grasa y que permite un {cil deslizamiento de las capas pre
edentes sobre el perito. Entre el plano musculoaponeurötico y el perioso, existe
tana especie de espacio seron, el espacio supraperióxico de Mexx. Gracias a esta
“spa celular Taxa se produce en ciertos sujetos exe movimiento de vaivén del cuero
cabelludo, determinado por la contracción alternativa de los músculos ocipitale y los
músculos frontales; merced a cla también los tegumentos pueden ser fácilmente sepa
ados del esqueleto en las autopsias; por último, a cla es debido que en los trauma,
tismos pueda verse el cuero cabelludo desprendido del cráneo en una extensión más
© menos grande (salp). En este espacio supraperiónico se producen los derrames
de gas (enfisema), de serosidad (edema) y hasta de pus (flemén difuso del cráneo, de
massacre) que se observan en esta región, Añadamos que el tejido celular que nos
ocupa es relativamente pobre en vasos, pues no presenta más que algunas arteriolas que
{dela red subentánea descienden al periostio y al hueso, Es raro que los derrames de
sangre, las dolia sanguíneas, que por regla general se colecionan en el espacio sub

aponcurético, sean debidos a la lesión de estos vasos: provienen sin duda de vasos
más voluminosos de la capa subeutánea y penetran en el espacio subaponeurótico por
«tración de la aponeuross (ig. 29.)

6: Pertostio.—El perionio craneal o pericráneo se adhiere débilmente a la
superficie úxa y se deja desprender con la mayor facilidad; de aquí la posibilidad
de hematomas Juberióxicos (ig. 29. €). observados sobre todo en el recién nacido
Y designados con el nombre de ecfalohematomas,

Hay que hacer notar, sin embargo, que à nivel de las suturas y de los agujeros
purirals la adherencia del peristio a la caja ósea es inci

El periosio, como el tejido celular supraperisticn, e poco rice en vasos; desem
peña un papel insignificante en Ia oxteogenesis crancal y. por otra pane, es incapar
de producir tejido óseo en las pérdidas de substancia de cierta extension de la
pared del cránco,

72 Plano esquelético. —El esqueleto de la región occipitofrontal eu consti
ado por el frontal, los dos parictales y el occipital, Estos huesos, unidos unos a
sos por la sutura coronal, la sutura sagital y la sutura lambdoïdea, forman La
mayor parte de la bóveda del cránco, región que hemos estudiado ya. Son grueso»,
sobre todo hacia atrás, en el occipital

Meninges.—Por debajo del esqueleto y separindolo del cerebro encon:
amos los planos siguientes: 12, la duramadre, a la cual debe añadir el seno Ion
fitudinal superior; 2°, la araenoides y la cavidad arecnoiden; y la piamadre y el

Espacio pil

A. Dune. — En esta región, la duramadre presenta cierta adherencia, más
acentuada en el viejo que en el adulto, lo cual depende del desarrollo especial de
las granulaciones de Pacchioni, que a esta edad se fraguan una celda, más © menos
profunda, en la cara interna de los parieales y del occipital. Por su espesor corren
las ramificaciones (arteriales y venosa) de los vasos meningeos (Gg. gh, 7). En su
espesor y en la linea media encontramos el seno longitudinal superior

1B. Sexo toxcrrunixaL surmion — El seno longitudinal superior, impar y medio
ocupa el borde convexo de la hor del cerebro. Ex, de todos los senos, uo de los más
Voluminosos y también, según expresión de Gian» Mancaaxo, el más edescubies

y. por lo tano, el más expuesto a los traumatismos.

) Origen y trayecto, —Nace, hacia delante, por una extremidad afilada, ter.

minada generalmente en fondo de saco, en el conducto del agujero ciego
extiende hasta la protuberancia occipital interna, donde termina, contribuyendo à
y de la prensa de Herdfilo o torcular (fig. 61). Mide de 30 a 34 em de
Tongiwud, según los sujetos (Luvs), y corresponde en la mayor parte de su extension
al canal longitudinal que hemos dexcrito en la cara interna de la bóveda del cráneo

1) Afluentes.— Muy delgado en su origen y en los primeros centímetros de

1a formaci

su recorrido, se engrucsa poco a poco de delante atrás, gracias à los
Auentes que sucesivamente desembocan en su cavidad.

Ente estos afluentes ciu a y de una
parte de la cara externa de los hemiserios cerebrales; 22, las grandes venas anas-
Tomócicas cercbeales (a anterior de Trotanp y la posterior de Lasaf); $. las venas
meningeas medias; 4* numerosas venas diplcicas; 5°, cn Gn, las venas emisarlar
de Santorini, que, atravesando la pared craneal por los agujeros pariciales, hacen
comunicar direetamente el seno longitudinal con las venas del cuero cabelludo.

08: 12, las venas de la cora ine

oneness Gants ss

Estas comunicaciones (directas por las venas de Santorini o indirectas por las
venas diploias) entre la circulación intracrancal y las venas del cuero cabelludo
explican cómo una infeción que radique en los tegumentos del cránco se propague
3 Los senos y a las meninges, y explican también la posbilidad de que tumoraciones
sanguines, subcutánieas o au

Sus relaciones con los logos sanguíneos. —La mayor parte de estas venas

neas, comuniquen con el seno,

comunicantes no se abren directamente en el seno; desembocan previamente en los
lagos senguineos, verdaderos diverículos sinusales
décris por Pase y por Twotann, situados a cada
lado del conducto venoso, en el espesor de la dura
madre (fg. 26, 12). Estos lagos sanguíncos, en los
cuales forman relieve los corpúxculos de Pacchioni
fein canto mis desarrollados cuanto más se acer
can a la terminación del seno. Desde el punto de
visa quirúrgico debe considerarse que forman par
te del mismo reno, cuya anchura aumentan consi
derablemente. Según Luvs, esta última dimensión
es mayor de lo que dicen los autores; según él
& seno mide 157 mm de ancho y 6 mm de ali,
3 11,5 cm de la rate de la nariz; hacia la Tinea maso.
ana, su anchura es todavía mayor, mide 21,5 mm.
De esto se desprende que si en el curo de una
trepanacion quiere evitarse la lesion del seno, es
preciso mantenerse alejado de la linea media por
lo menos 2 cm, y sobre todo del lado derecho, por
que el seno se inclina mis hacia el parietal derecho
¿ue hacia el izquierdo

a), Forma y relaciones, —En un corte frontal
g. 6). el seno longitudinal tiene la forma de un
ingulo curvlineo de base superior. Por su base
xt en contacto con el esqueleto, adelgazado, algu
nas veces perforado en este sitio; por sus lados
corresponde al espacio aracnoideo y al espacio de
la piamadre. Estas relaciones mos explican las dos Pe. yo
variedades de hematomas intracrencales que pucden Principales tips de. hematomas
brervarie después de una herida del seno. Cuando gmseutivor 2 la herida del seno
el conducto venoso se interen en su totalidad (gu. longitudinal superior (corte fron
a so. ©) la hemorragia se difunde en el espacio Looneo det cise,
sraenoidco o en el de la piamadre: es el derrame
de la parte interna de la duramadre, lamado tam.
bién derrame en superficie. Cuando la base es la
nica Iesionada (pida por una exquila, desgarro
sr un instrumento), la Sangre se acumula entre el
Eole 7 la duremedre, despegumdo en genera
Ein en una pequeña extensión, sin rebasar las suturas, y en particular la sutura
‘agital, a la que la meninge externa se adhiere ímimamente; de ello resulta que el
hematoma de la parte externa de la duramadre asi formado se produce de ordinario
a In derecha o a la iaquierda de la linea media (ig. 30, A): para que el hematoma sc
halle a la vez en ambos lados dela linen media, el seno debe ear interesndo a derecha
€ inquierda de la sutura sagital; el derrame producido en estas condiciones está cons
Tituido por dos bolsas que deben evacuarse sucesivamente cuando se interviene:
Saison, en razón de su forma, Jo llamaba derrame en albardilla (Bg. 30, 1)

“ cuz

as dientes risa conser que pra el se nga. en pr
"cular en su mitad posericr; la dispexición de soy paredes, que una ver cortadas no se ape.
an y dejan al dexcubieto su cavidad nos permiten tomprender la gravedad de ls hemorragias

3

consecutivas a una herida: rápidamente compresivas para el cerebro cuando son intraranca
les, von a veces aformidables» y matan al enermo en algunos minutos cuando ocunien hacia
«exterior. Se comprende asimismo que para detener una hemorragia en tale cos la ligada
asc diicilmente aplicable por ete motivo la mayoria de cirujanos practican, bie el tapona:

ranas GUANEALes #

miemo del seno, bien zu rellenamiento con catgut y hasta, cuando procedo, la sutura del
dogo Soma,

€. ARACSOIDAS, PHKADAE, ESPACIOS ARACNOIDEOS Y PAL. — Aquí, como en la re
gión cilia, estas membranas y los espacios que limitan no ofrecen nada de particular.
Remitimos al lector al capítulo especial que les est destinado,

92 Cireunvoluciones cerebrales. —Si resccamos las meninges, nos encontra
mos con la parte superior de los hemisferios cerebrales, separados en la linea media
por la hoe del cerebro y el seno longitudinal superior

Reconocemos primeramente (Gg. 31) las tes grandes cisuras, roldndica,silviana
y perpendicular externa: la primera, situada por detris de la sutura corona, fuerte-
mente oblicua hacia arriba y atrás; la segundo, reducida a su extremidad terminal,
ocupa la parte posterior e inferior de la región; por último, la cisura perpendicular
exiema, ordinariamente muy corta, representada a veces por una simple muesca,
Stada un poco por delante del lambda; esas tres cisuras, como ya se sabe, son los
limites de los lóbulos

En esta “aparecen los cuatro lóbulos del cerebro, aunque de una manera
muy desigual. Del lóbulo frontal (verde) tenemos la primera frontal entera, la
segunda frontal en gran parte, la frontal ascendente sólo en sus dos tercios superior
tex EI lóbulo parietal (foo) mos presenta los dos tercios superiores de la parietal
rscendente, la parietal superior completa y la mayor parte de la parietal inferior
Esa dia forma el labio superior de la csura de Silvio, El lóbulo occipital (viola
do) nos oltece, por detris de la cisura perpendicular externa, la parte anterior de
las dos primeras cireunvoluciones occpitales Del lóbulo temporal (azul) no obser
vamos en exa región más que la parte más posterior de la primera temporal, for
mando el labio inferior de la cisura slviana,

La porción de la cortera subyacente a la región occipitofrontal encierra la mayor
parte de la zona sensiivomotrir, sobre todo los centros corticales de los miembros
Superior e inferior que aquí sólo mencionaremos para deseribirlos más adelante en de-
valle a propósito de la topografía crancocnceílic.

3. REGION TEMPORAL

La región temporal (sien de los antiguos anatomistas) podria ser definida: el
conjunto de partes blandas que recubren lo que en Oseología se conoce como la
fosa temporal. Sin embargo, como desde el punto de vita quirúrgico el principal
interés de a región temporal ex en sus relaciones con una de las partes más im:
portantes de la cortera cerebral, nos parece lógico describir con ella el esqueleto
Eraneal correspondiente y las parts blandas situadas por debajo, es decir, las menin
fer y las cireunvoluciones, tal como hemos hecho en las dos regiones precedentes.

1. Situación y límites. —La región temporal ocupa Ia cara lateral del cráneo;
se encuentra situada: 1 por debajo y delante de la región occipitofromal; 2", por
ncima de las cuatro regiones mastoldea, paratoides, masetrina y cigomática.

‘Sos limites superficiales son bastante precios: por delante, el borde posterior
el malar, la apófisis orbitaria externa y la creta lateral del frontal; arriba y air,
la línea temporal en toda su extensión, llegando, por consiguiente, hasta el aseriôn:
finalmente, por abajo, una linea tranweral que pa por la arcada cigomatica. Este
límite inferior de la región temporal es del todo artificial porque, como veremos más
adelante, la fosa temporal comunica ampliamente por abajo con la región de la
fosa cigomáti.

6 eus

En profundidad, la región temporal se extiende hasta las circunvoluciones cere
bras inclusive

2: Forma exterior y exploración. —Deide el punto de vista de su forma,
la región temporal debe ser examinada en extado normal y en estado patológico.
En estado normal, varía según la Gad y sobre todo según la gordura del sujeto.
Saliente en las personas gordas y en los niños, ei, por el contrario, más o menos
deprimida en los individuos delgados, Esta depresión o excavación temporal puede
dar a la cara de los sujetos profundamente emaciados un aspecto esquelério. En
estado patológico, la región temporal puede estar deformada, en totalidad o en
part, por tumores de diversa naturaleza, nacidos en la misma región o en las regio:
mes vecinas (órbita, fosas nasales, maxilares. Recordemos que es precisumente en
Ja región temporal, y sobre todo en el lado derecho, donde, por lo general, se encuen-
ira el orificio de entrada de la bala en las tentativas de suicidio por disparo de
armas de fuego sobre el cráneo.

La exploración clínica de la región permite reconocer: adelante y arriba, la
apofisis orbiarla externa del frontal: abajo, el arco cigomático, puntos de referen

cia óxcos importantes utilizados por el cirujano para ir en busca de la arteria meni:
fea media. Matentowr aconsejaba hacer contracr al enfermo el músculo temporal
para señalar lot Mmites de la región y hacer asf el disgnósico topográfico exacto de
las afeciones que radiquen en ee sito,

3° Planos superficiales. — Desde la superficie a la profundidad, encontramos
sucesivamente: 1% la piel; ar el tejido celular subcutáneo; 8%, la aponenvosis e
‘crdnee, junto con una capa de tejido celular laxo. Estos diversos planos, que devs
naremos con el nombre de superficiales, son comunes a las otras regiones craneal,

4. Pirt.—La piel que cubre la región temporal es fina y extd desprovista de
pelo en su porción anterior. Deja ver por debajo de «lla las fexuosidades de la
Tama anterior de la arteria temporal superficial, la cual en los viejos y arteriole
osos forma un relieve visible a distancia. Gracias a su finura y a su movilidad
puede wilizare en cirugía para cubrir una pérdida de substancias de los párpados
blearoplastia). En el resto de su extensión, la piel de la región temporal está cu
bierta de pelos y tiene todos los caracteres del cuero cabelludo (pág. 39. En ese
sitio es donde los cabellos comienzan a blanquear y, por tanto, donde la edad em:
pieza a señalar sus electos de donde el nombre de temporal (de tempus, tiempo)
dado a la región. Es uno de los silos de clección para ls placas de pelad

D. "Tejo CELULAR SUNCUTÁNIO, YASOS Y KERVIO$ SUrERnICInLES, El tejido
celular subcutáneo que forra la piel y la une al plano subyacente es laxo por delame
y denso en la parte pos

nervios superficiales.

3) Arteras.— Las arterias provienen de la temporal superficial (Bg. 92, 6)
arteria nace de la carótida externa, un poco por debajo del arco cigomático, a
del cuello del cóndilo del maxilar inferior, en plena región carotiden

De allí se dirige oblicuamente hacia arriba y afuera, se dediza entre el tu
bérculo cigomático y el conducto auditivo externo y, ya en la región tempora
a 26 3 cm por encima del arco, se divide en dos ramas terminales. De estas dos
vana, generalmente la más voluminosa, se dirige atrás, es la rama parietal, la ora
adelante, hacia la frente, es la rama frontal fuertemente flexuosa y visible a través
de la piel En esta rama, muy visible por regla genera, por lo menos siempre per
ceptible al tacto, es donde los antiguos practicaban la operación de la a

or de la región. En su espesor están contenidos los vas y

feriostomia,

rues cuaseatss #

hoy dia abandonada ya por completo; el vaso reeubierto solamente por la pic,
fina y delgada, tan fina que ha podido ser herido por una picadura de sanguijuela
(uate.

Las dos ramas, anterior y posterior, de la temporal se anastomosan entre si y
con las arterias auricular posterior y occipital irigan, no solamente la región tem
poral sino también parte de las regiones vecinas, ocupando así un territorio mis
temo que las demds arterins del cránco. Por exto sin duda los tumores vasculares

(ancurismas arteriales y sobre todo ancurismas cinoidoos) del cuero cabelludo radi
an más especialmente en su territorio.

