Mario Heriberto Alvarado Orquiz Grupo 2-01 Materia Microbiología Profesora: Bianca Anabel Amezquita López
Mario Heriberto Alvarado Orquiz Grupo 2-01 Materia Microbiología Profesora: Bianca Anabel Amezquita López
ENSAYO SOBRE EL LIBRO CAZADORES DE MICROBIOS.
Llegó a la conclusión que no eran los hijos de los mosquitos, sino los mosquitos que han picado a un
palúdico los que transmitían la enfermedad. La extinción de la fiebre amarilla fue una gran lucha, lo
cierto es que todo el mundo sabía la manera de combatir la enfermedad, pero todos tenían una opinión
diferente acerca del modo de defenderse de ella: fumigar las sedas, telas y objetos de propiedad de
las gentes antes que abandonen la ciudad infestada de fiebre amarilla o quemar estos objetos, para
que el virus no se extienda. Por lo que el comandante Walter Reed fue designado a la investigación
de cómo combatir la fiebre amarilla. La comisión investigadora que iba con Reed eran James Carroll,
Jesse Leazer y Arístides Agramonte. Lazear se paseó entre los muertos de fiebre amarilla, hizo que
les picasen los mosquitos y después reintegró los insectos henchidos de sangre a sus jaulas con agua
y terrones de azúcar. Consiguió 7 voluntarios e hizo que les picaran los mosquitos, pero ninguno de
ellos contrajo enfermedad. James Carroll hizo que le trajeran el mosquito más peligroso de la
colección, que había picado a 4 enfermos de fiebre amarilla para que le picase, 4 días más tarde
enfermó. Pero aún quedaba la duda de cuál era la causa de la fiebre amarilla. Logró obtener sangre
infectada de fiebre amarilla, que pasó por un filtro de porcelana muy fina e inyectó el líquido filtrado a
3 personas no inmunes y 2 de ellas contrajeran fiebre amarilla.
PABLO EHRLICH la bala mágica un gran dicho de él o más bien su frase, con el terminaremos y
cerraremos la lectura. El transformo una droga para poder curar, pero no era cualquier droga era un
veneno que sorprendente era este señor. Voy a teñir animales vivos es como la química de mis
colorantes y teniéndolos en vivo me enteraré de su constitución. Tomo su colorante favorito que era el
azul de metileno e inyecto una pequeña cantidad en la vena auricular de un conejo vio que el color se
difundía por la sangre, el fracaso en la búsqueda de un anestésico, pero encontró algo más. Gracias
a su persistencia, a la a la casualidad a Dios y a un colorante llamado rojo tripan. Tengo un colorante
que ha curado a un ratón, encontré otro que salva millones de hombres, así soñaba aquel confiado
judío alemán, pero por desgracia no lo consiguió inmediatamente.
Este libro “los Cazadores de Microbios” son narraciones y recopilaciones de personas muy importantes
de lo que son microbios, bacterias y enfermedades peligrosas y mortales.
CONCLUSIONES
Debo de admitir que me produce una gran emoción el haber leído cada uno de los capítulos en los
que no solo se relatan historia impresionantes o trágicas acerca del avance de la microbiología que
como se pude ver es una ciencia que se desarrolló atreves de gente inexperta, alguno aficionados por
taller lentes, pintores, religiosos, químicos errados, doctores reprimidos, y por qué no alguno que otro
con mentalidad suicida. Es de admirar el trabajo realizado a lo largo de más de doscientos años, en
los que se lograron grandes descubrimientos, hasta concluir con soluciones efectivas que como bien
dijo el maestro Pasteur con el tiempo dejan a la humanidad libre de plagas, la lucha de los cazadores
de microbios aún no ha terminado, queda una inmensidad de misterios que resolver y que se ponen a
merced de todos aquellos hombres que deseen dejar de preocuparse por los males que aquejan la
humanidad y comiencen a ocuparse en resolverlos.