GASTRONOMIA DE CASTILLA Y LEON
Castilla y León es la mayor de las comunidades autónomas españolas.
Las nueve provincias que componen esta comunidad tienen gustos muy
definidos, pero cada una conserva su propia personalidad. Esta
comunidad tiene una gran riqueza histórica y artística pero no podemos
olvidar su también importante riqueza gastronómica. En ella podemos
destacar los ricos asados de cochinillos y corderos.
Pero no solamente hay que tener en cuenta sus asados sino otra mucha
variedad de platos que merece la pena conocer y degustar. En Castilla, se
prepara con esmero la carne de cordero, liebre, conejo, perdiz, o cerdo,
así como la elaboración de numerosos postres y dulces, que en
ocasiones son elaboraciones tradicionales de antiguos monasterios y
conventos, de los que con frecuencia reciben el nombre: lazos de San
Guillermo, yemas de Santa Teresa, de Ávila, rosquillas de Santa Rosa,
típicas del monasterio Nuestra Señora de la Piedad de Palencia,
bizcochos de San Lorenzo, virutas de San José, rosquillas del Ángel de
Zamora, amarguillos y un largo etc. (sólo con verlos se nos hace la boca
agua) Las religiosas encargadas de su elaboración dedican tiempo y
paciencia a dichos menesteres.
Es una gastronomía abundante y muy variada.
Pero además, la cocina de Castilla y León nos ofrece un sinfín de
materias primas con las que se elaboran suculentos platos, productos
como legumbres (alubias blancas, pintas, rojas y negras, garbanzos
castellanos...
Las lentejas, entre las que destacan las de la Armuña, cereales, pescados
de río como la trucha, caza mayor y menor, huerta, fruta, lácteos como
sus quesos de oveja, leche de vaca y cabra y su ya famoso queso azul de
Valdeón.