El DERECHO DLICT!L
ocasi6n, se suprimfa del concepto de Rechtsstaat cualquier connotaci6n (o incrustaci6n) sustancial-cons
titucional mediante su total formalizaci6n y tecnificaci6n.
8. M. Fioravanti, «Costituzione e Stato di diritto»: Filosofia politica 2 (1991), pp. 325 ss.
9.
Asf, en consonancia con su
genCrica desvalorizaci6n de todo concepto que no fuese exdusiva
mente formal, H. Kelsen,
Teor{a pura del Derecho (1960), trad. de R. Vernengo, UNAM,
MCxico, 1979,
p. 315; !d., Der soziologische und der juristische Staatsbegriff. l&itische Untersuchung des Verhiiltnisses
von Staat und Recht, Mohr, Tiibingen,
2
1928, p. 191.
10. C. Schmitt, «Was bcdeutct der Streit urn den "Rechtsstaat"?», cit., p. 201.
11. R. v. Mohl, Encyklopiidie der Staatswissenschaften, Siebeck, Freiburg-Tiibingen,
2
1872,
p. 106. Sobre las transformaciones de las conccpciones originarias del nechtsstaat, D. Grimm, «Die
deutsche Staatsrechtslehre zwischen 1750 und 1945» (1984), ahora en Recht und Staat der biirgerlichen
Gesellschaft,
Suhrkamp, Frankfurt a. M., 1987, pp.
298 ss. y E. W. BOckenfOrde, «Entstehung und
Wandel des Rechtsstaatsbegriffs,, cit., pp. 144 ss.
12. 0. Mayer, Derecho administrativo alemdn (1904), trad. de H. H. Heredia y E. Krotoschin,·
Depalma, Buenos Aires, 1982, vol. I, pp. 72 ss.
13. Por ejemplo, E. W. BOckenfOrde, <<Geschichtliche Entwicklung und Bedeutungswandel der
Verfassung», en A. Buschmann (ed.), Festschrift fiir R. Gmiir zur 70. Geburtstag, Gieseking, Bielefeld,
1983, p. 10.
14. C. Schmitt, Legalidad y legitimidad (1932), trad. de j. Dfaz Garda, Aguilar, Madrid, 1971.
15.
A. de Tocquevillc, El Antigua
Regimen y Ia Revoluci6n (1856), trad. D. Sanchez de Aleu,
Alianza, Madrid,1982, p. 58, cita
una ilustrativa carta del
1790 de .Mirabeau a Luis XVI en Ia que dice:
«Comparad el nuevo estado de cosas con el antiguo regimen; esta comparaci6n consuela y hace nacer Ia
esperanza. Una parte de los actos de Ia Asamblea nacional, Ia m:is importante, es claramente favorable a!
gobierno monarquico. iNo significa nada, pues, no tener Parlamento (e/ Parlamento nobiliario del Anti
guo rigimen, que controlaba los aetas del rey), ni pafses de estados, ni cuerpos del clero, de Ia nobleza, de
los privilegiados?
La idea de no formar
miis que una sola clase de ciudadanos lc hubiese agradado a
Richelieu: esta superficie complctamente igual fadlita
el ejercido del poder. Muchos reinados de gobier
no absoluto no habrfan hecho tanto porIa autoridad real como este solo
afio de revoluci6n».
16. Sobrc las metaforas mednicas del Esrado y su significado en
1 el ambito de las concepciones
del Estado, 0. Mayr, Authority, Liberty and Automatic Machinery in Early Modern Europe (1986), trad.
it.
La bi/ancia e l'orologio.
Libe1td eautoritii nel pensiero politico dell' Europa moderna, ll Mulino, Bologna,
1988.
La tradici6n continental absolutista se reconduce a Ia imagen del reloj, es decir, del mecanismo
capaz de funcionar s6lo
si el movimiento se le confiere desde cl exterior, desde Ia fuerza que puede operar
como Ia cuerda: al margen ya de Ia
metafora, Ia ley del Soberano. La tradici6n antiabsolutista britanica,
en cambio, se refleja en Ia imagen de Ia balanza, cuyo funcionamiento consiste en el equilibria y se
determina a traves de un juego internode acciones y reacciones que acti'ian por el reequilibrio.