La arteria temporal proporciona también, a nivel del cigoma, una rama impor
tante, la arteria temporal profunda posterior, que pertora la aponeurosis temporal
Y se hace subaponeurdtiea © profunda, Tendremos ocasión de volver a encontrarla
más adelante,

ne profundo en es erg. pos
eto por la aponeurons y por un tejido fbrolaminar en el cual dit encontrar
por co, en la Mgsdura de la temporal super, se acomej buscar a arena, no
Por debajo, ino sobre cl arco cigomdtic, punto en que se hace perl. Para praciar
© operación flan pum deft i sa que ompata sa aii ene ont

8 coeza

Venas. — Numerosas venas, unas satélites de las arterias, otras independien-
tes, dicurren de arriba abajo en toda la extensión de la región temporal, reunién
dose por delante de la oreja, un poco por encima del arco cigomático, en un
tronco único, que es la vena temporal superficial. Esta vena temporal suportiial
Std ordinariamente colocida por deus de la arten homónima (ig. 32. 7). Des
ende por la cara externa del cigoma, y al llegar a nivel del cóndilo del maxilar
inferior se une con el tronco de la vena maxilar interna para formar la vena yugu
lar externa. La vena temporal superficial adhiere bastante intimamente a la areria
que acompaña, y de aquí la posibilidad de la lesión simultánea de los dk
la producción de un aneurisma arteriovenoso, QUÉNO citó un caso Cometa
simple aplicación de ventosas escaificdas
©) Linféticos.—Los vasos lintácos de la piel y del tjido celular subeuténeo

se dirigen hacia abajo, como las venas, y terminan en parte en los ganglios paro
eos y en parte en los ganglios mastoidcos

Nervios. —Los nervios superficiales se distinguen en motores y sen
‚nos motores, extraordinariamente delgados, provienen del facial y exdn des
nados a los dos músculos, auricular anterior y auricular superior. — Las ramifco
ciones sensiticas, desinadas a la piel, provienen, en parte, del temporomalar (cama
del lagrimal y, en parte del auriculotemporal. Este último nervio, rama del maxilar
inferior, rodea primero el cóndilo del maxilar, después se encorva de atajo arriba,

en el arco cigomático los vasos temporales supertiiales y penetra con ellos
ón temporal, donde se ramifica; el nervio auriculotemporal discurre ord
nariamente por detrás de los vasos. Para ponerlo al descubierto y resccarlo en los
¿aos de neuralgia (Micurz, Wacnen, Le Dexru), la incisión arriba indicada para la
ligadura de la arteria temporal superficial es en realidad la mejor; conduce direc
tamente sobre el vaso, punto de mira, y un poco por detrás de él se encontrará el

G. Aroszunosıs mmicxawzaL.—Por debajo de la piel y del tejido celular sub:
utánco encontraremos la expansión lateral de la aponcuross epicrancal (gulca apo.
neurötica capitis de los anatomistas ingleses y alemanes. Desciende a la región tam
poral en forma de una lámina celulofbrosa muy delgada, tanto más delgada cuanto
mis se acerca al arco cigomático. Su manera de terminar varía según los sujetos
en unos se fija sobre el borde superior del arco cigomático; en ottos pasa sobre
exe arco y se pierde insensiblemente en el teido celular de la región mascterim.
tras veces, por último, y así la describe Meakkı, se detiene en la parte inferior de
la región temporal y allí se divide en varias hojas, de las cuales las más profundas
van a unirse con la aponeurosis subyacente, mientras que las superfiial sc con
funden poco a poco con el tejido subeutáneo.

Sobre la cara externa de la aponeurosis epleraneal y adhisiéadose íntimamente
se encuentran dos pequeños músculos cutáncos: el auriculer anterior y el aurienlar
superior. Estos músculos son formaciones rudimentarias, siempre poco desarrolladas:
algunas veces faltan por completo. Carecen de importancia, por lo que se com.
prende que en una obra dedicada ante todo a la anatomía prácica nos limitemos
à señala

En la región temporal la aponeurosis epicraneal está separada del plano subya:
cente por un tejido celular laxo, continuación del espacio que en la región ocepite
frontal la separa del periouio. Precisamente en este sitio de la región temporal ex
onde es más fácil el desprendimiento de la aponeurouis cpicraneal, de lo que resul.
ta que los derrames sanguíneos (hematomas) © purulentos (abscesas), desnrrollsdos
en el espacio subepicráneo, se desplazarin fácilmente de la bóveda del cránco à la
región temporal, y viceversa, al contrario de las colecciones desarrolladas en la Losa

ones CRANEALES e.

temporal propiamente dicha, las cuales, por lo común
del cráneo.

mo invaden otras regiones

45 Aponeurosis temporal. —Situada por debajo de la aponeurosis epicranesl
la aponeurosis temporal es una lámina fibros, reitente, brillante y macatada, con
la misma forma general que el músculo que recubre, el cual se percibe más o menos
a través de ella, En la parte anterior e inferior de la región, en el espacio compren.
dido entre el borde posterior del malar y el arco cigomático,

senta una colors
ción más o menos amarillenta, debida à la grasa que en este sido contiene en su
spero.

Desde el punto de visa de sus inserciones, Ia aponeuross temporal se imerta
por arriba: 12, en la parte ascendente del borde posterior del malar; 2%, en el borde
posterior de la apófisis orbitaria externa; 9°, en la linea temporal, mientras esta
línea ez única, y después, al bifureane, en la linea temporal superior y en el espacio
comprendido entre la linea temporal superior y la inferior. Desde cxa vasta linea
de inserción superior, la aponeurosis temporal se dirige hacia el arco cigomático y
se ja en el borde superior de esta ap

En el límite superior de la repiön, la aponcurosi temporal parece continuarse
con el periosdo de la región occipltofrontl. Podemos, pues, deci, con Rıcurr, que
€ periosio craneal, al llegar a la linen curva temporal, se divide en dos láminas
1%, una limita profunda, que se extiende sobre el esqueleto de la región temporal
y que consituye el perionio de esta region; 22, una lámina superficial, que se
Separa de la precedente en ángulo agudo para ir a terminar en el arco dgomitico
Esta última lámina, que no tiene los caracteres del perionio, sino la estructura de
las láminas fibross, esla aponeurosis temporal

Sencilla en su origen, la aponeurosis temporal se divide en su parte media, algu
mas veces en sus dos tercios inferiores, en dos hojas, externa e interna; la hoja exter
a o superficial termina exactamente en el labio externo del borde superior del eig.
ma, a veces en su cara externa, un poco por encima de la inserción del masetero
la hoja Interna o profunda se Éja sobre el lablo interno de este mismo borde supe.
rior y un poco sobre la cara interna del arco óxco. Entre las dos hojas se encuentra
un espacio estrecho, de forma triangular u oval, relleno por una mua celuloadiposa
en medio de la cual discursen algún trecho la arteria temporal profunda posterior y
«iento nümero de venas ordinariamente poco importantes

52 Fosa temporal.—Al separarse del periosio temporal para ir a imestare
en el arco cigomático, la aponeurosis temporal limita, por dentro de ella, una vasta
celda que designaremos con el nombre de fosa tempora.

©) Visa en un corte frontal (Bg. 33, A), exa cavidad tiene la forma de un

= idngulo de base inferior: la pared externa está constituida por los diferentes pla
nos superficiales que hemos estudiado más arriba, es decir, por la aponeurosis tem.

poral, la aponeurosis epicraneal, el tejido celular subcutáneo y la piel; la pared
interna está formada por el esqueleto craneal, que descrbiremos mis adelante; cl

vértice corresponde exactamente a la imerción de la aponeurosis temporal sobre

la Minen temporal; en cuanto a la Base 0 suelo, no existe como pared: est repre

.da por un orificio (orificio eigomático) más o menos grande según los sujetos

(véase mis adelante, Región meseterina), que forma el arco cigomático al separarse

de la pared lateral del cráneo; por este orificio la cavidad temporal comunica am.

pllamente con las dos regiones subyacentes, la región geniana por delante y la región
de la fosa cigomática por detrás.

8) Si examinamos ahora la cavidad temporal en un corte horizontal que pase
por el cágoma 0 un poco por encima (fg. 35 By O) se mos presenta blé en

so EU

forma de un triángulo, pero con la base hacia delante; es decir, que aumenta la
profundidad a medida que nos acercamos a su parte anterior. Por delante su pro
fundidad es de 3 cm por término medio. En exe sio existe, limitándola por su
parte anterior, una verdadera pared dec», de concavidad posterocxierna, que td
formada por una parte de la pared externa de la órbita. En este punto, una gran
iendidura, la hendidura esfenomaxilar, hace comunicar en el exqueleto la fosa tem:
poral con la cavidad orbitaria. En el viv, esta hendidura ext cerrada por una limi
na fibrosa, que ordinariamente se opone a que los procesos inflamatorios se propa

os temporal, en ers; A coo ronal lend lle dea de ura y O,
or el goma (por 37 de la guna À

Euen de una a otra exvidad, pero que no es suficiente para detener los tu
exa vía (véase Cavidad orbitaria) es por la que los tumores de la Órbita
región temporal, y relprocamente

6: Contenido del compartimiento temporal, En la cavidad temporal se en
cuentran contenidos: 1*, un músculo voluminoso, el músculo temporal; 2>, vasos y
nervios, los vasos y mervios temporales profundos; 3°, teido celulograsoso para tele.
nar los huecos. Estudiemos cada una de estas parte

3) Músculo temporal. —El músculo temporal (Gs. 54 y 35) tiene la forma de

n ancho abanico, cuya base ext dirigida hacia arriba y atrás y cupo vértice corres
ponde a la apófisis coronoldes del maxilar inferior. Se ¿mena por arriba: 1%, en la
linea temporal inferior: 2°, en toda la extensión de la for temporal: 3°, en los
dos tercios superiores de la Cara profunda de la aponeurosis temporal; 4°, por algu
os fascículos de desarrollo muy variable (fascículos cigomáticos o fescculo yugal),
en la parte media de la cara interna del arco cigomático y hasta en la cara interna
del tendón de origen del masetero.

Las fibras musculares que nacen de estos diversos puntos van a terminar en
las dos caras de una lámina bros, que si bien al principio ed escondida en el
espesor del músculo, se exterioria pronto, convertida en un tendón de 1 6 2 cm de
ancho, que se inserta en el vértice, los dos bordes y, sobre todo, en la cara interna de
la apófisis coronoides: algunos fascculos se fjan en el borde anterior de la rama del
maxilar inferior hasta las cercanías del último molar, Esta inerción inferior, ancha

por una parte, profunda por la otra, explica por qué la sección del tendón del tempo-
Fal es uno de los tiempos difíciles de la resección del maxilar inferior. Esa secion
se practica de ordinario con las tijeras curva, corriendo así el peligro de dejar adhe:
idas algunas fibras tendinosss que, en el momento en que se quita el hueso, arrancan
Jas fibras musculares; para evitar este arrancımiento, Cuassaicwsc aconsejaba corar
fon la calla la base de la apófiis coronoides y abandonarla con el músculo.

Fl misculo temporal es un músculo masticdor, eleva el maxilar inferior y lo
aplica contra la mandíbula superior, Su contractura produce el trismu y constituye,

Re. m
Región temporal: plano subaponeardtio.

com la del masetero y los plerigoideos, uno de los primeros síntomas del tétanos
Consecutivamente a inflamaciones crónicas de la región, o a consecuencia de inte
venciones practicadas en la cavidad temporal, puede sufrir una verdadera rerac-
«ión fibrosa; resulta entonces una constrición más o menos acentuada de los maxi
fines, contra la cual se ha aconsejado la sección de la apófisis coronoides

"y Vasos y nervios temporales profundos. — El músculo temporal et irrigado
por tres arterias (ig ss): 1% la arteria temporal profunde posterior, rama de la
Temporal superficial que, después de haber perforado la aponeuresis temporal y
Auravesado el músculo, discurre entre te y la pared craneal, sobre la cual ordina:
fiamente imprime un surco; 2°, la arteria temporal Profunda media, raina de la
Arteria maxilar interna, que penetra en el músculo por su cara profunda y se pierde
gn su apor: 3% la arteria temporal Profunda anterior, otra rama de la maxilar

se cones

interna que, como la precedente, discurre primero entre el hueso y el misculo y des
pués se ramifica en este último. Estas tres arterias se anastomosan. constantemente
‘entre s, bien en la cara profunda del músculo, bien en su espesor

Las tres arterias temporales profundas van acompañadas de las venas tempora
les profundas, que siguen con bastante exactitud el mismo trayecto, se anastomosan
ampliamente entre sí y contribuyen a formar en la parte superior de la región cigo-

Región temporal, plano muscular: el músculo temporal con sus vasos y nervios.

mática un importante plexo, el plexo plerigoideo. La riquera vascular del músculo
temporal explica, por una parte, las hemorragias comecutivas a ls heridas profundas
de la región, y por otra parte, los hematomas voluminosos que aparecen a veces des.
pués de un traumatismo,

‘Tres nervios motores destinados al músculo temporal acompañan a los vasos
temporales profundos: 1, el nervio temporal profundo posterior, ramo del nervio
masterino; 2%, el nervio temporal profundo medio, que emana. directamente del
maxilar inferior, inmediatamente por debajo del agujero oval; $2, el nervio tempo:
ral profundo anterior, que nace del bucal en el momento en que este último slo
del músculo pierigeideo externo, Los tres nervios, como las arterias, se anasiomoan
entre sí ames de penetrar en el músculo donde terminan. Los vasos y nervios destinados
al músculo temporal tienen una direción vertical, de modo que para no interesatlos

anos cxaneates ES

en la abertura de las colecciones profundas de la región temporal, se aconseja prac
‚car solamente, si cs ‚ns paralelas a la dirección de los vasos y nervios
En las intervenciones en que es necesario cortar un colgajo temporal, la trepana.
ción, por ejemplo, se aconseja también uilizar con preferencia un colgajo de pediculo
interior y convexidad superior, el cual, por la razón misma de la ditección de los
vasos y nervios temporales, ascgura mejor

la vasculasización e inervación del músculo
temporal. Como los vasos y nervios tempo:
tales ocupan la cara profonda del músculo
y se encuentran colocados entre este Uli
mo y el esqueleto, para no herilos al tra
tar el colgajo precitado, que separa el
músculo de la exama del temporal, será
necesario mover el bisturl raando al es
quelo 0, mejor todavía, utilizar la Tegra
(Quiso).

©) Masa cetuloadiposa. — El músculo
temporal, sus vasos y nervios, rellenan in
completamente la cavidad temporal. Los
espacios vacios están ocupados por una
masa ccluloadipos, semiluida, que se de
sarrolla con preferencia en la parte externa
© inferior de la cavidad entre el músculo
temporal y su aponcurosis. De la cara su-
perfial del temporal lega a su borde
anterior y, rodeándolo, se extiende sobre
su cara profunda, formando alll, entre el
músculo y el plano exquelérico, el magma
celulograsoso por donde discurren los vasos
y nervios profundos (ig. $6, 4).

Esta masa grasos, simple teido de re-
leno de la cavidad temporal, est rodeada
de un tejido celular laxo, exboro de una
seroma (Venwrun). Lo que la hace intere-
sante es que no se circunscribe a la región
temporal; si la examinamos en cortes Iron.
tales y contes horizontales, la vemos conti
murs con todas las regiones subyacentes

(Pawror-Lacenesse): por una parte, en el gel)
espesor de la mejilla, con la bola adipora pu pe, ool mie ur

de Bichat; por otra parte, con el tejido ce
Inlcadiposo, siempre tan abundante, de la
fosa cigomática, y también, por la eco
dura sigmoides, con el tejido conjuntivo
de la cavidad maseterina, La figura 37, obtenida después de haber practicado la sec
ción del cigoma y de reelinar hacia atrás el músculo masetero, nos muestra claramente
que la bola de Bichat, el tejido adiposo que se extiende sobre la cara externa del
temporal y el que se insinúa bajo su cara profunda no forman sino una sola masa
celoloadiposa, que tiene por todas partes el mismo aspecto y la misma constitución
anatómica. Por lo tanto, se comprendo perfectamente que los lipomas de la cara
pueden invadir la región pectoral y en determinadas ocasiones originarse en este

Py camera

En medio de este ejido celuloadiposo discurren los linfáticos profundos de la
cavidad temporal; estos Hnféicos acompañan a ls arterias y venas ya citadas y ter
minan en los ganglios parotideos superiores Se anastomosan con los linflices de
las regiones vecinas y en particular con los de la mastoldes y oreja; así se explican
sin duda, los flemones temporales profundos que aparecen en el curso de ciertas otitis
agudas (Mixcox). Estando la cavidad temporal cerrada por arriba, delante y aus,
comunica por su parte inferior con las dos regiones genlana y cgomática, por lo
que el pus de ests lemones
profundos tendrá tendencia
a invadir la mejilla y la
losa cigomática st el ciru
Jano no interviene pronto
Hemos visto que el tejido
celuloadiposo ocupaba la
parte anterior e inferior de
la cavidad temporal; en este
sito, pues, será necesario In
ir sin esperar la fluctua
ción, lenta en aparecer a
causa de la aponcuross tem.
poral que sujeta fuertemen.
te los tejidos

> Plano esquelético.
=H esqueleto de la región
temporal (ig. 9) está cons
tituido por cuatro. huesos

delante y arriba, una
porción del frontal; 2%, de
Tante y abajo, el ala mayor
del esfenoides; 42, atrás y

La bola adiposa de Bichat, via im at.

a Bor m a Su e e, quer Ze Shao, la cama del tempo
E val; 4% ads y ara, una
RP ni RER RES porción del parietal, Esos

cuatro huesos están reunidos
por su 30 conjunto constituye el pterión (pág. 4); con más exactitud, el
Pieriön es el punto de la fosa temporal en que se encuentran los cuatro hucsos
hos. EI pieriön, bastante variable según los sujetos, reviste generalmente In
una ME mayúscula, inclinada en sentido oblicuo de arriba abajo y de atrás
adelante, Ocupa la parte anterior y superior de la cavidad temporal; la rama hor
zontal de la H corresponde en general a la circunvolución de Broca y cruza a me
nudo la arteria meníngea media (6. 29)

El temporal es uno de los sitos de elección de la osteomielitis aguda del cráneo
avaro) Esta afección, por lo general inadvertida según LanxeLoscwr, es por for:
tuna muy rara, y cas siempre se complica con meningitis y con Hebitis del seno;
las relaciones del temporal con las meninges y con el seno lateral nos dan la razón
de elle

La pared ósea de la cavidad temporal está por debajo claramente separada del
techo de la fosa cigomática por una linea saliente, la cresta esfenotemporal, que limi
ta interiormente esta regiôn y constituye un punto de referencia importante en la
reseción del ganglio de Gaser; en los procedimientos de Krave, de Hanmıay, en
los que, como veremos después, se proponen llegar al ganglio por la trepanación de

la fosa temporal sola, señala el punto en que se ha de detener por abajo la abertura
(Gate Región de la fosa cigomdtica).

