El príncipe feliz
Hola amiguitos! Hoy
vamos a contaros
nuestra historia. Espero
que os guste y os
acordéis siempre de
nosotros. ¡Un besito!
Todo el mundo me
quiere, pero yo no
puedo ayudarles a
ellos,...
Qué estatua más bonita!
Tuvo que ser un príncipe
muy bueno.
A todo el mundo le
gustaba mucho la
estatua por lo
bonita y brillante
que era. Pero el
príncipe no estaba
muy contento,...
Una noche paró para descansar, en el
príncipe, una golondrina. Cuando ya iba a
dormirse, notó cómo caían gotas de agua
sobre sus alas. Enseguida pudo comprobar
que no eran gotas de agua sino las lágrimas
del príncipe. Entonces le preguntó qué le
pasaba.
¿Por qué
lloras
Príncipe?
El Príncipe le contó que estaba triste porque no
podía ayudar a la gente siendo una estatua, ya
que, no podía moverse. Entonces la golondrina se
ofreció a ayudarle. Su primera misión era llevar el
rubí de la espada del príncipe a una costurera.
Llévale este rubí a una
costurera que trabaja
día y noche para
poder dar de comer a
sus hijos.
¿Qué puedo
hacer para
ayudarte?
La golondrina dejó el rubí en casa de la costurera.
Al día siguiente, cuando lo encontraron celebraron
la suerte que tenían de que alguien les hubiera
ayuda tanto.
¿Quién habrá sido
tan generoso
con nosotros?
Mami, por la noche entró
una golondrina y me
dijo que el rubí era de
parte del Príncipe
feliz,...
La golondrina volvió con
el Príncipe y le preguntó
si quería que ayudara a
alguien más.
Bonita golondrina! sería
feliz si le llevaras el
zafiro de mis ojos a un
escritor que pasa toda
la noche trabajando y
sin comer nada.
La golondrina voló hasta la casa del escritor y le dejó en su mesa el zafiro azul.
Y le dijo que venía de parte del Príncipe feliz, así ahora podría seguir escribiendo
su obra.
¡Qué generoso ha
sido el príncipe!
Nunca olvidaré
lo que ha hecho
por mí,...
Como la golondrina había repartido todas las
joyas, la estatua se había quedado sin brillo.
Entonces el alcalde al verla, mandó tirarla
por lo fea que estaba. La golondrina se quedó
con su amigo por lo bueno y generoso que
había sido.
¡Tiraré esta
estatua y
pondré una
mía!. Será aún
más preciosa.
Jefe! Mañana
mandaré que tiren
la estatua y se
lleven a esa
golondrina.
Cuando tiraron la estatua al suelo, sólo quedó, de ella, su corazón porque no pudieron
romperlo y, a su lado, estaba la golondrina. Entonces en el cielo, Dios me encargó que
le llevara las dos cosas más preciosas de la Tierra y le llevé el corazón del Príncipe
Feliz y a la Golondrina. Ya que, se habían portado de forma muy bonita y valiosa con
los demás.
Fin
Y así termina nuestra historia,... De vez en cuando me
acuerdo de mis amigos, el Príncipe feliz y la Golondrina, ya
que, fueron muy generosos y buenos con los demás.
¿Vosotros sois generosos? Bueno, espero que sí, un besito
muy grande. Hasta otra amiguitos,...