indeterminismo y determinismo libro 1 cap 4

MiguelCano6 2,003 views 20 slides Feb 07, 2018
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About This Presentation

Ante la confusión actual de valores, sería conveniente volver a la naturaleza para buscar posibles fundamentos sobre los que se pueda construir un sistema de valores comunes y universales que puedan armonizar las distintas visiones conflictivas y contradictorias actuales.
En este libro se analiza...


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Indeterminismo y Determinismo: Libertad y Leyes Capítulo 4 Los Principios de la Naturaleza y sus implicaciones éticas

Visiones históricas deterministas e indeterministas El carácter a la vez determinista e indeterminista del proceso de evolución del universo El Logos como un proyecto cósmico, que preconfigura a todos los seres y cosas, y como una fuerza vital inherente autoorganizadora , con autonomía y creatividad propia que dirige la evolución del universo Capítulo 4 Indeterminismo y Determinismo (libertad y leyes) El Logos como capacidad racional o razón (indeterminista) y ley (determinista) Complementariedad de las leyes intencionales (teleológicas) y las leyes mecánicas en la naturaleza Libertad y necesidad (leyes) Principio de la indeterminación

Una objeción muy común a la idea de que existe un diseño o proyecto cósmico en la naturaleza es la siguiente: Si la naturaleza fue diseñada por una inteligencia divina supuestamente omnisciente, todas las cosas de la naturaleza deberían ser perfectas o funcionar sin ningún fallo. Todo estaría previsto o predeterminado hasta los más mínimos detalles. Sin embargo, la naturaleza está llena de accidentes y catástrofes, como explosiones de estrellas, caída de meteoritos, terremotos, inundaciones, enfermedades, atrofia de órganos o procesos degenerativos. Además, en un mundo en el que todo estuviera programado y previsto no habría lugar para que surgiera algo nuevo. No habría innovación ni creatividad ni autonomía ni libertad. No obstante, la existencia de un diseño previo no implica necesariamente que todo tenga que estar predeterminado hasta el más mínimo detalle o que no pueda existir ningún margen de autonomía o creatividad. Introducción

Fueron los estoicos, con sus conceptos de Logos y Providencia, los primeros que elaboraron un sistema marcadamente determinista, según el cual todo en la naturaleza acontecía necesariamente debido a una concatenación de causas precedentes. El Logos o las leyes de la naturaleza actuaban inexorablemente tanto en el mundo natural como en el mundo humano. Esta visión estoica junto con la creencia en un Dios omnisciente y omnipotente, que puede predecir exactamente lo que va a ocurrir en el futuro, tuvieron una influencia bastante considerable en el carácter determinista de la visión mecanicista, que fue el paradigma científico hegemónico hasta finales del Siglo XIX. Visiones históricas deterministas e indeterministas

El famoso calculador divino de Laplace que podía predecir exactamente el futuro era la imagen de un físico matemático ideal, el sucedáneo del Dios omnisciente. Dentro de esta visión fuertemente determinista, el azar se consideraba como un fenómeno secundario que podía ser reducible en último término a cálculos matemáticos. Sin embargo, dada la incapacidad del mecanicismo para explicar procesos de cambio como las formaciones geológicas, y la procreación y crecimiento de los seres vivos, poco a poco fue adquiriendo una mayor importancia el modelo geológico. Este modelo explicaba la formación de las montañas, rocas y tierras a través de procesos accidentales y fortuitos, como la erupción de volcanes, lavas, pliegues y hundimientos, inundaciones, lluvias, erosión, transporte y sedimento de materiales. El modelo geológico, basado en accidentes fortuitos —al contrario del modelo mecanicista— tiene un carácter indeterminista. El calculador divino de Laplace

El proceso de evolución del universo es semejante al proceso de crecimiento de una semilla hasta convertirse en un árbol Una semilla de pino necesariamente se convierte en un pino adulto. La dirección general del proceso y la meta, un pino adulto genérico, está bien definida. Sin embargo, la forma final del tronco, ramas y raíces del pino no están prefijadas de antemano. En ella influirá la propia autonomía y creatividad inherente de la misma planta, que incluye la capacidad de adaptarse al ambiente e incluso de modificarlo intencionadamente. Sus ramas se dirigirán buscando el sol y sus raíces buscando agua y tierras ricas, llegando incluso a veces a desgajar rocas para tener acceso a ellas. Además de esto, en la forma de su copa y ramas influirán factores como la dirección del viento y las condiciones climáticas de la zona en la que está situado, y también los accidentes que puedan ocurrir durante su etapa de crecimiento que tuerzan o mutilen su tronco o ramas.