TL esqueleto temporal es delgado y frigil cuando se hace uso del trépano en
esta región.

4e Meninges.—En ta superficie endocrancal del plano equeléico se disponen
las tes meninges: 1%, a duremadre, ala cual conviene añadir os vos mentngeot
medin; ata eraceide; gr la Plamadre.

Duramadre. La Suramadre tapia la cara interna del exqueleto, En la re
gión lemparl presen una disposi que, en ratón de su importan qirärgin,
deve siempre tenen presente: adhiere poco a los huesos y
de deja despegar ice, sobre todo por los demame de
Angie que se producen entro el y el enquleto, Eta sone
despegabte de a Suramadre bien estudiada por C. Manor
Y Fent en Francia y Kaorsuzıv en Alemania, rebasa os I
Faites de a región en todos sentidos: 12, en sentido vertical
Le extiende dela hor del cerebro a ls alas menores del et
folds y al borde superior del pefasco; 2, en sentido sagt,
dels apaño de Ingrasas a la protuberancia occipital Inte
fu La Hang s acumula en el espacio despegado y da logar
Pan tamer que produce ripidamente fenómenos de com
proién cerebral, que permiten al crujano hacer el dlagnis
Tico y le gulan en su ntervención. Por sega general, a sn
fe que se acumula entre la pared din y la Juramadre pro
Feng de una herida de la ater montage medía (6. 9)

Y) Arteria meningea media. —La arieria menloges me.
lacada tambien arteria esenoespino, es notable por
Au volumen y u largo trayeto, Como cx sabido, mace de la
teri maxilar interna y penetra en el crino por el ape
Jero redondo menor: de curva ents sobre à mima y se ma
Ario Borootalmente hacia lua, dicuriendo peimero Pot enge ernennen
la pared superior del peñas, para endercrase luego al llegar Lun somes
a pred Guerna del crio y depués de un recorige de terior ella” See
3 a em se divide en dos ramas anterior y posterior. La rem en un re nal dl
anterior (g. 39, ®) gana e Angulo anterior e inferior del pa: ines (Suemátic),
eal (pación donde encuen un sure (algunas vos
tramlonmado cn conducto complet), se coloca en ly lo a
fre dirigiéndose hacia el rege y raalficindowe Proporlona
na rama de disección posterior, tema media de a meninges
‘he, como veremos luego, e Importane desde el punto de vista quirdrgico, La rama
festerir (ge gp 9) se dirige atta y atrás hacía el lama, raiicindore tambien,
Primo sobre la Porción Gama del temporal y después sobre la pane posterior
Tinenor del paria. La arca meningea meda, ademas de sus ds ramas, ante
flor y posterior, proporciona también ramos temporales empre. muy degadon que
Maven la pared Saneal y van a arantomome en la fo temporal con ls tet
Sres temporales profunda

Dede d punto de vista de sus relacione, la meninges media sus ramas cun
contenidas en un dedoblamiento de la duramadre y Sas Juno al hueso en el cual
1 teguan un canal, por eo en las frctume de la región temporal se obrera on
Base frecuencia wim Tein de la anis o de una de sus ramas, un desgarro o
una picadur por una exquria; la hemorraga reliant se colecciona a nivel de la
tone despegable señalada ames Generalmente, I lesionada & I rama media nacida
del tomes anterior; de aquí la producción de un hematoma que Kanzzm Tama

E caza

temporoparietal por su sitio y que se podria llamar también hematoma medio, por
«el nombre de la rama arterial que le da origen. Las heridas de la rama anterior (oc
sionan un hematoma frontal) y sobre todo las de la rama posterior (hematoma lem.
Poroocepital) son más raras.

Dado el prono cas fata de estas hemorragias abandonadas a su propio euro, es pre
cho intervenir siempre para disminuir la eompreion cerebral y tar Ja arta meninges
fn el punto lions.

‘es procedimientos recomendados para dacubrir ta arterl son numerosos: Juconsen
comes trepanar a 5 cm por der y ta mm por encima de la spies biais Unterm

nl Sauce exe punto corresponde al ángulo accntron de prea a deci, at punto
por donde pasa la rama anterior de la menoges (hg. 49. Para akanar a mima Fama,
Kaasazın acomeja ar una lines horizontal que prongs Paca aid el bar super
de a Grin y abc el crio sobre cua linea a 3 0 4 cm por des de la ape ora
sera (con más cxacitud, en el punto en que la venal trazada por el pino meio del
Arco cgomátic cota a horno supra) (éme más adobo, Voor y Hnos
Acomean tepanar en el punto de unido de don Unes. una ele en semi Norton,
e pase à 4 cm por encima del arco imo, y tr en du vata, a à poso
más de un dedo de distancia por dera de la apts tonal y del huso malas. Pot
por su pare, eleva una perpendiclr de 3 cm bre la mind dl arc y elects uns ve
Panación en ta extremidad de Gta misma Woes, yendo à parr wbre el pomo de In rama
Iria de la mesias,

| pres cuca a

Cusiquiera de los procedimicnton que acabamos de ciar es aplicable en los casos de
hematoma temporoparital o temperofrontal, er dei, a lor hematomas que resultan de una
1eiön delas raras anterior o media de la meninges Pars oprar los hematomas comtes
+ una herida de tama posterior, Keastam recomendó Abi el cráneo en el punto cn que
la Vertical eazadainmediatamente por detrás de lapis mauoides encuenta à la horiosial
que prolonga por deis el borde superior de la bita (nase más adelante), Por último,
fecientemente Hi. Bitzer, enudlande de muevo la arteria meningen media y comprobando a
ma y el nacimiento aún más fre
sente de una rama posterior en
la proximidad dal agujero redon
ble de la bae del cráneo; eco
mienda. paca la. trepanación
à ras del arco Cgomátco, en la
porción del temporal que cores
ppomle a la mad. ponecior de
a spot

©) Vemos meningeas me
días. — La arteria. meningen
media va acompuñada por dos
venas satdlites, las venas me.
ningeas medias, que, según su
siwación con relación a a ar
teria, se distinguen en anterior
y posterior. Ordinarlamente _ Procedimiento para descubri la aneria meninges moti
muy desarrolladas, estas dos
venas se adoan una a la otra
en la mayor parte de su tra
yecto, envolviendo más o me
os la circunferencia de la areria. Un poco por encima del pieriön reciben a la vez
las venas paritales medias, venas frontales y venas venidas de la Órbita (venas orbito
meningeas). Existe alí una especie de confluenein venosa, encrucijada venosa de Tao:
ano, cuyo diámetro puede alcanzar hasta 10 y 12 mm; en exe iio Ia arteria meningea
se halla bañada en la cavidad venosa como la carótida interna lo está en el seno
svernono esto nos explica por qué las heridas en ene punto son particularmente
graves, La vena meningea media posterior desemboca en el plexo prerigoiden; la ante
jor termina, por lo general, ya en el seno cavernow, ya en la vena del agujero oval
&) Aracnoides y piamadre.— Por debajo de la duramadre encontramos suce
sivamente: 1° la aracnoides con su cavidad, la cavidad araenoiden; 2°, los espacios
subaracnoideos con el líquido cefalorraquídeo; 3°, por último, la piemadre, desan.
ando directamente sobre las circunvoluciones cerebrales, Estas diveras formaciones
an aquí nada de particular, por lo que remitimos para su estudio a Tos
“apartados que les están especialmente destinados.

9° Cireunvoluciones cerebrales.—La cara externa del hemisferio cerebral cons
titaye muestro último plano, En los límites de la región notamos, en primer lugar (i
guras 99 y 41) la presencia de dos cisuras importantes: la cisura de Silvio (o por
lo menos la porción de esta cisura que ocupa la cara externa del hemisfrio) . por
encima de ella, la mitad inferior de la cisra de Rolando. De estas dos ciurat la
Primera sigue un trayecto casi horizontal; la segunda, por el contrario, se dirige
Oblicuamente de abajo arriba y de delante atrás

cues

Alrededor de las citadas cisuras encontramos las circunvoluciones siguientes
delame y arviba, la tercera frontal cas en totalidad y los tres cuartos poste:
lotes de la segunda; 23, atris y arriba, por encima de la eisura de Silvio, la mitad
Inferior de las dos circunvoluciones frontal ascendente y parietal ascendente y, por
encima de esa última, la mayor parte del lóbulo parietal inferior; 3, atrés y abajo,
por debajo de la cisura de Silvio, ls tres circunvoluciones temporales cas enteras

Circumoluciones de la cara externa del misterio inquerdo, vias a wants de ventanas
praciadas en la pared canes

La morfología de estas diferentes cisuras y circunvoluciones, la localización exacta
(en la corteza cerebral) de los centros paicomotores, así como las señales que permi
ten al cirujano ir en su busca, serán estudiados mis adelante (véase Topografía craneo.
encefálica. Unicamente recordaremos aquí que la mayoria de los centros psicomo:
tores se encuentran situados en esta porción de la corteza que corresponde a la
región temporal, lo que nos explica por qué las leones de esta parte del cerebro
dan lugar generalmente a síntomas de foco o localizados» y por qué también estos
sintomas permiten de ordinario al cirujano establecer el diaguóxtico del sitio exacto
de la región cerebral; la segión temporal es el sitio de elección para trepanar,

REGION MASTOIDEA

La región mastoidea está constituida por esta eminencia óxea y el conjunto de
partes blandas que la recubren. Esta región debe su interés anatómico, clínico y ope

Pannes cxaweates 5

ratotio a la presencia de la voluminosa apófisis y las cavidades anexas del oído medio
que están excavadas en ella, Los progresos realizados en otologia han demostrado
cuán numerosos son los casos en los que las complicaciones de la otitis se localizan
fn la mastoldes, El conocimiento exacto de su anatomía topográlica y de sus rela-
ones, al mismo tiempo que expli al clínico la sintomatología de la mastoiitis y
la gravedad de sus complicaciones, proporciona al cirujano puntos de referencia
precios para su intervención

1% Situación y límites. —La región mastoidea, como la apófiis mastoides que
le sie de substrato esquelérico, ocupa la parte más inferior del plano lateral del
cráneo,

‘Sus límites superficiales son: 1%, por abajo, el vértice de la apóiis masoides;
+2, por arriba, una línea transversal, prolongación posterior del borde superior
de la rate longitudinal del arco cigomúático; ema linea corresponde de ordinario a
la porción inicial de la rama ascendente de la ralz longitudinal del arco, rama
“ascendente que los orólogos denominan línea temporalis o también cresta supra
masoideas $°, por delante, una linea vertical que pasa por la parte posterior del
Conducto auditivo y por el borde anterior de la masioides; 4°, hacia atrás, el borde
posterior de esta misma apófisis mastoides prolongada hasta el aserión, es decir,
has el punto en que se reúnen el temporal, el parietal y el occipital. Comprendida
de exa suerte, la egión mastoidea se encuentra situada por debajo de las dos regio
nes temporal y occipitorontal, por encima de la región carotidea y por detrás de
la región del oldo, de la cual puede muy bien considerarse como un anexo,

En profundidad prolongaremos la región mastoidea, como hemos hecho anterior
mente para las regiones occipitofrontal y temporal, hasia las meninges y el encéfalo
Inclusive

2> Forma exterior y exploración.—En esado normal, la región mastoiden,
como el esqueleto sobre el cual reposa, es siempre convexa y está claramente sepa
Fada de la oreja por un surco profundo, el surco auriculomastoideo. Se encuentra en
parte escondida por la oreja, y para examinarla bien es preciso Separar aquélla y
observar al sujeto por detrás.

Su extensión varía mucho según la edad, el sexo y los individuos; poco desarro
lada en el niño, va creciendo en el adolescente y presenta su máximo desarrollo en
el adulto y en el viejo. La obserraciön nos enseña que es a la ver más extensa y más
faliente en el hombre que en la mujer; not enseña, además, que la mastoides
aguierda es ordinariamente menor que la derecha,

Ta delgadez de los diferentes planos de partes blandas que
externa hace la exploración bastante fácil y al mismo tiempo permi
diverse señales wiliradas en las intervenciones,

En estado patológico, el aspecto de esta región puede estar más o menos modi
ficado, bien por tumores localizados (quistes, adenit), bien por una tumefaceiön
difusa (mastoidis, lemoncs). Cuando la mastoides está inflamada y
propaga hacia las capas superficiales, la convexidad de la región
Sunco auriculomastoldeo se borra y la oreja se separa de la cabeza. La palpación, que
se hace mis difícil por el engrormiento y el edema de los segmentos, provoca en
vn punto un dolor localizado, cuya importancia es considerable para el diagnóstico
de la complicación oca

“Añadamos, finalmente, que los progresos realizados en estos últimos años en radio
logía permiten obtener datos sobre la arquitectura de la mastoides, el asiento y ex-
tensién de los grupos celulares y la reacción del tejido óseo a los diversos procesos
infecciosos, datos preciosos para el cínico y el cirujano (Hire, Reventon y Wonws)

ubren su cara
reconocer las

so En

3: Partes blandas superficlales.—Las partes blandas que cubren la cara ex
terna de la apéfisis masoides forman una capa delgada que puede incidine de un
solo corte: tienen poca importancia. El escalpelo encuentra sucesivamente, yendo
de fuera adentro: 12, la piel; 2%, el tejido celular subeuténco; 3° la aponcarosi
superficial; 4%, una capa muscular; 5°, el periostio.

A. Pi. — La piel es delgada, fina, poco movible, sobre todo en la parte supe
rior de la región, y está desprovista de pelo en la mayor parte de su extensión, salvo
hacia ariba y atrás, donde se continúa con el cuero cabelludo, Es casi inútil recordar
que los cabellos deben afeitarse euidadorumente cuando se interviene en esta region

B. Trywo exxviaR sunevränne.—Dastante análogo al de la región oc
frontal, es muy denso y forma ardolas donde se aloja una grasa foja

C. Avowetxosis.— La aponeuross mastoidea está representada, arriba, por la
aponeurods epicraneal; su cara interna esti unida al periosio por un tejido canjun.
tivo bastante laxo; sobre su cara externa se imertan los dos fascículos transversal
del auricular posterior, que por su otra extremidad van a fijarse à la pare media
de la concha de la oreja. En la parte inferior de la región, la aponeuross epicrancal
se fusiona de una manera más o menos ínima con los tendones de los diferentes
músculos que van a insertarse sobre la mastoides

D. Cara muscuran. —La capa muscular comprende, además del aurieuler pos
terior ya señalado en el plano precedente, los cuatro músculos siguientes: 1 el
occipital, © mejor, los fasciculos más externos de este músculo; 2%, el estero.
cleidomastoideo, que se fija sobre la cara externa, el borde anterior y el vérice de
la mastoldes; 2, el esplenio de la cabeza, insertado sobre la cara externa de exa
misma apófisis por detrás y por debajo del precedente (éste Nuca); 43, el complexe
menor, que se inserta igualmente sobre la mastoides, pero en su borde posterior.
Todos estos músculos se fijan, pues, sobre la mitad posterior de la mastoides es deci,
como veremos después, en la porción no quirirgien de esta apófisis. No hay, pues,
que preocuparse de ellos al practic la trepanación, salvo en las operaciones. que
abraran la capa externa de la mastoides. Señalemos también en este mismo plano
el ligemento posterior de la oreja, el cual se extiende de la base de la apóliis mas
‘oides a la convexidad de la concha ya la pared posterior del conducto auditivo.

