56 MARTHA ALICIA CHAVEZ
miento y duda sobre si habia hecho lo correcto. Ese fantasma,
como él lo llama, lo persiguió durante un buen tiempo.
Cargando con todo eso, dio el primer paso en el camino de
su independencia y compró su primer negocio: un restaurante
que convirtió en un éxito a través del trabajo duro y de culi-
dad que día a día, él y su esposa Elma, realizaban. Este negocio
fue el primero de varios, incluidos cuatro hoteles, que le traje-
ron éxito y prosperidad en todos los aspectos.
Actualmente, a sus 81 años, don Raúl vive tranquilo, dis-
frutando de la compañía de su hermosa familia, de las acti-
vidades que realiza con sus amigos y de los bien merecidos
frutos de una vida de trabajo duro, bien hecho, comprometi-
do y honesto.
Análisis de la historia
del señor Raúl Jiménez Martínez
Como hemos visto, don Raúl comenzó su vida partiendo de
cero, o mejor dicho, de menos cero. De ahí se forjó a sí mismo
un carácter fuerte y un código de ética personal con hermosos
valores que fueron el sello que caracterizó todas sus acciones.
Sin tener una profesión, se forjó un éxito profesional que no
le dejó más que puertas abiertas dondequiera que trabajó. Su
fuerza interior y valentía le llevaron a establecer la estabilidad
personal, familiar, social y financiera de la que ahora mereci-
damente goza.
Un niño que nace y crece en las circunstancias de don Raúl
bien podría haberse convertido en un delincuente o simplemen-
te haberse quedado en la misma miseria que lo recibió al venir
al mundo y lo acompañó durante su infancia y adolescencia.
‘Cuando le pregunto qué cree él que lo llevó a volverse un hom-
bre íntegro, trabajador, valiente y exitoso, a pesar de su infan-
cia solitaria y paupérrima, me responde que |
E
LAS DIVERSAS REACCIONES A LA INVISIBILIDAD:
diferencia determinante en su vida fue su maestro de tercero
de primaria, el señor Colín. Siendo ya un adulto, un día fue a
buscarlo para darle las gracias, pero lamentablemente ya había
fallecido. Creo que con nombrarlo y reconocerlo es una forma
de honrarlo y agradecerle.
Y en efecto, ese dedicado maestro, a través del interés que
mostraba por él, y del hecho de regalarle una hora diaria de
su tiempo personal para ponerlo al día, le dio al pequeño Raúl
este mensaje: “Tú eres capaz, tú puedes, confío en ti, mereces
ser visto, mereces que te dé una hora extra de mi tiempo para
apoyarte, el tiempo que invierto en ti vale la pena, eres valioso”.
Esa hora extra, por otra parte, era un momento donde Raúl
se sentía totalmente visto, ya que durante ese tiempo tenía com-
pletita la atención de su maestro para él, sin tener que compar-
tirla con el resto de sus compañeros.
Como ya lo mencioné, Karen Horney, así como otros inves-
tigadores del desarrollo de la personalidad, afirman que cuan-
do un niño tiene la fortuna de tener aunque sea a una persona
que lo ama, se interesa por él, lo valora o por lo menos lo apre-
cia, podrá superar los efectos nocivos que le dejaría el abuso, la
agresión, el abandono o, en el caso que nos ocupa, la indiferen-
cia en medio de la cual crece.
Podríamos, así, concluir que los principales factores que
marcaron una diferencia en el destino que tomó la vida de don
Raúl fueron:
+ Su hermana mayor, Carmela, quien, aunque abrumada
por sus propios problemas, estuvo siempre por ahí, pre-
sente en la vida de Raúl.
© El maestro Colín y su confianza sin reservas en el poten-
cial de Raúl.
© La familia que le pagó el tercer año de primaria, pues
con esta acción le mandó el mensaje: “Vale la pena inver-
tir en ti”,