En la evolución del universo se puede advertir una dirección bien definida y constante, lo cual indica la existencia de un plan o proyecto general previo, que no tiene por qué determinar el proceso y el resultado final hasta el más mínimo detalle. Así que, a pesar de poseer una dirección clara, el proceso no estaría totalmente predeterminado ni por el plan previo ni por las leyes o mecanismos inherentes. Sería un proceso autónomo y creativo, a la vez que necesario. Organismos y sistemas podrían tener la capacidad de elegir ciertas posibilidades y excluir otras, o incluso de producir innovaciones. También el proceso estaría sujeto a las circunstancias ambientales y accidentes por azar. Creo que una visión de estas características sería una explicación más coherente y completa que la teoría de un puro azar que crea milagrosamente mecanismos altamente sofisticados y deterministas. El carácter a la vez determinista e indeterminista del proceso de evolución del universo

El Logos como un proyecto cósmico, que preconfigura a todos los seres y cosas, y como una fuerza vital inherente autoorganizadora, con autonomía y creatividad propia que dirige la evolución del universo Así pues, suponer que el proceso de evolución fue guiado por un Logos, plan, proyecto o diseño previo no implica necesariamente que la evolución tenga que estar predestinada o predeterminada hasta los más mínimos detalles. Pues, ese supuesto Logos o proyecto previo podría muy bien ser un plan general que va preconfigurando o predisponiendo —no determinado— a todos los seres y cosas , y, luego, estos mismos seres y cosas de una manera autónoma y creativa irían desarrollando su potencial hasta adquirir una forma o estructura definitiva. El Logos también sería como una fuerza vital autoorganizadora que operaría con un amplio margen de autonomía o capacidad de autorregularse y adaptarse a las circunstancias, e incluso con creatividad o capacidad para modificar los diseños originales para adaptarlos al ambiente. Así que el resultado final no es algo absolutamente predeterminado sino la realización de una posibilidad de entre una amplia gama de diferentes posibilidades que podrían existir dentro de un mismo plan general previo.

Debido a que el Logos fue el fruto de un proceso mental de diseño semejante a un proceso mental humano, en el que intervinieron elementos intencionales y mecánicos, es razonable que el Logos fuera también, por un lado, una fuerza con un carácter racional, intencional, autónoma, creativa y, por consiguiente, indeterminista, y, por otro lado, una fuerza de carácter legal, mecánica, necesaria y determinista. Toda intención, plan, propósito o fin requiere unos medios instrumentales para llevarlo a cabo, lo cual implica mecanismos controlados necesariamente por leyes deterministas. Y toda máquina o mecanismo que funcione de acuerdo a leyes implica la existencia de un diseño, finalidad o intención. Así que estos conceptos se refieren en realidad a dos procesos complementarios que siempre aparecen unidos en todos los niveles de realidad. Esto concuerda con el doble significado de capacidad racional (Razón) y ley que tenía el concepto clásico de Logos. De hecho , el concepto de capacidad racional, que incluye intencionalidad, propósitos, fines, autonomía, elección, libertad, creatividad e indeterminismo no es opuesto ni incompatible con el concepto de ley o legalidad, que incluye regularidad, reglas, principios, leyes, mecanismos, necesidad y determinismo. El Logos como capacidad racional o razón (indeterminista) y ley (determinista)

El Logos como capacidad racional (indeterminista) y ley (determinista) Diseño, Finalidad, Autonomía Creatividad Indeterminismo Mecanismos Legalidad Necesidad Determinismo Capacidad racional (Razón) Intencionalidad, autonomía, creatividad, indeterminismo Ley Mecanismos, legalidad, necesidad, determinismo ADN Proceso intencional Capacidad racional Intelecto, emoción, voluntad, fines, autonomía, creatividad Proceso mecánico Información, datos, números, fórmulas, reglas, leyes, principios Proceso mental Logos Universo

Sung Hun Lee resume muy bien en la siguiente cita del Pensamiento de Unificación este carácter dual, de razón (capacidad racional) y ley, tanto del Logos como del universo. « Ya que todas las cosas fueron creadas a través del Logos, que es la unión de razón y ley, podemos afirmar que todas las entidades creadas contienen de una manera unificada ambos elementos; razón y ley. Por ello, razón y ley, combinados, intervienen activamente en la existencia y acción de todos los seres y cosas. El factor legal (reglas) es prominente en el caso de las entidades de orden inferior, mientras que el factor racional es más destacado en las entidades de orden superior. En los minerales, que son el nivel más bajo de las cosas creadas, parece que solamente operan los elementos legales, y en los seres humanos que son los seres creados del más alto nivel, parecen que operan sólo los elementos racionales. En realidad, la razón y la ley operan conjuntamente en ambos casos.» Sung Hun Lee, New Essentials of Unification Thought, UTI, Korea, 2006, p. 29. El Logos como capacidad racional (indeterminista) y ley (determinista)

