36 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
mundo sin humanidad (realismo). La existencia humana es un constante quehacer
con los objetos. El ser humano es a la vez mutable, porque se hace constantemente
en su relación con los objetos, y permanente, porque siempre hay algo que en él no
cambia, lo que constituye su identidad personal que permite atribuirle cada uno de sus
actos positivos (acciones) o negativos (abstenciones u omisiones) y sus consecuencias.
La infinita variedad de objetos, unos que se dan en la realidad externa del sujeto
(astros, ríos, animales, etc.), los que se dan solamente en el sujeto (sueños, deseos,
etc.), algunos que no están ni en la realidad externa ni interna del sujeto, pero que son
descubiertos por la mente del sujeto (números, valores, etc.), y otros más que son el
resultado de la actividad humana (herramientas, normas de conducta, etc.), ha dado
lugar para que se elabore una estructuración en la complejidad óntica del universo
en diversas regiones del ser.
3. Las regiones del ser que integran el universo
Con los estudios de Dilthey6, Heidegger7, Husserl8, Sartre9, Reale10, Cos-
sio11, Recaséns Siches12, Fernández Sessarego13, entre otros, queda, por ahora,
6 Dilthey, Wilhelm, Introducción a las ciencias del espíritu, trad. de Eugenio Imaz., Ciudad de México:
Fondo de Cultura Económica, 1978.
7 Heideger, Martín, “El ser y el tiempo”, en Revista de Filosofía y Letras, n.° 2, Ciudad de México: 1942.
8 Husserl, Edmund, “Investigaciones lógicas”, en Revista de Occidente, trad. de Morente y Gaos, Madrid: 1929;
Idem, Ideas relativas a una fenomenología pura y unafilosofíafenomenológica, Ciudad de México: 1949.
9 Sartre en su obra El ser y la nada divide la realidad en dos regiones: el ser-en-sí y el ser-para sí (lo en-sí y
lo para-sí). El ser-para-sí es el ser de la persona en tanto que subjetividad (dotada de conciencia y libertad).
El ser-en-sí es el ser de los objetos. “El ser es. El ser es en-sí. El ser es lo que es”. El ser es positividad, rea
lidad, actualidad; en el ser no está presente la nada, ni la diferenciación, ni el movimiento, simplemente es.
La nada es un atributo que nosotros introducimos en la realidad, como cuando decimos que la semilla
no es árbol pero puede serlo; en el ser-en-sí no hay duplicidad de potencia y acto: solo desde nuestra
perspectiva la semilla es árbol en potencia, puesto que nosotros esperamos que así sea, nos represen
tamos el futuro, ponemos la semilla en el futuro y la observamos como árbol; al representárnosla en
el futuro como árbol trasladamos esta forma de ser al presente e introducimos esa potencialidad en la
realidad actual de la semilla. El ser-en-sí no es consciente, es increado-, no es causa de sí, simplemente es.
Y por ser de este modo, sin justificación, ni sentido alguno, sin poder ser explicado o deducido, está de
más; es un puro hecho, sin causa, sin razón, su existencia es absurda.
10 Reale, Miguel, Filosofía do direito, Sao Paulo: Saraiva, 1953; Idem, Introducción al derecho, 6.a ed., Ma
drid: Ediciones Pirámide, 1984.
11 Cossio, Carlos, El derecho en el derecho judicial, Buenos Aires: Kraft, 1945; Idem, La teoría ecológica del
derecho y el concepto jurídico de libertad, ob. cit.; Idem, Radiografía de la teoría egológica del derecho, con
una introducción a la fenomenología egológica, Buenos Aires: Depalma, 1987.
12 Recaséns Siches, Luis, Estudios de filosofía del derecho, Ciudad de México: Uteha, 1946; Idem, Tratado
general de filosofía del derecho, ob. cit.; Idem, La experiencia jurídica, naturaleza de la cosa y lógica de lo
razonable, Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 1971.
13 Fernández Sessarego, Carlos, El derecho como libertad, Lima: Studium, 1987.