egún el Tanaj (véase Biblia Hebrea y Antiguo Testamento), el Tabernáculo o Santuario (en hebreo: מִשְׁכָּן, Mishkán, literalmente «morada»; en latín, tabernaculum, "tienda de campaña";1en latín, sanctuarium, "templo donde tienen imágenes de santos"2) f...
egún el Tanaj (véase Biblia Hebrea y Antiguo Testamento), el Tabernáculo o Santuario (en hebreo: מִשְׁכָּן, Mishkán, literalmente «morada»; en latín, tabernaculum, "tienda de campaña";1en latín, sanctuarium, "templo donde tienen imágenes de santos"2) fue el templo móvil construido por los israelitas según las instrucciones dadas por Yahveh a Moisés en el monte Sinaí.3 No debe confundirse con el templo de Jerusalén, también conocido como el templo de Salomón, construido en el siglo X a. C.4
El Tabernáculo es también conocido como Tienda del Encuentro y fue un santuario itinerante dedicado a Yahweh.56 Constituye el primer ejemplo de articulación de espacios sacros en la cultura hebrea, involucrando a su vez a las primeras creaciones simbólicas del arte judío con un carácter litúrgico monoteísta.7
Se lo ha denominado el «Santuario Terrenal» (Éxodo 25:8) y, según interpretación del cristianismo, se lo compara y contrasta con el «Santuario Celestial» de la Biblia.8
Descripción
Las instrucciones para la elaboración del Tabernáculo, sus implementos y utensilios, así como también las vestimentas del Sumo Sacerdote de Israel son detalladas en Éxodo 25-31.9 Previo a la construcción del Tabernáculo, los fieles hebreos depositaban estos artefactos en lo que se denominaba El Testimonio a cargo de Aarón, hermano de Moisés, mencionado brevemente en Éxodo 16:32-34.10 Además de su mención en el libro de Éxodo, no hay detalles bíblicos sobre la elaboración o características del Testimonio. El mismo nombre, Testimonio, fue dado a las tablas de piedra sobre las cuales se hallaba el decálogo divino. El Tabernáculo, donde se guardaba el Arca de la Alianza, era también denominado el Tabernáculo del Testimonio.
El Tabernáculo era un espacio rectangular de 30 codos de largo (unos 13 metros) y 10 de ancho y de altura (unos 4 metros). Tenía dos divisiones:
El Lugar Santo (heb. Makóm Kadósh), de 20 codos de largo, que contenía el candelabro de siete brazos (Menorá), la mesa de los panes de la proposición y el altar donde se quemaban los perfumes e inciensos.
El Lugar Santísimo o Sanctasanctórum (heb. Kodesh ha-Kodashím) era donde se preservaba el Arca de la Alianza (conocida también como "Arca del Pacto" o "Arca del Convenio") y donde se custodiaban las reliquias del Éxodo, es decir, las Tablas de la Ley, la vara de Aarón y el maná.
Un velo precioso suspendido de cuatro columnas de madera cubiertas de láminas de oro que separaba al Lugar Santo del Lugar Santísimo.
El espacio que rodeaba el tabernáculo se llamaba atrio. En este, frente a la puerta del Tabernáculo, estaba el altar de los holocaustos, donde se quemaba la carne de los animales sacrificados como ofrenda. Había además un gran recipiente lleno de agua y llamado fuente de bronce, en donde los sacerdotes (cohenim) se lavaban las manos y los pies antes de ejercer las funciones de su ministerio. El Tabernáculo poseía un atrio donde se ubicaban quienes acudían a adorar a Dios, ya fuesen o no originaria
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Language: es
Added: Nov 22, 2024
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El significado del tabernáculo y sus partes Muchos de los símbolos que encontramos en el tabernáculo eran proféticos y apuntaban hacia Jesús. El tabernáculo Simbolizaba la presencia de Dios en medio de su pueblo . Era donde llevaban los sacrificios y rendían adoración a Dios. Puede ser el símbolo de varias cosas. Primero, de Jesús, Dios con nosotros (Isaías 7:14; Mateo 1:23). Luego, de la presencia de Dios en medio de las alabanzas de su pueblo (Salmo 22:3). Y puede ser símbolo de los creyentes en Jesús. Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19). Juan 14:23: «Le contestó Jesús: El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.»
La entrada Había una sola entrada frente a la mesa de los sacrificios. La entrada es símbolo de Jesús . Jesús dice en Juan 10:9: «Yo soy la puerta ; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.»
El altar de bronce para los sacrificios Este altar simboliza a Jesús, el sacrificio perfecto y sin mancha. Hebreos 9:13-14 lo explica de la siguiente manera: La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo que quedan limpias por fuera. Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente !. ( Hebreos 9:13-14)
La fuente o lavacro Los sacerdotes se lavaban las manos y los pies en la fuente como símbolo de la limpieza necesaria antes de entrar al lugar santo. Puede ser un símbolo del bautismo , la necesidad de nacer del agua. Juan 3:5: «Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.»
La mesa de los panes Esta mesa servía como recordatorio de la provisión constante de Dios para el pueblo durante los 40 años que vagaron por el desierto, provisión de alimento, de su presencia y de protección. La mesa también habla de Jesús, el pan de vida. Juan 6:35: «Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.»
El candelabro Este también puede ser un símbolo de Jesús , la luz del mundo. Juan 8:12: «Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» También puede representar la Palabra de Dios que alumbra nuestro camino (Salmo 119:105) y la gloria del Señor que trae luz espiritual a nuestras vidas y nos muestra a Jesús (Apocalipsis 21:23).
El altar de oro para el incienso Aquí era donde el sacerdote presentaba las oraciones del pueblo ante Dios. Allí intercedía por el pueblo como Jesús intercede por nosotros (Juan 17:9; 14:16). Habla también de las oraciones de los santos subiendo ante el trono de Dios (Apocalipsis 8:3-4).
El velo Este separaba el lugar santo del lugar santísimo y era muy elaborado y pesado. Habla de la separación entre la santidad de Dios y el pecado del hombre . El sumo sacerdote era el único al que se le permitía pasar al otro lado una vez al año. Este es el velo que se rasgó cuando Jesús fue crucificado (Mateo 21:50-51 ). Gracias al sacrificio de Jesús los hijos de Dios somos ahora sacerdotes (1 Pedro 2:9) y podemos acceder a su presencia en cualquier momento a través de la oración.
El arca del testimonio Era un símbolo de la presencia de Dios entre su pueblo y del pacto que había establecido con ellos. Era el lugar en el cual el sumo sacerdote ofrecía los sacrificios para la expiación de sus pecados y los del pueblo . El sacerdote rociaba la sangre de los animales sobre el arca. Esto simbolizaba la sangre de Jesús que limpió nuestros pecados (1 Juan 1:7). En Juan 1:29b, mientras Juan el Bautista miraba a Jesús, dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!»