yo estaba.
Esta mañana, mi padre ha caido muerto,
Éste es uno de los sucesos más extraordinarios que yo tuve oportunidad de conocer de mi
Maestro. Curó al rebelde veterinario. no obstante la falta de fe de éste, y extendió su término natural
de vida por seis meses más, únicamente a causa de mi vehemente súplica. Sri Yukteswar era la
bondad personiticada, sin mites, cuando vela la oración ardiente de un devoto,
Era uno de mis más distinguidos prvilegios el traer compañeros de la escuela a que conocieran a
mi gurú. Muchos de ellos dejaban de lado, cuando menos mientras permanecian en la ermita, su
reluciente y académico bamiz de escepticismo religioso,
Uno de mis amigos, Sasi, pasó algunos felices fines de semana en Serampore. Mi Maestro sintió
un aprecio inmenso por este amigo, y lamentaba que la vida privada de él fuera demasiado libre y
desordenada,
Sasi, salvo que te reformes, dentro de un año estarás peligrosamente enfermo, —Sri Yukteswar
miró a mi amigo con cariñosa exasperación—. Mukunda es testigo, no digas más adelante que no te
advert
‘Sasi seri,
—iMaestro, yo lo dejo a usted para que interceda y pida una migaja de caridad para mi tiste caso!
M espiritu quiere, pero mi voluntad es débil. Usted es mi único salvador en la tierra, Yo no creo en
nada ni en nadie, más que en usted
—Cuando menos, deberias usar un zafro azul de dos kilates, Eso te ayudaria.
No tengo dinero para comprar uno. De cualquier manera, querido Guru, s las dificultades
vienen, tengo la completa seguridad de que usted me protegerá
—Dentro de un año, tú me traeräs tres zafiros —replic Sr Yukteswar tistemente—, entonces, de
nada te serdrán. —Estas conversaciones, con alguna variación, las tenían casi regularmente
Oh. yo no puedo reformammel —decia Sasi con mimica desesperada— Y mi conflanza en
Usted, Maestro, es más preciosa para mi que la más preciada joya,
Un año después, vistando a mi gurú en la casa de uno de sus discipulos de Calcuta, Naren Babu,
alas diez de la mañana, y mientras Sri Yukteswar y yo estábamos sentados tranquilamente en a sala
del segundo piso, ol que la puerta del frente se abría. Mi maestro se gui rigidamente,
—Ése es Sasi —me dijo con gravedad— El año ya ha pasado, y sus dos pulmones también se
han ido. Él ha hecho caso omiso de mi consejo: dile que no quiero verte.
Algo asombrado ante la severidad de Sn Yukteswar, cori escaleras abajo, Sasi iba subiendo,
—{Oh. Mukunda, espero que el Maestro esté aqui! Tengo la corazonada de que él está
—Si—te dje—. pero no quiere que le distralgas.
‘Sasi rompió a llorar y, haciéndome a un lado, subió y se echó a los pies de Sri Yukteswar,
colocando alll tres hermosos zafros,
—Omnisciente Gurü, los doctores dicen que tengo tuberculosis pulmonar. No me han dado más
que tres meses de vida. Yo imploro humildemente su ayuda. Yo sé que usted puede curarme.
—¿No es demasiado tarde para preocuparte ahora por tu salud? Márchate con tus joyas, el tiempo
en que pudieron serte ülles ya ha pasado.
Mi maesto se sentó como si fuera una esfinge, dentro de un profundo silencio, interrumpido.
únicamente por los sollozos de arrepentimiento y angustia del muchacho,
Intulivamente sent la convicción de que Sn Yukteswar estaba probando la intensidad de la fe de
‘Sasi en el divino poder terapéutico. Y no me sorprendió cuando, después de una hora de tensión, mi
Maestro tendió una mirada compasiva a mi aun postrado amigo.
— Levántate, Sasi! ¿Qué alboroto haces en casa extraña? Devuelve los zafiros al joyero; ahora ya
es un gasto innecesario. Pero consiguete un brazalete astrológico y úsalo. No temas, dentro de pocas
semanas ya estarás bien,
La sonrisa de Sasi luminó su acongojado rostro lleno de lágrimas, como si de pronto la luz de un
sol radiante hubiera luminado un escondido paisaje.
—Amado gurl, ¿debo tomar las medicinas que los doctores me han recetado?
—Haz como quieras, tómalas o deséchalas, no importa; es mas fácil que el sol y la luna
intercambien sus posiciones que el que tú mueras de tuberculosis. —Luego, abruptamente, agregó—
iAhora, márchate, antes de que cambie de opinión!
‘Con una reverencia, mi amigo se alejó rápidamente. Yo lo visitó algunas veces durante la