E. Pessosnio.—El periosio se extiende regularmente sobre la cara externa de
la apófisis mastoide. Se continúa con el periotio del conducto auditivo óseo, lo que.
según Durtay, explicaría la propagación, rara, por otra parte, de una periostis de
la capa a la cata externa de la mastoldes; eua prolongación se observa particularmente
en los niños

E Vasos y weavios sUPERIICIALES.— Los vasos y nervios destinados a las partes
blandas superficiales de la región mastoidea (ig. 43) son, en general, de pequeihe die
¡ensiones y no tienen, por este hecho, sino una importancia secundaria.

3) Arterias.—La mayoría de las arterias provienen de la auricular posterior que
couea de abajo arriba el surco auriculomasoldeo; pura evitatla en las operaciones

sobre la mastoides, se aconseja incidir los tegumentos a 5 8 6 mm por detrás del surco.
herida tiene poca im

portancia: una o dos pinzas hemoxáticas o una ligadura son
suficiente para detener la hemorragia. A las ramificaciones de la auricular posterior
se unen cierto número de ramitos ascendentes proporcionados por la occipital, tama
voluminosa que encontraremos después en la región de la nuca.

res coses &

D), Venas. —Las venas, bastante numerosa, pero g
descienden a la región del cucilo para
Entré estas venas.

sneralmente de pequeño a.
a desembocar en la yugular externa
ay una que merece menciön especial a causa de las relaciones que
iene con el seno lateral; tal es la vena mautoidee (Covvenr, Gaumen y Descanrros

Ta vena mastoiden, más o menos voluminosa según los individuos, nace de la
porción descendente del seno lateral, a unos 10 mm por debajo del codo de ese seno.

Bo. 4
Región masia: plano super.

Penetra cas en seguida en el conducto mastoideo, conducto 6sco de unos 10 à 12 mm
de largo, que esti excavado oblicuamente en el espesor del temporal y que se abre
al exterior por un orificio de dimensiones variables, el agujero mastoideo; ste orificio
sá situado un poco por detrás del ángulo posterosuperior de la masoides, por lo
común sobre la sutura occiptoremporal, a 37 mm por detrás de la espina de Henle,
según Gauvin y Descanpenmuss. Del agujero mastoldeo, la vena de este nombre sc

dirige de arriba abajo y, abandonando la m
rca, por donde corre entre el esplenio y el oblicuo menor. Finalmente, desemboca
en la yugular posterior, de la que consútuye una de las ramas de origen

‘Como se ve, la vena mastoidea establece una amplia comunicación entre las dos
<dreunvoluciones extra © intracraneales; as se explica sin duda la mejoría indiscutible
que se consigue a veces después de una aplicación de sanguljuelas en la región mas
toides, en los casos en que existen fenómenos de congestion intracraneal.

La vena mastoidea puede propagar al seno lateral la inflamación de los planos
superficiales; igualmente puede propagar a este mismo seno la infección procedente

stoides, se introduce en la región de la

6 canes

de la mastoides, ya que en su porción del conducto mastoideo se encuentra en
relación con el grupo celular posterior, cuando menos siempre que exe grupo esá
muy desarrollado: se comprendo que, en estas condiciones, una celliis pueda deter
minar una wombeilebitis mastoides y consecutivamente una uomboflebiis del seno,

Digamos además que la vena mastoidea es interesds algunas veces en su porción.
intraósea, en caso de fractura de la mastoides, y que de su herida puede resultar la
formación de un hematoma más o menos voluminoso.

©) Linfático. — Los linfáticos siguen como las venas, un trayecto descendente
Unos, los más mumeroso, verminan en los ganglios mastoideos, pequeños, en número
de curo o cinco, que ocupan con preferencia la parte inferior de la cara externa de
la mastoides y que estin aplicados sobre la cara superficial de las fibras de inserción
del esternocleidomastoideo. Estos ganglios pueden ver asiento de adenoflemones que
+s preciso no confundir con una mastoiditis Los otros, los que corresponden à la parte
Poiterior de la región, pasan a la región de la nues para terminar en los ganglios
cervicales, cera del borde posterior del externocleidomastoideo.

d) Neruiat.— Los nervios son de dos órdenes, motores o sensicivos. Las ramifi
esciones motoras provienen de la rama auricular del facial (fg. 42, 6) y terminan
fn los misculos auricular posterior y occipital, Los ramos sensiticos, destinados a la
Piel, los proporcionan las ramas auricular y mastoidea del plexo cervical superficial

esquelético: supertiele exoeraneal de la mastoldes. — Después de
haber reseado las partes blandas que acabamos de describir, nos encontramos con el
plano exqueléico de la región, el cual est formado por la superficie exocraneal de la
Apolisis masoides (üg 43) Revise la forma de una pirámide triangular (véase Anato«
mia descriptive), por lo que ofrece a muestra consideración: as, un vértice; 2°, tres
cares, extern, interna y anterior; 41, ues bordes.

3) Vértice. —El vérice, lamado también punta, corresponde a la parte inferior
de 1 región. Está rodeado por los músculos que se insertan en él,

1) Bordes. — Los tres bordes de la mastoides se distinguen, según su situación,
en externo, interno y posterior. Nos fijaros sólo en este último, no solamente por
que es el más claro, sino también porque se wuliza como referencia para la ligadura
de la arteía occipital; su direcciôn es oblicua hacia abajo y adelante, notindose muy
bien bajo la pie,

©) Cara anterior.—La cara anterior de la masoides, simple borde obtuso en
su parte inferior, se convierte en una verdadera Gara en su mitad superior, por donde
contribuye a formar parte de la pared posterior del conducto auditivo óseo

d) Cera interna. La cara mastoiden interna es plana y está separada del occ
pital por el canal digástrico, que da inserción a los músculos digistrico y complexo
menor, Veremos después que, en ciertos casos, las colecciones purulentas sintomáticas
de una masoidiis pueden correrie a lo largo de estos músculos € invadir el cuello.

©) Cara externa. —La cara externa (fg; 49) la más importance de las tres, es
la que descubrimos al resecar los planos superficiales; esla pared quirirgio, la pared
de acceso o abordaje de la mastoldes y sus células, Es convexa, Podemos subdividiia
en dos mitades fácilmente reconocibles por su aspecto diferente: una mitad posterior,
rugosa, que por detrás se extiendo hasta cl borde posterior de la eminencia dec, y una
mitad anterior, lia, que se extiende por delante hasta el borde del conducto auditivo
óseo. Estas dos mitades corresponden, la primera a la porción petrosa y la seg
a ls porción excamosa del temporal; como ya es sabido, las dos contribuyen a la
formación de la mastoïdes, La sutura vertical, suture petrocicamose, que une primi
tivamente estos dos segmentos Gseos, desaparece de ordinario; puede persist, sin
embargo, sobre todo en sujetos jóvenes, y en caso de mastoiditis supuradas su persis:
lencia favorece In abertura espontánea, hacia fuera, de la coleción purulenta,

anton exaneatss 6

+) La mitad posterior de la cara externa no ofrece ningún detalle notable: sobre
la se insertan el esternocicidomastoldeo, el explenio de la cabeza y el complexo m
or; este último músculo se inserta especialmente sobre el borde posterior de la emi
$) Ya hemos dicho que la mitad anterior de la cara externa es lisa: presenta,
sin embargo, ceca de la pared posterior del conducto auditivo dsco, algunos detalles
que importa conocer bien porque sirven de guía para llegar al antro
1° Una pequeña eminencia ósea, más o menos acentuada segón los sujetos, la
spina supra meatum de Hextx, o simplemente espina de Henle: está situada algunos
milímetros por debajo de la línea tem:
poralis y corresponde al ángulo de re
‘de borde superior y el borde pos
terior del conducto auditivo Geo: según
Muzer, y contrariamente a To que er
üben cientos autores, no tiene ninguna
relación con el hueso timpinico: una
Tinea horizontal que pase por esa es
ina corresponde generalmente pero no
iempre, a la porción media del antro.
a" Una serie de pequeños orificios
que se encuentran situados en el adulto
medistamente por detrás y debajo de
la espino suprameatum y que dan a cua
porción de la mastoider un aspecto cr.
ovo especial: esta zona cribosa reto.
medtica (Churavix) mide a veces cerca Po. 45
de un centímetro de extensión y corres:
ponde a la pared externa del antro; por
los crilicios penetran los vasos que po:
cn en relación la mucosa del antro con.
fl perisio de la apófisis. Esta vía vasc
& la que con frecuencia sigue la
infección mastoidea para hacerse superficial, lo que nos explica la posible formación
de abscesos subperiónticos sin pertoración de la pared del antro (Mixx) La 2003
eriboa, ordinariamente visible en el adult, lo es siempre mucho mis en el niño,
fonsituyendo una preciosa referencia para abordar el antro, El tejido deco que la
forma es blando y fiable; en los niños pequeños, abordando la mastoides en este
lo, con una simple cucharilla y hasta con la punta del bisurl, se lega con toda
dad y pronto al antro (Broca)

pa

5° Cavldades neumáticas de la mastoldes. En el interior de la apófisis mas
toides existen una serie de cavidades que extin en comunicación con la caja del
tímpano y que, por comiguiente, en estado normal contienen aire atmosférico.
el entro mastoideo y las eélular mastoideas. Están tapizadas por una prolongación de
la mucosa del oído medio, por medio de la cual se propagan hacia ells las inflama.
‘ones de la caja del tímpano, Estas cavidades no tienen todas la misma signifcac

y la misma importancia. y conviene sobre todo, desde el punto de vista anatomo:
quirúrgico, distinguir el antro de las células mastoideas propiamente dichas,

A. Awmo.—El antro no es una célula masoidea, sino una prolongación del
dico (véase Oído medio), es decir, un diveruculo de la bóveda de la caja del tim
(Mioxoy). Existe en todos los sujetos (ain embargo, Mouner comprobó su ausencia

“ cea

dos vecs, 0 sca una vez en mil sjetos aproximadamente) hasta en os ren nacidos,
lo que basaría para disinguiro de las clas mandes, que, como abe, no
sien en aquél y son muy variables en el adult us iones (ar) von tr
{mastitis de ls niños de pecho) que en el adult. En exe limo taras veces son
loaliada y cas slempre se propagan a las otras cuidados masiodess? pero, aun
en es a, la infección predomina a nivel del ano. Por exo el Cirujano que opera
una manos debe buscar, en primer lugar, el anto, as como en una inilvación
srinos debe incidime siempre en primer término el perinco,cealqucra que ‘ea el

io de las iradiacines 3 disancia, Ve
mos, pues, que de todas las cavidader new
máticas de la masoidos cl amo es a más
Intereante y aquella cuyas relaciones Im
portan más al alle.

2) Forma, siación y dimensiones del
antro. — En el ante debemos considera
fundided en relación on la supertici ene
flo regular. y por eo hemos conse
rado en dl ses paredes. Estas som muy act
demales y ein provias de numerosos
Pe at caridad anual con la de las celulas ma
Staion dl ano en las dives ende. (den vecinas

La Su suación ex ago variable según

FPE TR Sal BUT eccrado en la porción de la mascido que
se une à la pared posterior del cmd

auditivo óseo, al que rebasa ligeramente por arriba. fal eal
que ocupa en el adılıa; pero, sgn la mayoría de autores no es la que pron en
¿recien nacido y en el niño, En el recién nacido, el aıro css colocado Ca encia
de la bóveda de entrada del conducto duo; hacia ls dir años exarla en la hor
zomtal que pas por la spina de Henle, y à partir de esa echa ya no descender
mis. sino que se dviiia directamente hacia mudo, hasta una disanch a Ha de
7 min, que alcanzaría en a adoleeeneh (A. Broca. En resumen: durante la Inercia,
anu se desplazarla siguiendo dos dieciones: 17, hacia aus: es, hacia atajo
(6g. 40) Sin embargo, eto no es en aboli exact, ya que, conforme indica a Mie
m 45 (A, B,C. D) el antro en el recién nacido y co & mio ad siempre comple.
ment stunde por detis dl conducto auditivo, igual que en el adultos por lo Lomo,
fen el decuso del desarrollo no ba de ufr ningin desplaramiemo ental seo,
For el contrario, en el momento del nacimiento y durante los primeros años se
encuentra situade, con ropecto al conducto audio, en un plano sensiblemente más
clevado que en la edad adulta; por lo ano, el antro sue lo un desplaamiento,
hacia atajo, en el curso del desarrollo, Afagamos a cmimaciôn que al deine.

10 no es más que aparente y debido al deamello del esqucletotemporomaneidco

Exe desplazamiento del amro hacia abojo dits de ser constantes indio faltaría en
145 % de ls cas aproximadamente (Roura, Mover. En cal la mitad de ls muje
fn particular en aquellos cuya mastides cs pequeña, 1 oluervara, pues, la diponicón
infantil representada antes Gg. 43, À y B). En semejante eno ln trepamación del

6 pen

3) Las dimensiones del antro son bastante variables; por término medio mide

de 8 a 10 mm en su diämetro mayor y de 3 a 6 mm en el más pequeño. Puede ser
mayor, pero también mucho más pequeño, y a veces queda reducido a una cavidad
dal volumen de un grano de trigo y hasta menor, alojada en el ángulo posterosupe
rior del conducio auditivo óseo. Importa mucho conocer esta última variedad de

Antro en razón de las relaciones extensas que en semejante caso tiene el seno

7

con la mastoides; el seno ocupa en cierto modo el lugar de la cavidad antral a
Volveremos a imisir más lejos sobre este asumo,

1) Su modo de comunicación con la caja del timpa
El antro no desemboca libremente en la parte superior de la caja timpánica o Ático,

unido a ella por un conducto muy corto, aditus ad antrum, tuya obs
rueción, debida generalmente a la hipertrofia de la mucosa inflamada es una de las
causas que favorecen los accidentes mastoldeos obervados en el cuno de la otitis,
La formación de exa porción exrecha que separa la cavidad del antro de la cavidad
timpánica resulta del levantamiento del suelo del antro por el codo que hace el facial
em el momento en que abandona la pared interna de la caja para penetrar en la mas
des, punto en que la segunda porción del nervio se continda con la tercera. Sabemos
que el facial presenta en su travesía del peñasco tres porciones (Gigs 47 y 48): una
primera porción horizontal, perpendicular aleje del hueso y sida en el seginento
En que están excavadas las cavidades del oído interno; una segunda porción. igual
mente horizontal, aunque transversal, paralela al eje peiroso y situada encima de
la caja del tímpano; una tercera porción vertical, paralela al eje de las manoides
y stuada en el apesor de esa última

El aditus ad antrum mide, en el adulto. de 3 a 4 mm de largo por 3 mm de altura
y 32 4 mm de ancho, Est limitado: por debajo (suelo del aditur), por el tejido Geo
Tompacto por el que corre el facial, denominado macizo óseo del fecal: por dentro
(pared interna del aditus), por el relieve que forma el conducto semicircular externe
(isn 47. 48 y 40): por ariba (pared superior del aditus), por el tegmen tympani
por fuera (pared externa del aditus), por el segmento de la pared poseromperior
el conducto auditivo duc, que se continúa, por una parte, con el lóbulo o mur de
la logete (stase Oldo medio); por otra
parte, con la pared externa del ance.
Ta ablación de la pared externa del
aditus consituye uno de los tiempos
peligrosos de In abertura amplia de as
cavidades del oído medio n operación de
Stacke, que se practica en ciertos casos
de otitis media rebelde y que consist
municación (Gg, 48) la caja y el
haciendo saltar la pared externa del an
A0, la det aditus y la del atic. Sabiendo,
que las relaciones del aditus ad antram
on el facial y el conducto semicircular,

¿cmo de exa operación sa (cil eo
Ye, ya que la abenum del conducio
drame los espacios subatacneiden. Fo.

