Las perretas y los castigos

AmaliaCnovasRodrguez 111 views 11 slides Sep 25, 2017
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Consejos y tips para el manejo de la sperretas y los castigos. aprenda a educar a su hijo y a entenderlo. Comuniquese adecuadamente y sepa guiarlo.


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Las Perretas y los castigos. ¿Cómo enfrentarlos? Lic. Amalia Cánovas Rodríguez

Berrinche/perreta/Rabieta Llanto fuerte y prolongado, que comúnmente hacen los niños, que puede ir seguido de la irritación de los padres u otros responsables del cuidado del menor (maestros, abuelos o tíos). Expresión ostensible de gran enfado o enojo. Estrategia radical para conseguir algo que se niega al niño por sentido común o protección. La experiencia nos demuestra que los niños en algún momento de su vida harán un berrinche para conseguir lo que desean. Los padres manifiestan que al menos una vez perdieron la calma o no supieron qué hacer. Es importante que bajo ninguna circunstancia pierdas la calma o te des por derrotado.

¿Por qué aparecen los berrinches?

¿Cómo evitarlos? Ayudar al niño a madurar: enseñar que existen límites. Saber que no todo es posible y que su esfuerzo puede llevarlo a lograr lo que desea. La vida es dura y difícil y los hijos no siempre estarán en nuestro regazo para cuidarlos y protegerlos, tarde o temprano tendrán que tomar sus propias decisiones, y que hagan lo correcto dependerá de la educación que les hayas dado y de los valores transmitidos. Como dice José Mª Contreras en su libro Hablar con los hijos, “en el fondo, educar es un dialogo sobre valores”. No tomar soluciones extremas, es decir no permitir que tengan una conducta completamente permisiva pero tampoco lo contrario, que sea muy restringida y drástica. Cuando el niño desafía, el adulto debe mantener la calma, porque si no lo hiciese estaría reforzando la actitud del niño: A los pequeños hay que hablarles con calma, no permitir que nos afecten sus actitudes

Manejo de berrinches. Conductas que debemos evitar . NO hagas tú también un berrinche. Sé tú quien conserva la cordura a pesar de la falta de cordura temporal de tu hijo. NO le grites (no compitas en volumen, tono e intensidad). NO trates de razonar con él (por el momento no escucha, está bloqueado momentáneamente a todo intento de comunicación). NO le pegues (empeorará el berrinche). NO lo remedes o te burles de él (se puede poner frenético).

Manejo de berrinches. Conductas que debemos seguir. Déjalo que acabe de hacer su berrinche. Sólo intervén físicamente si intenta golpear a otros o destruir cosas que no le pertenecen. Si se golpea a sí mismo(a) –de manera superficial- deja que lo haga, hasta que comprenda que no le funciona lastimarse. Si la situación es embarazosa o muy molesta para otras personas, puedes salir del lugar con el niño en brazos (no arrastrándolo, por favor), espera entonces a que acabe el berrinche. Si se le va el aire, ten en mente que una persona puede permanecer sin respirar aproximadamente un minuto sin sufrir ningún daño, por lo que te conviene esperar a que se le pase, de lo contrario, habrá encontrado una forma de chantaje asustándote. Si se pone azulado o realmente mal, puedes ayudarlo a reaccionar echándole un poco de agua en la cara (una gotas). SI ESTO NO FUNCIONA DEBEMOS LEVARLO AL MÉDICO!!!! Una vez que la situación se calme, debes sostener con él una breve plática, tranquila pero firme, en la que le dejes claro que los berrinches no son el camino para lograr lo que desea. Cuando un berrinche se desata como consecuencia de no haberle dado algo que deseaba, no cometas el error de concedérselo para evitar o acallar el berrinche, pues te convertirás en su esclavo(a) y harás de tu hijo un tirano y un “malcriado”.

Ayúdalo a integrarse a la sociedad Nuestro hijo no es nuestro enemigo: no debemos hacer una guerra contra él. Nuestro hijo es nuestra responsabilidad: debemos educarlo. NO debemos maltratar a nuestros niños: sino guiarlo y comprenderlos, pero esto significa que en ocasiones -cuando lo amerite- debemos rectificarle lo mal hecho y ayudarlo a convertirse en los hombres y mujeres de mañana.

¿Qué es la penitencia? En inglés, a la penitencia le dice "time off" o sea, tiempo afuera, porque la idea es sacar al niño de un lugar donde quiere estar y pasarlo a uno en el que no quiere estar, y se debe tener en cuenta que no quiere estar ahí no por el miedo ni nada de ese estilo, sino porque es aburrido, si eso no se cumple, la penitencia no es tal. Por ejemplo, si el niño está en la mesa y no tiene ganas de comer, o no le gusta la comida y le aburre la charla de la familia y se quiere ir, entonces comienza a molestar o a hacer cosas que no se deben en ese momento, por lo que los padres le dicen "Te vas a tu cuarto en penitencia", y sucede que el niño seguramente prefiere estar en su cuarto, con todos sus juguetes para divertirse, eso no es una penitencia. Las penitencias son un buen recurso cuando se utilizan de manera correcta.

¿Cuándo aplicar un castigo? Se debe aplicar un castigo cuando el niño está realizando comportamientos o está teniendo actitudes que están fuera de lo que aceptamos para su educación, de lo que consideramos bueno y adecuado. Siempre que antes le hayamos alertado que el comportamiento que está haciendo no nos gusta, no es el adecuado y que debe cesarlo. Es importante que en el mismo momento en el cual el niño está haciendo lo que no debe, obtenga una advertencia, y en los segundos siguientes la consecuencia de lo que eligió. (continuó haciéndolo y obtuvo un castigo

¿Cómo aplicar los castigos? Al niño se le avisa que si no cumple determinada regla se va a la penitencia. Cuando se lo envía en penitencia, debe ser justo después que se le marcó el error. Se le debe decir porqué se lo está mandando en penitencia, y que piense en lo que hizo. Se lo debe dejar solo, en un lugar apartado del resto de la casa, y en la que no pueda tener recursos de diversión. Se le pone el castigo el tiempo (en minutos) equivalente a su edad. Otro aspecto importante a tener en cuenta, es que el niño se quede con la sensación de que se pierde de algo mientras dura la penitencia Al regreso de la penitencia, la misma debe tener un cierre en el cual se pueda reflexionar sobre lo sucedido. Puede ser una buena estrategia el dejar que sea el mismo niño quien razone y verbalice lo acontecido, ya que supuestamente el momento de la penitencia le sirvió para reflexionar. los castigo físico se descarta totalmente, y también se deberían desechar toda forma de violencia como ser los gritos, asustar al niño o amenazarlo, porque siempre traen consecuencias emocionales negativas. No se ridiculiza o se burla del niño.

Algo que no debemos olvidar Si es cierto que debemos castigar, pero también debemos estimular positivamente ante los comportamientos adecuados: A través de reconocimientos A través de caricias A través de premios