¿ES NECESARIA LA PLANIFICACION TURISTICA ?
La respuesta a esta pregunta creo que debía ser obvia y por tanto no la voy dar
yo, sino que les invito a Vds. que ofrezcan su punto de vista.
Esperar o tener expectativas de lo que va a suceder y por tanto anticiparse a
ello, es en esencia el concepto clave de planificar. Es decir prever ciertos
escenarios posibles, a modo de hipótesis, generados a través de la información
existente, de experiencias similares y de tener en cuenta un numero de
variables que sabemos tienen influencia sobre el futuro posible.
Cuanto mas información se tenga, mas fácil será predecir. Esto es algo que
siempre ha sido evidente, en especial cuando el acceso y la cantidad de
información, no eran precisamente algo que sobraba. Actualmente, en el
mundo de sobre- información que tenemos, ésta es casi un inconveniente
(exagerando mucho), por lo que es mucho mas importante la información de
calidad y esencialmente poder y saber evaluarla, en función de lo que
necesitemos.
El turismo, no es un sector que pueda presumir de planificación, sino mas bien
todo lo contrario. Y solo hay que echar una ojeada al turismo del litoral o al
rural
Esta actividad productiva destaca mas por la reacción e improvisación,
dejando hacer y como mucho, en determinados países, creando legislaciones,
con normas que en muchas ocasiones son difícilmente asumibles, bajo un
criterio de mercado, en especial si este es tan competitivo, como el que
tenemos.
Planear, permite, observar el horizonte, con una perspectiva objetiva y ayuda a
conducir el desarrollo de una forma ordenada, pero, de tal forma, que aúna
esfuerzos y provoca sinergias, entre todos los actores involucrados en el
proceso.
No es tanto el afán regulador, como el de predicción y orientación para el
sector privado, tan temeroso siempre de regulaciones impositivas, que
dificulten la maniobrabilidad empresarial. Se trata, así de trabajar
eficientemente o eficazmente, para la comunidad involucrada, incluyendo tanto
el susodicho sector privado, como el público y resto de la sociedad civil.
Muchas veces, la ceguera de intereses propios, dificultan enormemente la
visión de conjunto, imprescindible para diseñar y crear un destino turístico, que
como ya me han leído, en otras ocasiones, no es un lugar, nombre o marca
que suscita la atracción y motivación de la demanda, sino mucho mas.
Se trata de un sistema (estructura funcional), en la que sus elementos están
interrelacionados, pero además esas conexiones que los ligan, provocan la
funcionalidad del sistema. Si estas conexiones, no existen o dejan de funcionar
el sistema se cae y por tanto, el destino, no existe o deja de serlo como tal,
perdiendo calidad y obviamente funcionalidad. Identificar estas brechas o
roturas de conexión, nos permite diagnosticar la salud del destino o su nivel de
madurez, junto con la evolución de la respuesta de la demanda..
Pero, cuando se hablaba de planificación, se pensaba en adivinar, de alguna
manera, lo que podía ocurrir y lo que queríamos que ocurriese, en el plazo de
10, 20 o 30 años, teniendo en cuenta una serie de factores y variables, que
podían alterar dicho planteamiento.