Hidratos de carbono y su funcion durante la gestacion.
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Hidratos de carbono y su importancia durante la gestación.
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Language: es
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Slide Content
HIDRATOS DE CARBONO
Perspectiva en Ginecología y Obstetricia
HOSPITAL GENERAL DE NAUCALPAN
DR MAXIMILIANO RUIZ CASTAÑEDA
ESPECIALIDAD GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
Dra. Diana Laura Saenz Valle R1 GYO
Durante el embarazo y lactancia se incrementa el
requerimiento de nutrientes que promueven el
crecimiento y desarrollo del feto, del tejido materno,
y la producción de leche.
La energía permite la formación y crecimiento de los
productos de la concepción; la proteína favorece el
crecimiento rápido del tejido materno y fetal; los lípidos
estimulan el desarrollo del sistema nervioso central del feto;
los hidratos de carbono son indispensables para el
crecimiento del cerebro fetal; el calcio es indispensable
para la formación y mineralización del esqueleto fetal,
mientras que la vitamina D promueve el desarrollo de los
sistemas inmunológico y nervioso, y la absorción de calcio.
La dieta materna es el principal suministro de la energía
y sustratos que se requieren durante estas etapas de
formación de tejidos y estructuras. Sin embargo, debido a
todos los cambios que se presentan en la mujer –en la
cantidad de actividad física, cambios anatómicos y
fisiológicos y continuos ajustes en su metabolismo– los
requerimientos nutrimentales no aumentan en igual
proporción o de manera uniforme.
Algunos nutrientes se absorben de manera más
eficiente en el tracto gastrointestinal o disminuye su
excreción renal, ; en otros casos aumenta la
excreción renal o la demanda para la síntesis de tejido
nuevo, por lo que es importante que la dieta aporte
una mayor cantidad de estos nutrimentos .
ENERGÍA
Según los comités de expertos en México y en
E.U.A., el requerimiento extra estimado de
energía (REE) para las mujeres que inician el
embarazo con un peso adecuado es de 360 y 340
kcal/día respectivamente durante el segundo
trimestre y de 475 y 450 kcal/día durante el
tercero. A lo largo de los primeros seis meses de
lactancia, el REE extra calculado por cada grupo de
expertos es de 675 y de 505 kcal/día.
Durante el embarazo se producen cambios en el metabolismo de
carbohidratos y lípidos para asegurar un aporte continuo de
nutrientes al feto en crecimiento, a pesar de la ingesta intermitente
de alimentos por parte de la madre.
Debido a que la glucosa
es indispensable para el
crecimiento del cerebro
fetal, el requerimiento de
hidratos de carbono
durante el embarazo se
calcula con base en la
cantidad que necesitan
tanto el feto como su
madre para el
mantenimiento cerebral,
lo que se traduce en una
ingesta dietética
recomendada de 175
g/día.
Durante la lactancia, además del
requerimiento de la mujer, hay
que tomar en cuenta la
cantidad que se secreta en la
leche; la ingesta dietética
recomendada es de 210 g/día.
Durante el embarazo temprano , la tolerancia a
la glucosa es normal o ligeramente mejorada y
la sensibilidad periférica (muscular) a la
insulina y la producción de glucosa basal
hepática es normal.
Las respuestas de la insulina a la glucosa oral
también son mayores en el primer trimestre
que antes del embarazo.
Durante el embarazo, de forma fisiológica, se
presenta cierto grado de resistencia a la
insulina que limita la utilización de la glucosa
por la madre, lo que favorece un suministro
adecuado para el feto en crecimiento.
Los hidratos de carbono complejos o con
bajo índice glucémico se digieren y absorben
lentamente retardando la acción de la
insulina y el incremento de la glucosa en
sangre, lo que es positivo para mantener la
normoglucemia durante la gestación.
La acción de la
insulina en el
embarazo normal
tardío es 50-70%
menor que la de las
mujeres normales
no embarazadas.
Se observa un
aumento progresivo
en las
concentraciones de
insulina basal y
posprandial con el
avance del embarazo.