n foco infeiado, pudiendo, Por corte horvonal de ida detec que pasa por
0, determinar con elo una mening: ic atts sd onu y lao le
tis mora y la sección o el aplasamiento _ canged, Segmento. Inet del co)
del fail van acompañados de una pa
‘itis de los múxculos de la cara (vse
Parótida), que, en general, es definitiva
y conscitaye para cl enfermo un achaque
de tor más penosos

terno, luado como está en la pared im
tera del adi y además protegido por
made de ujide compacto muy duro que lo rodea, cs generlmente viable. No me
Siempre lo mismo con el aca: ce nervio guarda con el sucio del adios relaciones más 0
‘menos intimas sen los jee. Sen invexigacones de Founanr y Jucon, resulta que el cdo.
formado por el facial en ci momento en que abandona la aja pars penctar en a mason
puede presentar dos diporciones diferentes: unas sees la des porciones timpánic y masa
es del nervio se contindan dintamente una con ota, formando un ángulo redondeado más
fo senos obras (fg. 49 A). y 0as se reúnen ambas por una porción Intermedia más o menos
bleus (Ag. 49. D), cuya longitud, por término medio, ee à à 3 mun, pero P
Y hast min. Como las Gguras 49 A y B demuetrn dlaramente, en el primer Guo, el codo
de fail, sido enla protongacion de a pared interna del adits y, por Comsiguiete, a dern
tancia del suelo de ete conducto, no corel tego de sr lesionado. En el segundo co, por

y caza

ie (por fortuna parece bastante faa) 2 con el riage de Intro ef cal
arado abajo 1a pared enter del ats,

externa. — La pared externa del antro es la fared q
a en la cavidad. Pueden señalarse sus li
la manera siguiente (fi: 41.0: 1% a

in, aquella

sobre a €
vana linea horizontal

mes de origen de la porción masoides del fail con ef suelo del adi
eg Tote y Jaco

que pase a 4 6 5 mm por encima de la espina supra meatum y, s sta no existe, por
el borde superior del conducto auditivo éco: 2: delante, por una linea vertkal
trarada 4 6 5 mm por detrás de la pared p del mismo conducto deco; 3%, por
por una linea paralela a la precedente y distante de ella un cemimctso pos
más o menos; 4°, hacia abajo, por una linea horizontal paralela a Ia que
por arriba y situada poco más o menos un centimeuro por debajo de ella co
sensiblemente a una línea que pasase por la parte media de la pared pone
<onducio auditivo éco

Estas cuatro líneas limitan sobre la cara externa de la mastoides un cuadrad
de un centimetro de lado aproximadamente (en los niños las

reducine a la mitad), tangente a la mitad superior de la pared posterior del conduc
to auditivo co que rebasa un poco por arila, Este cuadrado representa bastante

bien la porción de esqueleto que hay que recar para abrir el antro (repamación

de la mastoides). No obstante, como este último (cuando esta atrofiado) está a veces
rechazado contra la pared posterovuperior del conducto auditivo óseo, la gubia o el
cincel deberán excavar el hueso, sobre todo en el ángulo anterosuperior del cuadrado,
es decir, por encima e inmediatamente por detrás de la espina supra meatum y siem
pre paralelamente a la pared posterior del conducto. Más hacia atrás, si profundizamos
perpendicularmente a la superficie externa de la mastoides, nos exponemos a herir
el seno lateral (ig. 50). El espesor de tejido que hay que atravesar antes de llegar
a la cavidad del antro es varia

ble, por término medio de 10 a
15 mm en el adulto y de 5 mm
en el niño.

El segmento de la mastoides
que forma la pared externa del
antro corresponde siempre a la
parte de la apófisis que está re

ta por la inserción de la
ja: será preciso, pues, despe
gar esta última con la legra para
descubrir bien el campo opera:

a) Pared interna.—La pa
red interna del antro, más o me

in los sujetos, suelo

estar excavada por pequeñas of E
rresponde (Spa. 50 36) a la par. “te mu cu au sr pro cnt a
te de la fos cerebelsa que end 4, ps ner Dl omar Alo Biya max
la porción descendente del seno", Stuttg: atten ar pa
ateral, algo por detrás del âne Ai tn

Seno petroso superior.

jentra también en comunicación directa con esta losa cerebelosa por me
diación de un pequeño conducto, el conducto petromastoideo (ig. 52, 1). vestigio en
el adulto de la profunda depresión denominada fosa subarcuata que en el few ocu
pa el borde superior del peñasco, Este conducto petr

or Vorze

st. WAGENNAUSER y posteriormente por Mouner, tiene de 6 a 10 mm de

€ una crin muy fina; su com
tenido est representado por algunos vasos y una expansión de la duramadre. Corre
paralelamente a la pared powterosuperior del conducto auditivo interno, entre el con
ducto semicircular superior y el vesíbulo, Se abre: 18, de un lado, por un orificio
muy pequeño, en la cara posterior del pefíasco, un poco por encima y por detrás del
gujero auditivo interno; 2%, de otro lado, en la pared interna del antro o del aditus
ad antrum, ya directamente en la misma pared, ya en una de las pequeñas células
que están excavadas en esta pared, El conducto petromastoideo constituye una vía
muy propicia que puede seguir la infección procedente del antro para alcanzar la fo.
cercbelosa. en la que determina un absceso subdural, una meningitis o también un
absceso cerebeloso,

largo y, de ordinario, es tan estrecho que apenas adi

La pared interna está sobre todo en relación son el seno lateral, el cual está
alojado en el canal que existe en la cara endocrancal de la mastoides: por esto el seno
puede infectarse (tromboflebitis del seno lateral) en el curso de una inflamación del
antro. Estas relaciones entre el antro y el conducto venoso tienen una gran impor

tancia quirúrgica. Cuando el antro tiene las dimensiones ordinarias, su extremidad
posterior lega a tocar el seno lateral, y cuando la cavidad del antro es mas extensa
que de ordinario, lo recubre más o menos (fg. 50). En ambos casos el se
15:18 mun del borde posterior del conducto auditivo y no se corte el riesgo de leo.
narlo en el curso de una trepanación del anto, sino se sale de los límites que hemos
indicado precedentemente y se procura que la gubia o el cincel scan dirigidos par
Ielamente a la pared posterior del conducto auditivo ósco. Cuando el antro es muy
pequeño (Mg. 51), el seno lateral pasa por detrás de 4, como rechazindolo contra
la pared posterior del conducto au-
itivo, y e interpone más o menos
entre & y la cara externa de la
mastoldes, En semejante caso, tre
panando en el punto clásico, se co
ie el riesgo de herir el conducto

De aquí el consejo de que la ex
‘avacin mason sen mis profunda
y nivel de la pared posterior del con
cto auditivo por detrás porque cua
o más nos acercamos al tonducio au
iso, más distante queda del seno
A per de todo, hay Ocasiones en que
«operador se encuentra, con el seno
¥ por co es siempre prudente ir avan
Far Zando muy poco a poco, Desgraciada
mente, relaciones tan amplias etre €)

y y tab Mill bo fanden at
reconocidas con anterioridad (Her)
se supondrin, sl 1a ape manoides
Sd poco desolada (Ons), 2 el
Sie del conducto es muy oblicuo con
Felación à la supere externa de la
pots (Taiwan), por ülme, #
era à Ja derecha Hel ao es do
io Contes). Mens, seg
Mint, no afecando el anto en tl cuo ninguna relation con la masoldo, no puede habe
idees apofsarios en uo de Ine y, por cmiglnt, o Se presenta din

©) Pared superior. —La pared superior o techo del antro (fig. 58) es la conti
nusciôn del tegmen tympani está constituida por una delgada laminlla ösca cuyo.
espesor varia de 2 à 5 mm; et papirices, en ocasiones dehiscente, y separa la cavidad
del antro de la foca cerebral media y del lóbulo temporal. Sus lesiones (osells de
antro) son caus de la formación de abscess temporales extradurales © de abscesos
cerebrales (absceso del lóbulo temporal) La línea temporalis 0 cresta supramastoidea,
de la rair larga del arco eigomätien, señala basta
exactamente exa pated sobre la cara externa de la masioides; en la antrotomla con
viene no pasar por encima de esa línea, pues de hacerlo se corre el peligro de pe
netrar en la cavidad del cráneo, Es más prudente quedarse un poco por debajo de ella,

& decir, la rama ascende

porque, aunque sea raro, puede estar situada un poco por encima de la pated superior
A anıro

En los casos de absceso del lóbulo temporal de origen ético es necesario, por el
contrario, repanar el erineo por encima de aquéll. En efecto, la linea temporal
corresponde al límite inferior de lo que se denomina el rectángulo de Bergmann, con

rawness GUANestes n

siderado por la mayoría de los autores como el sitio de elceción para la abertura de
Jos abscess temporales. Más adelante, y a propósito de la topograía crancocncetiica,
inisiremos de nuevo acerca de este rectángulo de Bergmann; aquí nos concretaremos
a indicar que se puede limitar perfeciamente en la pared craneal por medio de las
líneas de Rrecnlcin (véase figura 138,
Cr

1) Pared inferior, — La pared in
ferior o suelo del antro, llena de ori

fiios com
wada en un plano inferior al aditus
ad entrum (08. 40), disposición que
favorece el estancamiento de las secre
«iones patológicas (y en particular del
pus) en I cavidad del antro, así como
À paso a la cronicidad de las infeecio
het agudas (MIGNON). En su segmento
más anterior, esta pared está en rela
ción con el origen de la tercera porción
del facial: este nervio, después de ha
ber rodeado la parte pouerosuperior
de la caja del tímpano y el suelo del
aditus ad antrum, se dirige casi ver
ticalmente hacia abajo para salir del
cráneo por el agujero estilomastoideo:
en ocasiones, sin embargo, presenta
cierta oblicuidad hacia fuera, acercán
dose de este modo a la superficie ex
terior del hueso a medida que des
ende; oıras veces, por el contrario,
+ oblicua en sentido opuesto y se aleja. Pe
En este trayecto descendente, de 14 mm

las otras pared, ext si

Conducto peiromaoiden, viso en un come del
por término medio, el nervio, metido pelas pursico aleje del comducio audio in
En su conducto óseo formado de tejido ¡eno (michache de echo años segment anterior
compacto, est situado en la unión de del core; lado lui)

la masoïdes y la pared posterior del EIER:
conducto auditivo Geo, a lanos 2 mm

del conducio auditivo y a 15 mm de we
la superficie externa de la masoides ad
corremos, pues, el peligro de herirlo a

si al trepanar el antro. penetramos a
ina profundidad superior a esta última cifra. Importa añadir que, correspondiendo
la terra porción del facial al segmento de la superficie externa de la masoides
que end situado por debajo de una línea horizontal que pasa por la mitad del borde
posterior del conducto auditivo (seo (fi. 37). el peligro de herir el nervio no existe
si no se invade esta parte de la apófisis. En la mitad superior no puede ser alean
zado, pero solo con la condición de que al mismo tempo que se va excavando
paralelamente al conducto auditivo, como hemos hecho consar ya en varias ocaso:
ls. se mantenga el instrumento a una distancia suficiente de ee conducio (4 mm
por término medio)

® Pared posterior.—La pared posterior del antro extá en relación con las of
llas posteriores y rodeada a veces por el seño lateral. cuando el antro es pequeñ
Y el canal del conducto venoso es profundo y ext situado hacia delante (fg

1) Pared anterior. —La pared anterior (ig. 40) nos presenta en primer término
+1 adius ad antrum: por debajo del aditus, corresponde al oxigen de la tercera po
ción del facial. Añadamos que esta parte de la pared anterior, situada por debajo del
aditus, puede faltar, en particular cuando el antro es pequeño y no dexiende por
debajo del aditus: en exe caso el suelo del antro se continúa directamente con el

suelo del aditus y no desiende por
debajo de una linen horizontal que
pasa por la pared superior del com

aditivo externo.

sur nas. — En la epoca dl nal
dido este a des minas de la por
ción del temporal que debe formar la
masoldes cu desprovigo de células
lo: primeros meso, ene tejido espon
2 alrededor del conducto. audi,
para de all extendere a la mandos
propiamente dicha, a la que puede à
Veces rebasar par llegar à las ego
tes próximas (peñasco, ocipital, ral
me de 1a apóliis cigomátic). Se forman
da, à à sam por vidados iregulares (que son las 6
ds yuangente a borde poner dal ends lus), las cuales comunican entre st
tv, dildo de modo! qué seca perpen, por una parte, y con campo y el olde

iutarmente I bae del pena (cadaver cenge- medio, por otta, Dee Harman, Be:
ado, segmento ponetor dal cons. Le

zou, Potitzam, Zuerenrason, se d
criben cuatro tipos de masoides, segun
que este proceso de rarefacción sea
completo (apófisis neumática)
incompleto (apófisis. neumatodi
Ploica); 9%, no exista (apófisis diplo
est reemplazado por un pro:
deso inverso de osficación que concluye por la formación de un tejido compacto y
uro como el marfil, designado con el nombre de tejido excleroso (apófisis ecleroue)
Recordemos que una radiografía bien hecha permite obtener, acerca de esta disposición
arquiteciónica de la mastoides, datos preciosos tanto desde el punto de vista clínico
como desde el punto de vista operatorio (éme pág. 62).

3) Mastoides neumáticas.—Las mastoides neumáticas (fig. 54, A) existen en la
proporción de 96 % según ZvckERKANDL; se encuentran más a menudo en los viejos
(Derovres) que en los adultos; mis a menudo asimismo en los dolicoctalos que en
los braquicéfalos (Keven). Las células más o menos voluminosae de que están llenas
adoptan, con relación al antro, una disposición radiada. En ciertos casos están tan
desarrolladan, que invaden el occipital y el temporal; la mastoides parece entonces
como insuflada, reducida a una delgada Cáscara óxca, hasta dehiscente a veces, lo que
permite al aire contenido en las celulas levantar los tegumentos de la región y pro
ducir a la larga un verdadero tumor gascoso que constituye el neumatocele mastoide.
Estas mastdes son fáciles de abrir en caso de infección: a pesar de las relaciones

peligrosas que las células tienen por detrás con el seno lateral, por dentro y arriba
on el cerebelo y el cerebro y por delante con el facial, es raro que
lugar a accidentes graves, porque el pus encu

externa de la mastoides adelgazada,

tipo (Gr. 54. B) qu
(Zvcxeneasor). Es

bién el
pued

teresante, porque entre
arrollarse más que las otras. 63 d
se encuentran en las inmediaciones del anuo, ariba, lago (a
€ infrcantrales) (Big. 33, a y 6) y sobre todo afuera, hacia la abla externa, i
revenido de la posibilidad de su existencia para no confundi

el antro en la trepanación de la mastoids. Pero también pueden estar $
sia del anto, del cual están separadas entonces por un espesor m

nde de tejido diploico; ls relaciones particulars que establecen entonces, am

ndividualizarse. Generalmente

” EU

«el conducto como con el seno lateral, con el facial y, finalmente, con los músculos del
cuello, explican a sintomatología variada que acompaña a su Inflamación (MIGNON)

Estas células, más o menos independientes de la cavidad del anto, forman tes grupos
principales que, según su situación, pueden disinguine au: 4°, grupo lmiole del con
ducto audio; 2°, grupo de la punta manaiden: 39, grape poteher, ordinariamente. en
& mismo sujeo no se encuentra sino uno wero de Cos grupos.
Las celulas imúroes del conducto audition seo son de dos de. Las unas (igu
à 5h 1) lmaden la pared anterior y superior del conducto, es dcir, la creta. tempor
'decmbican a menudo en el tico y cuando «
Infectan dan lugar a sion que por arriba
tmenazan el ceo y por Majo forman, ve
Tieve en I pared superior del conduct. au
tivo, Las ctf radican en mu pared Posen.
rodeando “is porción. decendime da face
tán infectads; en cue caso el pus se derrama
de ordinario en el condac auditivo por ra
fus que se encuentra por lo regular obre
la pared poor de eat nds. Algunas
por último, correponden a 1a pare cata
fe pared del condocio do (E 38. 3
fy Las cles de la punta ig. 6. D)
ecupan sobre todo la porción Interna de aqué
in. es dede, las inmediaciones de la rama
Air. En en relación con las imerciones
et Aigle y del esternomastoldco, tc. k
en : que mon explica cómo la infamación de cas
nue y principales grupos clulres — Células puede dar origen à ales que de
meiden. corten al culo à 18 largo del cxteromaste!
co (ig. 55. 2) 0 del vitre poner de à
Sirio (masaidir de coro, ve, Que
Viso. Puede comiderane como un grupo abe
ante de as células de la pont el grupo
cular desto por Dux que se dena en
na occipital cons 3 la cara Interna
de la apólis (Bg 49, A, A): como en el cao
de med de Mea, u I de eis cal, puc tami propre lu,
Pueden igualmente cosidrane como células aberantes del grupo de la punta Tas que Toucan
la pared posterior del conducto de por donde discurre el lada a ave de la meo 7
que están interpuestas ente el nervio y a vena yugular 6g. 49. B
2) Las «las posteriores (ig, 33. A, B, ©), sehaladar por Pourrzen, Sims, Mi
‘exon, descritas con detalle dede ei panto de vida anat por Stamcuteaw y Derouman
Buamisrs, Huss, y posteriormente por Pinsz, bien etudiadas dialcamene por Tomar,
son bastante frecuentes Go %). Con rela al anto son: o bien poserioras y entonces
arte sabre todo con £l wo lateral; ora posterosperors, en relación eh te cto cot
las meninges Y el cerebelo; orm posteramjerore, en relación com el ten, Megendo à se
asa ponerse en contacto con el follo de la yugular. Se extienden hasta em por dedo del
¿iones en el cao en que ets celine son siento de Tsones inflamatorias