Complementariedad de las leyes intencionales (teleológicas) y las leyes mecánicas en la naturaleza Kant, en su Crítica del juicio , remarcó la necesidad y conveniencia de complementar y unir las explicaciones intencionales (teleológicas) y mecánicas para comprender mejor a la naturaleza. « Pues allí donde se piensan fines como fundamento de la posibilidad de ciertas cosas, hay que admitir también medios, cuya ley para proceder no necesita para nada algo que presuponga un fin, y, por tanto, puede ser mecánica, y, sin embargo, causa subordinada de efectos intencionados. Por eso, en los productos orgánicos de la naturaleza, pero más aún si, con ocasión de la multitud infinita de los mismos, admitimos también lo intencionado en el enlace de las causas naturales según leyes particulares (al menos, en una hipótesis permitida) como principio universal del Juicio reflexionante para el todo de la naturaleza (el mundo), puede pensarse una gran y hasta universal unión de las leyes mecánicas con las teleológicas en las producciones de la naturaleza. » Kant, Crítica del juicio, Espasa Calpe, Madrid, 1995, p. 397.

Capacidad racional (Razón) Autonomía (libertad) Creatividad Ley Mecanismos Intencionalidad (razón) Autonomía, creatividad Ley Mecanismos Intencionalidad (razón) Autonomía, creatividad Ley Mecanismos Autorregula-ción (razón) Ley Mecanismos Autorregula-ción (razón) Seres humanos Animales Vegetales Minerales LOGOS CAPACIDAD RACIONAL (RAZÓN) LEY INDETERMINISMO DETERMINISMO Distribución escalonada de capacidad racional (indeterminismo) y ley (determinismo) en los diferentes niveles de realidad

Distribución escalonada de capacidad racional (indeterminismo) y ley (determinismo) en los diferentes niveles de realidad El Logos o proyecto cósmico general englobaría una serie de logos particulares o campos energéticos correspondiente a cada uno de los niveles emergentes de realidad, como esas muñecas rusas que contienen en su interior una serie de muñecas cada vez más pequeñas. En primer lugar, estarían los campos de autoconsciencia en el ámbito humano que englobarían escalonadamente a los campos de vida biológica de animales superiores, inferiores, plantas y organismos unicelulares, hasta llegar a los campos físicos cuánticos. Durante el proceso de evolución del universo, estos logos particulares o campos se fueron materializando en un sentido inverso en los diferentes niveles de realidad. Primero, los campos físicos —cuyos logos particulares tienen un mínimo de capacidad racional y un máximo de ley— formaron el mundo mineral de las partículas, átomos y moléculas gobernado por leyes. Luego, sobre la base del mundo mineral, los campos de vida biológicos fueron formando los seres vivos de una manera gradual y escalonada, apoyándose los niveles superiores en los inferiores.

Distribución escalonada de capacidad racional (indeterminismo) y ley (determinismo) en los diferentes niveles de realidad Los campos biológicos de vida —con elementos de capacidad racional cada vez más elevados, así como elementos legales y mecánicos— fueron formando seres vivos con capacidad de realizar procesos mentales cada vez más intencionales. Hasta llegar a los seres humanos, que son los seres con mayor capacidad racional, lo cual les permite procesar información de una manera más compleja y disponer de más autonomía y creatividad que el resto de los seres vivos, a pesar de ser también al mismo tiempo mecanismos regido por leyes. Como se puede ver la intencionalidad, autonomía y creatividad y los mecanismos regidos por leyes son dos aspectos complementarios inherentes a todos los niveles de la naturaleza que siempre van juntos, de igual manera que los aspectos mentales y materiales son complementarios e inseparables entre sí. La única distinción es una diferencia de grado o proporción, ya que en los niveles más bajos hay más elementos legales y mecánicos que intencionales, y en los superiores predomina la intencionalidad, autonomía y creatividad sobre los aspectos mecánicos.

