Para que una frase tenga sentido o sea coherente, hace falta unir las palabras. Las preposiciones permiten, justamente, conectar palabras y construcciones según un determinado propósito. Para indicar: Ubicación, empleamos: ante, bajo, en, entre, hacia, sobre, tras (El sol tras la montaña). Tiempo , usamos: a, de, desde, durante, hasta (Llovió, durante cuatro horas). Modo , utilizamos: ante, con, contra, de, mediante, según, sin (Una mesa sin mantel). Finalidad, decimos: para, por (Llegó una carta para informarnos). Las preposiciones ponen en relación una palabra o un conjunto de palabras con otra, permitiendo que una de ellas complemente o modifique a la otra. Es decir, las preposiciones funcionan como nexos subordinantes ( ns ) para crear modificadores indirectos (mi). Por ejemplo: Una carta para papá.