Adcm.is, B. Stollberg-fuligne, «Der absolute deutsche FU.rstenstaat als Maschine», en Annali dell'Istituto
storico italo-germanico in Trento, II Mulino, Bologna, 1989, pp. 99 ss.; S. Smid, «Recht und Staat als
"Maschine". Zur Bedeutung einer Metapher», en Der Staat, 1988, pp. 325 ss. y F. Rigotti, Metafore della
politica,
II Mulino, Bologna, 1989, sobrc todo, pp. 61 ss.
17.
L. Paulson,
«Teorie giuridiche e Rule of Law», en P. Comanducci yR. Guastini (coords.),
Analisi e diritto 1992, Giappichelli, Torino, 1992, pp. 251 ss.
18. D. N. MacCormick, «Der Rechtsstaat und Jie rule of law>>: Juristenzeitung (1984), pp. 65 ss.
19. Sabre cl desarrollo del rule of law en Ia €poca del conflicto entre Jacobo I y cl Parlamento en
las primeras decadas del siglo XVII, K. Kluxen, Geschichte und Problematik des Parlamentarismus, Suhrkamp,
Frankfurt a. M., 1983, pp. 50 ss.
20. Sobre el significado doblemente antiabsolutista de Ia dcfensa del common law hecha por Edward
Coke, tanto contra el absolutismo regio como contra el absolutismo parlamentario, K. Kluxen, op. cit.
21. R. Dreier, «Recht und Gerechtigkeit» (1982), ahora en Recht -Staat-Vernunft, Suhrkamp,
Frankfurt
a. M., 1991, pp. 24 ss. y G. Bognetti,
«I diritti costituzionali nell'esperienza costituzionale»:
Quademi dijustitia (Milano) 27 (1977), p. 27, nota 4.
22. J. Habermas, Morale, diritto, politica, Einaudi, Torino, 1992, p. 70; R. Dreier, op. cit.; M.
Kriele,
op. cit., pp.
106 ss.
23. U. Mattei, Common Law. II diritto anglo-americana, Utet, Torino, 1992, pp. 77 ss.
24. K. Kluxen, «Die geistesgeschichtlichen Grundlagen des englischen Parlamentarismus», enId.
(coord.), Parlamentarismus, Athenaum, Berlin, -
1
1980, p. 103.
25. M. Kriele, lntroducci6n a Ia Teoria del Estado (1975), trad. de E. Bulygin, Depalma, Buenos
Aires, 1980, pp. 146 ss.
42
DEL ESTADO DE DERECHO AL ESTADO CONSTITUC!ONAL
26. A. V. Dicey, Introduction to the Study of the Law of the Constitution, Macmillan, London,
nt915, pp. XXXVI ss. . .
27 K. Eichenberger Gesetzgebung tm Rechtsstaat, ctt., p. 9.
28: Por ejemplo, R.' Carr€ de Malberg, La loi, expression de Ia volonte ginirale, Sircy, Paris,
t931, pp. 17 y 29 ss. . . . .
29. 0. Mayer, op. cit., vol. I, pp. 80 y 84 (en las po~terto.res edtctones de esta obra, Ia ~dead~ ~a
testad originaria del ejecutivo min queda m:is puesta en evtdencta, a! observar que compete a este «Vtvu
po mar incluso en ausencia de una ley que dirija su acci6n» ).
y ac 30. 0. Ranelletti, Principf di diritto amministrativo, vol. I, Pierro, Napoli, 1912, p. 143.
31.
R.
Carre de Malberg, op. cit., p.30.