Para el tercer trimestre,
las concentraciones de
insulina basal y media
de 24 h pueden
duplicarse
Las mujeres embarazadas
obesas también
desarrollan resistencia a la
insulina periférica y
hepática durante el tercer
trimestre del embarazo.
La oxidación de carbohidratos y la supresión de la producción endógena
de glucosa en mujeres obesas se reducen en el tercer trimestre en
comparación con el segundo.
Entorno hormonal y resistencia a la insulina
●Cambios en la capacidad de respuesta de las células
β ocurren en paralelo con el crecimiento de la
unidad fetoplacentaria y su producción de
hormonas como la somatomamotropina coriónica
humana (HCS), la progesterona , el cortisol y la
prolactina.
●Genera cambios en las concentraciones
posprandiales de combustibles metabólicos (p. ej.,
glucosa, VLDL y aminoácidos).
●La resistencia a la insulina sirve para desviar los
nutrientes ingeridos al feto después de la
alimentación.
Entorno hormonal y resistencia a la insulina
➔Las concentraciones de glucosa posprandial están
significativamente elevadas y el pico de glucosa se prolonga. La
producción hepática endógena basal de glucosa aumenta entre un
16% y un 30% para satisfacer las crecientes necesidades de la
placenta y el feto.
➔La producción endógena de glucosa sigue siendo sensible al
aumento de la concentración de insulina durante la gestación
(supresión del 90%), en contraste con la disminución progresiva de
la sensibilidad a la insulina periférica.
La disminución relativa de la respuesta a la insulina de
primera fase, como primera manifestación de la disfunción
de las células β, y la supresión deteriorada de la producción
hepática de glucosa se hace evidente sólo después de una
disminución progresiva de la sensibilidad a la insulina al final
de la gestación, lo que resulta en hiperglucemia .
Al final de la gestación, las
concentraciones crecientes
de HCS, prolactina, cortisol
y glucagón ejercen efectos
antiinsulinógenos y
lipolíticos que promueven
un mayor uso de
combustibles
alternativos,
especialmente ácidos
grasos, por los tejidos
periféricos.
Medido por calorimetría
respiratoria, el cociente
respiratorio de 24 h (RQ) es
significativamente mayor al
final del embarazo que en el
posparto, de modo que la
oxidación de carbohidratos
como porcentaje del gasto
energético no proteico
disminuye del 66 % al 58 %
desde el final del embarazo
hasta los 6 meses
posparto.
El mayor RQ podría reflejar el consumo obligatorio de glucosa por
parte del feto, que utiliza aproximadamente 20-25 g de
glucosa/día al final de la gestación, dentro del incremento en la
oxidación de carbohidratos observado en nuestro estudio.
➔ La viabilidad reproductiva está estrechamente
relacionada con la disponibilidad de combustible
metabólico.
➔ Los mecanismos neuronales que controlan la
liberación pulsátil de la hormona liberadora de
gonadotropina, la secreción de la hormona
luteinizante y la función ovárica responden a
cambios minuto a minuto en la disponibilidad de
combustibles metabólicos.
➔ En el embarazo, los esteroides ováricos afectan
drásticamente la ingestión , la partición y la
utilización de combustibles metabólicos.
➔ El sistema simpático suprarrenal, que responde a la
hipoglucemia, y los sensores centrales y periféricos,
que controlan la ingesta de alimentos, son
candidatos potenciales.
A medida que avanza el embarazo hay un aumento progresivo a la respuesta de la insulina en relación a la estimulación de nutrientes
hasta el segundo trimestre, al llegar el tercer trimestre ocurre una disminución de la tolerancia a la glucosa, y un incremento en la
resistencia a la insulina, el mecanismo por el cual ocurre aún sigue siendo desconocido, sin embargo, los cambios hormonales que
ocurren durante la gestación podrían ser los responsables.
La sensibilidad a la insulina en
el embarazo normal tardio es
30-70% menor en
comparacion con mujeres no
embarazada.
