problemas y establece unas pocas líneas directrices a seguir. Si lo haces con el amor de tu
corazón, el grupo crecerá. La gente se sentirá atraída como por un imán. No te preocupes
si el grupo empieza a crecer y el lugar de reunión se hace demasiado pequeño. El Universo
siempre provee. Todos podemos estar de verdad presentes los unos para los Otros.
Los grupos de apoyo se han convertido en una nueva entidad social y son instrumentos
muy efectivos para esta compleja época. Cuando las personas trabajan juntas en un
objetivo común, acuden con su dolor, su confusión, su rabia o lo que sea, y se unen, no
para quejarse y gemir, sino para encontrar la forma de superar sus problemas, para
elevarse por encima de ellos y crecer.
7. Amemos nuestros rasgos negativos
Todos ellos forman parte de nuestra creación, del mismo modo que todos nosotros
formamos parte de la creación de Dios. La Inteligencia que nos ha creado no nos odia
porque cometamos errores o porque nos enfademos con nuestros hijos. Esta Inteligencia
sabe que hacemos lo mejor que sabemos y nos ama porque todos somos sus creaciones; de
igual modo podemos amarnos nosotros. Vosotros y yo, todos hemos hecho elecciones
negativas, y si continuamos castigándonos por ellas, se convertirán en pautas habituales y
nos resultará muy agotador dejarlas marchar y hacer elecciones más positivas.
Si te pasas la vida diciendo: «Odio mi trabajo. Odio mi casa. Odio mi enfermedad. Odio
esta relación. Odio esto, odio aquello…», muy pocas cosas buenas podrán entrar en tu
vida. Sea cual fuere la situación negativa en que te encuentres, está ahí por algún motivo;
de otra forma, no le hubieras permitido entrar en tu vida. El doctor John Harrison, autor
del libro Love your disease [Ame su enfermedad] dice que jamás hay que condenar a
nadie por haber sido operado muchas veces o por tener diversas enfermedades. Es
necesario que entendamos que sea cual sea el problema que tengamos, nosotros
contribuimos a crearlo con el fin de manejar ciertas situaciones. Una vez comprendido
esto, podemos encontrar formas positivas de satisfacer nuestras necesidades. Sean cuales
fueren nuestras pautas negativas, podemos aprender a satisfacer esas necesidades de
forma más positiva. Por eso es tan importante hacerse la pregunta:« ¿Qué beneficio saco
de esta experiencia? ¿Qué hay de positivo en ella?». No suele gustar responder a esa
pregunta. Pero si realmente miramos en nuestro interior y somos honestos con nosotros
mismos, encontraremos la respuesta.
8. Cuidemos nuestro cuerpo
Considera tu cuerpo como una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas
y cuidas tu casa, ¿verdad? Así pues, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo. El abuso del
alcohol y otras drogas está muy extendido; son métodos de escape populares. Si te drogas,
eso no quiere decir que seas una mala persona, sino que no has encontrado una forma más
positiva de satisfacer tus necesidades.
Las drogas nos tientan: «Ven, juega conmigo y lo pasaremos muy bien». Es verdad.
Pueden hacernos sentir maravillosamente. Sin embargo, nos alteran demasiado la
realidad, y aunque al principio no se note, el precio es terrible al final. Después de ingerir
drogas durante un tiempo, la salud se resiente tremendamente y la persona se siente mal.
Las drogas perjudican el sistema inmunitario, lo cual puede conducir a numerosos
trastornos físicos. Además, después de un repetido uso, se desarrolla la adicción, y
entonces uno se pregunta por qué comenzó a tomar drogas. La presión de los compañeros
o amigos puede que te haya obligado al comienzo, pero el uso repetido y continuado es
otra historia. Busca alguna forma de hacer ejercicio que te guste, que te resulte agradable.
Adopta una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas. Muchas veces
nos creamos obstáculos en el cuerpo principalmente como consecuencia de lo que
asimilamos de otras personas. Aquí también, si quieres hacer cambios, es necesario que te