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cromatismo que si bien trasuntan las normas impuestas a sus seguidores por
la directiva sabogalina, denotan también, cómo un espíritu independiente,
robusto y capaz, puede sobrevolar el enclaustramiento de una limitación
dogmática. Ella superó a fuerza de personalidad, esta circunstancia.
En su pintura podrían señalarse tres períodos de evolución. Primero aquellos
años del 20 al 35 en que estuvo muy bajo la influencia de su admirado
maestro: trazo duro, marginado de anchos, rasgos negro s, facciones
angulosas, ojos agrandados de pupila fija y honda, todo ello en glorificación a
la tipología de la raza indígena o la mestiza. Hacia 1935 se nota la aparición
influyente del muralismo mejicano: cabezas de gran tamaño, que recuerdan las
que del mismo tipo pintó Siqueiros y composiciones co n reminiscencias
entremezcladas del mismo Siqueiros, y. . .del Greco, tal como se ven en el
cuadro "La Oración en el Huerto" en la que un grupo de apóstoles durmientes,
de concepción mejicanoide, aparece coronado por la alba figura orante de
Cristo, similar de tema, título, composición y colorido al cuadro homónimo del
cretense en el Museo de Bellas Artes de Budapest. Esto indica, cómo en ella,
se da la amplitud de espíritu y su apertura a inspiraciones más allá de la
frontera de lo nacional. Y es precisamente la única del grupo indigenista que
se permeabilizó a las corrientes renovadoras de la plástica sin abandonar por
ello su primitiva y leal filiación.
CAMILO BRENT CAMILO BRENT CAMILO BRENT CAMILO BRENT (1909(1909(1909(1909----1960)1960)1960)1960)
Nació en Breña, Lima el 22 de julio de 1909. Su familia pertenecía a la clase
aristocrática limeña, cuyas raíces anglo-hispanas, t ambién formaban
antecedentes artísticos. Inicio sus estudios en el Colegio de la Recoleta y los
culminó en Nuestra Señora de Guadalupe (1923-1926).
En 1922, demostrando su vocación por las artes, ingresa siendo aún un niño
de 13 años, a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, que estuvo a punto
de dejar ante la insistencia paterna, por lo cual el propio Daniel Hernández,
solicitó su permanencia en la ENBA.
En 1930 ingresó a la Escuela de Ingenieros de Lima, a estudiar Arquitectura
que fueron seguidos junto a los de Pintura; En la ENBA fue discípulo de Daniel
Hernández y luego de José Sabogal.
"(...) destacó por sus especiales condiciones naturales para la pintura, por lo
que fue invitado por Sabogal para integrar su selecto grupo de alumnos,
siendo el más jovén de ellos"
Egresó con el primer puesto de su promoción, en 1932, año en que también
muere Daniel Hernández y sube a la dirección José Sabog al, ratificado en
1933. Es él quien lo nombre profesor en 1937.