Historia Medieval. Textos recomendados. Bloque I: Alta Edad Media
HISTORIA MEDIEVAL. TEXTOS RECOMENDADOS. TEMA 2
Lara, F. y Rabanal, M.A.: Comentario de textos históricos, págs. 80-81, Estado y justicia
Mitre, E.: Iglesia y vida religiosa en la Edad Media, págs. 86-87, Las misiones en el norte: San Agustín de Canterbury
Falcón, I. y otros: Antología de textos y documentos de la Edad Media, págs. 17-18, Edicto de Tesalónica (380), págs. 30-31,
Regla de San Benito, 46-47, El enfrentamiento de las dos ciudades.
HISTORIA MEDIEVAL. TEXTOS RECOMENDADOS. TEMA 3
Ladero, M.A.: Edad Media, pág. 161, El África recuperada por Justiniano, págs. 162-163, Prólogo de los Instituta de Justiniano,
págs. 193-194, Harund al-Rasid
Mitre, E.: Textos y documentos de época medieval (análisis y comentario), p. 64, Los musulmanes, rechazados de
Constantinopla en el 677
Ríu, M. y otros: Textos comentados de época medieval., págs. 257-263, El conflicto iconoclasta en Bizancio
EL ÁFRICA RECUPERADA POR JUSTINIANO (Ladero)
África, que se extiende sobre espacios tan amplios, fue tan completamente devastada que el viajero se asombra de no encontrar un solo
hombre en recorridos muy largos. Sin embargo, los vándalos capaces de combatir eran cerca de 80.000, sin contar sus mujeres, niños y
criados. Los africanos que habitaban en las ciudades, que cultivaban la tierra, que comerciaban por mar, formaban, lo he visto con mis
propios ojos, una multitud casi incontable. Más numerosos aún eran los moros, y todos perecieron con sus mujeres e hijos. El país ha
consumido también a muchos de los soldados romanos y a buen número de los que habían seguido al ejército desde Bizancio, de modo que
si se estimase en cinco millones el número de hombres que ha muerto en África todavía no se alcanzaría, creo yo, la realidad. Y es que
Justiniano, después de la derrota de los vándalos, no se preocupó en absoluto por garantizar la sólida protección del país. No comprendió
que la mejor garantía de la autoridad reside en la buena voluntad de los súbditos sino que se apresuró a llamar a Belisario, del que
sospechaba injustamente que aspiraba al Imperio, y administró él mismo África desde lejos, la agotó, la saqueó a placer. Envió agentes para
estimar el rendimiento de las tierras, estableció impuestos muy pesados que no existían antes, se adjudicó la parte mejor de la tierra,
prohibió a los arrianos la celebración de su culto, difirió el envío de refuerzos y se mostró siempre duro con los soldados, de lo que nacieron
perturbaciones que desembocaron en grandes desastres. El emperador, en suma, nunca supo conservar las cosas como estaban sino que se
complacía por naturaleza en remover y alterar todo.
PROCOPIO DE CESAREA, Anécdota o Historia Secreta, XVIII, 6. Ed. J. Haury, Leipzig. 1905-1907, III, 1, p. 112
PRÓLOGO DE LOS INSTITUTA DE JUSTINIANO. AÑO 533. (Ladero).
El emperador César Flavio Justiniano, vencedor de los Alamanos, de los Godos, de los Francos, de los Germanos, de los Antos, de los Alanos,
de los Vándalos, de los Africanos, pío, feliz, glorioso, victorioso y triunfante, siempre augusto, a la juventud que desea estudiar leyes, salud.
Para que la cosa pública sea igualmente bien gobernada en tiempo de paz como en el de guerra, la Majestad Imperial ha de apoyarse en las
armas pero también en las leyes. Con muchos cuidados y fatigas, y con el favor de la omnipotencia divina, hemos emprendido esta doble
tarea. Las naciones bárbaras, domadas por nuestros ejércitos, conocen nuestro valor guerrero: África y muchas otras provincias desgajadas
largo tiempo del dominio romano son testimonio, al haber sido recuperadas por el éxito que la providencia divina ha otorgado a nuestras
tropas.
Después de los cincuenta libros del Digesto o Pandectas que hemos hecho componer por Triboniano, del rango de los clarissimi, y por otras
personas entendidas del rango de los illustri, en los que está recogido todo el derecho antiguo, hemos ordenado dividir estos Instituta en
cuatro libros que abarcan los primeros elementos de toda la ciencia de las leyes. En ellos se expone con brevedad lo que está vigente desde
antiguo, oscurecido primero por haber caído en desuso y vuelto a la luz por nuestros cuidados imperiales.
Estos Instituta, tomados de los antiguos y en especial de los comentarios de nuestro Gayo... nos han sido presentados por los tres
jurisconsultos susodichos. Los hemos leído, estudiado, y los hemos dado toda la vigencia de nuestras constituciones. Recibid, pues, estas
leyes con devoción y atención y mostraos celosos de ellas ya que tenéis la esperanza, una vez concluidos vuestros estudios de leyes, de
participar en el gobierno de la cosa pública en los puestos que os sean confiados.
Ed. M. Blondeau, I, pp. 6-8. París, 1839. RICHÉ-TATE: Textes et Documents d'Histoire... París, 1972, I, p. 73
LOS MUSULMANES, RECHAZADOS DE CONSTANTINOPLA EN EL 677. (Mitre).
Constante fue muerto a traición por sus criados en Sicilia cuando estaba en el baño. Después de haber reinado veintisiete años, le sucedió
su hijo Constantino (IV).
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