Libertad y necesidad (leyes) Así que todos estos conceptos que siempre se han considerados incompatibles o contradictorios entre sí como intencionalidad y leyes, finalidad y mecanismo, autonomía y heteronomía, libertad y necesidad, indeterminismo y determinismo, son en realidad complementarios e inseparables, como explica muy bien Sung Hun Lee en la siguiente cita: « Así pues, libertad y necesidad, intencionalidad y mecanismo operan de una forma integrada en la existencia y movimiento de todas las cosas. En otras palabras, la libertad funciona en conexión con la necesidad, y la intencionalidad opera junto con los mecanismos. Hasta ahora, la relación entre la libertad y la necesidad ha sido entendida a menudo como una antinomia: libertad y necesidad han sido considerados como conceptos opuestos de la misma manera que libertad y control pueden ser entendidos como dos elementos que están en tensión. En el Pensamiento de Unificación , sin embargo, razón y ley no están en una relación de antinomia, sino de unidad. » Sung Hun Lee, New Essentials of Unification Thought , UTI, Korea, 2006, p. 10.

Pongamos un ejemplo sencillo. Un coche es un mecanismo que funciona de acuerdo a unas leyes mecánicas que lo condicionan, pero al mismo tiempo dispone de un cierto margen de maniobra. Si al utilizar un coche pretendemos conducir por un terraplén, o lo forzamos a ir más rápido de lo que puede, es evidente que el coche se estropeará y dejará de funcionar. Dicho de otra manera, son precisamente los mecanismos y las leyes mecánicas del coche los que hacen posible que podamos disfrutar de la libertad de conducir nuestro coche hasta el destino deseado, siempre que respetemos las leyes mecánicas y nos ajustemos a los márgenes de maniobra permitidos. De manera análoga, tener libertad significa simplemente disponer de un margen de maniobra o elección entre un número limitado de posibilidades, pero siempre dentro de un mecanismo sujeto a leyes. Dicho de otra manera, poseer libertad significa que tenemos una cierta autonomía o capacidad para autorregularnos con el fin de poder adaptarnos al ambiente eligiendo entre una amplia gama de posibilidades. Igualmente, tener creatividad significa disponer de una capacidad de modificar o manipular el ambiente para adaptarlo a nuestros fines y necesidades. Pero nuestra autonomía y creatividad siempre opera dentro de las leyes naturales. Las leyes son las que posibilitan la autonomía o libertad, que significa disponer de un margen de maniobra o elección dentro de un marco legal

Tanto nuestra autonomía como nuestra creatividad no son ilimitadas, sino que están encuadradas dentro de un marco legal. Esta autonomía y creatividad tampoco es privativa de los seres humanos, sino que todos los seres vivos disfrutan de ella en un mayor o menor grado. La diferencia está en que el margen de autonomía y creatividad del ser humano es el más amplio y extenso. Esto también tiene consecuencias éticas. Pues, de la misma manera que hay unas leyes físicas a las cuales tenemos que ajustarnos, también existe un correlato de estas leyes naturales en la forma de leyes morales a las cuales deberíamos ajustar nuestra conducta. La autonomía o libertad no es ilimitada, sino que está encuadrada en un marco legal y moral

Las leyes morales Si no respetamos las leyes morales se producirá un cortocircuito o deterioro en ese flujo de dar y recibir causando dolor o infelicidad. El hecho de que podamos violarlas, es decir, que podamos mentir, engañar o maltratar a los demás no significa que seamos completamente autónomos con respecto a ellas. La prueba está en que siempre sufrimos las malas consecuencias ocasionadas por esa violación. El problema está en que el daño o perjuicio no es tan inmediato o visible como cuando se viola una ley natural. Así que por inmadurez o ignorancia no se respetan con el fin de obtener una satisfacción o beneficio inmediato sin tener en cuenta las malas consecuencias a largo plazo. De una manera análoga, las leyes morales son como las leyes naturales que regulan las relaciones humanas, y que, como decía Kant, son inherentes a la naturaleza humana. Igual que las normas de tráfico regulan la circulación viaria, las normas morales regulan el flujo o circuito de dar y recibir en las relaciones de intercambio recíprocos de afectos, amor, conocimientos, bienes y servicios entre los seres humanos. El respeto de la ley moral no coarta la libertad sino todo lo contrario, es lo que garantiza que ese circuito de dar y recibir mutuo fluya de una manera libre y se incremente continuamente, dando como resultado una mayor felicidad compartida.

Principio de la indeterminación fundamental de la naturaleza , basado en la presencia universal en todas las entidades —en mayor o menor grado según su nivel— de un cierto margen de autonomía y creatividad derivada de su nivel de procesos mentales de carácter intencional, en coexistencia y complementariedad con unos mecanismos deterministas gobernados por leyes y unos mecanismos indeterministas regidos por el azar. Principio de la indeterminación 5