© Mastoides diploicas —Las mastoides del tipo diploico puro son extremada.
mente rara, mucho más de lo que dice Zvesrarawm, fara quien se ls encontraria
en la proporción de un 20%: la figura 54, C, representa un buen ejemplo de las
mismas. EI tjido éseo que las constituye et simplemente diploico y no contienen más
cavidades que el antro y algunas células periantrales de pequeñas dimensiones

d) Mautoider escleroas. — Las mastoides del tipo esceroso son muy taras, como
las precedentes, cuando menos desde el punto de vista anatómico (20%, según Zee

enxaxot). Al contrario, serían frecuentes desde el punto de vista clini

Mours: las
‘encontrado 10 veces en 16 observaciones, Esto significa que el irujano, en los casos

patológicos que reclaman un vaciamiento petromastoldeo, encuentra este tipo sel
Toso con más frecuencia que los otros. Esperaremos sobre todo encontrarlo cuand
la apofisi ha sido asiento de una infamación crónica y han aquejado al enfermo dolo.
tes intemsos,n veces atroces (omeltis meurálgica). EI ejido deeo que constituye exe tipo
de masoides so contiene el antro y algunas células periantales (fg. 54. D): es com
pacto, muy duro y las gubias y cinceles que tratan de atacarlo se meilan o sc romper
con una facilidad desesperante, Desde cl punto de vista de la anatomía topográfica
las mastoides cscerosas ofrecen un interés especial, ya que únicamente en tales mas
toldes (ig. 51) el seno lateral afecta, con la pared externa de la apófisis las relaciones

muy extensas que hemos indicado antes (pág. 70)

62 Superticio endocrancal de la mastoldes.—La superficie endocrancal de
1a maxtoides no se distingue en nada del resto del endocránco. Si proyectamos sob
À cara imerna del esqueleto craneal los Maltes exteriores de la apóliis, vemos
que ea última (Kg 36) corresponde por una parte a la fosa cerebelo y por otra parte
Al compartimiento medio de la base del cráneo, que designaremes aqui con el nom
bre de fosa cerebral media, La segiön manoiden se encuentra, pues, a la vez en
relación con la fora cerebel

3) Relaciones con la fosa cerebelosa. —El segmento mastoideo de la fosa ce
rebelosa está consituido de delame atrás: 4°, por una parte de la cara
Gel peñasco (segmento petroso); 2%, por el canal del seno (segmento sinusa

a y con la fox cerebral media,

En
algunos casos raros la cara endocrancal de la apófisis invade un poco la porción
Tetrosinusal de la fom cerebelom y se pone de muero en relación con el cerebelo
à) El segmento petroso corresponde a la pared interna del antro. Procedente
mente hemos indicado su forma, su extensión sue reacioncs con el cerebelo (pág, 6
No volveremos a insistir aquí
@ El segmento sinusal corresponde a la porción descendente del canal del seno
lateral. Se conoce la direcciôn general de cue último, y así se sabe que. partiendo
de la protuberancia occipital intern, se dirige horiromalmente hacia fuera hasta el

ángulo posteroyperior de la mastoides, y que, curvándose entonces cad en ángulo
recto, se dirige oblicuamente hacia abajo y ademro haa llegar al agujero rasgado

posterior. Repetimos que la que está en relación con la mastoides es la porción

escendeme del canal. Proyeciado sobre la cara externa de aquélla (fg. sp), canal
sinusal corresponde al segmento posterosuperior y a los segmentos medios de I

apsfisis: exh separado de la superficie exterior por un espesor de tejido buco de
Gas, por término medio, por arriba, que

tide de ip © bien, por ei contrario, de tipo cero, I

(nimes cuando, por à etatrare, la apoelse Giploe © era por comple, el des
pequeña, suoñada, canal end nertemente excavado à expensas del ángulo que fon

” camera

b) Relaciones con la fosa cerebral media. —La porción de la cara endocraneal
de la mastoides que está en relación con la fora cerebral media corresponde a la
parte de la cara amteromperior del peñasco, que se encuentra situada por detrds y
Afuera del tegmen tympent, con el cual, por otra parte, se continúa. Hemos dicho ya
que está formado por el techo o pated superior del antro. Un plano vertical que
pase por la porción mastoidea del facial y que corte perpendicularmente la base del
peñasco, la ala bastante exactamentg del sexto de la pirámide petrosa, Esc mismo
plano limita igualmente el seg

peñasco que contribuye a consi
ir 1a porción cerebelou de la
apf

= Sintesis de las relacio
es de la mastoldes. — AL termi
mar este estudio de la mastoides

nos parece indispensable iesumir
Jas relaciones tan importantes des
de el punto de visa medicoqui
rúrgico que presenta con las re

y los órganos vecinos. Con

Gr deis te en fs e ojo hemos hecho dar

12, la zona superior, que corresponde a la base de la apöfids: a», la zona media, que
representa la parte media del hueso; 3°, la zona inferior, que corresponde à la punta
Por otra pare, I línea a, que corta oblicuamente estas tres zonas, tiene por objeto

dividir a cada una de elas en dos segmentos, uno anterior y otro posterior

En resumen, la cara externa de la mastoldes se ha descompuesto en seis seg
mentos (1): anterosuperior y posterosuperior; anteromedio y posteromedio: antero
inferior y posteroinferor. De lox dos segmentos de la zona superior, el anterosuperior
está ocupado por el amro; inmediatamente por encima de él encontramos I
cerebral media. El segmento pesterosuperior corresponde al seno lateral; ch su por.
ción más posterior llega a veces sobre el segmento retroxinusal de la fos cerchelom,
Los dos segmentos de le zona media corresponden al último codo del seno lateral.
pero en este punto el conducto venoso va alejándose cada ver más de

puede, sin embargo, ser descubiento y corre el peligro de ser herido sf al excavar
Ste sitio se dirige la gubia, no paralelamente a la pared posterior del conducto
auditive, como se ha indicado para la trepanación del antro, sino perpendicular
mente a ella, La porción más superior del segmento anteromedio nos presenta el
facial. Por último, los dos segmentos de la zona inferior corresponden à 14 puma de
la mastoides y representan la zona no peligrosa de la apúlist

D) Cara endocrancal.—La figura 36 nos muestra la proyección de los sis seg
mios citados sobre la cara endocraneal de la mastoldes y permite comprender. al
mismo tiempo que las complicaciones
que pueden obervane en el curso
de la mastoidits, las vías que el ch
Fnjano sigue para tratar estas compl
ciones La trepanación del segmento
anterosuperior conduce directamente
al anıro. (antrotomía, operación de
Swan): una vez en esta cavidad

es el abrir y vara las dle que
deembacan en cha (alone
E excavación dez y rompiendo el
de un acto eimdural que de ne 7
Seca hacia ul y destruyendo Ia A ech del anto, def ne ate y de e
pared posterior del antro, se puede Pe 3

ne siete en ee cee

loo o d se Anm comidas
(noo y Mun Alen I 0
take

del segmento. postcrovupe-

rior descubre ampliamente el seno lateral y, si se prolomga hacia atrás, la fosa cere
below,

8+ Meninges, —El esqueleto mastoidco está revestido, en su cara endocrancl
por las tres meninges: 14, la duramadre, a la cual añadiremos el seno atera 2 Ja
aracnoides; 32, la piamadre

3) Duramadre.— En esta región, la duramadre presenta una gran adherencia
que depende sobre todo: 12. de la presencia del seno lateral y del seno, peroo va
perir fijados en sus respectivos canale à
desembocan en estos senos.

1») Seno lateral, — El seno lateral (ig. 9, 14) es cl más voluminoso de los senos
del cráneo. Comienza a nivel de la protuberancia occipital interna (prensa de Herd
filo o toreuler) y termina en el agujero rasgado posterior, consituycndo el origen de
la vera yugular interna. Esta continuidad directa de los grandes vasos veneer nes
explica por qué la trombofleitis del seno lateral se propaga rápidamente a la vena
yugular interna, y el consejo dado por los cirujanos de ligar exa Úlima, al mismo
tiempo que se abre el seno lateral para desinfectaro, con objeto de impedir la pe
netraciön de embolias sépticas en la yugular, Esta continuidad de los des vasos fon
permite igualmente comprender por qué la aspiración torácica se deja sentir sobre
El seno lateral y, por consiguiente, por qué la abertura accidental del conducto venoso
puede algunas veces acompañarse del silbido caracierinico de la entrada de aire en
das venas

de las numerosas venillas diploicas que

y el canal que se fragua en
ue su calibre es considerable,
5 mm de diámetro (Luvs)
al desgarro de

Conocemos el trayecto que recorte else
y en la mastides (pág. 74): añadir
por término medio, 10 y a menudo
Eravedad de las hemorragias consecutiv

mo. 58

as son rápidamente compresivas cuando se producen en el
Gel cráneo (fracturas); son graves a veces, desde el punto de vista vital, pero, sin
“embargo, pueden ser detenidas por la compresión bien hecha y sobre todo prolongada
cuando. se efeciúan hacia el exterior, por ejemplo, durante la trepanación de la
endo en la gran mayoría de casos el seno

ya del seno, en

mastoides. No estaré de más recordar qui
derecho más voluminoso que el izquierdo, es más peligrosa la a

a
excels poires a
mastoidea y el seno peur

Cato y

y la topogralia de esta porción horizontal para que el lector tenga una idea de con
junto del seno lateral. En esta porción horizontal (ig. 59, 14) que se extiende de
la prensa de Heröfil a la base del peñasco, el seno lateral está contenido en el es
pesar de la gran circunferencia de la tienda del cerebelo; corresponde al canal
Iaterl del occipital, al eval adhiere poco. Superficialmente corresponde por detrás de
la Tinea cursa superior del occipital, por delante a la sutura parietomawoiden; una
linea trazada de la parte superior del meato auditivo al inion señala su trayecto
con bastante exactitud (Porn). Esta relación del seno lateral con el occipital nos
explica cómo el conducto venoso puede ser desgarrado en una fractura del cráneo
(aida sobre el occipucio) sea por una esquirla o por euiramiento; en exe último
so, la rotura se producirá, según Luvs, en la unión de su porción descendente con
la porción horizontal, es decir en la unión de su porción adherente con su porción
relasivamente libre.

© Aracnoides y piamadre, —No ofreciendo estas dos membranas y los espac
que limitan (cavidad aracnoiden, espacios subaracnoideos) nada especial de esta re

in, remitimos al lector, como lo hemos hecho ya para las dos regiones precedentes,

ler

à nuestra descripción general de las meninges cra

9% Encéfalo.—La porción de la masa encefilica que corresponde a la región
mastoiden (véate fig. 8) comprende a la vez una parte de la tercera circunvolució
temporal y el segmento anterolateral del cerebelo; la tercera temporal está más es

nente en relación con la pared superior del antro, y el cerebelo con su pared
y su pared posterior, Por lo tanto, una lesión de la mastoides podrá com
plicars, según su asiento, ya con un absceso del lóbulo temporal, ya con un aby
es cerebelso, Sabemos que los abscesos del lóbulo temporal se manifiestan cai ex
«lusivamente por signos de hipertensión intracrancal; los síntomas de Localia
Son muy raros. Los abscesos cerebclosos, mucho más raros que los precedentes,
traducen por trastornos del equilibrio y vértigos, que cuando son manifiestos resul
tan casi patognoménicos.

CAVIDAD CRANEAL Y SU CONTENIDO

La cavidad craneal contiene, junto con el encéfalo, una pequeña glándula de «
crecion interna, de origen ectodérmico como aquél, la glóndale pituitario o hipdfiss

La masa enceflies se divide en tres porciones: 42, una primera porción vol
minoa, que ocupa ella sola las nueve décimas partes de la cavidad del cráneo: el
cerebro; la hipólisls ex en concnión Imima con el cerebro, del que parece ser un
“dependencia; 22, una porción más pequeña, situada por detrás y debajo de la pre

cl cerebelo; 4% una porción más pequeña todavia que descansa sobre el ca
hal basilar: el tito del encialo.

Esas res porciones constitutivas del encéfalo no estin en contacto inmediato
con el esqueleio, sino separadas por wn conjunto de membranas que se designan con

ceden

De la parte posterior de las meninges craneales se desprende un tabique trans
versal a tienda del cerebelo, que se dirige hacia arriba y adelante y divide la cavidad
<raneal en dos compartimientos secundarios muy desiguales (ig. Go): uno superior
muy grande, que contiene el cerebro: el compartimiento cerebral, y otro inferior
"mucho más pequeño, que contiene el cerebelo y el istmo: el compartimiento cere:
beloso. Por ous parte, en el suelo de la cavidad cerebral, un segundo tabique trans

emo eut Y su cortesano a

eral situado sobre la silla turca, la tienda de Le hipófisis, limita un tercer compar
ümiento, de pequeñas dimensiones y en el que se halla contenida la hipdfii: el
compartimiento hipofiseio.

Los tres compartimientos precitados son muy incompletos, lo mismo que los 1
biques fbrosos que los separan: el cerebelso, en primer término, comunica a
mente con el cerebral por el agujero oval de Pacehioni, que circunscribe la crean
ferencia menor de la tienda del cerebelo; el cerebral, a su ver, comunica con el com
partimiento hipofiario merced al pequeño
Critic circular que la tienda de la hipd-
fids presenta en zu centro,

En cuatro. apartados distintos estu

i Las meninges craneales
22 El compartimiento cerebral con
4 cerebro que lo compas
5° El compartimiento hipofisario
con Ia Mipofisis en él contenida
42 El compertimiento cerebeloso,
con el cerebelo y el istmo, que son los
órganos en & contenidos

Las meninges y el encélo lena por
completo la caja crane, y ésta, dada su
bie, Resalta de ete hecho que cuando el
tece en el co de un tumor del ebro
sida cranes ae presentan répidames
dnenes de compresión (min, edema del nervio óptico y ceguera progesiva, celles), Esos
fenómenos de Compresión son sintomas comunes a todos os lumores Inuracraneales. wa el
que fuere su asiento, y renltan moy penosos para los enerman En muchos isos puede
Hate netablemenie por una wepanación pala, la cual determina la dosempresón
del encia, suprimiendo en un punto la cubierta ne Incxtemibl

1. MENINGES CRANEALES

La masa encefáica está separada de la caja dues que la contiene por tres cu
bieras membranoss, regularmente superpuestas y que son, yendo de fucra adentro
la duramadre, la aracnoides y la piamadre, Estas tres membranas (fg. 61) limitan
centre sí don espacios: 1° el expacio aracnoídeo, comprendido entre las hojas parietal
y visceral de la arsencides; 22, el espacio subaraenoideo 0 pial, situado entre la ho
visceral de la aracnoides y la plamadre, en el cual cicula el líquido cefelorrequédeo.
sta es la disposición del aparato meníngeo tal como se describe en Anatomia
descriptiva; en realidad ex menos sencillo y esquemático. En efecto, la plamadre, el
‘epacio subaracnoideo y la hoja visceral de la aracnotdes no son teparables; forman
un todo único que los autores alemanes designan, acertadamente, con el nombre de
meninge blonde, por oposición a la duramadre, llamada por elos meninge dura. Desde
“A punto de visa de Ia anatomía topográfica medicoquirárgica, el aparato meningeo,
del encéfalo por lo menos, que es el único que debemos estudiar aquí, se com
pone, yendo de la superficie hacia la profundidad: 12, de una envoltura resistente
I meninge dura o duremedre; 2°, de una envoltura espesa y friable, la meninge
Mande, cuya trama está Ingurgitada de líquido cefalorraquided; esta trama celu

CAVIDAD crantat Y su costaxıno ss

junto que constituye la meninge blanda (leptomeningitis), pero que no se localizan
una aisladamente en la piamadre o en el espacio subaracnoideo mi en la hoja
visceral de la aracnoides.

