Jorge Luis Borges y la literatura fantástica.pptx

RobertoSuazo2 0 views 23 slides Oct 02, 2025
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Borges y la literatura fantástica


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Clase 6: Jorge Luis Borges La narración, el tiempo y los libros imposibles

Jorge Luis Borges (1899-1986) Narrador,ensayista y poeta argentino . Es uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Sus cuentos fantásticos exploran temas como el tiempo , la eternidad , la identidad , los laberintos , y la creación literaria . Nos centraremos en dos aspectos clave de su obra : - El tratamiento del tiempo - La creación de autores ficticios y libros imposibles

LA TRAMA Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por los impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama:  ¡Tú también, hijo mío!  Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito. Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas):  ¡Pero, che!  Lo matan y no sabe que muere para que se repita una escena.

TRAMA Conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. Disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca. Narrar es tramar: seleccionar, recortar, resaltar lo que parece conveniente para el relato. Nunca se puede narrar absolutamente todo.

….Nosotros, de un vistazo, percibimos tres copas en una mesa; Funes, todos los vástagos y racimos y frutos que comprende una parra. Sabía las formas de las nubes australes del amanecer del 30 de abril de 1882 y podía compararlas en el recuerdo con las vetas de un libro en pasta española que sólo había mirado una vez y con las líneas de la espuma que un remo levantó en el Río Negro la víspera de la acción del Quebracho. Esos recuerdos no eran simples; cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares, térmicas, etcétera. Podía reconstruir todos los sueños, todos los entre sueños. Dos o tres veces había reconstruido un día entero; no había dudado nunca, pero cada reconstrucción había requerido un día entero. Me dijo: "Más recuerdos tengo yo solo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo". Y también: "Mis sueños son como la vigilia de ustedes". Y también, hacia el alba: "Mi memoria, señor, es como vaciadero de basuras". Jorge Luís Borges, Funes el memorioso

«En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisfacieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.» J.L. Borges, Del rigor de la ciencia Cierto rey encargó a los geógrafos un mapa del país. Pero les exigió que el mapa fuese perfecto, con todos los detalles. Los geógrafos midieron todos los lugares, e hicieron un borrador. Uno de ellos comentó que aún faltaban detalles de los ríos. Decidieron rehacer el dibujo a una escala mucho mayor. Cuando estuvo listo, el mapa era del tamaño del primer piso de un edificio. De todas formas, algunos consejeros del rey argumentaron: –No se consiguen ver los caminos de los bosques. Y los sabios geógrafos fueron dibujando mapas cada vez mayores, con detalles y más detalles del país. Cuando, finalmente, consiguieron el mapa perfecto, llamaron al rey y lo llevaron a un inmenso desierto. Una vez allí, le mostraron una extraña tienda, que se extendía hasta el horizonte. –¿Qué es eso? –El mapa del país –respondieron los geógrafos–. Como quisimos hacerlo lo más parecido posible a la realidad, ha quedado tan grande que ocupa el desierto entero. –El miedo a equivocarnos es justamente lo que, la mayor parte de las veces, nos conduce al propio error –dijo el rey–. El mapa es tan detallado, que no sirve para nada. Y mandó ahorcar a los geógrafos.

EL ALEPH Descrito como un punto de  aproximadamente una pulgada   pero en cuyo interior se puede ver el universo entero . El narrador intenta explicar todo lo que está viendo pero se da cuenta de que  el lenguaje es insuficiente para describir algunas experiencias  de la vida “… Personajes : Alter-ego de Borges Carlos Argentino Daneri

“… Arribo , ahora , al inefable centro de mi relato : empieza , aquí , mi desesperación de escritor . Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten ; ¿ cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca ? […] Por lo demás , el problema central es irresoluble: la enumeración , siquiera parcial , de un conjunto infinito . En ese instante gigantesco , he visto millones de actos deleitables o atroces ; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia . Lo que vieron mis ojos fue simultáneo : lo que  transcribiré , sucesivo porque el lenguaje lo es.”

Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Fray Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena… …vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. Sentí infinita veneración, infinita lástima.

El jardín de los senderos que se bifurcan Este cuento narra la historia de Yu Tsun , un espía chino durante la Primera Guerra Mundial, que busca transmitir un mensaje secreto antes de ser capturado. Al escapar de su perseguidor, se encuentra con el Dr. Stephen Albert, quien le explica que su ancestro, Ts'ui Pên , había escrito una novela-laberinto. Este laberinto no es físico, sino temporal, donde todos los futuros posibles coexisten. Borges utiliza esta estructura para explorar el tiempo no lineal y las decisiones múltiples, sugiriendo que cada acción desencadena distintos futuros simultáneos.

“En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts'ui Pên , opta —simultáneamente— por todas. Crea , así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también, proliferan y se bifurcan.”

“El jardín de los senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên . A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos”

Pierre Menard, autor del Quijote Quienes han insinuado que Menard dedicó su vida a escribir un Quijote contemporáneo, calumnian su clara memoria. No quería componer otro Quijote —lo cual es fácil— sino  el Quijote . Inútil agregar que no encaró nunca una transcripción mecánica del original; no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran ­palabra por palabra y línea por línea­ con las de Miguel de Cervantes.

Pierre Menard, autor del Quijote Es una revelación cotejar el don Quijote de Menard con el de Cervantes. Este, por ejemplo, escribió (Don Quijote, primera parte, noveno capítulo): …la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir. Redactada en el siglo diecisiete, redactada por el “ingenio lego” Cervantes, esa enumeración es un mero elogio retórico de la historia. Menard, en cambio, escribe: …la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.

Pierre Menard, autor del Quijote La historia, madre de la verdad; la idea es asombrosa. Menard, contemporáneo de William James, no define la historia como una indagación de la realidad sino como su origen. La verdad histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió. Las cláusulas finales —ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir— son descaradamente pragmáticas. También es vívido el contraste de los estilos. El estilo arcaizante de Menard —extranjero al fin— adolece de alguna afectación. No así el del precursor, que maneja con desenfado el español corriente de su época.
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