LA RATITA ENAMORADA
Una ratita colgaba de la cuerda de un gran navío, esta ratita era
aventurera, le gustaban los viajes y las grandes emociones.
Un día subiendo la cuerda que daba al muelle, pues había bajado a
tierra, comenzó a dudar si viajar o no.
Subía dos pasos más y luego se detenía y nuevamente pensaba ¿iré? O
¿me quedaré? ¿Qué hago?
Dio un gran suspiro y decidió volver a tierra, mientras se decía mañana
zarparé.
Dicho esto retornó a su hogar
Al día siguiente, nuevamente pensó en zarpar, pues ya se sentía inquieta
en tierra.
Mientras en la cueva de al lado, llegaba un nuevo vecino, al oír tanto
ruido, la ratita sale de su hogar y se asoma viendo con sorpresa que
tiene un nuevo vecino, guapo, alto, rubio, de hermosos bigotes y orejas.
La ratita lo saluda, ¿Hola, que tal?
Bien, bien, le dice el nuevo vecino, me llamo Rodolfo
Mucho gusto, yo me llamo Cristina
Que bien le dice Rodolfo, como soy nuevo en el vecindario, la invito a
cenar esta noche.
Oh, lo siento le dice Cristina, hoy zarpo, será en otra ocasión
Que pena le dice Rodolfo, pero debo insistir
Halagada Cristina, nuevamente lo rechaza, pues tiene en mente zarpar
Nuevamente se excusa y le dice que debe zarpar a su nueva aventura.
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