32. La fOrmula «ley en sentido material» -en contraposici6n a Ia ley en sentido meramente
formal-hada refcrencia a las normas que incidfan sabre Ia libertad y.los derechos individuales, y, dada
Ia ideologfa juridica del Estado liberal de derecho, esta era Ia «aut€nttca» .tar~a de Ia ley. Este co~ce~to
tenia un significado desde el punto de vista de Ia divisiOn de poderes constttucwnales. En las constttucto
nes dualistas, en efecto, Ia funci6n de dictar normas legislativas s6lo en sentido formal (refere?tes a Ia
'zaci6n y a Ia acci6n del Estado sin consecuencias directas sobre los derechos de los parttculares)
orgam · ' ' h d d h Re' h
podfa dejarse en manos del gobterno. Sobre el tema, P. Laband, Das Staatsrec t es eutsc en tc es,
vol. II, Mohr, Freiburg i. Br., .11887, pp. 226 ss. ,
33. C. Schmitt, Teoria de Ia Constituci6n (1928), trad. y pr6logo de F. Ayala con un eptlogo de
M. Garda Pelayo, Alianza, Madrid, 1982. . _
34. El antecedentc famoso de esta concepciOn escl contcnido en cl artfculo 5 de Ia Declaracwn de
1 s dercchos del hombre y del ciudadano de 1789: «La Loi n'a le droit defendre que les actions nuisibles
a
0
[a societe. Tout ce qui n'est pas defendu par Ia Loi ne pent €tre contraint a faire ce qu'elle n'ordonne
pas». 35. La discusi6n indicada en el texto volvi6 a cobrar actualidad a prop6sito del asf llamado
«Estado administrativo», una continuaci6n tardo-decimon6nica de tematicas del Estado de polida .. Se
trataba de definir el significado del «silcncio legislativo», del «es~acio vac~o de dere.cl~o». ~a doctnna
liberal, en contraste con Ia proclive a Ia autoridad, sostenfa que las mtervenctones ~d~:mstrattvas praeter
legem deherfan considerarse ilegftimas, en Ia medida en que entran en_ contradtccton con I~ ~lamad:
«norma general exclusiva, de libertad, segUn Ia cual todo lo que no esta expresamente prohtbtdo esta
pcrmitido. . . ,
Los t6rminos de la discusi6n en F. Cammeo, «Della mamfestaztone della volonta dello Stato nel
campo del
diritto amministrativo», en
V. E. Orlando (comp.), Primo trattato c~mpleto di diritto
amministrativo italiano III, Societa Editrice Libraria, Milano, 1901, p. 143; D. Donatt, Il problema delle
lacune nell'ordinamento giuridico, Societa Editrice Libraria, Milano, 1910; 0. Rannelictti, op. cit., v~l.. I,
pp. 279 ss. (los primeros para los principios del Estado de derecho, el Ulti~o, par.a los del E~tado admuus
trativo). Sobre este debate hist6rico,
R. Guastini,
«Completezza e analogta. Studt sulla teona generale del
diritto italiano del primo Novecento», en
Materiali per una storia della cultura giuridica, recopilados por
G. Tardio, vol. VI, II Mulino, Bologna, 1976, pp. 513 ss.; y M. Fioravanti,
«Costimzione, amministrazione
e trasformazione dello Stato», en A. Schiavone (coord.), Stato e cultura giuridica in Italia dall'Unitd alia
Repubblica,
Laterza, Bari,
1990, p. 36. . .
36. A partir de estos elementos, los modelos ideales de Ia generahdad de Ia ley en el stglo XlX
liberal se asientan en Ia sUrete como condici6n de Ia libertad de Ia que habla Montcsquieu (Esprit des lois,
XII, 2; trad. de M. Bl:izqnez y P. de Vega, Del espiritu de las !eyes, Tecnos, Madrid, 1985) ), mas. que en
Ia rousseauniana volonti g6m?rale del pueblo sobcrano que decide teniendo frente a sf a! pueblo llllSmo en
corps (Contra! social, II, 6; trad. deS. Mas6, en Escritos de combate, Alfaguara, Madrid, 1979).
37.
L. Duguit,
Traite de droit constitutionel, vol. II, Fontcmoing, Paris, 1923~ p. 145: «I~ ley
puede ser mala, todo lo injusta que se quiera, pero su redacci6n general... reduce
a! mfmmo este pehgro.
El
cadcter garantista de Ia ley e induso su propia raz6n de ser se encuentran en su car:icter general».
38. C. Schmitt, Teorfa de Ia Constituci6n, cit., p. 159.
39.
La expresi6n
«supuesto de hecho» (el t€rmino italiano es fattispecie) significa «representa
ci6n» o descripci6n del hecho de Ia vida a! que Ia norma atribuye una cierta relevancia jurfdica (como
derecho subjetivo, ilfcito, deber, etc.). El supuesto de hecho
es abstracto cuando es indicado no en concre
to es decir con referenda a circunstancias hist6ricamente determinadas, sino con vocaci6n de permanenci;. En Ia l~ngua alemana, el equivalente de «Supuesto de hecho» es Tatbestand, ex-!'~esi6n que encierr~ _en
sf, de modo mas clara que Ia expresi6n italian a, Ia idea del estar, de Ia esrabthdad, de Ia duracton,
expresada
por Ia rafz st de bestehen.
43