La disminución progresiva de la glucosa a medida que va avanzando la gestación es debido a varios factores:
●Dilución ( aumento del volumen del plasma al inicio del embarazo)
●Una mayor utilización ya sea por la unidad feto-placentaria al final de la
gestación o por el aumento de la absorción de glucosa en la madre, secundaria a
un aumento de la función de las células B
●Producción insuficiente por limitación de la producción hepática de glucosa en
relación con la glucosa circulante.
Independientemente que exista una disminución de glucosa en ayuno durante el
embarazo, la producción de la misma por vía hepática es mayor, a pesar de que existe un
aumento de las concentraciones de insulina en ayuno.
➔ Esto es compatible con una disminución en la sensibilidad a la insulina materna
hepática llevando a una disminución de la supresión en la producción de glucosa
hepática en mujeres con tolerancia a la glucosa normal.
❏ La producción basal endógena de glucosa por el
hígado aumenta de un 16-30% y se incrementa con
el aumento de peso materno.
❏ La gluconeogénesis total también se aumenta
debido a las necesidades ocasionadas por el feto
y la placenta, influenciados por la secreción del
cortisol, el lactógeno placentario humano,
estrógenos y progesterona para favorecer la
lipogénesis y almacenamiento de tejido graso,
además estas hormonas son antagonistas de la
insulina y tienden a aumentar la glicemia.
Cuando el volumen de glucosa se expresa en relación a los niveles de insulina desde antes
del embarazo y durante la etapa inicial del embarazo se produce una disminución del 10%
de la sensibilidad a la insulina en pacientes delgadas, por el contrario, hay un aumento
del 15% en la sensibilidad a la insulina en mujeres obesas al comienzo del embarazo, en
comparación con el estado de pre-gravidez.
➔ El aumento de la secreción de insulina o el aumento
de la función de las células B durante el embarazo
representa una compensación por resistencia
progresiva a la insulina ya que la resistencia a la
insulina se produce incluso en ausencia de secreción
de insulina endógena como en la diabetes tipo 1.
Las células beta del páncreas, encargadas de la secreción de insulina, presentan hiperplasia
durante el embarazo, resultando en un aumento en su producción de insulina y en mayor
sensibilidad a la misma al inicio del embarazo, seguida por una resistencia progresiva a la insulina.
➔ Aumento en el almacenamiento de glucosa en forma de
glucógeno
➔ Aumento en el uso de glucosa por los tejidos periféricos,
disminución en la producción hepática de glucosa y utilización
de glucosa por parte del feto.
➔ Producción de glucosa hepática en ayunas aumenta 30% a
medida que avanza el embarazo (sobre todo al final del
segundo trimestre; de ahí la importancia del tamizaje para
detectar diabetes gestacional)
➔ Incremento de tejido adiposo (esto ocurre especialmente en
mujeres que sobrepasan los valores normales de ganancia de
peso o en las que ya tenían un índice de masa corporal mayor o
igual a 30), lo que resulta en aumento de las demandas en
insulina.
➔ La hipoglucemia relativa resulta en lipólisis, permitiendo a la
embarazada usar preferentemente los ácidos grasos como
combustible metabólico y reservando la glucosa y los
aminoácidos para el feto.
Los niveles de glucosa en ayuno se mantienen en niveles normales por
diversos mecanismos:
Existe un aumento de las concentraciones séricas de colesterol y triglicéridos en el embarazo, en especial
durante el segundo trimestre, mientras que el tercer trimestre se caracteriza por el consumo de las reservas
lipídicas almacenadas previamente.
➔ La lipólisis aumentada libera glicerol que se emplea como sustrato preferente para la gluconeogénesis
materna, mientras que la glucosa materna es el principal sustrato para el consumo fetal.
Durante el ayuno materno, los
ácidos grasos libres se convierten
en cuerpos cetónicos en el hígado
materno y estas cetonas pueden
cruzar la placenta con facilidad para
ser empleadas por el metabolismo
fetal.
Este cambio en las fuentes energéticas inducido por el embarazo,
de glucosa a lipidos, se denomina inanicion acelerada. Cuando el
ayuno se prolonga en la mujer gestante, estas alteraciones son
excesivas y aparece con rapidez la cetonemia.