Estudiaremos el aparato meningeo en el orden siguiente: 1, la meninge dura
ar. la covided araenoides; 3”, la meninge blanda y sus partes comstituyentes. Ins
«iremos sobre todo en los detalles interesante para la anatomía medicoquirárgica.
remitiendo para lo demás a los tratados de Anatomía descriptiva

2) Meninge dura

La meninge dura o duramadre es una membrana fibrow muy resiente, de
ma coloración blancoarulada. Al contrario del cráneo óseo, cs inextensble, lo que

y hasta desgarrane en ciertos traumatismos
de la cabeza, ‘istico por la existencia de suturas, se deja
deprimir sin fractura. Cuando en el vivo se la pone al descubierto observamos los
latidos que le son comunicados por el cerebro: estos latidos, ixócromos con los del
pulso, demparecen de ordinario cuando existe, subyacente, un abicoso del cerebro
(signo de Braun).

1: Conformación exterior y relaciones. — La duramadre nos ofrece una super
ficie externa y una superlice interna.

2), Superficie externa. —Por su superticie externa la duramadre crancal ex
exactamente aplicada contra la pared interior del cráneo, a la Cual adhicre por
prolongaciones fibrosas y vasculares que le dan un aspecto desigual y como tomen.
oso y que es preciso destruir con una legra o espátula cuando se agrandar
«el onficio de una trepanación. Esta adherencia de la duramadre al cráneo cı mis
notable en el niño que en el adulto, de lo que resulta que en aquél se despega con
iiculad en los traumatismos, desparrándose al propio tiempo y en el mismo sitio
que el esqueleto. Por eso, cuando se desgarra uno de los vasos que están incluidos en
«espesor de la membrana, la hemorragia tiene tendencia à dirigirse al exterior y no
Al interior de la cavidad craneal, como en el adulio,

La adherencia de la duramadre varia, no solamente según las edades, sino tam
bién según las regiones: muy fuerte a nivel de la base, es débil en la región occipital
y. sobre todo, en la región temporoparictal (a propósito de exa región hemos seña
lado la existencia de la zona despegable de Grako-Marciaxr y su importancia
línia y operatoria),

Tas relaciones de la duramadre con la pared interior del cránco nos explican
la patogenia de la variedad de abacesos intracrancales, lamados abscesos supra 0
extradurales y también abscesos de Pott; estos abscesos, que se desrrollan entre la
Guramadre y el hueso (espacio epidural de ciertos autores), son consecutivos general
mente a un loco de ones (abscesos intracranenles consecutivos a otitis). À ca lesion
de la cara externa de la duramadre (ig. 66) se le da también el nombre de pugui
meningitis externa; exa forma de meningiús cı relativamente benigna, porque, a la
imersa de la leptomeningitis,suele quedar por lo general localizada

1) Superficie interna. — La superficie interna de la duramadre es lisa y bri
Jante como una serosa, pues está revestida por la hoja parictal de la aracnoides
(reducida a una capa endotelial). De esta superficie se dexacan cierto número de
prolongaciones o tabiques que aquí nos limitaremos tan sólo a enumerar: 1%, la
Henda del cerebelo, que se interpone entre el cerebelo y la parte powerior de los
hemiserios cerebrales; 2°, la hor del cerebro, que se interpone entre los dos hemis
ferios cerebrales; 35, la hoz del cerebelo, que se introduce entre los dos hemisterios
cerebelows; 40, la tienda de la hipifisis, que se extiende por la base de la sila

s En

turcs, por encima del cuerpo pituitario, Estos repliegues durales, interponiéndose
entre los diferentes segmentos de la masa encefália, los aslan unos de otros y los
mantienen en sus situaciones respectivas cualquiera que sea la. posición ocupada.
por la cabeza: son medios de fijación del encéfalo. Conviene añadir, sin embargo,
que, a pesar de estos medios de fijación, los centros nerviosos pueden sufrir cierto
movimiento de tralación (Luvs), como lo ponen bien de manifiesto las Jeionss ob»
servadas en ciertos traumatismos del cráneo. Por ejemplo, en um caida sobre ei
occipucio, el encéfalo puede ser proyectado de atrás hacia delante, y la puma de
los lóbulos frontales y de los lóbulos temporoesfenoidales aplastarse contra el hueso
(contusion cerebral indirecta o por contragolpe). Apresurémonos a decir que cua
contusion indirecta del cerebro por una especie de proyección de toda la masa chee
Kálica contra la pared opuesta al punto de aplicación del traumatismo no es la que se
observa más a menudo, De ordinario, la contusión es directa, es deci, que radica a
nivel del punto percutido y resulta de la acción del mismo agente vulnerame o del
hundimiento de los fragmentos de una fractura esquirlosa del cráneo,

2> Estractura.—La duramadre crancal se compone realmente de dos hojas
superpuestas: la externa, aplicada directamente contra la pared craneal, es el ver
dadero periostio de esta pared: la interna constiuye la duramadre propiamente dicha.
En el espesor de la primera hoja es donde se desarrollan los oiteomas u osficaiones
de la duramadre,

En el agujero occipital, las dos hojas precitadas, que hasta entonces habían
estado juntas, se separan para descender alsladameme por el conducto. raquidco.
la hoja peridtica es el periouio del cránco y de la columna vertebral; la hoja
interna será la duramade raquídea, Separändose así una de otra, las dos hojas limitan
entre sí un espacio que se continúa en toda la altura del conducto raqufden: el
espacio epidural. Est espacio pertenece al raquis y lo desribiremos a propónico de
la cavidad raquídea (véase Meninges raquideas). Aquí consignaremos únicamente que.
a consecuencia de la fusión de las dos hojas interna y externa a nivel de la duramsdre
craneal, el espacio epidural termina en el agujero occipital (Big. 62) y, por cons:
guiente, no existe en el cráneo; por este motivo, una inyección practicada en el
conducto raquideo no penetra nunca en la cavidad craneal si se hace en el espacio
epidural al contrario de la inyección practicada en el espacio subaracnoldeo,
como veremos más lejos, invade siempre y rápidamente la cavidad craneal

Hisoldgicamente, la duramadre está constituida en esencia por tejido fibroso
Gracias a esta estructura y también a su grosor, adquiere una reistench. comido:
able, y por ello desempeña un importante papel de protección para el cerebro,
Cuando es destruida al mismo tiempo que el esqueleto dsmos, extirpación
de tumores endocrancales) se producen adherencias de la corteza cerebral con los
tegumentos y, à veces, como consecuencia, la epilepsia jacksoniana. Para obviar eso
peligro, Carlos Brox propuso reemplazar en ciertos Casos la duramadre extirpada
por la aponeuross del músculo temporal: la aponcuons se corta en forma de colgjo
y se aplica sobre la pérdida de substancia del cráneo, entre éste y la piel

La duramadre crancal es asiento a veces de tumores, generalmente malignos
(arcomas), conocidos con el nombre de fungus de la duramadre, que desgastan poco.
a poco el esqueleto para extenderse en seguida bajo los tegamemos del
(ig. 63); mientras el tumor estd contenido en la cavidad crancal, no se manifiesta
sino por síntomas vagos de compresión o de excitación cerebral y su diagnómico ci
de los más diffiles; más tarde, cuando se propaga bajo los tegumentos. puede ser
confundido con los tumores superfiialen Estos fungus de la duramadre son tumores
raros, su marcha es de ordinario bastante lenta y su tratamiento consiste en una era
iectomia amplia con escisión de la duramadre más alld del neoplasma

cual,

exo GUASEAL Y su conrexune 8

32 Vasos y mervios.—La duramadre craneal es poco vas
desde luego la mayor parte de las membranas fibrosa,

1. como lo son

4. Arena. —Las arras que ein denis y que amo e dasbagen
sismo dema y sobr todo porel cuac, con por el peor des mom
team 0 een mice le bo hy

ime, son (6)

que province ls ome

Erg eu cape pati e
macia de la mr ten pata e
Ds poe à ee hoes Sie
ran dea mar ine goa per
nie mu;

Mr pintó E ant
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Font

De Wim eu nie a estogs
mois sl más porn deta doe

: à A $ de cuello

B. Venas. — Algunas venas de la du
ramadre desembocan en el seno. Las otras
acompañan a las arterías y van a abrine
por debajo en el plexo venoso prerigoideo
Como la mayor parte de ellas comunican
por arriba con cl seno longitudinal supe

rior, pueden, por este hecho, ser consideradas como anchas vías anamométicas tendi
das entre las redes venosas intracraneal y extracrancal

C. Sos ¥ tacos sancuintos.— Además de Ins venas propiamente dichas, se
encuentran en el espesor de la meninge dura grandes conductos venows llamados
senos, los cuales están sobre todo destinados a recoger In sangre que ha servido para
la mutriciön del encéfalo y derramarla en su mayor parte en la vena yugular interns
Anexo a estos conductos existe un sistema de cavidades venosas, que se designan con
fl nombre de lagos sanguíneos y que desempeñan el papel de logos de dericación
© logos de seguridad (THaavx, C. Lamu), ea para las venas encelálicas sca para los
senon. Los senos tienen las paredes rígidas, su sección es de forma triangular ©
«circular y su cavidad ancha y más o menos tabicada, Sabemos que adhieren por una
de sus paredes al esqueleto, sobre el cual se fraguan un surco más o menos marcado.
y sabemos también que reiben una parte de las venas del diploe y de las venas
tegomentaras. Desde el punto de visa anatomoquirirgico, los senos deben dividine
en dos grupos, según que estén o no fácilmente expuestos a los traumatismos y que
sean más o menos accesibles al cirujano: los senos descubiertos y los senos escondidos
(Gtzaro- Marciano). Veamos primeramente los senos descubiertos

3) Senos descubiertos. —Son: el seno longitudinal superior, los senos laterales
y el eno cavernes

©) Los dos primeros nos son ya conocidos, pues los hemos descrito detallada
mente con las regiones oecipitofrontal y mastoida.

6 caneza

E) En euanto al seno covernoso, notable a la vez por su volumen y por la
vedad de su trayecto, etd situado a cada lado de la sill turca

Es en relación, por dentro, con el cuerpo pituitario; por dentro y por abajo,
con el seno esfenoidal, cuya infección puede propagarse al conducto venoso. (lebitis
del seno cavemoso y sinusitis esfenoidal, Puede ser herido y desgarrado en una
fracuura que interese la silla turca; en tal caso, la hemorragia resultante se Face
n el seno exfenoidal y, por medio de exe, en las fows nasales y en a faringe (am
de Sc

El seno cavernoso est, por fuera, en relación con la celda que contiene el
ganglio de Gaser, de la cual & forma la pared interna (fg: 9) por lo que puede se

Esquema desinado, a mots. ex cons Hunts del cráneo, ss dos emadion
id evoluc del angus de la duramadie

abierto en el curso de las intervenciones dirigidas sobre este ganglio (extirpación del
ganglio de Gasen). Por su extremidad posterior se continda con el seno petroso in
rior y. por medio de ése, con la yugular interna. Por su extremidad anterior
corresponde a la hendidura esfenoidal y al vértice de la órbita, en el cual suele pe
ear: el seno cavernovo no es más que la terminación de las venas oftálmicas. Re
Cordemos que en el espesor mismo de su pared externa discurren tres nervios, que
son, de ariba abajo (Bg. 63): el motor ocular común, el patético y el oftälmico; y que
foro nervio, el motor ocular externo, y una arteria voluminosa, la carótida interne
stravican su cavidad. Esa última relación del seno con la arteria nos explica la
posibilidad de una lesión que, intereando a la ver la arteria y el seno, dé lugar
por la comunicación de los dos vasos, a la aparición de un ancurisma arteriovenoso,
ue, entre otros síntomas, se manifesta por un tumor pulstl de la órbita (Nétaros
Desens),

‘Como hemos indicado, la trombollebitis del seno cavernoso puede suceder a la
sinusitis efenoidal, una otitis supurada, o también una febiis de la vena facial pro
pagada a la vena oftilmica, conforme se observa a veces durante el curso de algunos
fntrax de la cara. Siendo esta tromboflebitis de prondstico fatalmente mortal si se
abandona a su evolución espontánea, está indicado abrir el seno infectado para
Qrenarlo al exterior, tal como se practica a menudo y con éxito en los casos de
tromboflebitis del seno lateral. Desgraciadamente, la situación profunda del conducio
venoso, cas en el centro de la base del cráneo y, por otra parte, los órganos que
discurren por el Interior de su cavidad o por el espesor de su pared externa, hacen
dificil y peligroso el acceso, siendo pocos los cirujanos que han intentado la inter.

srminado por defunción, se s

a) Los nervios vasomotores proceden del gran simpático,
9) Los nervios senstisos proceden de cuatro orígenes distinios: 12, del ofál
mico ames de su entrada en la órbita (nervios recurremes de Arnold); 2 del gan
glo de Gaver; 4°, del maxilar inferior; 42, del neumogásric. Proporcionan a la
duramadre una sensibilidad, cuya existencia ha sido demostrada a la vez por la expe.
imentacién y por la observación clínica: la initación de la membrana (BRows
Sfquaxo, Bocukroxrast, Deuner, etc) determina la aparición de contraciuras y
convulsiones en la mitad del œuer.

po correspondiente al lado irritado
su inflamación (meningitis) y «u
compresión: (tumores. cerebrales
Gusttne) provoca intensos dolores.

b) Arsenoïdes y espacio
ú“aracnoldeo

La araenoides es una membra
ma análoga a las grandes cross
viscerales y se componc, como éstas,
de dos hojas que limitan entre si

Fe, 65
Relaciones de lot senos esenoidles con el seno
‘Gero y à cerebro (ce ronal del cine)

SSeS a sete paco araroiden
Soren ieee Sore mee wae!" Ene espacio amenoideo, comin

ee ale a toda Ia masa nerviow, es viral

a SR o es. <a estado normal, En las meningi
tis rara ver es asiemo de lesiones;
en cambio, es el sitio de as hemorragias subdurales o intraaracnoideas (fig, 66 b
Mamadas también hematomas internos de la duramadre (Hvaunn). Estas hemorra
gas intraaracnoideas pueden provenir, bien de una inflamación crónica de la cara
imerna de la duramadre (paquimeningitis interna hemorrágica, Ceuvenmer, Vin
now), bien de una ronura de la venas cerebrales aferents al seno longitudinal supe
or (Hucuexas) El derrame será localimdo si existen adherencias que tabiquen la
serosa y se manifestará especialmente por signos de compresión cerebral y por parálisis
© contracturas localizadas. En el cas contrario será difuso y se traducirá por un ataque
de apoplejía fulminante.

De las dos hojas de la aracnoides, una, la hoje parietal, eh pegada a la cara

interna de la duramadre; la otra, hoja parietal, está en relación con los centros
nerviosos, Esta última hoja, extremadamente delgada, se aplica sobre el encélalo de
uma manera que importa precisar: adhiere a todas las partes sllentes y pasa como
um puente por encima de las anfractuosidades; ahora bien, como veremos más lejos
la plamadre desciende à estas mismas anfractuosidades. Las dos membranas,
‘eral de la aracnoides y piamadre, a la inversa de la hoja parietal de la aracnoldes y
la duramadre, no están en contacto en toda su extensión, sino que se hallan sepa
adas a nivel de todas las depresiones y anfractuonidades, por el espacio subaracnotdeo,
con el cual forman la meninge Banda

ja vis

©) Meninge blanda

AI principio de nuestra descripción del aparato meningeo hemos dicho lo que
amos entender con el nombre de meninge blanda: el complejo anziómico tor
‘mado por la plamadre, el espacio sutaracnoideo (con el líquido cefalorraquídeo que
contiene) y la hoja visceral de la araenoides, Este estudio nos explicará por qué las

lepromeningiis, a la inversa de las Paquimeningitis, e gencralizan, no solamente à
jodo el espesor de la meninge blanda, sino por lo regular a toda su cxtemión cra
cal y raquídea; también mos explicará por qué son a menudo secundarias a una
infeción general linfätiea o sanguínea. A la meninge blanda referiremos las gran
inciomes de Pacchiont,

15 Plamadre propiamente dicha,—La piamadre es una membrana delgada
y delicada que se extiende regularmente por la superficie de la masa encfálica, Se
Caracteiza, como es sabido, por seguir
«exactamente todos los accidents de sta
de: en el cerebro especialmente,
<ovía à todas las anfraciuosidados, de
«cualquier importancia que sean, lo mis
mo si se rata de una esura que de un
simple surco, dos hojas que se juntan
fusionándose en el fondo de esa an

fractuosidad.
Histoldgicamente la plamadee es
una membrana celulovascular, en cuyo
espesor los vasos destinados al encéfalo
se dividen en ramificaciones muy tenes,
lares, antes de penetrar en la

los vasos y a su alrededor radican la
mayor parte de las lesiones en las me:
ningits tuberculosa, slliica, aleohöli

ho, 06

era locación de hs ¿vers coli
La piamadre o membrana pial ess her sangulncs o purulentar de lar meninge,
en relación inmediata con la substancia

nerviow, a la cual end adherida. por
cierto múmero de filamentos conjuntives
y. sobre todo, por los innumerables pe
queños vasos que dexde esta membrana

netran en Ja substancia nervous. Sin

‘embargo, esta adherencia no es de tal naturaleza que en estado normal no se pueda,
‘on cuidado, separarla del cerebro, No sucede lo mismo en estado patoligico, pues en
los casos de meningoencefalitis crónica particularmente, esta separación no puede ha
corse sin arrancar con la membrana pial porciones de la corters del cerebro,

La piamadre se insinia entre el cerebelo y el bulbo y se extiende por encima
del cuarto ventrículo, rechazando delante de sí la pared ventricular adelgazada y
reducida solamente a una capa epitelial; forma así la tele coroidea inferior y los
Plexas coroideos del cuarto ventrículo. Igualmente, a nivel de la hendidura de Bichat
se introduce en el espesor de la masa cerebral para formar la tela coroidea superior
y los plexos coroides de los ventrículos laterales (véanse para más detalles los
tados de Anatomía descripiva

22 Moja visceral de la araenoides —La hoja viseral de la aracnoides se
extiende también. por fuera de la piamadre, por la superficie exterior del encélal,
Pero, al pao que la piamadre desciende a Ins anfractosidades conservando siem
pre el contacto con la substancia nerviosa, la hoja visceral de la serosa aracnoidos
pasa como un puente por encima de esas mismas antractuosidades Rewlta de esta
disposición que existe entre las dos membranas un sistema de cavidades irregulares

y EU

sinuosas: los espacios subaracnoideos, Estos espacios están Menos de un líquido
mado liquido cefalorraquídeo.

37 Espacio subaracnoldeo.—No es más que el cojunto de los sucios ame
dichos, o sea la cavidad aníaciuo y en extrem insgular que, por una parie a
piamadre y por otra la hoja visceral de la aracnidos, limitan entre sí como conse
‘ene por la superficie del encfilo. Ena
«espacio, verdadero depusiv de liquido cela
Torraquideo, xd bie. bata infini
por tacos conjuntivor que lo subidos
fn un número considerable de cavidades
(de aquí los términos indisintamente em
pleados de espacio eliramnoldes ode es
baci mibarecnodeot

Taten trace conjuntvos que van de la
hoja visceral de la aracnoides la piama
tre sven de sonen atu vasos. Forman,
alrededor de cos últimos, valnıs (oninas

autores) que los acompañan hava
Pe. 07 wos raifiationes en fa wabstancia
ore tame! delas icunvotuciones para nerviosa y e la cuales penctra el líquido
Bear ia dpostin de ls menage eo see

nn <calormquideo. Los espacios sub

Te ER u, Jesse polonpan igalocnes, según eros

Stores (A. Kay y arate), a lo largo de

dos neroos erancales y de los nervios za

los hasta su terminación nel seno

de Jos órganos (espacios roue de Jos ner.

vios) Sin duda por medio de ells, en los cuos de newts ascendente, la inflamación

se propaga a lo lago de los cordones nervios para legar a vecs hasta la medula
ye creo,

Las dimensiones y la configuración de los espacios subaracnoideos (gs. 63 y 69)
se confunden naturalmente con ls dimensiones y la coniguración misma de todas at
depresiones grandes y peque sien en la supero exterior de los cemros
enceálicos: Las cavidad más anchas, aquellas en que se acumula en mayor cant
dad el líquido eealorraquideo, se denominan confluentes o lagos. Las vias. más
pequeñas, toman, són sus dimensiones, los nombres de flumina, rei, rut

Los lagos únicos de que trataremos aquí, son sei, a saber: ei lago slvono
al lago callos, el lago central, lor lagos cercocios superior € inferir 3, por lt
ino, el Ingo Bulbospnal, que ocupa toda la ana de la medula y euya extremidad
inferior, stuada alrededor de la cola de callo en la región neralumbar, et la
que se punciona en la operación Mamada función del fondo de aco subereenoideo
(Quineat, Cmraur, ec, mc Región secrococeige). De ess confluent, los mis
recuerda que la mayoría de nervios craneslo, antes de sir del cránco. Fecorren
una extension más o menos grande de ls espacios subaracnoideos de la base (iu
Fa 66, 2) se comprendo por qué son tan frccuents sas leones en las vaticdados
de meningitis cdas y en particular en la meningitis aber: a esto se deben
la ceguera, el edema de la papa, las prall oculares que se observan en alo

a En

que se abren al exterior (oas males, oído medio. el liquido cealrraquiden pueda deta
mane hacia fuera y que, por eus via, los microti contenidos cn la. lomo Maas 6 el
‘ldo puedan invadir a eavidadcraealy produce una meningitis räpklamente mona

Cuando el espacio de la piamadıe se intama, igual que lo que écurie cn las demás
seroms, secreta (de donde la hipertensión del líquido tebalcnaquido Y st maillons de
zu spect), produce Jotas membranas (viable sobr todo a lo largo de los vasos bajo la
forma de reguron amarillento) y se resorhe (de aquí la fiche). Su infamaciôn se propaga
forxomente al Cerebro, al que envvelte por tales partes y cn el que ponce hast el
interior de la substancia nervion co nor explica la sintomateogia Y la gavel de a
meningitis. En fin. su estructura arcolar tan particular mo permi comprender por que
hasta ahora por lo meno, & ei único de todos los epacer sro que Da due Hal
al cirujano; la eros subaracniden no puede abrine como te abre la pleura o € patlonce
y ls tentatvas de deinfeción y de desague que se han praccado ho han dado ningun
salado. Sin embargo, el drenaje del Igo cercos Inter, el nico de los grandes co,
fuentes de la base del encéalo fácilmente aceuble a cirujano (tase Region de la nuca),
ba dado en manos de Davor, para Ciertas formas de mouingiós (meningitis cables
y esreptoccia y con técnica algo espec, reltados alemadores

se mismo cirujano ha demostrado que era pole, injecando aire por punción lumbar
en el espacio pial, depués de haber quitado Genta contdad. de guide Ketaorraguidn,
explorar con la radiograña en toda su extemión. EI aire importado se diendo. por ta
Lepacio pial meduloenctilico, penetando inclu por el agujeo de Magendie (cuando ©
permebe)"en las cavidades veniicularos, y exe epacion apareen en caro al examen por
Jos rayon X. Au es posible, por esta peri de neumeraquis y de neumocránes (Lino tr
reconoces en cit sn de hidroclaia a localización exacta de los oetdulos que impiden
la libre circulación del liquide ccalorraquído € intervenir para quitarlos.

4° Líquido cefalorraquídeo. —El espacio subaracnoideo esti Meno de un tig:
do claro y transparente, ligeramente alcalino y salado y muy débilmente albumino.
so (a2 a 08%); este líquido, descubierto por Corveno en 1764. se Hama liguido
cefelormquideo. Siendo el espacio subaracneideo Común à todo’ el eje terebronpt
mal, basta puncionar este espacio en un punto cualquiera (con preferencia en la
región lumbosacra, porque a este nivel no hay temor de herir la medula) para
recoger el líquido celalorraquidco y poder examinarlo. Exte examen, caja impor
tancia ha sido demostrada por trabajos de los médicos y cirujanos franceses cs, como
se sabe, de prácuia corriente en clípica. En efecto, © lógico admitir a prior’ que
el liquido cefalorraquídeo, que está contenido en la cavidad de la piamadre y que
rodea y penetra en el sistema nervioso central, debe sulrr las contguientes mod
fiaciones cuando un proceso patológico cualquiera radica en la cavidad de la
piamadre o en el eje nervioso. Como veremos luego, un examen puede co
diagnéstco de la lesión meníngea o cerebral

3) Cantidad.—El hombre pore, por término medio, 130 a 150 y de líquido
cefalorraquídeo, pero esta cantidad parece sufrir en estado normal grandes. var
nes según los individuos y según la edad. Varta igualmente según dl estado. paolo.
gico: por regla general es mayor en la mayoria de afecciones meningcas. sobre
todo en la meningitis tuberculosa, y está particularmente aumentada en la Aldo.
Cefaia, en la cual se la ha visto álcamar 7 u 8 Hs. El líquido es secretado un
cesar por los capilares de los plexos coroides, como lo sostenia dexde 1845 Funk
y como lo ha demostrado experimentalmente Davor en una serie de investigaci.
nes, lo que explica cómo es posible recoger en cierto tiempo gran cantidad en el
mismo sujeto (varios los, caso de Tusaux). Circula por los ventriculos, Wego
pasa a lo espacios subaracnoideos por los agujeros de Magendie y de Luchsks, Final.
mente sale de la cavidad craneal, en parte por las anastomosis que unen los espa
cios subaracnoideos a los linfticos de las regiones próximas, tal vez también, según
Giertos autores, por aquellas prolongaciones que la piamadre envía à los senos ven
sos y que describiremos más adelante con el nombre de corpúsculos de P

en fin, y sobre todo, por los vasos sanguineos de los grandes lagos subaracnoideos
de la base del encétalo. Cualquier obstáculo a ea vía de Bltración del quido celal
rraquideo (tumores cercbrales de la base que compriman las venas de Galeno, los
senos, las venas vugulares internas; adherencias consecutivas a inflamaciones meni
geas; obliteación congénita o adquirida de los oriicios ventriculares, ocsiona la
producción de hidrocefalia, De un modo general, principalmente en los vensticulos

6 donde se efecuia la retención de líquido y resulta de una obliteraión patológica
de los orificios ventriculares (agujero de Magendie, acueducto de Silvio); es la hidro
alla ventricular de Fraser y Nowuns Dore o hidrocefalia obstruction de Davos
© interna. Otras veces, pero más raramente, el líquido se acumula a la vez en los
venarculos y los espacios subaracnoideos, y las vías de comunicación entre las dor
cavidades quedan libres: es la hidrocefalia extraventricular de Frasen y N. Dory
la hidrocefeia comunicante de Das o externa. Exe último tipo es consecuencia, de

io. de una obliteración de las vias de resociôn del líquido cefaloraquideo.
Presión. —La tensión normal del líquido cefalorraquideo no ha sido deter
minada todavía con exactitud. Varia en el mismo sujeto y en el curso de la misma
punción, según el número de pulsaciones cardíacas, la posición de la cabeza, el
momento respiratorio: es siempre más elevada cuando el sujeto es puncionado estar
do senado: asi es que mientras la presión, medida en el manómetro de Cia

” ces

de 125 mm, por término medio (110 a 150, Firssencan), en el adulto en decibito
se eleva a 180 y a 250 mm en la posición sentada (Beau. Asrave). Prácticamente
se admite que el líquido retirado por la punción del fondo de saco scrolumbar
“debe salir gota a gota. Según Kuarstxc, cuando sale en forma de chorro en un enfer
mo en posición de decúbito es que la presión está aumentada. Importa añadir que
lo que acabamos de decir sobre la presión del líquido cefalorraquídeo sólo se aplica
al líquido de los espacios subaracnoideos medulares. En cuanto a la tensión del
líquido intraventricuar, parece un hecho establecido que en el sujeto normal exami
ado en posición horizontal es casi nula

La exageración de la tensión del líquido cefalorraquídeo (4e observa de modo
duradero en algunos tumores del cerebro, en particular en los gliomas y, gomas
poco acentuada en los abscesos y Jos tubérculos de Bente} se traduce por signos
de compresión cerebral (somnolencia, apatía, lentitud del pulso). Una descompre
sión demasiado rápida o demaciado profunda se acompa
sexs, contracturas en las piernas y hasta, a veces, de la muerte; por esto, cuando se
Practica una punción, es preciso no retirar de una ver más de 3 a 10 cc de líquido.
además es prudente, cuando la presión parece aumentada, interrumpir de tiempo

tiempo la evacuación.

Las variaciones bruscas, en más o en menos, de la presión del liquido elaorraquideo

sendrán, según Lemon, una imparanca muy grande en la producción de

valvas en sujetos enfermos de epllepa jaksonian. Enayando en eos enfermos resabicer

& equilibrio de la presión por medio de inyecciones Imravenmas de suero fo

‘aso de presión dsminulds) ©, por el contraro, de solución hipertnica de glucma (en cl
presión aumentado), se obnendeian buenos resultados

9 Color.—En estado normal, el líquido cefalorraquídeo es claro como el
agua; sigue siendo claro en las afecciones que dejan indemne el espacio de la piama
dre. Su coloración se modifica, por el contrario, cuando las lesiones radican en este
espacio o bien si éste participa de las lesiones de sus alrededores; por esto en las
inflamaciones de las meninges y de la capa superficial del cerebro o de la medula
se vuelve turbio y a veces basta purulento. Por el contrario, conserva su coloración

ormal en los tumores del cerebro, en los abscesos cerebrales, en los
durales, en las trombosis de los senos y en los abscesos perisinusales; conserva igual
mente su aspecto claro en los derrames sanguíneos intracrancales cuando. cos Ul
mos radican entre el hueso y la duramadre (hematomas sapradurale): cn camb
te tiñe de rojo más o menos vivo (Turrum y Muiay) cuando la hemorragia ocurre
en el espacio de la plamadre. Si se tiene en cuenta que cuando las lesiones han in
vadido lor espacios 'subaracnoidcos el Cirujano queda desarmado (eptomeningih)

mientras que puede intervenir a veces con éxito en el caso contrario (abscesos de

cerebro. trombosis de los senos, hematoma supradural) se comprenderá la imp
iancia que pueden presentar las investigaciones de los caracteres ficos del líquido ce
falorraquideo, pues permiten Negar al diagnémico exacto de la localización de la lesion
Desgraciadamente existen buen número de casos en los que fracasa ene medio de
diagnósico.

&) Examen bioquímico y microscópico. —El líquido cefalorraquídeo es debi
mente albuminoso. Contiene asimismo cierta canıidad de glucosa. Esta proporción

de albúmina y de anicar varia en estado normal, según se trate del
ventricular o del líquido de I

líquido intra
espacios subaracnoideos; varia del mismo modo en
«sado patológico. y la comprobación de cas variaciones tiene un valor indiscutible
para establecer el diagnómico, As, en la meningitis tuberculosa el liquido cealorra
quídeo es intensamente albuminoso, mientras que en Ja encefalitis epidémica es abun
dante en glucosa.

En estado normal, el líquido cefalorraquídeo es estéril, e halla exento por com.
pleo de microbios, pero, en cambio, puede contenerlos cuando las meninges en

amadas; por ete motivo es indispensable siempre practicar la siembra del liquide
xerado por la punción

ae cudio toceiológio del liquido efalorıaqaiden la. permitido describe: meningitis
bacs con microbios divers (aile lo, lache, lacio de Pieler, euakloce. «>
Epoca); meningitis por el neumacoco circo; meningitis por el dipiococo inreciular

pistes de Bono

nos lrg de ul suerte que à
menudo el dlageétco queda du
gerader comcnidos ene I
Slonagdn prepncona u
laico postive real de
Be menrgider (ico, Exe co
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Faloraquido no eontiene sio un
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la más cn un campo. mio,
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aude cis olreao de aa) fin

Espacio subaracnodeo, e produce Fonotr, odiado).
e líquido cefalorraquídeo una tn 0 Inzest.
Feoccitoi abundance Y extn tea mesure

rclominan los mononucears al paso que se observa una palinuicads cuando la meningitis
S acirana. «Fl hecho de observar por el examen Hugo, bien celos lnfocariay, Den
casco de a enfermedad» Sao)

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Senn io, adquirida eres (Rau. Junto on cl camer quimico de exe
líquido (aumento de albaminar, rein de Botdet Wasserman, podi, permite tec
Ia lcaliaciom mis ligeras de isis en el aparato nevi, seguir su colación y prever
mucho antes de que se manlieten por ningún mama cine y Cuando tal ver sean dav
nbc, as rode temibles <omplicadones (lero meningomielis, he tes, la paris ge
Sera), En ala cao, en € sien vaquita ve billy numeros
Has, certo nero de polinuceares y tambien signos grandes monenuceare del po
de lo planen (Ravi) cuya proenda y nimero wn d inicio de proce meningen
GF proce, mas numero son Im Cementos Clare y mayor mimeo. de plasmar
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